IGB 10 Las epístolas y apocalipsis.pdf

ACADEMIA BÍBLICA PÉSHER Prof. Abner B. Bartolo H.
Introducción general a la Biblia: su composición, Notas del curso Tapachula, México, 10/06/2017
historia e influencia
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10. LITERATURA EPISTOLAR Y APOCALÍPTICA
(EPÍSTOLAS Y APOCALIPSIS)
10.1 Introducción general a las epístolas
Los libros del NT, fueron escritos en diferentes géneros literarios, de los cuales, el 75% son
Epístolas (21/27). Es una forma literaria nueva con relación a la literatura del AT. En los libros del
Antiguo Testamento se siente a Dios hablar y dirigirse al pueblo a través del profeta, el tono es más
autoritario. En cambio, el lenguaje epistolar contiene más bien cartas escritas con la intención de alentar,
reprender o instruir, pero sobretodo enseñar.
Los escritos neo-testamentarios son redactados en un tiempo mucho más limitado que los del AT.
Su género literario es el propio de los escritos del primer siglo d.C. Las Epístolas son, en muchos casos,
la respuesta a preguntas planteadas por una comunidad o en su nombre al autor inspirado, en muchos de
los casos estas preguntas se pueden intuir en los desarrollos del libro. Estas cartas han sido escritas para
responder, alentar, exhortar, reprender, enseñar, informar a las comunidades destinatarias. Como todos
los escritos bíblicos tienen la particularidad de trascender su época y sus destinatarios, lo que hace que
su mensaje, a través de una lectura contextualizada, esté siempre de actualidad. Las Epístolas fueron
concebidas, y por influencia del contexto socio-escritural, como circulares que se enviaron a una o
varias comunidades: “Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, procurad que también se lea en
la iglesia de los laodicenses; y la de Laodicea leedla también vosotros” (Col 4:16).
En su origen epístola y carta eran sinónimos, pero con la publicación (siglo IV a.C.,) de
colecciones de las cartas de Isócrates y Platón, comenzaron a surgir un estilo y una forma epistolar. La
epístola llegó a ser el escrito extenso destinada a muchas personas. En el caso de los escritos inspirados
del NT., que utilizan este género literario, va a aumentar considerablemente el volumen de sus páginas,
pasando de dos hasta treinta y cinco hojas.
“Después de Aristóteles, una carta o epístola es el proceso de diálogo entre dos partes iguales: un
autor determinado se dirige a un destinatario determinado para comunicarle directamente alguna cosa o
para influenciarle de manera determinada por medio de un procedimiento argumentativo” (H.
Conzelmann, A. Lindemann, Guide pour l’étude du Nouveau Testament).
Si las Epístolas son el resultado de un proceso de comunicación entre el autor inspirado y los
destinatarios (personas o comunidades religiosas), hay que situarse a través del texto en el propio
contexto del escrito. Acercarnos a él como una unidad literaria, en sí misma, que tiene un mensaje
propio y particular a partir de las relaciones entre el autor y los destinatarios.
En primer lugar necesitamos conocer el mensaje de cada escrito como una unidad literaria cerrada
e independiente y posteriormente analizar el mensaje con los otros libros del mismo autor, establecer su
relación con el resto de escritos del NT, y en último lugar sus relaciones con el resto de la Biblia. En un
principio los textos bíblicos no estaban divididos en capítulos y versículos, esta distribución es muy
posterior en el tiempo. La propuesta metodológica de estudio es a partir de las intenciones (secciones)
propias del autor inspirado. Veamos el siguiente ejemplo:
La Epístola a Filemón es un buen ejemplo que nos permite visionar la estructura generalizada de
las Epístolas:
1) Introducción.
a) Autor.
b) Voto o deseo.
2) Acción de gracias (por la obra de Dios entre los destinatarios).

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3) Cuerpo de la Epístola.
a) Sección doctrinal.
b) Sección de aplicación práctica.
4) Conclusión.
a) Saludos.
b) Deseos.
c) Últimas recomendaciones.
d) Fórmula de bendición.
e) Autógrafo: yo Pablo escribí de mi puño y letra (en algunas ocasiones).
