Lamberto

“La Revolución Virtual”

Enrique Lamberto

5° A

ENRIQUE LAMBERTO Página 1

Introducción

A partir del presente trabajo se buscará obtener ciertas conclusiones en lo
referente al impacto de Internet, desde su creación, y a través de su desarrollo.
Hay que tener en cuenta que el documental al que se recurre establece, desde
un principio, una relación de antagonismo para explicar el incesante desarrollo
de la Red: establece una relación de revolución y contrarrevolución.
La revolución está representada por esta Red mundial, que ha permitido fundir
en una masa de acceso internacional una cantidad exorbitante de información.
La velocidad y la magnitud con que la Red crece y se renueva constantemente
son descomunales, y cada día asombran más a sus creadores; por ello es que
puede compararse, inclusive, con la Revolución Industrial.
También se le puede otorgar carácter revolucionario si se la asocia con el
movimiento libertario que tuvo lugar en San Francisco durante la década del
’60: el hippismo. Este movimiento se basa, fundamentalmente, en ideales
opuestos a la autoridad estatal y que apoyan la libertad individual.
La Red no tiene fronteras, se opone al autoritarismo y es proclamada por sus
creadores como “la gran niveladora de la sociedad”. Por esa razón es que
estos dos aspectos encuentran relación. Por lo tanto, la Red puede entenderse
como una solución técnica a los ideales hippistas.
Por otro lado, el concepto de contrarrevolución que se plantea hace referencia
al mundo real; más precisamente al sistema capitalista, cuya capacidad para
amoldarse a los cambios culturales, políticos y sociales que la Red promueve,
le ha permitido mantenerse relativamente estable, infiltrarse y hacerse presente
en la organización (estructura) de la Red, imponiendo su visión empresarial, en
total contraposición a los ideales de libertad y colaboración de la Red.

La hipótesis a desarrollar a través de la información que se puede recopilar
desde este documental es que la Red, junto con todo lo que ésta implica –
llámese motores de búsqueda, redes sociales o mercados virtuales-, una vez
adquirida, no puede eliminarse; al estar en un crecimiento constante, que se
basa en la relación planteada anteriormente. Por eso es que el interrogante se
dirige hacia si es posible eliminar la Red de la vida actual. Tal vez haya logrado
una revolución en la información y la comunicación, pero no todo es color de
rosas, hay muchos aspectos que quedan relegados y una gran cantidad de
estructuras son destruidas ante el avance de Internet.
A su vez, se tendrá en cuenta la idea de que el hombre cambia constantemente
sus herramientas, para “facilitar” su forma de vivir, pero no tiene en cuenta las
consecuencias que éstas pueden traer aparejadas, como en el caso de
Internet, que está modificando no sólo a las estructuras antiguas, sino también
a los usuarios, lo cual se ve traducido en una generación de adictos y
dependientes, que no toman conciencia de lo riesgoso que puede resultar subir
información personal a la Red.


Desarrollo

Revolución Virtual
“¿La Gran Nivelación?”

En la primera parte del documental, la Doctora Alekz Krotosky se dedica a
investigar acerca de los orígenes de Internet, su aspiración a nivelar la
sociedad, la manera en que, constantemente, la sociedad le da forma a esta
urdimbre en constante desarrollo y renovación; y el modo en que Internet le da
poder, y forma a la sociedad. Luego, articula estos conceptos -más
precisamente, el surgimiento y el primer fin de la Red- con la contracultura que
surgió en la década del '60 en EE.UU.: El movimiento hippie.
Busca averiguar, a su vez, cómo cambia la Red las nociones de propiedad,
valor y experiencia. Para poder llevar a cabo el análisis, recurre a un continente
que acaba de conectarse a la banda ancha, y que está sufriendo grandes
transformaciones por ello: África. En el caso de Abiriw, Ghana, se conectaron
hace poco tiempo. Allí es donde acude la locutora junto con Tim Berners-Lee,
quien creó la Red hace veinte años. Ambos consideran al centro comunitario al
que van como "La nueva frontera de la Revolución Virtual".

Introducción al Idealismo hippie
El epicentro de la contracultura “hippie” fue en San Francisco. Allí la filosofía
“libertaria” -una mezcla de ideas de izquierda y de derecha que rechazaba el
control de Estado, el sistema legal y la censura, y defendía la importancia de la
libertad individual- comenzó a asentarse.
Internet, que incluía los valores, la organización, la rebelión y la resistencia a la
autoridad, resultó ser la solución técnica al idealismo libertario.
Se comenzaron a construir modelos más pequeños y económicos de
computadoras que permitieron el acceso de todos a la tecnología;
arrebatándole el control a los gobiernos y las grandes empresas y permitiendo
el desarrollo de las primeras comunidades on-line. La más duradera e
influyente se llamaba The Well. Fue fundada por Stewart Brand en 1985 cerca
de San Francisco; y fue el antecedente de Facebook, Twitter, My Space y otras
comunidades de la misma índole. La página incluía foros de distintos tipos, que
permitían que los usuarios expresaran sus ideas o compartieran sus anécdotas
con otros, en los distintos hábitos.
Cuando se supo que unirse a TheWell permitía charlar on-line con algún
Grateful Dead, los fanáticos de la banda corrieron a unirse. Barlow, el letrista
del grupo, sostenía que Internet desafiaba a la autoridad tradicional y que
liberar la información los liberaría a todos. Por eso, ayudó a fundar la Electronic
Frontier Foundation, que aboga por la libertad on-line y se basa en las
creencias que él expresó sobre su Declaración de la Independencia del
Ciberespacio.
Su manifiesto sostiene que la expresión personal no debe tener límites, y creía
que este libre flujo de información se enfrentaría con la autoridad. Busca crear
en el ciberespacio una civilización de la mente que sea más humana y justa
que el mundo que crearon con sus gobiernos.


Noción general de la Red. Qué es, cómo se organiza
La Red representa una revolución, que se expande con la misma velocidad y
magnitud con que lo hizo en su momento la Revolución Industrial. Permite que
cualquiera publique y distribuya palabras, imágenes, videos y software,
globalmente, al instante y prácticamente gratis. Actualmente, entre un 20% y un
25% de la población mundial usa la Red.
Se la aclama como la "gran niveladora de la humanidad", al darle el mismo
acceso, la misma voz, y el mismo potencial a todos sus usuarios. Representa,
de esta manera, una nivelación de poder, cultura y valores, lo cual impacta en
la vida cotidiana.
Por ello, es que Internet es una rebelión, que se opone a la noción de jerarquía.
Por estas características los libertarios encontraron en la Red el lugar perfecto
para expresar sus ideas. Sin embargo, la idea de igualdad que promete la Red
choca con el deseo de la naturaleza humana de tener ganancias y control.

Se cree que la Red e Internet son lo mismo, pero no es así. La Red sólo son
los vínculos, la información y las páginas que se transmiten a través de la
infraestructura conocida como Internet. Las raíces de Internet se pueden
encontrar en los comienzos de los años 60 en EE.UU., donde las
computadoras militares y universitarias estaban conectadas entre sí por el
sistema telefónico
El correo electrónico nació en 1965, y estándares comunes ya permitían que
los archivos se transfirieran entre redes. Pero, para acceder a la información,
los usuarios debían saber exactamente dónde estaba almacenada y cómo
decirle a la computadora que la encontrara llamando por teléfono a otra
computadora. Crear la Red actual requirió de un lenguaje común que conectara
los datos almacenados en computadoras de todo el planeta.

