Este documento argumenta que invertir $160,140 en criar un hijo desde su nacimiento hasta los 18 años no es realmente una gran suma cuando se divide en pagos anuales, mensuales o diarios pequeños. A cambio de esta inversión, uno recibe amor incondicional, momentos de asombro y alegría, y el privilegio de ver a un niño crecer, que es una recompensa mucho mayor que cualquier ganancia financiera.