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Yacimientos Petrolíferos 
Fiscales Bolivianos Corporación 
Consejo Editorial 
YPFB Corporación 
Producción general 
Ever Terán Flores 
Antonio Castaños Medrano 
Jhonny Salazar Socpaza 
Diseño y Diagramación 
Marcelo Mamani Condo 
Fotografía 
Archivo histórico YPFB 
José Luis Quintana 
Agencia de Noticias YPFB 
Derechos Reservados 2011 
www.ypfb.gob.bo 
Oficina Central: Calle Bueno Nro. 185 
Telf.: 591-2-2370210 - Fax: 591-2-2373375 
Línea de Transparencia: 800 10 9898 
Casilla Postal: 401 
La Paz - Bolivia 
Marzo 2012
CONTENIDO 
YPFB Corporación, 75 años de aporte al desarrollo nacional 7 
CAPÍTULO I 
EL PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 15 
Concesiones y especulación 21 
Fraude y traición de la Standard Oil 25 
La Guerra del Chaco y los intereses transnacionales 32 
La generación nacionalista de la post guerra 38 
La fundación de YPFB 41 
LA PRIMERA NACIONALIZACIÓN 46 
Contraofensiva transnacional 52 
La misión Bohan 58 
El apoyo nacionalista militar 68 
La Refinería Gualberto Villarroel 71 
La ”revolución movimientista” 74 
El Código Davenport 82 
Incursión de la Gulf Oil 86 
Situación crítica de YPFB 88 
LA SEGUNDA NACIONALIZACIÓN 90 
Día de la dignidad nacional 100 
Cuantiosas pérdidas para la Gulf 102 
Nacionalización respaldada por diferentes sectores 106 
Régimen de la Ley General de Hidrocarburos 113 
Hiperinflación, déficit fiscal y recesión 117 
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Del 21060 a la capitalización/privatización 120 
Jaime Paz y la nueva Ley de Hidrocarburos 122 
Goni, el gas y su ”plan de todos” 127 
El desmantelamiento de YPFB 131 
El acuerdo gasífero con Brasil 133 
Exportación de gas a la Argentina 137 
Banzer y ”Tuto” cierran la capitalización 139 
Nefasto retorno 143 
La guerra del gas y ”octubre negro” 149 
Carlos Mesa y el referéndum del gas 156 
La promulgación de la Ley de Hidrocarburos 3058 161 
Incumplimiento a la aplicación de la ley 163 
LA TERCERA NACIONALIZACIÓN DE LOS HIDROCARBUROS EN BOLIVIA 164 
Argentina, un nuevo aliado para el gas 175 
Contratos de operación con el Estado boliviano 177 
CAPÍTULO 2 
RESULTADOS EFECTIVOS DEL PROCESO 
DE LA NACIONALIZACIÓN CONTEMPORÁNEA 189 
La Nacionalización el hecho político más legítimo 191 
Dominio y control sobre los hidrocarburos bolivianos 193 
La apropiación del excedente económico 194 
La reactivación de YPFB 200 
Patrimonio y utilidades de la estatal petrolera 204 
Empresas subsidiarias con mayores utilidades 206 
La evolución de las inversiones 209 
Crédito del Banco Central de Bolivia 212 
El aporte de YPFB a Bolivia 214 
El cénit de la producción de gas 220 
Desarrollo de campos productivos 222 
San Antonio 235 
San Alberto 238 
Margarita-Huacaya 242 
Itau 246 
Ipati-Aquío 247 
Área Río Grande 250 
Bolivia, proveedor confiable en la región 251 
Comercialización de gas natural 254 
Contratos de exportación al Brasil 257 
Contratos de exportación a la Argentina 262 
Montos facturados por exportación 268 
Operadoras prometen mayor inversión 270 
El estado de las reservas nacionales de hidrocarburos 271 
Metodología de estimación y certificación de reservas 276 
Ciclo de vida de un proyecto 279 
El transporte estratégico de hidrocarburos en Bolivia 282 
Volúmenes de hidrocarburos líquidos transportados 284 
La infraestructura de ductos 289 
Ductos de exportación 291 
Almacenaje de combustibles 295 
Redes de gas 297 
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CAPÍTULO 3 
YPFB COMPLETA EL CIRCUITO PRODUCTIVO Y PROYECTA 
EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DE LOS HIDROCARBUROS 307 
Nuevo ciclo exploratorio en Bolivia 309 
Incremento de las reservas nacionales de hidrocarburos 315 
La exploración a cargo de YPFB 316 
Segundo componente, la exploración 319 
Tercer componente, apoyo a la gestión de exploración 321 
Estrategia de fomento a la exploración de hidrocarburos 322 
Áreas de exploración bajo contratos de operación 325 
Contratos de exploración y explotación 326 
La industrialización del gas se inicia en Bolivia 335 
Planta Río Grande 338 
Planta Gran Chaco 340 
Plan quinquenal para la industrialización del gas 345 
Planta Amoniaco Urea 347 
Planta Etileno Polietileno 348 
Gas a Líquidos 349 
CONCLUSIONES 353 
YPFB Corporación, 75 años de aporte 
al desarrollo nacional 
El proceso de la Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia ha completado su primer ciclo 
de cinco años con soberanía y dignidad. 
Desde aquel 1 de mayo de 2006, cuando el presidente Evo Morales Ayma, promulgó el histó-rico 
Decreto Supremo Nº 28701 “Héroes del Chaco”, que restituye la propiedad y el control ab-soluto 
de los recursos naturales por parte del Estado, ha retornado la certidumbre, estabilidad y 
desarrollo en la industria de los hidrocarburos, con reglas claras. 
“Queremos socios, no patrones”, sentenció el Mandatario hace cinco años, cuando se apro-baron 
ante el Legislativo 44 contratos de operación firmados con 16 compañías petroleras que 
actualmente operan en el país en una relación proactiva con el Estado. 
En este quinquenio, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos Corporación se ha consolidado 
como el brazo operativo de la Nacionalización que interviene y dirige la cadena de producción 
nacional en una perspectiva progresista de desarrollo. 
La administración estatal de los hidrocarburos ha asegurado el control del excedente eco-nómico, 
mayores mercados para el gas natural y proyecta la diversificación de la oferta, im-plementando 
agresivas políticas de exploración y desarrollo industrial en pos de aunar mayor 
producción y asegurar mayores reservas. 
En Bolivia, la Nacionalización de los Hidrocarburos se ha convertido en el eje del proceso de 
cambio que ha refundado Bolivia, restituyendo facultades inalienables sobre la dirección y el 
uso de los hidrocarburos como un recurso estratégico que es fuente de dignidad, soberanía y 
desarrollo para el pueblo boliviano. 
El negocio nacional de los hidrocarburos ha incrementado su eficiencia con mayores volúme-nes 
de producción y mejores precios internacionales, ahora Bolivia se autoabastece y cumple 
sus compromisos de exportación. 
YPFB, al cumplir casi un siglo de servicio a los intereses nacionales, se alza como la empresa 
más importante del país; su reactivación y fortalecimiento, es sin duda la mejor decisión que ha 
tomado en pueblo boliviano. 
La estatal petrolera boliviana despega con la tercera Nacionalización de los Hidrocarburos y 
el decidido respaldo del gobierno del presidente Evo Morales Ayma. Los resultados positivos 
alcanzados la proyectan como el pilar fundamental de la economía boliviana y se inscribe entre 
las 500 empresas más grandes de Sudamérica. 
75 años de vida institucional de YPFB nos permiten hacer un alto, analizar retrospectivamente 
el pasado, ver el presente y proyectarnos hacia el futuro para continuar contribuyendo al en-grandecimiento 
y desarrollo de la patria. 
Lic. Carlos Villegas Quiroga 
PRESIDENTE EJECUTIVO YPFB CORPORACIÓN 
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Sr. Evo Morales Ayma 
Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia 
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Lic. Alvaro García Linera 
Vice-Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia 
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Lic. Carlos Villegas Quiroga 
Presidente Ejecutivo de YPFB Corporación 
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Capítulo I 
El petróleo en Bolivia y las 
primeras concesiones 
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75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
El petróleo en Bolivia 
y las primeras concesiones 
os antecedentes históricos más remotos so-bre 
la existencia de petróleo en Sudamérica 
se remontan al período precolombino. Las 
emanaciones naturales de brea, resina o acei-tes 
de piedra eran denominadas “chapapote” 
por los aztecas, “copey” por los quechuas e 
“itani” por los chiquitanos. Estas culturas uti-lizaban 
la sustancia mística con fines medici-nales 
para curaciones y purga, de acuerdo a 
los relatos de los primeros exploradores espa-ñoles 
urgidos por la búsqueda de oro en esta 
parte del mundo. 
Los colonizadores españoles del viejo 
mundo denominaron a la sustancia “jugos de 
la tierra o bitúmenes”. Seguramente, los ante-cedentes 
vistos en los primeros usos curativos 
de la sustancia aceitosa negruzca motivaron 
que en 1535, los colonizadores transportaran 
nueve toneles de la misma a España para cu-rar 
la enfermedad de gota del Rey Carlos V. 
El padre Alonso Barba, uno de los pri-meros 
cronistas de la época hace referencia a 
los hallazgos de las primeras muestras colec-tadas 
a 80 leguas de Tarabuco por un capitán 
llamado Fermín Nuñez en su obra “El arte de 
los metales”. 
Los ingleses que ocuparon Norteaméri-ca 
también descubrieron el petróleo que era 
utilizado por los aborígenes de esa región. 
Fue precisamente en este territorio que luego 
se convertiría en Estados Unidos, donde co-menzó 
a darse un uso más especializado a las 
primeras muestras colectadas de hidrocarbu-ros 
en mecheros y sistemas de calefacción a 
carbón bituminoso, aceite de carbón o gas de 
carbón. 
En contraste con la precariedad de Sud-américa, 
el primer descubrimiento de petró-leo 
aconteció en el Estado de Penssylvania, 
Estados Unidos en 1859, más de una década 
después, se tendía en este territorio el primer 
oleoducto artesanal construido de juncos y 
cañahuecas entre West Bloomfield y Nueva 
York, que daría pasó al desarrollo de los pri-meros 
ductos que abastecían quemadores, 
iluminadores, cocinas y calefactores dando 
inicio en 1917 a la manufactura e industriali-zación 
de los hidrocarburos, promoviendo su 
desarrollo tecnológico. 
Las primeras perforaciones de pozos 
fueron realizadas en Estados Unidos y poste-riormente 
en Europa y África dando inicio a 
L 
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16 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 17
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Mural de Solón Romero hace referencia al uso medicinal del petróleo en la época colonial. 
las primeras faenas de explotación comercial 
del petróleo. En un principio, esta sustancia 
era vendida como medicina, luego como com-bustible 
precario y como producto refinado 
artesanalmente para mecheros. En función a 
los experimentos realizados en Estados Uni-dos 
y Francia, se logró un mejor procesamien-to 
para obtener kerosén y parafina. 
Los primeros químicos y empresarios en 
Estados Unidos especializaron el refino y su 
industrialización, una valiosa mercancía que 
se convertía en dinero y mercados de escala, 
poco a poco dominados por una sola indus-tria, 
la Standard Oil Trust, creada en 1882 por 
el multimillonario Jhon D. Rockefeller que 
monopolizó el comercio de los primeros car-burantes 
con 40 empresas. 
Sin embargo, este “Trust” de empresas 
fue desarticulado por una decisión judicial 
antimonopólica. De este modo, se apertura 
la libre competencia de la Standard Oil contra 
otras empresas creadas dentro y fuera de Es-tados 
Unidos como la Gulf Oil, Texaco, Shell y 
la Royal Dutch. 
Antes del año 1900, la industria comen-zó 
a sustituir el motor a vapor por motores 
más eficientes de combustión interna en base 
a carburantes para maquinarias, transportes 
y los primeros automóviles, creados por otro 
visionario: Henry Ford. En este contexto se 
incrementó la demanda masiva de gasolina y 
diesel. 
Para entonces, cinco empresas domi-naban 
el comercio mundial de hidrocarburos 
con operaciones a escala mundial, la Standard 
Oil, Royal Dutch Shell, Texaco, Gulf Oil, y Anglo 
Persian que luego se convertiría en British Pe-troleum. 
De todas ellas, las dos primeras fue-ron 
las pioneras en extender sus negocios en 
Asia, Europa y Sudamérica con el apoyo de sus 
gobiernos que comenzaron a comprender el 
valor estratégico del petróleo en el mundo. 
El petróleo en Bolivia 
A pocos años del período independen-tista, 
en la joven República de Bolivia comen-zó 
a gestarse la ambición y especulación sobre 
las primeras tierras con resina o brea de pe-tróleo, 
a flor de tierra. Para entonces, el país 
contaba con una basta extensión territorial, 
elevados niveles de pobreza, analfabetismo e 
incipiente desarrollo económico. 
Cuando otros países como México y Ve-nezuela 
ya realizaban la explotación, comer-cialización 
y exportación de sus reservorios 
de petróleo, en Bolivia algunos comerciantes 
nacionales y extranjeros, influenciados por la 
actividad minera, se dieron a la tarea de aca-parar 
la mayor extensión de concesiones en la 
perspectiva de especular y lucrar con la reven-ta 
de tierras. 
En 1865, el ciudadano Juan Manuel 
Velarde solicitó extensas concesiones en las 
provincias Acero y Tomina de Chuquisaca 
(Charcas). En 1867, los ciudadanos alemanes 
Frank Hoskst y Ed Hansen consiguieron que el 
presidente Mariano Melgarejo les ceda con-cesiones 
en la Provincia Salinas de Tarija. 
En 1896, Manuel Cuellar descubrió ac-cidentalmente 
manantiales de petróleo en 
Mandiyuti, en el Chaco boliviano y éste junto 
a su socio, Ignacio Prudencio comienzan a co-mercializar 
el producto en Sucre, para lo cual 
pidió concesiones al gobierno junto a Ernesto 
Reyes, las mismas que le fueron entregadas 
en Chuquisaca en 1899. Al ver los resultados, 
éstos y otros socios fundan el “Sindicato Su-cre”, 
consiguiendo concesiones por 74.999 
hectáreas (Has.) en 1911. 
El agrimensor Luis Lavadenz, gerente ge-neral 
del “Sindicato Sucre”, descubrió en 1907, 
manantiales de petróleo en Saipurú (Santa 
Cruz), éste recogió las primeras muestras y las 
envió para su análisis a la Argentina, donde 
se confirma el hallazgo de petróleo. De inme-diato, 
solicita al gobierno la concesión de un 
millón de hectáreas y establece los contactos 
para impulsar los primeros emprendimientos 
18 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 19
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Traslado de equipos, en busca de petróleo, a lomo de mula en la quebrada de Cuevo, en el Chaco boliviano (1923). 
en la búsqueda de hidrocarburos, velando ob-viamente 
por sus intereses comerciales. 
Este personaje instó a empresarios boli-vianos 
y capitalistas a invertir en uno de los 
primeros proyectos de explotación comercial, 
en el país, pero no logró convencer. Por este 
motivo, viajó a Europa donde consiguió des-pertar 
el interés del capitalista inglés Percival 
Farquhar sobre Bolivia, con quien inició la pri-mera 
explotación comercial. 
Farquhar, perfora el primer pozo en bus-ca 
de petróleo en Cuevo en el año de 1911 y 
luego otro en Charagua, no obstante, ambas 
empresas fracasan en su primer objetivo, una 
perforación de 200 metros de profundidad, 
que tropieza con dificultades técnicas. El in-glés 
quiebra y se retira del país a los pocos me-ses 
del emprendimiento hidrocarburífero. 
Convencido de la riqueza que podrían 
guardar las entrañas bolivianas, una vez más 
Lavadenz, viaja a Europa, esta vez a entrevis-tarse 
con Henry Deterding, magnate de la Ro-yal 
Dust Shell, quien pese a expresar interés 
no arriba al país debido al estallido de la Pri-mera 
Guerra Mundial que ralentiza el desarro-llo 
de la industria del petróleo. 
Lavadenz no se dió por vencido, insis-tió 
y convenció a inversionistas en Chile que 
llegaron a Bolivia para organizar en 1913, la 
primera “Compañía Petrolífera Caupolican y 
Calacoto” que siete años más tarde, en 1920 
perforó su primer pozo en Calacoto, sin em-bargo 
el trabajo se detuvo a los 160 metros y 
nunca más se reanudó. 
Con las primeras emanaciones de pe-tróleo, 
Miguel Velasco instaló en su hacienda 
Lourdes, en 1915, la primera planta de refina-ción 
que fue construida por Percy Boland. Los 
primeros productos obtenidos fueron gaso-lina, 
kerosén y fuel oíl pesado, combustibles 
que se comercializaban en Santa Cruz. El fuel 
oil era usado como lubricante para los ejes de 
los carretones arrastrados por animales, la 
nafta servía para el alumbrado en mecheros y 
la gasolina para los primeros automóviles im-portados 
al país. 
Concesiones y especulación 
Sin extraer ni una muestra de petróleo, 
entre 1914 a 1916, la adjudicación de conce-siones 
petroleras “a perpetuidad” en Bolivia 
se había incrementado de 1.7 a 3 millones de 
hectáreas, en el marco de la vieja Ley de Mi-nas. 
Los titulares de estas concesiones, en su 
mayoría de carácter especulativo, buscaban 
capitales extranjeros para proceder a la explo-tación 
comercial. 
De este modo, se constituyeron en Chile, 
entre 1912 y 1919 numerosas “Comunidades 
Petroleras”. Influyentes personalidades chile-nas 
adquirieron la mayoría de las concesiones 
adjudicadas a ciudadanos bolivianos. Así por 
ejemplo, la Comunidad Petrolífera “La Blan-ca” 
contaba con 500.000 hectáreas (Has.); 
la Comunidad Petrolífera “Santa Cruz” te-nía 
545.000 Has.; “La Poderosa” con 700.00 
Has.; “Lagunillas” con 399.850 Has; Calacoto 
con 3.473 Has. Posteriormente, todas estas 
comunidades vendieron sus derechos al ciu-dadano 
inglés, William Braden. 1 
El gobierno del presidente Ismael Mon-tes 
puso fin a la indiscriminada política de 
concesiones, en diciembre de 1916 cuando 
promulgó la Ley de Reserva Fiscal que puede 
considerarse la primera “Ley de Hidrocarbu-ros”, 
normativa que negó mayores conce-siones, 
al mismo tiempo que disponía una 
participación estatal del 10% en las entregas 
y obligó a los poseedores a no enajenar ni 
transferir las mismas. Se sentó como prece-dente 
ante el caso de controversias, como una 
instancia única de apelación a la Corte Supre-ma 
de Justicia de la Nación.2 
1 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996. Pag. 18. 
2 ROYUELA, Carlos. Cien años de Hidrocarburos en Bolivia. 
(1896-1996) 
20 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 21
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Las primeras concesiones petrolíferas en Bolivia (1920) 
Uno de los primeros equipos de bombeo mecánico para la extracción de petróleo. 
S.R.28 Febrero 1920 Richmond Leverín Co 1.000.000 Has. Trans a Standard 
S.R.8 Marzo 1920 Jacobo Backus 1.000.000 Has. Trans a Standard 
S.R.9 Marzo 1920 Rafael Dial Lira 60.000 Has. Trans a Standard 
S.R.10 Marzo 1920 Exequiel Romecín C 200.000 Has. Trans a Standard 
S.R. 12 Marzo 1920 Rafael Torrico Lemoine 10.000 Has. Trans a Standard 
S.R. 14 Diciembre 1920 Jorge de la Reza 85.000 Has. Trans a Standard 
2.355.000 Has. 
La Paz, octubre 26 de 1921 
Armado Orozco Oficial Mayor de Industria 
Fuente: “Cien años de hidrocarburos en Bolivia”, de Carlos Royuela Comboni 
Sin embargo, en 1921, el Presidente José Gutierrez Guerra, me-diante 
Ley, abolió la reserva fiscal, y autorizó contratar la explotación 
de hidrocarburos mediante arrendamientos temporales con un perío-do 
de vigencia de “66 años”. En este caso, los concesionarios debían 
entregar 12,5 y el 20 por ciento del rendimiento líquido a la tesorería 
departamental, elevando de algún modo la participación estatal. 
En un pésimo momento económico, con la presión de deuda ex-terna 
y los intereses estadounidenses, Gutierrez Guerra prácticamente 
obligó al Parlamento a aprobar la nueva Ley, entretanto, negociaba en 
paralelo una cantidad ilimitada de concesiones con los agentes de la 
compañía transnacional Standard Oil. 
Con apenas cuatro días de vigencia de la norma, el gobierno 
de Gutierrez Guerra, adjudicó “en secreto” nuevas concesiones de 
1.000.000 hectáreas a la empresa estadounidense Richmond Levering 
y a su representante, Jacobo Backus, de acuerdo a contratos estableci-dos 
según la norma aprobada. 
La Richmond Levering prometió una inversión de 10 millones de 
dólares con la cual consiguió en total una cesión por 50 años de más 
de 2.000.000 de hectáreas, en títulos a favor de la empresa y de su 
representante Backus, en un extenso territorio que abarcaba los de-partamentos 
de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca 3. 
A cambio de una exigua participación estatal del 15 % sobre el 
producto bruto que extrajese en el futuro, el contrato de la Richmont 
Levering era sumamente ventajoso pues estipulaba una exención del 
pago de impuestos por todo el tiempo que durase la concesión. Esta 
empresa sólo pagaba un impuesto que gravaba las actividades de las 
compañías mineras en la época. 
Otra prerrogativa, consistió en el privilegio de zona con una dis-posición 
de 50 kilómetros en las proximidades de los oleoductos con lo 
cual prácticamente tenía derechos monopólicos en el país. 
No obstante, por el contrato establecido con el Estado boliviano, 
la Richmont Levering no estaba facultada a “transferir estas concesio-nes 
sin el consentimiento del gobierno”, de acuerdo a la cláusula 19. 
Del mismo modo, este documento contractual establecía, en la 
cláusula 18: “Si durante la ejecución del contrato el Gobierno reclama-re 
por algo que en su concepto importe incumplimiento, dará aviso a 
los capitalistas, los que desde ese momento tendrán un término máxi-mo 
de seis meses para subsanar la falta que motive la reclamación; en 
caso de no hacerlo pasado dicho término, el Gobierno podrá declarar 
3 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA, La Nacionalización del Siglo XXI. 111 años de 
historia petrolera en Bolivia. 2007. Pag. 22 
El presidente José Gu-tiérrez 
autorizó con-tratar 
la explotación 
de hidrocarburos me-diante 
arrendamien-tos 
temporales. 
22 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 23
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 
la caducidad, rescisión o modificación del con-trato, 
que también tendrá lugar administrati-vamente 
por cualquier defraudación de los in-tereses 
fiscales. La caducidad importa para los 
capitalistas la pérdida de todos sus derechos 
a los bienes de la compañía, que quedarán en 
propiedad exclusiva del Gobierno”. 
Bajo esta figura, toda diferencia o cues-tión 
sobre el contrato respecto del alcance o 
interpretación del mismo y su misma ejecu-ción 
será sometido como única instancia de 
conocimiento y resolución, a la Corte Supre-ma 
de Justicia de Bolivia. 
En medio de una serie de irregularidades 
y observaciones sobre el contrato en cuestión, 
se conoció que la casa bancaria de Gutierrez 
Guerra, presidente de Bolivia, extendió el cer-tificado 
de solvencia a la Richmond Levering, 
documento que resultó falso. 
Ante la oposición que comenzaba a ges-tarse 
en el país y la opinión pública el repre-sentante 
de la empresa Richmond Levering, 
Jacobo Backus, afirmó sin desparpajo que 
contaba en su presupuesto con 300.000 boli-vianos 
para “sobornos”4. 
Es muy probable que con estos recursos 
esta observada empresa haya conseguido en 
los meses que estuvo operando en Bolivia 
la modificación de las cláusulas del contrato, 
aduciendo las dificultades en Bolivia y los ele-vados 
costos de operación. En este marco, el 
gobierno de entonces cedió a rebajar del 15 al 
12,5% la participación gubernamental, en un 
negocio que nunca existió. 
En lo fundamental, esta norma declaró 
la propiedad inalienable e imprescriptible y 
el dominio directo del petróleo por parte del 
Estado. Paralelamente, facultó al Poder Ejecu-tivo 
su explotación directa o mediante asocia-ción 
con otras empresas privadas. 
4 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA, La 
Nacionalización del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en 
Bolivia. 2007. Pag. 22 
El presidente de la República con su gabinete presidencial. De izquierda a derecha, Carlos Romero, ministro de 
Fomento y Comunicaciones; Alberto Palacios, ministro de Hacienda e Industria; Abel Ituralde, ministro de Relacio-nes 
Exteriores y Culto. Presidente de la República, Dr. Hernando Siles; J. Minor Gainsborg, ministro de Gobierno 
y Justicia; Félix del Grando, ministro de Instrucción Pública y Agricultura y Aurelio Arauz, ministro de Guerra y 
Colonización. (El País, jueves 2 de febrero de 1928). 
Fraude y traición de la Standard Oil 
Un año después de haber obtenido la 
concesión, la Richmond Levering transfirió, 
el 3 marzo de 1921, a la Standard Oil de New 
Jersey, todas sus concesiones por 270 mil dó-lares. 
5 Aunque otros antecedentes, señalan 
que la transacción se consumó ante la bolsa 
de valores de Nueva York, Estados Unidos, por 
la suma de 2,5 millones de dólares. 
5 ROYUELA, Carlos. Cien años de Hidrocarburos en Bolivia. 
(1896-1996) 
Aparentemente, las autoridades del go-bierno 
boliviano desconocían la transacción 
que violentaba la cláusula 19 del contrato. La 
Standard Oil creó su filial boliviana el 16 de 
noviembre de 1922 y comienza a presionar al 
gobierno para que reconociera la transferen-cia 
y firmara un nuevo contrato, situación que 
termina consumándose ese mismo año. 
Paralelamente, la Standard Oil, había 
adquirido, otros dos millones de hectáreas 
ABEL ITURRALDE 
(Centinela del Petróleo). 
El 20 de junio de 1921 un distinguido patriota pa-ceño, 
senador de la República, Dn. Abel Iturralde 
(el Centinela del petróleo chaqueño), logra que 
el Poder Legislativo apruebe la Ley Orgánica del 
Petróleo, ante el tráfico de intereses de las “Con-cesiones 
Africanas” petroleras de la aristocracia 
política boliviana con la Richmond Levering, y con la 
Standard Oil Co. y cómo ésta última toma posesión 
del territorio guaraní del Chaco boliviano y de su rique-za, 
instalándose en Bermejo, Sanandita, Caigua y Camiri 
(1921). 
24 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 25
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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(Has). de concesionarios particulares, por lo 
que podía explorar en cuatro millones de hec-táreas 
y quedarse con un millón de Has. Con 
anticipación, la Standard Oil había adquirido 
de particulares más de dos millones de hectá-reas 
adicionales en concesión. 
La ambición de la empresa transnacio-nal 
de propiedad de Rockfeller, la primera que 
se instaló en Bolivia, prácticamente se apode-ró 
de los hidrocarburos nacionales al adquirir 
otros 2.145.000 Has. que William Braden y 
uno de sus familiares compraron en Bolivia 
por 75.000 libras y revendieron a la Standard 
en tres millones de dólares. 
Para fines de 1926, el emporio acaparó 
alrededor de 7 millones de hectáreas, com-prando 
prácticamente la totalidad de antiguas 
y nuevas concesiones. 
Desde el Congreso Nacional, el cuestio-nado 
trámite fue refutado por el senador pa-ceño 
Abel Iturralde quien protestó el contrato 
con “serios visos de irregularidades”, porque 
éste sólo fue autorizado por el presidente Gu-tierrez 
Guerra y uno de sus ministros. Por su 
lucha a favor de los intereses nacionales, este 
parlamentario se hizo merecidamente acree-dor 
al título del primer “Centinela del Petróleo 
en Bolivia”6. 
6 YPFB, Libro de Oro. (1936-1996). Pag 21 
Prospección exploratoria en el campo Camiri. 
“No debemos alucinarnos con una sola empresa que tenga en 
sus manos todo el oriente boliviano. Esto ha de traer como conse-cuencia 
la absorción de la soberanía del país y la pérdida de su liber-tad. 
Yo no soy enemigo de que vengan a Bolivia empresas extranjeras. 
Lo que pido es un riguroso control que evite que una sola empresa 
monopolice toda la industria petrolera. El día que se consume una 
absorción por una sola empresa, estaremos perdidos”, decía el céle-bre 
defensor de los recursos naturales. 
Derrocado el gobierno de Gutierrez Guerra, asume la presiden-cia 
Bautista Saavedra quien ante la incursión discrecional de las em-presas 
concesionarias y las “comisiones” que ofrecían a cambio de las 
ambicionadas tierras petrolíferas, ordena la revisión de la norma en 
comparación con otras vigentes en el mundo. 
El 20 de junio de 1921, el presidente Bautista Saavedra aprobó 
la Ley Orgánica de Petróleos, que vuelve a declarar la propiedad na-cional 
de los recursos hidrocarburíferos, devolviendo al Estado la fa-cultad 
explotarlos por sí mismo o en asociación con privados. Al mis-mo 
tiempo, esta norma estipula hasta 100.000 Has. como máximo y, 
por una sola vez, las concesiones petrolíferas por un lapso de 55 años. 
Asimismo, estableció en 11% la participación sobre el producto bruto 
y se limitaron los privilegios de zona a cinco metros, implementándo-se 
el derecho de cruce de oleoductos. 
Por otro lado, en el nuevo texto legal el concesionario quedaba 
obligado a iniciar la explotación al cuarto año de firma de contrato y 
el Estado fijó para sí la potestad de establecer al quinto año un monto 
mínimo, a partir de la concesión. 
Esta ley abrió por vez primera la posibilidad de crear una em-presa 
nacional para la explotación petrolera al imponer el artículo 35 
que señala: “Si los concesionarios no extrajesen durante tres meses 
una cantidad de petróleo proporcional a la capacidad productora de 
un pozo, el Gobierno podrá extraer por su cuenta la participación que 
le corresponde”. 7 
Casi premonitoriamente, la norma señalaba en su artículo 40, 
una figura antimonopólica que resumía que el gobierno vigilaría la 
exploración y explotación de los yacimientos y fiscalizaría las opera-ciones 
de las empresas, no sólo para asegurar el pago de impuestos 
sino también para organizar convenientemente la industria en bene-ficio 
nacional, combatir el acaparamiento de la producción, transpor-te, 
almacenaje, comercio de petróleo y sus derivados. 
La Ley en referencia fijó un plazo máximo de tres años y una 
extensión máxima de 300.000 Has. para fines de exploración y la pre-rrogativa 
de elegir una quinta parte para conformar “reserva fiscal”. 
7 TAHBUB, Marwan. Las transnacionales no son socias. Por una política nacional de Hidrocarburos. 
Ed CEDIB. Pag. 225 
La Ley Orgánica de 
Petróleos fue apro-bada 
el 20 de junio de 
1921. 
26 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 27
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 
Esta legislación también señalaba que 
todo arbitraje debía resolverse en la Corte Su-prema 
de Justicia de la Nación al mismo tiem-po 
que prohibía a las empresas a no realizar 
reclamación diplomática alguna respecto de 
obligaciones, derechos y emergencias de las 
adjudicaciones y contratos. 
Por otro lado, se reivindicó y mejoró la 
figura legal sobre la caducidad al subrayar que 
si el gobierno reclamaba por incumplimiento, 
los concesionarios tenían un plazo no mayor 
a seis meses para subsanar la falta, en caso 
contrario, éste quedaba facultado para decla-rar 
la caducidad, recisión o modificación del 
contrato. Entre las causales para este efecto 
también se incluyó la defraudación de los in-tereses 
fiscales. 
Pese a la vigencia de la avanzada legis-lación 
modernizada y acorde a los intereses 
nacionales, la Standard Oil, pudo más que el 
debilitado Estado boliviano y sus autoridades, 
para ello, se valió de todo su poder econó-mico 
e incurrió en una serie de prebendas y 
corrupción de funcionarios, hasta lograr sus 
propósitos. 
La compañía transnacional de Rockefe-ller 
había comprometido invertir 50 millones 
de dólares en distintos rubros de producción, 
pero hasta 1937, sólo llegó a invertir 17 millo-nes, 
según confesaron sus propios gerentes y 
representantes. A cambio, esta empresa logró 
que se modificara la obligatoriedad contrac-tual 
de representar arbitrajes sólo ante la Cor-te 
Suprema de Justicia para extender la con-sulta 
al presidente de la Sociedad Geológica 
de Londres, en Inglaterra. 
Desde su incursión para operaciones en 
territorio nacional, la Standard no cumplió 
con sus obligaciones y urdió una serie de irre-gulares, 
evasiones y defraudación. 
Ni bien comenzó a operar en Bolivia, la 
Standard se quejó por la falta de mapas, lar-gas 
distancias, falta de una red caminera apro-piada 
y carencia de oleoductos, con lo cual 
consiguió el derecho de explorar en cuatro 
millones de hectáreas para quedarse con un 
millón, además de ampliar el contrato de 50 a 
55 años, a partir del segundo año de explora-ción. 
Un decenio después, los plazos se fueron 
razagando pues la empresa nunca entraba al 
período de explotación. 
La transnacional petrolera contaba con 
un plazo de sólo dos años a fin de identificar 
un millón de hectáreas para establecer la con-cesión 
y luego perforar un pozo cada 50.000 
hectáreas y producir dos millones de barriles 
de crudo. 
La Standard Oil inició sus operaciones 
en Bolivia en la Serranía del Candado, y des-cubrió 
petróleo en Bermejo a mediados de 
1924. Posteriormente perforó en otras estruc-turas 
descubriendo hidrocarburos en Sanan-dita 
(1926), Camiri, (1927) y Camatindi (1931). 
Instaló dos refinerías rudimentarias en Sanan-dita 
y Camiri. En total, la Standard perforó 30 
pozos de los cuales 18 fueron exploratorios. 
Esta empresa transnacional nunca tuvo inten-ciones 
de desarrollar la industria petrolera en 
Bolivia. Aparentemente, lo que buscaba era 
conseguir mercados futuros y asegurarlos. 8 
La Standard Oil, producía desde 1925, 
alrededor de dos mil barriles de crudo por 
año en la región de Bermejo. En 1926 se in-corporó, 
Sanandita con 7.000 barriles y 1927 
Camiri con 15.000 barriles, totalizando una 
producción de 40.000 barriles. En 1929 en 
medio de la crisis económica mundial, la Stan-dard 
extrajo 132.000 barriles y para 1936, la 
8 YPFB, Libro de Oro. (1936-1996). Pag 20 
Taller de la Standard Oil Company 1930. 
28 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 29
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Pozo Bermejo 2 perforado por la Standard Oil Company en 1924. 
30 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 30 
31 
transnacional había escogido 300.000 hectá-reas 
y contaba con 31 pozos.9 
En 1927, se denunció por incumplimien-to 
en el pago de patentes a la Standard que 
adujo tranquilamente no haber ingresado aún 
en período de explotación para hacerlo. 
La sumisión de los gobernantes al po-derío 
económico de la transnacional, se hace 
patente cuando el presidente Hernando Si-les 
emite el 12 julio de 1928 una Resolución 
Suprema en la que asegura que la compañía 
cumplió con todos sus compromisos, al día 
siguiente la Standard concede al gobierno el 
pago de un millón de bolivianos por concepto 
de patentes, no sin antes deducir los intereses. 
Ese mismo año, Siles mediante Resolución Su-prema 
autoriza el pago de patentes a partir de 
9 MARIACA, Enrique. Mito y realidad del petróleo en Bolivia. Ed 
Norte. 1944 
1930, independientemente de si la empresa 
producía o no petróleo, aunque ya existían ru-mores 
en sentido de que ésta producía crudo 
desde 1925 y lo contrabandeaba a través de 
un ducto clandestino hacia Argentina donde 
también mantenía operaciones. 
Es en 1932 cuando la empresa interna-cional 
recién comienza el pago de patentes 
petroleras, pero no en su totalidad, en me-dio 
de amenazas contra las autoridades bo-livianas 
y anuncios para comprar el voto de 
los magistrados de la Suprema en caso de 
demanda. Según Carlos Montenegro, la Stan-dard 
defraudó al país 26,5 millones de bolivia-nos 
entre 1924 y 1932, pero la cifra real se es-timaba 
en 85 millones si se agrega la evasión 
por regalías y otros conceptos. 
En todo el tiempo de permanencia en 
Bolivia, la compañía estadounidense alegaba 
que priorizaba la exploración durante todos 
Equipo de perforación de pozos instalado en el Chaco boliviano (1926). 
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75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 
sus años de intervención en Bolivia pero no 
habían mayores resultados sobre la produc-ción 
de petróleo. Así por ejemplo, la escasa 
producción de gasolina de la Standard era 
destinada al exterior, y un remanente en el 
país con precios internacionales que la misma 
empresa se encargaba de fijar en relación a los 
mercados aledaños que controlaba. En 1935, 
la Standard fue acusada de contrabandear la 
“producción marginal” de petróleo a través 
de un oleoducto clandestino de cuatro pul-gadas 
que traspasaba la frontera por debajo 
del puente del Río Bermejo hacia la población 
de Aguas Blancas, Argentina. Años más tarde 
en el juicio que se le instalaría, los principales 
ejecutivos de la empresa admitieron haber 
comercializado clandestinamente, por esa 
vía, 704 toneladas del producto, no obstante 
el senador argentino Alberto Arancia señaló 
que la compañía no sólo usaba el gasoducto 
sino también otros medios de transporte para 
trasladar petróleo boliviano, un informe de la 
Aduana argentina confirmaba que había ex-traído 
cuando menos, cuatro mil toneladas. 
La guerra del Chaco y los intereses transnacionales 
Al igual que muchos países de América 
Latina, Bolivia vivió momentos de auge en 
sus exportaciones de la mano del desarrollo 
del transporte ferroviario, la banca y el cre-cimiento 
urbano. En el país, la minería había 
alcanzado el pináculo de su producción tanto 
en precios como en volúmenes, las inversio-nes 
alcanzaron a más 150 millones de dólares 
y más de 27.000 trabajadores acampaban en 
áreas mineras. 
No obstante, esta bonanza era aparente, 
el país sufría un endeudamiento de 82 millo-nes 
de dólares; el gobierno se veía obligado a 
controlar el aparato recaudador en manos de 
una comisión fiscal permanente establecida 
por sus acreedores; el déficit de la balanza de 
pagos, sobresueldos, corrupción y fuga de ca-pitales 
era moneda corriente. Los otros secto-res 
de la economía se hallaban escasamente 
desarrollados. El afán de atraer capital extran-jero 
y contraer créditos presentaba complica-ciones, 
principalmente en la cobertura de ta-sas 
muy altas y en la dificultad que planteaba 
el hecho de pagar deuda con deuda. 
La crisis mundial de 1929 dejó al des-nudo 
la debilidad de la economía; la caída de 
los productos de exportación y, por ende, de 
importación llevó a una crisis severa. Más de 
siete mil trabajadores fueron expulsados de 
sus fuentes laborales, entretanto, el Estado 
redujo el gasto público, ordenó la inconverti-bilidad 
de la moneda y suspendió el pago de 
la deuda externa. La caída de sus ingresos y la 
reducción de divisas obligaron al gobierno a 
establecer una tasa de cambio múltiple. 
En este contexto, la Standard Oil no su-frió 
impacto alguno ya que no tenía relación 
con el mercado doméstico. Sin control, no 
hizo otra cosa que exportar atenida a la venta-ja 
concreta que suponía la distancia existente 
entre sus centros de producción y operacio-nes 
y el centro de influencia política adminis-trativa 
de Bolivia. 
El impacto de la crisis económica reca-yó 
en los asalariados. La desocupación, la es-calada 
de precios y la especulación tuvieron 
efectos severos. Ante esta situación agravada 
por huelgas y otras formas de protesta contra 
la Standard, el Presidente Daniel Salamanca, 
apremiado por los recursos, revisó las dispo-siciones 
gubernamentales de julio de 1928 de 
su predecesor Hernando Siles, relacionadas 
con la prórroga del período exploratorio con-cedido 
a la empresa de Estados Unidos. 
De este modo, Salamanca, mediante Re-solución 
Suprema de 2 de julio de 1932, dejó 
sin efecto la prórroga para la Standard y allanó 
el camino para que ésta pague lo que corres-pondía 
por ley, obligación que debía incluir 
el adeudo acumulado desde 1924 hasta su 
gestión. No obstante, el cobro no pudo efec-tivizarse 
por la acción legal que la Standard 
impuso ante la Corte Suprema de Justicia. 
En el campo de las relaciones diplomáti-cas, 
el gobierno de Salamanca, agobiado por 
la crisis y las presiones sociales, dio un paso 
temerario al declarar la guerra al Paraguay, 
subestimando sus fuerzas y desconociendo su 
pasado histórico, así el enclaustramiento ma-rítimo 
boliviano, producto de la derrota de la 
guerra del Pacífico (1879) se vio reforzado por 
el cierre de la salida por el río Paraguay. 
El territorio del Chaco en litigio, que era 
reclamado por Bolivia y Paraguay en medio de 
una serie de interpretaciones sobre tratados 
que legitimaban su soberanía, había concita-do 
el interés internacional motivado por dis-tintas 
versiones que daban por hecho la exis-tencia 
de hidrocarburos en la zona. 
El descubrimiento de petróleo en una 
región aledaña al Chaco influyó para que el 
problema limítrofe se complicara y quizás 
alentara el conflicto, no obstante que los re-servorios 
de hidrocarburos se encontraban en 
regiones que no estaban en disputa.10 
En este sentido, el escritor y político Pa-raguayo 
Natalicio Gonzales, citado por Sergio 
Almaraz, precisa que la conflagración bélica 
nunca habría ocurrido si en 1910, no se hubie-ra 
comprobado la existencia de yacimientos 
petrolíferos en la región, además de la con-fluencia 
de otros intereses internacionales. 
Por casualidad o azar, el contrato firma-do 
entre la Standard y el gobierno boliviano 
parecía contener una figura anticipada: “… 
En caso de guerra, el Estado puede exigir a 
la compañía venderle toda su producción al 
costo, con el recargo de un 20 por ciento por 
concepto de utilidad. A la vez que en otro 
apartado estaba vigente que en caso de in-cumplimiento 
se imponían multas y la rever-sión 
de yacimientos no explotados”. 
La transnacional estadounidense que 
operaba en Bolivia, estaba presente en el 
norte de Argentina y el Paraguay donde se 
disputaba el control de mercados con la an-glo 
holandesa Royal Dutch Shell, en procura 
de controlar la exportación de crudo boliviano 
por el Atlántico, vía Río de la Plata. 
“Así frente a la ambición de la Royal 
Dutch Shell, estaba la de la Standard Oil, espe-rando 
que su apoyo a un Paraguay triunfante 
10 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA. La nacion-alización 
del siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 
Pag. 26 
32 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 33
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Combatientes en una trinchera defendiendo la integridad nacional. 
Tcnl. GERMÁN BUSCH 
(Expresidente de Bolivia) 
“Vamos pues a reafirmar la nacionalización 
de los petróleos, ya que todos los que estuvi-mos 
en el Chaco en las horas de peligro, he-mos 
podido experimentar la inconveniencia 
de que esta riqueza estuviese en manos de 
capitales extranjeros. El petróleo boliviano va 
a ser explotado por el Estado, porque así lo 
exigen los altos intereses nacionales”, Tcnl. 
Germán Busch (1936-1939) 
Reclutamiento para la Guerra del Chaco 1932. 
34 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 35
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Soldados en una planidicación. 
en la Guerra pueda repercutir en abrir el ca-mino 
del Río de la Plata para la exportación 
de crudo, como en mejores condiciones de su 
explotación ya fuera del control boliviano”. 11 
La petrolera norteamericana fue cues-tionada 
por haber mostrado una actitud de 
traición a la patria durante el conflicto béli-co 
que enfrentaron Bolivia y Paraguay, des-de 
1932 por el control del Chaco Boreal. En 
la contienda, esta empresa no sólo continuó 
exportando combustibles, sino que además 
trasladó gran parte de sus materiales y equi-pos 
a la Argentina. 
Aunque la Standard anunciaba a los 
cuatro vientos una aparente neutralidad en 
la guerra, no sólo fue desleal con Bolivia sino 
11 TAHBUB, Marwan. Las transnacionales no son socias. Por una 
política nacional de Hidrocarburos. Ed CEDIB. Pag. 229 
que además saboteó la movilización del Ejér-cito 
boliviano que debía recorrer desde el al-tiplano, 
la parte central del territorio nacional, 
hasta llegar a los arenales chaqueños. 
Esta compañía, se atrevió a subir el pre-cio 
del galón de la gasolina de 19 a 60 centa-vos 
por la supuesta influencia del abogado de 
la Standard Oil, Carlos Calvo.12 Aunque se lee 
en la prensa de la época un desmentido sobre 
esa información difundida por el representan-te 
de la compañía en Bolivia W.B. Blocker. 13 
La mayor indignación nacional se produ-jo 
cuando esta compañía estadounidense se 
negó a producir el combustible de aviación 
para las naves de guerra bolivianas, bajo la 
12 ULTIMA HORA, 13 de noviembre 1933 
13 LA RAZÓN, 14 de noviembre de 1933 
excusa de “carencia de recursos técnicos ne-cesarios”. 
Entre tanto, se dio a la tarea de des-viar 
petróleo hacia territorio argentino, donde 
lo vendió como derivado para el consumo de 
los motorizados del ejército paraguayo. Por 
este motivo, el gobierno boliviano se vio obli-gado 
a tomar sus refinerías y contratar a los 
ingenieros Jorge Muñoz Reyes y Guillermo El-der 
Bell para dirigir la producción. 
En mérito al insistente reclamo del Ing. 
Guillermo Elder Bell que envió una carta, el de 
2 de mayo de 1933, al Presidente Salamanca, 
por intermedio del Gral. Hans Kundt, Coman-dante 
de las FF.AA., el Ejército Boliviano se 
hizo cargo de las refinerías de Camiri y Sanan-dita 
que fueron administradas por el profesio-nal 
cruceño en plena conflagración armada. 
Bajo su dirección se logró obtener gaso-lina 
de aviación de 80 octanos en la refinería 
de Camiri, con lo cual la aviación boliviana 
pudo operar en la guerra contra Paraguay. 
Posteriormente, Elder Bell, coadyuvó en la 
ampliación de las refinerías de Camiri, logran-do 
que se produzca en la década de los años 
40 hasta 1.200 barriles por día y en Sanandita, 
hasta 600 barriles por día. 
Los testimonios de la época revelan que 
el boicot de la empresa extranjera llegó a tal 
extremo que se negó a prestar un tractor para 
desatascar decenas de camiones bolivianos 
que transportaban tropas y vituallas. Asimis-mo, 
se denunció que a “título de neutralidad” 
arrojó al río herramientas que precisaba el 
Ejército Nacional. 
Toma de posiciones de las tropas del Ejército boliviano durante el conflicto bélico con Paraguay. 
36 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 37
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 
“La petrolera estadounidense ya había 
exhibido su política indolente y sus actitudes 
de desacato y hasta traición a la patria. No 
sólo le había negado al gobierno boliviano un 
anticipo para financiar la preparación de las 
Fuerzas Armadas, sino que había rehusado 
pagar a sus empleados, llamados a filas, el 
50% de sus salarios como lo hacían todas las 
empresas del país acatando lo dispuesto por 
las autoridades. 
De esta forma, quedaron en evidencia 
los rasgos más execrables del comportamien-to 
de la transnacional, en plena guerra, hacia 
Bolivia, país que le había concedido el privile-gio 
monopólico de la explotación de la riqueza 
petrolífera de su subsuelo.14 
“Detrás de su actitud estaba su conside-ración 
de que la guerra estaba perdida para 
14 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA. La nacion-alización 
del siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 
Pag. 27 
Bolivia y suponía que el triunfo paraguayo 
podía determinar la apropiación de estos ya-cimientos 
por lo tanto tenía que trabajar para 
que la parte paraguaya respetase sus conce-siones 
vigentes”. 15 
La conflagración entre Paraguay y Bo-livia 
culminó el 12 de junio de 1935 con un 
saldo de 90.000 hombres muertos, 50.000 
Bolivianos y 40.000 Paraguayos. “…El telón 
fue levantado para la guerra del Chaco. Dos 
pueblos empobrecidos disputándose la pro-piedad 
de una riqueza que ya habían perdido 
varios años antes. Dos pueblos manejados por 
titiriteros desde Nueva York y Londres”, resu-mía 
Sergio Almaraz 16. 
15 TAHBUB, Marwan, Las transnacionales no son socias, página 
229 
16 TAHBUB, Marwan, Las transnacionales no son socias, página 
105 
La generación nacionalista de la post guerra 
Entre las consecuencias de la guerra del 
Chaco estuvo la irrefrenable convicción de 
que toda Bolivia había sido conducida a un 
desastre por intereses económicos extranje-ros, 
cuya única razón de permanencia en el 
país era el despojo de sus recursos naturales 
para lucro fuera de sus fronteras. 
La conciencia de que los intereses de 
consorcios internacionales habían primado a 
la hora del desencadenamiento del conflicto 
bélico con Paraguay estuvo asociada a la con-vicción 
de que la Standard Oil, en los cerca de 
quince años que estuvo operando en Bolivia, 
no había producido lo esperado ni invertido 
lo acordado. 
En medio de este despertar de la con-ciencia 
nacional, en distintas esferas de la so-ciedad, 
el golpe de Estado del 17 de mayo de 
Defensores del Chaco en Villa Montes (1935). 
1936, marcó un momento de inflexión en la 
historia nacional por recuperar para los boli-vianos 
lo que en pleno derecho les pertenecía. 
Protagonizado por un grupo de militares 
que participaron en la contienda del Chaco, 
ésta asonada, que terminó abruptamente con 
la presidencia de José Luis Tejada Sorzano; 
marcó el inicio de un gobierno que desde la 
oficialidad vivió en carne propia los horrores 
del conflicto armado, era la expresión de un 
sentimiento unificador de enmienda a años 
de administración irresponsable del Estado, 
que había ido tomando visos de cínica compli-cidad 
con intereses económicos foráneos. 
Convenido por este grupo cívico militar 
nacionalista encabezado por Germán Busch, 
un heroico oficial de la Guerra del Chaco, el 
gobierno del general David Toro Ruilova –otro 
militar destacado en esa contienda- firmó el 7 
de junio de 1936 la caducidad de las concesio-nes 
que no se hubiesen apegado estrictamen-te 
a la Ley de 1921. Esta acción, sin embargo, 
no afectaba directamente a la Standard Oil, ya 
que la petrolera tenía suficiente poder como 
para salir airosa legalmente y aún falsear di-cho 
apego. 
Empero, los días de la Standard en Boli-via 
estaban contados. A raíz de la promulga-ción 
en octubre de 1936, de una nueva norma 
jurídica que reemplazaría a la mencionada Ley 
Orgánica, y no sin antes haber obtenido va-rios 
beneficios, la empresa estadounidense se 
prodigó apoyo internacional para hacer frente 
a su inevitable expulsión. 
La nueva norma jurídica transformaba 
las concesiones petroleras en adjudicaciones 
y fijaba rebajas de patentes; además estable-cía 
la disminución de regalías del 11 al 9 por 
ciento y otorgaba una prórroga indefinida al 
tiempo de exploración. En cuanto a la tasa 
impositiva la Ley establecía en 30 centavos 
de Boliviano la patente anual por pertenencia 
original y en diez centavos de Boliviano la per-tenencia 
prorrogada. 
La pertenencia en producción, según lo 
establecía este ordenamiento, debía pagar 20 
centavos de boliviano antes de los ocho años 
y 80 centavos a partir del octavo año. A su 
vez, establecía que el Estado debía participar 
con el nueve por ciento del producto bruto, y 
que el transporte de la regalía iba a hacerse a 
38 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 39
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Camiri, década 1904. 
precio de costo al igual que su refinación, más 
un cinco por ciento. 
Esta ley promulgada por el gobierno de 
Toro, en comparación con la de 1921, rebaja-ba 
las patentes en el porcentaje de las regalías 
y entregaba la producción a perpetuidad. Para 
muchos especialistas, con esa rebaja, el go-bierno 
dejó clara su convicción de que, para-lelamente 
a la cancelación de las operaciones 
de la Standard en el país, había que mantener 
la atracción de capitales y permitir cierto mo-vimiento 
a esa compañía. 
De acuerdo a testimonios de la época, 
Toro no era muy versado en materia petrole-ra 
como tampoco ninguno de los miembros 
de su Gabinete. De todos modos, esta acción 
encontró cerrada resistencia entre los milita-res 
progresistas liderados por el Tncl. Germán 
Busch y otros ex combatientes recién integra-dos 
a la vida civil nacional. 
Es en esta coyuntura histórica cuando 
entran en escena, Dionisio Foianini Banzer 
quien junto a otros profesionales y enten-didos 
como Humberto Vasquez Machicado, 
Jorge Muñoz Reyes, Guillermo Mariaca, José 
Lavadenz, Gustavo Chacón y otros habían tra-tado 
de mentalizar a las autoridades guberna-mentales 
sobre el perjuicio de la medida y la 
importancia de crear una empresa petrolera 
estatal que impidiera que los hidrocarburos 
fueran manejados discrecionalmente por in-tereses 
foráneos. 
La fundación de YPFB 
El horror de una guerra injusta, los erro-res 
históricos de una pírrica clase política que 
se decía liberal sin visión de país y el abuso 
de las élites coludidas con los intereses trans-nacionales, 
catalizaron un proceso de madura-ción 
de la conciencia nacional que buscaba un 
cambio político y social con nuevas estructu-ras 
y administración. 
El cambio provino de círculos militares, 
sectores intelectuales, profesionales y sindica-les 
de las clases media y baja. 