Desarrollo de la Red y comienzo de las confrontaciones
La historia de su desarrollo comenzó en la CERN (Organización Europea para
la Investigación Nuclear), en Ginebra. Durante la década del ’80, Berners-Lee
desarrolló un sistema para conectar los diferentes sistemas de computadores
que usaba el personal internacional de la CERN.
Berners-Lee usó algunos programas ya existentes, y combinó el hipertexto con
la infraestructura y los protocolos de Internet asignándoles una dirección única
(URL) para crear la World Wide Web.
En el CERN, el 6/8/1991 se lanzó on-line el primer sitio Web.
Las primeras páginas Web fueron creadas en un nuevo lenguaje universal
(HTML), que permitía enlazarse con otras páginas de cualquier otra
computadora.
Esta idea de revolución de la información es comparada con el surgimiento de
una "nueva democracia", una nueva forma de reunir a la gente; ya que el fin de
la Red es conectar a individuos sin riqueza ni poder.
Esta solución tecnológica inventada que se unió al sueño hippie entró en
colisión con las nociones tradicionales de jerarquía y orden social. Fue
diseñada para dar acceso a todos los usuarios, sin necesidad de un permiso,
sin gobiernos que impongan leyes o reglas, de modo que se resiste a la
autoridad.


Otro aspecto que hizo que la Red amenazara los modelos impuestos hasta ese
momento, en lo político, técnico y económico, fue que fuera ofrecida al mundo
de manera gratuita.

Sin embargo, la idea de que fuera un espacio creativo donde todos podían
participar sería confrontada por un modelo que veía la Red como un lugar para
comprar y vender. Esto inició un ciclo constante de revolución y
contrarrevolución:

En 1975, Bill Gates diseñó, trabajando para MITS la ALTAIR 8800, la primera
computadora hogareña. Según él, había que tener millones de estas máquinas
baratas que se pudiera estructurar correctamente la Red.
El software era desarrollado de manera gratuita hasta ese momento. Bill Gates
desarrolló Basic, un lenguaje de programación para la Altair, y consideró que
podía ser muy rentable, por lo que negoció una regalía por cada copia que se
vendiera del programa.

De todos modos, veinte años después, el software para la Red seguía siendo
gratis, porque Tim Berners-Lee y el resto de los pioneros creían que el mundo
on-line debía ser un lugar para la colaboración, para compartir y permitir la libre
información. Sin embargo, para gente como Bill Gates, representaba una gran
oportunidad empresarial. Estas ideas opuestas actualmente siguen dando
forma a la Red.
La Internet primitiva era una desviación radical del modelo de negocios normal.
Antes de la Red, Internet era administrada por un organismo público y los
negocios estaban prohibidos. Esto fue modificado en 1994.
El conflicto más importante comenzó en 1995, cuando Microsoft lanzó Internet
Explorer y forzó a los fabricantes de computadoras a venderlas con el
navegador preinstalado. De esta manera, Microsoft acaparó más del 90% del
mercado. Sólo las acciones legales de los gobiernos evitaron la dominación
total.
A pesar de que el fallo legal limitó a Microsoft, la ideología comercial que éste
representaba seguía en ascenso. Todo estaba listo para la explotación
comercial. Pero el equilibrio de poder volvió a cambiar.

La potencial nivelación de la Red antinegocios socavó siglos de nociones sobre
derechos de autor y propiedad. Su resurgimiento comenzó con un joven de 18
años en el dormitorio de su universidad. Shawn Fanning desarrolló y fundó
Napster, lo que trajo problemas legales con la banda Metallica, que estaba en
contra de que las personas descargaran canciones gratuitamente desde esta
página. De esta manera, la industria de la música fue la primera cuyo modelo
de negocios se vio amenazado por el avance de la Red. Napster fue lanzado a
la Red en 1999, y permitía que la gente compartiera sus colecciones de música
y pudiera acceder a las colecciones de otros, aprovechando el cambio de
música de CD a formatos digitales, como el MP3. De esta manera, usuarios de
todo el mundo compartían música gratis, ilegalmente, con otros, en lugar de
comprarla. La base gigante base de datos del programa se constituía de las
colecciones de los diferentes usuarios, a donde todos tenían acceso. Tras dos
años de batallas legales, en 2001, Napster fue limitado y luego clausurado.
Pero fue reemplazado por servicios más sofisticados.


De esta manera, la Red amenazó la forma en que cualquier industria basada
en la comunicación hace negocios. Pero este cambio no es sólo robo y
piratería, sino también es la forma en que la Red parece mantenerse fiel a sus
ideales de nivelación antiautoritaria.

Se calcula que un quinto de todo el material de la Red se conforma de
contenidos creados por aficionados; con vida tanto humana como animal.
YouTube es uno de los grandes distribuidores, un sitio que permite subir videos
a Internet. Su primer video fue subido en 2005. Ahora el sitio es visitado más
de 1000 millones de veces por día.
Muchos aprovechan el gran alcance de este sitio como una nueva forma de
trabajo dentro del Sistema, para promocionar, por ejemplo, su música.
A pesar de estar en contra de las viejas jerarquías, éstas se mantienen
presentes, porque al hacerse uno famoso, debe firmar un contrato con ellas, de
modo que se acomodan de una manera relativamente estable ante la nueva
situación.

Otro aspecto del mundo real que se vio claramente amenazado por la
popularización de Internet fue la educación, ante el surgimiento de Wikipedia;
cuya idea es que la verdad surja lentamente de las masas, en lugar de que una
elite selecta imparta el conocimiento.
A pesar de que muchos afirman que detestan esta página, la siguen utilizando,
porque es una fuente bastante aceptable de conocimientos básicos de temas
de interés general. Por lo tanto, Wikipedia es un ejemplo de cómo la Red dota
de poder a todos sus usuarios: ofrece algo gratuito, elimina la autoridad, y
permite que la gente común le de forma al conocimiento.
El creador de Wikipedia (Jimmy Wales) quería liberar el poder de la gente para
democratizar todo el conocimiento humano. Sin embargo, le ha costado
mantener vivo su sueño de igualdad. Debió reforzar sus reglas para evitar el
vandalismo en sus páginas. Ha evolucionado un sistema que busca reconciliar
el acceso abierto a Wikipedia con la necesidad de precisión y autoridad. Los
editores pueden bloquear las páginas. Unos dos mil administradores pueden
borrarlas. Los doce miembros del Comité de Arbitraje deciden sobre disputas.
Y, por encima de todos, está Jimmy Wales. Mezclan, de esta manera,
democracia y aristocracia, para formar su actual estructura. Esta idea podría
transportarse a la Red en general: tal vez esto signifique que, además de
asegurar la libertad de acción y la igualdad entre todos los miembros, debe
haber delegados que se ocupen de regular la Red e imponer ciertos límites,
para no caer en trivialidades ni vandalismo.

Citas significativas de la proyección
"¿La aparición de estos nuevos bloques de poder significa que se acabó la era
de la nivelación? ¿La visión idealista de que es un espacio único donde todos
somos iguales es un recuerdo nostálgico? "
Actualmente, el mundo de los blogs, de los diarios on-line, y de las plataformas
que opinan sobre las noticias, demuestra que la revolución de la libertad de
expresión puede caer en trivialidades. Sin embargo, si se la usa de manera
correcta, la Red puede alterar de lleno el paisaje político:
Ory Okolloh se inició como blogger para luchar por los derechos civiles en
Kenia.