Ahora recorramos el sentido de la estructura:
1) En la introducción se desarrollan las presentaciones propias que nos permiten conocer al
autor y al destinatario. Dentro de este apartado podremos conocer el nivel de implicación del autor con
los destinatarios del escrito, a través de los deseos expresados en el texto.
2) La acción de gracias, el autor expresará los objetivos que a través de la obra de Dios,
pretende que se realice con el escrito.
3) La sección más importante, desde el punto de vista del mensaje, es la que hemos llamado
cuerpo de la Epístola, donde el mensaje se expresa a dos niveles, perfectamente diferenciados.
a. Sección doctrinal: dedicada a exponer doctrinalmente las necesidades del destinatario, es
donde el autor presenta sus aportes teológicos, donde corrige, instruye y forma a la comunidad.
b. Sección de aplicación práctica: la segunda parte, está dedicada a hacer una aplicación
concreta y particular de lo que se ha dicho, teniendo en cuenta la situación particular del destinatario.
4) La cuarta sección es la despedida.
Relaciones internas de la sección: cuerpo de la Epístola
Como hemos propuesto, el cuerpo de la Epístola estará dividido en dos secciones principales.
Primeramente la que hemos llamado: doctrinal y en segundo término: de aplicación práctica. Se podría
decir, que de establecer esta relación de forma correcta o incorrecta depende la comprensión del escrito
en su globalidad.
Los escritos bíblicos no surgen de la nada, sino como ya hemos mencionado forman parte de un
proceso de diálogo inspirado entre el autor y la comunidad a la que va dirigida. No parece que ninguna
de las Epístolas, sean escritos constitutivos de las diferentes comunidades, sino escritos dirigidos a ellas
a partir de situaciones particulares que surgieron una vez constituidas.
Como base del método de estudio propuesto, debemos de tener presente que todo el libro, como
sus diferentes secciones y partes, debemos de estudiarlas y comprenderlas desde la visión del proceso de
diálogo que lo originó. En la sección doctrinal el autor expondrá todos aquellos conceptos que deben ser
corregidos por la comunidad. Por otra parte, la sección de aplicación práctica deberá ser considerada
como una aplicación a casos concretos que ya han sido justificados en la sección doctrinal. (Mucho de lo
dicho arriba está basado en Pablo Armero, Introducción crítica a las epístolas paulinas).
En el caso particular de las Epístolas, sería explicar a los destinatarios, la doctrina salvífica en
Cristo y la identidad de la iglesia, según las necesidades de la comunidad. En la segunda sección, el
autor, hace una aplicación particular de las cuestiones presentadas con anterioridad. Aunque también se
debe reconocer que en medio de lo que llamamos sección doctrinal hay frases aplicativas.

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9.2 Epístolas de Pablo
Cronología resumida en el libro de Hechos de las Apóstoles
 Año 31, primavera, muerte de Jesús.
 Año 34 muere Esteban, la iglesia es perseguida, predicación de Felipe en Samaria.
 Año 35, conversión de Pablo.
 Años entre 35 al 38, Pablo está en Damasco, de allí a Arabia y vuelve a Damasco para ir a Jerusalén.
 Año 38, va a Jerusalén.
 Año 44, Jacobo es martirizado. Pedro es encarcelado en tiempos de la Pascua.
 Años entre 44 al 45. Bernabé va a Tarso, donde está Pablo, y le invita a que vaya a Antioquía, y
Pablo según Hechos 11:26, queda un año allí.
 Año 45, escapada de Pablo y Bernabé a Jerusalén para llevar ayuda por el hambre.
 Años entre 45 al 47. Primer viaje misionero, y al regreso permaneció en Antioquía mucho tiempo.
 Año 49. Concilio de Jerusalén.
 Años entre 49 al 50. Pablo comienza su segundo viaje misionero.
 Año 51. Pablo llega a Corinto en el gobierno de Galión. Permanece un año y medio.
 Año 52. Se acaba el segundo viaje misionero. Permaneciendo (Hechos 18:23) mucho tiempo allí.
