Las fallas más comunes en las construcciones incluyen asentamientos en suelos, agrietamiento en losas y muros, y filtraciones de humedad. Estas fallas generalmente ocasionan pérdidas económicas y pueden poner en riesgo la seguridad. Para evitar estas fallas, es importante que el residente del proyecto supervise adecuadamente los acabados, compactaciones, impermeabilizaciones y rellenos, y se asegure de que la construcción cumpla con los controles de calidad.