Luego de las elecciones del 2008 en Kenia -cuyas campañas se ocupó de
cubrir a través de su blog- se desató una terrible violencia, ya que el resultado
de las elecciones fue impugnado en medio de acusaciones de fraude electoral.
A los medios oficiales les costaba cubrir la crisis. La gente le enviaba
información a Ory y a la gente de la zona. De esta manera, formó un equipo, y
creó un sitio llamado Ushahidi ("testigo, en suahili), que le permitía a la gente
denunciar ataques y publicar imágenes de los disturbios.
Al darle una voz, presionó a las autoridades keniatas para actuar por el cese de
la violencia. La gran atención que recibió le hizo entender a Ory y a su equipo
que debían transformarlo en una herramienta para todos.
De esta manera, se puede ejemplificar la capacidad de la Red para aprovechar
el poder de millones de voces individuales, lo cual parece empezar a cumplir el
sueño de aquella gran nivelación.

Crisis y cambios internos no esperados
Los pioneros de la Red esperaban que esta liberara millones de voces nuevas.
Sin embargo, personas como Arianna Huffington (dueña del Huffington Post, un
sitio que recopila y filtra las obras de otras personas de la Red de manera
gratuita) buscan, tal vez sin pensarlo, restablecer las viejas jerarquías; a pesar
de alegar que siguen representando las viejas "cualidades revolucionarias” de
la Red". Esto podría reflejar la bancarrota intelectual de Internet.
El mundo de los blogs está en crisis. Se calcula que más del 90% de los blogs
abiertos desde 2002 están inactivos.
Quienes crearon la Red buscaban que fuera un espacio sin reglas, más
equitativo. Pero, a medida que la Red creció, comenzó a pasar lo contrario: La
falta de regulación significa que aquellos con más recursos pueden imponer
sus marcas y autoridad.
Para explicar la distribución del poder en la Red, la presentadora compara el
ciberespacio con el espacio. La galaxia está dominada por grandes marcas,
como Google (usado 38 millones de veces al mes), Facebook (una de cada
tres personas tiene una cuenta), eBay (con 21 millones de visitas por mes),
Amazon (16 millones de búsquedas por mes). La Red sólo tiene un motor de
búsqueda, un mercado, una librería y una Red social importantes. La suma
masiva de nuevas riquezas y de poder representa esta pequeña elite. Sin
embargo, a diferencia de lo que ocurre en el mundo real, no hay competencia:
tomando el caso de Facebook, por ejemplo, no hay otras redes sociales con
tantos usuarios o que estén tan difundidas; a diferencia del mercado
Capitalista, donde, actualmente, Honda compite con Toyota, o Coca-Cola con
Pepsi.

Esta contrarrevolución “elitista” y autoritaria está colonizando la Red. Por eso el
nuevo misterio es si la Red es inherentemente desigual sólo porque refleja las
desigualdades y las jerarquías del mundo real. La Red probablemente adquiera
la forma de lo que siempre ha sido la cultura, probablemente surjan jerarquías y
élites. Como toda la tecnología, Internet no cura la naturaleza humana, sino
que amplifica sus cosas buenas y malas.
Considero que sus comienzos idealitas no son parte del pasado, sino que
simplemente refleja la cultura y la naturaleza humana.
Además, cabe aclarar que, en realidad, la Red no puede ser monopolizada, ya
que dota de un poder tan grande a sus usuarios que, aunque ciertas partes


sean controladas o se hagan exclusivas, su innovación y constante reinvención
van a evitar que se concentre por completo.

“¿Enemigo del Estado?”

En la libertad de esta revolución virtual, hay un flujo y reflujo de ganadores y
perdedores en la lucha por el poder. Es una herramienta enormemente
poderosa para que el Estado nos controle para que sepa de nosotros. En su
paso la Web está cambiando el poder, está acelerando la globalización,
reinventando la guerra y creando un callejón sin salida cultural. Ante esta
situación, los antiguos centros de poder se están desmoronando.
Este capítulo desarrolla la hipótesis de que, si bien Internet fue creada con
fines militares por una agencia del Pentágono, ahora “se le ha ido de las
manos” al Estado y representa una amenaza, al no tener un control central.

La historia de la Web está llena de aplicaciones con consecuencias
imprevistas; aprovechadas para diferentes fines. Un ejemplo de ello es Twitter,
que se desarrolló en San Francisco en 2006 y que junto a Facebook forma
parte de las redes sociales. Twitter permite enviar un mensaje (tweet) de sólo
140 caracteres de largo, que puede ser leído por cualquiera que esté suscripto
a tu página de Twitter.
Es un microcosmos de la World Wide Web que comenzó de forma
intrascendente como una comunicación entre “geeks”. Pero luego se volvió
protagónico durante los hechos que dieron lugar a la revolución de Irán –un
país joven, sensible a este tipo de tecnologías- en junio de 2009:
Por considerar manipulada la elección presidencial, los opositores salieron a
las calles a expresar su enojo. El Estado Iraní contraatacó con policía
antimotines y prohibió todos los medios de reportar lo que pasaba en el país.
Los manifestantes se volcaron a Twitter para decirle al mundo lo que estaba
pasando, mandando en 18 días más de dos millones de Tweets, con picos de
200 mil por hora. Una iraní, que vivía en Inglaterra estaba en el lado receptor
de todos estos tweets, su tag de Twitter es Oxford Girl.

Pronto los lugares para compartir videos, como YouTube, también fueron
atrapados por la lucha en Irán: Luego de que le dispararan a una joven iraní,
millones fueron testigos de su momento de muerte, lo que hizo que los
espectadores sintieran como que querían venganza.
La Web les permitió conectarse con una audiencia global para usar la fuerza de
la información para inspirar resistencia al régimen impuesto, en apoyo a la
democracia.
Esto demuestra que la Web está estremeciendo la política en el mundo porque
puede capturar información de una multitud de testigos y luego transmitirla
globalmente, en tiempo real. No es mediata, es interactiva y es móvil, lo que la
hace “mejor” que la TV en vivo, al provocar reacciones instantáneas que
retroalimentan eventos que pasan en el lugar.

Una vez que el gobierno Iraní se dio cuenta de lo que pasaba bloqueó sitios
como Twitter y Facebook. Sin embargo, Austin Heap, de San Francisco, usó
sus conocimientos de programación para crear Haystack, un programa de
encriptación que se oculta en la información diaria de la Web, permitiendo a


cualquier iraní cargar sitios bloqueados por su gobierno, sin la posibilidad de
ser rastreado en la vida real.

