Un jinete llamado Henry y su caballo Severino se adentraron en el bosque. Mientras descansaban, Severino comió una galleta mágica que le dio la habilidad de volar. Al día siguiente, Severino voló por los cielos llevando a Henry, tomando fotos desde las alturas. Un fuerte viento los derribó, haciendo que Severino perdiera sus poderes mágicos. Henry no supo cómo explicar la experiencia de volar en caballo.