 Años entre 53 al 58. Tercer viaje misionero, viaja por Asia menor, tres años en Efeso, viaja por
Macedonia, permanece tres meses en Corinto.
 Años entre 58 al 60. Apresamiento de Pablo en Jerusalén. Es llevado a Cesarea donde estuvo dos
años.
 Años entre 60 al 61. Viaje a Roma en los meses de Marzo a Mayo del 61.
 Años entre 61 al 63. Pablo en semi-libertad predicando en Roma.
 Últimos del 66, principios del 67. Muerte de Pablo al sur de Roma.
Los evangélicos en general reconocemos 13 escritos paulinos (de Romanos a Filemón), y no
debemos olvidar que ningún escrito bíblico está ordenado conforme al tiempo en se escribieron. Así
mismo los especialistas bíblicos no se ponen de acuerdo en cuánto a la fecha de redacción de cada libro.
Una de las muchas propuestas es esta:
“Yo las dataría en el orden siguiente: a Gálatas en el año 48; a la 1ª y 2ª Tesalonicenses en el 50;
a Filipenses en el 54; a 1ª y 2ª Corintios entre el 54 y el 56; a Romanos en el 57, y a Colosenses,
Filemón y Efesios alrededor del 60. Las Epístolas Pastorales contienen rastros de estilo y dejos de
ambiente histórico que las sitúan en una época posterior de los demás escritos paulinos, detalles que
tienen poca monta para quienes creen en un segundo encarcelamiento de Pablo en Roma alrededor del
año 64 y que terminó con su ejecución. Las epístolas pastorales pueden ser fechadas cerca de los años 63
al 64, y es indudable que el cambio experimentado en las iglesias paulinas que ellas dejan entrever, se
debió a la oportunidad que el primer encarcelamiento del apóstol en Roma ofreció a los opositores que
él tenía en esas congregaciones” (F. F. Bruce, ¿Son fidedignos los documentos del Nuevo Testamento?,
14).
Para tener un cuadro representativo de las diversas opiniones sobre la redacción de los libros del
NT se recomienda ver el Anexo 1. Y para una breve descripción del contenido de las epístolas paulinas
seguiremos las opiniones de Aquiles E. Martínez, en su libro Introducción al Nuevo Testamento, 87-92.
Las epístolas paulinas comienzan con Romanos, que es la más sistemática y extensa de la
correspondencia paulina. Es probable que fuera escrita entre el 51-52 o 55-58 d.C., desde la ciudad de
Corinto. En ella, dirigiéndose a creyentes judíos y gentiles residentes de Roma, el apóstol Pablo

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argumenta que tanto judíos como gentiles pueden ser justificados delante de Dios por medio de la fe en
Cristo. Al mismo tiempo prepara a los lectores para la visita que hará a la iglesia de Roma en su camino
rumbo a España.
A la iglesia de Corinto (capital de la provincia de Acaya, en Grecia), Pablo escribe dos cartas que
todavía conservamos. 1 Corintios, probablemente escrita en Éfeso entre los años 46-50 o 54-55 d.C.,
tiene como propósito unificar y restablecer orden en una iglesia – principalmente gentil – que había sido
dotada con recursos y dones del Espíritu, pero que está dividida y desgarrada por luchas de poder en
diferentes áreas. En esta carta Pablo instruye a la comunidad en torno a asuntos relativos a la sabiduría,
la ética cristiana, la unidad, el culto, y otros más.
En 2 Corintios – probablemente escrita entre los años 55-57 d.C., en algún lugar de la provincia
griega de Macedonia – Pablo procura reparar las relaciones rotas con los corintios, defiende la
naturaleza de su apostolado y ministerio cristiano en contra de algunos acusadores, y anima a la
congregación a hacer un genoroso donativo para los pobres de Jerusalén. Algunos eruditos dicen que es
una combinación de varias cartas escritas de Pablo.