El centro del debate en la sociedad bo-liviana 
de la post guerra fue el petróleo y su 
futuro como factor de desarrollo y viabilidad 
nacional. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bo-livianos, 
nació de las cenizas de la Guerra del 
Chaco. La inmolación de 50.000 hombres de-fendiendo 
la riqueza petrolera, sirvió de mar-co 
al inicio de la entidad petrolera boliviana. 
Dos personajes promovieron la creación 
de YPFB, el héroe de la contienda del Chaco, 
Teniente Coronel de Ejército, Germán Busch 
40 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 41
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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y el destacado profesional, hijo de migrantes 
italianos, Don Dionosio Foianini Banzer. 
El cruceño Foainini Banzer, doctor en 
Química General de la Unidad de Pavía (Ita-lia), 
concibió el proyecto de creación de la em-presa 
petrolera boliviana desde sus primeros 
años de universitario, avizorando el horizonte 
de la industria petrolera nacional. Estructuró 
y fortaleció a la nueva empresa, hasta 1939. 
“Mi vida abundó en inquietudes y esperanzas, 
y al repasar mis papeles, cargados de recuer-dos 
y de historia, me satisface que algunos 
proyectos alcanzaron su objetivo”, señalaba 
el impulsor de la industria boliviana de los 
hidrocarburos en su autobiografía “Misión 
Cumplida”17 
Otro cruceño notable, Germán Busch, 
con la firme convicción y decisión apoyó el 
17 Citado por Personajes Notables de Santa Cruz, El Día, 1995. 
emprendimiento de la creación de la empresa 
estatal del petróleo. Su gobierno se caracteri-zó 
por ubicar al petróleo como nueva palanca 
para el desarrollo del país. 
“Vamos pues a reafirmar la nacionali-zación 
de los petróleos, ya que todos los que 
estuvimos en el Chaco en las horas de peligro, 
hemos podido experimentar la inconvenien-cia 
de que esa riqueza estuviese en manos de 
capitales extranjeros. El petróleo boliviano va 
a ser explotado por el Estado, porque así lo 
exigen los altos intereses nacionales”, resumía 
Germán Busch18, el heroico y joven oficial del 
Ejército boliviano miembro e impulsor de una 
corriente ideológica comprometida con los in-tereses 
de la patria. 
Aquel histórico, 21 de diciembre de 
1936, con el apoyo de Germán Busch, Dionisio 
18 Almaraz Sergio, El Petróleo en Bolivia. obra citada, p. 105 
Recorte del periódico “La Calle”, publicado el 30 de 
diciembre de 1936. 
Foianini visitó al Presidente Toro en Palacio de 
Gobierno con el proyecto de Decreto Supre-mo 
en la mano, quien luego de discutirlo bre-vemente, 
lo firma inmediatamente, después 
Don Gustavo Chacón se encargó que los fir-maran 
todos los ministros. 
Así nació YPFB ante el enorme desafío 
de proyectar el futuro de la naciente industria 
petrolera y la impostergable misión de desa-rrollar 
la producción petrolera para mejorar 
la economía nacional. Su vocación de servicio 
productivo se plasmó tanto en el decreto de 
su creación como en sus primeros estatutos 
aprobados, poco tiempo después. 
La fundación de Yacimientos Petrolíferos 
Fiscales Bolivianos (YPFB) fue casi ignorada 
por la prensa contralada por la rosca minero-feudal. 
Quizá la mejor forma de describir, el 
regocijo que provocó en el país, la creación 
de la empresa estatal se refleja en una nota 
fechada el 30 de diciembre de 1936 por el pe-riódico 
La Calle. 
“El gobierno socialista acaba de mostrar 
una vez más el amplio espíritu que le anima 
luchar por la independencia económica de 
la nacionalidad y por fomentar su progreso. 
Con fecha 21 de los corrientes ha promulga-do 
un Decreto Ley que crea una entidad fis-cal 
llamada ´Yacimientos Petrolíferos Fiscales 
Bolivianos (Y.P.F.B) la cual se encargará de la 
exploración, explotación, y comercialización 
del petróleo y de sus derivados. 
No se trata de una empresa privada 
puesta al servicio de sórdidos intereses y va-liéndose 
de inconfesables medios. No; es el 
Estado mismo, que en pleno ejercicio de sus 
derechos de soberano quiere independizar la 
patria de la tiranía extranjera que nos raciona 
el combustible cuando podríamos bastarnos a 
nosotros mismos y aún exportar a los vecinos. 
La nueva entidad está constituida por el Esta-do 
que al asumir tan noble y desinteresado 
papel, cumple sus más elementales deberes 
de tuición y de ayuda al pueblo todo. 
Corren por ahí libros, folletos y artículos 
de prensa, presentando al petróleo como una 
materia folletinesca, debido a los medios y 
tramas horribles, intrigas turbias y personajes 
de opereta que bailan en ellos al son del oro 
extranjero. El significado que tiene el petróleo 
le ha convertido en materia objeto de toda 
maquinación y que para obtenerlo no se re-troceda 
ante nada. 
Ello era necesario que tenga un término 
en nuestro país. Hoy no serán ya aventureros 
de dudosa filiación nacional u oscuro pasado 
los que vengan a manosear nuestra riqueza 
petrolera, cual ha sido hasta el presente. La 
experiencia del petróleo boliviano es dema-siado 
dolorosa para que volvamos a caer en 
los mismos errores. Compañías riquísimas y 
otras que no eran sino fantasías creadas en al-gún 
escritorio famélico, luchaban sin cuartel y 
con todos los medios del más bajo rufianismo, 
por tener su parte en esa danza de acciones 
que subían y bajaban en las cotizaciones de la 
bolsa y con ellos dando pingües ganancias a 
costa del buen nombre y la riqueza de Bolivia. 
El Supremo Gobierno con un alto espíri-tu 
de comprensión de sus deberes ha creído 
que era tiempo ya de que eso terminara y ha 
asumido por sí mismo el control del petróleo 
en toda la República, ya que prácticamente es 
el significado de los Y.P.F.B. 
Las compañías privadas consolidadas 
ya, tendrán su rol de acuerdo a sus contratos, 
pero ya no serán los omnipotentes organis-mos 
de antes, y tendrán que sujetarse a cum-plir 
sus obligaciones dentro de un criterio na-cional 
y no de sus propios intereses. 
La entidad Y.P.F.B es del Estado, o sea 
es el Estado mismo, pero funcionará como si 
fuera independiente, con su personería jurídi-ca 
y autonomía propia, pudiendo desempeñar 
en todo caso las funciones de una compañía 
privada, pero siempre al servicio del Estado. 
La industrialización de Bolivia tiene 
que ser obra del petróleo, y ello sólo puede 
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75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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El Primer Directorio de YPFB, de izquierda a derecha: 
Jorge Muñoz Reyes, Humberto Vasquez M., Dionisio Foianini, José Lavadenz y Guillermo Mariaca. 
hacerse por medio de los Y.P.F.B. que no pre-tendiendo 
ganar millones para que favorezcan 
al extranjero, puede ir hasta zonas no comer-ciales, 
peor que necesitan de su acción directa 
con el fin de favorecer así a la República en to-dos 
su componentes y no los apetitos de unos 
cuantos. 
La entidad que acaba de crearse nece-sita 
para su desenvolvimiento del apoyo y 
concurso de la nacionalidad toda. El gobierno 
da y plantea su creación y realización. Soste-nerla 
fomentarla y engrandecerla será la obra 
de todos los bolivianos. Fe y decisión hay que 
poner en su apoyo y tengamos todos, la plena 
seguridad de que los Y.P.F.B, serán el baluarte 
más fuerte y desinteresado de nuestra libera-ción 
y el fundamento más granítico de nues-tro 
progreso. 
En nuestro rol de periodistas indepen-dientes 
y que seguimos con mirada atenta e 
imparcial el desarrollo del programa de actos 
que actualmente realiza el gobierno socialista, 
hemos tenido alguna vez que apuntarle nues-tra 
disconformidad con algunas cosas, pero 
esta vez aplaudimos sin reservas este paso 
que juzgamos trascendental para nuestra vida 
republicana. 
Consideramos que es una efectividad 
real y verdadera de lo que es el socialismo 
de Estado, pues constituye un atajo a cierta 
industria privada que quiere supeditar a la 
nación misma en sus más altos y sagrados 
intereses. Llenando una necesidad sentida 
de nuestra estructura económica, vienen los 
Firmas de Dionisio Foianini y Guiller-mo 
Mariaca, en el Acta de la Primera 
Sesión del Directorio de YPFB que 
se realizó el 31 de diciembre de 
1936 a partir de Hrs. 17:00. 
Y.P.F.B. a abrir una nueva era en los destinos y 
horizontes de la patria”.19 
En ese contexto nace Yacimientos Pe-trolíferos 
Fiscales Bolivianos (YPFB) como 
entidad autárquica y con personería jurídica 
propia, encargada de explorar, explotar y de-sarrollar 
el rubro hidrocarburífero. 
Pocos meses después, en mayo de 1937, 
el gobierno de Toro emitió la Ley Orgánica de 
YPFB, cuyo instrumento legal incluyó las fun-ciones 
y privilegios, aspectos largamente an-helados. 
Los intereses petroleros del Estado 
pasaban a tuición de YPFB, al tiempo que los 
yacimientos petrolíferos eran declarados re-serva 
fiscal. La nueva empresa debía organizar 
19 La Calle, miércoles 30 de diciembre de 1936, página 7 
y dirigir la industria petrolera, además de ase-sorar 
en la materia a particulares ante las dis-tintas 
instancias del Estado. 
La petrolera estatal, nació dotada de 
plena autonomía en su presupuesto. Podía 
realizar importaciones de petróleo y sus deri-vados 
con el objetivo de cubrir la demanda del 
mercado interno cuando fuese necesario. Del 
mismo modo, estaba autorizada a explotar y 
comercializar en forma directa o en sociedad, 
previa aprobación del gobierno. En cuanto 
a las utilidades líquidas, YPFB debía percibir 
montos proporcionales a por lo menos el 20 
por ciento de las mismas como fondo de in-cremento 
y reserva. Su contabilidad debía ser 
revisada periódicamente por la Contraloría de 
la República. 
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75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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La primera Nacionalización 
El primer directorio de la estatal YPFB 
abordó el tema de la nacionalización de los 
hidrocarburos. “El ingeniero Jorge Muñoz Re-yes, 
manifestó que había realizado un estudio 
completo de todos los antecedentes relativos 
a la situación de la Standard Oil Co. y había 
llegado a la conclusión de que se imponía la 
caducidad de todas las propiedades de esta 
compañía, caducidad que debía dictarla el Su-premo 
Gobierno y que importaba la pérdida 
ipso-juri de todos los bienes de esta compañía 
tuviera en el territorio de la República”. 20 
La base del futuro Decreto sobre la ca-ducidad 
de las concesiones de la Standard Oil, 
tiene fundamento jurídico en la cláusula 18 
del contrato de 1920 en la que “indicaba que 
cualquiera (sic) defraudación de los intereses 
fiscales por parte de los capitalistas importaba 
para éstos la pérdida de todos sus bienes sin 
derecho a indemnización alguna y que como 
esa cláusula no había sido expresamente mo-dificada 
en el contrato del 22 (del 27 de julio 
de 1922), y que estaba plenamente probada la 
defraudación de los intereses fiscales por par-te 
de la compañía por dos conceptos que son: 
exportación clandestina de petróleo sin haber 
entregado la participación correspondiente 
al Estado y ocultación de estar en el perío-do 
de producción para no pagar las patentes 
20 Manuscrito del Acta de la Novena Sesión del Directorio de 
YPFB, 26 de febrero de 1937 
correspondientes a este período, era de ley y 
derecho proceder a tal acción”. 
La fundamentación para la caducidad de 
las concesiones de la Standard Oil fue elabo-rada 
por Muñoz por encargo del directorio de 
YPFB, documento que fue remitido al “Supre-mo 
Gobierno” de la Junta Militar encabezada 
por el Coronel David Toro. 
En vísperas de la primera nacionaliza-ción 
de los hidrocarburos, la décima sesión 
del directorio de la estatal petrolera del 12 de 
marzo de 1937, acordó por unanimidad pasar 
de inmediato un memorándum a conocimien-to 
del Presidente de la República y del señor 
Ministro de Minas y Petróleo con todas las re-servas 
del caso. 
La misión fue encomendada a Dionisio 
Foianini para que se entreviste con el Coronel 
Toro ese mismo día para exponerle la impor-tancia 
de una pronta resolución sobre el parti-cular, 
ya que, si la Standard Oil llegaba a saber 
los detalles contenidos en el mencionado me-morándum 
trataría de desvirtuar la acción que 
podría tomar el Gobierno. 
De acuerdo al documento de Jorge Mu-ñoz 
“se comprueba la mala fe de la compañía 
al negar en 1927 y 1928 producción alguna 
con el fin de no pagar al Estado las patentes 
correspondientes al período de explotación 
que se le cobraban y no entregar la regalía res-pectiva. 
El hecho de eludir el pago de patentes 
devengados utilizando medios dolosos es un 
La caducidad de las conseciones de la Standad Oil. (El Diario 1937) 
caso típico de defraudación consciente. Que 
probada que ha sido la defraudación, no cabe 
otra cosa que aplicar la sanción correspon-diente, 
prescrita en la citada segunda parte 
de la clausula 18 del contrato Richmond Le-vering. 
El Ejecutivo debe dictar la caducidad 
de The Standar Oil Co. of Bolivia y debe tomar 
posesión de todos los bienes de la extinguida 
compañía en defensa de los intereses del Es-tado 
y en cumplimiento de clausula expresa 
de un contrato bilateral que es la Ley entre las 
partes”. 
Si bien, el decreto Ley emitido, el 7 de 
junio de 1936, por la administración de David 
Toro respetaba las concesiones de la Standard, 
a la vez nacionalizaba la comercialización, 
transporte y exportación de petróleo y sus de-rivados 
en el país. Esta medida dejaba a su vez 
en manos de YPFB las responsabilidades de 
exploración y explotación, pero sólo en zonas 
designadas. 
De hecho, el 16 de enero de 1937, otra 
medida del presidente Toro, asigna a YPFB la 
totalidad del territorio nacional con excepción 
de las concesiones de la Standard. Como hu-biese 
sido, tras varias reuniones efectuadas 
para sopesar la medida y medir sus efectos, 
finalmente el 13 de marzo de 1937, el gobier-no 
de Toro dictó una Resolución Suprema que 
declaraba la caducidad de las concesiones 
petroleras de la Standard Oil y la reversión de 
todos sus bienes al Estado Boliviano. 
“(…) aunque el término no fue utilizado 
como tal y tampoco el término confiscación, 
sino que el 13 de marzo del mismo año de 
1937, se declara la caducidad (por incumpli-miento 
de contrato) de las concesiones de la 
Standard Oil para que, el 30 de abril sean ad-judicadas 
con carácter definitivo a Yacimien-tos 
Petrolíferos Fiscales Bolivianos todos los 
bienes, acciones y derechos que pertenecie-ron 
a la extinguida Standard Oil Co. of Bolivia”. 
21 
21 TAHBUB, Marwan, Las Transnacionales no son socias, Pág. 
232 
46 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 47
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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La Resolución Suprema de la nacio-nalización 
de los hidrocarburos a la que se 
hace referencia señala textualmente: 
La Paz, 13 de marzo de 1937 
VISTOS: Los obrados del proceso contra The 
Standard Oil Co. Of Bolivia por defrauda-ción 
de los intereses fiscales; y 
CONSIDERANDO: Que por la documenta-ción 
presentada por The Standard Oil Co. 
Of Bolivia, se comprueba plenamente la 
producción de petróleo en los pozos Ber-mejo 
en 1925 y 1926 y su exportación del 
territorio de la República; 
Que en el año 1928 la citada Compañía, al 
exigírsele el pago de patentes petroleras 
correspondientes al período de explotación, 
manifestó en varios escritos no haber pro-ducido 
petróleo y más aún no estar en po-sibilidad 
de producirlo, siendo así que tenía 
evidencia de lo contrario puesto que había 
autorizado la exportación de este producto 
desde el campamento Bermejo en Bolivia al 
de Agua Blanca en la Argentina; 
Que ratificó su negativa de haber produci-do 
petróleo con el hecho de no entregar las 
liquidaciones semestrales a las que estaba 
obligada en virtud de su contrato, manifes-tando 
más bien, que no había producción y 
por tanto no había lugar a presentar ningu-na 
liquidación; 
Que a base de estas falsas afirmaciones 
eludió el pago de patentes y la entrega 
de la regalía correspondiente al Estado, 
defraudando los intereses fiscales en forma 
manifiesta; 
Que el contrato suscrito con esta Compañía 
en 27 de julio de 1922, no es sino una acla-ración 
del contrato anterior sobre el mismo 
asunto firmado en 1920 con Richmond Le-vering 
and Co., ya que en 1922 no era po-sible 
suscribir legalmente un contrato en 
contraposición expresa de la Ley Orgánica 
de Petróleos de 1921, y que en vista de ello 
The Standard Oil Co., explicó que no se tra-taba 
de un nuevo, sino de la subrogación 
del de Richmond Levering and Co., que era 
anterior a la Ley, sin rescindirlo ni dejarlo 
sin efecto; 
Que en la cláusula décima octava del con-trato 
de Richmond Levering and Co., se 
estipula que el Gobierno podrá declarar su 
caducidad o rescisión administrativamente, 
por defraudación de los intereses fiscales; 
caducidad que importa para los capitalistas 
la pérdida de todos los derechos a los bie-nes 
que tuvieran en el país, los que pasan a 
propiedad exclusiva del Estado; 
Que mientras se define la forma en que el 
Estado administrará los campamentos pe-troleros, 
pozos y refinerías de The Standard 
Oil Co., con todos sus anexos, enseres, útiles 
etc, éstos podrán ser manejados por YPFB; 
SE RESUELVE: Declárese la caducidad de 
todas las propiedades de The Sntandard Oil 
Co. of Bolivia, dentro del territorio de la Re-pública, 
por defraudación comprobada de 
los intereses fiscales. 
PETRÓLEO en Bolivia 
El primer presidente y fundador de YPFB, Dionisio Foianini y los pioneros de la estatal petrolera, Camiri 1937. 
Todos los bienes de la Compañía menciona-da 
que se hallaren en territorio boliviano al 
tiempo de dictarse la presente Resolución, 
pasan a propiedad del Estado. 
Hasta que el gobierno lo crea conveniente, 
quedará encargada de la administración y 
manejo de todos los bienes de la Compañía, 
que en virtud de esta caducidad pasan a po-der 
del Estado, a la entidad oficial Yacimien-tos 
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). 
Regístrese, transcríbase a quien correspon-da 
y archívese. 
Fdo. D. Toro R. a: Ichazo – General Guillen 
– E. Finot – F. Campero – Tcnl. Viera G. o 
Moscoso – J. Paz C. – L. Añez – Tabera. 
Esta Resolución Suprema entró en eje-cución 
el 15 de marzo de 1937. “Los señores 
Foianini y Muñoz Reyes, dieron cuenta de 
que el día anterior a horas quince y media 
(sic) se había dado ejecución a la Resolución 
Suprema de trece de marzo habiéndose no-tificado 
con ella al Gerente de la Standard 
Oil Co. of Bolivia y previa acta circunstan-ciada 
fueron cerradas las oficinas”. 22 
Dos días después fueron reabiertas las 
instalaciones de la compañía estadouniden-se 
ubicada en la calle Potosí No. 169 de la 
ciudad de La Paz. Más tarde, YPFB tomó po-sesión 
de los campamentos y refinerías que 
poseía la Standard Oil en Sanandita y Camiri 
con ayuda de efectivos militares acantona-dos 
en la región. Acto seguido comenzó el 
derrotero de la estatal del petróleo que a lo 
largo de su historia supo sortear los obstá-culos 
que los gobiernos de turno y los gol-pes 
de Estado le pusieron en su camino. 
22 Manuscrito del Acta de la Undécima Sesión del Directorio 
de YPFB, 16 de marzo 1937 
48 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 49
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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of Bolivia de propiedad fiscal y Yacimientos 
Petrolíferos Fiscales Bolivianos, constitui-dos 
por el Estado mismo, no existe incom-patibilidad 
ni inconveniencia alguna en que 
aquellos pasen a ser propiedad definitiva de 
éstos y que antes bien, así se cumple con el 
deber del Fisco de ayudar a dicha entidad 
fiscal petrolera: 
Por tanto en Consejo de Ministros, 
DECRETA: Art. 1º.- Se adjudica, con carácter 
definitivo a Yacimientos Petrolíferos Fisca-les 
Bolivianos, todos los bienes, acciones y 
derechos que pertenecieron a la extinguida 
The Standard Oil Co. of Bolivia y que pasa-ron 
a propiedad fiscal en virtud de la R.S. de 
Art. 2º.- El régimen a seguirse con estos bie-nes, 
acciones y derechos adjudicados, será 
el mismo que determina la Ley Orgánica 
de YPFB en ejercicio de sus actividades en 
general y relaciones con el Estado en par-ticular. 
El señor Ministro de Estado en el Despacho 
de Minas y Petróleo, queda encargado de 
la ejecución y cumplimiento del presente 
Decreto. 
Es dado en el Palacio de Gobierno de La Paz, 
a los treinta días del mes de abril de mil no-vecientos 
PETRÓLEO en Bolivia 
El 30 de abril de 1937 el Presidente 
de la Junta Militar de Gobierno, adjudicó a 
YPFB todos los bienes, acciones y derechos 
de The Standard Oil Co. 
Coronel David Toro R. 
Presidente de la Junta Militar de Gobierno 
CONSIDERANDO: Que el Gobierno de la Re-pública 
en cumplimiento de sus deberes y 
en ejercicio de sus legítimas atribuciones, 
dictó el Decreto de 21 de diciembre de 1936, 
creando la entidad Yacimientos Petrolíferos 
Fiscales Bolivianos (YPFB). 
Que en Resolución Suprema de 13 de marzo 
de 1937, al declarar caducas las concesio-nes 
de The Standard Oil Co. y de propiedad 
fiscal todos los bienes, acciones y derechos 
a la citada Compañía, se encomendó su ad-ministración 
a Yacimientos Petrolíferos Fis-cales 
Bolivianos: 
Que dentro del ejercicio de las actividades 
inherentes a su propia índole, YPFB tiene 
necesidad de los bienes, acciones y dere-chos 
de la extinguida Compañía, para su ex-plotación 
y comercialización, garantías de 
crédito, etc de acuerdo a sus características 
de entidad industrial comercial del Fisco: 
Que siendo los citados bienes, acciones y de-rechos 
de la ya caduca The Standard Oil Co. 
13 de marzo de 1937. 
treinta y siete años. 
YPFB, en sus primeros años, abastecía combustibles al mercado interno en forma manual. 
50 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 51
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Jhon D. Rockefeller. 
Contraofensiva transnacional 
Golpeada como pocas veces, la empresa 
transnacional planteó una contraofensiva le-gal. 
Sus asesores llegaron a la conclusión de 
que lo más conveniente para sus intereses era 
recurrir a la propia Corte Suprema de Justicia 
de Bolivia, acción que inició más de un año 
después que el gobierno nacionalista dispu-siera 
su salida. Entre tanto, la transnacional 
apeló a todas sus influencias, chantajes y so-bornos. 
Paralelamente, la Standard Oil desen-cadenó 
una campaña de desprestigio inter-nacional 
sobre Bolivia, estigmatizando al go-bierno 
del coronel David Toro como anárquico, 
autoritario y extremista e inculpando al país 
de poco serio y no garante de las inversiones 
privadas. La intimidación llegó al extremo de 
plantear una acción de intervención del De-partamento 
de Estado de EE.UU. 
Después de insistir y llegar a ofertar “un 
arreglo” con el pago de adeudos con alguna 
indemnización, la compañía estadounidense 
recurrió, un año después de la nacionalización, 
a la Corte Suprema de Justicia en demanda de 
la nulidad de la Resolución Suprema del 13 
de marzo de 1937. El 8 de marzo de 1939, la 
máxima instancia de la justicia boliviana decla-ró, 
en primera y única instancia, “improceden-te 
e inadmisible” las demandas iniciadas. 
La Suprema subrayó que la empresa brindó 
información falsa sobre los volúmenes produ-cidos 
y la calidad del petróleo hallado, además 
de una sobredimensión de las inversiones rea-lizadas 
con el fin de establecer el precio de la 
gasolina en 29 centavos el litro para su venta 
al Estado y su renuencia por incrementar la 
producción de gasolina de aviación cuando el 
Estado boliviano se hallaba en plena guerra, 
estableciendo un precio especulativo para los 
combustibles requeridos. 
La transnacional pidió la revocatoria y 
enmienda. El 14 de marzo de 1939, la máxi-ma 
instancia de la justicia boliviana emitió un 
auto complementario en el que “la sentencia 
causa estado e importa cosa juzgada irreversi-ble; 
en cuya consecuencia declaró no ha lugar 
ni a la revocatoria ni a la enmienda pedidas”. 
Durante su estadía en el país, la Standard 
Oil realizó varios estudios geológicos de super-ficie, 
perforó en 14 estructuras y descubrió 
cuatro campos productores: Bermejo, Sanan-dita, 
Camiri y Camatindi. Sin embargo, a raíz 
de su expulsión, sustrajo toda la información 
técnica y operativa de estos campos. 
En función a la sentencia que la Stan-dard 
Oil manipuló en los estrados judiciales 
bolivianos, a principios de enero de 1942 lo-gró 
uno de sus principales objetivos; el com-promiso 
de Bolivia de reconocer el pago, por 
concepto de indemnización de $us 1.750.000, 
más $us 250.000 por intereses, según Guiller-mo 
Mariaca. Todo bajo la figura de un conve-nio 
interinstitucional de compra de planos y 
estudios sobre la caduca concesión. 
Pese a las protestas en distintas esferas 
políticas del país, el mencionado acuerdo fue 
aprobado mediante una Resolución Suprema 
emitida a fines de ese mismo año, durante el 
gobierno del presidente Enrique Peñaranda. 
Con esa medida, la Standard Oil logró 
anotarse una gran victoria en su historial. Dio 
muestras de que aun después de ser expul-sada 
de Bolivia tenía suficiente poder para 
continuar enriqueciéndose a costa de las ar-cas 
nacionales, y al mismo tiempo, expuso la 
debilidad y precariedad del Estado boliviano. 
La recientemente fundada empresa pe-trolera 
boliviana que nació a la vida institucio-nal 
hacia fines de 1936, comenzó de cero y se 
fue configurando y fortaleciendo, paso a paso, 
de la mano de sus ejecutivos pioneros, profe-sionales 
de gran compromiso y servicio a los 
intereses nacionales. 
La administración de YPFB comenzó con 
cuatro patriotas (Dionisio Foianini, Jorge Mu-ñoz 
Reyes, José Lavadenz y Guillermo Maria-ca), 
en una pequeña oficina prestada por el 
Ministerio de Minas y Petróleo ubicada en la 
calle Yanacocha de la ciudad de La Paz desde 
donde, al mes de su fundación, la Junta Militar 
encabezada por el coronel David Toro, le asig-nó 
Bs 100.000 para cubrir los gastos que de-mandaba 
su organización, visualizando su fu-turo 
responsablemente. El primer directorio 
de YPFB fue legalizado a través de un Decreto 
Supremo en mayo de 1937. Para entonces ya 
se incorporó Humberto Vasquez Machicado 
como secretario general. 
El acompañamiento del gobierno de 
Toro con la aprobación de la Ley Orgánica de 
YPFB del 6 de mayo de 1937 fue fundamental, 
dio el respaldo necesario a la estatal petrole-ra 
para desarrollar sus específicas actividades. 
Ese documento incluía, las funciones y privile-gios 
legalmente anhelados. 
De este modo, los intereses petrole-ros 
del Estado pasaban a tuición de YPFB al 
tiempo, que los yacimientos petrolíferos eran 
declarados reserva fiscal. La nueva empresa 
debía organizar y dirigir la industria petrolera. 
Se le autorizó a explotar y comercializar hidro-carburos 
en forma directa o en sociedad, pre-via 
aprobación gubernamental. En cuanto a 
las utilidades líquidas, la estatal debía percibir 
montos proporcionales o por lo menos el 20% 
de las mismas como fondo de incremento y 
reserva. Su contabilidad debía ser revisada 
periódicamente por la Contraloría. 
En sus inicios, YPFB carecía de capitales 
y técnicos en petróleo, el país no disponía de 
vías terrestres, empero la demanda interna 
de hidrocarburos se incrementaba por el cre-cimiento 
de las ciudades y la desmovilización 
del ejército de la región del Chaco. El 75% de 
sus gastos operativos eran de transporte. El 
Departamento Comercial se conformó el 26 
de junio de 1939. 23. Luego el departamento 
jurídico, entre los primeros. 
23 Manuscrito del Acta de la Trigésima Quinta Sesión del Directo-rio 
de YPFB, 26 de junio 1939 
52 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 53
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Los ingenieros Mariaca y Muñoz Reyes 
se hicieron cargo de los campos descubiertos 
por la Standard Oil y transferidos a la estatal 
petrolera. En tanto que el Ing. Guillermo Elder 
Bell se encargó del funcionamiento de las refi-nerías 
de Sanandita y Camiri. 
La producción de petróleo subió a 75 mi-llares 
de metros cúbicos (MMC) anuales que 
sólo cubrían un 25% del mercado interno. La 
producción de Bermejo tenía como destino el 
mercado argentino, las refinerías de Camiri y 
Sanandita eran rudimentarias y los equipos de 
perforación eran obsoletos. 
En 1927 la refinería de Sanandita pro-ducía 
20.000 litros de gasolina y la planta 
de Camiri tenía una similar producción. Tras 
la nacionalización de la Standard Oil y con 
la intervención del pionero de la industria 
petrolera en Bolivia, Elder Bell aumentó su 
producción a 600 Barriles por dia (BPD) y Ca-miri 
a 1.200 BPD. 
El Directorio de la estatal petrolera con-siguió 
un préstamo de $us 40 mil destinado a 
la compra de materiales de urgencia para las 
destilerías, adicionalmente se logró la adjudi-cación 
de material de perforación en desuso 
de YPF Argentina y consiguió reunir materiales 
dispersos de la Standard Oil, incluyendo calde-ras 
que se encontraban en el cerro Camatindi. 
Según un testimonio de José Lavadenz, 
miembro del primer Directorio de YPFB, -que 
fue reproducido en la publicación conmemo-rativa 
del 25 aniversario de creación de la 
estatal petrolera en 1961- “con estos escasos 
recursos, se perforó el primer pozo petro-lero 
de YPFB, el Sanandita No.6 que dio una 
producción inicial de 800 barriles por día. 
Vista panorámica de uno de los primeros campamentos petroleros, campo Sanandita. 
Los recursos humanos eran escasos, solo algunos técnicos estaban calificados para operar las primeras refinerías como la de Camiri. 
Posteriormente, también se perforó un pri-mer 
pozo productivo en Camiri y en Bermejo”. 
La producción de YPFB en el año 1937 a 
1941, osciló entre 123.208, en el primer año 
y 234.788, en el último, habiendo superado 
el total de la producción de la Standard Oil 
durante una década de producción. En sólo 
un lustro de actividades de YPFB con 987.309 
barriles, superó con creces una década de ac-tividades 
de la Standard Oil que sólo obtuvo 
685.597 barriles. 24 
La década de 1940, YPFB logró, con es-caso 
material y equipos obsoletos que dejó 
la Standard Oil, triplicar su producción, as-pecto 
que no se había logrado antes con la 
24 TAHBUB MARWAN, “Las transnacionales no son socias” Por 
una política nacional de hidrocarburos. Pág 233 
perforación de dos pozos en Sanandita y Ber-mejo, 
en la región del Chaco. 
Una de las grandes falencias que expe-rimentó 
YPFB en sus primeros años fue la ca-rencia 
de recursos humanos para operar los 
campos que había dejado la Standard Oil, lle-vándose 
consigo todos los profesionales y téc-nicos. 
La transnacional sólo explotaba siete 
pozos en los campos Sanandita, Bermejo, Ca-matindi, 
Camiri y había suspendido las tareas 
de exploración durante la guerra del Chaco, 
trasladando sus equipos a Argentina. 
Los responsables de la naciente indus-tria 
petrolera estatal, dándose cuenta de 
lo delicado y difícil que resultaba el manejo 
de una empresa tan compleja y costosa, se 
dieron a la tarea de planificar la explotación 
racional de los campos descubiertos y de 
continuar con las exploraciones iniciadas por 
54 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 55
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Retrato de los primeros becarios en el pozo B-310 Cañadón Perdido, enviados para capacitación 
a Comodoro Rivadavia, Argentina - Junio 1938. 
la Standard. Tarea difícil por la falta de ex-periencia 
y de técnicos experimentados. Se 
comprendió que lo primero que se tenía que 
hacer era contratar técnicos extranjeros con 
experiencia para continuar los trabajos. De 
esta manera, llegaron al país el Dr. Wagner, el 
Dr. Schagenwait, el Ing Uterladstater, el Ing. 
Alvarez, algunos perforadores y obreros capa-citados 
en su mayoría argentinos. 25 
El Ing. Alfonso Romero, citado por el Li-bro 
de Oro, relata la problemática. “Se com-prendió 
asimismo que era necesaria la forma-ción 
de elementos técnicos nacionales y YPFB 
llamó a un curso en La Paz a más de 80 alum-nos 
de todos los departamentos de la Repúbli-ca. 
Este curso, que tuvo una duración de seis 
meses fue atendido por los ingenieros Gui-llermo 
Mariaca, Jorge Muñoz Reyes, Formeri 
Gonzales de la Iglesia, Guillermo Nuñez del 
25 Libro de oro de YPFB, Página 46 
Prado, entre otros y tuvo por objeto la selec-ción 
de elementos que deberían seguir cursos 
de ingeniería petrolera, geología y química en 
universidades del exterior y el resto debería 
adquirir experiencia y conocimientos prácti-cos 
en el yacimiento Comodoro Rivadavia en 
la República Argentina. 
El grupo de estudiantes universitarios 
estuvo formado por Jorge Aldazosa, Miguel 
Angel Roca, Efraín Capriles, Enrique Mariaca, 
Hernán Saavedra, Reynaldo Muños Reyes y 
Alfonso Romero Loza que fueron enviados a 
la Universidad Nacional Autónoma de México 
(UNAM) a seguir cursos de capacitación en in-geniería 
petrolera, geología y química. 
“El viaje a México fue realizado en barco, 
ya que estábamos en vísperas de la Segunda 
Guerra Mundial y la aviación era un medio de 
transporte muy escaso y demasiado caro en 
ese tiempo. El barco en el que navegamos era 
inglés, llamado Órbit, que tenía programada 
El 18 de marzo de 1938 el presidente, Lázaro Cárdenas, anunció la expropiación de las compañías 
petroleras en México. 
una escala en La Habana, Cuba, para proseguir 
viaje a Europa. De la Habana nos trasladamos 
a México, en un barco norteamericano más 
pequeño, para encallar en el puerto de Vera-cruz. 
Al llegar, el 18 de marzo de 1938, vimos 
que México vivía una gran fiesta con fuegos 
artificiales en pleno día. El gran festejo se de-bía 
a la nacionalización del petróleo, decidida 
por el entonces presidente Lázaro Cárdenas”, 
cita Guillermo Mariaca en sus memorias.26 
Después de algunos años todos estos 
elementos regresaron al país y prestaron va-liosos 
servicios a YPFB. Ellos constituyeron el 
primer contingente de ingenieros petroleros 
que operó en territorio boliviano. 
26 Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia, Pag 10 
Puede afirmarse que la base que sirvió 
a YPFB, para su organización nacional la cons-tituyen 
en su debido tiempo estos dos grupos 
de técnicos nacionales; los que fueron a Méxi-co 
y a Comodoro Rivadavia, Argentina. Fueron 
ellos, en conjunto, los que pudieron sostener 
las graves crisis que atravesó YPFB en sus pri-mero 
tiempos ya que aparte de su indudable 
capacidad profesional, supieron infundir una 
mística en su trabajo, llevando ella a los nive-les 
obreros más bajos y pudiéndose consoli-dar 
en esta forma lo que constituye el orgullo 
de la nación.27 
27 (Historia de la Explotación Petrolera Nacional, Ing Alfonso Ro-mero 
Loza Petroleo Boliviano, vol IV Nº 4. La Paz, diciembre 
de 1962). 
56 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 57
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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La misión Bohan 
Como efecto directo del arreglo eco-nómico 
o indemnización a la Standard Oil de 
New Jersey, además de la colaboración que 
había prestado Bolivia durante la Segunda 
Guerra Mundial con la provisión de estaño a 
bajos costos, el presidente estadounidense 
Franklin Roosevelt envió, en 1941, una misión 
de la Cooperación Comercial Norteamericana 
a la cabeza de Marwin Bohan. 
El objetivo era relevar un diagnóstico na-cional 
y realizar un plan de desarrollo econó-mico 
con proyección futura. 
La misión Bohan permaneció seis meses 
en Bolivia y elaboró un diagnóstico de la situa-ción 
económica dirigida a crear las bases de la 
industria agropecuaria e integrar el eje de la 
nación con carreteras. 
“En cuanto a la industria petrolera, los 
estadounidenses hicieron un análisis com-pleto 
y recomendaron: Incrementar la pro-ducción 
de petróleo, a través del desarrollo 
de mayor número de campos, especialmente 
del campo Camiri; incrementar las reservas hi-drocarburíferas, 
a través de la exploración de 
nuevas áreas petroleras y construir facilidades 
de transporte para el petróleo y sus derivados, 
a fin de optimizar costos, disminuir precios 
de comercialización en el mercado interno y 
viabilizar la exportación de excedentes en con-diciones 
favorables para el Estado. 
“En lo referente al petróleo resulta asom-brosa 
la claridad con la cual los funcionarios 
estadounidenses exponen sus intereses en el 
crudo boliviano, relacionándolo directamente 
con la situación bélica creada por la Segunda 
Guerra Mundial. La producción propuesta (de 
petróleo) se aproxima mucho al consumo ac-tual 
y también al consumo calculado para el 
tiempo que después del final de la presente 
guerra requiera el rehabilitar las propiedades 
estañíferas del Lejano Oriente. Durante este 
período no hay posibilidad de rebajar los re-querimientos 
bolivianos ya que el uso de los 
productos petrolíferos está tan íntimamen-te 
relacionado a la producción y transporte 
de tales minerales estratégicos como estaño, 
tungsteno y antimonio. 
Hasta que este plan sea puesto en ope-ración, 
la producción continuada de estos 
minerales, vitalmente necesarios, depende 
enteramente de buques cisternas para fuel 
oil y diesel oil y de transportes marítimos 
para carbón y gasolina. En la práctica, una vez 
que el plan sea puesto en operación, Bolivia 
pudiera servir también como una fuente de 
emergencia de productos petrolíferos para la 
Equipo a vapor que utilizó la empresa en trabajos de exploración. 
58 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 59
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Inspección de trabajo en el oleoducto de exportación a la Argentina. 
importante zona minera del Norte de Chile…”, señala parte del infor-me 
de la misión Bohan. 
Merwin Bohan presidió la comisión de técnicos que el gobierno 
de EE.UU., -en aplicación de su política de “buena vecindad” con los 
países de América Latina y por las necesidades surgidas al calor de la 
Segunda Guerra Mundial-, envió a Bolivia en 1941, con el supuesto 
de analizar la situación económica del país andino y presentar las 
bases de un nuevo programa de cooperación económica entre La Paz 
y Washington. Independientemente del esfuerzo para presentarlo 
como instrumento del desarrollo de Bolivia, en realidad el Informe 
responde más a las propias necesidades de EE.UU. que en plena Se-gunda 
Guerra Mundial buscaba satisfacer y resolver sus demandas 
mediante una estrategia a desplegarse en países en vías de desarro-llo, 
entre ellos Bolivia. En este contexto, cabe señalar que Bolivia era 
la principal fuente de estaño en el Hemisferio Occidental además de 
disponer de la goma indispensable para el esfuerzo bélico y otras ma-terias 
primas imprescindibles para EE.UU. y sus aliados. 
Respecto a la estatal YPFB, el Plan Bohan pone a ésta bajo la tui-ción 
de la Corporación Boliviana de Fomento (CBF). En sus recomen-daciones, 
señala: “Que el plan delineado en la sección previa de este 
informe, sea efectuado… con la aprobación previa, sin embargo, de la 
Corporación Boliviana de Fomento…”. La CBF estaba bajo control del 
Export Import Bank de Estados Unidos más conocido como Eximbank. 
De hecho, a partir de su presentación a la parte boliviana en 
1942, los sucesivos gobiernos lo aplicaron al pie de la letra, especial-mente 
los gobiernos del MNR. Plan, como se verá durante su larga 
aplicación, condujo a que Bolivia sea país exportador de materias pri-mas 
e importador de manufacturas fabricadas en EE.UU. 28. 
Con una visión más práctica sobre los resultados de la aplicación 
del Plan Bohan, particularmente en el sector petrolero, el ex Ministro 
de Hidrocarburos y presidente de YPFB, Ing Enrique Mariaca, expone: 
“Una de las principales medidas que ayudó al potenciamiento de YPFB 
fue la aplicación del Plan Bohan, durante la presidencia del Coronel 
Gualberto Villarroel”. 
Una vez recibidas estas recomendaciones, YPFB intensificó el 
trabajo en exploración de reservas, obteniendo importantes créditos, 
tanto del Banco Mundial (BM) como del Fondo Monetario Internacio-nal 
(FMI), poniendo como garantía las reservas encontradas en cada 
descubrimiento. 
El Banco Central de Bolivia (BCB) , presidido por los Barones 
del Estaño en aquella época, y ante el rumor de una posible nacio-nalización 
de las minas, negó a YPFB cualquier préstamo solicitado. 
28 “Las transnacionales no son socias”: Por una política nacional De hidrocarburos 
Una de las principales 
medidas que ayudó 
al potenciamiento de 
YPFB fue el plan Bohan. 
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60 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 61
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Era inconcebible para la “rosca minera” que la 
riqueza del petróleo sea administrada por el 
Estado. 
Con el tiempo, YPFB se convirtió en una 
empresa generadora de riqueza, con patri-monio 
propio y sujeto de créditos internacio-nales 
que eran cubiertos con la producción, 
comercialización y exportación de petróleo y 
sus derivados, llegando al autoabastecimien-to 
nacional en 1954. De esta forma, YPFB le 
otorgaba a Bolivia su ansiada independencia 
económica, bajo un marco totalmente técnico, 
libre de politizaciones o partidización del ente 
petrolero. 29 
En efecto, sobre la base del liberal Plan 
Bohan, YPFB elaboró su propio plan de desa-rrollo 
de operaciones que consistió en cons-truir 
el oleoducto Camiri-Santa Cruz, poner en 
pie una refinería en Camiri y perforar 45 pozos 
en los tres centros productores de Bolivia. 
El plan autorizado y aprobado por Ex-port 
Import Bank autorizó la asignación de un 
crédito $us 5.500.000 que no llegó a ejecutar-se 
plenamente por el golpe de Estado de 1943 
que llevó al poder a Gualberto Villarroel. Se 
estima que sólo se invirtieron $us 2.000.000 
para perforación, no se avanzó en la construc-ción 
del oleoducto, ni en la construcción de la 
refinería en referencia. 
En 1942 se puso de nuevo en produc-ción 
el campo Bermejo y con los primeros 
desembolsos de este crédito se compraron 
dos equipos rotativos accionados a vapor que 
se los destinó a este campo. Para su operación, 
se contrató a “Tool Pushers” y perforadores 
de nacionalidad norteamericana. Más ade-lante, 
en 1946, estos equipos se trasladaron a 
Camiri y operaron con personal nacional. 
29 MARIACA ENRIQUE, Nacionalización de los Hidrocarburos en 
Bolivia: Memorias de Don Enrique Mariaca Bilbao, página 9 
A fin de obtener créditos de apoyo, se 
dispuso la creación de la Corporación Bolivia-na 
de Fomento (CBF) con funciones de órgano 
de enlace y supervisión con la estatal petrole-ra 
nacional. 
Después de la muerte del presidente 
Germán Busch, el Dr. Foianini dejó la presi-dencia 
de YPFB, lo remplazó el Ing. Raúl Zume-lzu. 
El general Felipe M. Rivera fue nombrado 
Vicepresidente del Directorio y Alcides Molina, 
Ricardo Urquidi, Humberto Sañanchez Peña, 
León M Loza y Hernán Zuazo, fueron designa-dos 
vocales. El Gerente General era Arthuro J. 
Machicao. Fue en esa época que los trabaja-dores 
de la Standard, Jorge T. Lavadenz y Gui-llermo 
Elder Bell ingresaron a trabajar a YPFB. 
Posteriormente Guillermo Mariaca fue nom-brado 
gerente general, Jorge Lavadenz, geren-te 
industrial y José Paz Estenssoro gerente de 
perforación. En esta coyuntura, YPFB compra 
dos equipos de perforación rotatoria y con 
ellos llegó el Ing. Alvarez de nacionalidad ar-gentina, 
quien debía enseñar a operarlos. 
Germán Rovira, Fadrique Muñoz Reyes y 
Eduardo Hinojosa fueron posesionados como 
Administradores de los campos Camiri, Sanan-dita 
y Bermejo. Igualmente fueron contrata-dos 
por YPFB ex trabajadores de la Standard 
de Camiri, y Sanandita como Roberto Sinclair, 
Amadeo Cuellar, Santiago Rojas, Faustino La-mas, 
Juan Mocobono, Tomás Ardunga, Justo 
Lopez, Luis Arroyo y Francisco Menacho. 
Posteriormente, recién desmovilizado 
del Ejército, ingresa a trabajar a la estatal 
petrolera, el teniente Luiz Lavadenz, el sub-teniente 
José Soruco, sargento Jorge Echazú y 
Luis Lopez. En 1944, durante el gobierno Gual-berto 
Villarroel fue nombrado como presiden-te 
ejecutivo de YPFB, Jorge T. Lavadenz. 30 
30 Libro de Oro YPFB, página 62 El crecimiento de la estatal petrolera redundó en un incremento en la capacidad de transporte para garantizar el abastecimiento interno, vía férrea. 
62 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 63
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Primera imagen institucional 
El primer logotipo de Yacimientos Pe-trolíferos 
Fiscales Bolivianos fue diseñado por 
el Ing. Guillermo Elder Bell y se presentó ofi-cialmente, 
en 1943. Su significado original re-presentado 
por el clásico rombo y las iniciales 
YPFB, están definidas por las siguientes carac-terísticas: 
• Los cuatro vértices del rombo significan 
la presencia y soberanía de YPFB en los 
cuatro puntos cardinales del país. 
• El color gris representa la riqueza petro-lera. 
• El color rojo representa la sangre derra-mada 
por las 50.000 vidas perdidas en la 
guerra del Chaco. 
• El rombo representa la unión de esfuer-zos 
de los trabajadores petroleros al ser-vicio 
de nuestra amada Patria. 
Edificio YPFB. Calle Bueno esquina Camacho, La Paz 1958. 
64 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 65
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Vista de los equipos iniciales instalados en la Refinería de YPFB en Cochabamba que lleva el nombre del ex presidente Gualberto Villarroel. 
Cnl. GUALBERTO VILLARROEL 
(Expresidente de Bolivia). 
Durante su gobierno Yacimientos Petrolí-feros 
Fiscales Bolivianos (YPFB) recibió re-cursos 
necesarios para el desarrollo de la 
infraestructura de hidrocarburos destinada a 
impulsar el crecimiento económico nacional. 
66 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 67
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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El apoyo nacionalista militar 
Durante el gobierno nacionalista del 
presidente Gualberto Villarroel, la economía 
del petróleo recibió un gran impulso. 
YPFB vio la necesidad de replantear el 
crédito con el Export Import Bank para un 
programa de largo aliento, con el objetivo de 
incrementar la producción, la capacidad de 
refinado y cambiar el sistema de transporte 
de productos de ferrocarril o camión a oleo-ductos, 
a fin de abaratar costos y entregar al 
mercado interno un producto barato. 31 
Villarroel dio todo su apoyo al proyecto 
para su presentación en Washington y su fi-nanciamiento 
por el Export Import Bank. Para 
el efecto el proyecto consistió en: desarrollo 
del distrito de Camiri con la perforación de 
20 pozos, perforación de Guairuy y Mande-yapecua, 
construcción de un oleoducto Ca-miri- 
Cochabamba de 525 kilómetros y cinco 
estaciones de bombeo, construcción de una 
refinería topping-reforming en Cochabamba 
con una capacidad de 5.000 BPD y otra refi-nería 
topping en Sucre con una capacidad de 
1.500 BPD y un ramal de oleoducto. 
El gobierno nacionalista de Villarroel, 
consiguió un préstamo para la producción, 
al transporte, oleoductos e imprevistos. Los 
recursos fueron aportados en un 60% por Ex-port 
Import Bank, el 4,5% por la constructora 
31 Libro de Oro YPFB 1936-1996 
de oleoductos Willam Brothers y un fondo 
adicional del Banco Central de Bolivia (BCB). 
Con el derrocamiento de Villarroel (21 
de julio de 1946), el gobierno de Tomás Mon-je 
Gutiérrez firmó el 15 de noviembre de 1946 
un contrato con la compañía Foster Wheeler 
para instalar una refinería en Cochabamba 
con capacidad para producir 5.000 Barriles 
por Día (BPD) y otras dos refinerías en Sucre 
con capacidad de 1.000 y 3.000 BPD. Una de 
ellas quedó sin operar pese a costar más de 
$us 14 millones. 
Entre tanto, YPFB operaba en difíciles 
condiciones. En el rubro de la exploración, los 
equipos de perforación a percusión se halla-ban 
en malas condiciones y carecían de ma-teriales 
y equipos de bombeo. Sin embargo, 
el éxito alcanzado por la empresa del Estado 
boliviano era inobjetable, inició su gestión 
en 1937 con 20 Millares de Metros Cúbicos 
(MMC), en 1940 duplicó ese volumen con 45 
MMC, en 1945 subió a 60 MMC y en 1952 
YPFB producía 83 MMC. 
“Durante 1949 se perforaron 3.927.80 
metros contra 3.465.10 metros perforados 
en 1948, lo que representa un incremento del 
13.35%. La producción de petróleo crudo en 
1949 alcanzó a cifra récord de 107.831 me-tros 
cúbicos, contra 73.698 metros cúbicos 
La estatal petrolera contribuyo al desarrollo de Camiri. en la foto se obverva la Av. Petrolera en la década del 50. 
producidos en 1948, lo que representa un in-cremento 
del 46 por ciento. 32 
La producción de Camiri provino de 13 
pozos, que produjeron petróleo en forma no 
32 Memoria de YPFB 1949 
continua, dos permanecieron en reserva. Sa-nandita 
consiguió su producción de nueve po-zos, 
tres permanecieron cerrados por falta de 
equipo de bombeo e igual número de pozos 
en reserva. 
La producción de petróleo 1947-1949 
Camiri Sanandita Bermejo Total 
AÑO M3 M3 M3 M3 INDICE 
1947 26.154 16.026 17.814 59.994 100 
1948 42.518 14.121 17.059 73.698 123 
1949 82.082 13.027 12.722 107.831 180 
Fuente: Memoria de YPFB 1949. 
68 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 69
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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La producción de petróleo 1947-1949 
Camiri Sanandita Bermejo Total 
AÑO M3 M3 M3z M3 INDICE 
1947 25.599 16.774 -- 42.373 100 
1948 38.887 13.758 -- 52.654 124 
1949 68.849 11.986 15.314 96.149 227 
Fuente: Memoria de YPFB 1949. 
En tanto que el petróleo de Bermejo se 
lo obtuvo de seis pozos habiendo sufrido la 
producción de este campamento una declina-ción 
de 4.337 metros cúbicos con respecto al 
año anterior. 
Durante 1949, cuando el país fue gober-nado 
por Enrique Hertzog y Mamerto Urriola-goitia, 
las dificultades en el transporte fueron 
superadas, en gran parte, al utilizarse el oleo-ducto 
Camiri-Sucre en forma provisoria, como 
línea de transporte de productos elaborados. 
El rendimiento combinado de las plan-tas 
de refinación de Camiri y Sanandita es el 
mayor registro hasta 1949, lo que se sumó la 
elaboración de la refinería de Sucre, cuya pri-mera 
unidad de 1.000 BPD entró en operación 
a partir de agosto de 1949. 
El siguiente cuadro contiene las cifras 
comparativas del petróleo elaborado desde 
1947 hasta 1949. 
Los recursos que consiguió el gobierno 
del extinto presidente Gualberto Villarroel, 
se invirtieron hasta 1949 de la siguiente ma-nera: 
perforación en Camiri (Guairuy) $us 
2.070.000, oleoducto Camiri-Tintin y oleoduc-to 
Tintin-Cochabamba $us 6.850.000, instala-ción 
primaria en Cochabamba $us 6.343.000 
y refinería en Sucre que incluye una línea de 
toma de oleoducto a la planta $us 20.050.000 
y el fondo de contingencia de $us 1.000.000. 
Estos recursos provenían del Banco Central 
de Bolivia (BCB) y del Export Import Bank del 
compromiso de Estados Unidos. 
Hasta el 31 de diciembre de 1949, la 
estatal petrolera –que empezó en 1937 
con Bs 100.000- registró un capital de Bs 
1.112.226.621, cifra que muestra el creci-miento 
de YPFB en los primeros doce años de 
existencia. Durante esa gestión, el importe de 
las regalías del 11% sobre la producción de 
crudo a favor de los departamentos de Tarija 
y Santa Cruz, ascendió a Bs 3.280.971.32. 
Sumando este importe a las regalías de 
los años anteriores, se obtuvo un total de Bs 
17.591.431 que fue abonado a los departa-mentos 
citados, desde la creación de la enti-dad, 
por concepto de regalías sobre la produc-ción 
de petróleo crudo. 
