Dos ranas cayeron en un pozo profundo mientras viajaban con un grupo. Las otras ranas les dijeron que era inútil tratar de salir y que debían darse por vencidas. Una rana hizo caso y murió, pero la otra siguió saltando con fuerza hasta que finalmente logró salir. Resulta que esta rana era sorda y creía que las otras la estaban animando, mostrando el poder de las palabras para motivar o desanimar a otros.