El documento discute cómo artistas como Picasso y Rembrandt desafiaron las convenciones de la representación al pintar retratos que no se parecían exactamente a sus sujetos. También explora si la semejanza depende de sistemas de representación culturales y subjetivos en lugar de una mímesis gráfica objetiva. Luego describe el trabajo de Renato Roque, quien mapeó rostros humanos en datos matriciales para estudiar qué hace que alguien sea reconocible como un individuo único.