La geofísica aplicada se refiere al uso de métodos físicos y matemáticos para determinar las propiedades de las rocas y sus contrastes con el fin de conocer la estructura interna de la Tierra y las anomalías presentes. Algunos de los métodos más usados son los métodos electromagnéticos, potenciales y sísmicos. El conocimiento obtenido puede usarse con fines científicos o comerciales, como la caracterización de reservorios de hidrocarburos.