Mantener una buena salud emocional requiere controlar los pensamientos, sentimientos y comportamientos, sentirse bien consigo mismo y tener buenas relaciones. Para lograrlo, es importante expresar sentimientos de manera adecuada, pensar antes de actuar impulsivamente y llevar un estilo de vida equilibrado que incluya actividad física, alimentación saludable y evitar el abuso de sustancias.