Gálatas probablemente fue escrita entre los años 54-56 d.C., quizá desde Éfeso o Corinto, a un
grupo de iglesias en las ciudades de Listra, Iconio y Derbe que estaban ubicadas en el sur de la provincia
de Galacia (lo que hoy es Turquía). La teología en esta carta paree ser una versión condensada de la de
Romanos. Cuando Pablo se enteró de que un grupo de judío-cristianos estaban insistiendo en la
obediencia a la Ley Mosaica – específicamente la circuncisión – y cuestionaban su autoridad y mensaje,
Pablo les escribió para recordarles que los cristianos eran libres en Cristo, que la Ley ya no tenía poder
para regir su destino, y que tanto judíos como gentiles eran salvos por el poder de Jesús y debían vivir en
el Espíritu. Así que los gálatas deberían regresar al evangelio de gracia que Pablo les había enseñado.
Hasta donde sabemos Pablo escribió cuatro cartas mientras estuvo preso, a las que hoy se les
llama “cartas de la cautividad o prisión”: Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón. Pablo estuvo preso
en tres ocasiones y en tres ciudades diferentes, y asumiendo que Pablo fue su autor, se sugiere que el
lugar y fecha de composición de estas cartas fuera en el año 56 d.C., en Éfeso; entre el 58-60 d.C. en
Cesarea; o tal vez entre el 61-63 d.C., en Roma.
Probablemente escrita entre el 60-64 d.C. (y para creyentes principalmente gentiles que vivían en
el oeste de Asia Menor), la carta a los Efesios tiene una visión idealista de la realidad, realza la
universalidad y unidad de la iglesia, considera la fe en Cristo como un hecho suficiente para la salvación
y para viviruna vida cristiana fiel. Dado que la frase “en Éfeso” (Ef 1:1) nos e encuentra en los mejores
manuscritos, algunos estudiosos sugieren que esta carta más bien iba dirigida a los cristianos en general.
El apóstol también escribió a la iglesia de Filipos (ubicada al noreste de Grecia en la provincia
de Macedonia), donde la mayoría de los cryentes eran gentiles, con el fin de expresarles su amistad,
animarles a gozarse en medio de la adversidad y para gradecer el apoyo financiero que le habían dado.
Compuesta entre el 61-63 d.C., la carta a los Colosenses es muy similar a Efesios en contenido,
estilo, formato y tono. Aquí el autor enfatiza el carácter divino y el poder cósmico de Jesús, da dirección
a la ética de sus lectores y los argumentos para responder a las falsas doctrinas. La comunidad de fe de
Colosas – ubicada en la provincia romana de Asia – fundada por Epafras (colaborador de Pablo). Parece
que los lectores eran prinicpalmente gentiles en un lugar donde se estaba dando una mezcla de
enseñanzas judías y gnósticas.
Escrita desde Corinto por el año 50 d.C. 1 Tesalonicenses tal vez es la primera de las cartas
escritas por Pablo. A esta comunidad cristiana gentil, Pablo la exhorta para que continúe siendo modelo
de fe, a no desanimarse por la persecución ni las dudas que tienen sobre el destino de los difuntos a la
luz del retorno de Cristo, y busca animar a los creyentes a vivir una vida fiel.

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Algunos eruditos cuestionan la autenticidad de 2 Tesalonicenses, escrita un poco después de la
primera – más o menos entre el 51-52 d.C. – en la que el apóstol buscaba desmentir a quienes afirmaban
que el día del Señor ya había llegado y también presentó algunas “señales” que los auxiliaran para
reconocer dicho evento. Sin embargo, hasta que el regreso de Cristo no se realizara, los tesalonicenses
deberían seguir teniendo esperanza, estar alerta y conducirse correctamente.
En las cartas pastorales – llamadas así por el énfasis que hacen en las tareas de los pastores – se
dan instrucciones concretas a algunos líderes cristianos vinculados con Pablo. A estas pertenecen 1
Timoteo, 2 Timoteo y Tito. En 1 Timoteo, probablemente escrita entre el 60-61 d.C., y desde un lugar
desconocido, el escritor comparte una serie de consejos prácticos con su discípulo y colaborador de
ministerio, Timoteo, quien parece encontrarse en Éfeso. El propósito es capacitarlo para establecer el
orden en las iglesias bajo su cargo y contrarrestar las falsas enseñanzas que se estaban filtrando en la
congregación. En 2 Timoteo el autor se concentra más en Timoteo. Esta carta – tal vez escrita entre el
62-63 d.C. – es una especie de “testamento”. Ya listo para morir, el autor imparte instrucciones
pastorales y éticas a joven discípulo Timoteo. Tito – escrita entre el 63-64 d.C. – en realidad es un
tratado en que el autor previene a este líder en contra de la amenaza de las falsas doctrinas en la isla de
Creta.
