El documento discute la importancia de la libertad y la autoridad en la práctica educativa. Sostiene que un educador no puede ser neutral y debe tomar posición a favor de la decencia, la libertad y la democracia. También argumenta que la libertad sin límites es negativa, y que los educadores deben trabajar para que los estudiantes asuman éticamente los límites necesarios a la libertad. Finalmente, enfatiza la importancia de que los estudiantes tomen decisiones para desarrollar su autonomía de manera responsable.