Un señor paseaba con su pingüino por la calle, llamando la atención de los transeuntes. Un policía les pidió que no anduvieran juntos por la calle y les indicó que debían ir al zoológico. Al día siguiente, el policía se enfadó al verlos de nuevo paseando, pero el señor le explicó que habían visitado el zoológico y ahora iban al cine.