La carta a Filemón es un claro ejemplo de la diplomacia cristiana en la que Pablo escribe a este
amigo (y a la iglesia que se reunía en su hogar y estaba bajo su autoridad), ubicado en Colosas, en el
oeste de Asia Menor, con el objeto de pedir que le dé la libertad a su esclavo Onésimo. Es probable que
Pablo también haya escrito con la finalidad de que Onésimo le siguiera apoyando en sus actividades
misioneras. Dado que Pablo está en prisión cuando manda ese mensaje, se cree que está carta fue escrita
en alguna de las ciudades y fechas que se sugiere que fue escrita la de los Filipenses.
10.3 Epístolas generales
Seguimos con las ideas de Martínez. Las epístolas universales o católicas han sido llamadas así
porque no tienen un destinatario particular, y fueron dirigidas a todos los cristianos en general. Estos
documentos, que representan diferentes tradiciones cristianas, fueron atribuidos a distintos apóstoles o se
han considerados anónimas o seudónimas.
Hebreos – en algún momento atribuido a Pablo – en realidad es un documento anónimo.
Tampoco sabemos quiénes fueron sus destinatarios ni el lugar de composición. Escrito más o menos por
el 80 d.C., este “sermón” o “palabra de exhortación” – como el autor califica su obra en 13:22 – está
dirigida a cristianos judíos (posiblemente en Alejandría, Jerusalén o Roma) y enfatiza la superioridad
absoluta de Cristo el Hijo de Dios, sobre algunas de las instituciones del judaísmo. También exhorta a
quienes han regresado a su antigua vida, o están a punto de abandonar la fe cristiana, y les anima a
permanecer en Cristo.
Santiago es una colección de exhortaciones y máximas morales dirigidas a cristianos judíos que
bien fuera de Palestina, y cuya fe está siendo probada. El autor anima a la iglesia a expresar su fe en
acciones, denuncia a los ricos por su impiedad y toma partido con los pobres.
En 1 Pedro – dirigida a cristianos esparcidos – el autor anima a sus lectores a vivir vidas santas
como buenos ciudadanos terrenales y peregrinos celestiales a pesar de los agravios que sufren. 2 Pedro
es una fuerte amonestación en contra de quienes creían que el regreso de Cristo ya había ocurrido y
desacredita las enseñanzas de esos supuestos “maestros”. Los lectores parecen haber estado
familiarizados con los escritos de Pablo. Este documento guarda ciertos paralelismos con la carta de
Judas.

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Para contrarrestar entre los creyentes cristianos la influencia que están teniendo algunos maestros
gnósticos y sus malos hábitos de conducto, 1 Juan busca reforzar la creencia de que Cristo es totalmente
humano y que los cristianos deben practicar el amor fraternal entre ellos mismos. Sobre esta misma
base, 2 de Juan busca proteger a la iglesia en contra quienes creen que Cristo no vino en la carne y les
exhorta a no darles hospitalidad. Es posible que esta carta hay sido dirigida a una matrona en cuyo
hogar se reunía la iglesia (a quien se le llama “la señora elegida”). Por último, 3 Juan – el documento
más corto del NT – es una carta más personal con la que el autor anima a Gayo a continuar siendo
ejemplo de fe y brindar hospitalidad a los predicadores itinerantes (de los que Demetrio fue líder modelo
y huésped de Gayo).
La carta de Judas es un documento que posee algunos paralelismos con 2 Pedro. Este corto tratado
es atribuido al hermano de Santiago (Mc 6:3; 1 Co 9:5), pero algunos lo consideran un seudónimo. Este
libro afirma y trata de proteger la fe de los lectores (v. 3) – en su mayoría gentiles – advirtiéndoles sobre
la personalidad, enseñanzas y estilo de vida inmoral de los falsos maestros.