La información de la Red se transmite a través de la Internet, y en estos días
presenta una amenaza a la potencia mundial, cuando en sus orígenes, la
Internet fue creada para protegerla. Fue creada durante la Guerra Fría, cuando
los rusos lograron lanzar el primer satélite espacial en 1957, llamado "Sputnik".
Frente a este adelanto de los soviéticos, los EEUU, mediante ARPA, decidieron
crear algo para vencer a la URSS en la carrera tecnológica: el ARPANET, una
red precursora de la Internet. Pero el problema era cómo conectar las distintas
redes. El mismo fue resuelto en 1974 por los científicos informáticos Vint Cerf y
Bob Kahn, y ese fue el inicio de la Internet, tal como la conocemos hoy. El
método de transmisión de información es en paquetes, donde se separan
distintos fragmentos de información, que luego son recibidos y reordenados en
el ordenador. Al no poseer un centro de control de la Red, hay diferentes
servidores raíz. Uno de los trece en el mundo se encuentra en Mountain View,
California, que cuenta con fuentes de energía ininterrumpible y generadores
diesel. Si se ataca a uno, quedan otros doce funcionando. Por lo cual la
Internet resultaría una tarea realmente dificultosa. Una organización sin
lealtades a ningún país llamada ICAM, supervisa estos servidores raíces, pero
con limitaciones. Este tipo de manejo de información, amplio y muy poderoso,
esté en manos correctas o incorrectas, es muy valioso en la batalla contra la
autoridad, porque le da aún más poder a la información, al ser un sistema
prácticamente irrompible, sin control central, y con una gran capacidad para
ampliar los mensajes que transmite.

Wikileaks es un sitio que permite a las personas acusar anónimamente a los
gobiernos y corporaciones. Tiene una base de datos de más de 1.2 millones de
documentos. Mantiene sus propios servidores en ubicaciones secretas, no
genera registros y usa encriptación de tipo militar para proteger las fuentes y
otras informaciones confidenciales.
La Web es una barrera para un Estado que está tratando de controlar la
información y es una tarea imposible para ellos ya que la gente tiene
computadoras personales y encriptan información y la envían a otras personas
que tienen la forma de abrirla.

Una vez que la información fue publicada, su distribución no puede detenerse.
Internet ya no es un ambiente donde la información se queda donde estaba; se
distribuye con gran facilidad y a mucha velocidad. Por eso, al publicar
documentos confidenciales y dañinos en la Web, Wikileaks se encuentra bajo
un ataque constante. En febrero de 2008 fue a juicio por un banco suizo
después de publicar acusaciones sobre evasión de impuestos. Un juez en
California dictaminó que el sitio de Wikileaks debería ser dado de baja. Sin
embargo, esto sólo hizo que la mitad del planeta se interesara en los
documentos del banco. El diario New York Times y el programa Noticias CBS
publicaron la dirección IP de Wikileaks.

La Web se resiste a la censura. Como la información se trasmite por un
sistema de redes, cuando uno de los caminos está obstruido, simplemente
toma otro rumbo. También hay muchos geeks altamente motivados y con las


habilidades necesarias para evitar los bloqueos de los gobiernos y las
organizaciones. Esto probablemente sea así porque, al estar conectado desde
una computadora, el individuo está al mismo nivel que el gobierno.
La Web permite que gente motivada se una por un problema, rápidamente;
regresándonos a un mundo de acción directa. Por esa razón, como las políticas
electorales tradicionales son cada vez menos relevantes –lo que hace que las
últimas generaciones se sientan desilusionadas con los principales partidos
políticos, al no representar su punto de vista- Internet les proporciona un
espacio para poder expresarse.

Pero la Web no sólo brinda herramientas para protestar, sino que también
inspira solidaridad en el grupo, modificando la idea de comunidad. Ya no es
necesario estar física ni geográficamente cerca del grupo u organización, sólo
hay que ingresar al sitio y anotarse para formar parte de la comunidad.
Sin embargo, cabe aclarar que la Web tiene plazos muy cortos. Puede
organizar coaliciones “de la nada”, pero también las puede hacer desaparecer
de nuevo.
La Web le da poder a cualquiera que pueda usarla, y da más poder a las
personas que pueden usarla de manera más efectiva. Puede dar poder a un
gobierno para reprimir un levantamiento, como a su vez puede dar poder al
levantamiento en sí.

La autoridad del Estado se enfrenta ante las libertades que ofrece la Web,
generando una carrera armada entre los ciudadanos y el Estado.
Un ejemplo de ello es China, un Estado donde el Partido Comunista ha dirigido
por 60 años. China tiene más personas online que cualquier otra nación en el
mundo (253 millones), lo que transforma a la Web en una amenaza para el
Estado; a pesar de deber a la tecnología su gran desarrollo.
El gobierno quiere usar el poder de Internet para impulsar la economía, pero le
preocupa que la información en la Web sea una amenaza para ellos, en cuanto
a cultura, política y sociedad. No pueden apagar Internet, porque tienen una
economía de exportación y necesitan clientes de Occidente y porque sus
Universidades se mantienen al tomar información de Universidades de
Occidente. Sin embargo, cerca de 30.000 chinos vigilan secretamente la Web.
Formaron un anillo de censura, conocido como “El Gran Firewall de China”, por
medio del cual han logrado bloquear sitios Web occidentales que podrían ser
críticos a sus políticas.
Sin embargo, los chinos no temen a la información liberal exterior, sino a la que
proviene de las conversaciones que los mismos chinos tienen entre sí. Un
ejemplo de esto sucedió en mayo del 2008, cuando un terremoto masivo en
Sichuan, aniquiló a 70.000 chinos, y los hechos fueron reportados por
ciudadanos chinos tomando fotos y videos, y subiéndolos, a QQ (el servidor de
Internet más grande de China) y a Twitter.
El artista y bloguero chino Ai Weiwei comenzó un proyecto de compilación de
los nombres de los niños muertos del colapso de la escuela, poniéndolos en su
blog. En consecuencia, cientos de blogueros hicieron lo mismo. El gobierno se
mostró en contra de esta situación.

Además de la censura, China explota el hecho de que los ciudadanos están
poniendo más y más de sus vidas online. Vigilan, a través de las redes


sociales, los datos de cada individuo, lo cual les permite saber quiénes son sus
amigos, para luego buscar posibles comunidades encubiertas. Esto le es
sumamente útil a la policía y los servicios de inteligencia.
El gobierno también reclutó “Comentadores de Internet”, encargados de
postear artículos y comentarios a favor de la línea oficial del partido. Los chinos
los apodaron "La armada de los 50 centavos" porque por cada artículo o
comentario, se les pagaba 50 centavos. Aunque no lo parezca, este es un
método de censura alternativo, que guía de manera efectiva la opinión hacia
una dirección en particular. Sin embargo, es un método débil, porque los
documentos de los “50 centaveros” se identifican con gran facilidad, y son
eludidos.

Internet es una fuerza para abrir las comunicaciones, tanto en China como en
cualquier otro lugar y, por lo tanto, mientras más se expanda más se acercarán
hacia una sociedad democrática. Una vez que se permite la apertura, es muy
difícil volver atrás. Está comenzando a surgir una conciencia política en
muchas naciones que han sido reprimidas por dictaduras.

Tanto el Primer Ministro Wen Jiabao en China como el Presidente Medvedev
en Rusia están respondiendo a esta conciencia política que emerge en la Web.
Pareciera que la noción de Estado puede haber sido erosionada en última
instancia por otras fuerzas que juegan en la Web, que retan las ideas de
identidad, nacionalidad y comunidad del mundo real.

