El documento discute si el graffiti es un acto de vandalismo o una forma de expresión artística. Mientras que la política lo considera vandalismo, algunos argumentan que es una forma legítima de arte urbana y expresión cultural. El documento también señala que a pesar del aumento del graffiti en edificios y lugares públicos, las autoridades no hacen nada para apoyar este arte urbano o crear eventos relacionados.