La hibridación in situ es una técnica histológica que permite la detección de ácidos nucleicos en el tejido mediante el uso de sondas marcadas. Involucra la fijación de muestras, el uso de sondas complementarias a la secuencia objetivo y la detección de la hibridación mediante marcadores. Tiene aplicaciones en el diagnóstico de infecciones virales como HPV y en la detección de alteraciones genéticas como marcadores tumorales.