El autor relata una experiencia de un examen en el que el profesor resalta la importancia de conocer y valorar a todas las personas, incluso a aquellas que parecen invisibles, como la mujer que limpia la escuela. La situación enseña que todos los roles laborales son significativos y merecen atención y respeto. La reflexión final enfatiza la igualdad de todas las personas ante los ojos de Dios y la necesidad de reconocer sus contribuciones a la sociedad.