El documento define diferentes tipos de riesgos laborales, incluyendo riesgos químicos, físicos y biológicos, destacando su potencial de causar daños a la salud humana. El riesgo químico se refiere a sustancias que pueden provocar intoxicaciones o lesiones, mientras que el riesgo físico abarca factores ambientales que afectan el bienestar del trabajador. Además, se identifican agentes biológicos que pueden causar enfermedades contagiosas y reacciones alérgicas en el entorno laboral.