El primer intento para aprovechar la nueva conciencia global a través de la
Web fue a través de un servicio de dinero, cuando, a finales de 1990, Pether
Thiel, aprovechando las libertades que otorgaba Internet a sus usuarios, fundó
PayPal, un sistema de transferencia de dinero internacional.
El origen de PayPal está en la Universidad de Stanford en las afueras de San
Francisco, donde Thiel conoció a Max Levchin; de cuya colaboración surgió
PayPal. Buscaban modificar la forma en que el mundo pensaba en el dinero,
considerando que ésta era la nueva moneda, al permitir a la gente transferir
pequeñas cantidades de dinero internacionalmente. Pether Thiel fue un
inversionista clave en Facebook.

Hay otros pioneros de la Web que ven en ella una forma de cambiar una
comunidad contra el mundo, para reducir la identidad.
Antes de la Web, los extremistas se organizaban en pequeños grupos
alrededor del mundo. La Web los unió a todos. Al Qaeda rápidamente tomó
este medio para difundir el mensaje de miedo y terror. Los grupos islámicos
escogieron diseminar su material a través de Internet para controlar cómo y
dónde se disemina el mensaje. Al Qaeda y los talibanes ponen videos de
propaganda donde muestran ataques o elogian a líderes, que tal vez murieron
en ataques, y para despertar la ira usan imágenes de horror o de mujeres y
niños asesinados.

La Web permite que grupos diferentes que operan en diferentes países en el
mundo, con objetivos similares, puedan usar Internet como un espacio de
unión; eliminando los límites de cada país.


Después del 11-09, cuando echaron a los talibanes de Afganistán se
trasladaron a Pakistán, estos se mantuvieron en contacto a través de los
cibercafés.

Un proceso que está tomando importancia actualmente es el de la ciber
balcanización, a través del cual gente como Ishtiaq Hussain (antiguo miembro
del Partido de la Liberación) publica sus textos, que luego son leídos por
diferentes individuos, radicalizándose en un terrorismo de “hazlo tú mismo”. De
esta manera, la Web permite a los usuarios filtrar su vista del mundo a través
de lecturas y conexiones selectivas.
Esta situación está en contra del fin principal de la Web (unir a la población
mundial), al profundizar las divisiones en el mundo. Es una paradoja de la Web
ya que, por un lado, les da a todos una voz y un gran poder, pero por el otro, la
mayoría hace un mal uso del mismo; lo cual se refleja en baches culturales
como éste.
Al subir información personal, el individuo se hace vulnerable a los malos
elementos de la Web, como los ciber guerreros. Un ejemplo de esto tuvo lugar
en 2007, cuando un ataque dirigido a través de la Web casi derrota a Estonia,
uno de los países más “conectados” en Europa, con un 97% de las
operaciones bancarias realizadas online. El conflicto tuvo lugar por un ciber
ataque que intentó hacer caer las instituciones más grandes de Estonia. El
proceso consiste en que una computadora envía instrucciones a una red de
computadoras ("botnet", computadoras hackeadas bajo el control de ciber
guerreros). Esta red bombardea el sitio escogido con millones de peticiones,
haciéndolo entrar en crisis, de modo que nadie pueda acceder al sitio. En el
caso de Estonia, los ciber ataques atacaron directamente la economía del país,
de modo que los clientes no podían acceder al sitio de Internet del Banco.
Estonia eventualmente se desconectó, selló las fronteras, no tomaría ningún
mensaje entrante por Internet.
Lo más peculiar de los ciber ataques es que no puede identificarse ni quién lo
encabezó, ni quiénes lo apoyaron, lo que lo hace un sistema muy efectivo; por
lo que probablemente siga repitiéndose.

En el video se plantea el interrogante de que: “En este momento, un cuarto del
planeta está conectado. ¿Qué sucederá cuando el restante 75% esté online?.”
Considero que lo más probable es que lleve a nuevos conflictos y peligros, al
darle voz no sólo a quienes se aferran a los cimientos de libertad, fraternidad y
unión, sino también a aquellos que aprovechan el enorme poder de la
información para fines destructivos y egoístas. Actualmente, el poder de las
redes sociales puede ayudar al derrocamiento de un régimen, al propagar
ideas con gran velocidad, consiguiendo muchos adherentes en poco tiempo.

“El costo de lo gratuito”

Este episodio se desarrolla en torno a cómo los pensamientos y deseos que
expresamos en la Web son localizados, rastreados y comercializados con fines
lucrativos. Básicamente, estable que pagamos por búsqueda en la Web siendo
objetivos de la publicidad; por algunos sistemas de e-mail al escanear nuestros
e-mails para oportunidad de publicidad; por navegar las páginas siendo


rastreados a través de cookies; de modo que los consumidores se convierten
en lo consumido.
Se puede establecer, por lo tanto, que la idea principal del video gira en torno a
la afirmación de que “El producto online no es el contenido, el producto online,
eres tú.”

Este capítulo comienza comentando que en la Academia de West Point, que
por más de 200 años ha entrenado a la élite de líderes militares de la Armada
de los Estados Unidos, la Web es ahora parte de sus currículos. El Teniente
Coronel Greg Conti quiere que sus cadetes entiendan cómo la Web hace que
los gobiernos y las personas sean excepcionalmente vulnerables. Conti está
preocupado porque, al suscribirnos a una publicidad, estamos abriendo nuestra
información personal a terceros; y una vez que la información entró en la Web,
es prácticamente imposible eliminarla.

El uso diario de la Web parece libre, sin costo. Pero en realidad, lo gratuito es
una ilusión, estamos pagando con nuestra información personal, en una gran
escala. De esta manera, cada mes, Google colecta billones de términos de
búsqueda que los ayuda a refinar sus sistemas de búsqueda y vender
publicidad dirigida. Cada mes, algunos blogs permiten a compañías de
publicidad plantar un dispositivo de rastreo conocido como cookie, en nuestra
computadora, para revelar nuestros intereses a cadenas comerciales para que
ellos puedan enviarnos publicidad Web. Las cookies ayudan a que nos juzguen
mientras navegamos, al decir quiénes somos y qué información escribimos en
los sitios Web. La vida online es un comercio, se paga por una Web gratis con
la información sobre quién eres como usuario y tus intereses.

Para entender cómo hemos llegado a ser consumidos dentro de la Web
tenemos que remontarnos a 1994 en Santa Cruz, California, cuando Pizza Hut
lideró el comercio en la Web tomando pedidos online, a través de la página
PizzaNet. En un principio, las personas tomaron esta innovación con
incredulidad, ya que, en los inicios de la Web, el tráfico de datos comerciales
estaba prohibido. Pero en 1994, el Congreso de los Estados Unidos levantó el
impedimento de comercio en la Web, abriéndola a los negocios, y aumentando
la cantidad de personas online.

La primera empresa en comerciar tuvo sus inicios en Nueva York, buscando
una relación interactiva con sus clientes. En 1994, Jeff Bezos, analista de un
fondo de inversiones de Nueva York, se sorprendió por las oportunidades
comerciales que se abrieron por la Web, cuyo uso había crecido en un 2300
por ciento ese año. Aprovechando la situación, creó Amazon, la tienda de libros
online, ya que consideraba que las tiendas de libros convencionales ocupaban
demasiado lugar y estaban limitadas. Amazon se convirtió en el minorista
online más popular del mundo, con 124 millones de clientes; actualmente
comercia todo tipo de artículos.
Este sitio se ocupó de abrir el camino, para que muchos más lo siguieran,
transformando el ciberespacio en un comercio libre, donde muchos
emprendedores buscaban concretar negocios. Entre el año 1995 y 2000 más
de 20 millones de nombres punto com fueron registrados. De esta manera, la
nueva Web se volvió sinónimo del dinero impreso. Las ventas online se han


duplicado desde el año pasado, y los índices accionarios llegaron a nuevos
récords. Internet se está viendo, como la siguiente Revolución Industrial, con
enormes sumas de dinero involucradas.

