El burro de un campesino cayó en un pozo y lloró durante horas. El campesino decidió dejarlo ahí y tapar el pozo con la ayuda de los vecinos. Para sorpresa de todos, el burro usó las paladas de tierra para sacudirse y dar pasos que lo ayudaron a salir del pozo por sí mismo. La lección es que los problemas de la vida pueden usarse como escalones para salir adelante si no nos rendimos.