Existen varias opciones para instalar Linux sin afectar a Windows: 1) Particionar el disco y asignar una partición a Linux e instalar un gestor de arranque, 2) Arrancar desde un live CD o USB con Linux instalado, 3) Instalar Linux en una máquina virtual dentro de Windows. Una imagen ISO contiene una copia exacta de un sistema de archivos como un CD o USB y es útil para distribuir software por Internet sin modificarlo.