Reservas en barriles 
Yacimientos Probada Semiprobada Total Producción total 
Camiri 28.000.000 4.000.000 32.000.000 2.019.820 
Sanandita 2.000.000 1.120.000 3.120.000 1.343.444 
Bermejo 5.000.000 1.875.000 6.875.000 ------------ 
Camatindi 4.440.000 3.700.000 8.140.000 ------------ 
Ñancorainza 
(Buena Vista) 400.000 2.000.000 2.400.000 ------------ 
Saipurú 500.000 2.500.000 3.000.000 ------------ 
TOTAL 40.340.000 15.195.000 55.535.000 4.219.043 
Fuente: Memoria de YPFB 1949. 
en barriles 37-49 
La refinería Gualberto Villarroel 
La refinería Gualberto Villarroel está ubi-cada 
en la avenida Petrolera, de la ciudad de 
Cochabamba, kilómetro 6 de la carretera anti-gua 
a Santa Cruz. 
Su gran infraestructura fue desarrollada 
por YPFB en varias etapas desde el año 1949, 
cuando se inició la construcción de la primera 
planta de Topping (CRBO). 
La planta de Cochabamba que es la 
mayor de las instalaciones de su género que 
permite mejores ingresos económicos y me-jores 
condiciones de distribución para el país. 
Este complejo trabajó 302 días durante 1954 
contra 62 días en 1953, lo que representó 
un aumento en días trabajados del 387%. El 
crudo tratado en 1954 fue de 196.00 metros 
cúbicos (m3) contra 42.000 m3, en 1953, ci-fra 
que representa un aumento de 366%. Las 
refinerías de Camiri, Sanandita y Bermejo 
70 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 71
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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procesaron 10.000 metros cúbicos de crudo 
para el abastecimiento regional y consumo 
interno. 33 
Entre 1953 y 1957 se construyó la pri-mera 
planta de lubricantes de YPFB, que asu-mió 
el reto de la producción de aceites, grasas, 
asfaltos y parafinas. En 1967 se amplió la plan-ta 
Topping y al mismo tiempo se adecuaron 
técnicas de operación para la producción de 
gasolinas, jet fuel, fuel oil, solventes y GLP en-tre 
otros productos. 
33 Memoria Anual YPFB 1954 
En 1976 se instaló una nueva planta de 
Topping de 12.500 barriles por día para cubrir 
las necesidades del mercado local. En 1979 
se inauguró el Complejo de Refinación, con 
una capacidad de procesamiento de 27.500 
barriles por día en la Unidad de Carburantes. 
Actualmente, las plantas producen: gas li-cuado 
de petróleo (GLP), gasolina especial, 
gasolina de aviación, jef fuel, kerosén, diesel 
oil, aceites, grasas automotrices e industriales, 
cemento asfáltico, solventes y otros. 
La producción de lubricantes y grasas 
con la marca YPFB se realiza en la Planta de 
Operador de la Refinería Gualberto Villarroel, Cochabamba 1950. 
Limpieza de equipo de perforación. 
72 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 73
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Lubricantes de la Refinería Gualberto Villa-rroel. 
Abastece más del 60% de la demanda 
del país de lubricantes terminados. 
Paradójicamente, pese al incremento de 
la producción solo lograba abastecer el 47 por 
ciento del mercado interno. En 1951, el con-sumo 
llegó a 242 MMC y el diez por ciento 
de la inversión fue destinada a exploración y 
producción. Según estudios de la época, los 
factores que limitaban la producción radicaba 
en que los yacimientos se hallaban en franjas 
de solo 1.5 kilómetros de ancho y de reducida 
longitud. 
Era la época en que el país fue sacudi-do 
por el hecho histórico que fue bautizado 
como el “mamertazo”. El presidente de enton-ces, 
Mamerto Urriolagoitia decidió entregar 
el poder a una Junta Militar encabezada por 
el Gral, Hugo Ballivián el 16 de junio de 1951 
luego del triunfo del MNR en las urnas. Este 
hecho apresuró los acontecimientos del 9 de 
abril de 1952. 
La “revolucion movimientista” 
La gestión de Víctor Paz Estenssoro, no 
se inició con los mejores auspicios en el tema 
económico, pues el Banco Central de Bolivia 
(BCB) informó que existían 300 millones de 
fuga de capitales, los precios de los minerales 
eran inestables, el sector agrario de la zona 
occidental se hallaba atrasado debido a la su-pervivencia 
de latifundios improductivos. 
De esa forma, el gobierno del MNR, en 
la revolución de 1952, vio en el petróleo el 
mejor instrumento para aliviar la difícil situa-ción 
que atravesaba la economía nacional. Su 
plan estratégico consistía en diversificar la 
economía e integrar las regiones. A partir de 
este año, Guillermo Elder diseñó las llamadas 
“refinerías de bolsillo” en las estaciones de 
Bombeo de Monteagudo, Risal, Tarabuquillo 
y Vila Vila del oleoducto Camiri-Cochabamba 
ramal Sucre. Estas mini destilerías tenían una 
capacidad de proceso entre 25 y 30 BPD. 
Al inicio de la revolución movimientista 
que aprobó medidas como la nacionalización 
de las minas, el voto universal y la reforma 
agraria, la minería que era el principal sos-tén 
de la economía mostró cifras decrecien-tes, 
con mineral de baja ley, agotamiento de 
yacimientos, los bienes de capital no habían 
sido renovados desde los años 20 y toda una 
Ejecutivos de la estatal petrolera en trabajo en de campo. 
generación del proletariado estaba consumi-da 
por la silicosis. 
En cuanto a la infraestructura caminera, 
ésta era incipiente y el transporte ferroviario 
se encontraba en decadencia. La población 
era escasa, mayoritariamente analfabeta y 
con baja capacidad de compra. A esto, se 
sumó la escasez de ahorro interno y una deu-da 
externa de más de 170 millones de dólares. 
Pese a todo, la entrega inmediata a YPFB 
de dos millones de dólares provenientes de 
las escasas divisas que disponía el país signi-ficó 
una inyección de capital que permitió la 
adquisición de cuatro equipos de perforación. 
Al inicio de los 1950, YPFB experimenta un de-sarrollo 
y avance tecnológico significativo que 
le permitió autoabastecerse e incrementar su 
producción petrolera, mediante el descubri-miento 
de nuevos campos. 
En 1953, se crea el Departamento Sur 
de Exploración en Camiri que luego pasaría 
a convertirse en la Gerencia de Exploración, 
sus impulsores fueron los doctores bolivianos 
en geología Felix Celso Reyes, Hernán López 
y Reynaldo Muños Reyes junto a los técnicos 
europeos invitados Victor Honcharenko y An-drés 
Hunterslatter, los primeros profesionales 
en exploración. 
El equipo de exploración se reforzó con 
los doctores Enrique Tomás Mauri y Eduardo 
Padula que comenzaron a trabajar en las se-rranía 
de Aguarague, Iguiraro y Guairuy. Se 
contrataron en esta gestión los servicios es-pecializados 
de compañías mexicanas para el 
74 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 75
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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relevamiento geofísico de las llanuras del chaco boliviano; una gravi-métrica 
y las otra sísmica. 
La Brigada Gravimétrica Nº 31 de servicios geofísicos S.A. de 
México con 60 personas cubrió un área de 73 kilómetros cuadra-dos 
con 27.000 kilómetros de líneas gravimétricas abarcando el re-levamiento 
de áreas del chaco boliviano (frontera con el Paraguay), 
oriente y altiplanos bolivianos (frontera con el Perú). La Brigada Nº 21 
Lamexco, mexicana americana, realizó un relevamiento sísmico en el 
área del Chaco. Debido a resultados poco satisfactorios fue reempla-zada 
por la Brigada Nº 27, United Gophysical Company. 
En febrero de 1955, se creó la Gerencia de Exploración a la 
cabeza Dr. Enrique T. Mauri y se convirtió en Distrito Sur de Explo-ración, 
en el departamento de geología. Entonces, se contrató los 
servicios de los doctores Guillermo Kely, Aniello Russo, Aduardo Ari-gos 
y N.Flores quienes se hicieron cargo de las primeras brigadas de 
exploración. 
La Comisión geológica Nº 1 estuvo a cargo del Dr. Kely. La comi-sión 
geológica Nº 2 a cargo del Dr. Padula –junto con Aniello Russo y 
Felix Celso Reyes. A cargo del control geológico de los pozos estaba el 
Dr Arigos. Con la creación de la Gerencia de Exploración, en febrero 
de 1955, YPFB contrato personal técnico especializado, el ingeniero 
Andrés Ramirez Becerra, geofísico graduado en EEUU que en 1956 
organizó la Primera Brigada Gravimétrica Nacional, con personal ín-tegramente 
boliviano. 
En el área de Bermejo se descubrió en 1954 el campo Toro que 
compensó la declinación del campo Bermejo. Se perforó un segundo 
pozo en Mandeyapecua sin lograr objetivos deseados. 
En 1956, el Dr. Padula reemplazó en la Gerencia de Exploración 
al Dr. Mauri quien se alejó de YPFB para formar su propia oficina. El 
Ing. Reynaldo Muñoz Reyes se hizo cargo del departamento de ex-ploración 
en Camiri y posteriormente, en 1858, el Distrito Sur de Ex-ploración 
fue cambiado a Villamontes a cargo del Dr. Hernán Lopez 
Murillo. 
El geofísico extranjero, Marcelo Methewic junto a Julio Monta-ño 
y Manuel Caba conforman la primera brigada Gravimétrica Nº 32 
que trabajó en Santa Cruz, en las zonas de Colpa, Caranda, Teberinto 
y Alrededores, el trabajo de nueve meses arrojó importantes resulta-dos, 
sin embargo años después una empresa transnacional certifica-ría 
el descubrimiento de reservas de petróleo y gas natural. 
La primera Brigada Sísmica de YPFB Nº 23 fue organizada por 
órdenes del Ing. Juan Manuel Suárez, geofísico graduado en la Uni-versidad 
de Oklahoma, EEUU junto con los ingenieros Freddy Torrico 
y Guido Casso. Su primer trabajo se desarrolló en el área La Vertiente 
En 1953 se crea el De-partamento 
Sur de 
Exploración en Cami-ri 
que luego pasaría a 
convertirse en la Ge-rencia 
de Exploración. 
YPFB construyó los ductos necesarios para el abastecimiento y la integración del país. 
de Tarija, haciendo el trabajo de desmonte a 
mano pues no contaba con tractores, estos 
trabajos redujeron a la mitad los costos en re-lación 
a los contratos, por lo cual se justificó 
la compra de un equipo sismográfico portátil 
para áreas difíciles. Colaboraron en la conso-lidación 
de la gerencia de exploración Hum-berto 
Suarez Roca, Jaime Oblitas, Celso Reyes, 
Hernán López. 
Paralelamente, fueron descubiertos los 
yacimientos de Sararenda cerca de Camiri, 
que al inicio de su explotación, produjeron 
380 BPD de petróleo liviano, mas tarde, me-diante 
la producción intensiva, este reservorio 
superó los 1.500 BPD, ya en 1956, esa canti-dad 
se duplicó. 
Una vez abastecido el mercado inter-no, 
con la cobertura del elevado costo de 
transporte por ferrocarril, se logró exportar 
el excedente de la producción nacional. Con 
los beneficios logrados, a partir de 1954, fue-ron 
construidos varios oleoductos, entre ellos 
Camiri-Yacuiba de 223 kilómetros proyectado 
para transportar 2.500 BPD. Inició sus opera-ciones 
en 1955, con la exportación de crudo 
a la Argentina. Debido al incremento del vo-lumen 
de dicha exportación se construyeron 
líneas paralelas. Al 31 de diciembre de 1954, 
la estatal petrolera tenía una utilidad neta de 
Bs 1.674.681.603,26. 
En 1956 inició operaciones el poliducto 
Cochabamba-Oruro-La Paz que transportaba 
desde la refinería de Cochabamba, gasolina, 
kerosén, diesel oil y fuel oil. En 1958 fue cons-truido 
el oleoducto Camiri-Santa Cruz, cuyo 
cálculo y diseño fue realizado por el Ing. Gui-llermo 
Elder Bell. La dirección y supervisión 
estuvo a cargo de los ingenieros Pablo Fuertes, 
76 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 77
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Victor Paz soldando el Oleoducto, Cochabamba-Oruro-La Paz (OCOLP). 
Carlos Casso y Felipe Michel. Tenía una lon-gitud 
de 258 kilómetros, cuatro pulgadas de 
diámetro y una capacidad de 4.000 BPD. Ini-cialmente 
transportó petróleo crudo, poste-riormente 
en 1979 el poliducto se diseñó para 
abastecer al sur del país. 
El oleoducto Sica Sica-Arica data de 
1958, año en el que Chile otorgó a Bolivia el 
derecho necesario para la línea submarina y 
amarre de los barcos. La línea tenía 346 kiló-metros, 
los primeros 276 tenían un diámetro 
de diez pulgadas y los restantes 70 de ocho 
pulgadas, su capacidad de transporte fue de 
20.000 BPD. 
El gobierno de Víctor Paz consideró que 
era necesario atraer capital externo a Boli-via. 
Convencido de ello, el 26 de septiembre 
de 1952 firmó un contrato con el aventurero 
texano Glenn McCarthy, concediéndole por 
35 años más 350 mil hectáreas dentro del 
área de YPFB para la exploración y explota-ción, 
ubicados cerca de Sanandita, entre Villa 
Montes y Yacuiba. 
La empresa MacCarthy debía producir el 
tercer año y suministrar petróleo al mercado 
argentino a precio corriente y destinar el 10% 
de su producción a otros mercados externos. 
La empresa quedaba liberada de patentes y 
gravámenes, únicamente debía pagar una re-galía 
entre 16 y 40% sobre la producción en 
boca de pozo. (Mariaca, 1966). 
MacCarthy aseguró que invertiría cuatro 
millones de dólares, a la larga llegó a invertir 
poco más de millón y medio de dólares en 
unos pozos que produjeron escasos volú-menes 
de gas. Ante este incumplimiento se 
suscribió un contrato sustitutivo. Pero a prin-cipios 
de 1957, MacCarthy rompió el contra-to 
y transfirió sus concesiones a la empresa 
norteamericana Chaco Petroleum, que cinco 
años más tarde y luego de varias perforacio-nes 
fallidas renunció a sus concesiones. Una 
vez más el gobierno boliviano fracasó en su 
intento de atraer capitales debido a la falta de 
experiencia en los negocios. En la década del 
60, el aventurero texano abandonó el país y 
su sustituta la empresa Chaco Petroleum in-virtió 
solamente 40 millones de dólares. 
Los requerimientos en materia de co-bertura 
del mercado interno continuaba de-mandando 
la intervención del gobierno. La 
importación del energético que costaba más 
de siete millones de dólares al Estado, repre-sentaba 
una de las dificultades más importan-tes 
de la política de abastecimiento. 
En promedio, el mercado interno reque-ría 
240 MMC de petróleo, para satisfacer esa 
demanda hacía falta una producción de más 
de 4.000 BPD, sin embargo la capacidad límite 
de producción era de 73 MMC. La producción 
de Bermejo a razón de 1.000 estaba destinada 
a la exportación a la Argentina. En contrapar-tida, 
el país importaba 160 MMC de gasoli-na, 
kerosén y otros derivados a 26.5 dólares 
por metro cúbico y a un costo de transporte 
de 16.5 dólares por metro cúbico (Mariaca, 
1966). 
Durante el período de 1937 a 1954 YPFB 
perforó aproximadamente 45 pozos en Ca-miri, 
Sanandita y Bermejo. YPFB contaba con 
modernos equipos de perforación que incluía 
tecnología para el registro eléctrico radioacti-vo 
y la aplicación de rayos gamma. 
Una nueva medida tomada por el go-bierno 
para mejorar la situación consistió en 
impulsar la exploración y sustituir el encare-cido 
transporte ferroviario, cuyos fletes re-presentaban 
elevados gastos para el Estado. 
Para este propósito, encomendó en 1956 a 
la empresa William Brothers la construcción 
del oleoducto Camiri-Yacuiba, con una lon-gitud 
de 258 kilómetros y una capacidad de 
transporte de 4.000 BPD, el proyecto formaba 
parte de los trabajos adelantados de la expor-tación 
de crudo a la Argentina. Así comenzó la 
instalación de estaciones de bombeo. 
Los entendidos de la época, comenta-ban 
que se debía continuar con la exploración 
a fin de asegurar niveles adecuados de reser-va 
y no seguir ampliando la exportación hacia 
la Argentina. Por lo tanto, era prematuro ins-talar 
el oleoducto Camiri-Yacuiba. En 1955, las 
reservas de petróleo alcanzaban a 28 millones 
de barriles. Enrique Mariaca afirmaba enton-ces 
que la política de ampliación de exporta-ción 
no era conveniente y que en todo caso, si 
la Argentina requería de mayores volúmenes, 
se podía extender el ferrocarril Boyuibe-Yacui-ba, 
aún no explotado comercialmente. 
Contra toda previsión, el oleoducto fue 
instalado y su historia fue accidentada; luego 
de funcionar algunos años, su actividad de-clinó 
y las exportaciones fueron suspendidas. 
Para cubrir la demanda interna, el gobierno 
debió recurrir a la importación. Más tarde, 
hacia 1963, Camiri se recuperó y YPFB apre-miada 
por el déficit, se vio forzada a seguir 
importando. 
El siguiente paso dado por el gobierno 
del MNR fue la aplicación de un nuevo plan 
de exportación que fue elaborado por Walter 
Guevara Arce y Goodrich Carter, el cual con-templaba 
la exportación de 7.000 barriles dia-rios 
a Arica, Chile cuando el mercado interno 
boliviano requería poco más de 5.000. 
Al tener reservas de 30 millones de barri-les, 
necesitar una inversión en oleoductos con 
el requerimiento de 120 millones de barriles 
en reservas; la idea de mantener la exporta-ción 
y el consumo interno era sencillamente 
irracional. Así lo hicieron notar oportunamen-te 
los técnicos de YPFB. Como tiempo después 
78 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 79
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Obreros de antaño de la estatal petrolera realizan trabajos de prospección exploratoria. 
lo reconoció el propio gobierno, la búsqueda 
de capitales extranjeros había primado sobre 
la planificación. 
Los dilemas políticos del “gobierno de 
la revolución nacional” tuvieron sus propias 
repercusiones. El retorno a las “políticas de 
puertas abiertas” de los años 20 se contrade-cía 
con el discurso nacionalista. Los ideólogos 
y líderes políticos “movimientistas” en el ob-jetivo 
de hacer digerible “la revolución” a los 
intereses de Estados Unidos, se convencieron 
de que había que entregar el petróleo como 
tributo. Así vistas las cosas, la concesionaria 
McCarthy sólo había sido un globo de ensayo. 
En este contexto, el gobierno del MNR no tar-dó 
en dar el siguiente paso. 
Reporte de producción de petróleo en la Memoria Anual 1954 YPFB. 
80 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 81
DIVISIÓN ZONAL DE ACUERDO AL ART. 20 DEL CÓDIGO DEL PETRÓLEO 
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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El Código Davenport 
Entre las varias medidas asumidas por el 
Presidente de la República, Dr. Víctor Paz Es-tensoro, 
figura la implementación del “Código 
del Petróleo, también conocido como el Có-digo 
Davenport” que implementó avanzadas 
normas jurídicas, económicas y técnicas como 
medidas de protección y seguridad al capital 
privado. La consultora extranjera fue contra-tada 
con los auspicios del Programa de las Na-ciones 
Unidas y Henry Holland. 
La normativa considerada antinacional, 
fue encomendada por el gobierno del MNR 
al bufete americano Shuster & Davenport, li-gados 
a los grandes intereses petroleros. “La 
consultora había sido contratada por la Mi-sión 
de Operaciones de EEUU, entidad de-pendiente 
del Departamento de Estado de los 
Estados Unidos, por un monto de $us 60.000 
con el fin de asesorar en temas petroleros al 
gobierno boliviano”.34 
Con la finalidad de levantar la reserva 
fiscal, la esperanza de bienestar y mejora-miento 
económico para el país, este Código 
fue promulgado, en principio, por Paz Estens-soro 
mediante Decreto Ley Nº 4210 de 26 de 
octubre de 1955 con el que se abrogó la Ley 
de 20 de junio de 1921. 
Posteriormente, fue elevado a rango de 
Ley el 29 de octubre de 1956, siendo presi-dente 
del Congreso Juan Lechín Oquendo. La 
citada Ley fue promulgada por Hernán Siles 
Zuazo. Todos los que participaron en este pro-ceso 
pertenecieron a las filas del MNR. 
34 FERNÁNDEZ, Roberto, Gas, petróleo e imperialismo en Bolivia, 
Ed. Plural, Bolivia, 2009, pág. 35.. 
El Artículo 1° del Código Davenport indicaba 
que los yacimientos de petróleo, asfalto, gas 
natural y demás hidrocarburos, en cualquier 
estado que se encuentren dentro del territo-rio 
de la República, ya sea en la superficie o en 
el subsuelo, eran del dominio directo, inalie-nable 
e imprescriptible de la Nación. 
Sin embargo, el Código abría nuevamen-te 
las puertas a las Inversiones extranjeras. 
Entregaba más de tres millones de hectáreas 
y limitaba la participación de YPFB en nuevas 
áreas de exploración y explotación. Además, 
establecía que se deducía sin impuestos un 
27% de la producción bruta por “factor de 
agotamiento”. Esto implicaba que YPFB per-dería 
un porcentaje similar de lo que le corres-pondía. 
En cuanto a la tasa tributaria, las empre-sas 
tendrían que pagar una regalía del 11% 
con una expectativa rebajada hasta el 7.5%, 
por no más de 15 años “en función de los 
intereses nacionales. El Estado, en este caso, 
cobraría un impuesto único y fijo del 30% so-bre 
las utilidades líquidas, de ello, se extraería 
el factor de agotamiento. Junto a todas estas 
ventajosas condiciones, el código establecía 
que las concesiones otorgadas tendrían una 
duración de 40 años”. 
Entre otras disposiciones, las patentes 
que se debían pagar al Estado se limitaban a 
un dólar y medio por hectárea. Las empresas 
debían invertir entre 20 y 80 centavos de dó-lar 
por hectárea, por concepto de exploración 
y explotación. 
“Debido al desconocimiento de la rea-lidad 
boliviana, del sistema jurídico y fiscal 
del país, esta norma, lejos de potenciar a la 
Fuente: Código Davenport. 
82 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 83
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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empresa estatal, permitió la explotación libre 
por parte de empresas internacionales, debi-litando 
de manera significativa el poder del 
Estado. Establecía que las actividades de la 
industria petrolera podrían ser realizadas por 
el Estado mediante autoridades autárquicas 
de tipo nacional, sociedades mixtas o por el 
otorgamiento de concesiones o contratos en 
sociedad con terceros”. 35 
Según el experto Enrique Mariaca, las 
concesiones otorgadas al amparo de este 
Código, comprendían un período de 40 años 
en actividades de exploración, explotación, 
35 MARIACA, Bilbao Enrique, Nacionalizaciones de hidrocarburos 
en Bolivia, Ed, Fundación Jubileo, La Paz – Bolivia, 2009, págs. 
10-11. 
Interés de las petroleras 
Con la vigencia del Código Davenport en 
1956, ingresaron al país 15 compañías 
concesionarias. 
Nº Empresa 
1 Chaco Petrolium Co. 
2 Bolivian Gulf Oil Co. (BOGOC) 
3 Shell Prospecting Co. 
4 Uniao Brasil Bolivia Da Petroleo 
5 Compañía Petrolífera Brasilera 
6 Bolivia California Petroleum Co. 
7 Andes Oil Inc. 
8 White Eagle International Co. 
9 Bolivian Atlantic Corporation 
10 Bolivian Oil Corporation 
11 Catarat Mining Corp. 
12 Bolivian American Oil 
13 Bolivian Petroleum Co. 
14 Bolivian Texas Oil 
15 Petroleo Da Bolivia 
refinación, almacenaje y transporte, con ca-rácter 
irreversible. 
La normativa se refería al estableci-miento 
de una industria del petróleo, de gran 
magnitud, la misma que exigía enormes capi-tales 
ya que, por la naturaleza misma de esa 
industria, las inversiones iniciales debían ser 
cuantiosas. Este Código representó para el 
país una apertura franca a la inversión privada 
extranacional en la explotación petrolera, ac-tividad 
que requería de grandes inversiones 
que el país no poseía. 
El Código Davenport consideraba a Bo-livia 
carente de capitales a consecuencia de 
la larga explotación semicolonial, organiza-da 
y mantenida por la fuerza, en acuerdo y 
provecho exclusivo de la oligarquía minero 
feudal, que empobreció a la Nación con el 
constante drenaje de sus riquezas mineras y 
las limitaciones impuestas por el régimen se-mi- 
feudal en el trabajo de la tierra. 
“En los 13 años que duró el Código in-gresaron 
al país 15 compañías petroleras, de 
las cuales ocho culminaron con perforaciones, 
descubriendo dos de ellas siete campos nue-vos, 
Madrejones (Bolivian Oil Co.) y Caranda 
Colpa, Río Grande, La Peña, Palmar y Santa 
Cruz (Bolivian Gulf)”. 36 
Para la década de 1960, McCarthy ya 
se había ido del país y su sustituta, la Chaco 
Petroleum había invertido sólo 40 millones 
de dólares. En este panorama, la Bolivian Oil 
Company (BOC) que invirtió 19 millones de 
dólares tuvo un pequeño auge tras el hallazgo 
de los yacimientos de Madrejones, cerca de la 
frontera con Argentina. La máxima producción 
que alcanzó este campo fue de 460.000 barri-les 
de petróleo condensado por año. Si bien 
en 1967 la producción de condensado decayó 
a casi un trigésima parte de la de 1960, la BOC 
no tuvo pérdidas. Produjo un total de 1.200 
barriles de condensado, pero sus utilidades 
derivaron de la exportación de gas natural a 
Argentina a ocho centavos de dólares el millar 
36 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 75. 
de pies cúbicos (MPC), sumando un total de 
más de 16 MPC. 
Como secuela de la guerra del Chaco, en 
1956, el gobierno del MNR, presentó un plan 
de estabilización para frenar la hiperinflación 
galopante. Este plan que había sido elabora-do 
por el asesor norteamericano Jackson Eder, 
proponía, entre otras medidas, reducir el gas-to 
público, eliminar los subsidios, contraer el 
crédito, liberar las divisas, fijar el tipo de cam-bio, 
congelar los salarios e instaurar la libre 
contratación y libre comercio. 
Esa medida que en el fondo tenía el ob-jetivo 
de desalentar el desarrollo industrial de 
las empresas públicas, repercutió directamen-te 
en las cuentas de YPFB, cuyo presupuesto 
sufrió un drástico recorte ya que sus produc-tos 
fueron entregados por debajo de su precio. 
Pero además la estatal petrolera tuvo que co-rrer 
con la cuenta de divisas a precio de costo 
y cubrió un alza de salarios y deudas incobra-bles 
por más de tres millones de dólares por 
concepto de servicios prestados a otras enti-dades 
estatales. Como consecuencia de ello, 
YPFB experimentó un déficit de 41 millones de 
bolivianos y no pudo acceder a la obtención 
de equipos de gran profundidad para interve-nir 
los yacimientos de Madrejones, teniendo 
que ceder los respectivos trabajos a la Gulf Oil. 
84 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 85
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Incursión de la Gulf Oil 
Durante la vigencia del Código del Petró-leo, 
muchas empresas internacionales llega-ron 
a Bolivia desde 1955 en busca de realizar 
trabajos de prospección exploratoria y perfo-ración 
de pozos, entre las que se encontraba 
la compañía estadounidense Gulf Oil que fir-mó 
contrato con el Estado boliviano el 23 de 
mayo de 1956, de acuerdo a la facultad que le 
confirió el Artículo 161 de esa normativa. 
YPFB entregó a la transnacional una ex-tensión 
de 1.500.000 hectáreas delimitadas 
de su zona exclusiva para que la compañía 
transnacional realice trabajos de exploración. 
“La Gulf recibió, entonces, por un plazo 
de cuarenta años, la concesión de los cam-pos 
más ricos en petróleo de todo el país. El 
código fijaba una ridícula participación del 
Estado en las utilidades de las empresas: por 
muchos años, apenas un once por ciento. El 
Estado se hacía socio en los gastos del conce-sionario, 
pero no tenía ningún control sobre 
esos gastos, y se llegó a la situación extrema 
El presidente de Bolivia, Gral. René Barrientos, visita intalaciones de la compañia norteamericana Gulf Oil. 
en materia de ofrendas: todos los riesgos eran 
para YPFB, y ninguno para la Gulf. En la Carta 
de intenciones firmada a fines de 1966, du-rante 
la dictadura de Barrientos, se estableció, 
en efecto, que en las operaciones conjuntas 
con YPFB, la Gulf recobraría el total de sus ca-pitales 
invertidos en la exploración de un área, 
si no encontraba petróleo. Si el petróleo apa-recía, 
los gastos serían recuperados a través 
de la explotación posterior, pero ya de entra-da 
serían cargados al pasivo de la empresa es-tatal. 
Y la Gulf fijaría esos gastos según su cri-terio. 
La transnacional petrolera se atribuyó 
también, con toda tranquilidad, la propiedad 
de los yacimientos de gas, que no se le habían 
concedido nunca”.37 
Esta compañía debía perforar 5.000 me-tros 
por cada 100.000 hectáreas en la etapa 
de explotación. Con el desarrollo de campos, 
el Estado tendría una participación del 11% 
como regalía y 19% como impuesto único cal-culados 
sobre el total de la producción bruta. 
La Gulf descubrió con información de 
YPFB, los campos Colpa, Caranda, Río Grande, 
El Palmar, La Peña y Yapacaní ubicados en el 
departamento de Santa Cruz. 
“A los cinco años, la empresa descubre varios 
pozos petroleros de importancia. En éste con-texto 
la Gulf exige al gobierno del MNR como 
al de Barrientos la adjudicación del derecho 
de propiedad del gas como la de los oleoduc-tos. 
Barrientos, mediante una interpretación 
suya, amplía el Código Petrolero para que in-cluya 
al gas y mediante el Decreto Supremo 
8093 crea la empresa Gas y Petroquímica con 
facultades de adquirir toda la producción de 
gas sea procedente de entidades privadas o 
nacionales. Pero, la creación de esta empre-sa 
no podía ocultar el hecho de que la Gulf 
ya dominaba el 90% de la producción de gas 
37 GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, 
Ed. Siglo XXI, México, 1971, pág. 268. 
boliviano y el 80% del crudo. La desnaciona-lización 
del recurso energético avanzaba aún 
más con la adjudicación a Williams Brothers 
de la construcción del gasoducto a la Argen-tina. 
“Para darse cuenta de cómo la Gulf 
consideraba las necesidades del mercado na-cional 
boliviano dentro del conjunto de sus 
actividades, basta contemplar su producción, 
como ejemplo, en los primeros cuatro meses 
de 1969 arrojó la cifra de una producción de 
3.738.252,66 barriles, de los cuales exportó a 
Estados Unidos 2.657.779 barriles y destinó al 
mercado boliviano 711.564 barriles”.38 
Según Sarabia, la compañía Bolivian Gulf, 
por todos los favores recibidos, “llegó a deten-tar 
una riqueza petrolera de 600 millones de 
dólares y emergió como el poder detrás del 
poder, al que continuamente cedía el gobier-no. 
La salida al sometimiento es la misma en 
todos los tiempos, no dependía de la ayuda 
americana hasta los límites en que ésta cap-ture 
todos los controles vitales de la nación, 
sino de potenciar a YPFB, pero eso no se hizo 
(…) Aquel pulpo económico no sólo capturó 
los yacimientos más ricos, sino que antes de 
deducir ningún impuesto tenía a su favor re-tener 
de la producción bruta de manera libre 
como Factor Agotamiento el 27%”.39 
Amparadas por el Código Davenport, 
las compañías extranjeras que operaban en 
Bolivia recibieron en concesión superior a 13 
millones de hectáreas e invirtieron 120 millo-nes 
de dólares; la Bolivia Gulf Oil, la Petrolera 
Boliviana Shell y la Bolivian California Pet retu-vieron 
cerca del 50% del total de los terrenos 
concesionados. Por todo ello, el país recibió 
hasta 1965, más de 14 millones de dólares. 
38 TAHBUB, Marwab, Las transnacionales no son socias, Ed. 
CEDIB, La Paz – Bolivia, SA, pág. 240. 
39 SARAVIA, Arturo, Gas y petróleo ¿Y para quién?, SE, 
Cochabamba – Bolivia, SA, pág. 71. 
86 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 87
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Situación crítica de YPFB 
La caída de la producción iniciada en 
1957, los efectos de la crisis internacional en 
1958 y el plan de estabilización monetaria 
que restringió los créditos, no superaron el 
patriotismo de los trabajadores de YPFB que 
mantuvieron el prestigio de la entidad. Pese 
a la disminución de las brigadas exploratorias, 
su rendimiento aumentó en un 6.5% por bri-gada. 
Se registró un mayor número de pozos 
perforados, al finalizar este año, se terminó 
de construir el oleoducto Sica Sica-Arica y se 
aumentó la exportación de crudo. 
Debido a la construcción del Oleoducto 
Sica Sica-Arica y otras de importancia, se hizo 
necesario el aumento de personal. La obra 
más importante fue la conclusión del nuevo 
edificio de YPFB ubicada en la calle Bueno de 
la ciudad de La Paz. Esta edificación se levantó 
en una superficie de 4.967 metros cuadrados 
y la obra gruesa tiene un volumen aproxima-do 
de 1.397 metros cúbicos. 
La obra que demandó un costo de Bs 
2.687.851.533 (más de $us 215.394) consta 
de once pisos con sótanos y azotea. 
Según la memoria anual de YPFB, en 
1960 la estatal petrolera atravesó por una 
crítica situación financiera que fue arrastrada 
por un largo tiempo y se produce un estan-camiento 
en su desarrollo. Se registró menor 
disponibilidad de divisas, mayores costos de 
operación, precios bajos de sus productos en 
el mercado interno y una tardía recuperación 
de créditos otorgados. 
“A comienzos de 1961, con el fin de con-trarrestar 
la caída de producción de Camiri, se 
vio la necesidad de conseguir un crédito de 
organismos internacionales como el Banco In-teramericano 
de Desarrollo (BID), el Eximbank 
y el Banco Internacional de Fomento y Desa-rrollo 
para comprar materiales y repuestos 
para mantenimiento y reacondicionamiento 
de pozos, para la Planta de Gas, para fractura-miento 
hidráulico y otros, cuyo monto ascen-día 
aproximadamente a 2.500.000 $us”.40 
Para la aceptación de crédito, YPFB de-bía 
cumplir con diferentes requisitos como su 
eficiencia indiscutida y sus métodos de traba-jo 
altamente calificados, aspectos que fueron 
acreditados en 1961 por la compañía nor-teamericana 
De Golyer & Mc Naughton que 
concluyó: La estatal opera como una empresa 
petrolera eficiente. 
En función a este informe favorable, se 
accedió a un crédito de la International Coo-peration 
Administratión (ICA) dentro del pro-grama 
Alianza para el Progreso de Estados 
Unidos. Sin embargo, la ayuda económica de 
este organismo sufrió demoras que desvirtua-ron 
por completo el carácter de urgencia de 
YPFB, pues los insumos y equipos llegaron a 
Bolivia entre 1962 y 1965. 
40 Ibidem, pág. 71. 
Construcción de la línea del oleoducto Sica Sica-Arica, Chile. 
En 1964 se descubrió petróleo y gas en 
Bulo Bulo, Tatarenda y Naranjillos. En 1966 se 
perforó el pozo exploratorio Monteagudo-1 
de tipo estratigráfico dando buenos indicios 
de gas y petróleo. 
El papel de los hidrocarburos y su in-fluencia 
en el poder económico, motivó a las 
petroleras de Sud América a agruparse en una 
organización. Es así que nace la Asistencia 
Recíproca Petrolera Estatal Latinoamericana 
(ARPEL) en la que participan todas las empre-sas 
estatales con excepción de la mexicana 
PEMEX. 
Entre los socios fundadores de esta or-ganización 
petrolera sudamerican destacan 
la Administración Nacional de Combustible, 
Alcohol y Portlan (ANCAP) de Uruguay; Corpo-ración 
Venezolana del Petróleo (CVP) de Vene-zuela; 
Empresa Colombiana de Petróleo (ECO-PETROL) 
de Colombia; Empresa Nacional del 
Petróleo (ENAD) de Chile; Empresa Petrolera 
Fiscal (EPF) del Perú; Petróleo Brasilero S.A. 
(PETROBRAS) de Brasil; Yacimientos Petrolí-feros 
Fiscales (YPF) de Argentina y Yacimien-tos 
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de 
Bolivia. El ingeniero boliviano Miguel Tejada 
Velasco fue uno de los primeros secretarios 
generales de ARPEL, de acuerdo a los regis-tros 
históricos del archivo la estatal petrolera 
boliviana. 
88 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 89
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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La segunda Nacionalización 
En la década de los años 1960 se 
produce una nueva ola de nacionalizacio-nes 
petrolíferas en la región y los militares, 
que tradicionalmente servían a los intere-ses 
oligárquicos, se atrevieron a enfrentar-se 
al poder imperial. 
El 9 de octubre de 1968, el presiden-te 
de Perú, Gral. Juan Velasco Alvarado, 
anunciaba la anulación de la entreguista 
acta de Talara, la nacionalización de las 
instalaciones de la refinería de la Brea y 
Pariñas y la expulsión de la International 
Petroleum Company. 
“Juan Velasco Alvarado, había esta-tizado 
los yacimientos y la refinería de la 
International Petroleum Co., filial de la 
Standard Oil de Nueva jersey, en Perú. Ve-lasco 
había tomado el poder a la cabeza de 
una junta militar, y en la cresta de la ola 
de un gran escándalo político: el gobierno 
de Fernando Belaúnde Terry había perdido 
la página final del convenio de Talara, sus-crito 
entre el Estado y la IPC. Esa página 
Entrada al campamento - Camiri 1967. 
misteriosamente evaporada, la página once, 
contenía la garantía del precio mínimo que la 
empresa norteamericana debía pagar por cru-do 
nacional en su refinería. 
El escándalo no terminaba allí. Al mismo 
tiempo, se había revelado que la subsidiaria 
de la Standard había estafado a Perú más de 
mil millones de dólares, a lo largo de medio 
siglo, a través de los impuestos y las regalías 
que había eludido y de otras variadas formas 
de fraude y corrupción”.41 
Un reportaje del influyente periódico 
parisiense Le Mondé, citado por el matutino 
Presencia, hace referencia al contagio de la 
expropiación del petróleo de América Latina. 
El juego de dominó temido en 1969 por el 
presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, 
había empezado y el ejemplo dado por los mi-litares 
peruanos y bolivianos iba a extenderse 
a otros gobiernos latinoamericanos. La me-dida 
asumida en Bolivia fue considerada por 
el senador demócrata estadounidense, Frank 
Church como una nueva prueba del fracaso 
de la política latinoamericana de Washington. 
La Bolivian Gulf Oil Company ingresó a 
Bolivia al amparo del Código del Petróleo el 
23 de mayo de 1956, mediante la suscripción 
de contratos de financiación de oleoductos 
y contratos de operación conjunta con YPFB 
para exploración y explotación en áreas pro-badas 
petrolíferas de jurisdicción de la estatal 
petrolera. 
Una vez asentada en el país, esta com-pañía 
buscó la salida de YPFB del mercado in-terno, 
pues el contrato de riesgo compartido 
dejó a la estatal petrolera sin participación 
porque la exploración de un millón y medio 
41 GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, 
Ed. Siglo XXI, México, 1971, pág. 269. 
de hectáreas era exclusivamente de la Gulf Oil 
a un costo de 80 centavos por hectárea. 
YPFB únicamente recibía una regalía del 
11% y un impuesto único del 19%; es decir, 
recibía solamente un 30% de la producción 
bruta. Quedaba claro que contra lo acordado 
no se trataba de un contrato de riesgo com-partido 
donde se les exigía inversión, sino era 
una concesión ordinaria para explotación de 
pozos. 
La protesta popular se desató por las 
condiciones en que operaba la Gulf y, parale-lamente, 
comenzó a registrarse un descenso 
en la producción que se ubicó en 22% por de-bajo 
de la demanda del mercado interno. 
Esa situación obligó a la estatal petrolera 
a importar petróleo desde Argentina, previa 
instalación de un oleoducto entre Caranda y 
Santa Cruz para transportar 26 MMC de crudo 
adquirido de la Gulf. YPFB también firmó un 
contrato con la Dowell Schlumberg, compa-ñía 
que empleó un método de fracturamiento 
hidráulico en Camiri permitió elevar este volu-men 
en 100 MMC aunque el agotamiento de 
los campos era irreversible. 
A fin de viabilizar créditos, la estatal pe-trolera 
fue sometida a la injerencia de Nacio-nes 
Unidas bajo la figura de la asistencia téc-nica. 
Esta intromisión acrecentó la corrupción, 
el nepotismo, la discontinuidad en la gerencia, 
los cambios de personal, la influencia política 
y, por ende, se inició el proceso de descapita-lización 
de la empresa y el agotamiento de sus 
reservas. 
Más allá de eso, los resultados con la 
Gulf también mostraron un panorama des-alentador, 
pues hasta 1965 la compañía es-tadounidense 
había extraído 220 millones 
de barriles por un valor de 360 millones de 
dólares, de los cuales el Estado apenas se 
90 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 91
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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benefició con 39 millones de dólares por con-cepto 
de regalías. 
Las sucesivas ventajas que las distintas 
administraciones gubernamentales habían 
aprobado a favor de la Gulf, acrecentó el des-contento 
el malestar de diferentes sectores de 
la sociedad civil y alentó su rechazo firme y 
desaprobación popular hacia las políticas pe-troleras 
entreguistas. 
Las acciones censurables de la Gulf 
bajo la lógica de su “acostumbrada política 
basada en la coima y el fraude”, afectaron 
directamente a las arcas del Estado e involu-craron 
a sus propios administradores. La com-pra 
por 22.000 dólares de los estudios de pros-pección 
de Colpa y Caranda elaborados por 
YPFB y la presión que ejerció en el gobierno 
del MNR para que se construyera un oleoduc-to 
entre Sica Sica y Arica, Chile y se inmovili-zaran 
16 millones de dólares en una tubería 
que permaneció 10 años sin prestar servicio, 
fueron acciones que no se comprendieron. 
Años después se supo que la Gulf Oil había 
usado clandestinamente ese oleoducto para 
contrabandear petróleo boliviano hacia Chile 
con ganancias superiores a los 40 millones de 
dólares. 
Ante este panorama desolador, brotaron 
sentimientos de rechazo contra la Gulf en el 
pueblo y en esferas del Estado. Tras la muerte 
de René Barrientos a principios de 1969, en 
uno de los helicópteros que le había obse-quiado 
precisamente la Gulf, por decisión de 
las FFAA, asumió la presidencia de la Repúbli-ca 
el Gral. Alfredo Ovando Candia, quien con-formó 
un nuevo gobierno (1969-1970) con 
la participación de reconocidas figuras de iz-quierda, 
y Petróleo. 
por este gobierno, fue decretar la derogación 
del Código del Petróleo, el 26 de septiembre 
de 1969, “por ser contrario a los intereses 
nacionales”, como paso previo a la más im-portante 
El Ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga Santa Cruz denunció la presión del imperialismo sobre el negocio del petróleo nacional. Las primeras manifestaciones sociales en Bolivia contra la transnacional Gulf Oil Co. 
entre las que sobresalió Marcelo Qui-roga 
Santa Cruz, nombrado ministro de Minas 
Una de las primeras medidas asumidas 
medida en su corto período guber-namental. 
La Gulf reaccionó paralizando la ex-portación 
del crudo boliviano desde el puerto 
92 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 93
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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chileno de Arica y el Banco Mundial dejó sin efecto un préstamo ya 
concedido a Bolivia. 
La administración de Ovando autodenominada revolucionaria, 
convocó a obreros, campesinos y estudiantes para que, mediante la 
conformación de un frente de acción único, gobierno y sectores pro-gresistas 
pudieran devolverle al país la administración del petróleo 
para beneficio propio. 
El entonces ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga 
Santa Cruz, considerado como uno de los artífices en la nacionali-zación 
de la Gulf, denunciaba ante los medios de información una 
presión imperialista por parte de la compañía norteamericana contra 
el gobierno revolucionario del Gral. Alfredo Ovando Candia. La acusó 
de ejercer a través del Banco Mundial, chantaje de orden político y 
Ovando lee el decreto de nacionalización de la Gulf. 
(Presencia 1969) 
“A Bolivian Gulf no se le pagará ni un centavo de indemnización por el gas ni por el petróleo, porque ambas riquezas son 
del pueblo boliviano. Tampoco se pagará indemnización alguna por las inversiones que la compañía hubiera efectuado en 
el país, ya que no nos interesan los gastos en que hubiera incurrido. El problema se reduce a cancelar el monto relativo al 
activo fijo que la empresa petrolera deja en Bolivia, vale decir, indemnizarla por la maquinaria y vehículos que se queda-rán 
en el país, por sus bienes inmuebles, bombas y plantas de reinyección”. Marcelo Quiroga Santa Cruz. 
El entonces Ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga Santa Cruz firma el Decreto de Nacionalización de los Hidrocarburos (17 de octubre de 1969). 
94 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 95
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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económico para evitar realizar una labor re-volucionaria 
en materia de hidrocarburos, se 
trataba del gasoducto Santa Cruz-Yacuiba que 
en un 50% iba a ser financiado por el organis-mo 
multilateral. El entonces ministro Quiroga 
Santa Cruz aseguró que personalmente defi-nió 
una política petrolera en bien del país y 
que correspondía al gobierno su ejecución. 
Luego de recibir el apoyo absoluto de 
las Fuerzas Armadas, el viernes 17 de octubre 
de 1969, a horas 19:15 el gobierno revolucio-nario 
del Gral. Alfredo Ovando Candia emitió 
un Decreto en el Salón de los Espejos de Pa-lacio 
de Gobierno que establecía la reversión 
al dominio del Estado boliviano de todas las 
concesiones otorgadas a la Bolivian Gulf Oil 
Company y la nacionalización de todas sus ins-talaciones, 
inmuebles, medios de transporte, 
estudios, planos, proyectos y todo otro bien, 
sin excepción alguna, además de la entrega de 
las mismas a YPFB. 
Paralelamente, se procedió a la toma mi-litar 
de las oficinas de la Gulf en La Paz y a la 
ocupación, por parte de las tropas del ejército, 
de los pozos petroleros de Colpa, Caranda y 
Río Grande en Santa Cruz. 
“Ha concluido para los bolivianos el 
tiempo del desprecio”, afirmaba el Presiden-te 
de la República, Alfredo Ovando Candia, en 
aquella oportunidad, en un mensaje dirigido a 
la nación, minutos después de firmar el decre-to 
supremo de nacionalización de la Gulf. 
“Compatriotas: En esta hora decisiva 
para el destino de Bolivia, me dirijo a todos los 
bolivianos, sin diferencias regionales ni distin-ciones 
de partido porque sé que al llamado de 
la patria acudirán todos haciendo un frente co-mún 
en defensa de Bolivia. El Gobierno Revo-lucionario 
ha dictado un decreto por el que el 
Estado recupera al fin las concesiones que tan 
ominosamente se otorgaran a la Bolivian Gulf 
Oil Company y por el cual además, se nacio-nalizan 
todos sus bienes. Esta determinación 
tomada después de un profundo análisis de 
la situación planteada por esa empresa, cuyas 
actividades estaban normadas en desmedro 
del país por el Código del Petróleo redactado 
en su integridad por abogados extranjeros a 
quienes solamente movía el interés privado”,42 
expresaba Ovando Candia en un mensaje a la 
nación. 
“El gas boliviano que en un 90% se halla-ba 
bajo el dominio de la Bolivian Gulf Oil Co., 
servirá ahora para adelantar vigorosamente 
el desarrollo de nuestras refinerías y de la si-derurgia 
que pondrá en marcha con carácter 
prioritario el Gobierno Revolucionario. Al pro-pio 
tiempo estamos tomando las previsiones 
necesarias para que el contrato de venta de 
gas a la república Argentina, y la previa cons-trucción 
del gasoducto a Yacuiba, no sufran 
interferencias ni dilaciones (…) Vigorizaremos 
a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, 
la empresa tan querida por el pueblo bolivia-no, 
que vio en ella, desde el momento de su 
creación, tres décadas, la voluntad de afir-mación 
del país y el instrumento para la de-fensa 
de esta fuente de energía. En el curso 
de los últimos años, se había producido una 
paulatina descapitalización de YPFB dejando a 
la empresa del Estado en una posición subal-terna 
y mediatizada frente a la Bolivian Gulf 
Oil. Para bien del país esta situación cambiará 
fundamentalmente a partir de este momento. 
Impulsaremos a la empresa del Estado, no so-lamente 
para que avance en todos los campos 
de la prospección y la explotación del petróleo 
y del gas, sino también para que asegure en 
favor de Bolivia los beneficios de la industria 
42 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 
Con información de YPFB la Gulf descubrió grandes campos petrolíferos en Bolivia. 
petroquímica en sus múltiples campos”, 43 
añadía el mensaje de Ovando Candia. 
Antes de que tome el poder, aproxima-damente 
15 días, “Ovando había jurado que 
nacionalizaría la Gulf, ante un grupo de inte-lectuales 
nacionalistas; había redactado el de-creto, 
lo había firmado, lo había guardado, sin 
fecha, en un sobre. Y cinco meses antes, en el 
Cañadón del Arque, el helicóptero del gene-ral 
René Barrientos había chocado contra los 
cables de telégrafo y se había ido a pique. La 
imaginación no hubiera sido capaz de inventar 
una muerte tan perfecta. El helicóptero era un 
regalo personal de la Gulf Oil Co.; el telégrafo 
43 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 
pertenece, como se sabe, al Estado. Junto 
con Barrientos ardieron dos valijas llenas de 
dinero que él llevaba para repartir, billete 
por billete, entre los campesinos, y algunas 
metralletas que no bien prendieron fuego co-menzaron 
a regar una lluvia de balas en torno 
del helicóptero incendiado, de tal modo que 
nadie pudo acercarse a rescatar al dictador 
mientras se quemaba vivo”.44 
Durante medio siglo el pueblo boliviano 
se vio sometido al yugo de las grandes empre-sas 
del estaño. El entonces Presidente de la Re-pública 
había herido la cabeza de penetración 
44 GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, 
Ed. Siglo XXI, México, 1971, pág. 267 
96 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 97
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del imperialismo y consideraba que la compañía norteamericana 
más poderosa en Bolivia alcanzó un predominio económico y polí-tico 
semejante al de los Barones del Estaño, pues las condiciones en 
que operaba y los enormes beneficios que tenía, convirtieron a la 
transnacional en un nuevo “Súper Estado” capaz de distorsionar el 
desarrollo económico del país. 
“A la Gulf no se le pagará ni un centavo de indemnización por el 
gas ni por el petróleo, porque ambas riquezas son del pueblo bolivia-no. 
Tampoco se pagará indemnización alguna por las inversiones que 
la compañía hubiera efectuado en el país, ya que no nos interesan 
los gastos en que hubiera incurrido. El problema se reduce a cance-lar 
el monto relativo al activo fijo que la empresa petrolera deja en 
Bolivia, vale decir, indemnizarla por la maquinaria y vehículos que se 
quedarán en el país, por sus bienes inmuebles, bombas y plantas de 
reinyección”. 45 
“Ahora sí podemos decir que la sangre derramada en las arenas 
del Chaco y la que corrió en los treinta últimos años buscando un 
camino de liberación para el pueblo boliviano no fue derramada en 
vano”, 46 complementaba Ovando. 
Una vez difundido el decreto de nacionalización, en algunos 
sectores del país se empezó a temer por una devaluación de la mo-neda. 
Sin embargo, esta presunción no tuvo eco en las estructuras 
gubernamentales, donde la preocupación central era la nacionaliza-ción 
de la compañía internacional. Pese a ello y precautelando la eco-nomía 
del pueblo, el Consejo de Ministros del régimen de Ovando 
decretó feriado bancario. 
YPFB emitió un comunicado de prensa en el que informa que 
su personal técnico asumió el control de los campamentos y campos 
productores ubicados en Cochabamba y Santa Cruz, y que el bombeo 
de crudo por el oleoducto Sica Sica – Arica se efectuaba normalmen-te 
bajo el control y supervisión de la estatal petrolera. 
En otra nota solicitada en la prensa, YPFB, manifestó con orgu-llo 
su satisfacción por la nacionalización de Bolivian Gulf Oil Company, 
lograda mediante una trascendental e histórica determinación del 
Gobierno Revolucionario. El comunicado agrega que la recuperación 
de la riqueza petrolífera del país tiene por meta lograr la indepen-dencia 
económica de Bolivia con dignidad y soberanía. Además, YPFB 
se compromete a redoblar esfuerzos para aportar positivamente al 
engrandecimiento de la patria. 
45 TAHBUB, Marwab, Las transnacionales no son socias, Ed. CEDIB, La Paz – Bolivia, SA, pág. 240. 
46 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 
Gral. Juan José Torres y Marcelo Quiroga Santa Cruz 1969. 
98 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 99
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Día de la dignidad nacional 
Desde los balcones de Palacio de Gobier-no 
el Gral. Alfredo Ovando Candia proclamó el 
17 de octubre como “Día de la Dignidad Nacio-nal 
“ ante una multitud que se congregó en Pla-za 
Murillo para expresar su júbilo por la medida 
asumida. 
“La Nacionalización de la Gulf no es obra 
de nadie individualmente. El decreto fue escri-to 
por la sangre del pueblo boliviano”, 47 afirma-ba 
Quiroga Santa Cruz tras invocar el espíritu 
juvenil para evitar divi-siones 
que buscaría la 
oligarquía y el imperia-lismo. 