En la desesperación por aprovechar este cambio acelerado en la forma de
hacer negocios, muchos invirtieron millones en compañías de la Web; a pesar
de que aún no habían pensado aún cómo hacer dinero. Sin embargo, cegados
por la aparente oportunidad de enriquecerse fácilmente, los inversores no se
dieron cuenta que no era suficiente crear versiones en línea de las tiendas
tradicionales, sino que tenían que repensar lo que la Web podía hacer que les
permitiera tener ganancias. Finalmente a principio del 2000, hubo una
bancarrota que hizo desaparecer a la mitad de las punto com, junto con los 3.5
miles de millones en acciones con las que contaban.
Entre este montón de compañías que no sabían cómo hacer dinero se
encuentra Google, la primera empresa que encontró una forma de hacer dinero
a través de la Web, aprovechando la aparentemente libre búsqueda de
información de sus usuarios.

Actualmente Google ostenta un gran control en la Web, que aumenta cada vez
que sus usuarios usan sus servicios. Cada día, más de 2 mil millones de
búsquedas se hacen a través de sus motores de búsqueda, en 40 idiomas
diferentes. Su sitio de compartir video gratis, YouTube, le gana a la televisión.
Incluso está retando a Microsoft, con un navegador y sistema operativo para
competir con Windows. Y a diferencia de Microsoft, lo que hace a Google tan
único es que se volvió tan rico y poderoso otorgando a sus consumidores, todo
lo que ofrece, de manera gratuita. El dinero que gana la empresa proviene de
la publicidad personalizada a partir de la información que recopila.

Se puede definir a Google como una compañía de publicidad, por el control que
ejerce sobre la misma. Su modelo de negocios se basa en otorgar muchos
servicios de manera gratuita -ya que su costo es muy bajo- para incrementar la
fidelidad del usuario a la compañía. Esto luego le permitirá producir dinero,
cuando el individuo efectúe una búsqueda o poniendo anuncios en contenidos
que el cliente use. Podemos determinar, por lo tanto, que Google tiene un
monopolio de anuncios en Internet.

El surgimiento de Google tiene lugar a partir de 1996, cuando Larry Page y
Sergey Brin, estudiantes de la Universidad de Stanford, realizaron una
investigación acerca de cómo podían separar las páginas buenas de la Web de
las que no servían; desarrollando una manera para que las computadoras
visitaran y calificaran cada sitio Web automáticamente. Idearon un algoritmo
para calcular enlaces entre páginas en la Web, obteniendo un valor matemático
independiente de qué tan interesante era una página, basado en el número de
links hacia ella y si esos links entrantes eran de páginas que a su vez eran
interesantes. Ambos se dieron cuenta que esto facilitaría la búsqueda en la
Web. Habiendo diseñado una manera para decidir qué páginas eran
interesantes, con PageRank, fue posible dar resultados de búsqueda que eran
mucho más útiles. Al hacer una búsqueda por "computadora" encontraba todas
las páginas con la palabra computadora. Las primeras que aparecían, al
principio de la primera página, serían las que eran más interesantes.


Google se dio cuenta que podía usar su motor de búsqueda para revolucionar
la publicidad, teniendo en cuenta que, cuando se realiza una búsqueda, se le
está diciendo a Google lo que se quiere y desea. Y con un sistema como el de
Google, estos datos podían ser fácilmente comercializados.

A pesar de haber dudado anteriormente sobre la publicidad como forma de
hacer dinero, Page y Brin cambiaron la industria con un sistema llamado
AdWords, a través del cual, cuando se realiza una búsqueda y se clickea sobre
algún aviso específico, Google recibe dinero, porque el anunciante debe pagar
por el tráfico que llegue a su sitio.
Un aspecto a destacar de las compañías de anuncios es que son dirigidas. En
el caso de Internet (que es un mecanismo de difusión corta), los anuncios son
específicos para cada persona. Esto es así porque aprovecha el hecho de que
el individuo está en búsqueda de algo y, al encontrar el término relacionado, le
presenta el aviso.
Page y Brin también desarrollaron la capacidad de filtrar los avisos más
importantes para los consumidores de los que no lo eran, a través de su motor
de búsqueda; cimentando la influencia de Google en la Web. Para que un sitio
aparezca entre los primeros resultados, el anunciante debe pagar una
determinada suma de dinero; aunque también se tiene en cuenta la calidad del
sitio.
Así es como Google se posiciona como árbitro de calidad y relevancia online.

La ironía es que este modelo ultra capitalista requiere que la Web se mantenga
fiel a sus raíces no capitalistas. Debe mantenerse como una red abierta, de
fácil acceso y búsqueda, gratuita; además de requerir de la participación de los
consumidores para su correcto funcionamiento.

Actualmente, en la carrera por obtener ganancias, las empresas como Google
establecen sistemas de vigilancia, que sobrepasan los derechos del usuario.
Por ejemplo, el sistema de correo de Google, que escanea el texto para
encontrar palabras clave que puedan revelar sobre qué trata, y así proporcionar
anuncios relacionados. A pesar de que el servicio aparenta ser gratis, su
verdadero costo es el contenido analizado, los datos personales, que luego son
utilizados para fines lucrativos.

A su vez, los anunciantes realizan un “behavioural targetting”, es decir rastrean
los hábitos de navegación, para intentar definir la demanda del momento. Al
visitar una página que contiene anuncios, los servidores de las compañías de
publicidad le envían al visitante un cookie, un archivo que identifica a la
computadora de modo único y rastrea a dónde se registran los intereses con la
compañía de publicidad, dirigiendo los anuncios con más precisión.
Aunque parezca un simple mecanismo para facilitar los anuncios, puede ser
utilizado para construir un perfil de la vida del navegante; a pesar de que no es
un método muy efectivo.

Otro sistema que se está haciendo presente actualmente es el de los motores
de recomendación, que estudian la información de los clientes para luego
usarla de forma analítica, de modo que puedan sugerir al usuario productos en


los que posiblemente también esté interesado. Se caracterizan por frases como
“la gente que vio esto también vio (…)”. Esto les permite personalizar las
ofertas de modo que coincidan con los intereses del cliente, dándole ventaja a
la tiendas online sobre las reales. Un ejemplo de esto es Netflix, una compañía
de alquiler de películas totalmente basada en la web que compite con
Blockbuster, cuya base es un algoritmo llamado Cinematch que utiliza las
preferencias de los clientes para identificar otros DVD que les podrían gustar.
Actualmente, Netflix cuenta con más de 12 millones de suscriptores.
Tal vez los motores de recomendación tampoco sean lo que aparentan, tal vez
no amplíen nuestros horizontes, sino que, al contrario, nos limiten a elegir entre
lo que nos ofrecen; eliminando nuestra posibilidad de elección. Probablemente
esta generalización de las opciones lleve a la pérdida de la identidad propia.

