Jesús enseñó que los niños son importantes para el Reino de los Cielos y que los seguidores de Cristo deben tener fe como niños. Jesús bendijo a los niños y advirtió que quienes no se conviertan y tengan fe como un niño no entrarán en el Reino. Los niños deben ser instruidos en el camino del Señor y protegidos de causarles escándalo.