El documento contrasta la inteligencia y la sabiduría, señalando que la inteligencia busca la perfección a través del éxito y las matemáticas, mientras que la sabiduría se esfuerza por alcanzar la bondad, la verdad y las realidades a través de la generosidad, la comprensión y el amor. Mientras la inteligencia puede conquistar el mundo, la sabiduría une a las personas y las guía hacia su interior y hacia Dios.