El huracán Mitch se formó en el Caribe el 22 de octubre y tocó tierra en Honduras como el segundo huracán más mortífero en la historia del país. Mitch destruyó infraestructura, casas y cosechas, dejando miles de personas sin hogar y causando miles de muertes. Aunque se emitieron advertencias, Honduras no estaba preparado para la tormenta. Varios países como México y las Naciones Unidas proporcionaron ayuda en forma de alimentos, agua y suministros médicos.