Al encomendar 
al Gobierno la nacio-nalización 
de la Boli-vian 
Gulf, las Fuerzas 
Armadas asumieron 
plena responsabilidad 
de esta medida. En un 
comunicado difundido, 
las Fuerzas Armadas de la Nación, por con-ducto 
de su Capitán General y del Alto Mando 
Militar en cumplimiento del punto N° 1 del 
Mandato Revolucionario del 26 de septiem-bre 
que señala la responsabilidad de asegurar 
la soberanía de la Nación sobre las fuentes de 
producción del país y, en resguardo de recupe-rar 
las riquezas naturales enajenadas en condi-ciones 
lesivas al interés nacional y frente a la 
confabulación foránea y antinacional desatada 
47 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 
para impedir la continuidad del proceso re-volucionario, 
encomendaron al Gobierno la 
nacionalización de Bolivian Gulf Oil Company 
y asumieron responsabilidad por esta medida 
revolucionaria. 
La estatización de la compañía privada 
provocó un estallido de júbilo y de sentimiento 
nacional en todo el país. “Ahora o nunca fue 
el slogan que constantemente se vino repitien-do 
por las emisoras locales acompañadas de 
la música del himno 
nacional. Desde que 
fue conocida la inter-vención 
y se supo que 
las Fuerzas Armadas 
estaban controlando 
todas las pertenen-cias 
de Gulf, el país 
estaba prácticamente 
paralizado, esperando 
el próximo paso del 
gobierno”.48 
Según el matutino católico Presencia, la 
medida estuvo precedida de consultas entre 
ministros de Estado y medidas de emergencia 
para evitar cualquier sabotaje a las instalacio-nes 
de la compañía. Posteriormente, el mi-nistro 
de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga 
Santa Cruz instruyó que un grupo de técnicos 
de YPFB partiera inmediatamente a Santa Cruz 
con la finalidad de asumir el control técnico de 
las instalaciones operativas. 
48 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 
17 de octubre de 1969. (Presencia) 
100 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 101
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Cuantiosas pérdidas para la Gulf 
La nacionalización significaba el cese de 
beneficios para la compañía norteamericana 
por un monto equivalente a $us 1.500 millo-nes 
calculados en reservas en territorio boli-viano, 
además de la recuperación a precios de 
1969, de $us 3.000 millones en reservas gasí-feras 
y de 600 millones de dólares en reservas 
petroleras, según cálculos del gobierno. 
Tras el anuncio, funcionarios de la Gulf 
abandonaron sus oficinas en La Paz, ubicadas 
en un edificio de la Avenida Mariscal Santa 
Cruz, que fue intervenida por las FFAA al man-do 
de su Comandante en Jefe, Gral. Juan José 
Torres. Entretanto, los oficiales de carabineros 
vigilaron las dependencias y archivos a fin de 
evitar la salida clandestina de documentación. 
A raíz de esta medida, desde Washing-ton, 
el presidente del Concejo de la Gulf Oil, 
E.D. Brockett, preconizó la aplicación de la en-mienda 
Hickenlooper por la no compensación 
de las propiedades de la compañía nacionali-zada. 
Esta Enmienda (Ley de Ayuda Extranje-ra) 
fue aprobada por el Congreso americano 
como Ley Pública en 1964. 
El Gobierno boliviano a través del minis-tro 
de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga San-ta 
Cruz, calificó esta petición como “insolente”, 
pues la Gulf consideró a Bolivia como una de 
sus “colonias” y jamás pensó que era una re-pública 
independiente. 
Sin embargo, la Gulf no se quedó de 
brazos cruzados porque sus intereses econó-micos 
fueron seriamente afectados pero no 
así su inmenso poder de influencia con el que 
contraatacó. 
Ni bien se oficializó la nacionalización de 
esta compañía y sus bienes, ésta se ocupó de 
que se cerraran los mercados internacionales 
para Bolilvia y se bloquearan los accesos de 
los yacimientos al circuito de distribución de 
crudo en el mundo. El cese de actividades del 
yacimiento de Río Grande y su posterior calu-sura 
fueron, entre otras cosas, las consecuen-cias 
directas de la arremetida emprendida por 
la transnacional. 
También se suspendió el crédito del 
Banco Mundial (BM) para la construcción 
del gasoducto a la Argentina que había sido 
garantizado por la Gulf. Una comisión de mi-nistros 
se trasladó a Buenos Aires a fin de evi-tar 
mayores perjuicios y tratar de lograr que 
el gobierno argentino levante el bloqueo de 
los materiales y equipos que se iba a emplear 
en el gasoducto. Se negociaron nuevos plazos 
para la venta de gas y se buscó el cambio de 
garante para el crédito del ente multilateral. 
Esta administración gubernamental con-trató 
a la compañía francesa Geopetrole para 
que haga la evaluación del monto indemniza-torio 
de los bienes de la Gulf. 
Enrique Mariaca, aclara este pasaje his-tórico 
de la siguiente manera: “Para resolver 
el tema del embargo petrolero que sufría Bo-livia 
y el préstamo financiero de 25 millones 
de dólares que se requerían para garantizar 
la construcción del gasoducto a Argentina, 
(Marcelo) Quiroga Santa Cruz mandó una co-misión 
de negociación a España en la que me 
incorporó, junto con el Presidente de YPFB. En 
España se había creado una empresa petrole-ra 
del Estado, pero con muy poca experiencia 
técnica y capacidad económica. 
Si bien Quiroga Santa Cruz tenía la espe-ranza 
de que esta compañía podía ayudarnos 
con el financiamiento del gasoducto, cuya 
inversión era de 50 millones de dólares –25 
financiados por el Banco Mundial y 25 por el 
Banco Morgan de la Gulf, que al ser naciona-lizada 
se habían perdido– las negociaciones 
no prosperaron debido a la falta de capacidad 
financiera de la empresa española para rea-lizar 
un préstamo de tal magnitud. Por estos 
motivos, la comisión gubernamental tuvo que 
regresar a Bolivia sin el objetivo alcanzado. 
El Ministro Quiroga Santa Cruz renunció a su 
mandato tiempo después. 
La situación de falta de financiamiento y em-bargo 
petrolero se mantuvo vigente hasta 
la sucesión del General Juan José Torres, en 
octubre de 1970. Durante este mandato fui 
nombrado Ministro de Hidrocarburos para re-solver 
los problemas con la Gulf Oil Company, 
que exigía una indemnización por las inversio-nes 
realizadas durante el tiempo de su conce-sión. 
Es así que organicé una comisión para 
viajar a Estados Unidos para negociar con la 
Gulf Oil Company, solicitando, paralelamente, 
la intermediación del Banco Mundial. 
De igual forma, en ese viaje se iba a so-licitar 
al Banco Interamericano de Desarrollo 
el financiamiento faltante para la culminación 
del gasoducto a Argentina. Afortunadamente, 
la solicitud de intermediación fue aceptada 
por el Banco Mundial y se llegó a un acuerdo 
de indemnización por un monto de 78 millo-nes 
de dólares a favor de la Gulf Oil Company, 
sin intereses y pagaderos en un plazo de 15 
años, con los recursos provenientes de la co-mercialización 
de la producción de los campos 
Colpa, Caranda y Río Grande. 
De acuerdo a Alvaro García Linera, la 
indemnización por la nacionalización de la 
Gulf Oil Company el año 1969, de más de 78 
millones de dólares, que al valor actual, fácil-mente 
equivaldría a más de 447 millones de 
dólares.49 
Mariaca precisa que Durante esta nego-ciación, 
la compañía solicitó que estos cam-pos 
sean administrados por una compañía 
petrolera norteamericana, proposición in-aceptable 
para el gobierno boliviano. Lo que 
sí aceptamos fue la creación de un fideicomi-so 
en Buenos Aires para garantizar el pago de 
la indemnización acordada y lograr el desem-bargo 
petrolero. 
Con relación al financiamiento solicitado 
para la culminación del gasoducto a la Repú-blica 
Argentina, el mismo fue aceptado por el 
Banco Interamericano de Desarrollo, logran-do 
restablecer las actividades de construcción 
del gasoducto.50 
49 GARCÍA LINERA ALVARO. El Onegismo, enfermedad infantil 
del derechismo en Bolivia. Pag. 42. 
50 MARIACA ENRIQUE, Nacionalizaciones de Hidrocarburos en 
Bolivia. Memorias de Enrique Mariaca. Pag. 14 y 15. 
102 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 103
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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La multinacional exigió una indemni-zación 
de más de 150 millones de dólares al 
gobierno revolucionario. Éste presionado por 
la situación que atravesaba toda la cadena de 
producción de los yacimientos recién nacio-nalizados, 
se desdijo de su medular compro-miso 
de no pagarle ni un centavo a la Gulf y, a 
través de contratos con organismos interna-cionales 
viabilizó el mismo. 
En septiembre de 1970, se promulgó el 
Decreto para el pago de la indemnización a 
la Gulf, monto que la compañía Geopetrole 
había establecido en $us 101.098.961 dóla-res. 
De este monto total se dedujo como im-puesto 
único el 22% quedando en 78.622.171 
dólares por concepto de indemnización, suma 
que se pagaría con el 25% de la producción de 
los campos nacionalizados: Colpa, Caranda y 
Río Grande y en un lapso máximo de 20 años, 
sin embargo, este tiempo se redujo a menos 
de nueve años. 
Las negociaciones sobre el monto indemniza-ble, 
el tiempo de pago y otros aspectos inhe-rentes 
a la construcción del gasoducto y de 
las plantas de gas de esos campos producto-res 
de hidrocarburos, dieron lugar a aprecia-ciones 
y especulaciones de toda índole que 
fueron aprovechados por los medios de presa 
interesados en desprestigiar al gobierno y a la 
estatal YPFB. 
Gulf exigió la aplicación de la Enmienda Hickenlooper que ya entonces protegía los capitales transnacionales (Presencia 1969). 
Ejecutivos de la Gulf abandonan sus oficinas, fue tras la nacionalización decretada. 
104 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 105
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Nacionalización respaldada por diferentes sectores 
Varios fueron los sectores sociales que 
respaldaron con beneplácito la medida histó-rica 
asumida por el gobierno del Gral. Alfredo 
Ovando Candia, por el cual se nacionalizó los 
bienes de la Bolivian Gulf Oil, entre los que 
destacan trabajadores petroleros, universita-rios, 
mineros, asociación de ganaderos, chófe-res, 
maestros, gremiales, abogados, médicos, 
empleados públicos, partidos políticos y pue-blo 
en general. 
La Federación Sindical de Trabajadores 
Petroleros de Bolivia a la cabeza de su enton-ces 
secretario ejecutivo, Manuel Ayllón Ocam-po, 
emitió un comunicado al pueblo boliviano 
en el que sostiene que mediante nota N° 109- 
69 dirigida al Gral. Alfredo Ovando Candia de 9 
de octubre de 1969 ya habían pedido la nacio-nalización 
de Bolivian Gulf Oil como imperati-vo 
urgente de la recuperación de las riquezas 
naturales en beneficio del país. 
“Los trabajadores petroleros fiscales de 
Bolivia nos complacemos y recibimos con en-tera 
satisfacción y felicidad para el pueblo de 
Bolivia íntegro, ya que esto significará la libe-ración 
económica del país (…) Hemos insisti-do 
los trabajadores petroleros que debemos 
hacer una revolución verdaderamente pro-gresista, 
caracterizándonos como defensores 
eternos de nuestras riquezas naturales (…) 
Desde la realización del 5° Congreso de Traba-jadores 
Petroleros de Bolivia, llevada a cabo 
en la Capital de la República en 1958, hemos 
solicitado al Supremo Gobierno la sustitución 
del Código Davenport y que en ediciones de la 
prensa nacional y extranjera han sido publica-dos 
hemos sido subestimados, pero ahora nos 
enorgullecemos de haber luchado por una 
causa justa que significará para el pueblo boli-viano 
su verdadera liberación” 51, menciona el 
comunicado de los trabajadores del oro negro. 
La Universidad Mayor de San Andrés 
(UMSA) por medio de su Consejo Universi-tario 
expresó su complacencia y apoyó esta 
medida, pero sin indemnizar a la Gulf y para 
evitar cualquier bloqueo económico, deman-dó 
al gobierno establecer relaciones con todos 
los países socialistas. “La nacionalización de 
la Gulf no es una medida extremista, sino es 
una medida liberal que tiene que ser comple-mentada 
con el manejo y la administración del 
petróleo y el gas en beneficio y en interés del 
pueblo boliviano”, se menciona en un comuni-cado 
de esa época. 
La Federación Sindical de Chóferes 1 de 
Mayo también respaldó esta nacionalización 
y los choferes se consideraron soldados dis-puestos 
al combate contra el imperialismo en 
51 PRESENCIA, 19 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 
Mensaje de los trabajadores petroleros tras la Nacionalización de la Gulf. (Presencia) 
106 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 107
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Respaldo masivo de sectores sociales a la nacionalización de la Gulf. 
ese momento crucial e histórico para el país. 
Pidieron que se prosiga con estas medidas y 
dijeron que era el turno de la South American 
Placers que exportaba cientos de toneladas 
de oro de Teoponte sin ningún beneficio para 
la nación. 
Por su parte, la Asociación de Ganade-ros 
de Santa Cruz, en una solicitada de prensa, 
apoyó sin reservas este proceso porque signi-ficó 
la recuperación de la soberanía sobre la 
riqueza petrolífera del país. Brindó su incon-dicional 
adhesión moral y respaldo material 
al Gobierno Revolucionario e indicaron que 
confían plena y categóricamente en la entidad 
fiscal del petróleo. 
La Confederación Médica Sindical de Bo-livia 
tomó con alborozo la reconquista para el 
patrimonio nacional de una parte importante 
de la riqueza natural como son los hidrocar-buros. 
Consideraron que durante la nefas-ta 
influencia del capital foráneo por mucho 
tiempo se desvió el progreso y se corrompió a 
gobernantes contribuyendo a que sea sepul-tada 
para siempre el despertar de un pueblo 
resuelto a defender sus riquezas. 
La Federación Nacional de Maestros Ur-banos 
de Bolivia también manifestó su plena 
identificación con la reversión al patrimonio 
nacional del petróleo y del gas, detentados 
anteriormente por intereses extranjeros. Dis-pusieron 
que todos los maestros del país ex-pliquen 
a la juventud boliviana los alcances y 
beneficios de esta medida trascendental. 
Los partidos políticos de la época tam-bién 
expresaron su apoyo a la nacionalización 
de la Gulf. El entonces presidente del Partido 
Demócrata Cristiano, Benjamín Miguel, “con-sideró 
que la medida beneficia al pueblo boli-viano 
y se cumplió con uno de los anhelos más 
caros siempre y cuando la nacionalización se 
efectivice sin pago de ninguna indemnización”. 
52 
A ello se sumaron con muestras de apo-yo 
el jefe del PIR, Ricardo Anaya; el dirigente 
del Partido de la Revolución Boliviana, Edwin 
Tapia Frontanilla; además del Comité Ejecuti-vo 
Nacional del Movimiento Popular Cristiano, 
el Partido de la Revolución Nacional, Falange 
Socialista Boliviana, Partido Comunista Peki-nés, 
MNR, entre otros. 
En este gobierno, el cargo de Presidente 
Ejecutivo de YPFB fue suprimido, quedando el 
Ministro de Energía e Hidrocarburos, automá-ticamente 
posesionado como presidente del 
directorio de la empresa. 
Con la firma de un documento que viabi-liza 
el pago, se ponía fin a una histórica aven-tura 
que apostaba por el cambio. Con esta 
nacionalización se terminó con 13 años de 
saqueo y se expulsó a la Gulf Oil Company. 
Los beneficios para el país de la nacionaliza-ción 
de la Gulf impactaron en la economía na-cional 
pues Bolivia dejó de comprar petróleo 
a una empresa extranjera, ganó reservas gasí-feras 
y petrolíferas que entonces se estimaron 
en el orden de 5 mil millones de dólares, ade-más 
se recuperó el mercado argentino para la 
compañía nacional YPFB. 
52 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 
108 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 109
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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DECRETO SUPREMO N° 08956 
D.G.R. N° 22 
GRAL. ALFREDO OVANDO CANDIA 
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA 
Considerando: 
Que, por mandato de la Constitución 
Política del Estado de 1967, declarada en vi-gencia 
por el Gobierno Revolucionario, “Los 
yacimientos de hidrocarburos, cualquiera 
que sea el estado en que se encuentren o la 
forma en que se presenten, son del dominio 
directo, inalienable e imprescriptible del Es-tado. 
Ninguna concesión o contrato podrá 
conferir la propiedad de los yacimientos de 
hidrocarburos. La exploración, explotación, 
comercialización y transporte de los hidro-carburos 
y sus derivados, corresponden al 
Estado”; 
Que, por mandato de la misma Carta 
Magna “El régimen económico propenderá 
al fortalecimiento de la independencia na-cional 
y al desarrollo del país mediante la 
defensa y el aprovechamiento de los recur-sos 
naturales y humanos en resguardo de la 
seguridad del Estado y en procura del bien-estar 
del pueblo boliviano”; 
Que, la misma Carta fundamental 
del Estado establece que, “No se permitirá 
la acumulación privada de poder económi-co 
en grado tal que ponga en peligro la in-dependencia 
económica del Estado”; 
Que, el citado cuerpo de leyes pres-cribe 
que, “Todas las empresas estableci-das 
para explotaciones, aprovechamiento 
o negocios en el país se considerarán na-cionales 
y estarán sometidas a la soberanía, 
a las leyes y a las autoridades de la Repú-blica”; 
Que, la empresa boliviana Gulf Oil 
Company se ha constituido en un nuevo 
SUPERESTADO, que dispone de un poder 
económico y político superior al del Estado 
boliviano, incompatible con el principio y la 
práctica de la soberanía nacional; 
Que, los Mandatos Revolucionarios 
que, en nombre del pueblo de Bolivia, han 
dado las Fuerzas Armadas de la Nación a 
este Gobierno, señalan el deber de “Ase-gurar 
la soberanía de la Nación sobre las 
fuentes de producción del país. En resguar-do 
de este objetivo, recuperar las riquezas 
nacionales”; 
Que, el Gobierno Revolucionario ha 
derogado el Código del Petróleo, norma 
legal reguladora de la explotación de los 
hidrocarburos nacionales redactada por 
abogados dependientes de las empresas 
petrolíferas privadas extranjeras e impues-tas 
al país a través de gobiernos seudo-nacionalistas 
para asegurara la empresa 
Bolivian Gulf Oil Company un margen de 
utilidad y de impunidad que comprometen 
gravemente el interés económico y la dig-nidad 
nacional; 
Que, el pueblo boliviano, en todas sus 
actividades y sectores sociales ha tomado 
conciencia de la necesidad de proceder a 
la nacionalización de los bienes de Bolivian 
Gulf Oil Company, y ha exigido la adopción 
inmediata de esta medida; 
CON EL DICTÁMEN AFIRMATIVO DE 
LOS MINISTROS DEL GOBIERNO REVOLU-CIONARIO. 
DECRETA: 
ARTÍCULO 1.- La reversión al Estado de to-das 
las concesiones otorgadas a BOLIVIAN 
GULF OIL COMPANY, y la nacionalización de 
todas sus instalaciones, inmuebles, medios 
de transporte, estudios, planos, proyectos 
y todo otro bien, sin excepción alguna. 
ARTÍCULO 2.- El inmediato control, por las 
Fuerzas Armadas de la Nación, de todos los 
campos, instalaciones y demás pertenen-cias 
de BOLIVIAN GULF OIL COMPANY. 
ARTÍCULO 3.- Yacimientos Petrolíferos Fis-cales 
Bolivianos (Y.P.F.B.) intervendrá inme-diatamente 
en el control técnico y adminis-trativo 
de las instalaciones y pertenencias 
de Bolivian Gulf Oil Company, bajo la direc-ta 
dependencia y fiscalización del Ministe-rio 
de Minas y Petróleo. 
ARTÍCULO 4.- La formación de una comisión 
presidida por el Ministerio de Minas y Pe-tróleo, 
e integrada por un representante de 
las Fuerzas Armadas, un representante del 
Ministerio de Hacienda, un representante 
de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia-nos, 
un representante de la Dirección Ge-neral 
del Petróleo y un representante de la 
Confederación de Trabajadores Petroleros, 
la misma que, con el asesoramiento técni-co 
que requiera, establecerá el monto, con-diciones 
y términos de la correspondiente 
indemnización. 
ARTÍCULO 5.- La continuidad de las activi-dades 
de YABOG, en cuanto persona jurí-dica 
beneficiaria del crédito otorgado por 
el Banco Mundial y por el New York State 
Common Retirement Fundo para el tendido 
del gasoducto Santa Cruz-Yacuiba y los ra-males 
respectivos, entidad que con el aval 
y respaldo del Estado, asume la totalidad 
de las obligaciones emergentes de dicho 
crédito y la suma de las acciones, derechos 
y obligaciones contraidos por el acuerdo de 
venta de gas a la República Argentina. 
ARTÍCULO 6.- Quedan salvados los dere-chos 
reconocidos por el Código del Petróleo 
derogado, en favor de los departamentos 
productores de hidrocarburos, y asegurada, 
en su beneficio, la percepción de regalías 
departamentales definidas por la norma le-gal 
citada. Asimismo se reconoce en favor 
110 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 111
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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de los departamentos productores, la re-cepción 
de gas a precio cero en los volúme-nes 
y condiciones establecidos por disposi-ciones 
legales en vigencia. 
ARTÍCULO 7.- La permanencia y el reconoci-miento 
de su antigüedad y de todos los be-neficios 
sociales que de acuerdo a Ley les 
correspondieran, de todos aquellos obre-ros, 
empleados y técnicos, tanto nacionales 
como extranjeros, que prestan servicios en 
la empresa BOLIVIAN GULF OIL COMPANY 
y que manifiesten su intención de continuar 
trabajando en la empresa nacionalizada. 
El Gabinete en pleno del Gobier-no 
Revolucionario queda encargado de 
la ejecución y cumplimiento del presente 
Decreto, con la garantía y respaldo de las 
Fuerzas Armadas de la Nación. 
Es dado en el Palacio de Gobierno de 
la ciudad de La Paz, a los diecisiete días del 
mes de octubre de mil novecientos sesenta 
y nueve años. 
FDO. GRAL. ALFREDO OVANDO CAN-DIA, 
César Ruiz Velarde, Juan Ayoroa Ayo-roa, 
David La Fuente Soto, Antonio Sánchez 
de Lozada, Mariano Baptista Gumucio, Jai-me 
Paz Soldán Pol, Alberto Bailey Gutiérrez, 
Marcelo Quiroga Santa Cruz, Edmundo 
Valencia Ibañez, José Luis Roca García, Ma-rio 
Rolón Anaya, Walter Arzabe Fuenteizas, 
León Kolle Cueto, Carlos Hurtado, José Or-tíz 
Mercado, Oscar Bonifaz Gutiérrez, Juan 
José Torrez G. 
Régimen de la Ley General de Hidrocarburos 
En la década de 1970, un grupo de mili-tares 
pidió la salida de Ovando y en el comien-zo 
de esa década se desató una crisis que de-rivó 
en un golpe de Estado en el que el Gral. 
Juan José Torres derrocó a Ovando. 
Apoyado por universitarios, mineros y 
obreros, Torres tomó el poder y mantuvo la 
política nacional revolucionaria de su prede-cesor. 
Alfredo Ovando. 
Pero 10 meses después, 19 de agosto de 
1971, el coronel Hugo Banzer Suárez consoli-da 
el golpe de Estado contra el general Juan 
José Torres, imponiendo un régimen dictato-rial. 
En su gestión demuestra filiaciones polí-ticas 
que favorecían a los intereses petroleros 
de Estados Unidos y Brasil. 
En esta coyuntura, suceden hechos de 
relevancia para la industria petrolera y YPFB. 
La estatal desarrolla los campos Mon-teagudo 
(Chuquisaca), Tatarenda y Naranjillos 
(Santa Cruz). En contraste sólo se perforaron 
cinco pozos y únicamente en Los Monos (Tari-ja) 
se halló algo de hidrocarburos. En 1972 se 
registró, entonces, la subida del precio mun-dial 
del petróleo. La nacionalización de la Gulf 
significó a YPFB 100 millones de barriles has-ta 
la mitad de los años noventa. AsÍ, el 28 de 
marzo de 1972, Banzer Suarez lanza otra Ley 
de Hidrocarburos. 
Alegando que existía un vacío legislativo, 
el 28 de marzo de 1972, el régimen dictatorial, 
mediante Decreto Ley N° 10170, aprueba la 
Ley General de Hidrocarburos por la cual YPFB 
pasaba a explorar, explotar, refinar, comercia-lizar 
e industrializar los recursos hidrocarburí-feros 
del subsuelo. Con esta normativa Banzer 
nuevamente desnacionaliza el gas y repone 
privilegios a las compañías transnacionales. 
En esa gestiòn, también se firma un 
acuerdo de venta del energético a Brasil y se 
inicia la exportación de gas natural a la Argen-tina 
a través de las contratistas norteamerica-nas 
Tesoro y Occidental, que en 1974 se bene-ficiarían 
con el 40% del mercado brasileño. 
La normativa abolió el régimen de con-cesiones 
en materia de hidrocarburos e insti-tuyó 
los contratos de operación y contratos de 
servicios, lo cual significaba que podía trans-ferir 
sus actividades petroleras a terceros. Los 
contratos serían por 30 años, cuatro años de 
exploración y 26 de explotación en lotes con 
superficies no mayores a 20 mil hectáreas. 
Esta Ley además establecía que la pro-ducción 
del contratista sería entregada en su 
totalidad a YPFB. De tal producción, la empre-sa 
estatal retendría los volúmenes necesarios 
para el pago de los impuestos nacionales y 
departamentales al precio en boca de pozo. 
Por este conducto, se asignó a Yacimien-tos 
Petrolíferos Fiscales Bolivianos la explora-ción 
de todo el territorio nacional y la subsi-guiente 
explotación y aprovechamiento de 
las áreas petrolíferas y gasíferas de acuerdo a 
planes específicos determinados. 
112 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 113
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Asimismo, la ley estipulaba que la pro-ducción 
del contratista sería entregada en su 
totalidad a YPFB y que sus operaciones esta-rán 
sujetas a una regalía departamental equi-valente 
al 11% y a un impuesto nacional del 
19% de la producción bruta en boca de pozo. 
“De tal producción, la empresa estatal 
retendría los volúmenes necesarios para el 
pago de los impuestos nacionales y departa-mentales 
al precio en boca de pozo. El contra-tista 
recibiría los volúmenes correspondientes 
de acuerdo al contrato, pudiendo exportar li-bremente, 
reduciendo los volúmenes destina-dos 
al mercado interno. La tasa impositiva se 
fijaba en 11% de la producción bruta en boca 
de pozo a favor del departamento productor y 
se establecía un impuesto nacional del 19%”. 53 
Las firmas nacionales de servicios petro-leros 
gozaban de preferencia y se les obligaba 
a emplear personal nacional y utilizar bienes 
materiales producidos en el país. 
La nueva legislación coincidió con un 
contexto internacional favorable. En 1973, se 
registró un crecimiento del desarrollo indus-trial 
en el mundo lo que derivó en un aumen-to 
en el precio del barril de petróleo. En ese 
contexto, la guerra árabe-israelí generó una 
fuerte tensión entre la Organización de Países 
Exportadores de Petróleo (OPEP) y los países 
industrializados consumidores del crudo. La 
crisis mundial del petróleo permitió al país ex-portar 
excedentes de este producto. 
Ese año, Bolivia alcanzó una cifra ré-cord 
de producción de 47.000 barriles diarios. 
Sin embargo, la inversión de las utilidades 
fue deficiente, sobre todo en proyectos de 
53 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el 
siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, Págs. 47 - 46. 
exploración y el interés se volcó a la comercia-lización. 
Se aumentó el número de oleoductos, 
se construyeron complejos refineros y ductos 
que convirtieron a YPFB en la más importante 
empresa del Estado, tanto por sus actividades 
como por los aportes económicos que produ-jo. 
Sin embargo, la inversión de las utilidades 
fue deficiente, sobre todo en proyectos de ex-ploración; 
el interés se volcó a la comercializa-ción 
de los energéticos. 
Esta norma dio comienzo a la exporta-ción 
de gas a la República Argentina y permi-tió 
la llegada al país de 13 compañías extran-jeras 
que firmaron 20 contratos de operación 
para explorar y perforar en las zonas poten-cialmente 
petrolíferas del país. 
Las exportaciones pasaron de 3 a 12 mi-llones 
de barriles; empero, la declinación de la 
producción de los campos y la mayor deman-da 
del mercado interno obligaron a cesar la 
exportación en 1978. La empresa ya no podía 
cumplir sus contratos de venta y debió pagar 
multas por incumplimiento. 
Para satisfacer las necesidades de re-finación, 
en muchos casos YPFB tuvo que 
comprar petróleo crudo a los concesionarios 
para procesarlo en sus nuevas plantas. Parale-lamente, 
se instalaron nuevos oleoductos en 
el momento en que menguaba la producción, 
como el de Yacuiba, con un costo de más de 
32 millones de dólares 
El auge de las exportaciones no redundó 
en beneficios para YPFB debido al derroche 
de sus utilidades, a la compra de materiales 
innecesarios y a la mala utilización del equipo 
de transporte de la empresa. 
A fines de 1975, ante el incremento de 
precios en el mercado interno, el gobierno 
incluyó un nuevo impuesto del 35 por ciento 
Tanques de almacenamiento de petróleo Campo Caigua. 
sobre los ingresos de YPFB. Como consecuen-cia, 
YPFB tenía que pagar el 20 por ciento de 
sus ingresos sobre la exportación, 19 por cien-to 
sobre la producción y 11 por ciento para las 
regalías departamentales. 
En 1979, YPFB no encontró nuevos ya-cimientos 
de petróleo significativos. Hubo, en 
cambio, importantes avances en materia gasí-fera, 
como la construcción de los gasoductos 
Monteagudo – Sucre y del altiplano; además 
del envasado de gas licuado de petróleo (GLP) 
con plantas engarrafadoras en Oruro y El Alto. 
A partir de ese año, la producción se desarro-lló 
a precios subvencionados y sólo tenía por 
destino el mercado interno. Por si fuera poco, 
las regalías y los impuestos eran absorbidos 
por el Estado. 
“Las inversiones realizadas por estas 
compañías contratistas, hasta fines de 1979, 
llegaron a 219,5 millones de dólares y des-cubrieron 
cuatro nuevos campos: Tita, Techi 
y Porvenir por parte de Occidental Boliviana 
y la Vertiente por parte del Tesoro Petroleum. 
La característica esencial de estos contratos 
fue el que las compañías ponían el capital de 
operación a riesgo propio”.54 
Entre 1970 y 1979 se descubrieron campos 
petroleros como Enconada, Palometas, Mon-tecristo, 
Palacios, Cambeiti, Caigua, El Espino, 
Vuelta Grande, Espejos y Río Seco. Asimismo, 
se desarrollaron los campos de La Peña, Santa 
54 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 121. 
114 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 115
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Cruz y Palmar que fueron descubiertas por la 
Gulf Oil Company. 
En 1979 se materializa los complejos 
refineros de Cochabamba y Santa Cruz, ade-más 
de la planta de lubricantes instalada en 
Cochabamba. La refinería Guillermo Elder Bell 
o Palmasola de Santa Cruz inició sus operacio-nes 
para el mercado interno. 
En esta década, YPFB continuó su activi-dad 
exploratoria y se perforaron varios pozos 
exploratorios en diferentes departamentos 
como Santa Cruz, Tarija y Oruro. 
El presidente de facto, coronel Hugo Banzer en la apertura del gasoducto a la Argentina. 
Hiperinflación, déficit fiscal y recesión 
La década de los 80 se inauguró con otro 
golpe de Estado, esta vez protagonizado por 
el Gral. Luis García Meza. En un contexto de 
evidente depauperación de la economía, se 
produjeron los primeros efectos de una infla-ción 
de imprevisibles consecuencias. Bajo la 
administración del régimen militar, en YPFB 
afloró la corrupción de la mano de sus ocasio-nales 
administradores. Así quedó demostrado, 
cuando el gobierno dictatorial adquirió con 
sobreprecio unos equipos de perforación, tras 
negarse a firmar un contrato con la compañía 
que había ganado la licitación. 
En comparación a años precedentes, la 
actividad exploratoria en 1980 se redujo, sin 
embargo, se registró el descubrimiento de 
dos niveles gasíferos en el Campo Caigua (Ta-rija). 
En este periodo, en total, se perforaron 
24 pozos de los cuales nueve fueron explo-ratorios 
y 15 de desarrollo con un total de 
36.063 metros. 
La producción de petróleo y condensa-do 
en ese año fue de 1.383.845 metros cúbi-cos. 
La disminución en un 15.7% con relación 
a 1979 se debe a una declinación de los cam-pos 
productivos. En tanto que la producción 
bruta de gas natural fue de 168.830 MMpcd, 
0.7% superior al año precedente. 
Con el retorno de la democracia y la 
asunción del gobierno del Dr. Hernán Siles 
Suazo, en octubre de 1982 la crisis económi-ca 
llegó al máximo por la mala administración 
heredada de las dictaduras militares y por 
desacertadas medidas como la llamada “des-dolarización”. 
El país se sumergió en una crisis 
recesiva que disminuyó la actividad industrial, 
comercial y derivó en una hiperinflación y 
ola de desocupación. YPFB se vio obligada a 
vender carburantes a precios inferiores a sus 
costos, suprimiendo los precios diferenciales 
que existían en las fronteras. Esto fomentó el 
contrabando hacia países vecinos. 
En 1983 la actividad de prospección ex-ploratoria 
se concretó a trabajos de geología y 
sísmica. El cumplimiento del programa inicial 
de perforación exploratoria fue insatisfactorio, 
pues sólo se tuvo en actividad 11 de 19 po-zos 
programados. El panorama en explotación 
fue similar con tendencia a la reducción. La 
situación en 1984, no experimentó grandes 
variaciones. 
Pero, en 1985 se registra una ligera me-joría 
en las actividades de exploración y desa-rrollo. 
La perforación de pozos arrojó un cum-plimiento 
del 72% respecto a lo programado. 
La producción de petróleo se incrementó en 
1.15% con relación a 1984 y la producción bru-ta 
de gas sólo cayó en 4.4% respecto a similar 
período. 
“Para YPFB fueron años negativos. La explora-ción 
petrolera disminuyó a niveles muy bajos 
por falta de fondos. La producción declinó. 
De los 47.293 BPD que se producían en 1974, 
bajó a 17.565 BPD en 1986. Al finalizar la dé-cada, 
la producción había repuntado ligera-mente, 
registrando 19.929 BPD. En el merca-do 
interno, los productos eran entregados a 
precios por debajo de sus costos de produc-ción 
y elaboración, para satisfacer el afán del 
gobierno de mantener precios políticos”.55 
55 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 143. 
116 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 117
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Oleoducto Campo Caigua. 
VICTOR PAZ 
ESTENSSORO 
(Expresidente de Bolivia 
y fundador del MNR) 
Durante su gestión se 
aprobó el Código Da-venport, 
instrumento 
jurídico que abrió nue-vamente 
las puertas a 
la inversión extranjera 
y limitó la participación 
de la estatal petrolera 
en áreas de exploración 
y explotación. 
118 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 119
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Del 21060 a la capitalización/privatizacion 
La incapacidad del gobierno de la Unión 
Democrática Popular (UDP) para solucionar el 
caos y el desorden, obligó al Congreso Nacio-nal 
a llamar a elecciones generales con un año 
de anticipación. 
Con la frase dramática “Bolivia se nos 
muere”, en 1985 asume la presidencia por 
cuarta vez el Dr. Víctor Paz Estenssoro (MNR) 
e impone una Nueva Política Económica neo-liberal 
basada en el Decreto Supremo 21060, 
con el que se inicia la privatización de las em-presas 
estatales, concentrando la riqueza en 
unos cuantos y otorgando a las transnaciona-les 
el liderazgo de la economía. 
Este instrumento que apertura el libre 
mercado y el capital extranjero en el país, fue 
coordinado por el ministro de Planeamiento 
y Coordinación, Gonzalo Sánchez de Lozada 
y asesorado una vez más por instituciones 
financieras estadounidenses. Grupos intere-sados 
en cambios en el modelo hacia el neo-liberalismo 
encaramados en los poderes del 
Estado, provocaron hechos negativos como el 
fomento a la corrupción en las empresas esta-tales, 
en la perspectiva de utilizar como argu-mentos 
que el Estado es mal administrador.56 
“El presidente Paz al asumir el gobierno 
en 1985, se comprometió ante el Departa-mento 
de Estado (de EEUU) a cumplir con el 
pago de la deuda externa, a reorganizar -en-tiéndase 
liquidar- las estatales Comibol y YPFB, 
y abrir las puertas, de par en par, a las empre-sas 
norteamericanas que se llevan recursos 
naturales”. 
Para la estatal petrolera, este decreto 
significó su descentralización y la creación 
56 SARAVIA, Arturo, Gas y petróleo ¿Y para quién?, SE, 
Cochabamba – Bolivia, SA, pág. 65. 
de tres empresas subsidiarias en diferentes 
sedes: Empresa Petrolera del Oriente (Santa 
Cruz), Empresa Petrolera del Sur (Camiri) y 
Empresa de Industrialización y Comercializa-ción 
de Hidrocarburos (Cochabamba) 
“En el campo petrolero, el gobierno pre-paró 
un plan de emergencia tendiente a fre-nar 
la baja de la producción y las reservas, y 
a disminuir la quema de gas de alta presión. 
Para este propósito, se buscó vender el ga-soducto 
Carrasco-Colpa. Asimismo, aceleró 
los proyectos de explotación y promovió la 
inversión. Más tarde concretó el tendido del 
oleoducto Carrasco-Caranda para el transpor-te 
de líquidos”.57 
El incremento sustancial de precios a 
raíz del retiro de la subvención a los carburan-tes, 
destaca como uno de los principales apor-tes 
de esta normativa para YPFB. Como conse-cuencia 
de los nuevos precios, YPFB transfirió 
más del 65% de sus ingresos brutos al Tesoro 
General de la Nación (TGN) para financiar la 
salida de la crisis nacional. 
Durante varios meses de este año, la 
producción de petróleo condensado experi-mentó 
un descenso debido a la declinación 
natural de los campos de campos de explo-tación, 
sin embargo en el último trimestre se 
incrementó gracias a la perforación de nuevos 
pozos de desarrollo de los campos denomina-dos 
Santa Cruz y La Peña. 
La estabilización monetaria y la profun-dización 
de la recesión en el aparato producti-vo 
nacional caracterizaron el comportamiento 
de la economía en 1986. 
57 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el 
siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 51. 
JAIME 
PAZ ZAMORA 
(Expresidente de Bolivia) 
En su administración 
gubernamental se 
promulgó la Ley Nº 
1194 de Hidrocarburos 
que relegó a segundo 
plano a Yacimientos 
Petrolíferos Fiscales 
Bolivianos y constituyó 
la base para la priva-tización 
de la industria 
petrolera nacional. 
120 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 121
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Jaime Paz y la nueva Ley de Hidrocarburos 
En 1989 asume la presidencia del país, 
Jaime Paz Zamora y con el Acuerdo Patriótico 
dispone restablecer y reconocer la indepen-dencia 
de libre disponibilidad de la regalía del 
1% sobre la producción de hidrocarburos, en 
favor de los departamentos de Beni y Pando. 
En noviembre de ese mismo año, se 
firmó en Buenos Aires, Argentina el acuerdo 
político “Borrón y Cuenta Nueva” con la fina-lidad 
de equilibrar la balanza de pagos, pero 
que era perjudicial para YPFB, pues esa tran-sacción 
privó a la estatal petrolera acceder a 
recursos frescos. Se amortizó una deuda de 
más de 800 millones de Bolivia con la Argen-tina, 
en parte con los 300 millones de dólares 
de la deuda que tenía la empresa argentina 
Gas Estado con YPFB. 
El campo Vuelta Grande, a fines de 1989, 
logra producir 3.700 BPD de condensado, 92 
MMpcd de gas, 845 BPD de gasolina natural y 
182 toneladas métricas por día de gas licuado. 
Con el proyecto de Vuelta Grande se perfora-ron 
26 pozos y se invirtió en total de $us 79,3 
millones con recursos de propios de YPFB y 
del Banco Mundial. 
En 1990, Paz Zamora aprueba un contra-to 
de préstamo con el Banco Interamericano 
de Desarrollo (BID) por la suma de $us 56,9 
millones destinados a financiar el Programa 
de Desarrollo de Campos Petrolíferos de pro-piedad 
de YPFB. 
En agosto de 1990, se produce una crisis 
petrolera mundial generada por el conflicto 
en Medio Oriente que influye negativamente 
sobre YPFB. El precio del barril de petróleo su-bió 
de 14 a 25 dólares y representaba una san-gría 
para Bolivia, pues debía pagar el petróleo 
que compraba a los contratistas, además de 
impuestos y regalías en base al precio interna-cional 
del petróleo árabe ligero. 
Para posibilitar la presencia y el ingreso 
al país de la inversión extranjera directa, se re-quirió 
elaborar y aprobar una serie de disposi-ciones 
legales. Este proceso se inicia durante 
la administración de Jaime Paz Zamora. El 17 
de septiembre de 1990, se aprobó la Ley de 
Inversiones cuyo fin fue otorgarle a la empre-sa 
extranjera el mismo tratamiento que reci-ben 
las empresas nacionales. 
El 1 de noviembre de 1990, la adminis-tración 
de Paz Zamora promulgó la Ley Nº 
1.194 de Hidrocarburos, la misma que susti-tuía 
a la de 1972. La nueva normativa otorga-ba 
garantías a la inversión extranjera petrole-ra 
y relegó a YPFB a un segundo plano. 
“Esta ley, que normó el comportamiento 
de la industria petrolera en el período 1990- 
1996, tenía una doble orientación: estatal por-que 
YPFB podía actuar en las distintas fases 
de la cadena hidrocarburífera, y privada en el 
sentido en que generaba condiciones para el 
Los gobiernos del MIR, ADN y MNR impulsaron leyes hidrocarburíferas en beneficio 
de las transnacionales y en desmedro de YPFB. 
ingreso e instalación de empresas transnacio-nales”. 
58 
La nueva legislación prescribía contratos 
de operación o de asociación en las fases de 
exploración y de explotación por un tiempo 
máximo de 30 años. Las reservas de gas natu-ral 
pasaron a ser propiedad del Estado en con-formidad 
con lo que disponía la Constitución 
Política del Estado. Los hidrocarburos produci-dos 
se tomaban como propiedad de YPFB y las 
58 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el 
siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 52. 
empresas contratistas tenían derecho a una 
retribución que consistía en la participación 
del 50% de la producción. 
“La principal conclusión que se extrae de 
la Ley de Hidrocarburos Nº 1194, vigente has-ta 
1996, es que en ella queda explícitamente 
establecido que el Estado boliviano mantiene 
los derechos de propiedad sobre los recursos 
hidrocarburíferos. Respecto de los Contratos 
de Operación y de Asociación, debe señalarse 
que arrojaron resultados significativos. Permi-tieron, 
por una parte, el ingreso de empresas 
petroleras extranjeras de diverso origen –en 
122 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 123
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Alfonso Revollo, ex ministro de Capitalización. 
especial de Estados Unidos y de Brasil– y, por otro, impulsaron el des-cubrimiento 
de varios campos y yacimientos, entre ellos los de San 
Alberto y San Antonio. En la actualidad (en 1996), quien ejerce los de-rechos 
de propiedad sobre estos importantes campos es la empresa 
brasileña Petrobras, cuya presencia en Bolivia se debe, precisamente, 
a un Contrato de Operación suscrito con YPFB”.59 
Esa norma dictaminaba que las concesiones se otorgarán sólo 
mediante licitación pública a las empresas que demuestren solven-cia 
económica y financiera y garanticen la ejecución de las obras con 
recursos y financiamiento propios dentro del plazo requerido en la 
convocatoria. 
La estatal petrolera directamente o mediante invitación públi-ca 
internacional negoció los Contratos de Operación, de Asociación y 
su participación en Sociedades Mixtas, promoviendo la concurrencia 
59 VILLEGAS, CARLOS, Privatización de la industria petrolera en Bolivia, Ed. Plural, La Paz-Bolivia, 
200, pág. 61. 
Campo San Alberto, ubicado en el departamento de Tarija. 
124 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 125
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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de ofertas de empresas de probada experien-cia 
y capacidad técnica y económica. 
“El área objeto del contrato, dentro del 
cual el contratista tendrá derecho exclusivo 
de exploración, a nombre y en representación 
de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, 
consistirá en una extensión superficial no ma-yor 
a 1.000.000 de hectáreas en áreas tradi-cionales 
y 1.500.000 en áreas no tradicionales 
sin solución de continuidad, que serán deter-minadas 
por Yacimientos Petrolíferos Fiscales 
Bolivianos en cada caso y dividida en lotes, 
que no excederán de 20.000 hectáreas cada 
uno”, según el Artículo 30 de esa Ley. 
En materia de tributación, la producción 
de hidrocarburos en boca de pozo estaba suje-ta 
a una regalía departamental equivalente al 
11% de la producción bruta, pagadera en be-neficio 
del departamento donde se origine la 
producción; a una regalía nacional compensa-toria 
del 1% de la producción bruta, pagadera 
al departamento del Beni en dos tercios y a 
Pando en un tercio; y a un impuesto nacional 
equivalente al 19% de la producción bruta. 
El resultado económico financiero de 
YPFB refleja una gestión positiva durante 1991 
producto de importantes decisiones. Con la 
nueva normativa del sector, se ingresó a la ex-ploración 
de áreas no tradicionales con recur-sos 
de la estatal petrolera y la participación de 
capitales privados por medio de contratos de 
operación. 
En 1992, los resultados financieros de 
YPFB mostraron una utilidad positiva de 267,3 
millones de dólares. Los ingresos obtenidos 
por ventas permitieron cubrir los aportes pre-vistos 
al TGN, así como a los departamentos 
productores por concepto de regalías, consti-tuyéndose 
la estatal petrolera en el principal 
sostén de la economía del país. 
Posteriormente, el 24 de abril de 1992 
Jaime Paz promulgó la Ley de Privatización Nº 
1330 en la que “se autoriza a las instituciones, 
entidades y empresas del sector público ena-jenar 
los bienes, valores, acciones y derechos 
de su propiedad y transferirlos a personas na-turales 
y colectivas nacionales o extranjeras, o 
aportar los mismos a la constitución de nue-vas 
sociedades anónimas mixtas”. 
Asimismo, Paz Zamora promulga el De-creto 
Supremo N° 23116-A, el 25 de abril de 
1992, mediante el cual autoriza a YPFB sus-cribir 
con la empresa YPF S.A. de la República 
Argentina, el contrato de compraventa de gas 
natural, en cumplimiento del acuerdo de com-plementación 
en materia energética celebra-do 
entre ambos gobiernos, el 20 de marzo de 
1992. 
En la etapa inicial de privatización de 
YPFB, varios ex funcionarios públicos de aque-lla 
administración estuvieron implicados en 
casos de corrupción y fueron serviles a las 
transnacionales, de acuerdo a las investiga-ciones 
en el Congreso Nacional y las instancias 
jurisdiccionales. 
La Ley de Hidrocarburos 1689 declaró libre la actividad de refinación. 
Goni, el gas y su “plan de todos” 
Dos años antes de asumir la Presidencia, 
el sucesor de Victor Paz Estenssoro, el movi-mientista 
Gonzalo Sánchez de Lozada, resu-mió 
sus planes, en un seminario realizado el 
14 de junio en la Cámara Boliviano Americana 
(AMCHAM): “Así como había que privatizar la 
mayoría de las empresas estatales, debía pro-ducirse 
una inmediata y radical privatización 
de YPFB y la sustitución de la Ley de Hidrocar-buros”. 
En 1993 asume la Presidencia de la Re-pública, 
Gonzalo Sánchez de Lozada y pone 
en práctica su oferta electoral denominada 
“Plan de Todos” que básicamente contempla-ba 
la creación de 500.000 empleos, no incluir 
a las empresas estratégicas del Estado en el 
proceso de privatización, rebajar el pago del 
Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre otros 
para buscar supuestamente el desarrollo del 
país. Sin embargo, Sánchez de Lozada más 
conocido como “Goni” sienta las bases de la 
apertura neoliberal más salvaje al capital pri-vado 
transnacional y la “transformación eco-nómica” 
del país a través de la capitalización 
de las empresas estatales, calificadas como 
ineficientes y deficitarias. 
126 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 127
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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El 21 de marzo de 1994, Sanchez de Lo-zada 
desde la Presidencia sancionó la Ley de 
Capitalización N° 1544 y posteriormente creó 
el Ministerio de Capitalización para encaminar 
el proceso en las empresas estratégicas del Es-tado 
YPFB, ENDE, ENFE, LAB y ENTEL. 
Este objetivo consistió en la búsqueda 
de una empresa transnacional, que erogase 
capitales equivalentes al valor en libros o de 
mercado de la empresa estratégica estatal, 
bajo la lógica de que tales capitales se invier-tan 
en la misma empresa. 
“Normas favorables, alta rentabilidad, 
mercados cautivos y exclusivos fueron los 
elementos de atracción de empresas trans-nacionales 
que capitalizaron a las estatales. 
Como consecuencia, YPFB fue descuartizada 
en varias empresas al tiempo que se desvincu-ló 
totalmente de la cadena de hidrocarburos, 
entregando sus capacidades de exploración, 
producción y transporte a capitales privados 
externos”.60 
El gobierno del MNR explicó en su mo-mento 
que no se trataba de una privatización 
(venta de empresas públicas a inversionistas 
privados), sino de una “capitalización” que se 
caracteriza por la inyección de nuevos capita-les 
extranjeros o nacionales. Ante los reclamos 
que comenzaron a gestarse en el país, se ale-gó 
que este proceso rescataría el patrimonio 
de los bolivianos al introducir una fórmula 
que originalmente mantendría el 51% de las 
acciones de las empresas estatales en manos 
de los bolivianos y el 49 por ciento en “socios 
internacionales” que aportarían recursos fres-cos, 
tecnología, impuestos y alta gerencia para 
administrar el patrimonio nacional. 
El economista y ex rector de la Univer-sidad 
Mayor de San Andrés (UMSA), Pablo 
Ramos, advirtió que la capitalización podía ser 
calificada como el más audaz y agresivo inten-to 
de expropiación-apropiación del patrimo-nio 
público y como un proceso desembozado 
60 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el 
siglo XXI, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 69. 
de desnacionalización de los sectores estraté-gicos 
de la economía boliviana. 
Sánchez de Lozada aseguraba que las 
empresas estatales tenían un valor superior 
a los 2.000 millones de dólares, capital que 
sólo sirvió a un grupo de burócratas y políticos 
de los gobiernos de turno que hicieron de las 
empresas públicas un botín contaminado de 
corrupción. Alegó que mediante la capitali-zación 
se podía atraer 2.000 millones más y, a 
ello, añadir otros 6.000 millones más en finan-ciamiento 
privado, concretando una inversión 
8.000 millones, en cinco años. 
Manuel Morales Dávila, impulsor del Co-mité 
de Defensa del Patrimonio Nacional, des-calificó 
la capitalización por ser contraria a los 
intereses nacionales, según una publicación 
del matutino Presencia de 1995. “Los precios 
ofertados por nuestras empresas son ridícula-mente 
bajos con relación a su valor en libros. 
Según sus reservas probadas, YPFB vale 15 mil 
millones de dólares; y según las reservas pro-bables 
tiene un valor de $us 130 mil millones, 
pero se la quiere entregar por menos de 2 mil 
millones, lo que constituye una lesión enorme 
para el país”. 
Enrique Mariaca, ex Presidente de YPFB 
y ex Ministro de Hidrocarburos, también arre-metió 
contra el proceso de capitalización de la 
estatal petrolera al aclarar su inconveniencia 
con los intereses nacionales. 
En 1994 se perforaron 30 pozos y la 
producción bruta de gas natural era de 572,5 
MMpcd aproximadamente. De ese total, YPFB 
contribuyó con un promedio de 431,9 MMpcd 
que representa 75.4% mientras que las em-presas 
contratistas contribuyeron con un cau-dal 
promedio de 140,6 MMpcd. 
1995 es catalogado como un año de 
transición, debido a la necesidad de adapta-ción 
al proceso de capitalización de YPFB. Este 
hecho deriva en una reducción en el programa 
de inversiones de 102,4 a 66,7 millones de dó-lares, 
política que afectó principalmente a su 
plan de exploración. 
El día funesto para los intereses nacionales, la Capitalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos. 
Con la finalidad de privatizar YPFB, el 
gobierno de Sánchez de Lozada proyectó un 
“triángulo energético” como política para ese 
propósito. “Se planteó la capitalización (en 
realidad privatización) de YPFB, que consistía 
en el traspaso de los bienes de la estatal a ma-nos 
de las transnacionales a cambio de sim-ples 
promesas de inversión (…) Una segunda 
política fue la modificación de la Ley de Hidro-carburos 
para transferir legalmente la propie-dad 
de los hidrocarburos a manos de las trans-nacionales 
y eliminar la participación de YPFB 
de cualquier emprendimiento en el sector. Sin 
embargo, la reforma más lesiva a los intereses 
de Bolivia fue la reducción de los impuestos 
para las transnacionales (denominados rega-lías 
y participaciones) del 50% al 18%”.61 
La medida se complementó con la ex-portación 
de gas natural boliviano a Brasil que 
61 GANDARILLAS, M. Tahbub, Nacionalización de los hidrocarbu-ros 
en Bolivia, Ed. Icaria, Madrid – España, 2008, pág. 72. 
presuntamente convertiría al país en el centro 
energético de la región. 
