El documento analiza irregularidades en los resultados preliminares de la elección presidencial en México. Muestra que los porcentajes de votos para los principales partidos no siguieron un patrón aleatorio a medida que se contaban más casillas, sino que parecían haber sido ordenados. Al examinar los datos de votos por cada grupo de casillas, se encontraron picos y caídas periódicas anormales que sugieren manipulación algorítmica de los datos entre el 10-65% de casillas contadas.