La privacidad es un concepto que, tal como se explicó anteriormente,
actualmente ha perdido su significado original. A través del uso masivo de la
Web, las personas contribuyen a las extensas bases de datos acerca de ellas
mismas
Esto pudo apreciarse en 2006, cuando AOL publicó un archivo que contenía las
búsquedas realizadas por 650 mil usuarios –cada uno identificado por un
código numérico- en los tres meses previos. Un periodista del New York Times
estaba preocupado que estas supuestas búsquedas anónimas pudieran revelar
la identidad de la persona. Comenzó a investigar, basándose en las búsquedas
de uno de los individuos y notó que había muchas búsquedas sobre problemas
médicos, lo que lo hizo pensar que se trataba de un anciano. Muchas de sus
búsquedas también giraban en torno al apellido Arnold. Tomó la guía telefónica
y, teniendo en cuenta que algunas búsquedas aclaraban la localidad donde el
usuario habitaba, identificó a la anciana. Esto confirmó la hipótesis de que se
puede develar la identidad de una persona basándose simplemente en sus
búsquedas; algo perturbador.

En el 2005, una organización sin fines lucrativos llamada Attention Trust,
intentó defender la propiedad de la información que subimos a la Red, pero
este intento fracasó. Uno de sus fundadores, Seth Goldstein, afirma que pocos
aceptaron su software que impedía que entidades se queden con el registro de
nuestras actividades on-line. También opina que la gente es "feliz e
inconsciente" de este intercambio de información personal, y que el costo no
está claro para la mayoría de ellos. Uno de los mayores problemas que la
comunidad conectada no se percata es que todos esos datos personales
pueden llegar a ser de la propiedad de otras empresas que aún no conocemos
en un futuro. Esto es lo que sucede con las jóvenes generaciones que han
nacido con una Red ya desarrollada y en un mundo donde la publicidad es
parte de sus vidas. Ellos prefieren que la haya, ya que eso significa que los
servicios seguirán siendo gratuitos, sin importar futuras consecuencias. Estas
generaciones están marcadas principalmente por el uso de las redes sociales,
como Facebook, que posee una estructura rígida para todos. Según Facebook,
nos definimos como personas según los libros y películas que nos interesan, si
estamos en pareja o solteros, y demás aspectos que el mercado entiende. Y
otro problema que la juventud en su mayoría parece no entender es que una
vez que subimos información nuestra, sea fotos, videos, estados de Facebook
o lo que fuera, es muy difícil o imposible de poder eliminarla de la Red. La


gente debe ser más consciente al usar la Red, ya que tal vez dentro de 10 años
se arrepienta, cuando en un futuro sea vista por alguien que no debería verla.
Facebook nos lleva a vivir como “celebridades”, dejándonos bajo la esclavitud
de nuestras propias palabras, que se mantienen en la inagotable fuente de
información que es la Red.

“¿Homo Interneticus?”

El último capítulo comienza comparando el surgimiento de Internet con lo que
en su momento fue la aparición de la imprenta, proceso que terminó
transformando la sociedad occidental, al revolucionar las ideas, dando lugar al
Renacimiento. Considera que la Web es aún más importante que lo que fue en
su momento la imprenta, ya que no sólo permite una distribución mucho más
rápida de la información, sino que también hace posible que cualquiera cree
información. Otro aspecto que hace que la Web resalte es el impacto que ha
tenido sobre la política, la cultura, los negocios; y la psicología de los usuarios.
Para explicar esta última idea, recurre a Corea del Sur, el país más cableado
del mundo, que cuenta con una velocidad de descarga diez veces más rápida
que la banda ancha de Inglaterra. Allí, más de la mitad de los niños entre cinco
y ocho años pasan más de ocho horas a la semana online. El 80% de los
coreanos adictos a la Web necesita medicación, mientras que el 20% restante
tiene que ingresar a un hospital ya que, si no se conectan a Internet, se sienten
insatisfechos, ansiosos e inestables.
Lo más probable es que está situación de adicción se Internet se manifieste en
las futuras generaciones del resto del mundo, modificando también el sentido
de la realidad de los niños. Esto es así porque en la Web, las acciones no
tienen consecuencias, lo que puede llevar a que el cerebro no se desarrolle, y
quede en estado infantil, debido a la falta de interacción con el mundo real.
Actualmente, la mayoría de la población no puede siquiera imaginar la vida sin
Web, a pesar de que, al momento de navegar, las generaciones más jóvenes
se sienten más cómodas que los adultos.

De acuerdo a Facebook, 350 millones de personas en todo el mundo tienen
cuenta en Facebook. Y su expansión es constante. Si fuera un país sería el
tercero más grande, después de China e India.
La crítica principal de Facebook es que le quita importancia a la amistad, ya
que la etiqueta de amistad se obtiene sin ningún esfuerzo; ni siquiera es
necesario conocer a la persona para ser “amigos”. Esto es así porque, para
aumentar su marketing comercial, Facebook recurre al efecto Red, que plantea
que cuantos más usuarios haya, más beneficios habrá para los miembros
individuales porque el usuario tiene más posibilidades de personas con quien
conectarse. Y con cuantas más personas puedan conectarse, más personas
querrán unirse, lo que permite un flujo cada vez más eficiente de la
información.

Sin embargo, debería reconsiderarse el uso del término “amigos” en Facebook,
ya que estaría modificando el concepto de amistad que se mantuvo hasta la
actualidad. En el documental, esto es ejemplificado de la siguiente manera: un
grupo de usuarios propuso dar de baja a 10 amigos en Facebook a cambio de
una hamburguesa gratis, y los resultados demostraron que a la gente no le


importaba finalizar su relación de amistad (a través de la Red) con diez
individuos a cambio de comida gratis, lo cual nos hace reflexionar sobre el peso
relativo de un vínculo en la red.
Por esa razón, Krotosky acude a Dunbar, un científico de la Universidad de
Oxford que estudió la sociabilidad de los primates hasta determinar un número
de miembros ideal que debe tener un grupo. El “número Dunbar”, creado en
1992, indica que los primates, y también organizaciones humanas se manejan
generalmente con un máximo de 150 miembros. Entonces, ¿qué significa tener
10.000 amigos en Facebook, cuando –según un estudio de la BBC- los
usuarios en el Reino Unido tienen vínculos regulares con sólo 5 o 6 de sus
contactos? A este interrogante, Dunbar responde que: “la minoría son
relaciones, la mayoría son voyeurs”, estableciendo que el flujo de Facebook, el
hacer amigos, tiene que ver con el impulso de querer saber sobre la vida del
otro, aunque a veces le moleste exponer su propia vida. En otros casos, la
función de voyeur es al revés: hay quienes gustan de exponer sus vidas
privadas como si se tratara de celebrities.

De esta manera, la locutora demuestra que Facebook no está modificando las
relaciones entre los humanos; pero sí está colocándolas en un flujo constante
de información digitalizada, a través de las actualizaciones de estado, que
permiten que los usuarios se enteren, instantáneamente, qué están haciendo
sus amigos, sin la necesidad de visitar su perfil.
La reacción de los usuarios ante la inclusión de las actualizaciones en tiempo
real fue contraria a la esperada, todo enfurecieron, probablemente porque, de
esta manera, la privacidad queda aún más arrinconada.

