Este documento contrasta las filosofías de los constructores y los jardineros. Los constructores se enfocan en lograr metas y acumular logros para sentir satisfacción, mientras que los jardineros trabajan con dedicación absoluta, aceptando caídas como parte del proceso de continuar creciendo y mejorando. Tanto los constructores como los jardineros buscan valores como la dignidad y la sabiduría para guiar sus acciones, pero los jardineros enfrentan los vientos en contra con la libertad y responsabilidad de decidir su propio camino.