Esparta fue una ciudad griega ubicada en el sur del Peloponeso dominada por la clase doria. Los espartanos constituían la élite gobernante y recibían una educación rigurosa desde la infancia enfocada en convertirlos en los mejores guerreros de Grecia. La sociedad espartana se caracterizó por su énfasis en la disciplina militar, la austeridad y la obediencia a las leyes del estado.