El oso vive en las tuberías de la casa, subiendo y deslizándose por los caños de agua caliente, aire fresco y entre pisos. Se asoma por la chimenea para ver la luna y nata en la cisterna por las noches. Su pelaje mantiene limpias las tuberías. Por las noches se escucha gruñendo en las cañerías, molestando a los residentes aunque también los cuida.