10.4 Apocalipsis
El NT cierra sus páginas con el libro de Apocalipsis: una declaración profética acerca del final de
los tiempos y la victoria definitiva de Dios y Cristo sobre las fuerzas del mal y sus aliados. Por medio de
un lenguaje simbólico, este libro tiene la finalidad de animar a los creyentes, que están sufriendo
persecución, a ser fieles hasta la muerte afirmando la esperanza de que Dios está en control de la historia
y que Cristo habrá de regresar triunfalmente al final de los tiempos. En ese entonces los fieles serán
recompensados y los injustos castigados. Es posible que este documento se haya escrito en algún lugar
en el oeste de Asia Menor (la isla de Patmos, en el Mar Mediterráneo), al final del gobierno del
emperador Domiciano, por el año 95 d.C. Se cree que el autor de este libro es el mismo Juan del
evangelio y la correspondencia juanina. Sin embargo, muchos expertos también lo consideran anónimo
o seudónimo. En particular este documente fue dirigido a las iglesias de Éfeso, Esmirna, Pérgamo,
Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea (Martínez).
Steve Mason y Tom Robinson, en su libro Early Christian Reader, nos ofrecen el siguiente cuadro
comparativo.

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Dating the Early Christian Texts
Kümmel Koester Robinson Tyson Guthrie Brown
1 Tes. 50 50 Temprano 50 40-51 50-51 50-51/41-43
1 Cor 54-55 52-55 Primavera 55 40-51 57 56-57/54-55
Filp 53-55/56-58 54-55 Primavera 58 51-54 +/- 60 54-56
Film 56-60 54-55 Verano 58 51-54 - 60 +/- 55
2 Cor 55-56 54-55 Temprano 56 51-54 57 Tardío
57/55-56
Gál 54-55 52-55 Tardío 56 51-54 49 54-55
Ro 55-56 55/56 Temprano 57 51-54 57-59 57-58/55-56
Col 56-60 60-70 Verano 58 51-54 +/- 60 80s/61-63
Ef 80-100 +/- 100 Verano 58 90 +/- 60 90s / 60s
2 Tes 50-51 - 90 50/51 40-51 51 50-51/- 100
1 Pe 90-95 +/- 112 Primavera 65 98-117 62-64 70-90
Heb 80-90 - 100 +/- 67 90-95 - 64 80s
Stg - 100 + 100 45-48 s. II 50 80-100
Mr +/- 70 + 70 45-60 +/- 70 40-50 + 68-73
Q - 50-70 Med s. I - Med s. I 50 60s
Mt 80-100 80-100 40-60+ +/- 80 50+ +/- 80-90
1 Cle 90s 96-97 Temprano 70 95 - 96-120
Jn 90-100 - 100 40-65+ 90-100 - 70 80-110
1 Jn 90-110 +/- 100 60-65 +/- 100 - 100 +/- 100
2 Jn 90-110 +/- 100 60-65 +/- 100 - 100 +/- 100
3 Jn 90-110 +/- 100 60-65 +/- 100 - 100 100-110
Tom - Med s. I - s. II - s. II
Apc 90-95 90-96 Tardío 68 (-70) 95-96 90-96 92-96
Ign Inicios s. II +/- 100 - 115 - - 110
1 Tim + 100 120-160 Otoño 55 90-185 61-64 80-100
2 Tim + 100 120-160 Otoño 58 90-185 61-64 Tardío 60s
Tito + 100 120-160 Primavera 57 90-185 61-64 80-100
Lucas 70-90 s. II 57-60 + 80-85 60-63 +/- 85
Hch 80-90/100 s. II 57-62 + 80-85 60-63 +/- 85
Jud +/- 100 - 100 61-62 +/- 140 65-80 90-100
2 Pe 125-150 - 150 61-62 +/- 150 - 68 +/- 130
Dida - 150 - 100 40-62 Med s. II - Temprano
s. II
Bern - +/- 100 +/- 75 132 + (?) - - 135

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