El documento describe la técnica de la pintura mural románica y sus características estéticas. Se aplicaba sobre la pared después de añadir una capa de enlucido y mientras estaba húmedo para que se endureciera. Un ejemplo destacado son las pinturas del ábside de San Clemente de Tahull que muestran un Cristo en Majestad bizantino rodeado de ángeles y apóstoles. El Cristo de Tahull demuestra cómo el arte románico buscó la trascendencia a través del orden geométrico.