La televisión puede tener tanto influencias positivas como negativas en la educación. Positivamente, puede motivar e informar a los estudiantes cuando se usa de manera inteligente como un recurso educativo complementario. Sin embargo, muchos programas de televisión actualmente carecen de calidad y promueven comportamientos no racionales, materialismo, baja autoestima y estereotipos. Aunque la televisión tiene potencial educativo, depende de su contenido y uso si realmente educa o no a la audiencia.