Óshima y el narrador discuten la poesía escrita por la señora Saeki. Óshima cree que la señora Saeki encontró las palabras precisas para el poema en un estado como un sueño más que a través de significados lógicos. Explica que en los grandes poemas, las palabras conectan con el lector a través de un "túnel profético" más que simplemente fingir significado. Concluye que el poema de la señora Saeki usa palabras sinceras en lugar de palabras vacías.