La leche es un alimento vital para los mamíferos, siendo esencial para el crecimiento de las crías, especialmente en humanos. La calidad y composición de la leche afectan su producción y comercialización, siendo la leche de vaca la más consumida globalmente. A pesar de su valor nutricional, la leche puede presentar riesgos microbiológicos y químicos durante su manejo, lo que resalta la importancia de mantener altos estándares de calidad e higiene en su producción.