El documento critica la gestión de las obras y el mantenimiento de los colegios públicos de Santiago, que presentan graves goteras y deficiencias. Además, cuestiona que se hayan gastado casi 300.000 euros en remodelar dos plazas cuando con esa cantidad se podrían haber arreglado todas las carencias reportadas. Por otro lado, opina que los nuevos parques infantiles son aburridos y poco funcionales para los niños.