El documento describe las prácticas comerciales en el Imperio Romano. Inicialmente, Roma fue una ciudad-estado que se expandió militarmente para convertirse en un gran imperio que dominó Europa, Asia y África durante 6 siglos. El comercio no fue uniforme en todo el imperio, y se trasladó a las provincias mientras la capital perdía importancia económica. Los principales productos de comercio incluyeron granos, aceite, vino, hierro, cerámica y esclavos.