El 30 de abril de 1996, Gonzalo Sánchez de 
Lozada promulgó la Ley de Hidrocarburos N° 
1689 y autorizó a YPFB suscribir “contratos de 
riesgo compartido” con personas individuales 
o colectivas extranjeras, públicas o privadas, 
para la exploración, explotación y comerciali-zación 
de hidrocarburos. Esta ley eliminó los 
contratos de operación y de asociación e insti-tuyó 
los contratos denominados “joint ventu-re” 
con una vigencia de 40 años. 
Al mismo tiempo, la norma en referen-cia 
declaró libres las actividades de transpor-te, 
refinación, comercialización, exportación 
e industrialización de la cadena de hidrocar-buros. 
“Deja que cualquier persona, individual 
o colectiva, pública o privada, pueda reali-zar 
esas actividades con la sola condición de 
que se registren en la Superintendencia de 
128 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 129
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Hidrocarburos, instancia que se crea para la 
regulación del sector”.62 
En materia de régimen tributario, se 
promovió una nueva clasificación para los 
campos petroleros bajo la denominación de 
“campos nuevos y existentes”. Además, la nue-va 
política descartó en forma tácita a YPFB de 
las actividades de exploración, desarrollo y 
comercialización. 
Según Gandarillas, la reclasificación de 
campos fue una medida sumamente ventajo-sa 
para las transnacionales, pues muchos de 
los campos denominados nuevos fueron ya 
descubiertos o estaban en producción antes 
de la promulgación de la Ley de Hidrocarbu-ros, 
lo que significó una pérdida millonaria 
62 MARIACA, Bilbao Enrique, Nacionalizaciones de hidrocarburos 
en Bolivia, Ed., Fundación Jubileo, La Paz-Bolivia, 2009, pág. 
17. 
para el fisco boliviano porque en diez años 
alrededor de 20 campos erogaron al TGN un 
18% en lugar del 50% que correspondía a los 
campos existentes. 
Las adjudicaciones realizadas en el mar-co 
de la capitalización, vulneraron la Consti-tución 
Política del Estado, el Artículo 139 de 
la Carta Magna vigente entonces, prescribe 
que los yacimientos hidrocarburíferos en 
cualquier estado o forma, son de dominio di-recto, 
imprescriptible e inalienable del Estado 
y advierte que ninguna concesión o contrato 
puede interferir con ese derecho propietario. 
Sin embargo, la Ley de Hidrocarburos, al ceder 
concesiones sobre la cadena de producción, 
otorgó a su vez, la propiedad de la producción 
de líquidos y gas natural a favor de las petro-leras 
transnacionales. 
Socios estratégicos de la capitalización deYPFB, según el MNR. 
“Para preparar a la opinión pública sobre 
la inminente desaparición de YPFB a manos 
de empresas extranjeras, el presidente de la 
entidad estatal, Arturo Castaños, declara dra-máticamente 
que la situación de ésta es insos-tenible 
pues ya no puede prestarse un dólar 
más; las inversiones están en riesgo y hay pro-bable 
parálisis de la producción. Advierte al 
Ministerio de Hacienda sobre los problemas 
ocasionados por la falta de desembolsos co-rrespondientes 
al segundo semestre de 1996 
(…) El 6 de diciembre de ese año, a los cuatro 
días del anuncio apocalíptico de Castaños, la 
prensa nacional informa que la mitad de YPFB 
pasó a manos privadas por 835 millones de 
dólares”.63 
Efectivamente, las transnacionales com-prometieron 
invertir este monto en ocho años, 
suma que según algunos expertos del sector, 
63 ROCA, JOSE LUIS, Bolivia, después de la capitalización, Ed. 
Plural, Bolivia, 1999, pág. 218. 
era equivalente al valor en libros de YPFB al 
momento de su capitalización. 
“Hasta el año 2003, aunque las transna-cionales 
aducían que ya habrían invertido el 
total comprometido de los 834,9 millones de 
dólares de la capitalización de YPFB, no hubo 
ningún mecanismo que pudiera verificar estas 
inversiones, porque se trató de empresas pri-vadas 
en las que el Estado boliviano no podía 
inmiscuirse. Amparadas en estas disposicio-nes, 
las transnacionales hicieron de las suyas, 
reportaron bajas utilidades y tasas de rentabi-lidad 
insignificantes”.64 
Ese discurso fue reforzado por el minis-tro 
de Hacienda, Fernando Candia, quien ar-gumentó 
que el remedio para la crisis de YPFB 
era su capitalización. “La petrolera no puede 
continuar sin capital, por lo que es urgente su 
capitalización y, para el gobierno, esto es inmi-nente 
e irreversible”. 
64 GANDARILLAS, M. TAHBUB, Nacionalización de los hidrocar-buros 
en Bolivia, Ed. Icaria, Madrid – España, 2008, pág. 78. 
El desmantelamiento de YPFB 
En medio del descontento social, YPFB 
fue capitalizada paradógicamente, en diciem-bre 
de 1996, a los 60 años de su creación. La 
empresa fue desmembrada. Sus operaciones 
de exploración y desarrollo quedaron a cargo 
de las “capitalizadas” controladas por trans-nacionales 
Chaco S.A. y Andina S.A., mientras 
que el transporte estaba bajo responsabilidad 
de Transredes S.A, producto de la promulga-ción 
de la Ley de Hidrocarburos N° 1689 del 
30 de abril de 1996. La estatal petrolera fue 
reducida a una condición de “empresa resi-dual” 
administrando solamente las unidades 
de refinación, distribución y comercialización. 
YPFB inició un período de adecuación 
institucional al cierre del proceso de capitali-zación, 
que se cumplió con las empresas Cha-co 
y Andina y Transredes. Este nuevo ordena-miento 
se efectúa como empresa en unidades 
de negocios en el marco de la entonces Ley de 
130 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 131
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Infraestructura petrolera de YPFB paso a manos privadas. 
Hidrocarburos vigente y la creación de la Vice-presidencia 
de Negociaciones Internacionales 
y Contratos, dependiente de YPFB. 
Mediante Decreto Supremo Nº 24430 
de 5 de diciembre de 1996, Gonzalo Sánchez 
de Lozada, dispuso la capitalización de la Em-presa 
Petrolera Chaco Sociedad de Economía 
Mixta (EPCHA S.A.M.), en cumplimiento de lo 
previsto por el artículo tercero de la Ley de Ca-pitalización. 
En ese marco, se adjudica en fa-vor 
del proponente Amoco Bolivia Petroleum 
Company, las acciones a ser emitidas para la 
capitalización de Chaco por $us 306.667.001. 
En esa misma fecha, Goni dispone (De-creto 
Supremo Nº 24429) la capitalización 
de la Empresa Petrolera Andina Sociedad 
de Economía Mixta (EPAN S.A.M.), en cum-plimiento 
de la misma norma y se adjudica 
en favor del consorcio YPF - Perez Companc 
- Pluspetrol, las acciones a ser emitidas para la 
capitalización de Andina por el monto de $us 
264.777.021. 
Asimismo, mediante Decreto Supremo 
Nº 24431 de 05 de diciembre de 1996, Goni 
adjudica en favor del Consorcio Enron Trans-portadora 
(Bolivia) S.A. - Shell Overseas Hol-ding 
Ltd., las acciones a ser emitidas para la 
capitalización de la Transportadora Boliviana 
de Hidrocarburos Sociedad de Economía Mix-ta 
(TBH S.A.M.), al haber ofertado la propues-ta 
económica por el monto más alto, que as-cendió 
a la suma de $us. 263.500.000, dentro 
de la “Licitación Pública Internacional para la 
Capitalización de YPFB. 
“Transredes registra buenas ganancias en los 
primeros tres años, pero tiene pérdidas el 
2000; Chaco tiene un comportamiento inver-so: 
de pérdidas significativas en 1997 y 1998 
pasa a registrar excelentes resultados entre 
1999 y el 2000, mientras que Andina obtuvo 
utilidades todos los años con una tendencia 
ascendente”, según las ganancias netas de las 
capitalizadas en el período 1997 - 2000, citada 
por una publicación oficialista difundida sobre 
la marcha de ese proceso. 
Al concluir la gestión 1996, el gobierno 
de Goni entregó en forma gratuita las reser-vas 
probadas de gas y petróleo a las empresas 
transnacionales, que lograron constituir un 
aparato estatal para el beneficio del poder pe-trolero. 
El economista Carlos Villegas, en su libro 
“Privatización de la industria petrolera en Boli-via”, 
sostiene que si bien el Estado es propie-tario 
de las reservas de gas natural mientras 
estas reservas se encuentran bajo tierra, la 
propiedad de éstas pasa a manos de las em-presas 
petroleras transnacionales o contratis-tas, 
cuando estas reservas se encuentran en la 
fase de producción o cuando son declaradas 
como campos comerciales. 
“En estas condiciones, las compañías 
petroleras extranjeras adquirieron el derecho 
de propiedad de la producción en boca de 
pozo; en términos sencillos, se enajenaron los 
yacimientos hidrocarburíferos desde el mo-mento 
en el que éstos salieran a la superficie 
(…) Tanto la ley como el decreto de Sánchez 
de Lozada vulneraron el principio constitucio-nal 
sobre la propiedad nacional de los hidro-carburos 
al discriminar dolosamente que la 
propiedad de los mismos era del Estado bajo 
tierra, pero en boca de pozo les pertenecía a 
las transnacionales que no sólo se apropiaron 
del excedente hidrocarburífero, sino además, 
del uso de los recursos incluyendo su libre 
comercialización”.65 
Los gobiernos de Jaime Paz Zamora y de Gon-zalo 
Sánchez de Lozada se encargaron de ate-nuar 
una apertura legal para la incursión de 
capitales externos a través de las leyes de In-versiones, 
de capitalización, de hidrocarburos 
y de privatización, además de modificaciones 
al sistema tributario. 
65 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, La Nacionalización del 
siglo XXI. 111 años de historia petrolera, SE, La Paz – Bolivia 
2007, pág. 71. 
El acuerdo gasífero con Brasil 
En 1993, Bolivia y Brasil firmaron el pri-mer 
acuerdo de exportación de gas y el 14 de 
agosto de 1996, el presidente ejecutivo de 
YPFB, Arturo Castaños y el máximo represen-tante 
de Petrobras, Joel Méndez Renno, firma-ron 
un contrato definitivo de compra-venta 
del energético por 20 años contados a partir 
de 1999. El 4 de septiembre de 1996, se firmó 
el contrato de construcción del gasoducto a 
Brasil que tiene una extensión de 3.150 kiló-metros 
y una capacidad de transporte de 30 
MMmcd de gas natural. 
Antes de que se consolide la venta 
de gas a Brasil, los capitalizadores de turno 
132 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 133
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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prometieron una composición accionaria so-bre 
el gasoducto de 85% para YPFB y 15% para 
Petrobras, sin embargo esos porcentajes fue-ron 
manipulados de tal forma que la compo-sición 
final fue la siguiente: 59.5% para Enron- 
Shell, 25.5% para YPFB y 15% para Petrobras. 
En 1996, se firmó el contrato de gas a 
Brasil en el que originalmente se fijó la venta 
de 16 MMmcd pero posteriormente a través 
de dos adendas al contrato, se modificó ese 
volumen a 18 MMmcd y 30 MMmcd respec-tivamente. 
Este incremento en el cupo fue 
justificado por Brasil a raíz de la instalación de 
centrales termoeléctricas para garantizar el 
consumo previsto. 
Empero, nunca se llegó a concretar esa 
infraestructura. En 2003 Brasil debía consumir 
24,6 MMmcd pero el volumen exportado en 
esa gestión sólo alcanzó a 11 MMmcd. A par-tir 
de 2004, Brasil debía comprar 30 MMmcd 
pero sólo alcanzó a 26 ó 27 MMmcd. 
“En el marco del Take or pay (toma o 
paga) –sistema de contrato de compra venta 
de gas adoptado por Bolivia y Brasil, que invo-lucraba 
el pago por los volúmenes de gas com-prometidos 
en el contrato GSA, aún cuando 
éstos no hubiesen sido utilizados efectivamen-te- 
se generó en los últimos años una deuda 
de millones de dólares que es constantemen-te 
reajustada, en medio de intensas negocia-ciones 
pues también se cuestiona la capacidad 
boliviana para el cumplimiento de los volúme-nes 
de gas comprometidos”.66 
El precio de exportación se calculó por 
millón de unidades térmicas británicas (BTU) y 
se determinó por una fórmula compleja cuyo 
componente es un precio base estipulado en 
el mismo contrato que varía por años entre 
66 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el 
siglo XXI, pág. 78, 2007, La Paz – Bolivia 
0,95 de dólar por millón de BTU para el primer 
año y 1,06 dólares para el último. 
“El segundo componente contempla un 
factor de ponderación en base a una canasta 
de combustibles (fuel oils), sujeta a variacio-nes 
de precios en el mercado internacional 
del petróleo. Si suben estos precios, también 
aumenta el precio de venta del gas. En vista de 
que esta fue una constante por varios años, y 
en función del aumento del precio del gas, el 
gobierno brasileño solicitó la revisión del con-trato 
y el cambio de sistema por el de banda 
de precios que definiese límites o bandas infe-riores 
y superiores. Sobre este asunto, los es-pecialistas 
consideraban que el sistema Take or 
pay era desfavorable a los intereses brasileños 
aunque beneficiara a las transnacionales”.67 
Otro reclamo de Brasil se relaciona a los 
precios de gas en el punto final de distribución 
(city gates), donde operaban las distribuidoras 
brasileñas. Por ello, también se planteó la revi-sión 
de los precios en toda la cadena así como 
de los volúmenes comprometidos. 
El incremento del precio de las tarifas 
de transporte del gas también constituyó otro 
punto de discusión. La superintendencia del 
sector era la que fijaba las tarifas de transpor-te 
desde los campos de producción hasta la 
frontera. Esta tarifa se conocía como “estam-pilla” 
porque contemplaba un costo fijo, por 
este concepto. Desde el año 2003, Transredes 
cobró 0,2481 centavos de dólar por MM/BTU. 
Para todos los campos en Bolivia el pre-cio 
del gas en boca de pozo se calculaba en 
función del precio del gas en Río Grande al 
que se le restaba la tarifa de transporte. Este 
precio fluctuaba de 0,88 y 1,54 dólares por 
millón de BTU; sin embargo, posteriormente 
experimentó una tendencia ascendente por 
67 Ibidem, pág. 79. 
El ministro de Minas de Brasil, Rodolpho Tourinho y el presidente Hugo Banzer en la apertura de válvulas 
en la planta de compresión de Río Grande, Santa Cruz. 
las variaciones del precio del mercado inter-nacional. 
Por tanto, hubo un mayor beneficio 
para los departamentos productores y el TGN. 
Un hito histórico se registró el 1 de ju-lio 
de 1999 en Río Grande con la exportación 
de gas natural a Brasil en cumplimiento a los 
contratos de compra venta. Con la apertura de 
válvulas desde la Planta de Compresión de Río 
Grande y el inicio de la venta del energético a 
Brasil, Bolivia se conviertía en el país líder de 
la oferta y consolidaba la integración energéti-ca 
en la región. 
Aproximadamente 38 años de negocia-ción 
antecedieron al proceso de esta compra 
–venta. El 22 de mayo de 1974 los presidentes 
de Bolivia, Hugo Banzer y de Brasil, Ernes-to 
Geisel, suscribieron en Cochabamba un 
“Acuerdo de cooperación y complementación 
industrial” por el que se intentó comercializar, 
por primera vez, 240 MMpcd al Brasil. 
En la gestión de 1999, se exportaron 
2,18 MMmcd a Brasil y redituó 15,2 millones 
de dólares al país, es decir, un 2,96% de las 
exportaciones totales de Bolivia. En el año 
2001 se exportó 11,6 MMmcd por más de 220 
millones de dólares y representó un 17,7% de 
todo los exportado por Bolivia. 
Con la participación de los presidentes 
Hugo Banzer Suárez de Bolivia y Fernando 
Enrique Cardoso de Brasil, el 16 de marzo de 
134 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 135
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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El entonces presidente de YPFB, José Saavedra Banzer y el Joel Mendes Rennó de Petrobras estampan 
su firma en el convenio de venta de gas a Brasil. 
Exportación de gas a la Argentina 
El 21 de abril de 1968, Bolivia suscribió 
el primer contrato de venta de gas a Argen-tina 
pero la comercialización se inició recién 
en 1972. A partir de mayo de ese año, Bolivia 
concretó uno de los logros más importantes, 
pues bajo esta normativa se concreta la expor-tación 
de gas natural al vecino país. 
A partir de ese mes, YPFB despacha un 
volumen de 148 millones de pies cúbicos por 
día (MMpcd). De acuerdo a contrato, durante 
los primeros siete años se enviaría este caudal 
para después incrementar a 167 MMpcd por 
los restantes 13 años, según el Libro de Oro de 
la estatal petrolera. 
De acuerdo a la Ley de Hidrocarburos 
de Banzer, correspondía a Yacimientos Petro-líferos 
Fiscales Bolivianos, con carácter exclusi-vo, 
vender y exportar, mediante negociaciones 
directas, los hidrocarburos en su estado natu-ral, 
semi-elaborados, elaborados y los produc-tos 
y subproductos de los mismos, sin excep-ción 
alguna, considerando los requerimientos 
del mercado interno. 
La conclusión de las plantas de gas de los 
campos de Colpa y Río Grande y el Gasoducto 
Santa Cruz-Yacuiba, contribuyeron a la expor-tación 
del energético que se incrementó en 
volumen y en ingresos para YPFB. 
“El rubro de exportaciones tuvo un com-portamiento 
altamente positivo, no solamen-te 
desde el punto de vista empresarial, sino 
además, como fuente generadora de divisas 
para la economía nacional. 
El volumen de petróleo exportado pro-medio 
32.450 BPD y los ingresos por este con-cepto 
fueron de 48,9 millones de $us; el gas 
Inauguración de la exportación de gas boliviano a la República de Argentina. 
2000, los presidentes de YPFB, Carlos Salinas 
Estenssoro y de Petrobras, Philippe Reichstul, 
suscribieron el Addendum N° 2 al contrato de 
compra y venta de gas de 1996 permitiendo el 
suministro de un volumen adicional al estipula-do 
originalmente. Desde el 2004 las cantidades 
contratadas alcanzan a 30,08 MMmcd. 
En los últimos años, Brasil pretendió re-visar 
el contrato GSA y el sistema Take or pay, 
priorizando la reducción de precios y la revisión 
de los volúmenes comprometidos. En 2007 Bo-livia 
logró un incremento en el precio del gas 
natural a Cuiabá de 1,09 a 4,30 dólares por 
MM/BTU, además se incluyó el pago de valor 
de líquidos por el GSA. 
Sin embargo, Bolivia no solo cedió precios 
bajos y otras ventajas a Petrobras, sino que la 
contraparte brasileña recibió la colaboración 
de técnicos bolivianos que habían trabajado en 
YPFB y que conocían muy bien la situación de la 
estatal petrolera. Un ejemplo notorio fue el de 
Arturo Castaños, quien fue presidente de YPFB 
en el período capitalizador y posteriormente 
desempeñó funciones como representante de 
Petrobras en Bolivia. 
En 1997, se efectivizó la suscripción del 
contrato de Construcción del Gasoducto al 
Brasil, sector boliviano y se firmó el contrato 
ampliado de compra-venta de gas natural a la 
República Argentina entre YPFB y YPF S.A. que 
establece un suministro de 24 meses prorroga-bles 
a 36 con un volumen de 6,1 MMmcd. 
136 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 137
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Brigadier Calos Alberto Rey Vicepresidente de Argentina y el coronel, Hugo Banzer inician el contrato gasìfero. 
exportado comenzó a mostrar su peso al ge-nerar 
18,8 millones de $us”.68 
El dinero percibido por la venta del ener-gético 
generó una suma abultada; pero en los 
hechos esos ingresos no contribuyeron signifi-cativamente 
al país ni a YPFB, pues casi en su 
totalidad fueron destinados al gasto corriente 
y al pago de la deuda externa. 
“Los vaivenes del mercado internacio-nal 
determinaron que los precios de expor-tación 
de gas, durante ese lapso, presenten 
68 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 126. 
variaciones significativas que registraron su 
máximo en 1987, cuando se llegó a un precio 
de 4,46 dólares el MPC. Fue en ese mismo año, 
cuando Bolivia y Argentina pactaron una nue-va 
fórmula sujeta a los precios de los combus-tibles 
basada en los mercados de Rotterdam, 
Amsterdam y Mediterráneo”.69 
En 1999 se reinició la exportación de gas 
natural a la Argentina a través del gasoducto 
Madrejones-Campo Durán. Entre 1999 y 2002, 
69 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el 
siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 82. 
las exportaciones del energético al país vecino 
no dejaron un saldo favorable al país, pues el 
negocio fue poco beneficioso para los intere-ses 
nacionales por la drástica disminución de 
volúmenes y valores exportados. 
En 2004, los presidentes Carlos Mesa de 
Bolivia y Néstor Kirchner de Argentina, perfi-laron 
las condiciones de un nuevo acuerdo de 
comercialización de gas en condiciones con-cesionales 
y a un “precio solidario”. 
Banzer y “Tuto” cierran la capitalización 
Luego de asumir el mando de la nación en 
agosto de 1997 a través de la vía democrática, 
el Gral. Hugo Banzer Suárez afronta una crisis 
económica y la recesión lleva a una caída del 
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). 
Banzer y su gobierno de megacoalición 
(ADN, MIR, NFR, CONDEPA, PDC, FRI y UCS) 
aprobaron el DS Nº 24880 mediante el cual se 
autoriza a YPFB proceder al reordenamiento 
de todos sus activos, bienes, valores, acciones 
y derechos de su propiedad, en el objetivo de 
determinar los bienes prescindibles, incluyen-do 
los equipos de perforación, excepto los ne-cesarios 
para los emprendimientos previstos. 
Los bienes declarados prescindibles 
deberán ser valorizados necesariamente por 
evaluadores independientes, para establecer 
el valor del mercado referencial en el momen-to 
de su transferencia. 
Una vez realizado el reordenamiento, se 
autoriza a YPFB por esta única vez y con ca-rácter 
exclusivo, considerar la transferencia en 
forma onerosa de sus activos y bienes declara-dos 
prescindibles en favor de cualquier tipo de 
sociedades previstas en el Código de Comer-cio 
boliviano. 
El gobierno de ADN privatizó lo que que-daba 
de la cadena productiva de hidrocarbu-ros 
y lo que hasta ese entonces permanecía 
bajo tuición de YPFB. Se trataba del denomi-nado 
downstream que abarcaba las fases de 
refinación, comercialización y almacenaje de 
la cadena productiva. Con este paso, se elimi-nó 
definitivamente la participación residual 
estatal en la cadena de hidrocarburos. 
En ese proceso, participó el ingeniero 
químico Hugo del Granado Cossío, quien en-tre 
las gestiones 1997 y 2000 fue vicepresi-dente 
de Administración y Finanzas de YPFB 
asumiendo una actitud entreguista y privatiza-dora 
de la estatal petrolera junto al entonces 
presidente de YPFB, Carlos Salinas Estenssoro, 
quien se desempeñó como presidente de la 
estatal petrolera en ese mismo período. 
En 1998 la producción de gas fue de 
189.606 millones de pies cúbicos y la expor-tación 
del energético a la República Argentina 
fue de $us 55,8 millones. Además, se firmaron 
138 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 139
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Inauguracion del gasoducto a la Argentina 1972. 
nueve contratos de riesgo compartido para la 
exploración y explotación de hidrocarburos 
entre YPFB y las empresas petroleras naciona-les 
y extranjeras. 
En ese mismo año, en el marco del pro-ceso 
de privatización, fueron transferidas las 
estaciones de servicio en aeropuertos y las 
plantas de almacenaje de carburantes y poli-ductos. 
Asimismo, se oficializó el 7 de diciem-bre 
de 1999 la transferencia de las refinerías 
Gualberto Villarroel de Cochabamba y Gui-llermo 
Elder Bell de Santa Cruz a la Empresa 
Boliviana de Refinación (EBR S.A.) conforma-da 
por Petrobras de Brasil y Pérez Companc de 
Argentina. Como resultado de la privatización 
de ambas refinerías, los activos de YPFB tuvie-ron 
un decremento del 22.5% al 31 de diciem-bre 
de 1999. 
Sobre una base de 102 millones de dó-lares, 
se privatizaron ambas refinerías lo que 
significó el cierre de un ciclo histórico de YPFB. 
La empresa Oil Tankin se adjudicó la Compa-ñía 
Logística de Hidrocarburos Bolivia (CLHB). 
“Después de 63 años de haberse constituido 
en la principal empresa productiva del país, 
YPFB concluyó en 1999 un proceso histórico 
de permanente presencia a lo largo y ancho 
de nuestra geografía como factor de integra-ción 
y positivo aporte al desarrollo nacional”.70 
La administración capitalizadora, infor-mó 
“(…) como resultado de las tareas de ex-ploración 
desarrolladas por los contratistas, 
las reservas nacionales en campos existentes 
registraron un incremento significativo. “Las 
reservas nacionales de gas natural probadas 
más probables de hidrocarburos y certifica-das 
por la consultora internacional DeGolyer 
& MacNaughton han experimentado al 1 de 
enero de 2001”. 71 
Reservas 1997 1998 1999 2000 2001 
Gas Natural 
(TCF) 5.69 6.62 8.58 32.21 46.83 
Petróleo 
condensado 
200.9 216.7 240.5 692.0 892.0 
(MMBbl) 
Los contratos de riesgo compartido para 
la exploración, explotación y comercialización 
de hidrocarburos suscritos por la estatal pe-trolera 
con diferentes empresas llegaron a 84 
al 31 de diciembre de 2001. Similar número 
de contratos se registró en 2002. Resultado 
de las actividades de perforación, las reser-vas 
hidrocarburíferas certificadas por DeGo-lyer 
& MacNaughton, tuvieron un crecimien-to: 
las de petróleo / condensado llegaron a 
951,9 millones de barriles y las probadas más 
70 YPFB, Memoria Anual 1999, SE, La Paz – Bolivia, 1999, pág. 3. 
71 Ibidem, pág. 20. 
probables de gas natural ascendieron a 54,9 
trillones de pies cúbicos (TCF), por sus siglas 
en inglés. 
Ese año, YPFB asume la responsabilidad 
del Plan Nacional de Conexiones de Gas Do-miciliario 
que en su primera fase contempla 
20.000 nuevas conexiones gratuitas de gas 
domiciliario en las ciudades de La Paz, El Alto, 
Oruro, Potosí y Camiri con materiales existen-tes 
en almacenes de la estatal petrolera. 
Un cáncer en el pulmón obligó a Banzer 
a renunciar a su cargo el 7 de agosto de 2001 
y, por tanto, mediante sucesión constitucional, 
el vicepresidente de la República, Jorge Quiro-ga 
Ramírez, se hizo cargo del gobierno hasta 
las elecciones del año siguiente. 
Tuto Quiroga pudo recuperar a favor del 
Estado las parcelas que las petroleras no per-foraron, 
como establecía la Ley de Hidrocar-buros 
que heredó de Sánchez de Lozada. 
Sin embargo, Tuto Quiroga, en un acto 
ilegal, el 4 de octubre de 2001 emitió el DS 
26366 que privó al país de 1.300 millones de 
dólares al evitar que las petroleras invirtie-ran 
en la perforación a razón de un pozo por 
parcela. Esta normativa las benefició porque 
ampliaba las facilidades de explotación de las 
áreas que se les había entregado. Los sectores 
sociales calificaron a este ilícito como un rega-lo 
que beneficiaba a las petroleras. 
En su programa de gobierno de “12 me-ses”, 
en materia de hidrocarburos, Quiroga 
inició la denominada “diplomacia del gas” con 
el gobierno de George Bush y propuso el Pro-yecto 
Pacífic LNG con la finalidad de promo-ver 
acuerdos para transportar, transformar y 
exportar gas natural a mercados de México y 
Estados Unidos por puertos del Pacífico. 
El 4 de diciembre de 2001, se sus-cribió 
en Washington un Memorando de 
140 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 141
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Entendimiento entre Sempra Energy y 
Pacific LNG, consorcio integrado por Rep-sol 
YPF, British Gas (BG), Pan American 
Energy LLC, en el que se acuerda nego-ciar 
las condiciones para el suministro de 
un volumen promedio de 800 MMpcd de 
gas natural boliviano, para una planta de 
regasificación en la costa del Pacífico que 
operarán conjuntamente Sempra Energy 
y CMS Energy Corporation para el abaste-cimiento 
del mercado del sudoeste de los 
Estados Unidos. 
“El frustrado proyecto de expor-tación 
de gas natural a los mercados de 
Norteamérica a través de un puerto chi-leno, 
es la última ofensiva del proceso de 
privatización de YPFB y la nueva Ley de 
Hidrocarburos. Bajo esas condiciones, las 
transnacionales del consorcio Pacific LNG 
pretendieron determinar las reglas de un 
juego dentro del cual el Estado boliviano 
sería solamente un medio diplomático 
capaz de facilitar los trámites de moviliza-ción 
internacional del gas natural”.72 
El fracaso de este proyecto energéti-co 
encarado por los gobiernos neolibera-les, 
se debió a un rechazo popular encabe-zado 
por diferentes movimientos sociales 
72 GANDARILLAS, M. Tahbub, Nacionalización de los hidro-carburos 
en Bolivia, Ed. Icaria, Madrid – España, 2008 , 
pág. 93. 
y por el diferendo histórico que se tiene 
con Chile. 
En síntesis, en la gestión de Banzer 
se firmaron otros 32 contratos de riesgo 
compartido y en la de Tuto Quiroga se pro-mulgó 
la Ley 1981 con la que se liquidó de-finitivamente 
a YPFB y firmó otros cuatro 
contratos de riesgo compartido. 
Entre el 8 y el 21 de abril de 2000 
la Coordinadora de Defensa del Agua y la 
Vida y las organizaciones campesinas de 
Cochabamba, protagonizaron de la prime-ra 
lucha contra la privatización del sistema 
público de tratamiento y distribución de 
agua y protestaron la firma de un contrato 
de concesión de servicios con el consorcio 
transnacional Aguas del Tunari. 
En septiembre de ese mismo año 
se produjo un levantamiento indígena en 
el altiplano paceño que demandó la rea-lización 
de programas de desarrollo para 
el área rural, oposición a la nueva Ley de 
Tierras y el rechazo a las medidas privati-zadoras 
del gobierno. 
A partir de ese año salió a relucir la 
capacidad social interpelatoria contra la 
privatización o entrega de los recursos na-turales 
no renovables a las multinaciona-les. 
Gonzalo Sanchez de Lozada junto a su ministro de Hacienda, Javier Comboni. 
Nefasto retorno 
Con un plan de emergencia denomi-nado 
“Sí se puede”, Gonzalo Sánchez de 
Lozada retorna al esquema gubernamental 
el año 2002 acompañado del periodista 
Carlos Mesa. Los escasos resultados electo-rales 
obligaron a Goni a armar una alianza 
con el MIR y UCS. 
Desde agosto de ese año, el gobierno 
del MNR se encargó nuevamente de armar 
un gigantesco aparato de propaganda para 
publicitar el “mal estado de la economía 
nacional, el elevado déficit fiscal calculado 
en 8,5% del PIB y la consecuente descapita-lización 
de las arcas públicas que obligaban 
a un ajuste”. 
Ante el pedido clamoroso de las dife-rentes 
organizaciones de la sociedad civil 
de modificar la Ley de Hidrocarburos que 
favorecía a las compañías extranjeras, esa 
administración niega la petición y dilata el 
curso de las negociaciones. 
La política de hidrocarburos del MNR pre-suntamente 
buscaba desarrollar a plenitud 
el potencial hidrocarburífero y energético 
142 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 143
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Al primer semestre de su gestión, Sán-chez 
de Lozada ya enfrentaba los reclamos 
de los movimientos sociales, ordenando una 
serie de tareas de represión para lo cual ins-truyó 
la conformación de fuerzas combinadas 
entre militares y policías. 
En febrero de 2003, en un mensaje tele-visado 
al país, Goni anunció con alarma que el 
gobierno precisaba de mayores ingresos para 
bajar el déficit fiscal en tres puntos porcentua-les. 
Para entonces, alegaba era imprescindible 
un cambio en el sistema impositivo a través de 
reformas y la aplicación de un nuevo impuesto 
al salario. 
El 10 de febrero, se presentó al país el 
nuevo impuesto a los salarios progresivo y 
no deducible de hasta 12,5%. Mediante ese 
¿ CÓMO SE R EDUCE EL 
DÉFI CI T FI SCAL? 
del país, además de dotar a la mayoría de los 
bolivianos de energía domiciliaria e industrial 
barata y limpia. Goni y Mesa prometen ade-más 
en su Plan de Emergencia conformar un 
Consejo Nacional de Energía y ampliar el mer-cado 
del Brasil duplicando el actual volumen 
contratado, reabrir el mercado a la Argentina 
y abrir los mercados de Chile, México y Califor-nia, 
Estados Unidos. 
La capitalización y/o privatización del 
sector de hidrocarburos, asignó una mayor 
participación a la inversión extranjera petro-lera, 
en tanto que YPFB quedó como una par-ticipación 
marginal, dedicada exclusivamente 
a la supervisión, suscripción de contratos de 
riesgo compartido y meros trámites adminis-trativos. 
Progresividad en el RC-IVA 
El impuestazo al salario y su progresividad 
Salario Tasa 
Bruto Efectiva 
28,880 
26,880 
24,880 
8 80 0.0% 
1 ,320 4.2% 
1 ,760 6.3% 
2 ,000 7.0% 
3 ,000 8.8% 
4 ,000 9.8% 
5 ,000 10.3% 
6 ,000 10.7% 
8 ,000 11.1% 
1 0,000 11.4% 
2 0,000 12.0% 880 
2 9,900 12.1% 
22,880 
20,880 
18,880 
16,880 
14,880 
12,880 
10,880 
8,880 
6,880 
4,880 
2,880 
En bolivianos 
13.0% 
12.0% 
11.0% 
Tasa efectiva RC-IVA 
10.0% 
9.0% 
8.0% 
7.0% 
6.0% 
5.0% 
4.0% 
3.0% 
2.0% 
1.0% 
0.0% 
Salario Bruto Tasa Efectiva 
Proyecto de presupuesto general de la nación 2003. 
Fuente|: Ministerio de Hacienda. 
tributo se pretendía recaudar los ingresos fis-cales 
que no generaba el IVA, que hasta ese 
momento posibilitaba a los bolivianos deducir 
con facturas el consumo hasta un total de 13% 
sobre la renta personal. 
Apenas oficializada por el ministro de 
Hacienda, Javier Comboni, la medida fue ca-lificada 
como “impuestazo” y provocó la in-mediata 
resistencia social por el sector menos 
previsible, los miembros del Grupo Especial 
de Seguridad (GES), dependiente de la Policía 
Nacional, se amotinaron. 
La oposición a la cabeza de NFR (tienda 
política que más tarde se sumó al gobierno 
de Goni) y el MAS lanzó las primeras voces de 
protesta y resistencia a 
la política fiscal de ajus-te 
que se sobrecargaba 
sobre el pueblo. El jefe 
de NFR, Manfred Reyes 
Villa, dijo que estaba 
dispuesto a coordinar 
acciones con la oposi-ción, 
para rechazar la 
propuesta de presu-puesto 
presentada por 
El motín policial dejó 
desprotegido al Palacio 
de Gobierno y por ende 
a la ciudad de La Paz. 
el Ejecutivo que incluía 
un impuesto de 12,5% al salario. 
Por su parte, el MAS, advirtió que asu-miría 
medidas de protesta junto al denomina-do 
Estado Mayor del Pueblo. En lo inmediato, 
este partido propondría en el Parlamento una 
reducción del 50% a las dietas de los par-lamentarios, 
ministros, superintendentes y 
miembros de la Corte Suprema de Justicia, 
además de la eliminación total de los “gastos 
reservados” y el rechazo al impuesto a los tra-bajadores. 
Luego de una reunión convocada de 
emergencia, el presidente de la Confede-ración 
de Empresarios Privados de Bolivia 
(CEPB), Carlos Calvo, expresó el malestar del 
sector. “Rechazamos, repudiamos el impues-tazo 
y estamos dispuestos, si es necesario 
para lograr ello, que tampoco se rebaje el 
IVA y el impuesto a las transacciones en me-dio 
por ciento, si eso va a coadyuvar a que la 
población asalariada no tenga que sufrir este 
impuestazo”. 
El 12 de febrero de 2003 estalló una de 
las rebeliones populares más intensas regis-tradas 
en la historia del país, que luego sería 
recordada como “Febrero negro”. La clase go-bernante 
nunca imaginó los acontecimientos 
que se gestarían a pocos pasos de Palacio de 
Gobierno, en el Grupo Especial de Seguridad. 
El motín policial, li-derado 
por el Suboficial 
Daniel Cahuana y el Ma-yor 
David Vargas deman-dó 
un aumento del 40% 
en sus salarios, ropa de 
trabajo y alimentos, ade-más 
de la elevación del 
bono alimenticio trimes-tral, 
la eliminación de 
los aportes a COVIPOL, 
el mejoramiento de la 
infraestructura policial y la devolución de los 
aportes al Club Litoral. 
El motín policial dejó desprotegido al 
Palacio de Gobierno, y por ende a la ciudad 
de La Paz, provocando inseguridad ciudadana. 
Por dos días reinó el desgobierno y la inesta-bilidad 
se adueñó del país. 
Los estudiantes del Colegio Nacional 
Ayacucho que protagonizaron coincidente-mente 
una marcha de protesta por la desti-tución 
de su director, encendieron la chispa 
de los enfrentamientos entre efectivos de la 
Policía y el Ejército. Cuando pasaban por Pala-cio 
de Gobierno, empezaron a apedrear este 
144 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 145
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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edificio provocando el enfrentamiento entre 
uniformados que derivó en la pérdida de 16 
vidas humanas. 
Fueron dos días de violencia caracte-rizados 
por saqueos a centros comerciales y 
entidades bancarias, incendios de edificios 
públicos y pérdida de valiosa información, en 
el caso de la biblioteca del Congreso Nacional. 
Mientras la Plaza Murillo seguía siendo 
escenario del enfrentamiento con armas de 
fuego entre policías amotinados y militares 
del Regimiento de Colorados, cientos de ma-nifestantes 
atacaron la sede del Ministerio de 
Trabajo, la Vicepresidencia de la República y 
el Ministerio de Desarrollo Sostenible, incen-diando 
algunas de sus oficinas. 
La inactividad policial facilitó el saqueo 
de tiendas comerciales y el ataque sedes 
bancarias y oficinas de los partidos políticos 
de la coalición de gobierno. La primera fue la 
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria 
(MIR), y luego la del Movimiento Nacionalista 
Revolucionario (MNR), y por último la de Uni-dad 
Cívica y Solidaridad (UCS). 
Ante estos sucesos el Poder Ejecutivo 
emitió un decreto en el que declara feriado 
bancario y suspensión de actividades públicas 
y privadas el jueves 13 de febrero de 2003 en 
todo el territorio nacional debido a la crítica 
situación social. 
Las portadas de algunos de los medios 
de la prensa, son especialmente expresivos: 
“Violencia y muerte anulan el impuestazo”, ti-tula 
“Los Tiempos”. “Presidente anuló impues-tazo 
y pide que Dios salve a Bolivia”, escribe 
“El Mundo”. Por su parte, “El Deber” tituló: “El 
impuestazo se borró con sangre”. 
Ese mismo día el gobierno decidió reti-rar 
el proyecto del PGN 2003 con el propósi-to 
de empezar un proceso de diálogo entre 
los bolivianos. En un mensaje a la nación, el 
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada expre-só 
su pesar y sentir por los enfrentamientos 
que se registraron entre uniformados a quie-nes 
ordenó replegarse. 
Sánchez de Lozada anunció que retiraba 
el proyecto de la Ley Financial, que había en-viado 
al Parlamento Nacional para su aproba-ción, 
debido a los enfrentamientos entre dos 
instituciones que tradicionalmente son el res-paldo 
del país. 
El 14 de febrero, Bolivia volvió a una 
normalidad relativa y Sánchez de Lozada dio 
por superado el conflicto con la firma de un 
acuerdo de 19 puntos con los policías. Según 
el documento, el Gobierno se compromete a 
entregar una indemnización de diez mil dó-lares 
a cada una de las viudas de los policías 
fallecidos y el Comando General asignará un 
puesto de trabajo a las viudas o hijos de los 
uniformados caídos en la Plaza Murillo. El Eje-cutivo 
se comprometió a mejoras salariales, 
sociales, planes de formación, adecuación de 
instalaciones y cuarteles policiales. 
El 15 de febrero el Poder Ejecutivo de-nunció 
“un intento de golpe de Estado y de 
asesinato al Presidente de la República” tras 
la refriega de las fuerzas del orden. 
Las autoridades no admitieron respon-sabilidades 
por los sucesos de violencia y el 
16 del mismo mes el Jefe de Estado pidió a la 
Organización de Estados Americanos (OEA) y 
al Fiscal General de la República investigar los 
sucesos del 12 y 13 de febrero. 
Después de la masacre de febrero, la 
transnacional Repsol, anunció que congeló el 
proyecto LNG de exportación de gas boliviano 
a Chile debido a la inestabilidad política del 
país. “Bolivia no disfruta de su mayor momen-to 
de estabilidad y el proyecto está congela-do”, 
indicó el vicepresidente de exploración y 
producción de Repsol. 
El descontento de la población también derivó en la quema del edificio de la Vicepresidencia. 
146 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 147
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Los líderes de la coaliación gobernante a la que se sumó NFR en agosto de 2003. 
La Nueva Fuerza Republicana (NFR) in-gresa 
al gobierno en agosto de 2003. En su 
mensaje, Sánchez de Lozada, ponderó la capi-talización 
asegurando que permitió inversio-nes 
que sirvieron de colchón para amortiguar 
el golpe de la crisis económica. 
Le pidió al diputado y dirigente coca-lero 
Evo Morales “pasar de la protesta a la 
propuesta”. Respecto del gas natural, Goni 
prometió que promovería un diálogo nacional 
para definir su exportación. Sin embargo, de-cidió 
que el gas de Tarija sería explotado por 
el consorcio Pacific LNG y, sería exportado, a 
través de Chile a los mercados de México y Ca-lifornia. 
De ese modo, retornó a la mesa de dis-cusión 
la necesidad de elegir un puerto de ex-portación, 
pero el gobierno del MNR se decla-ró 
abiertamente partidario de optar por Chile 
alegando que esa salida hacia el Pacífico era 
más viable técnica y financieramente debido a 
sus bajos costos. 
Ante esta situación, el Consejo Supremo 
de Defensa Nacional (COSDENA) recomendó 
en agosto de 2003 revisar las leyes de Capi-talización 
y de Hidrocarburos porque en ellas 
radicaba el origen de todos los problemas na-cionales, 
políticos y económicos. Pero el movi-mientismo 
ignoró deliberadamente las atribu-ciones 
constitucionales de esa entidad. 
Bajo este contexto, el pueblo boliviano 
salió nuevamente a las calles a mediados de 
septiembre de 2003 e inició una ola de pro-testas 
contra los planes oficialistas sobre el 
futuro del gas boliviano y su eventual expor-tación 
a mercados de ultramar por un puerto 
de Chile, país con el que Bolivia mantiene un 
diferendo histórico por el acceso al mar. 
La primera accción 
masiva de la guerra 
del gas la protagonizó 
el pueblo alteño. 
La guerra del gas y ”octubre negro” 
Una marcha pacífica que partió de Caracollo, entre Oruro y La 
Paz, organizada por la Central Obrera Regional (COR) de El Alto con el 
objetivo de rechazar la venta del gas y exigir su industrialización dio 
origen al uno de los mayores movimientos sociales por la defensa de 
los recursos naturales. Este frente unido tuvo la activa participación 
de los principales dirigentes campesinos como Felipe Quispe de la 
CSUTCB y Evo Morales de las Seis Federaciones de Cocaleros del Tró-pico 
de Cochabamba. 
Los bloqueos de caminos comenzaron el 15 de septiembre de 
2003. Campesinos de la provincia Omasuyos cerraron la carretera 
que une La Paz con Achacachi, Warisata, Sorata y Copacabana. 
El autodenominado Estado Mayor del Pueblo convocó el 19 de 
septiembre a una gran manifestación. En la protesta, intelectuales, 
analistas y técnicos en temas petroleros manifestaron abierto recha-zo 
a la venta de gas por Chile. 
Una misión de “rescate” del Ejército dirigida por el entonces mi-nistro 
de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, ingresó el 20 de septiem-bre 
de 2003 a las poblaciones de Sorata y Warisata con la finalidad 
de romper el cerco que impedía la salida de un grupo de turistas y 
comerciantes. Posteriormente, se desencadenaron enfrentamientos 
que duraron todo el día. Cuatro civiles y un soldado resultaron muer-tos, 
además de 23 heridos y cinco detenidos. 
Entre la última semana de septiembre y la primera de octubre 
de 2003, con la consolidación de la participación de la COB y el MAS 
en los movimientos de rechazo a la exportación de gas, el conflicto 
creció y alcanzó a La Paz, que fue paralizada por marchas diarias de 
miles de rentistas, maestros urbanos y micro prestatarios. 
El Alto protagonizó la primera acción masiva de protesta el 11 
de octubre, cuando 5.000 vecinos, organizados en cabildos, rodearon 
la planta de Senkata para impedir la salida de 32 camiones cisternas, 
cerrando la avenida 6 de marzo de la urbe alteña. Este hecho provocó 
enfrentamientos entre militares y la sociedad civil. 
Desde el gobierno se manifestó que el Presidente estaba dis-puesto 
a dialogar sobre el tema de la exportación de gas pero se acla-ró 
que no se discutiría sobre los pedidos de su renuncia, ni mucho 
menos se negociaría sobre una Asamblea Constituyente o del refe-réndum 
porque “no eran figuras constitucionales”. 
Nuevos choques entre manifestantes y uniformados se produ-jeron 
el domingo 12 de octubre de 2003 en la tranca de Río Seco que 
148 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 149
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Las movilizaciones se radicalizaron en octubre de 2003, se desató la guerra del gas. 
dejaron como saldo 26 muertos. A las 10:00 
de ese día, el vicepresidente de la República, 
Carlos Mesa, rompió su relación con Gonzalo 
Sánchez de Lozada. “No puedo aceptar al pun-to 
en que hemos llegado y no puedo aceptar 
que no haya una sola razón que justifique la 
muerte sucesiva, permanente, ininterrumpida 
de compatriotas de nuestro país a lo largo de 
estos días”, explicó Mesa su decisión, pero sin 
renunciar a la Vicepresidencia. 
“No voy a renunciar”, fue la respuesta de 
Goni no solo a Mesa, sino a todos los sectores 
en conflicto, en un mensaje al país transmitido 
por los medios de información. 
Poco después, el gobernante y sus alia-dos 
políticos decidieron convocar a un refe-réndum 
consultivo por departamento para 
determinar la política de exportación de gas. 
Además, el Ejecutivo se animó a ofrecer la 
revisión de la Ley de Hidrocarburos pero en 
un marco de concertación con las empresas 
petroleras. Asimismo, aceptó convocar, a la 
Asamblea Constituyente. 
Al día siguiente, dirigentes políticos, sin-dicales, 
campesinos y personajes representati-vos 
de la clase media, calificaron la propuesta 
gubernamental como tardía y extemporánea. 
El pedido de las mayores era la renuncia defi-nitiva 
de Gonzalo Sánchez de Lozada. 
Ante la masificación de la protesta que 
fue reflejada por los medios de información, 
éstos denunciaron haber recibido llamadas 
del entorno palaciego exigiendo que en lugar 
de difundir noticias sobre las movilizaciones, 
La población rechazó la exportación de gas a EEUU por un puerto chileno. 
FOTO: José Luis Quintana 
FOTO: José Luis Quintana 
150 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 151
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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El descontento social llegó hasta el altiplano con un prolongado bloqueo de caminos. 
transmitieran música. También se decomisó 
toda una edición del semanario Pulso que en 
su principal titular pedía la renuncia de Goni 
en nombre de la democracia. 
A pesar de toda esta situación de con-vulsión, 
el jueves 16 de octubre, Sánchez de 
Lozada insistió en que su renuncia sería el fin 
de la democracia y el inicio de una dictadura 
“narcoterrorista” y “anarcosindical”. 
El viernes 17 de octubre de 2003, el jefe 
de NFR, Manfred Reyes Villa abandonó la coa-lición 
gobernante pidiendo la dimisión del Pre-sidente 
frente a la presión social. 
Goni abandonó la residencia presiden-cial 
de incógnito a las 17:05 de esa misma 
fecha en una vagoneta. En el Colegio Militar 
de Ejército de la zona de Irpavi lo esperaba un 
helicóptero Lama de la Fuerza Aérea Boliviana 
y un Kazán Ml-17 de la Fuerza Aérea Peruana. 
En el primero Goni y sus allegados se traslada-ron 
a la pista del Grupo Aéreo de Caza (GAC) 
en El Alto y de allí se dirigieron a Santa Cruz. 
“Al poner mi renuncia a consideración 
del Honorable Congreso Nacional, lo hago con 
la íntima convicción de que la aceptación de la 
FOTO: José Luis Quintana 
152 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 153
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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misma no corresponde ya que no se puede re-tirar 
a un presidente elegido democráticamen-te, 
por mecanismos de presión y de violencia 
que están al margen de la ley”, manifestó el 
hasta ese día presidente de Bolivia, Gonzalo 
Sánchez de Lozada en una carta dirigida al 
Congreso Nacional y que fue leída en una se-sión 
especial del Parlamento. 
Es día, cerca de las 10 de la noche, Car-los 
Mesa, pronunciaba sus primeras palabras 
como Presidente de la República, mientras 
tanto, Goni y sus ex ministros Carlos Sánchez 
Berzaín, Javier Tórrez Goitia y Mauricio Balcá-zar 
huían en una aeronave con destino a Mia-mi, 
Estados Unidos. De esta forma, concluyó 
una fatídica gestión de 14 meses y dos días 
con un saldo de 69 muertos y centenares de 
heridos. 
El “Ninja alteño”, vence una barricada levantada en la zona Alto Tejar de la ciudad de La Paz. 
FOTO: José Luis Quintana 
154 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 155
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Carlos Mesa y el referéndum del gas 
Al asumir el mando de la na-ción, 
el 17 de octubre de 2003, Car-los 
Mesa prometió convocar a un 
referéndum vinculante para decidir 
sobre la exportación de gas, modi-ficar 
la Ley de Hidrocarburos vigen-te 
y revisar el proceso de capitaliza-ción 
de las empresas estatales. 
La propuesta de Mesa pro-vocó 
reacciones dispares. Mien-tras 
las petroleras anunciaban su 
acuerdo con las reformas y espe-raban 
garantías para quedarse en 
Bolivia, Tarija reaccionó contra el 
referéndum e insistió en viabilizar 
la exportación por Chile. 
Mesa heredó una economía 
en crisis con un crecimiento de 0%, 
una inflación en ascenso, alto des-empleo 
y un elevado desprestigio 
en los indicadores internacionales 
de riesgo para las inversiones. 
El 18 de octubre se trasladó a 
la urbe alteña donde participó en 
la misa por los “héroes por la Gue-rra 
del Gas” y dirigió un encendido 
discurso en el que proclamó “ni ol-vido 
ni venganza” ante una multi-tud. 
Carlos Mesa, ex presi-dente 
de la República 
dio un paso al costado. 
Mesa destituyó el 2 de abril de 2004, 
al Delegado Presidencial para la Mejora de 
la Capitalización, Juan Carlos Virreira, quien 
demandó ante el Ministerio Público la anota-ción 
preventiva de los bienes de la Enron en 
el gasoducto a Brasil exigiendo la devolución 
de 130 millones de dólares a favor del Estado 
boliviano. 
Con anterioridad Virreira había emitido 
cinco polémicos informes que cuestionaron la 
administración y fiscalización de las empresas 
capitalizadas donde se hallaron serias irregu-laridades 
administrativas, principalmente, en 
el rubro petrolero. 
El 14 de abril de 2004, Mesa presentó su 
proyecto de Ley de Hidrocarburos que fue ela-borado 
por técnicos y funcionarios de gobier-no. 
La propuesta incluía una consulta con los 
sectores sociales, previo envío del documento 
al Parlamento. 
El proyecto de 109 artículos priorizaba el 
desarrollo de los planes regionales de expor-tación 
e industrialización de mercados subre-gionales, 
entre ellos Brasil, Argentina y Méxi-co. 
Esta propuesta no alteraba el derecho de 
propiedad de los hidrocarburos en manos de 
las compañías que firmaron 79 contratos de 
riesgo compartido aprobados por Gonzalo 
Sánchez de Lozada, por tanto la vigencia de 
los mismos se extendía hasta el año 2036. 
Además la propuesta de Mesa ratificaba 
la clasificación de hidrocarburos en “existen-tes 
y nuevos”. En ese sentido, se planteó “una 
estructura estable” para el pago de regalías 
y participaciones que reprodujo el sistema 
de 50% de pago para campos existentes y 
18% para campos nuevos. Éstos últimos no 
pagaban la regalía nacional complementaria 
del 13% ni la participación nacional del 19%, 
sumando 32%, que el Estado iba a dejar de 
percibir por la renta de hidrocarburos. La no-vedad 
planteada en esta posible normativa 
fue un beneficio del 6% para el TGN, YPFB y la 
Superintendencia de Hidrocarburos. 
También se habilitaba la posibilidad de 
liberar a las empresas de la obligación de efec-tuar 
la perforación de al menos un pozo por 
parcela y destinar la inversión programada a 
diferentes proyectos hidrocarburíferos. 
En materia de renta petrolera, la nove-dad 
fue un Impuesto Complementario a los 
Hidrocarburos (ICH) que en el plano político 
constituía el reconocimiento que el Estado no 
percibía ingresos acordes a los niveles de re-serva 
y comercialización de hidrocarburos. 
