Latif era un pobre mendigo que vivía en la aldea. A pesar de su pobreza, era considerado el hombre más sabio de la aldea. Un día, el Rey lo encontró y le hizo preguntas difíciles que Latif pudo responder con sabiduría. El Rey lo invitó a ser su asesor en el palacio. Aunque vivía en la riqueza, Latif visitaba secretamente una pequeña habitación para recordar su origen humilde y no olvidar quién era.