La invitación propone un asado en una isla remota en el Pacífico, en una casa improvisada sin instalaciones definitivas. Se pide traer comida y se ofrecen actividades como pesca, masajes y bebidas. Sin embargo, la ubicación, falta de detalles y ofrecimiento de transporte en bote y camión, así como la mención final de despertar y trabajar, sugieren que se trata de una invitación ficticia o broma.