Mediante DS N° 25507, el 19 de mayo 
de 2004, el gobierno de Mesa hizo conocer 
públicamente las preguntas del “referéndum 
vinculante” sobre la política energética. Sin 
embargo, surgieron cuestionamientos por-que 
se obvió la pregunta: ¿Está de acuerdo 
con nacionalizar el gas y el petróleo en Boli-via?, 
además se observó la ambigüedad de las 
preguntas de esa consulta con un nítido sesgo 
favorable a las transnacionales petroleras. 
Las preguntas cerradas que figuraron en 
la boleta del Referéndum Vinculante sobre la 
política energética del país fueron: 
¿Está usted de acuerdo con la abrogación de 
la Ley de Hidrocarburos Nº 1689 promulgada 
por Gonzalo Sánchez de Lozada? 
SI NO 
Según el entonces analista económico 
Carlos Villegas el alcance de esta problemática 
era insuficiente, pues el ámbito capitalizador 
abarcaba la Ley 1731, el DS 24806, además de 
los contratos de riesgo compartido; por ende, 
no alteraba la legislación neoliberal. 
156 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 157
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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¿Está usted de acuerdo con la recuperación 
de la propiedad de todos los hidrocarburos 
en boca de pozo para el Estado boliviano? 
SI NO 
Villegas argumentó que la normativa 
capitalizadora-privatizadora sobre la industria 
hidrocarburífera vulneró la CPE en su artícu-lo 
139 referido a la propiedad inalienable e 
imprescriptible del Estado sobre sus recursos 
naturales. 
¿Está usted de acuerdo con refundar YPFB re-cuperando 
la propiedad estatal de las accio-nes 
de las bolivianas y bolivianos en las em-presas 
petroleras capitalizadas, de manera 
que pueda participar en toda la cadena pro-ductiva 
de los hidrocarburos? 
SI NO 
Con esta pregunta se ponía en juego las 
acciones de los bolivianos en las empresas 
capitalizadas, valoradas en alrededor de 800 
millones de dólares y transferirlas al Estado 
para que éste pudiera administrarlas. Con el 
valor de estas acciones, de acuerdo a Villegas, 
se podía respaldar el inicio de las actividades 
de YPFB y participar activamente en la cadena 
productiva de los hidrocarburos. Sin embargo 
la propuesta de Mesa planteaba otorgar más 
atribuciones a la Superintendencia de Hidro-carburos 
que a la estatal petrolera. 
Carlos Mesa y su gabinete ministerial. 
¿Está usted de acuerdo con la política del Pre-sidente 
Carlos Mesa de utilizar el gas como 
recurso estratégico para el logro de una sali-da 
útil y soberana al Océano Pacífico? 
SI NO 
El analista consideró pertinente el plan-teamiento. 
No obstante, cuestionó el carácter 
temporal introducido en la misma, al circuns-cribir 
su aplicación sólo a ese gobierno y no 
ampliar el radio de acción de una política de 
Estado aplicable a futuras gestiones. 
Está usted de acuerdo con que Bolivia expor-te 
gas en el marco de una política nacional 
que: Cubra el consumo de gas de las bolivia-nas 
y bolivianos, fomente la industrialización 
del gas en territorio nacional, cobre impues-tos 
y/o regalías a las empresas petroleras lle-gando 
al 50% del valor de la producción del 
gas y el petróleo en favor del país, destine los 
recursos de la exportación e industrialización 
del gas principalmente para educación, salud, 
caminos y empleos? 
SI NO 
Esta última pregunta resumía la pro-puesta 
de Ley de Hidrocarburos del gobierno 
de Mesa en cuatro partes. Planteaba la expor-tación, 
pero no dilucidaba el abanico de posi-bilidades, 
sino más bien daba por hecho que 
se debía viabilizar en el marco de una política 
nacional el consumo interno supeditado a res-tricciones 
financieras; aunque el proyecto de 
Mesa planteó incentivos para la industrializa-ción 
al mismo tiempo daba “irrestricta liber-tad” 
a las empresas para hacerlo, o no. 
Aquel proyecto de ley proponía lle-gar 
hasta el 50% de la recaudación entre 
impuestos y regalías pero no alteraba los com-promisos 
contraídos en los contratos de ries-go 
compartido y la distinción entre reservas 
nuevas y existentes, que planteaban tributos 
diferenciados de 18 y 50%, respectivamente. 
En cuanto al destino de los recursos, Vi-llegas 
recomendó implementar mecanismos 
de control para que los mismos no se utilicen 
en gasto corriente ni para cubrir el déficit fis-cal 
como propuso el mismo Mesa en su ante-proyecto. 
Con un alto nivel de participación ciuda-dana, 
el domingo 18 de julio de 2004, el go-bierno 
de Mesa llevó a efecto el referéndum 
vinculante en todo el país. 
“Cómputos oficiales determinaron que 
1.913.642 ciudadanos apoyaron la recupera-ción 
de los hidrocarburos, cifra que represen-tó 
un 92% de respaldo, resultando la de ma-yor 
apoyo de la consulta popular. La tercera 
pregunta del referéndum, referida al fortale-cimiento 
de YPFB con las acciones de los boli-vianos 
en las capitalizadas fue respaldado por 
1.793.594 personas, lo que implicó un apoyo 
del 87% de los consultados. 
Así también la primera pregunta referi-da 
a la abrogación de la Ley de Hidrocarburos 
Nº 1689 recibió el 87% de respaldo. La cues-tión 
que menos apoyo recibió fue la del uso 
del gas como herramienta para lograr un ac-ceso 
soberano al mar con tan sólo el 55%. 
La última pregunta sobre la exportación 
del gas, su industrialización, la elevación de 
impuestos y regalías hasta el 50% y el destino 
de los recursos fue apoyada por el 62%”.73 
73 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el 
siglo XXI, pág. 129, 2007, La Paz – Bolivia 
158 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 159
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Hormando Vaca Diez, presidente del Congreso Nacional sancionó la Ley de Hidrocarburos en 2005. 
La promulgación de la Ley de Hidrocarburos 3058 
Después de 11 anteproyectos de Ley de 
Hidrocarburos que fueron ventilados en el Par-lamento 
y en medio de un clima de creciente 
tensión y descontento de los sectores sociales 
que exigían la nacionalización de los hidrocar-buros, 
el 17 de mayo de 2005, el presidente 
del Congreso Nacional, Hormando Vaca Diez, 
sancionó la nueva Ley de Hidrocarburos N° 
3058 ante la negativa de Mesa para poner su 
firma y promulgar esa ley. 
La decisión del presidente Carlos Mesa 
de devolver esa ley provocó generalizadas crí-ticas 
y nuevamente surgieron amenazas sindi-cales 
de protesta en la sede de gobierno. 
Mesa alegó que este proyecto dividía al 
país y que estaba en riesgo la integridad nacio-nal. 
Indicó que su contenido “era confiscato-rio” 
para las empresas petroleras extranjeras y 
aseguró que no la promulgaría por considerar-la 
“suicida e inviable”. 
“La Ley de Hidrocarburos tenía por ob-jetivo 
darle a Bolivia un horizonte de esperan-za, 
de certeza, de seguridad hacia adelante. Y 
creo que el contexto de hoy está mostrando 
exactamente lo contrario’’, aseguró. 
La nueva ley del gas buscaba impulsar 
una economía mixta en el sector de hidrocar-buros, 
fortalecer YPFB y su participación en 
toda la cadena productiva, fomentar el consu-mo 
interno de gas natural e incrementar los 
niveles de exportación, además de priorizar la 
industrialización con la consecuente genera-ción 
de valor agregado a las exportaciones. 
Este instrumento legal obligaba a la mi-gración 
de contratos en un plazo de 180 días. 
En materia impositiva, creó el Impuesto Direc-to 
a los Hidrocarburos (IDH) del 32% sobre el 
total de la producción de hidrocarburos, un 
tributo no acreditable ni deducible que se me-día 
y pagaba con las regalías. En su momento, 
se explicó que la vigencia de este “sobreim-puesto”, 
al que se sumaban el 18% de regalías, 
participaciones y otros tributos, constituía 
una carga de más del 50% para las petroleras, 
que incluso analizaban dejar el país por no ser 
atractivo a sus intereses. 
La coparticipación del IDH quedó dis-tribuida 
en un 4% para los departamentos 
productores de hidrocarburos, 2% para los 
departamentos no productores y un saldo a 
favor del TGN, pueblos indígenas y originarios, 
comunidades campesinas, municipios, univer-sidades, 
Fuerzas Armadas, Policía Nacional, 
entre otros. El destino de los recursos se dis-tribuyó 
entre los sectores de educación, salud, 
caminos, desarrollo productivo y empleo. 
Aunque no le asignó recursos, esta nor-ma 
dio curso a la refundación de YPFB y es-tableció 
su participación en toda la cadena 
productiva, a partir de la recuperación de las 
acciones de las empresas petroleras capitali-zadas 
administradas por las AFP, que se des-tinaban 
al pago del Bonosol. También se pro-movió 
la descentralización de sus oficinas en 
los departamentos productores del país, Co-chabamba, 
Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija. 
160 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 161
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Las petroleras anunciaron su rechazo a la nueva Ley de Hidrocarburos. 
En materia de comercialización, la Ley 
de Hidrocarburos, estableció límites sobre 
precios y volúmenes. Además, priorizó el 
abastecimiento interno y elimina a los mayo-ristas 
de la cadena comercialización interna. 
Sobre el consumo interno, se establecie-ron 
subsidios para las tarifas de distribución 
de gas natural por redes como una forma de 
facilitar el consumo doméstico, la pequeña in-dustria 
y servicios esenciales. 
Las petroleras mostraron su disconfor-midad 
con el nuevo régimen que gravaba 
mayores impuestos y regalías, éstas advirtie-ron 
un “clima de incertidumbre” para las in-versiones. 
En tanto, los movimientos sociales 
amenazaron con radicalizar sus medidas de 
presión en procura de la recuperación de los 
hidrocarburos, la viabilización de la Asamblea 
Constituyente, el cierre del Congreso Nacio-nal, 
la renuncia del Presidente y el adelanta-miento 
de elecciones generales. 
El 6 de junio de 2005, el presidente 
Carlos Mesa renunció irrevocablemente des-pués 
de dos amenazas previas efectuadas en 
marzo y junio. La aprobación de la Ley de Hi-drocarburos, 
sus diferencias con el Congreso 
Nacional y las movilizaciones sociales fueron 
las razones expuestas para su dimisión ante el 
Congreso. “No me dejan gobernar”, sentenció. 
Incumplimiento a la aplicación de la Ley 
En medio de las tensiones sociales alre-dedor 
de Plaza Murillo, se decidió trasladar 
las sesiones del Congreso a Sucre, la capital 
de la República. Presionados por los movi-mientos 
sociales, el presidente de la Cámara 
de Senadores, Hormando Vaca Diez (MIR) y el 
presidente de la Cámara de Diputados, Mario 
Cossío (MNR), dieron un paso al costado, de-jando 
así la responsabilidad de la conducción 
del país al presidente de la Corte Suprema de 
Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien en 
el marco de la sucesión constitucional, juró 
como Presidente de la República, al filo de la 
media noche del 9 de junio de 2005. 
La asunción de un presidente provenien-te 
de las filas del Poder Judicial despertó es-peranzas 
y temores respecto el cabal cumpli-miento 
de la Ley de Hidrocarburos, más aún 
cuando Rodríguez Veltzé aclaró que su única 
misión era la preservación del orden y la pro-secución 
de las elecciones generales. En los 
hechos, el Presidente jurista archivó la agenda 
de octubre y la recuperación de los recursos 
hidrocarburíferos. 
Bajo esa coyuntura, se impusieron las 
amenazas de ocho empresas petroleras, ex-cepto 
Petrobras, de acudir a organismos in-ternacionales 
para impugnar la nueva Ley de 
Hidrocarburos 3058 por considerarla confisca-toria 
y por no respetar los contratos de riesgo 
compartido y acuerdos bilaterales de protec-ción 
recíproca de inversiones. Las petroleras 
ratificaron su intención de no migrar a los nue-vos 
contratos hasta que se impulse “un plan 
de incentivo al sector y se introdujera cambios 
de fondo en la ley”. 
Las compañías que recurrieron a estos 
argumentos fueron Repsol YPF, Total, British 
Gas, Pluspetrol, Vintage, Pan American Energy, 
Exxon y Techint, que consideraron que el régi-men 
impositivo de la Ley 3058 era un exceso al 
obligarlas a pagar el 50% de tributos (32% de 
IDH y 18% de regalías). 
Temeroso de las acciones legales que 
asumieron las petroleras, Eduardo Rodríguez, 
optó por ignorar la Guerra del Gas y el cumpli-miento 
de la nueva Ley de Hidrocarburos. Para 
evitar arbitrajes internacionales, esa adminis-tración 
gubernamental forzó la ampliación de 
los plazos de negociación para que el venidero 
gobierno asumiera decisiones. Esta caracte-rística 
marcó el proceder de ese gobierno no 
sólo en el sector hidrocarburos. 
Pese a sus reclamos, las compañías pe-troleras 
tuvieron que conformarse con las 
nuevas condiciones de aquella Ley de la Repú-blica 
que allanó de un modo u otro el camino 
para la nacionalización, la tercera en la vida 
pública del país. 
El gobierno de Rodríguez Veltzé aseguró 
que no tenía capacidad para ejecutar la nueva 
ley hidrocarburífera y el 22 de junio de 2005 
reglamentó la aplicación del IDH. Tras una 
prolongada presión y posterior negociación 
con los beneficiarios, el gobierno determinó 
la obligatoriedad de que estas entidades, para 
recibir los recursos, presentasen proyectos en 
diferentes rubros. 
162 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 163
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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La tercera Nacionalización 
de los Hidrocarburos en Bolivia 
Las elecciones nacionales del 18 de di-ciembre 
de 2005, constituyeron el último acto 
administrativo de Rodríguez Veltzé. Pocas ho-ras 
después de oficializarse el triunfo de Evo 
Morales, el candidato del Movimiento Al So-cialismo 
(MAS) que obtuvo el 53,7 por ciento 
de apoyo en los comicios generales del 18 de 
diciembre de 2005, los sectores sociales exigie-ron 
el cumplimiento de la “Agenda de Octubre” 
que planteó la nacionalización de los hidrocar-buros, 
su industrialización y la imposibilidad de 
exportar gas por un puerto chileno. 
El primer mandatario indígena de Suda-mérica 
que volcó la atención del mundo sobre 
Bolivia, en sus primeras palabras prometió 
acatar la voluntad de la mayoría nacional ex-presada 
en el referéndum del gas, ratificando 
la consecución de la recuperación natural y el 
petróleo, para beneficio nacional. 
“Estamos acá para cambiar Bolivia, para 
acabar con la injusticia, para detener el saqueo 
de los recursos naturales”, afirmó el flamante 
Jefe de Estado en el acto de su posesión al jurar 
en enero 2006, ante el Congreso Nacional, con 
el puño izquierdo en alto y la otra mano en el 
pecho. 
La lucha histórica del pueblo boliviano 
contra la privatización y/o capitalización había 
encontrado un cauce e imponía la recupera-ción 
de la propiedad sobre los hidrocarburos y 
el control del excedente económico por parte 
del Estado como único factor de viabilidad y 
desarrollo nacional. De ese movimiento, nace 
la agenda hidrocarburífera propuesta por los 
movimientos sociales. 
“El presidente Evo Morales no declaró en 
ningún momento la paternidad de los hechos 
que se dieron sino viabiliza la agenda de octu-bre. 
En gran medida, su propuesta de gobierno 
durante la campaña electoral recogió la deman-da 
que tenía que ver con los hidrocarburos y la 
Asamblea Constituyente para debatir el futuro 
y la proyección del país. 
Cuando Morales Ayma asume la conduc-ción 
del gobierno, en ese momento, empieza 
su implementación. Es importante subrayar 
que se ejecutó lo que se ofreció. La población 
de Bolivia sabía exactamente en el período 
electoral lo que iba a hacer el Presidente en el 
marco de la nacionalización. No le ofreció algo 
y se aplicó otra cosa. Se ofreció y se aplicó74. 
La Ley de Hidrocarburos, aprobada du-rante 
el período de transición política si bien 
recogió algunos avances como efecto de la 
oposición a los planes elaborados por fuerzas 
políticas del partidismo, coludidas con intere-ses 
transnacionales, no presenta una visión de 
desarrollo del sector sino sólo el equilibrio de 
intereses y presiones regionales. 
Empero, producto de las tensiones políti-cas 
impelidas por la oposición, encabezada por 
Evo Morales y el MAS, esta norma incorpora 
en su estructura la emergencia por la recupe-ración 
de los recursos naturales y fundamen-talmente 
la vigencia del Impuesto Directo a 
los Hidrocarburos (IDH) de 32% que junto a las 
Regalías de 18%, configuran un 50% de partici-pación 
estatal sobre el negocio estratégico de 
los hidrocarburos. 
La nacionalización de los hidrocarburos, 
resultó del consenso popular, el país se ponía 
de acuerdo por vez primera en las priorida-des 
que debía acatar el Estado, después de un 
quinquenio de lucha entre una clase política 
que no representaba los intereses nacionales 
y la emergencia de la empobrecida clase cam-pesino, 
indígena popular que reclamaba su de-recho 
y participación en las grandes decisiones 
nacionales. 
Así planteada la situación, el primer desa-fío 
para la nueva administración fue configurar 
la ecuación de la nueva nacionalización de los 
hidrocarburos, de manera que se obtenga el 
mayor beneficio para el pueblo boliviano, toda 
74 YPFB, 2010 año de la inversión y la reactivación, Entrevista 
Carlos Villegas, pág. 8 La Paz – Bolivia 
vez que un intrincado entramado legal creado 
y premeditado en más de cincuenta años den-tro 
y fuera del país, protegía las inversiones 
privadas y las homologaba y refrendaba ante 
pactos y organismos internacionales de “pro-tección 
de inversiones (privadas)”. 
Una de las primeras medidas instruidas 
por Evo Morales al Congreso Nacional fue la 
revisión de los 71 contratos de riesgo compar-tido 
(joint ventures) firmados con las empresas 
petroleras en función de la abrogada Ley de 
Hidrocarburos 1689, aprobada por Sanchez de 
Lozada. “Si la relación contractual no era legal, 
entonces se tenía que comenzar de nuevo toda 
vez que el artículo 59 de la Constitución Política 
de Estado instruía su autorización para que es-tos 
entren en plena vigencia y facultad”. 
En paralelo, se comenzó a visibilizar la ne-cesidad 
de realizar una auditoría a todas las pe-troleras 
para verificar denuncias sobre ilícitos 
como contrabando y los compromisos de in-versión 
definidos con el Estado. La Contraloría 
General no resultaba eficiente en esos momen-tos 
porque había dejado de auditar los campos 
petroleros, pese a una instrucción emanada 
del Poder Legislativo. 
Al inició de la gestión 2006, las empresas 
petroleras y los diplomáticos enviaron sendos 
mensajes a Bolivia. “No creo que ninguna em-presa 
salga de Bolivia, porque tiene un papel 
importante. Creo que todas las empresas van 
a sentarse a negociar con el gobierno (…) No 
pienso que la posición de Petrobras, sea dife-rente 
de las demás empresas petroleras”, dijo 
Sergio Gabrielli, máximo ejecutivo de Petro-bras, 
el 12 de enero de 200675. 
A raíz de un escándalo internacional por 
ofertar al mercado valores información enga- 
75 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA,La Nacional-ización 
del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 
2007 , Pág. 155. La Paz – Bolivia 
164 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 165
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 
ñosa sobre sus reservas en la bolsa de Estados 
Unidos, Repsol señaló: “Hemos seguido invir-tiendo, 
no pensamos irnos” a través de su ge-rente 
de comunicación y relaciones externas 
en Bolivia, Miguel Cirbian76. 
En tanto, varios gobiernos de países ami-gos 
apoyaban la medida y anunciaron que 
asesorarían la vigencia de la nacionalización 
de los hidrocarburos en Bolivia, país sometido 
al extremo de la pobreza por el neoliberalis-mo 
y la privatización. 
Las compañías petroleras exhortaron a 
entablar negociaciones sobre la futura rela-ción 
contractual con el Estado boliviano y las 
reglas de la próxima nacionalización de los 
hidrocarburos, al tiempo que ofrecían incre-mentar 
sus inversiones. 
En esta coyuntura, algunos “analistas” 
(ex autoridades de anteriores gobiernos) y 
la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) 
satanizaron la nacionalización y fustigaron el 
“sobreimpuesto”, propalando versiones alar-mistas 
sobre una presunta confiscación. “Se 
ha provocado incertidumbre sobre las inver-siones 
y la inestabilidad del mercado en Bo-livia”, 
aducían. Desde entonces, esta entidad 
fue calificada como “interlocutor no válido” y 
las autoridades optaron por una relación di-recta 
con las empresas petroleras. 
Versiones anónimas y ambiguas circula-ban 
por los medios de comunicación privados 
del país. Según estas, las petroleras “estaban 
dispuestas a convertirse en socias estratégicas 
de YPFB si se garantizaba la inversión y renta-bilidad 
en el sector”. 
76 Ibidem 
Para las petroleras constituían factores 
críticos a sus inversiones la consolidación de 
nuevos mercados, la indispensable introduc-ción 
de condiciones que permitiesen la recu-peración 
de las inversiones realizadas y la apli-cación 
de un marco legal regulatorio y fiscal 
estable en el mediano y largo plazo. 
Sin embargo, otras versiones, reflejaban 
“off the record”, la “incertidumbre”, “la sobre-carga 
fiscal creada con la Ley 3058 que hacía 
inviable el negocio”, asimismo lanzaban “ulti-mátums” 
para la continuidad de las inversio-nes 
en Bolivia, y advertían sobre los “efectos 
de la futura nacionalización” en un país sin 
capacidad de inversión, nuevos mercados y 
pozos, situación que ponía en riesgo no sólo 
la producción futura sino el mismo el abaste-cimiento 
interno y las exportaciones. 
“En Bolivia el debate sobre el gas sigue 
sustentándose en premisas equivocadas y en 
posturas relativas a la dignidad, la soberanía, 
la equidad y el nacionalismo que no son ni nun-ca 
han sido elementos que definan la inversión 
y los negocios”, señalaban las publicaciones de 
prensa. 
Las transnacionales consideraron que los 
nuevos planes en el sector de hidrocarburos 
se reducían a consignas y situaciones coyuntu-rales, 
ajenas al sector mismo, más que a una 
voluntad de hacer negocios o participar activa-mente 
en los procesos de integración energéti-ca 
regional. 
Bolivia tendrá dificultades para compro-meter 
mayores volúmenes de exportación 
pues su capacidad de producción y entrega 
de gas está cercana al límite y ésta no se incre-mentará 
sin inversiones que no son probables 
en un momento en el que están amenazadas 
con la rescisión unilateral de contratos y la na-cionalización 
de sus inversiones, predecían los 
ejecutivos de las petroleras, sin dar la cara. 
La Secretaría de Energía de Estados Uni-dos, 
Karen A Harbert opinó que la nacionali-zación 
no era el mejor camino para Bolivia y 
para construir una vía de desarrollo para un 
pueblo empobrecido. “La nacionalización sólo 
creará el tipo de ambiente impredecible que 
ahuyentará las inversiones privadas”.77 
El Presidente Evo Morales sentenció, 
“Bolivia requiere socios y no patrones…”, al 
ponderar que se acata la decisión de todos 
los bolivianos. 
77 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA,La Nacional-ización 
del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 
2007 , Pág. 178. 
Aquel histórico 1 de mayo de 2006, el presidente Evo Morales promulgó el DS 28701 “Héroes del Chaco”. 
166 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 167
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Al igual que en 1969, 
el Ejército Nacional 
participó activamen-te 
en la tercera Na-cionalización 
de los 
Hidrocarburos, esta 
vez encabezado por 
el presidente Evo 
Morales. 
Efectivos militares acompañaron en la ejecución del Decreto Supremo 28701 “Héroes del Chaco”. 
168 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 169
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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El operativo por la Dignidad Nacional 
En un tiempo récord de cinco meses, un 
equipo multidisciplinario del gobierno, perfiló 
la estrategia, técnico, económica y jurídica del 
decreto que daría vigencia a la nueva naciona-lización 
de los hidrocarburos, la tercera regis-trada 
en la vida republicana boliviana. 
El lunes 1 de mayo, Evo Morales convocó al 
gabinete a las 04:00 a.m. En esa reunión se dio 
lectura al Decreto Supremo Nº 28701 “Héroes 
del Chaco” e incluso se aprobaron algunos ar-tículos 
pendientes. Finalizada la sesión, los mi-nistros 
se pusieron de pie y entonaron el himno 
nacional. 
En medio de la más absoluta reserva, se 
organizó el operativo, decenas de oficiales del 
Ejército, Armada y Fuerza Aérea, vestidos con 
trajes de campaña se movilizaron en silencio 
desde el aeropuerto de Yacuiba donde aguar-daron 
la llegada del presidente Evo Morales, 
ministros de Estado, y dirigentes sociales hasta 
el megacampo San Alberto, sin avisar a la pe-trolera 
que hasta ese momento se consideraba 
dueña del yacimiento en producción. 
Morales, munido con un casco de YPFB y 
una chamarra con el logotipo de la emblemá-tica 
empresa estatal avanzó flanqueado por los 
uniformados e ingresó al campo. Desde ese 
monto el Canal de televisión estatal comenzó a 
transmitir. A lo lejos, podía verse un letrero que 
remarcaba. “Nacionalizado, propiedad de los 
bolivianos”, mientras un soldado hacía flamear 
la tricolor nacional. 
El mandatario decretó la nacionalización 
de los hidrocarburos, leyó el tenor completo 
de la disposición. Acto seguido, conminó a las 
empresas petroleras a acatar la normativa na-cional 
o, en caso contrario, abandonar el país. 
“Si las empresas no nos respetan, nos haremos 
respetar”, advirtió. 
Aquella jornada histórica que dio inicio a 
la nacionalización provocó la satisfacción y el 
alborozo en varias regiones del país, el festejo 
continuó hasta pasada la media noche. En la 
ciudad de La Paz, una multitud esperó al Primer 
Mandatario en la Plaza Murillo para escuchar 
expectante al Jefe de Estado. 
La decisión política estaba tomada, a partir 
de aquel histórico 1 de mayo de 2006 se nacio-nalizaron 
los recursos naturales hidrocarburífe-ros 
del país. El Estado recuperó su propiedad, la 
posesión y el control total y absoluto. 
DECRETO SUPREMO Nº 28701 
“HEROES DEL CHACO” 
EVO MORALES AYMA 
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL 
DE LA REPUBLICA 
CONSIDERANDO: 
Que en históricas jornadas de lucha, el 
pueblo ha conquistado a costa de su sangre, 
el derecho de que nuestra riqueza hidrocar-burífera 
vuelva a manos de la nación y sea 
utilizada en beneficio del país. 
Que en el Referéndum Vinculante de 18 
de julio de 2004, a través de la contundente 
respuesta a la pregunta 2, el pueblo ha deci-dido, 
de manera soberana, que el Estado 
Nacional recupere la propiedad de Todos los 
hidrocarburos producidos en el país. 
Que de acuerdo a lo expresamente dis-puesto 
en los Artículos 136, 137 y 139 de la 
Constitución Política del Estado, los hidrocar-buros 
son bienes nacionales de dominio ori-ginario, 
directo, inalienables e imprescripti-bles 
del Estado, razón por la que constituyen 
propiedad pública inviolable. 
Que por mandato del inciso 5 del ArtÍculo 
59 de la Constitución Política del Estado, los 
contratos de explotación de riquezas nacio-nales 
deben ser autorizados y aprobados 
por el Poder Legislativo, criterio reiterado en 
la sentencia del Tribunal Constitucional Nº 
0019/2005 de 7 de marzo de 2005. 
Que esta autorización y aprobación legis-lativa 
constituye fundamento del contrato de 
explotación de riquezas nacionales por tra-tarse 
del consentimiento que otorga la na-ción, 
como propietaria de estas riquezas, a 
través de sus representantes. 
Que las actividades de exploración y pro-ducción 
de hidrocarburos se están llevando 
adelante mediante contratos que no han 
cumplido con los requisitos constitucionales 
y que violan expresamente los mandatos de 
la Carta Magna al entregar la propiedad de 
nuestra riqueza hidrocarburífera a manos 
extranjeras. 
Que ha expirado el plazo de 180 días, se-ñalado 
por el Articulo 5 de la Ley Nº 3058 de 
17 de mayo de 2005 Ley de Hidrocarburos, 
para la suscripción obligatoria de nuevos 
contratos. 
Que el llamado proceso de capitalización 
y privatización de Yacimientos Petrolíferos 
Fiscales Bolivianos - YPFB ha significado no 
sólo un grave daño económico al Estado, 
sino además un acto de traición a la patria al 
entregar a manos extranjeras el control y la 
dirección de un sector estratégico, vulneran-do 
la soberanía y la dignidad nacionales. 
Que de acuerdo a los Artículos 24 y 135 
de la Constitución Política del Estado, todas 
las empresas establecidas en el país se con-sideran 
nacionales y están sometidas a la so-beranía, 
leyes y autoridades de la República. 
Que es voluntad y deber del Estado y del 
Gobierno Nacional, nacionalizar y recuperar 
la propiedad de los hidrocarburos, en aplica-ción 
a lo dispuesto por la Ley de Hidrocarbu-ros. 
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Que el Pacto Internacional de los Dere-chos 
Civiles y Políticos, como también el Pacto 
de los Derechos Económicos y Culturales, sus-critos 
el 16 de diciembre de 1966, determinan 
que: … todos los pueblos pueden disponer li-bremente 
de sus riquezas y recursos naturales, 
sin perjuicio de las obligaciones que derivan 
de la cooperación económica internacional 
basada en el principio del beneficio reciproco, 
así como del derecho internacional. En ningún 
caso podrá privarse a un pueblo de sus pro-pios 
medios de subsistencia. 
Que Bolivia ha sido el primer país del Con-tinente 
en nacionalizar sus hidrocarburos, en 
el año 1937 a la Standar Oil Co., medida heroi-ca, 
que se tomó nuevamente en el año 1969 
afectando a la Gulf Oil, correspondiendo a la 
generación presente llevar adelante la tercera 
y definitiva nacionalización de su gas y su pe-tróleo. 
Que esta medida se inscribe en la lucha 
histórica de las naciones, movimientos so-ciales 
y pueblos originarios por reconquistar 
nuestras riquezas como base fundamental 
para recuperar nuestra soberanía. 
Que por lo expuesto corresponde emitir la 
presente disposición, para llevar adelante la 
nacionalización de los recursos hidrocarburí-feros 
del país. 
EN CONSEJO DE MINISTROS 
DECRETA: 
ARTICULO 1.- En ejercicio de la soberanía 
nacional, obedeciendo el mandato del pueblo 
boliviano expresado en el Referéndum vincu-lante 
del 18 de julio del 2004 y en aplicación 
estricta de los preceptos constitucionales, se 
nacionalizan los recursos naturales hidrocar-buríferos 
del país. 
El Estado recupera la propiedad, la pose-sión 
y el control total y absoluto de estos re-cursos. 
ARTICULO 2.- 
I. A partir del 1 de mayo del 2006, las em-presas 
petroleras que actualmente realizan 
actividades de producción de gas y petróleo 
en el territorio nacional, están obligadas a 
entregar en propiedad a Yacimientos Petrolí-feros 
Fiscales Bolivianos YPFB, toda la produc-ción 
de hidrocarburos. 
II. YPFB, a nombre y en representación del 
Estado, en ejercicio pleno de la propiedad de 
todos los hidrocarburos producidos en el país, 
asume su comercialización, definiendo las 
condiciones, volúmenes y precios tanto para 
el mercado interno, como para la exportación 
y la industrialización. 
ARTICULO 3.- 
I Sólo podrán seguir operando en el país 
las compañías que acaten inmediatamente 
las disposiciones del presente Decreto Supre-mo, 
hasta que en un plazo no mayor a 180 
días desde su promulgación, se regularice su 
actividad, mediante contratos, que cumplan 
las condiciones y requisitos legales y constitu-cionales. 
Al término de este plazo, las compa-ñías 
que no hayan firmado contratos no po-drán 
seguir operando en el país. 
II. Para garantizar la continuidad de la produc-ción, 
YPFB, de acuerdo a directivas del Minis-terio 
de Hidrocarburos y Energía, tomará a 
su cargo la operación de los campos de las 
compañías que se nieguen a acatar o impi-dan 
el cumplimiento de lo dispuesto en el 
presente Decreto Supremo. 
III. YPFB no podrá ejecutar contratos de 
explotación de hidrocarburos que no hayan 
sido individualmente autorizados y aproba-dos 
por el Poder Legislativo en pleno cumpli-miento 
del mandato del inciso 5 del Artículo 
59 de la Constitución Política del Estado, 
ARTICULO 4.- 
I. Durante el período de transición, para 
los campos cuya producción certificada pro-medio 
de gas natural del año 2005 haya sido 
superior a los 100 millones de pies cúbicos 
diarios, el valor de la producción se distribui-rá 
de la siguiente forma: 82% para el Estado 
(18% de regalías y participaciones, 32% de 
Impuesto Directo a los Hidrocarburos IDH y 
32% a través de una participación adicional 
para YPFB), y 18% para las compañías (que 
cubre costos de operación, amortización de 
inversiones y utilidades). 
II. Para los campos cuya producción cer-tificada 
promedio de gas natural del año 
2005 haya sido menor a 100 millones de pies 
cúbicos diarios, durante el período de transi-ción, 
se mantendrá la actual distribución del 
valor de la producción de hidrocarburos. 
III. El Ministerio de Hidrocarburos y Ener-gía 
determinará, caso por caso y mediante 
auditorias, las inversiones realizadas por las 
compañías, así como sus amortizaciones, 
costos de operación y rentabilidad obtenida 
en cada campo. Los resultados de las audi-torias 
servirán de base a YPFB para determi-nar 
la retribución o participación definitiva 
correspondiente a las compañías en los con-tratos 
a ser firmados de acuerdo a lo esta-blecido 
en el Artículo 3 del presente Decreto 
Supremo. 
ARTICULO 5.- 
I. El Estado toma el control y la dirección 
de la producción, transporte, refinación, al-macenaje, 
distribución, comercialización e 
industrialización de hidrocarburos en el país. 
II. El Ministerio de Hidrocarburos y Ener-gía 
regulará y normará estas actividades 
hasta que se aprueben nuevos reglamentos 
de acuerdo a Ley. 
ARTICULO 6.- 
I. En aplicación a lo dispuesto por el Artí-culo 
6 de la Ley de Hidrocarburos, se trans-fieren 
en propiedad a YPFB, a título gratuito, las 
acciones de los ciudadanos bolivianos que 
formaban parte del Fondo de Capitalización 
Colectiva en las empresas petroleras capita-lizadas 
Chaco SA., Andina SA. y Transredes 
SA. 
II. Para que esta transferencia no afecte 
el pago del BONOSOL, el Estado garantiza la 
reposición de los aportes por dividendos, 
que estas empresas entregaban anualmen-te 
al Fondo de Capitalización Colectiva. 
III. Las acciones del Fondo de Capitaliza-ción 
Colectiva que están a nombre de las Ad-ministradoras 
de Fondos de Pensiones en las 
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empresas Chaco SA., Andina SA. y Transre-des 
SA. serán endosadas a nombre de YPFB, 
ARTICULO 7.- 
I. El Estado, recupera su plena participa-ción 
en toda la cadena productiva del sector 
de hidrocarburos. 
II. Se nacionalizan las acciones necesa-rias 
para que YPFB controle como mínimo 
el 50% más 1 en las empresas Chaco SA., 
Andina SA., Transredes SA., Petrobrás Boli-via 
Refinación SA. y Compañía Logística de 
Hidrocarburos de Bolivia SA. 
III. YPFB nombrará inmediatamente a 
sus representantes y síndicos en los respec-tivos 
directorios y firmará nuevos contratos 
de sociedad y administración en los que se 
garantice el control y la dirección estatal de 
las actividades hidrocarburíferas en el país. 
ARTICULO 8.- 
En 60 días, a partir de la fecha de pro-mulgación 
del presente Decreto Supremo y 
dentro del proceso de refundación de YPEB, 
se procederá a su reestructuración integral, 
convirtiéndola en una empresa corporativa, 
transparente, eficiente y con control social. 
ARTICULO 9.- 
En todo lo que no sea contrario a lo dis-puesto 
en el presente Decreto Supremo, se 
seguirán aplicando los reglamentos y nor-mas 
vigentes a la fecha, hasta que sean mo-dificados 
de acuerdo a ley. 
Los Señores Ministros de Estado, el Pre-sidente 
de YPFB y las Fuerzas Armadas de la 
Nación, quedan encargados de la ejecución 
y cumplimiento del presente Decreto Supre-mo. 
Es dado en el Palacio de Gobierno de la 
ciudad de La Paz, al primer día del mes de 
mayo del año dos mil seis. 
FDO. EVO MORALES AYMA. David Choque-huanca 
Céspedes, Juan Ramón Quintana 
Taborga, Alicia Muñoz Alá, Walker San 
Miguel Rodríguez, Carlos Villegas Quiroga, 
Luis Alberto Arce Catacora, Abel Mamani 
Marca, Celinda Sosa Lunda, Salvador Ric 
Riera, Hugo Salvatierra Gutiérrez, Andrés 
Solíz Rada, Walter Villarroel Morochi, San-tiago 
Alex Gálvez Mamani Ministro de Tra-bajo 
e Interino de Justicia, Félix Patzi Paco, 
Nila Heredia Miranda. 
Argentina, un nuevo aliado para el gas 
El 30 de junio de 2006, en el Municipio de 
Hurlingham, provincia de Buenos Aires, el Pre-sidente 
Evo Morales y su homólogo argentino, 
Néstor Kirchner acordaron que este país com-praría 
provisionalmente gas boliviano a cinco 
dólares el millón de BTU (médida térmica bri-tánica, 
por sus siglas en inglés) hasta diciembre 
de 2006; entre tanto se procesaba un acuerdo 
más amplio. 
La administración del Presidente Evo Mo-rales, 
había anticipado al inicio de su gestión la 
necesidad de revisar los términos contractuales 
para la venta o exportación de gas boliviano “en 
mejores condiciones”, toda vez que los precios 
internacionales para este energético, eran en-tonces 
muy superiores al precio de comercia-lización 
que habían fijado anteriores gobiernos 
en gestiones pasadas. 
El expresidente de Argentina, Néstor Kirchner y el presidente de Bolivia, Evo Morales acuerdan 
la compra venta de gas natural en 2006. 
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Medios de información internacionales, 
divulgaron por esos días que Brasil, había pe-dido 
al gobierno de Kirchner, por la vía diplo-mática, 
no aceptar ningún alza del precio del 
gas boliviano. Es más, se comentaba con un 
misión de alto nivel del gobierno argentino se 
había trasladado hasta Buenos Aires, la capital 
argentina, para frenar cualquier intento de re-forma 
sobre precios. 
Después de algunos meses de tratativas y 
negociaciones, el 19 de Octubre de 2006, en 
la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, los manda-tarios 
de Bolivia y Argentina, firmaron, el 19 
octubre de 2006, el Nuevo Acuerdo de Aso-ciación 
Estratégica en Materia de Energía que 
estableció el incremento del precio por millón 
de BTU de cuatro a cinco dólares, además del 
incremento progresivo de los volúmenes de 
venta de gas de 7,7 Millones de Metros Cúbi-cos 
por Día (MMmcd) hasta 27,7 MMmcd el 
año 2029. 
En los hechos la nueva relación contrac-tual 
impulsada por las excelentes relaciones 
diplomáticas con el gobierno Argentino y par-ticularmente 
con el Presidente Kirchner que 
brindó todo su apoyo al gobierno de Evo Mo-rales, 
abría el segundo gran mercado para la 
exportación de gas natural y convirtió a Bolivia 
en el centro energético de la región. 
La mejor señal política del acuerdo con 
la Argentina constituyó la reactivación de 
la capacidad exportadora de Bolivia ante el 
mundo, además de la posibilidad de inyectar 
nuevas inversiones a un mayor mercado ase-gurado, 
quebrando otro eje del ataque hacia 
la nacionalización de los hidrocarburos que 
comenzaba a rendir sus primeros resultados. 
En entonces Ministro de Hidrocarburos 
y Energía, Carlos Villegas Quiroga, afirmó en 
aquella oportunidad, “este histórico acuerdo 
convierte a Bolivia en el mayor distribuidor 
energético de Sudamérica y en el principal 
polo de atracción de inversiones para el desa-rrollo 
del mercado de los hidrocarburos”. 
Se calculó que el negocio binacional movi-lizaría 
49.800 millones de dólares; 32.500 sólo 
por concepto de exportación de gas natural; 
7.900 millones por la comercialización de pe-tróleo 
asociado al gas; 5.400 millones por la 
extracción de licuables y 4.000 más por la de-puración 
del etano industrial. 
Entre las principales condiciones venta-josas 
que estipula el nuevo contrato con Ar-gentina 
se consigna un valor calorífico de sólo 
1.000 Unidad Térmica Británica (BTU) con la 
posibilidad de recuperar mayores líquidos 
para el mercado interno, además de la imple-mentación 
de una fórmula de ajuste para el 
cálculo trimestral del precio de compra ven-ta 
con una canasta de “fuels” que incluye el 
diesel, en función de precios internacionales 
(WTI). 
Todo el conjunto de situaciones concretas 
y potencialidades en las que derivó el acuer-do 
con Argentina abrió el “cerco” de que las 
petroleras habían tendido alrededor de las 
aspiraciones de Bolivia, lo que fue considera-do 
por las autoridades de gobierno como “la 
ruptura del sindicato de las petroleras”. 
El contrato con la Argentina llegó en un 
momento clave para Bolivia y la nacionaliza-ción 
de los hidrocarburos pues le dio el impul-so 
suficiente para encarar las negociaciones 
de los nuevos contratos con las petroleras 
en mejores condiciones porque ahora podía 
ofrecer mercados. Ya no se podía alegar la fal-ta 
de mercados para constreñir la producción. 
Paralelamente, el histórico Acuerdo Bo-liviano 
Argentino, en los hechos, establecía 
que después de un decenio de privatización y 
capitalización que redujo a Yacimientos Petro-líferos 
Fiscales Bolivianos a condición residual, 
la estatal petrolera asumiría un rol protagóni-co 
en el negocio de los hidrocarburos. 
Contratos de Operación con el Estado boliviano 
Un día antes del plazo fatal, establecido en 
el D.S. 28701, por el cual el Estado boliviano 
podía confiscar y administrar los campos pe-troleros 
en los cuales los titulares se negaran 
a migrar a una nueva relación contractual con 
el Estado, las compañías petroleras Vintage de 
EE.UU. y Total de Francia, esta última conside-rada 
la cuarta petrolera a nivel mundial, firma-ron 
los nuevos contratos de operación. Este 
hecho se produjo en el auditorio del edificio 
del Palacio de las Comunicaciones, el viernes 
27 de octubre de 2006. 
“Nuestros hidrocarburos, nuestra digni-dad. 
Nacionalización ni un paso atrás”, se podía 
leer en una gigantografía colgada detrás de la 
testera oficial del evento desarrollado en vier-nes 
27 de octubre de 2006, donde participaron 
el Presidente Evo Morales, el Vicepresidente 
García Linera, el Ministro de Hidrocarburos, 
Carlos Villegas y el presidente de YPFB, Juan 
Carlos Ortiz, entre otros miembros del gabine-te 
ministerial y cuerpo diplomático. 
Los ejecutivos de Total, informaron que 
esta empresa operadora invertiría $us 948 mi-llones 
en los próximos 30 años a objeto de de-sarrollar 
mayores proyectos de hidrocarburos 
en Bolivia. 
La decisión de las dos petroleras aceleró 
la negociación con las otras compañías que se 
enfrascaron en sendas negociaciones con las 
autoridades de YPFB y el Ministerio de Hidro-carburos, 
las cuales culminaron faltando pocos 
minutos para el sábado 28 de octubre cuando 
los ejecutivos de las doce empresas petroleras 
restantes acudieron a la firma que inauguraría 
un nuevo ciclo de relación con el Estado, en 
condiciones equitativas para el país. 
“Todas las petroleras firman”; “Se consu-ma 
la Nacionalización”; “El gobierno ganó la 
pulseta a las petroleras”, son algunos de los ti-tulares 
de primera plana que matizaron al día 
siguiente el estado de relación entre el gobier-no 
y las petroleras después de seis meses de 
incredulidad, objeciones y desinformación. 
El presidente Evo Morales se dirigió al 
pueblo, señalando visiblemente emocionado: 
“Misión cumplida, misión cumplida con todo el 
pueblo boliviano”, al asegurar que consolidó la 
política más importante de su gobierno en diez 
meses de gestión. 
El Estado había convenido a las empresas 
petroleras a firmar contratos de operación que 
les brindarían seguridad jurídica, pero en me-jores 
condiciones de interés nacional. 
En total, las empresas habían comprome-tido 
invertir hasta cuatro mil millones de dóla-res, 
producto de la nueva relación contractual. 
La Cámara de Hidrocarburos, en un es-cueto 
comunicado, calificó las negociaciones 
como “duras”, aunque ponderó la ”seguridad 
jurídica” establecida. “El escenario que se ha 
planteado con la firma de nuevos contratos vis-lumbrará 
una relación positiva y duradera en-tre 
socios, las empresas y el Estado Nacional”, 
se subrayó. 
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Los contratos de operación como resultado del proceso de nego-ciación 
de los contratos petroleros, entre el 27 y 28 de octubre de 2006, 
YPFB suscribió 44 Contratos de Operación con las siguientes empresas: 
BG Bolivia Corporation-Sucursal Bolivia; Canadian Energy Entreprises 
C.E.E. Bolivia S.R.L., Compañía Petrolera Exploración y Explotación 
“Petrolex” S.A., Compañía Petrolera ORCA S.A., Dongwon Corporation 
(Sucursal Bolivia) , Empresa Petrolera Andina Sociedad Anónima EPAN 
S.A., Empresa Petrolera Chaco S.A. “EPCHA S.A.”, Matpetrol S.A., Mon-roy 
Electrónica y Control “Monelco” S.R.L., PAE E&P Bolivia Limited (Su-cursal 
Bolivia), Petrobras Bolivia S.A., Petrobras Energía S.A. Sucursal 
Bolivia, Pluspetrol Bolivia Corporation S.A., Repsol YPF E&P Bolivia S.A., 
Total E&P Bolivie Sucursal Bolivia, Vintage Petroleum Boliviana Ltd. (Su-cursal 
Bolivia). 
El gobierno del Presidente Evo Morales ganó la pulseta con las petroleras, éstas firmaron los nuevos contratos de operación en octubre de 2006. 
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75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
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Las condiciones y requisitos del contrato de 
operación se establecen en el artículo 77 
de la Ley de Hidrocarburos Nº 3058: 
• El titular ejecutará con sus propios me-dios 
y por su exclusiva cuenta y riesgo, 
a nombre de y en representación de 
YPFB, las operaciones correspondien-tes 
a las actividades de Exploración y 
Explotación dentro del área materia 
del contrato, bajo el sistema de retri-bución, 
en caso de ingresar a la activi-dad 
de Explotación. 
• YPFB no efectuará inversión alguna y 
no asumirá ningún riesgo o responsa-bilidad 
en las inversiones o resultados 
obtenidos relacionados con el contra-to, 
debiendo ser exclusivamente el ti-tular 
el que aporte la totalidad de los 
capitales, instalaciones, equipos, ma-teriales, 
personal, tecnología y otros 
necesarios. 
• YPFB retribuirá al Titular por los servi-cios 
de operación, con un porcentaje 
de la producción, en dinero o en es-pecie. 
Debe aclararse que en cumpli-miento 
a la política de nacionalización 
de los Hidrocarburos y el Mandato del 
Decreto Supremo de Nacionalización 
en relación con la dirección, control y 
ejecución de toda la cadena de hidro-carburos 
a cargo del Estado a través de 
YPFB, a pesar de que legalmente era 
posible la Retribución del Titular, es es-pecie, 
el Gobierno Nacional ha dejado 
claramente establecido como parte de 
su política y YPFB en cada uno de los 
contratos, que el pago es únicamente 
en dinero y que toda la Producción de 
Hidrocarburos es de propiedad de la 
empresa estatal. Este pago cubrirá la 
totalidad de sus costos de operación y 
utilidad. 
• YPFB, por su parte, pagará las Rega-lías, 
Impuestos y Participaciones so-bre 
la producción, más los impuestos 
que le correspondan. 
• La ejecución de todas las operaciones 
será supervisada por la Unidad de Se-guimiento 
y Control integrada por re-presentantes 
de YPFB y del Titular. Di-cha 
unidad empezará a funcionar tan 
pronto como se suscriba el contrato. 
Sus atribuciones y forma de represen-tación 
serán establecidas en un Regla-mento 
aprobado por el Ministerio de 
Hidrocarburos. 
El Contrato de Operación suscrito por 
YPFB con las empresas petroleras garantiza 
el pago del 18% por concepto de Regalías 
y Participaciones, el 32 % de Impuesto Di-recto 
a los Hidrocarburos (IDH); asimismo, 
establece las reglas sobre la Retribución del 
Titular (Costos Recuperables y Utilidad) y la 
Participación de YPFB. Las características 
principales de los Contratos de Operación 
que garantizan la Exploración y la Explota-ción 
de hidrocarburos en los campos obje-to 
de contratos para los siguientes 30 años 
son las siguientes: 
El Objeto de Contrato es la ejecución 
por parte del titular (Empresa petrolera 
con la que YPFB ha suscrito el contrato), de 
todas las Operaciones Petroleras (explora-ción, 
evaluación, desarrollo, explotación y 
abandono) dentro del Área del Contrato, 
a su exclusiva cuenta y riesgo, de acuerdo 
con la Ley de Hidrocarburos y a cambio de 
recibir de YPFB la Retribución del Titular. El 
Titular debe cubrir los Costos y proveer el 
personal, tecnología, instalaciones, mate-riales 
y el capital necesario para la realiza-ción 
de las Operaciones Petroleras. 
La Propiedad de los Hidrocarburos es 
un aspecto fundamental en el Contrato de 
Operación que reitera la disposición consti-tucional 
en relación a la propiedad del Esta-do 
sobre los yacimientos de hidrocarburos, 
y además establece en forma expresa que 
la propiedad de los Hidrocarburos Produ-cidos, 
corresponde a YPFB. Esa previsión 
contractual en plena compatibilidad con la 
Política de Nacionalización da lugar a que el 
Contrato de Operación garantice también 
que todos los Hidrocarburos Producidos 
sean entregados por los Titulares a YPFB 
que será, a partir de la Fecha Efectiva de 
los contratos, el único comercializador de 
Hidrocarburos Producidos, tanto al merca-do 
interno como a mercado externo. Así, la 
empresa estatal asume en forma plena el 
eslabón de la Exploración y la Explotación 
(vía prestación de servicios por parte de las 
empresas petroleras), y la Distribución y 
Comercialización, sepultando para siempre 
el rol de simple aglomerador que la “ca-pitalización” 
le otorgó a YPFB residual; es 
decir, una especie de “tubo” `por el cual se 
comunicaban las empresas petroleras pro-ductoras 
y sus compradores y transcurría la 
producción hidrocarburífera del país hacia 
el mercado interno y el mercado externo 
sin mayor control por parte del Estado. 
Patentes, Regalías, Participaciones e 
Impuestos se aplican dentro del marco de 
las disposiciones legales en vigencia, co-rrespondiendo 
al Titular el pago definitivo 
por concepto de Patentes y a YPFB el pago 
de Regalías y Participaciones e Impuesto 
Directo a los Hidrocarburos. Por otra par-te, 
a pesar de que las normas tributarias 
se aplican por imperio de la Ley y no sur-te 
efecto sobre ellas ningún acuerdo entre 
partes, se aclara que los tributos en general 
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se aplican conforme a la Ley Nº 843 de Re-forma 
Tributaria y sus modificaciones y el 
Código Tributario Boliviano; esto quiere de-cir 
que tanto los impuestos directos como 
los indirectos se aplican a las Operaciones 
Petroleras, así como a las utilidades obte-nidas 
tanto por las empresas como por las 
empresas titulares como por YPFB. 
La Retribución del Titular es siempre 
en dinero, nunca en especie. Se ha esta-blecido 
que el Contrato de Operación, no 
da lugar a pago en especie, debido a que 
los Hidrocarburos Producidos son de pro-piedad 
de la empresa estatal. Una vez que 
se inicia la producción comercial del o los 
Campos en el Área de Contrato, la Retribu-ción 
del Titular es el pago por concepto de 
las actividades realizadas por la empresa 
Titular y consta de: 
• Costos recuperables.- Montos destina-dos 
a cubrir los Costos Presupuestados 
y ejecutados por dichas empresas, los 
mismos que deben ser aprobados fisca-lizados 
y auditados por YPFB. 
• Utilidad.- Una vez que se paguen las 
Regalías y Participaciones, así como los 
Costos Recuperables, el Titular tiene 
derecho a recibir utilidades (Participa-ción 
del Titular). 
Además, es importante anotar la previ-sión 
que hace el Contrato de Operación en 
relación con los Costos Recuperables acu-mulados; 
en sentido de que si al concluir 
el mismo, el Titular no recupera todos los 
Costos Recuperables, asumirá los montos 
como pérdida económica, sin que pueda 
ser repercutida en forma alguna a YPFB. 
Asimismo, el Contrato establece que la 
Retribución del Titular, constituye el único 
pago efectuado por YPFB por las Opera-ciones 
Petroleras y la empresa estatal no 
garantiza al Titular la rentabilidad en el 
Contrato y tampoco la recuperación de las 
inversiones en que incurra. 
