La formulación de un problema de investigación implica caracterizarlo, definirlo y sugerir soluciones, lo que estructurará toda la investigación. Es crucial que la pregunta de investigación sea clara, contestable y pertinente, además de tener en cuenta su relevancia en el ámbito de estudio. Los objetivos de la investigación deben formularse con verbos en infinitivo y ser evaluables, alineándose con las categorías de conocimiento.