Para buscar respuesta a estas situaciones, Aleks Krotosky recurre a Sherry
Turkle, una psicóloga clínica que ha estudiado nuestra relación de los humanos
con la tecnología, y los efectos de ésta sobre la subjetividad. Turkle reflexiona
sobre la imposibilidad de “vivir la vida de Facebook o Blackberry”, como si la
red consumiera la vida del usuario, que no vive de por sí sino que tiene una
experiencia simulada en la pantalla, que lo hace sentir como si estuviera
viviendo varias vidas a la vez. Concluye en que la tecnología que creamos nos
consume la vida, nos supera ampliamente, al no ser suficiente el tiempo de
nuestra vida para vivir la vida propuesta por la red social, que requiere de
actualizaciones y posteos constantes en diversas de plataformas, de responder
a “obligaciones” y demandas de la vida virtual.

Otra cuestión que se analiza en este video es la forma en que la abundancia de
información modifica la forma en que los humanos utilizamos nuestro cerebro.
Para explicarla, cita los casos de Tim Berners Lee y su creación (la World Wide
Web), y Vannebar Bush y su Memex, basados en la idea del pensamiento
asociativo, del modo en que funciona el cerebro humano, a través de los
hipervínculos. Empero, la pregunta es si el pensamiento asociativo es bueno
para los seres humanos, por lo posibilidad de llevar a la flojera y la distracción,
ante la gran cantidad de estímulos e información. Esto se ve reflejado en la
incapacidad de enfrentar el rigor del pensamiento lineal que presentan las
generaciones más jóvenes, que, a su vez, ven a los libros como algo periférico,
al encontrar grandes cantidades de información.


Para poder analizar si la Web realmente está modificando la forma en la que
pensamos, el documental recurre a un estudio experimental del profesor de la
University College London, David Nicolas, quien establece dos categorías de
usuarios en Internet: los zorros, que se manejan con el pensamiento asociativo
y saltan de un lugar a otro en la red, y los erizos, quienes desarrollan una
lectura concentrada y lineal y prefieren el ambiente evaluado por igual porque
están seguros de eso.
Nicolas hizo un estudio exclusivo para el programa, para descubrir el impacto
que la Web está teniendo sobre los cerebros humanos. El análisis se desarrolló
tomando 100 personas de diferentes edades y géneros, y centrándose
principalmente en los grupos de edades de 12 y 18 años, que se han formado
conociendo sólo la vida en la Web. Los resultados determinan que la
generación web es preponderantemente zorro.
Para concluir con la idea de que la Web está modificando nuestra forma de
pensar, se recurre a una grabación de la década del ’60, de Marshall McLuhan,
en la que cuenta cómo en el futuro estaríamos todos conectados en tiempo real
y nuestros mensajes sólo fluirían, como si estuviéramos sentados unos al lado
de otros. Su afirmación da lugar a la conclusión de que el pensamiento
asociativo modifica la forma de pensar; lo cual influye también en los métodos a
los que se recurre para esparcir información. Para explicar esta idea, podemos
apuntar hacia la gran cantidad de videos e imágenes banales que se
encuentran en la Web, tales como los memes y los gatitos en vasos de vidrio.
En el caso de estos últimos, su difusión ha sido tan amplia por la reacción que
provoca en quien lo ve. Con esto me refiero a que uno puede considerarlo
como una broma (lo que lo llevará, seguramente, a reenviarlo a sus amigos, a
modo de chiste) o como un insulto (lo que lo irritará y lo hará que lo reenvíe).
De esta manera, la información de este tipo, actualmente sigue fluyendo.

Llama la atención la alusión que se hace a la “política 2.0”, citando el caso de la
campaña de Barak Obama, que aprovechar el impacto que estaba teniendo la
Web, valiéndose de los usuarios de Twitter, Youtube, Facebook y MySpace
para hacer campaña, expresando temas de interés. De esta manera, gracias a
la nueva tecnología, provocó el acercamiento de los jóvenes a la política. Esto
demuestra el poder de la red de enlazar cosas y de fomentar el espíritu
colaborativo, lo cual es comparable con la capacidad de conexión de las
ciudades, que juntan las diferentes ideas, puntos de vista, actuando como
punto de convergencia. Este espíritu de colaboración puede identificarse
también en los niños coreanos –que encabezan las tablas de educación
mundial- ya que interactúan y trabajan juntos en la Web desde pequeños, para
información y respuestas a sus preguntas.

Para cerrar, Al Gore afirma que “estamos viendo emerger un nuevo cerebro
global”, mientras que otros, un tanto más cautos sostienen que “la web es
espejo de la naturaleza humana, para lo bueno y lo malo”. Más allá de estas
posturas, todos podemos coincidir que estamos en el principio de la historia, y
que de nosotros depende cómo evolucione; debemos tomarla, aprovecharla, y
hacer lo posible por seguir mejorándola, evitando darle la espalda.


Conclusión

Desde sus inicios, la Red se ha infiltrado paulatinamente en nuestras vidas,
modificando –o hasta destruyendo- muchos de los esquemas existentes
(principalmente los económicos).

A lo largo de su desarrollo, ha creado necesidades aparentes y realidades
alternativas: si consultamos con casi cualquier persona, acerca de cómo sería
su vida sin Internet (como sucedía hasta hace poco más de 20 años),
obtenemos respuestas como “sin Internet no puedo vivir”, o “necesito del
servicio de e-mail y de las redes sociales para trabajar”, etc.

Esta situación demuestra una conciencia impuesta por el medio, que se
manifiesta constantemente. Muchas empresas y personas afirman “depender”
de la Red, ya sea para concretar negocios o para comunicarse con individuos
de una forma instantánea y gratuita. Seguramente podrían hacer lo mismo por
otros medios, pero los lapsos de tiempo implicados serían mucho mayores; y
todos queremos hacer todo lo más rápido posible. Esto me permite afirmar que,
si por alguna razón, Internet se extinguiera, presenciaríamos un caos total,
tanto en la economía mundial como en las comunicaciones; la gran mayoría se
desesperaría, pensando que su vida se desmorona junto con la Red.


Un aspecto del que muy pocos se percatan es de la dominación constante que
ejerce la Red-que comenzó intentando ser un lugar soñado, sin reglas,
dominación ni explotación- sobre nosotros. Para analizarlo sintéticamente,
recurro a una frase del conductismo (una rama de la psicología): “La conducta
es el producto de las interacciones con el ambiente”. En este caso, el ambiente
está representado por la Red, un sistema en el que, a su vez, se ha infiltrado su
principal enemigo, el Capitalismo, imponiendo su idea de lucro y egoísmo. Este
ambiente, a pesar de que actualmente está jerarquizado (por las hegemonías o
“monopolios” de empresas como Google, Facebook, etc.), permite una
participación idéntica para todos los usuarios; dota del mismo poder a todos.
Esto hace que la gente se sienta conforme en la Red, pudiendo no sólo
comprar, vender y comunicarse, sino también expresarse por medio del
ciberespacio; algo que se ve bastante limitado en la realidad.

Aunque a casi nadie parezca importarle, todos estos servicios aparentemente
gratuitos que brinda la Red, tienen un costo muy alto: el de nuestra información
personal, que queda a merced de las empresas o de cualquier individuo, y que
es usada, principalmente, para impulsar aún más el sistema capitalista,
brindándoles a los productores datos claves que les permiten orientar su
producción a la demanda del momento. Es una paradoja que un sistema que
surgió para oponerse al Capitalismo ahora no sólo presente ciertas
características del mismo, sino que también lo impulse, aumentando
exponencialmente la velocidad de transmisión de la información.


Lamberto

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