En cuanto a las Obligaciones de YPFB, 
en el Contrato de Operación, dicha empre-sa 
debe suministrar información y datos 
que disponga la empresa estatal y que el 
titular no tenga en su posesión en relación 
con el Área del Contrato, cooperar con el ti-tular 
para obtener de acuerdo con las Leyes 
Aplicables, los derechos de paso, de uso o 
servidumbre requeridos para las Operacio-nes 
Petroleras; cooperar con el Titular en 
las gestiones administrativas que tenga que 
efectuar ante las autoridades del Estado, 
así como supervisar todas las Operaciones 
Petroleras realizadas por el Titular bajo el 
Contrato. 
Las Obligaciones de los Titulares y al-cances 
del Contrato de Operación están 
señaladas en cada una de sus cláusulas; sin 
embargo, se hace un listado adicional que 
establece las siguientes obligaciones: 
• Conducir las Operaciones Petroleras 
de forma continua y conforme a las 
Leyes Aplicables, las Prácticas de la 
Industria, los Planes de Desarrollo, 
Programas de Trabajo, y Presupuestos 
aprobados por YPFB, y los demás tér-minos 
y condiciones de Contrato. 
• Producir los volúmenes necesarios 
para atender la demanda del mercado 
interno de acuerdo con los requeri-mientos 
de las Leyes Aplicables. 
• Emplear el personal calificado, así 
como suministrar todos los recursos 
necesarios, para la ejecución de las 
Operaciones Petroleras y obtener 
oportunamente todos los Materiales 
requeridos para la ejecución de las 
mismas, debiendo asegurarse de que 
estén de acuerdo con las normas y 
Prácticas Prudentes de la Industria. 
• Responsabilizarse de los Hidrocarbu-ros 
Producidos hasta su recepción por 
parte de YPFB en los Puntos de Fiscali-zación. 
• Presentar un programa de inversiones 
de inversiones para la renovación y 
modernización tecnológica de las plan-tas 
y demás instalaciones que actual-mente 
operan en el Área de Contrato 
de acuerdo con las Prácticas Prudentes 
de la Industria. 
• Abrir y mantener las cuentas corrien-tes 
bancarias en un banco en el país 
que serán utilizadas, entre otros fines, 
para cubrir operaciones denominadas 
en Bolivianos. 
• Suministrar a YPFB toda la informa-ción, 
datos e interpretaciones relacio-nados 
con las operaciones petroleras, 
tales como datos científicos y técnicos 
obtenidos en razón de sus trabajos, 
perfiles eléctricos, sónicos, radiacti-vos 
y otros, cintas y líneas sísmicas, 
muestras de pozos, núcleos, testigos 
de formación, así como cualquier otra 
información similar e informes de eva-luación 
geológica, geofísica y de Cam-pos, 
junto con los planos y documen-tos 
correspondientes. 
• Mantener en el Estado Plurinacional 
registros completos de todas las ope-raciones 
técnicas realizadas conforme 
contrato. 
• Suministrar a YPFB toda la información 
sobre la existencia de riquezas mine-ras, 
hidráulicas y de otro tipo que se 
descubran como resultado de las Ope-raciones 
Petroleras, y abstenerse de 
exportar recursos naturales distintos 
de los Hidrocarburos. 
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• Mantener una sucursal o subsidiaria 
en el Estado Plurinacional y a un repre-sentante 
legal, ambos con domicilio 
legal en el país. 
• Abstenerse de perforar, sin el consen-timiento 
de YPFB, cualquier pozo que 
pueda atravesar la proyección vertical 
de sus límites desde el Área del Con-trato. 
• Ofrecer las más amplias facilidades 
para que los representantes de YPFB, 
del Ministerio, autoridades tributarias 
y ambientales realicen inspecciones 
contables e información relacionada 
con las Operaciones Petroleras. 
• Asegurar que los Hidrocarburos descu-biertos 
en el Área del Contrato no se 
derramen o despierten en cualquier 
forma, y evitar el daño a los estratos 
que contengan hidrocarburos y a los 
que contengan depósitos de agua. 
- Cumplir con todas las obligaciones en 
materia de Derechos de los Pueblos 
Campesinos, Indígenas y Originarios, 
establecidas en la Ley de Hidrocarbu-ros. 
- Obtener las autorizaciones ambienta-les 
y de las instancias correspondien-tes 
que se requieran para realizar las 
Operaciones Petroleras y, al concluir 
cada trabajo, realizar la restauración 
del área afectada de conformidad con 
su correspondiente Declaratoria de 
Impacto Ambiental o Declaratoria de 
Adecuación Ambiental. 
- Mantener informadas permanente-mente 
a la Unidad de Seguimiento y 
Control y a YPFB del desarrollo de to-das 
las actividades efectuadas duran-te 
la vigencia del Contrato, mediante 
informes diarios, semanales y men-suales 
sobre el proceso de las Opera-ciones 
Petroleras y otros informes es-tablecidos 
en el Contrato. 
- Recibir a estudiantes o egresados de 
educación técnica superior o relacio-nados 
con la industria petrolera, para 
que realicen prácticas y estudios en los 
Campos del Área del Contrato y en las 
oficinas del Titular del Estado Plurina-cional, 
debiendo adicionalmente en-tregar 
una ayuda económica mensual 
por estudiante, que será considerada 
Costo Recuperable. 
• Exigir a sus subcontratistas que adop-ten 
las medidas para proteger la vida, 
el derecho de propiedad, sembradíos, 
cosechas, pesca, flora y fauna silvestre 
y otros derechos vinculados a las pro-tección 
social y del medio ambiente. 
• Dar preferencia a la contratación de 
bienes producidos en el Estado Pluri-nacional 
o servicios prestados por em-presas 
nacionales, siempre y cuando 
dichos bienes y servicios se ofrezcan 
en condiciones similares de calidad, 
precio y disponibilidad, en el momen-to, 
lugar y en las cantidades requeri-das. 
• Responsabilizarse por cualquier pérdi-da 
o daño causados a terceros por sus 
Subcontratistas o sus empleados, por 
acción u omisión y deberá indemnizar 
al Estado por sus Subcontratistas o 
sus empleados, por acción u omisión 
y deberá indemnizar al Estado o a sus 
dependencias y a terceros, por las res-ponsabilidades 
emergentes de dichos 
actos u omisiones liberando a YPFB de 
toda responsabilidad. Estos costos no 
se consideran costos recuperables. 
• Cumplir con las Leyes Aplicables en 
materia de derechos de propiedad 
industrial e intelectual de terceros, li-berando 
a YPFB y al Estado y a sus de-pendencias 
de cualquier reclamo que 
pueda resultar por el uso indebido o 
no autorizado de dichos derechos. 
• Comunicar inmediatamente a YPFB 
cualesquiera procedimientos arbitra-les, 
judiciales o administrativos en que 
sea parte o estuviere de algún modo 
involucrado, en relación al Contrato. 
• Asumir frente a YPFB la responsabili-dad 
por cualesquiera pérdidas, perjui-cios, 
daños, acción, juicio o procedi-miento 
ocasionado por actos ilícitos, 
negligencias, culpa grave o dolo de 
sus empleados o subcontratistas, exi-miendo 
a YPFB de toda reclamación 
o responsabilidad que de ello emane. 
Los Costos incurridos por el Titular 
en cualquiera de las cuestiones antes 
mencionadas no se considerarán Cos-tos 
Recuperables. La responsabilidad 
abarca los daños directos. 
En relación con el Mercado Interno, en 
cumplimiento a las normas de la Ley de Hi-drocarburos, 
los Contratos de Operación 
estipulan que las empresas deben cumplir 
con la entrega de volúmenes de hidrocar-buros 
suficientes para el abastecimiento de 
dicho mercado, así como las demandas adi-cionales 
del mismo. Asimismo, el contrato 
establece que el incumplimiento de dicha 
obligación constituye causal de termina-ción 
del Contrato. 
Respecto del personal de las empresas 
Titulares y su correspondiente capacita-ción, 
el Contrato de Operación establece 
la preferencia de la contratación de traba-jadores 
bolivianos en los diferentes niveles 
de la empresa, dejando un margen legal 
184 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 185
75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS 
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 
máximo de un 15 % de trabajadores ex-tranjeros. 
El personal de la empresa y de 
YPFB debe ser capacitado en forma per-manente 
por la empresa Titular en el últi-mo 
caso conforme a los programas apro-bados 
por YPFB, y los Costos se consideran 
Costos Recuperables garantizando así una 
capacitación óptima. 
La subcontratación de empresas se en-cuentra 
regulada en función de los montos 
a ser contratados en tres Procedimientos: 
Procedimiento A (Inferior a $us 350.000.- 
); Procedimiento B (Entre $us 350.000.- y 
4.000.000.-); procedimiento C (Superior a 
los $us 4.000.000). 
El Control sobre el Contrato de Ope-ración 
es un tema de importancia pues 
se establece la obligación para el Titular 
de lograr el consentimiento de YPFB y 
del Ministerio de Hidrocarburos y Energía 
para ceder, gravar o transferir directa o 
indirectamente los derechos u obligacio-nes 
emergentes del Contrato, esto alcanza 
inclusive a la participación en las empre-sas 
que conforman al Titular. La previsión 
contractual responde al principio de que el 
Estado debe asumir el control y dirección 
de la cadena de hidrocarburos. Es más, el 
Contrato estipula que cuando las empre-sas 
Titulares fueren objeto de un cambio 
de control involuntario u hostil, YPFB po-drá 
observar dicho cambio por razones de 
política de Estado o por haber el nuevo 
controlante demandado a YPFB o al Esta-do 
boliviano ante tribunales internaciona-les, 
y exigir el cambio de control que debe 
ser ejecutado dentro del plazo de un año, 
y en caso de no procederse al cambio YPFB 
(sin pago alguno) debe tomar la participa-ción 
de la empresa que hubiere cambiado 
el control. 
Los mecanismos de Solución de Con-troversias 
son tres: 
• Reuniones Extraordinarias ante la Uni-dad 
de Seguimiento y Control para re-solver 
la controversia. 
• Peritaje Técnico, en el cual, de común 
acuerdo, se designa a un perito inde-pendiente 
y se define el objeto y pro-cedimientos 
a ser implementados. El 
Dictamen pericial es no vinculante. 
• Arbitraje, que se realizará conforme 
a la Ley de Arbitraje y Conciliación Nº 
1770 de 10 de marzo de 1997, bajo las 
siguientes condiciones: la sede del ar-bitraje 
será la ciudad de La Paz, Bolivia; 
las leyes aplicables serán las leyes de 
la República de Bolivia; el número de 
árbitros será tres (uno nombrado por 
YPFB, uno por el Titular y el tercero por 
los árbitros antes nombrados, (con el 
consentimiento de las Partes); si el ter-cer 
árbitro no es nombrado dentro de 
60 días a partir del nombramiento del 
segundo, o si alguna parte no nombre 
a un árbitro, éste será nombrado de 
acuerdo con el Reglamento de la Cá-mara 
de Comercio Internacional-CCI; el 
arbitraje se llevará a cabo conforme al 
procedimiento y Reglamento de Arbi-traje 
de la CCI, y se conducirá en idioma 
español. 
Asimismo, se prevé la renuncia de las 
partes, a formular cualquier reclamo, en la 
vía diplomática. 
Dentro de las Causas de Terminación 
del Contrato a simple notificación por 
parte de YPFB se contemplan el incumpli-miento 
en la ejecución de las Unidad de 
Trabajo para la Exploración; incumplimien-to 
del Plan de Desarrollo; negativa al Titu-lar 
de producir los volúmenes necesarios 
para el abastecimiento del mercado inter-no 
de acuerdo con las Leyes aplicables; 
incumplimiento del pago por reembolso 
a YPFB de las Patentes dentro del plazo 
de 30 días de notificación al Titular por 
YPFB con la correspondiente certificación 
de pago; interrupción de la producción en 
un Área de Exploración, excepto por cau-sas 
técnicas justificadas e informadas en 
forma previa y por escrito y aceptadas por 
YPFB o si el Titular se encuentra en algún 
otro incumplimiento substancial derivado 
del Contrato. 
La información en el Contrato de Infor-mación. 
El titular reconoce como propie-dad 
de YPFB toda la información que ésta 
le proporcione en relación con el Contrato. 
La disposición no alcanza a los inventos o 
procesos tecnológicos patentados por el 
titular e informados para sus registros a 
YPFB. 
• Obligación de confidencialidad. El Ti-tular 
debe guardar confidencialidad 
sobre los acuerdos relacionados con 
el Contrato y sobre documento e in-formación 
técnica y comercial. La con-fidencialidad 
no se aplica a la informa-ción 
que: 
- Sea de dominio público 
- Hay sido obtenida de terceros que ten-gan 
derecho a la divulgarla. 
- Deba ser divulgada por requerimiento 
de leyes. 
• Divulgación de información. El Titular 
tendrá derecho a divulgar informa-ción 
a profesionales, bancos u otras 
entidades financieras, inversionistas o 
subcontratistas, cuando la información 
pudiera razonablemente ser necesaria 
para el seguimiento de sus obligacio-nes 
conforme al Contrato, siempre que 
mediaren convenios de confidenciali-dad 
con el Titular: 
186 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 187
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 
En relación al Abandono de Campos, 
el Contrato de Operación establece que el 
Titular es responsable de realizar todas las 
Operaciones de Abandono conforme a las 
Leyes Aplicables y a las Prácticas Prudentes 
de la industria relativas al Abandono, de-biendo 
incluir en cada uno de los Progra-mas 
de Trabajo y Presupuestos de Desarro-llo 
y de Explotación un capítulo relativo al 
Abandono. 
Asimismo, el Contrato prevé la transfe-rencia 
de fondos por parte del Titular para 
cubrir las indicadas operaciones. 
De conformidad a la Ley de Hidrocar-buros, 
el Contrato de Operación establece 
que todas las Operaciones Petroleras serán 
supervisadas por la Unidad de Seguimiento 
y Control conformada por representantes 
del Titular y de YPFB. Debe aclararse que 
esta Unidad constituye una instancia dife-rente 
de la de control y fiscalización a cargo 
de YPFB, que en ejercicio de sus atribucio-nes 
y en nombre del Estado debe cumplir 
dichas funciones. 
Por último, en cumplimiento al Artículo 
135 de la Constitución Política del Estado, 
las empresas Titulares se someten expresa-mente 
a la soberanía nacional, sea por la 
cláusula de renuncia de reclamos o en la 
vía de aceptación de ejecución a la Cons-titución, 
las leyes y a las autoridades nacio-nales. 
Por lo expuesto, el Contrato de Opera-ción, 
en su cuerpo principal y sus Anexos, 
cumple las normas de la Constitución Po-lítica 
del Estado, la Ley de Hidrocarburos y 
el Decreto Supremo de Nacionalización, ga-rantizando 
las operaciones de Exploración 
y Explotación mediante la prestación de 
servicios por parte de las empresas petro-leras, 
bajo el control y fiscalización de YPFB 
que, además, en su calidad de propietario 
de los Hidrocarburos Producidos, toma la 
producción, total de los mismos, a través 
de los Acuerdos de Entrega. En ese sentido, 
la vigencia de los Contratos de Operación 
garantiza también la distribución y comer-cialización 
de Hidrocarburos a cargo de 
YPFB. 
188 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES

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  • 1. Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Esta es una publicación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos Corporación Consejo Editorial YPFB Corporación Producción general Ever Terán Flores Antonio Castaños Medrano Jhonny Salazar Socpaza Diseño y Diagramación Marcelo Mamani Condo Fotografía Archivo histórico YPFB José Luis Quintana Agencia de Noticias YPFB Derechos Reservados 2011 www.ypfb.gob.bo Oficina Central: Calle Bueno Nro. 185 Telf.: 591-2-2370210 - Fax: 591-2-2373375 Línea de Transparencia: 800 10 9898 Casilla Postal: 401 La Paz - Bolivia Marzo 2012
  • 2. CONTENIDO YPFB Corporación, 75 años de aporte al desarrollo nacional 7 CAPÍTULO I EL PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 15 Concesiones y especulación 21 Fraude y traición de la Standard Oil 25 La Guerra del Chaco y los intereses transnacionales 32 La generación nacionalista de la post guerra 38 La fundación de YPFB 41 LA PRIMERA NACIONALIZACIÓN 46 Contraofensiva transnacional 52 La misión Bohan 58 El apoyo nacionalista militar 68 La Refinería Gualberto Villarroel 71 La ”revolución movimientista” 74 El Código Davenport 82 Incursión de la Gulf Oil 86 Situación crítica de YPFB 88 LA SEGUNDA NACIONALIZACIÓN 90 Día de la dignidad nacional 100 Cuantiosas pérdidas para la Gulf 102 Nacionalización respaldada por diferentes sectores 106 Régimen de la Ley General de Hidrocarburos 113 Hiperinflación, déficit fiscal y recesión 117 Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 3. Del 21060 a la capitalización/privatización 120 Jaime Paz y la nueva Ley de Hidrocarburos 122 Goni, el gas y su ”plan de todos” 127 El desmantelamiento de YPFB 131 El acuerdo gasífero con Brasil 133 Exportación de gas a la Argentina 137 Banzer y ”Tuto” cierran la capitalización 139 Nefasto retorno 143 La guerra del gas y ”octubre negro” 149 Carlos Mesa y el referéndum del gas 156 La promulgación de la Ley de Hidrocarburos 3058 161 Incumplimiento a la aplicación de la ley 163 LA TERCERA NACIONALIZACIÓN DE LOS HIDROCARBUROS EN BOLIVIA 164 Argentina, un nuevo aliado para el gas 175 Contratos de operación con el Estado boliviano 177 CAPÍTULO 2 RESULTADOS EFECTIVOS DEL PROCESO DE LA NACIONALIZACIÓN CONTEMPORÁNEA 189 La Nacionalización el hecho político más legítimo 191 Dominio y control sobre los hidrocarburos bolivianos 193 La apropiación del excedente económico 194 La reactivación de YPFB 200 Patrimonio y utilidades de la estatal petrolera 204 Empresas subsidiarias con mayores utilidades 206 La evolución de las inversiones 209 Crédito del Banco Central de Bolivia 212 El aporte de YPFB a Bolivia 214 El cénit de la producción de gas 220 Desarrollo de campos productivos 222 San Antonio 235 San Alberto 238 Margarita-Huacaya 242 Itau 246 Ipati-Aquío 247 Área Río Grande 250 Bolivia, proveedor confiable en la región 251 Comercialización de gas natural 254 Contratos de exportación al Brasil 257 Contratos de exportación a la Argentina 262 Montos facturados por exportación 268 Operadoras prometen mayor inversión 270 El estado de las reservas nacionales de hidrocarburos 271 Metodología de estimación y certificación de reservas 276 Ciclo de vida de un proyecto 279 El transporte estratégico de hidrocarburos en Bolivia 282 Volúmenes de hidrocarburos líquidos transportados 284 La infraestructura de ductos 289 Ductos de exportación 291 Almacenaje de combustibles 295 Redes de gas 297 Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 4. CAPÍTULO 3 YPFB COMPLETA EL CIRCUITO PRODUCTIVO Y PROYECTA EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DE LOS HIDROCARBUROS 307 Nuevo ciclo exploratorio en Bolivia 309 Incremento de las reservas nacionales de hidrocarburos 315 La exploración a cargo de YPFB 316 Segundo componente, la exploración 319 Tercer componente, apoyo a la gestión de exploración 321 Estrategia de fomento a la exploración de hidrocarburos 322 Áreas de exploración bajo contratos de operación 325 Contratos de exploración y explotación 326 La industrialización del gas se inicia en Bolivia 335 Planta Río Grande 338 Planta Gran Chaco 340 Plan quinquenal para la industrialización del gas 345 Planta Amoniaco Urea 347 Planta Etileno Polietileno 348 Gas a Líquidos 349 CONCLUSIONES 353 YPFB Corporación, 75 años de aporte al desarrollo nacional El proceso de la Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia ha completado su primer ciclo de cinco años con soberanía y dignidad. Desde aquel 1 de mayo de 2006, cuando el presidente Evo Morales Ayma, promulgó el histó-rico Decreto Supremo Nº 28701 “Héroes del Chaco”, que restituye la propiedad y el control ab-soluto de los recursos naturales por parte del Estado, ha retornado la certidumbre, estabilidad y desarrollo en la industria de los hidrocarburos, con reglas claras. “Queremos socios, no patrones”, sentenció el Mandatario hace cinco años, cuando se apro-baron ante el Legislativo 44 contratos de operación firmados con 16 compañías petroleras que actualmente operan en el país en una relación proactiva con el Estado. En este quinquenio, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos Corporación se ha consolidado como el brazo operativo de la Nacionalización que interviene y dirige la cadena de producción nacional en una perspectiva progresista de desarrollo. La administración estatal de los hidrocarburos ha asegurado el control del excedente eco-nómico, mayores mercados para el gas natural y proyecta la diversificación de la oferta, im-plementando agresivas políticas de exploración y desarrollo industrial en pos de aunar mayor producción y asegurar mayores reservas. En Bolivia, la Nacionalización de los Hidrocarburos se ha convertido en el eje del proceso de cambio que ha refundado Bolivia, restituyendo facultades inalienables sobre la dirección y el uso de los hidrocarburos como un recurso estratégico que es fuente de dignidad, soberanía y desarrollo para el pueblo boliviano. El negocio nacional de los hidrocarburos ha incrementado su eficiencia con mayores volúme-nes de producción y mejores precios internacionales, ahora Bolivia se autoabastece y cumple sus compromisos de exportación. YPFB, al cumplir casi un siglo de servicio a los intereses nacionales, se alza como la empresa más importante del país; su reactivación y fortalecimiento, es sin duda la mejor decisión que ha tomado en pueblo boliviano. La estatal petrolera boliviana despega con la tercera Nacionalización de los Hidrocarburos y el decidido respaldo del gobierno del presidente Evo Morales Ayma. Los resultados positivos alcanzados la proyectan como el pilar fundamental de la economía boliviana y se inscribe entre las 500 empresas más grandes de Sudamérica. 75 años de vida institucional de YPFB nos permiten hacer un alto, analizar retrospectivamente el pasado, ver el presente y proyectarnos hacia el futuro para continuar contribuyendo al en-grandecimiento y desarrollo de la patria. Lic. Carlos Villegas Quiroga PRESIDENTE EJECUTIVO YPFB CORPORACIÓN Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 5. Sr. Evo Morales Ayma Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 6. Lic. Alvaro García Linera Vice-Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 7. Lic. Carlos Villegas Quiroga Presidente Ejecutivo de YPFB Corporación Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 8. Capítulo I El petróleo en Bolivia y las primeras concesiones Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 9. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS El petróleo en Bolivia y las primeras concesiones os antecedentes históricos más remotos so-bre la existencia de petróleo en Sudamérica se remontan al período precolombino. Las emanaciones naturales de brea, resina o acei-tes de piedra eran denominadas “chapapote” por los aztecas, “copey” por los quechuas e “itani” por los chiquitanos. Estas culturas uti-lizaban la sustancia mística con fines medici-nales para curaciones y purga, de acuerdo a los relatos de los primeros exploradores espa-ñoles urgidos por la búsqueda de oro en esta parte del mundo. Los colonizadores españoles del viejo mundo denominaron a la sustancia “jugos de la tierra o bitúmenes”. Seguramente, los ante-cedentes vistos en los primeros usos curativos de la sustancia aceitosa negruzca motivaron que en 1535, los colonizadores transportaran nueve toneles de la misma a España para cu-rar la enfermedad de gota del Rey Carlos V. El padre Alonso Barba, uno de los pri-meros cronistas de la época hace referencia a los hallazgos de las primeras muestras colec-tadas a 80 leguas de Tarabuco por un capitán llamado Fermín Nuñez en su obra “El arte de los metales”. Los ingleses que ocuparon Norteaméri-ca también descubrieron el petróleo que era utilizado por los aborígenes de esa región. Fue precisamente en este territorio que luego se convertiría en Estados Unidos, donde co-menzó a darse un uso más especializado a las primeras muestras colectadas de hidrocarbu-ros en mecheros y sistemas de calefacción a carbón bituminoso, aceite de carbón o gas de carbón. En contraste con la precariedad de Sud-américa, el primer descubrimiento de petró-leo aconteció en el Estado de Penssylvania, Estados Unidos en 1859, más de una década después, se tendía en este territorio el primer oleoducto artesanal construido de juncos y cañahuecas entre West Bloomfield y Nueva York, que daría pasó al desarrollo de los pri-meros ductos que abastecían quemadores, iluminadores, cocinas y calefactores dando inicio en 1917 a la manufactura e industriali-zación de los hidrocarburos, promoviendo su desarrollo tecnológico. Las primeras perforaciones de pozos fueron realizadas en Estados Unidos y poste-riormente en Europa y África dando inicio a L Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 16 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 17
  • 10. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Mural de Solón Romero hace referencia al uso medicinal del petróleo en la época colonial. las primeras faenas de explotación comercial del petróleo. En un principio, esta sustancia era vendida como medicina, luego como com-bustible precario y como producto refinado artesanalmente para mecheros. En función a los experimentos realizados en Estados Uni-dos y Francia, se logró un mejor procesamien-to para obtener kerosén y parafina. Los primeros químicos y empresarios en Estados Unidos especializaron el refino y su industrialización, una valiosa mercancía que se convertía en dinero y mercados de escala, poco a poco dominados por una sola indus-tria, la Standard Oil Trust, creada en 1882 por el multimillonario Jhon D. Rockefeller que monopolizó el comercio de los primeros car-burantes con 40 empresas. Sin embargo, este “Trust” de empresas fue desarticulado por una decisión judicial antimonopólica. De este modo, se apertura la libre competencia de la Standard Oil contra otras empresas creadas dentro y fuera de Es-tados Unidos como la Gulf Oil, Texaco, Shell y la Royal Dutch. Antes del año 1900, la industria comen-zó a sustituir el motor a vapor por motores más eficientes de combustión interna en base a carburantes para maquinarias, transportes y los primeros automóviles, creados por otro visionario: Henry Ford. En este contexto se incrementó la demanda masiva de gasolina y diesel. Para entonces, cinco empresas domi-naban el comercio mundial de hidrocarburos con operaciones a escala mundial, la Standard Oil, Royal Dutch Shell, Texaco, Gulf Oil, y Anglo Persian que luego se convertiría en British Pe-troleum. De todas ellas, las dos primeras fue-ron las pioneras en extender sus negocios en Asia, Europa y Sudamérica con el apoyo de sus gobiernos que comenzaron a comprender el valor estratégico del petróleo en el mundo. El petróleo en Bolivia A pocos años del período independen-tista, en la joven República de Bolivia comen-zó a gestarse la ambición y especulación sobre las primeras tierras con resina o brea de pe-tróleo, a flor de tierra. Para entonces, el país contaba con una basta extensión territorial, elevados niveles de pobreza, analfabetismo e incipiente desarrollo económico. Cuando otros países como México y Ve-nezuela ya realizaban la explotación, comer-cialización y exportación de sus reservorios de petróleo, en Bolivia algunos comerciantes nacionales y extranjeros, influenciados por la actividad minera, se dieron a la tarea de aca-parar la mayor extensión de concesiones en la perspectiva de especular y lucrar con la reven-ta de tierras. En 1865, el ciudadano Juan Manuel Velarde solicitó extensas concesiones en las provincias Acero y Tomina de Chuquisaca (Charcas). En 1867, los ciudadanos alemanes Frank Hoskst y Ed Hansen consiguieron que el presidente Mariano Melgarejo les ceda con-cesiones en la Provincia Salinas de Tarija. En 1896, Manuel Cuellar descubrió ac-cidentalmente manantiales de petróleo en Mandiyuti, en el Chaco boliviano y éste junto a su socio, Ignacio Prudencio comienzan a co-mercializar el producto en Sucre, para lo cual pidió concesiones al gobierno junto a Ernesto Reyes, las mismas que le fueron entregadas en Chuquisaca en 1899. Al ver los resultados, éstos y otros socios fundan el “Sindicato Su-cre”, consiguiendo concesiones por 74.999 hectáreas (Has.) en 1911. El agrimensor Luis Lavadenz, gerente ge-neral del “Sindicato Sucre”, descubrió en 1907, manantiales de petróleo en Saipurú (Santa Cruz), éste recogió las primeras muestras y las envió para su análisis a la Argentina, donde se confirma el hallazgo de petróleo. De inme-diato, solicita al gobierno la concesión de un millón de hectáreas y establece los contactos para impulsar los primeros emprendimientos 18 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 19
  • 11. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Traslado de equipos, en busca de petróleo, a lomo de mula en la quebrada de Cuevo, en el Chaco boliviano (1923). en la búsqueda de hidrocarburos, velando ob-viamente por sus intereses comerciales. Este personaje instó a empresarios boli-vianos y capitalistas a invertir en uno de los primeros proyectos de explotación comercial, en el país, pero no logró convencer. Por este motivo, viajó a Europa donde consiguió des-pertar el interés del capitalista inglés Percival Farquhar sobre Bolivia, con quien inició la pri-mera explotación comercial. Farquhar, perfora el primer pozo en bus-ca de petróleo en Cuevo en el año de 1911 y luego otro en Charagua, no obstante, ambas empresas fracasan en su primer objetivo, una perforación de 200 metros de profundidad, que tropieza con dificultades técnicas. El in-glés quiebra y se retira del país a los pocos me-ses del emprendimiento hidrocarburífero. Convencido de la riqueza que podrían guardar las entrañas bolivianas, una vez más Lavadenz, viaja a Europa, esta vez a entrevis-tarse con Henry Deterding, magnate de la Ro-yal Dust Shell, quien pese a expresar interés no arriba al país debido al estallido de la Pri-mera Guerra Mundial que ralentiza el desarro-llo de la industria del petróleo. Lavadenz no se dió por vencido, insis-tió y convenció a inversionistas en Chile que llegaron a Bolivia para organizar en 1913, la primera “Compañía Petrolífera Caupolican y Calacoto” que siete años más tarde, en 1920 perforó su primer pozo en Calacoto, sin em-bargo el trabajo se detuvo a los 160 metros y nunca más se reanudó. Con las primeras emanaciones de pe-tróleo, Miguel Velasco instaló en su hacienda Lourdes, en 1915, la primera planta de refina-ción que fue construida por Percy Boland. Los primeros productos obtenidos fueron gaso-lina, kerosén y fuel oíl pesado, combustibles que se comercializaban en Santa Cruz. El fuel oil era usado como lubricante para los ejes de los carretones arrastrados por animales, la nafta servía para el alumbrado en mecheros y la gasolina para los primeros automóviles im-portados al país. Concesiones y especulación Sin extraer ni una muestra de petróleo, entre 1914 a 1916, la adjudicación de conce-siones petroleras “a perpetuidad” en Bolivia se había incrementado de 1.7 a 3 millones de hectáreas, en el marco de la vieja Ley de Mi-nas. Los titulares de estas concesiones, en su mayoría de carácter especulativo, buscaban capitales extranjeros para proceder a la explo-tación comercial. De este modo, se constituyeron en Chile, entre 1912 y 1919 numerosas “Comunidades Petroleras”. Influyentes personalidades chile-nas adquirieron la mayoría de las concesiones adjudicadas a ciudadanos bolivianos. Así por ejemplo, la Comunidad Petrolífera “La Blan-ca” contaba con 500.000 hectáreas (Has.); la Comunidad Petrolífera “Santa Cruz” te-nía 545.000 Has.; “La Poderosa” con 700.00 Has.; “Lagunillas” con 399.850 Has; Calacoto con 3.473 Has. Posteriormente, todas estas comunidades vendieron sus derechos al ciu-dadano inglés, William Braden. 1 El gobierno del presidente Ismael Mon-tes puso fin a la indiscriminada política de concesiones, en diciembre de 1916 cuando promulgó la Ley de Reserva Fiscal que puede considerarse la primera “Ley de Hidrocarbu-ros”, normativa que negó mayores conce-siones, al mismo tiempo que disponía una participación estatal del 10% en las entregas y obligó a los poseedores a no enajenar ni transferir las mismas. Se sentó como prece-dente ante el caso de controversias, como una instancia única de apelación a la Corte Supre-ma de Justicia de la Nación.2 1 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996. Pag. 18. 2 ROYUELA, Carlos. Cien años de Hidrocarburos en Bolivia. (1896-1996) 20 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 21
  • 12. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Las primeras concesiones petrolíferas en Bolivia (1920) Uno de los primeros equipos de bombeo mecánico para la extracción de petróleo. S.R.28 Febrero 1920 Richmond Leverín Co 1.000.000 Has. Trans a Standard S.R.8 Marzo 1920 Jacobo Backus 1.000.000 Has. Trans a Standard S.R.9 Marzo 1920 Rafael Dial Lira 60.000 Has. Trans a Standard S.R.10 Marzo 1920 Exequiel Romecín C 200.000 Has. Trans a Standard S.R. 12 Marzo 1920 Rafael Torrico Lemoine 10.000 Has. Trans a Standard S.R. 14 Diciembre 1920 Jorge de la Reza 85.000 Has. Trans a Standard 2.355.000 Has. La Paz, octubre 26 de 1921 Armado Orozco Oficial Mayor de Industria Fuente: “Cien años de hidrocarburos en Bolivia”, de Carlos Royuela Comboni Sin embargo, en 1921, el Presidente José Gutierrez Guerra, me-diante Ley, abolió la reserva fiscal, y autorizó contratar la explotación de hidrocarburos mediante arrendamientos temporales con un perío-do de vigencia de “66 años”. En este caso, los concesionarios debían entregar 12,5 y el 20 por ciento del rendimiento líquido a la tesorería departamental, elevando de algún modo la participación estatal. En un pésimo momento económico, con la presión de deuda ex-terna y los intereses estadounidenses, Gutierrez Guerra prácticamente obligó al Parlamento a aprobar la nueva Ley, entretanto, negociaba en paralelo una cantidad ilimitada de concesiones con los agentes de la compañía transnacional Standard Oil. Con apenas cuatro días de vigencia de la norma, el gobierno de Gutierrez Guerra, adjudicó “en secreto” nuevas concesiones de 1.000.000 hectáreas a la empresa estadounidense Richmond Levering y a su representante, Jacobo Backus, de acuerdo a contratos estableci-dos según la norma aprobada. La Richmond Levering prometió una inversión de 10 millones de dólares con la cual consiguió en total una cesión por 50 años de más de 2.000.000 de hectáreas, en títulos a favor de la empresa y de su representante Backus, en un extenso territorio que abarcaba los de-partamentos de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca 3. A cambio de una exigua participación estatal del 15 % sobre el producto bruto que extrajese en el futuro, el contrato de la Richmont Levering era sumamente ventajoso pues estipulaba una exención del pago de impuestos por todo el tiempo que durase la concesión. Esta empresa sólo pagaba un impuesto que gravaba las actividades de las compañías mineras en la época. Otra prerrogativa, consistió en el privilegio de zona con una dis-posición de 50 kilómetros en las proximidades de los oleoductos con lo cual prácticamente tenía derechos monopólicos en el país. No obstante, por el contrato establecido con el Estado boliviano, la Richmont Levering no estaba facultada a “transferir estas concesio-nes sin el consentimiento del gobierno”, de acuerdo a la cláusula 19. Del mismo modo, este documento contractual establecía, en la cláusula 18: “Si durante la ejecución del contrato el Gobierno reclama-re por algo que en su concepto importe incumplimiento, dará aviso a los capitalistas, los que desde ese momento tendrán un término máxi-mo de seis meses para subsanar la falta que motive la reclamación; en caso de no hacerlo pasado dicho término, el Gobierno podrá declarar 3 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA, La Nacionalización del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 2007. Pag. 22 El presidente José Gu-tiérrez autorizó con-tratar la explotación de hidrocarburos me-diante arrendamien-tos temporales. 22 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 23
  • 13. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com la caducidad, rescisión o modificación del con-trato, que también tendrá lugar administrati-vamente por cualquier defraudación de los in-tereses fiscales. La caducidad importa para los capitalistas la pérdida de todos sus derechos a los bienes de la compañía, que quedarán en propiedad exclusiva del Gobierno”. Bajo esta figura, toda diferencia o cues-tión sobre el contrato respecto del alcance o interpretación del mismo y su misma ejecu-ción será sometido como única instancia de conocimiento y resolución, a la Corte Supre-ma de Justicia de Bolivia. En medio de una serie de irregularidades y observaciones sobre el contrato en cuestión, se conoció que la casa bancaria de Gutierrez Guerra, presidente de Bolivia, extendió el cer-tificado de solvencia a la Richmond Levering, documento que resultó falso. Ante la oposición que comenzaba a ges-tarse en el país y la opinión pública el repre-sentante de la empresa Richmond Levering, Jacobo Backus, afirmó sin desparpajo que contaba en su presupuesto con 300.000 boli-vianos para “sobornos”4. Es muy probable que con estos recursos esta observada empresa haya conseguido en los meses que estuvo operando en Bolivia la modificación de las cláusulas del contrato, aduciendo las dificultades en Bolivia y los ele-vados costos de operación. En este marco, el gobierno de entonces cedió a rebajar del 15 al 12,5% la participación gubernamental, en un negocio que nunca existió. En lo fundamental, esta norma declaró la propiedad inalienable e imprescriptible y el dominio directo del petróleo por parte del Estado. Paralelamente, facultó al Poder Ejecu-tivo su explotación directa o mediante asocia-ción con otras empresas privadas. 4 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA, La Nacionalización del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 2007. Pag. 22 El presidente de la República con su gabinete presidencial. De izquierda a derecha, Carlos Romero, ministro de Fomento y Comunicaciones; Alberto Palacios, ministro de Hacienda e Industria; Abel Ituralde, ministro de Relacio-nes Exteriores y Culto. Presidente de la República, Dr. Hernando Siles; J. Minor Gainsborg, ministro de Gobierno y Justicia; Félix del Grando, ministro de Instrucción Pública y Agricultura y Aurelio Arauz, ministro de Guerra y Colonización. (El País, jueves 2 de febrero de 1928). Fraude y traición de la Standard Oil Un año después de haber obtenido la concesión, la Richmond Levering transfirió, el 3 marzo de 1921, a la Standard Oil de New Jersey, todas sus concesiones por 270 mil dó-lares. 5 Aunque otros antecedentes, señalan que la transacción se consumó ante la bolsa de valores de Nueva York, Estados Unidos, por la suma de 2,5 millones de dólares. 5 ROYUELA, Carlos. Cien años de Hidrocarburos en Bolivia. (1896-1996) Aparentemente, las autoridades del go-bierno boliviano desconocían la transacción que violentaba la cláusula 19 del contrato. La Standard Oil creó su filial boliviana el 16 de noviembre de 1922 y comienza a presionar al gobierno para que reconociera la transferen-cia y firmara un nuevo contrato, situación que termina consumándose ese mismo año. Paralelamente, la Standard Oil, había adquirido, otros dos millones de hectáreas ABEL ITURRALDE (Centinela del Petróleo). El 20 de junio de 1921 un distinguido patriota pa-ceño, senador de la República, Dn. Abel Iturralde (el Centinela del petróleo chaqueño), logra que el Poder Legislativo apruebe la Ley Orgánica del Petróleo, ante el tráfico de intereses de las “Con-cesiones Africanas” petroleras de la aristocracia política boliviana con la Richmond Levering, y con la Standard Oil Co. y cómo ésta última toma posesión del territorio guaraní del Chaco boliviano y de su rique-za, instalándose en Bermejo, Sanandita, Caigua y Camiri (1921). 24 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 25
  • 14. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com (Has). de concesionarios particulares, por lo que podía explorar en cuatro millones de hec-táreas y quedarse con un millón de Has. Con anticipación, la Standard Oil había adquirido de particulares más de dos millones de hectá-reas adicionales en concesión. La ambición de la empresa transnacio-nal de propiedad de Rockfeller, la primera que se instaló en Bolivia, prácticamente se apode-ró de los hidrocarburos nacionales al adquirir otros 2.145.000 Has. que William Braden y uno de sus familiares compraron en Bolivia por 75.000 libras y revendieron a la Standard en tres millones de dólares. Para fines de 1926, el emporio acaparó alrededor de 7 millones de hectáreas, com-prando prácticamente la totalidad de antiguas y nuevas concesiones. Desde el Congreso Nacional, el cuestio-nado trámite fue refutado por el senador pa-ceño Abel Iturralde quien protestó el contrato con “serios visos de irregularidades”, porque éste sólo fue autorizado por el presidente Gu-tierrez Guerra y uno de sus ministros. Por su lucha a favor de los intereses nacionales, este parlamentario se hizo merecidamente acree-dor al título del primer “Centinela del Petróleo en Bolivia”6. 6 YPFB, Libro de Oro. (1936-1996). Pag 21 Prospección exploratoria en el campo Camiri. “No debemos alucinarnos con una sola empresa que tenga en sus manos todo el oriente boliviano. Esto ha de traer como conse-cuencia la absorción de la soberanía del país y la pérdida de su liber-tad. Yo no soy enemigo de que vengan a Bolivia empresas extranjeras. Lo que pido es un riguroso control que evite que una sola empresa monopolice toda la industria petrolera. El día que se consume una absorción por una sola empresa, estaremos perdidos”, decía el céle-bre defensor de los recursos naturales. Derrocado el gobierno de Gutierrez Guerra, asume la presiden-cia Bautista Saavedra quien ante la incursión discrecional de las em-presas concesionarias y las “comisiones” que ofrecían a cambio de las ambicionadas tierras petrolíferas, ordena la revisión de la norma en comparación con otras vigentes en el mundo. El 20 de junio de 1921, el presidente Bautista Saavedra aprobó la Ley Orgánica de Petróleos, que vuelve a declarar la propiedad na-cional de los recursos hidrocarburíferos, devolviendo al Estado la fa-cultad explotarlos por sí mismo o en asociación con privados. Al mis-mo tiempo, esta norma estipula hasta 100.000 Has. como máximo y, por una sola vez, las concesiones petrolíferas por un lapso de 55 años. Asimismo, estableció en 11% la participación sobre el producto bruto y se limitaron los privilegios de zona a cinco metros, implementándo-se el derecho de cruce de oleoductos. Por otro lado, en el nuevo texto legal el concesionario quedaba obligado a iniciar la explotación al cuarto año de firma de contrato y el Estado fijó para sí la potestad de establecer al quinto año un monto mínimo, a partir de la concesión. Esta ley abrió por vez primera la posibilidad de crear una em-presa nacional para la explotación petrolera al imponer el artículo 35 que señala: “Si los concesionarios no extrajesen durante tres meses una cantidad de petróleo proporcional a la capacidad productora de un pozo, el Gobierno podrá extraer por su cuenta la participación que le corresponde”. 7 Casi premonitoriamente, la norma señalaba en su artículo 40, una figura antimonopólica que resumía que el gobierno vigilaría la exploración y explotación de los yacimientos y fiscalizaría las opera-ciones de las empresas, no sólo para asegurar el pago de impuestos sino también para organizar convenientemente la industria en bene-ficio nacional, combatir el acaparamiento de la producción, transpor-te, almacenaje, comercio de petróleo y sus derivados. La Ley en referencia fijó un plazo máximo de tres años y una extensión máxima de 300.000 Has. para fines de exploración y la pre-rrogativa de elegir una quinta parte para conformar “reserva fiscal”. 7 TAHBUB, Marwan. Las transnacionales no son socias. Por una política nacional de Hidrocarburos. Ed CEDIB. Pag. 225 La Ley Orgánica de Petróleos fue apro-bada el 20 de junio de 1921. 26 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 27
  • 15. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Esta legislación también señalaba que todo arbitraje debía resolverse en la Corte Su-prema de Justicia de la Nación al mismo tiem-po que prohibía a las empresas a no realizar reclamación diplomática alguna respecto de obligaciones, derechos y emergencias de las adjudicaciones y contratos. Por otro lado, se reivindicó y mejoró la figura legal sobre la caducidad al subrayar que si el gobierno reclamaba por incumplimiento, los concesionarios tenían un plazo no mayor a seis meses para subsanar la falta, en caso contrario, éste quedaba facultado para decla-rar la caducidad, recisión o modificación del contrato. Entre las causales para este efecto también se incluyó la defraudación de los in-tereses fiscales. Pese a la vigencia de la avanzada legis-lación modernizada y acorde a los intereses nacionales, la Standard Oil, pudo más que el debilitado Estado boliviano y sus autoridades, para ello, se valió de todo su poder econó-mico e incurrió en una serie de prebendas y corrupción de funcionarios, hasta lograr sus propósitos. La compañía transnacional de Rockefe-ller había comprometido invertir 50 millones de dólares en distintos rubros de producción, pero hasta 1937, sólo llegó a invertir 17 millo-nes, según confesaron sus propios gerentes y representantes. A cambio, esta empresa logró que se modificara la obligatoriedad contrac-tual de representar arbitrajes sólo ante la Cor-te Suprema de Justicia para extender la con-sulta al presidente de la Sociedad Geológica de Londres, en Inglaterra. Desde su incursión para operaciones en territorio nacional, la Standard no cumplió con sus obligaciones y urdió una serie de irre-gulares, evasiones y defraudación. Ni bien comenzó a operar en Bolivia, la Standard se quejó por la falta de mapas, lar-gas distancias, falta de una red caminera apro-piada y carencia de oleoductos, con lo cual consiguió el derecho de explorar en cuatro millones de hectáreas para quedarse con un millón, además de ampliar el contrato de 50 a 55 años, a partir del segundo año de explora-ción. Un decenio después, los plazos se fueron razagando pues la empresa nunca entraba al período de explotación. La transnacional petrolera contaba con un plazo de sólo dos años a fin de identificar un millón de hectáreas para establecer la con-cesión y luego perforar un pozo cada 50.000 hectáreas y producir dos millones de barriles de crudo. La Standard Oil inició sus operaciones en Bolivia en la Serranía del Candado, y des-cubrió petróleo en Bermejo a mediados de 1924. Posteriormente perforó en otras estruc-turas descubriendo hidrocarburos en Sanan-dita (1926), Camiri, (1927) y Camatindi (1931). Instaló dos refinerías rudimentarias en Sanan-dita y Camiri. En total, la Standard perforó 30 pozos de los cuales 18 fueron exploratorios. Esta empresa transnacional nunca tuvo inten-ciones de desarrollar la industria petrolera en Bolivia. Aparentemente, lo que buscaba era conseguir mercados futuros y asegurarlos. 8 La Standard Oil, producía desde 1925, alrededor de dos mil barriles de crudo por año en la región de Bermejo. En 1926 se in-corporó, Sanandita con 7.000 barriles y 1927 Camiri con 15.000 barriles, totalizando una producción de 40.000 barriles. En 1929 en medio de la crisis económica mundial, la Stan-dard extrajo 132.000 barriles y para 1936, la 8 YPFB, Libro de Oro. (1936-1996). Pag 20 Taller de la Standard Oil Company 1930. 28 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 29
  • 16. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Pozo Bermejo 2 perforado por la Standard Oil Company en 1924. 30 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 30 31 transnacional había escogido 300.000 hectá-reas y contaba con 31 pozos.9 En 1927, se denunció por incumplimien-to en el pago de patentes a la Standard que adujo tranquilamente no haber ingresado aún en período de explotación para hacerlo. La sumisión de los gobernantes al po-derío económico de la transnacional, se hace patente cuando el presidente Hernando Si-les emite el 12 julio de 1928 una Resolución Suprema en la que asegura que la compañía cumplió con todos sus compromisos, al día siguiente la Standard concede al gobierno el pago de un millón de bolivianos por concepto de patentes, no sin antes deducir los intereses. Ese mismo año, Siles mediante Resolución Su-prema autoriza el pago de patentes a partir de 9 MARIACA, Enrique. Mito y realidad del petróleo en Bolivia. Ed Norte. 1944 1930, independientemente de si la empresa producía o no petróleo, aunque ya existían ru-mores en sentido de que ésta producía crudo desde 1925 y lo contrabandeaba a través de un ducto clandestino hacia Argentina donde también mantenía operaciones. Es en 1932 cuando la empresa interna-cional recién comienza el pago de patentes petroleras, pero no en su totalidad, en me-dio de amenazas contra las autoridades bo-livianas y anuncios para comprar el voto de los magistrados de la Suprema en caso de demanda. Según Carlos Montenegro, la Stan-dard defraudó al país 26,5 millones de bolivia-nos entre 1924 y 1932, pero la cifra real se es-timaba en 85 millones si se agrega la evasión por regalías y otros conceptos. En todo el tiempo de permanencia en Bolivia, la compañía estadounidense alegaba que priorizaba la exploración durante todos Equipo de perforación de pozos instalado en el Chaco boliviano (1926). Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
  • 17. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com sus años de intervención en Bolivia pero no habían mayores resultados sobre la produc-ción de petróleo. Así por ejemplo, la escasa producción de gasolina de la Standard era destinada al exterior, y un remanente en el país con precios internacionales que la misma empresa se encargaba de fijar en relación a los mercados aledaños que controlaba. En 1935, la Standard fue acusada de contrabandear la “producción marginal” de petróleo a través de un oleoducto clandestino de cuatro pul-gadas que traspasaba la frontera por debajo del puente del Río Bermejo hacia la población de Aguas Blancas, Argentina. Años más tarde en el juicio que se le instalaría, los principales ejecutivos de la empresa admitieron haber comercializado clandestinamente, por esa vía, 704 toneladas del producto, no obstante el senador argentino Alberto Arancia señaló que la compañía no sólo usaba el gasoducto sino también otros medios de transporte para trasladar petróleo boliviano, un informe de la Aduana argentina confirmaba que había ex-traído cuando menos, cuatro mil toneladas. La guerra del Chaco y los intereses transnacionales Al igual que muchos países de América Latina, Bolivia vivió momentos de auge en sus exportaciones de la mano del desarrollo del transporte ferroviario, la banca y el cre-cimiento urbano. En el país, la minería había alcanzado el pináculo de su producción tanto en precios como en volúmenes, las inversio-nes alcanzaron a más 150 millones de dólares y más de 27.000 trabajadores acampaban en áreas mineras. No obstante, esta bonanza era aparente, el país sufría un endeudamiento de 82 millo-nes de dólares; el gobierno se veía obligado a controlar el aparato recaudador en manos de una comisión fiscal permanente establecida por sus acreedores; el déficit de la balanza de pagos, sobresueldos, corrupción y fuga de ca-pitales era moneda corriente. Los otros secto-res de la economía se hallaban escasamente desarrollados. El afán de atraer capital extran-jero y contraer créditos presentaba complica-ciones, principalmente en la cobertura de ta-sas muy altas y en la dificultad que planteaba el hecho de pagar deuda con deuda. La crisis mundial de 1929 dejó al des-nudo la debilidad de la economía; la caída de los productos de exportación y, por ende, de importación llevó a una crisis severa. Más de siete mil trabajadores fueron expulsados de sus fuentes laborales, entretanto, el Estado redujo el gasto público, ordenó la inconverti-bilidad de la moneda y suspendió el pago de la deuda externa. La caída de sus ingresos y la reducción de divisas obligaron al gobierno a establecer una tasa de cambio múltiple. En este contexto, la Standard Oil no su-frió impacto alguno ya que no tenía relación con el mercado doméstico. Sin control, no hizo otra cosa que exportar atenida a la venta-ja concreta que suponía la distancia existente entre sus centros de producción y operacio-nes y el centro de influencia política adminis-trativa de Bolivia. El impacto de la crisis económica reca-yó en los asalariados. La desocupación, la es-calada de precios y la especulación tuvieron efectos severos. Ante esta situación agravada por huelgas y otras formas de protesta contra la Standard, el Presidente Daniel Salamanca, apremiado por los recursos, revisó las dispo-siciones gubernamentales de julio de 1928 de su predecesor Hernando Siles, relacionadas con la prórroga del período exploratorio con-cedido a la empresa de Estados Unidos. De este modo, Salamanca, mediante Re-solución Suprema de 2 de julio de 1932, dejó sin efecto la prórroga para la Standard y allanó el camino para que ésta pague lo que corres-pondía por ley, obligación que debía incluir el adeudo acumulado desde 1924 hasta su gestión. No obstante, el cobro no pudo efec-tivizarse por la acción legal que la Standard impuso ante la Corte Suprema de Justicia. En el campo de las relaciones diplomáti-cas, el gobierno de Salamanca, agobiado por la crisis y las presiones sociales, dio un paso temerario al declarar la guerra al Paraguay, subestimando sus fuerzas y desconociendo su pasado histórico, así el enclaustramiento ma-rítimo boliviano, producto de la derrota de la guerra del Pacífico (1879) se vio reforzado por el cierre de la salida por el río Paraguay. El territorio del Chaco en litigio, que era reclamado por Bolivia y Paraguay en medio de una serie de interpretaciones sobre tratados que legitimaban su soberanía, había concita-do el interés internacional motivado por dis-tintas versiones que daban por hecho la exis-tencia de hidrocarburos en la zona. El descubrimiento de petróleo en una región aledaña al Chaco influyó para que el problema limítrofe se complicara y quizás alentara el conflicto, no obstante que los re-servorios de hidrocarburos se encontraban en regiones que no estaban en disputa.10 En este sentido, el escritor y político Pa-raguayo Natalicio Gonzales, citado por Sergio Almaraz, precisa que la conflagración bélica nunca habría ocurrido si en 1910, no se hubie-ra comprobado la existencia de yacimientos petrolíferos en la región, además de la con-fluencia de otros intereses internacionales. Por casualidad o azar, el contrato firma-do entre la Standard y el gobierno boliviano parecía contener una figura anticipada: “… En caso de guerra, el Estado puede exigir a la compañía venderle toda su producción al costo, con el recargo de un 20 por ciento por concepto de utilidad. A la vez que en otro apartado estaba vigente que en caso de in-cumplimiento se imponían multas y la rever-sión de yacimientos no explotados”. La transnacional estadounidense que operaba en Bolivia, estaba presente en el norte de Argentina y el Paraguay donde se disputaba el control de mercados con la an-glo holandesa Royal Dutch Shell, en procura de controlar la exportación de crudo boliviano por el Atlántico, vía Río de la Plata. “Así frente a la ambición de la Royal Dutch Shell, estaba la de la Standard Oil, espe-rando que su apoyo a un Paraguay triunfante 10 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA. La nacion-alización del siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. Pag. 26 32 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 33
  • 18. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Combatientes en una trinchera defendiendo la integridad nacional. Tcnl. GERMÁN BUSCH (Expresidente de Bolivia) “Vamos pues a reafirmar la nacionalización de los petróleos, ya que todos los que estuvi-mos en el Chaco en las horas de peligro, he-mos podido experimentar la inconveniencia de que esta riqueza estuviese en manos de capitales extranjeros. El petróleo boliviano va a ser explotado por el Estado, porque así lo exigen los altos intereses nacionales”, Tcnl. Germán Busch (1936-1939) Reclutamiento para la Guerra del Chaco 1932. 34 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 35
