Jesús se presenta al lector y le dice que siempre está a su lado, guiándolo y protegiéndolo, aunque a veces el lector no se dé cuenta. Jesús lamenta cuando el lector se siente víctima y deja de luchar, y le recuerda que murió en la cruz para perdonar los pecados. Jesús concluye diciendo que siempre estará con el lector y creerá en él.