  • 19. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Soldados en una planidicación. en la Guerra pueda repercutir en abrir el ca-mino del Río de la Plata para la exportación de crudo, como en mejores condiciones de su explotación ya fuera del control boliviano”. 11 La petrolera norteamericana fue cues-tionada por haber mostrado una actitud de traición a la patria durante el conflicto béli-co que enfrentaron Bolivia y Paraguay, des-de 1932 por el control del Chaco Boreal. En la contienda, esta empresa no sólo continuó exportando combustibles, sino que además trasladó gran parte de sus materiales y equi-pos a la Argentina. Aunque la Standard anunciaba a los cuatro vientos una aparente neutralidad en la guerra, no sólo fue desleal con Bolivia sino 11 TAHBUB, Marwan. Las transnacionales no son socias. Por una política nacional de Hidrocarburos. Ed CEDIB. Pag. 229 que además saboteó la movilización del Ejér-cito boliviano que debía recorrer desde el al-tiplano, la parte central del territorio nacional, hasta llegar a los arenales chaqueños. Esta compañía, se atrevió a subir el pre-cio del galón de la gasolina de 19 a 60 centa-vos por la supuesta influencia del abogado de la Standard Oil, Carlos Calvo.12 Aunque se lee en la prensa de la época un desmentido sobre esa información difundida por el representan-te de la compañía en Bolivia W.B. Blocker. 13 La mayor indignación nacional se produ-jo cuando esta compañía estadounidense se negó a producir el combustible de aviación para las naves de guerra bolivianas, bajo la 12 ULTIMA HORA, 13 de noviembre 1933 13 LA RAZÓN, 14 de noviembre de 1933 excusa de “carencia de recursos técnicos ne-cesarios”. Entre tanto, se dio a la tarea de des-viar petróleo hacia territorio argentino, donde lo vendió como derivado para el consumo de los motorizados del ejército paraguayo. Por este motivo, el gobierno boliviano se vio obli-gado a tomar sus refinerías y contratar a los ingenieros Jorge Muñoz Reyes y Guillermo El-der Bell para dirigir la producción. En mérito al insistente reclamo del Ing. Guillermo Elder Bell que envió una carta, el de 2 de mayo de 1933, al Presidente Salamanca, por intermedio del Gral. Hans Kundt, Coman-dante de las FF.AA., el Ejército Boliviano se hizo cargo de las refinerías de Camiri y Sanan-dita que fueron administradas por el profesio-nal cruceño en plena conflagración armada. Bajo su dirección se logró obtener gaso-lina de aviación de 80 octanos en la refinería de Camiri, con lo cual la aviación boliviana pudo operar en la guerra contra Paraguay. Posteriormente, Elder Bell, coadyuvó en la ampliación de las refinerías de Camiri, logran-do que se produzca en la década de los años 40 hasta 1.200 barriles por día y en Sanandita, hasta 600 barriles por día. Los testimonios de la época revelan que el boicot de la empresa extranjera llegó a tal extremo que se negó a prestar un tractor para desatascar decenas de camiones bolivianos que transportaban tropas y vituallas. Asimis-mo, se denunció que a “título de neutralidad” arrojó al río herramientas que precisaba el Ejército Nacional. Toma de posiciones de las tropas del Ejército boliviano durante el conflicto bélico con Paraguay. 36 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 37
  • 20. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com “La petrolera estadounidense ya había exhibido su política indolente y sus actitudes de desacato y hasta traición a la patria. No sólo le había negado al gobierno boliviano un anticipo para financiar la preparación de las Fuerzas Armadas, sino que había rehusado pagar a sus empleados, llamados a filas, el 50% de sus salarios como lo hacían todas las empresas del país acatando lo dispuesto por las autoridades. De esta forma, quedaron en evidencia los rasgos más execrables del comportamien-to de la transnacional, en plena guerra, hacia Bolivia, país que le había concedido el privile-gio monopólico de la explotación de la riqueza petrolífera de su subsuelo.14 “Detrás de su actitud estaba su conside-ración de que la guerra estaba perdida para 14 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA. La nacion-alización del siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. Pag. 27 Bolivia y suponía que el triunfo paraguayo podía determinar la apropiación de estos ya-cimientos por lo tanto tenía que trabajar para que la parte paraguaya respetase sus conce-siones vigentes”. 15 La conflagración entre Paraguay y Bo-livia culminó el 12 de junio de 1935 con un saldo de 90.000 hombres muertos, 50.000 Bolivianos y 40.000 Paraguayos. “…El telón fue levantado para la guerra del Chaco. Dos pueblos empobrecidos disputándose la pro-piedad de una riqueza que ya habían perdido varios años antes. Dos pueblos manejados por titiriteros desde Nueva York y Londres”, resu-mía Sergio Almaraz 16. 15 TAHBUB, Marwan, Las transnacionales no son socias, página 229 16 TAHBUB, Marwan, Las transnacionales no son socias, página 105 La generación nacionalista de la post guerra Entre las consecuencias de la guerra del Chaco estuvo la irrefrenable convicción de que toda Bolivia había sido conducida a un desastre por intereses económicos extranje-ros, cuya única razón de permanencia en el país era el despojo de sus recursos naturales para lucro fuera de sus fronteras. La conciencia de que los intereses de consorcios internacionales habían primado a la hora del desencadenamiento del conflicto bélico con Paraguay estuvo asociada a la con-vicción de que la Standard Oil, en los cerca de quince años que estuvo operando en Bolivia, no había producido lo esperado ni invertido lo acordado. En medio de este despertar de la con-ciencia nacional, en distintas esferas de la so-ciedad, el golpe de Estado del 17 de mayo de Defensores del Chaco en Villa Montes (1935). 1936, marcó un momento de inflexión en la historia nacional por recuperar para los boli-vianos lo que en pleno derecho les pertenecía. Protagonizado por un grupo de militares que participaron en la contienda del Chaco, ésta asonada, que terminó abruptamente con la presidencia de José Luis Tejada Sorzano; marcó el inicio de un gobierno que desde la oficialidad vivió en carne propia los horrores del conflicto armado, era la expresión de un sentimiento unificador de enmienda a años de administración irresponsable del Estado, que había ido tomando visos de cínica compli-cidad con intereses económicos foráneos. Convenido por este grupo cívico militar nacionalista encabezado por Germán Busch, un heroico oficial de la Guerra del Chaco, el gobierno del general David Toro Ruilova –otro militar destacado en esa contienda- firmó el 7 de junio de 1936 la caducidad de las concesio-nes que no se hubiesen apegado estrictamen-te a la Ley de 1921. Esta acción, sin embargo, no afectaba directamente a la Standard Oil, ya que la petrolera tenía suficiente poder como para salir airosa legalmente y aún falsear di-cho apego. Empero, los días de la Standard en Boli-via estaban contados. A raíz de la promulga-ción en octubre de 1936, de una nueva norma jurídica que reemplazaría a la mencionada Ley Orgánica, y no sin antes haber obtenido va-rios beneficios, la empresa estadounidense se prodigó apoyo internacional para hacer frente a su inevitable expulsión. La nueva norma jurídica transformaba las concesiones petroleras en adjudicaciones y fijaba rebajas de patentes; además estable-cía la disminución de regalías del 11 al 9 por ciento y otorgaba una prórroga indefinida al tiempo de exploración. En cuanto a la tasa impositiva la Ley establecía en 30 centavos de Boliviano la patente anual por pertenencia original y en diez centavos de Boliviano la per-tenencia prorrogada. La pertenencia en producción, según lo establecía este ordenamiento, debía pagar 20 centavos de boliviano antes de los ocho años y 80 centavos a partir del octavo año. A su vez, establecía que el Estado debía participar con el nueve por ciento del producto bruto, y que el transporte de la regalía iba a hacerse a 38 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 39
  • 21. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Camiri, década 1904. precio de costo al igual que su refinación, más un cinco por ciento. Esta ley promulgada por el gobierno de Toro, en comparación con la de 1921, rebaja-ba las patentes en el porcentaje de las regalías y entregaba la producción a perpetuidad. Para muchos especialistas, con esa rebaja, el go-bierno dejó clara su convicción de que, para-lelamente a la cancelación de las operaciones de la Standard en el país, había que mantener la atracción de capitales y permitir cierto mo-vimiento a esa compañía. De acuerdo a testimonios de la época, Toro no era muy versado en materia petrole-ra como tampoco ninguno de los miembros de su Gabinete. De todos modos, esta acción encontró cerrada resistencia entre los milita-res progresistas liderados por el Tncl. Germán Busch y otros ex combatientes recién integra-dos a la vida civil nacional. Es en esta coyuntura histórica cuando entran en escena, Dionisio Foianini Banzer quien junto a otros profesionales y enten-didos como Humberto Vasquez Machicado, Jorge Muñoz Reyes, Guillermo Mariaca, José Lavadenz, Gustavo Chacón y otros habían tra-tado de mentalizar a las autoridades guberna-mentales sobre el perjuicio de la medida y la importancia de crear una empresa petrolera estatal que impidiera que los hidrocarburos fueran manejados discrecionalmente por in-tereses foráneos. La fundación de YPFB El horror de una guerra injusta, los erro-res históricos de una pírrica clase política que se decía liberal sin visión de país y el abuso de las élites coludidas con los intereses trans-nacionales, catalizaron un proceso de madura-ción de la conciencia nacional que buscaba un cambio político y social con nuevas estructu-ras y administración. El cambio provino de círculos militares, sectores intelectuales, profesionales y sindica-les de las clases media y baja. El centro del debate en la sociedad bo-liviana de la post guerra fue el petróleo y su futuro como factor de desarrollo y viabilidad nacional. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bo-livianos, nació de las cenizas de la Guerra del Chaco. La inmolación de 50.000 hombres de-fendiendo la riqueza petrolera, sirvió de mar-co al inicio de la entidad petrolera boliviana. Dos personajes promovieron la creación de YPFB, el héroe de la contienda del Chaco, Teniente Coronel de Ejército, Germán Busch 40 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 41
  • 22. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com y el destacado profesional, hijo de migrantes italianos, Don Dionosio Foianini Banzer. El cruceño Foainini Banzer, doctor en Química General de la Unidad de Pavía (Ita-lia), concibió el proyecto de creación de la em-presa petrolera boliviana desde sus primeros años de universitario, avizorando el horizonte de la industria petrolera nacional. Estructuró y fortaleció a la nueva empresa, hasta 1939. “Mi vida abundó en inquietudes y esperanzas, y al repasar mis papeles, cargados de recuer-dos y de historia, me satisface que algunos proyectos alcanzaron su objetivo”, señalaba el impulsor de la industria boliviana de los hidrocarburos en su autobiografía “Misión Cumplida”17 Otro cruceño notable, Germán Busch, con la firme convicción y decisión apoyó el 17 Citado por Personajes Notables de Santa Cruz, El Día, 1995. emprendimiento de la creación de la empresa estatal del petróleo. Su gobierno se caracteri-zó por ubicar al petróleo como nueva palanca para el desarrollo del país. “Vamos pues a reafirmar la nacionali-zación de los petróleos, ya que todos los que estuvimos en el Chaco en las horas de peligro, hemos podido experimentar la inconvenien-cia de que esa riqueza estuviese en manos de capitales extranjeros. El petróleo boliviano va a ser explotado por el Estado, porque así lo exigen los altos intereses nacionales”, resumía Germán Busch18, el heroico y joven oficial del Ejército boliviano miembro e impulsor de una corriente ideológica comprometida con los in-tereses de la patria. Aquel histórico, 21 de diciembre de 1936, con el apoyo de Germán Busch, Dionisio 18 Almaraz Sergio, El Petróleo en Bolivia. obra citada, p. 105 Recorte del periódico “La Calle”, publicado el 30 de diciembre de 1936. Foianini visitó al Presidente Toro en Palacio de Gobierno con el proyecto de Decreto Supre-mo en la mano, quien luego de discutirlo bre-vemente, lo firma inmediatamente, después Don Gustavo Chacón se encargó que los fir-maran todos los ministros. Así nació YPFB ante el enorme desafío de proyectar el futuro de la naciente industria petrolera y la impostergable misión de desa-rrollar la producción petrolera para mejorar la economía nacional. Su vocación de servicio productivo se plasmó tanto en el decreto de su creación como en sus primeros estatutos aprobados, poco tiempo después. La fundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) fue casi ignorada por la prensa contralada por la rosca minero-feudal. Quizá la mejor forma de describir, el regocijo que provocó en el país, la creación de la empresa estatal se refleja en una nota fechada el 30 de diciembre de 1936 por el pe-riódico La Calle. “El gobierno socialista acaba de mostrar una vez más el amplio espíritu que le anima luchar por la independencia económica de la nacionalidad y por fomentar su progreso. Con fecha 21 de los corrientes ha promulga-do un Decreto Ley que crea una entidad fis-cal llamada ´Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (Y.P.F.B) la cual se encargará de la exploración, explotación, y comercialización del petróleo y de sus derivados. No se trata de una empresa privada puesta al servicio de sórdidos intereses y va-liéndose de inconfesables medios. No; es el Estado mismo, que en pleno ejercicio de sus derechos de soberano quiere independizar la patria de la tiranía extranjera que nos raciona el combustible cuando podríamos bastarnos a nosotros mismos y aún exportar a los vecinos. La nueva entidad está constituida por el Esta-do que al asumir tan noble y desinteresado papel, cumple sus más elementales deberes de tuición y de ayuda al pueblo todo. Corren por ahí libros, folletos y artículos de prensa, presentando al petróleo como una materia folletinesca, debido a los medios y tramas horribles, intrigas turbias y personajes de opereta que bailan en ellos al son del oro extranjero. El significado que tiene el petróleo le ha convertido en materia objeto de toda maquinación y que para obtenerlo no se re-troceda ante nada. Ello era necesario que tenga un término en nuestro país. Hoy no serán ya aventureros de dudosa filiación nacional u oscuro pasado los que vengan a manosear nuestra riqueza petrolera, cual ha sido hasta el presente. La experiencia del petróleo boliviano es dema-siado dolorosa para que volvamos a caer en los mismos errores. Compañías riquísimas y otras que no eran sino fantasías creadas en al-gún escritorio famélico, luchaban sin cuartel y con todos los medios del más bajo rufianismo, por tener su parte en esa danza de acciones que subían y bajaban en las cotizaciones de la bolsa y con ellos dando pingües ganancias a costa del buen nombre y la riqueza de Bolivia. El Supremo Gobierno con un alto espíri-tu de comprensión de sus deberes ha creído que era tiempo ya de que eso terminara y ha asumido por sí mismo el control del petróleo en toda la República, ya que prácticamente es el significado de los Y.P.F.B. Las compañías privadas consolidadas ya, tendrán su rol de acuerdo a sus contratos, pero ya no serán los omnipotentes organis-mos de antes, y tendrán que sujetarse a cum-plir sus obligaciones dentro de un criterio na-cional y no de sus propios intereses. La entidad Y.P.F.B es del Estado, o sea es el Estado mismo, pero funcionará como si fuera independiente, con su personería jurídi-ca y autonomía propia, pudiendo desempeñar en todo caso las funciones de una compañía privada, pero siempre al servicio del Estado. La industrialización de Bolivia tiene que ser obra del petróleo, y ello sólo puede 42 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 43
  • 23. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com El Primer Directorio de YPFB, de izquierda a derecha: Jorge Muñoz Reyes, Humberto Vasquez M., Dionisio Foianini, José Lavadenz y Guillermo Mariaca. hacerse por medio de los Y.P.F.B. que no pre-tendiendo ganar millones para que favorezcan al extranjero, puede ir hasta zonas no comer-ciales, peor que necesitan de su acción directa con el fin de favorecer así a la República en to-dos su componentes y no los apetitos de unos cuantos. La entidad que acaba de crearse nece-sita para su desenvolvimiento del apoyo y concurso de la nacionalidad toda. El gobierno da y plantea su creación y realización. Soste-nerla fomentarla y engrandecerla será la obra de todos los bolivianos. Fe y decisión hay que poner en su apoyo y tengamos todos, la plena seguridad de que los Y.P.F.B, serán el baluarte más fuerte y desinteresado de nuestra libera-ción y el fundamento más granítico de nues-tro progreso. En nuestro rol de periodistas indepen-dientes y que seguimos con mirada atenta e imparcial el desarrollo del programa de actos que actualmente realiza el gobierno socialista, hemos tenido alguna vez que apuntarle nues-tra disconformidad con algunas cosas, pero esta vez aplaudimos sin reservas este paso que juzgamos trascendental para nuestra vida republicana. Consideramos que es una efectividad real y verdadera de lo que es el socialismo de Estado, pues constituye un atajo a cierta industria privada que quiere supeditar a la nación misma en sus más altos y sagrados intereses. Llenando una necesidad sentida de nuestra estructura económica, vienen los Firmas de Dionisio Foianini y Guiller-mo Mariaca, en el Acta de la Primera Sesión del Directorio de YPFB que se realizó el 31 de diciembre de 1936 a partir de Hrs. 17:00. Y.P.F.B. a abrir una nueva era en los destinos y horizontes de la patria”.19 En ese contexto nace Yacimientos Pe-trolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) como entidad autárquica y con personería jurídica propia, encargada de explorar, explotar y de-sarrollar el rubro hidrocarburífero. Pocos meses después, en mayo de 1937, el gobierno de Toro emitió la Ley Orgánica de YPFB, cuyo instrumento legal incluyó las fun-ciones y privilegios, aspectos largamente an-helados. Los intereses petroleros del Estado pasaban a tuición de YPFB, al tiempo que los yacimientos petrolíferos eran declarados re-serva fiscal. La nueva empresa debía organizar 19 La Calle, miércoles 30 de diciembre de 1936, página 7 y dirigir la industria petrolera, además de ase-sorar en la materia a particulares ante las dis-tintas instancias del Estado. La petrolera estatal, nació dotada de plena autonomía en su presupuesto. Podía realizar importaciones de petróleo y sus deri-vados con el objetivo de cubrir la demanda del mercado interno cuando fuese necesario. Del mismo modo, estaba autorizada a explotar y comercializar en forma directa o en sociedad, previa aprobación del gobierno. En cuanto a las utilidades líquidas, YPFB debía percibir montos proporcionales a por lo menos el 20 por ciento de las mismas como fondo de in-cremento y reserva. Su contabilidad debía ser revisada periódicamente por la Contraloría de la República. 44 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 45
  • 24. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com La primera Nacionalización El primer directorio de la estatal YPFB abordó el tema de la nacionalización de los hidrocarburos. “El ingeniero Jorge Muñoz Re-yes, manifestó que había realizado un estudio completo de todos los antecedentes relativos a la situación de la Standard Oil Co. y había llegado a la conclusión de que se imponía la caducidad de todas las propiedades de esta compañía, caducidad que debía dictarla el Su-premo Gobierno y que importaba la pérdida ipso-juri de todos los bienes de esta compañía tuviera en el territorio de la República”. 20 La base del futuro Decreto sobre la ca-ducidad de las concesiones de la Standard Oil, tiene fundamento jurídico en la cláusula 18 del contrato de 1920 en la que “indicaba que cualquiera (sic) defraudación de los intereses fiscales por parte de los capitalistas importaba para éstos la pérdida de todos sus bienes sin derecho a indemnización alguna y que como esa cláusula no había sido expresamente mo-dificada en el contrato del 22 (del 27 de julio de 1922), y que estaba plenamente probada la defraudación de los intereses fiscales por par-te de la compañía por dos conceptos que son: exportación clandestina de petróleo sin haber entregado la participación correspondiente al Estado y ocultación de estar en el perío-do de producción para no pagar las patentes 20 Manuscrito del Acta de la Novena Sesión del Directorio de YPFB, 26 de febrero de 1937 correspondientes a este período, era de ley y derecho proceder a tal acción”. La fundamentación para la caducidad de las concesiones de la Standard Oil fue elabo-rada por Muñoz por encargo del directorio de YPFB, documento que fue remitido al “Supre-mo Gobierno” de la Junta Militar encabezada por el Coronel David Toro. En vísperas de la primera nacionaliza-ción de los hidrocarburos, la décima sesión del directorio de la estatal petrolera del 12 de marzo de 1937, acordó por unanimidad pasar de inmediato un memorándum a conocimien-to del Presidente de la República y del señor Ministro de Minas y Petróleo con todas las re-servas del caso. La misión fue encomendada a Dionisio Foianini para que se entreviste con el Coronel Toro ese mismo día para exponerle la impor-tancia de una pronta resolución sobre el parti-cular, ya que, si la Standard Oil llegaba a saber los detalles contenidos en el mencionado me-morándum trataría de desvirtuar la acción que podría tomar el Gobierno. De acuerdo al documento de Jorge Mu-ñoz “se comprueba la mala fe de la compañía al negar en 1927 y 1928 producción alguna con el fin de no pagar al Estado las patentes correspondientes al período de explotación que se le cobraban y no entregar la regalía res-pectiva. El hecho de eludir el pago de patentes devengados utilizando medios dolosos es un La caducidad de las conseciones de la Standad Oil. (El Diario 1937) caso típico de defraudación consciente. Que probada que ha sido la defraudación, no cabe otra cosa que aplicar la sanción correspon-diente, prescrita en la citada segunda parte de la clausula 18 del contrato Richmond Le-vering. El Ejecutivo debe dictar la caducidad de The Standar Oil Co. of Bolivia y debe tomar posesión de todos los bienes de la extinguida compañía en defensa de los intereses del Es-tado y en cumplimiento de clausula expresa de un contrato bilateral que es la Ley entre las partes”. Si bien, el decreto Ley emitido, el 7 de junio de 1936, por la administración de David Toro respetaba las concesiones de la Standard, a la vez nacionalizaba la comercialización, transporte y exportación de petróleo y sus de-rivados en el país. Esta medida dejaba a su vez en manos de YPFB las responsabilidades de exploración y explotación, pero sólo en zonas designadas. De hecho, el 16 de enero de 1937, otra medida del presidente Toro, asigna a YPFB la totalidad del territorio nacional con excepción de las concesiones de la Standard. Como hu-biese sido, tras varias reuniones efectuadas para sopesar la medida y medir sus efectos, finalmente el 13 de marzo de 1937, el gobier-no de Toro dictó una Resolución Suprema que declaraba la caducidad de las concesiones petroleras de la Standard Oil y la reversión de todos sus bienes al Estado Boliviano. “(…) aunque el término no fue utilizado como tal y tampoco el término confiscación, sino que el 13 de marzo del mismo año de 1937, se declara la caducidad (por incumpli-miento de contrato) de las concesiones de la Standard Oil para que, el 30 de abril sean ad-judicadas con carácter definitivo a Yacimien-tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos todos los bienes, acciones y derechos que pertenecie-ron a la extinguida Standard Oil Co. of Bolivia”. 21 21 TAHBUB, Marwan, Las Transnacionales no son socias, Pág. 232 46 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 47
  • 25. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com La Resolución Suprema de la nacio-nalización de los hidrocarburos a la que se hace referencia señala textualmente: La Paz, 13 de marzo de 1937 VISTOS: Los obrados del proceso contra The Standard Oil Co. Of Bolivia por defrauda-ción de los intereses fiscales; y CONSIDERANDO: Que por la documenta-ción presentada por The Standard Oil Co. Of Bolivia, se comprueba plenamente la producción de petróleo en los pozos Ber-mejo en 1925 y 1926 y su exportación del territorio de la República; Que en el año 1928 la citada Compañía, al exigírsele el pago de patentes petroleras correspondientes al período de explotación, manifestó en varios escritos no haber pro-ducido petróleo y más aún no estar en po-sibilidad de producirlo, siendo así que tenía evidencia de lo contrario puesto que había autorizado la exportación de este producto desde el campamento Bermejo en Bolivia al de Agua Blanca en la Argentina; Que ratificó su negativa de haber produci-do petróleo con el hecho de no entregar las liquidaciones semestrales a las que estaba obligada en virtud de su contrato, manifes-tando más bien, que no había producción y por tanto no había lugar a presentar ningu-na liquidación; Que a base de estas falsas afirmaciones eludió el pago de patentes y la entrega de la regalía correspondiente al Estado, defraudando los intereses fiscales en forma manifiesta; Que el contrato suscrito con esta Compañía en 27 de julio de 1922, no es sino una acla-ración del contrato anterior sobre el mismo asunto firmado en 1920 con Richmond Le-vering and Co., ya que en 1922 no era po-sible suscribir legalmente un contrato en contraposición expresa de la Ley Orgánica de Petróleos de 1921, y que en vista de ello The Standard Oil Co., explicó que no se tra-taba de un nuevo, sino de la subrogación del de Richmond Levering and Co., que era anterior a la Ley, sin rescindirlo ni dejarlo sin efecto; Que en la cláusula décima octava del con-trato de Richmond Levering and Co., se estipula que el Gobierno podrá declarar su caducidad o rescisión administrativamente, por defraudación de los intereses fiscales; caducidad que importa para los capitalistas la pérdida de todos los derechos a los bie-nes que tuvieran en el país, los que pasan a propiedad exclusiva del Estado; Que mientras se define la forma en que el Estado administrará los campamentos pe-troleros, pozos y refinerías de The Standard Oil Co., con todos sus anexos, enseres, útiles etc, éstos podrán ser manejados por YPFB; SE RESUELVE: Declárese la caducidad de todas las propiedades de The Sntandard Oil Co. of Bolivia, dentro del territorio de la Re-pública, por defraudación comprobada de los intereses fiscales. PETRÓLEO en Bolivia El primer presidente y fundador de YPFB, Dionisio Foianini y los pioneros de la estatal petrolera, Camiri 1937. Todos los bienes de la Compañía menciona-da que se hallaren en territorio boliviano al tiempo de dictarse la presente Resolución, pasan a propiedad del Estado. Hasta que el gobierno lo crea conveniente, quedará encargada de la administración y manejo de todos los bienes de la Compañía, que en virtud de esta caducidad pasan a po-der del Estado, a la entidad oficial Yacimien-tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Regístrese, transcríbase a quien correspon-da y archívese. Fdo. D. Toro R. a: Ichazo – General Guillen – E. Finot – F. Campero – Tcnl. Viera G. o Moscoso – J. Paz C. – L. Añez – Tabera. Esta Resolución Suprema entró en eje-cución el 15 de marzo de 1937. “Los señores Foianini y Muñoz Reyes, dieron cuenta de que el día anterior a horas quince y media (sic) se había dado ejecución a la Resolución Suprema de trece de marzo habiéndose no-tificado con ella al Gerente de la Standard Oil Co. of Bolivia y previa acta circunstan-ciada fueron cerradas las oficinas”. 22 Dos días después fueron reabiertas las instalaciones de la compañía estadouniden-se ubicada en la calle Potosí No. 169 de la ciudad de La Paz. Más tarde, YPFB tomó po-sesión de los campamentos y refinerías que poseía la Standard Oil en Sanandita y Camiri con ayuda de efectivos militares acantona-dos en la región. Acto seguido comenzó el derrotero de la estatal del petróleo que a lo largo de su historia supo sortear los obstá-culos que los gobiernos de turno y los gol-pes de Estado le pusieron en su camino. 22 Manuscrito del Acta de la Undécima Sesión del Directorio de YPFB, 16 de marzo 1937 48 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 49
  • 26. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com of Bolivia de propiedad fiscal y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, constitui-dos por el Estado mismo, no existe incom-patibilidad ni inconveniencia alguna en que aquellos pasen a ser propiedad definitiva de éstos y que antes bien, así se cumple con el deber del Fisco de ayudar a dicha entidad fiscal petrolera: Por tanto en Consejo de Ministros, DECRETA: Art. 1º.- Se adjudica, con carácter definitivo a Yacimientos Petrolíferos Fisca-les Bolivianos, todos los bienes, acciones y derechos que pertenecieron a la extinguida The Standard Oil Co. of Bolivia y que pasa-ron a propiedad fiscal en virtud de la R.S. de Art. 2º.- El régimen a seguirse con estos bie-nes, acciones y derechos adjudicados, será el mismo que determina la Ley Orgánica de YPFB en ejercicio de sus actividades en general y relaciones con el Estado en par-ticular. El señor Ministro de Estado en el Despacho de Minas y Petróleo, queda encargado de la ejecución y cumplimiento del presente Decreto. Es dado en el Palacio de Gobierno de La Paz, a los treinta días del mes de abril de mil no-vecientos PETRÓLEO en Bolivia El 30 de abril de 1937 el Presidente de la Junta Militar de Gobierno, adjudicó a YPFB todos los bienes, acciones y derechos de The Standard Oil Co. Coronel David Toro R. Presidente de la Junta Militar de Gobierno CONSIDERANDO: Que el Gobierno de la Re-pública en cumplimiento de sus deberes y en ejercicio de sus legítimas atribuciones, dictó el Decreto de 21 de diciembre de 1936, creando la entidad Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Que en Resolución Suprema de 13 de marzo de 1937, al declarar caducas las concesio-nes de The Standard Oil Co. y de propiedad fiscal todos los bienes, acciones y derechos a la citada Compañía, se encomendó su ad-ministración a Yacimientos Petrolíferos Fis-cales Bolivianos: Que dentro del ejercicio de las actividades inherentes a su propia índole, YPFB tiene necesidad de los bienes, acciones y dere-chos de la extinguida Compañía, para su ex-plotación y comercialización, garantías de crédito, etc de acuerdo a sus características de entidad industrial comercial del Fisco: Que siendo los citados bienes, acciones y de-rechos de la ya caduca The Standard Oil Co. 13 de marzo de 1937. treinta y siete años. YPFB, en sus primeros años, abastecía combustibles al mercado interno en forma manual. 50 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 51
  • 27. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Jhon D. Rockefeller. Contraofensiva transnacional Golpeada como pocas veces, la empresa transnacional planteó una contraofensiva le-gal. Sus asesores llegaron a la conclusión de que lo más conveniente para sus intereses era recurrir a la propia Corte Suprema de Justicia de Bolivia, acción que inició más de un año después que el gobierno nacionalista dispu-siera su salida. Entre tanto, la transnacional apeló a todas sus influencias, chantajes y so-bornos. Paralelamente, la Standard Oil desen-cadenó una campaña de desprestigio inter-nacional sobre Bolivia, estigmatizando al go-bierno del coronel David Toro como anárquico, autoritario y extremista e inculpando al país de poco serio y no garante de las inversiones privadas. La intimidación llegó al extremo de plantear una acción de intervención del De-partamento de Estado de EE.UU. Después de insistir y llegar a ofertar “un arreglo” con el pago de adeudos con alguna indemnización, la compañía estadounidense recurrió, un año después de la nacionalización, a la Corte Suprema de Justicia en demanda de la nulidad de la Resolución Suprema del 13 de marzo de 1937. El 8 de marzo de 1939, la máxima instancia de la justicia boliviana decla-ró, en primera y única instancia, “improceden-te e inadmisible” las demandas iniciadas. La Suprema subrayó que la empresa brindó información falsa sobre los volúmenes produ-cidos y la calidad del petróleo hallado, además de una sobredimensión de las inversiones rea-lizadas con el fin de establecer el precio de la gasolina en 29 centavos el litro para su venta al Estado y su renuencia por incrementar la producción de gasolina de aviación cuando el Estado boliviano se hallaba en plena guerra, estableciendo un precio especulativo para los combustibles requeridos. La transnacional pidió la revocatoria y enmienda. El 14 de marzo de 1939, la máxi-ma instancia de la justicia boliviana emitió un auto complementario en el que “la sentencia causa estado e importa cosa juzgada irreversi-ble; en cuya consecuencia declaró no ha lugar ni a la revocatoria ni a la enmienda pedidas”. Durante su estadía en el país, la Standard Oil realizó varios estudios geológicos de super-ficie, perforó en 14 estructuras y descubrió cuatro campos productores: Bermejo, Sanan-dita, Camiri y Camatindi. Sin embargo, a raíz de su expulsión, sustrajo toda la información técnica y operativa de estos campos. En función a la sentencia que la Stan-dard Oil manipuló en los estrados judiciales bolivianos, a principios de enero de 1942 lo-gró uno de sus principales objetivos; el com-promiso de Bolivia de reconocer el pago, por concepto de indemnización de $us 1.750.000, más $us 250.000 por intereses, según Guiller-mo Mariaca. Todo bajo la figura de un conve-nio interinstitucional de compra de planos y estudios sobre la caduca concesión. Pese a las protestas en distintas esferas políticas del país, el mencionado acuerdo fue aprobado mediante una Resolución Suprema emitida a fines de ese mismo año, durante el gobierno del presidente Enrique Peñaranda. Con esa medida, la Standard Oil logró anotarse una gran victoria en su historial. Dio muestras de que aun después de ser expul-sada de Bolivia tenía suficiente poder para continuar enriqueciéndose a costa de las ar-cas nacionales, y al mismo tiempo, expuso la debilidad y precariedad del Estado boliviano. La recientemente fundada empresa pe-trolera boliviana que nació a la vida institucio-nal hacia fines de 1936, comenzó de cero y se fue configurando y fortaleciendo, paso a paso, de la mano de sus ejecutivos pioneros, profe-sionales de gran compromiso y servicio a los intereses nacionales. La administración de YPFB comenzó con cuatro patriotas (Dionisio Foianini, Jorge Mu-ñoz Reyes, José Lavadenz y Guillermo Maria-ca), en una pequeña oficina prestada por el Ministerio de Minas y Petróleo ubicada en la calle Yanacocha de la ciudad de La Paz desde donde, al mes de su fundación, la Junta Militar encabezada por el coronel David Toro, le asig-nó Bs 100.000 para cubrir los gastos que de-mandaba su organización, visualizando su fu-turo responsablemente. El primer directorio de YPFB fue legalizado a través de un Decreto Supremo en mayo de 1937. Para entonces ya se incorporó Humberto Vasquez Machicado como secretario general. El acompañamiento del gobierno de Toro con la aprobación de la Ley Orgánica de YPFB del 6 de mayo de 1937 fue fundamental, dio el respaldo necesario a la estatal petrole-ra para desarrollar sus específicas actividades. Ese documento incluía, las funciones y privile-gios legalmente anhelados. De este modo, los intereses petrole-ros del Estado pasaban a tuición de YPFB al tiempo, que los yacimientos petrolíferos eran declarados reserva fiscal. La nueva empresa debía organizar y dirigir la industria petrolera. Se le autorizó a explotar y comercializar hidro-carburos en forma directa o en sociedad, pre-via aprobación gubernamental. En cuanto a las utilidades líquidas, la estatal debía percibir montos proporcionales o por lo menos el 20% de las mismas como fondo de incremento y reserva. Su contabilidad debía ser revisada periódicamente por la Contraloría. En sus inicios, YPFB carecía de capitales y técnicos en petróleo, el país no disponía de vías terrestres, empero la demanda interna de hidrocarburos se incrementaba por el cre-cimiento de las ciudades y la desmovilización del ejército de la región del Chaco. El 75% de sus gastos operativos eran de transporte. El Departamento Comercial se conformó el 26 de junio de 1939. 23. Luego el departamento jurídico, entre los primeros. 23 Manuscrito del Acta de la Trigésima Quinta Sesión del Directo-rio de YPFB, 26 de junio 1939 52 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 53
  • 28. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Los ingenieros Mariaca y Muñoz Reyes se hicieron cargo de los campos descubiertos por la Standard Oil y transferidos a la estatal petrolera. En tanto que el Ing. Guillermo Elder Bell se encargó del funcionamiento de las refi-nerías de Sanandita y Camiri. La producción de petróleo subió a 75 mi-llares de metros cúbicos (MMC) anuales que sólo cubrían un 25% del mercado interno. La producción de Bermejo tenía como destino el mercado argentino, las refinerías de Camiri y Sanandita eran rudimentarias y los equipos de perforación eran obsoletos. En 1927 la refinería de Sanandita pro-ducía 20.000 litros de gasolina y la planta de Camiri tenía una similar producción. Tras la nacionalización de la Standard Oil y con la intervención del pionero de la industria petrolera en Bolivia, Elder Bell aumentó su producción a 600 Barriles por dia (BPD) y Ca-miri a 1.200 BPD. El Directorio de la estatal petrolera con-siguió un préstamo de $us 40 mil destinado a la compra de materiales de urgencia para las destilerías, adicionalmente se logró la adjudi-cación de material de perforación en desuso de YPF Argentina y consiguió reunir materiales dispersos de la Standard Oil, incluyendo calde-ras que se encontraban en el cerro Camatindi. Según un testimonio de José Lavadenz, miembro del primer Directorio de YPFB, -que fue reproducido en la publicación conmemo-rativa del 25 aniversario de creación de la estatal petrolera en 1961- “con estos escasos recursos, se perforó el primer pozo petro-lero de YPFB, el Sanandita No.6 que dio una producción inicial de 800 barriles por día. Vista panorámica de uno de los primeros campamentos petroleros, campo Sanandita. Los recursos humanos eran escasos, solo algunos técnicos estaban calificados para operar las primeras refinerías como la de Camiri. Posteriormente, también se perforó un pri-mer pozo productivo en Camiri y en Bermejo”. La producción de YPFB en el año 1937 a 1941, osciló entre 123.208, en el primer año y 234.788, en el último, habiendo superado el total de la producción de la Standard Oil durante una década de producción. En sólo un lustro de actividades de YPFB con 987.309 barriles, superó con creces una década de ac-tividades de la Standard Oil que sólo obtuvo 685.597 barriles. 24 La década de 1940, YPFB logró, con es-caso material y equipos obsoletos que dejó la Standard Oil, triplicar su producción, as-pecto que no se había logrado antes con la 24 TAHBUB MARWAN, “Las transnacionales no son socias” Por una política nacional de hidrocarburos. Pág 233 perforación de dos pozos en Sanandita y Ber-mejo, en la región del Chaco. Una de las grandes falencias que expe-rimentó YPFB en sus primeros años fue la ca-rencia de recursos humanos para operar los campos que había dejado la Standard Oil, lle-vándose consigo todos los profesionales y téc-nicos. La transnacional sólo explotaba siete pozos en los campos Sanandita, Bermejo, Ca-matindi, Camiri y había suspendido las tareas de exploración durante la guerra del Chaco, trasladando sus equipos a Argentina. Los responsables de la naciente indus-tria petrolera estatal, dándose cuenta de lo delicado y difícil que resultaba el manejo de una empresa tan compleja y costosa, se dieron a la tarea de planificar la explotación racional de los campos descubiertos y de continuar con las exploraciones iniciadas por 54 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 55
  • 29. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Retrato de los primeros becarios en el pozo B-310 Cañadón Perdido, enviados para capacitación a Comodoro Rivadavia, Argentina - Junio 1938. la Standard. Tarea difícil por la falta de ex-periencia y de técnicos experimentados. Se comprendió que lo primero que se tenía que hacer era contratar técnicos extranjeros con experiencia para continuar los trabajos. De esta manera, llegaron al país el Dr. Wagner, el Dr. Schagenwait, el Ing Uterladstater, el Ing. Alvarez, algunos perforadores y obreros capa-citados en su mayoría argentinos. 25 El Ing. Alfonso Romero, citado por el Li-bro de Oro, relata la problemática. “Se com-prendió asimismo que era necesaria la forma-ción de elementos técnicos nacionales y YPFB llamó a un curso en La Paz a más de 80 alum-nos de todos los departamentos de la Repúbli-ca. Este curso, que tuvo una duración de seis meses fue atendido por los ingenieros Gui-llermo Mariaca, Jorge Muñoz Reyes, Formeri Gonzales de la Iglesia, Guillermo Nuñez del 25 Libro de oro de YPFB, Página 46 Prado, entre otros y tuvo por objeto la selec-ción de elementos que deberían seguir cursos de ingeniería petrolera, geología y química en universidades del exterior y el resto debería adquirir experiencia y conocimientos prácti-cos en el yacimiento Comodoro Rivadavia en la República Argentina. El grupo de estudiantes universitarios estuvo formado por Jorge Aldazosa, Miguel Angel Roca, Efraín Capriles, Enrique Mariaca, Hernán Saavedra, Reynaldo Muños Reyes y Alfonso Romero Loza que fueron enviados a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a seguir cursos de capacitación en in-geniería petrolera, geología y química. “El viaje a México fue realizado en barco, ya que estábamos en vísperas de la Segunda Guerra Mundial y la aviación era un medio de transporte muy escaso y demasiado caro en ese tiempo. El barco en el que navegamos era inglés, llamado Órbit, que tenía programada El 18 de marzo de 1938 el presidente, Lázaro Cárdenas, anunció la expropiación de las compañías petroleras en México. una escala en La Habana, Cuba, para proseguir viaje a Europa. De la Habana nos trasladamos a México, en un barco norteamericano más pequeño, para encallar en el puerto de Vera-cruz. Al llegar, el 18 de marzo de 1938, vimos que México vivía una gran fiesta con fuegos artificiales en pleno día. El gran festejo se de-bía a la nacionalización del petróleo, decidida por el entonces presidente Lázaro Cárdenas”, cita Guillermo Mariaca en sus memorias.26 Después de algunos años todos estos elementos regresaron al país y prestaron va-liosos servicios a YPFB. Ellos constituyeron el primer contingente de ingenieros petroleros que operó en territorio boliviano. 26 Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia, Pag 10 Puede afirmarse que la base que sirvió a YPFB, para su organización nacional la cons-tituyen en su debido tiempo estos dos grupos de técnicos nacionales; los que fueron a Méxi-co y a Comodoro Rivadavia, Argentina. Fueron ellos, en conjunto, los que pudieron sostener las graves crisis que atravesó YPFB en sus pri-mero tiempos ya que aparte de su indudable capacidad profesional, supieron infundir una mística en su trabajo, llevando ella a los nive-les obreros más bajos y pudiéndose consoli-dar en esta forma lo que constituye el orgullo de la nación.27 27 (Historia de la Explotación Petrolera Nacional, Ing Alfonso Ro-mero Loza Petroleo Boliviano, vol IV Nº 4. La Paz, diciembre de 1962). 56 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 57
  • 30. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com La misión Bohan Como efecto directo del arreglo eco-nómico o indemnización a la Standard Oil de New Jersey, además de la colaboración que había prestado Bolivia durante la Segunda Guerra Mundial con la provisión de estaño a bajos costos, el presidente estadounidense Franklin Roosevelt envió, en 1941, una misión de la Cooperación Comercial Norteamericana a la cabeza de Marwin Bohan. El objetivo era relevar un diagnóstico na-cional y realizar un plan de desarrollo econó-mico con proyección futura. La misión Bohan permaneció seis meses en Bolivia y elaboró un diagnóstico de la situa-ción económica dirigida a crear las bases de la industria agropecuaria e integrar el eje de la nación con carreteras. “En cuanto a la industria petrolera, los estadounidenses hicieron un análisis com-pleto y recomendaron: Incrementar la pro-ducción de petróleo, a través del desarrollo de mayor número de campos, especialmente del campo Camiri; incrementar las reservas hi-drocarburíferas, a través de la exploración de nuevas áreas petroleras y construir facilidades de transporte para el petróleo y sus derivados, a fin de optimizar costos, disminuir precios de comercialización en el mercado interno y viabilizar la exportación de excedentes en con-diciones favorables para el Estado. “En lo referente al petróleo resulta asom-brosa la claridad con la cual los funcionarios estadounidenses exponen sus intereses en el crudo boliviano, relacionándolo directamente con la situación bélica creada por la Segunda Guerra Mundial. La producción propuesta (de petróleo) se aproxima mucho al consumo ac-tual y también al consumo calculado para el tiempo que después del final de la presente guerra requiera el rehabilitar las propiedades estañíferas del Lejano Oriente. Durante este período no hay posibilidad de rebajar los re-querimientos bolivianos ya que el uso de los productos petrolíferos está tan íntimamen-te relacionado a la producción y transporte de tales minerales estratégicos como estaño, tungsteno y antimonio. Hasta que este plan sea puesto en ope-ración, la producción continuada de estos minerales, vitalmente necesarios, depende enteramente de buques cisternas para fuel oil y diesel oil y de transportes marítimos para carbón y gasolina. En la práctica, una vez que el plan sea puesto en operación, Bolivia pudiera servir también como una fuente de emergencia de productos petrolíferos para la Equipo a vapor que utilizó la empresa en trabajos de exploración. 58 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 59
  • 31. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Inspección de trabajo en el oleoducto de exportación a la Argentina. importante zona minera del Norte de Chile…”, señala parte del infor-me de la misión Bohan. Merwin Bohan presidió la comisión de técnicos que el gobierno de EE.UU., -en aplicación de su política de “buena vecindad” con los países de América Latina y por las necesidades surgidas al calor de la Segunda Guerra Mundial-, envió a Bolivia en 1941, con el supuesto de analizar la situación económica del país andino y presentar las bases de un nuevo programa de cooperación económica entre La Paz y Washington. Independientemente del esfuerzo para presentarlo como instrumento del desarrollo de Bolivia, en realidad el Informe responde más a las propias necesidades de EE.UU. que en plena Se-gunda Guerra Mundial buscaba satisfacer y resolver sus demandas mediante una estrategia a desplegarse en países en vías de desarro-llo, entre ellos Bolivia. En este contexto, cabe señalar que Bolivia era la principal fuente de estaño en el Hemisferio Occidental además de disponer de la goma indispensable para el esfuerzo bélico y otras ma-terias primas imprescindibles para EE.UU. y sus aliados. Respecto a la estatal YPFB, el Plan Bohan pone a ésta bajo la tui-ción de la Corporación Boliviana de Fomento (CBF). En sus recomen-daciones, señala: “Que el plan delineado en la sección previa de este informe, sea efectuado… con la aprobación previa, sin embargo, de la Corporación Boliviana de Fomento…”. La CBF estaba bajo control del Export Import Bank de Estados Unidos más conocido como Eximbank. De hecho, a partir de su presentación a la parte boliviana en 1942, los sucesivos gobiernos lo aplicaron al pie de la letra, especial-mente los gobiernos del MNR. Plan, como se verá durante su larga aplicación, condujo a que Bolivia sea país exportador de materias pri-mas e importador de manufacturas fabricadas en EE.UU. 28. Con una visión más práctica sobre los resultados de la aplicación del Plan Bohan, particularmente en el sector petrolero, el ex Ministro de Hidrocarburos y presidente de YPFB, Ing Enrique Mariaca, expone: “Una de las principales medidas que ayudó al potenciamiento de YPFB fue la aplicación del Plan Bohan, durante la presidencia del Coronel Gualberto Villarroel”. Una vez recibidas estas recomendaciones, YPFB intensificó el trabajo en exploración de reservas, obteniendo importantes créditos, tanto del Banco Mundial (BM) como del Fondo Monetario Internacio-nal (FMI), poniendo como garantía las reservas encontradas en cada descubrimiento. El Banco Central de Bolivia (BCB) , presidido por los Barones del Estaño en aquella época, y ante el rumor de una posible nacio-nalización de las minas, negó a YPFB cualquier préstamo solicitado. 28 “Las transnacionales no son socias”: Por una política nacional De hidrocarburos Una de las principales medidas que ayudó al potenciamiento de YPFB fue el plan Bohan. Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com 60 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 61
  • 32. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Era inconcebible para la “rosca minera” que la riqueza del petróleo sea administrada por el Estado. Con el tiempo, YPFB se convirtió en una empresa generadora de riqueza, con patri-monio propio y sujeto de créditos internacio-nales que eran cubiertos con la producción, comercialización y exportación de petróleo y sus derivados, llegando al autoabastecimien-to nacional en 1954. De esta forma, YPFB le otorgaba a Bolivia su ansiada independencia económica, bajo un marco totalmente técnico, libre de politizaciones o partidización del ente petrolero. 29 En efecto, sobre la base del liberal Plan Bohan, YPFB elaboró su propio plan de desa-rrollo de operaciones que consistió en cons-truir el oleoducto Camiri-Santa Cruz, poner en pie una refinería en Camiri y perforar 45 pozos en los tres centros productores de Bolivia. El plan autorizado y aprobado por Ex-port Import Bank autorizó la asignación de un crédito $us 5.500.000 que no llegó a ejecutar-se plenamente por el golpe de Estado de 1943 que llevó al poder a Gualberto Villarroel. Se estima que sólo se invirtieron $us 2.000.000 para perforación, no se avanzó en la construc-ción del oleoducto, ni en la construcción de la refinería en referencia. En 1942 se puso de nuevo en produc-ción el campo Bermejo y con los primeros desembolsos de este crédito se compraron dos equipos rotativos accionados a vapor que se los destinó a este campo. Para su operación, se contrató a “Tool Pushers” y perforadores de nacionalidad norteamericana. Más ade-lante, en 1946, estos equipos se trasladaron a Camiri y operaron con personal nacional. 29 MARIACA ENRIQUE, Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia: Memorias de Don Enrique Mariaca Bilbao, página 9 A fin de obtener créditos de apoyo, se dispuso la creación de la Corporación Bolivia-na de Fomento (CBF) con funciones de órgano de enlace y supervisión con la estatal petrole-ra nacional. Después de la muerte del presidente Germán Busch, el Dr. Foianini dejó la presi-dencia de YPFB, lo remplazó el Ing. Raúl Zume-lzu. El general Felipe M. Rivera fue nombrado Vicepresidente del Directorio y Alcides Molina, Ricardo Urquidi, Humberto Sañanchez Peña, León M Loza y Hernán Zuazo, fueron designa-dos vocales. El Gerente General era Arthuro J. Machicao. Fue en esa época que los trabaja-dores de la Standard, Jorge T. Lavadenz y Gui-llermo Elder Bell ingresaron a trabajar a YPFB. Posteriormente Guillermo Mariaca fue nom-brado gerente general, Jorge Lavadenz, geren-te industrial y José Paz Estenssoro gerente de perforación. En esta coyuntura, YPFB compra dos equipos de perforación rotatoria y con ellos llegó el Ing. Alvarez de nacionalidad ar-gentina, quien debía enseñar a operarlos. Germán Rovira, Fadrique Muñoz Reyes y Eduardo Hinojosa fueron posesionados como Administradores de los campos Camiri, Sanan-dita y Bermejo. Igualmente fueron contrata-dos por YPFB ex trabajadores de la Standard de Camiri, y Sanandita como Roberto Sinclair, Amadeo Cuellar, Santiago Rojas, Faustino La-mas, Juan Mocobono, Tomás Ardunga, Justo Lopez, Luis Arroyo y Francisco Menacho. Posteriormente, recién desmovilizado del Ejército, ingresa a trabajar a la estatal petrolera, el teniente Luiz Lavadenz, el sub-teniente José Soruco, sargento Jorge Echazú y Luis Lopez. En 1944, durante el gobierno Gual-berto Villarroel fue nombrado como presiden-te ejecutivo de YPFB, Jorge T. Lavadenz. 30 30 Libro de Oro YPFB, página 62 El crecimiento de la estatal petrolera redundó en un incremento en la capacidad de transporte para garantizar el abastecimiento interno, vía férrea. 62 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 63
  • 33. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Primera imagen institucional El primer logotipo de Yacimientos Pe-trolíferos Fiscales Bolivianos fue diseñado por el Ing. Guillermo Elder Bell y se presentó ofi-cialmente, en 1943. Su significado original re-presentado por el clásico rombo y las iniciales YPFB, están definidas por las siguientes carac-terísticas: • Los cuatro vértices del rombo significan la presencia y soberanía de YPFB en los cuatro puntos cardinales del país. • El color gris representa la riqueza petro-lera. • El color rojo representa la sangre derra-mada por las 50.000 vidas perdidas en la guerra del Chaco. • El rombo representa la unión de esfuer-zos de los trabajadores petroleros al ser-vicio de nuestra amada Patria. Edificio YPFB. Calle Bueno esquina Camacho, La Paz 1958. 64 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 65
  • 34. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Vista de los equipos iniciales instalados en la Refinería de YPFB en Cochabamba que lleva el nombre del ex presidente Gualberto Villarroel. Cnl. GUALBERTO VILLARROEL (Expresidente de Bolivia). Durante su gobierno Yacimientos Petrolí-feros Fiscales Bolivianos (YPFB) recibió re-cursos necesarios para el desarrollo de la infraestructura de hidrocarburos destinada a impulsar el crecimiento económico nacional. 66 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 67
  • 35. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com El apoyo nacionalista militar Durante el gobierno nacionalista del presidente Gualberto Villarroel, la economía del petróleo recibió un gran impulso. YPFB vio la necesidad de replantear el crédito con el Export Import Bank para un programa de largo aliento, con el objetivo de incrementar la producción, la capacidad de refinado y cambiar el sistema de transporte de productos de ferrocarril o camión a oleo-ductos, a fin de abaratar costos y entregar al mercado interno un producto barato. 31 Villarroel dio todo su apoyo al proyecto para su presentación en Washington y su fi-nanciamiento por el Export Import Bank. Para el efecto el proyecto consistió en: desarrollo del distrito de Camiri con la perforación de 20 pozos, perforación de Guairuy y Mande-yapecua, construcción de un oleoducto Ca-miri- Cochabamba de 525 kilómetros y cinco estaciones de bombeo, construcción de una refinería topping-reforming en Cochabamba con una capacidad de 5.000 BPD y otra refi-nería topping en Sucre con una capacidad de 1.500 BPD y un ramal de oleoducto. El gobierno nacionalista de Villarroel, consiguió un préstamo para la producción, al transporte, oleoductos e imprevistos. Los recursos fueron aportados en un 60% por Ex-port Import Bank, el 4,5% por la constructora 31 Libro de Oro YPFB 1936-1996 de oleoductos Willam Brothers y un fondo adicional del Banco Central de Bolivia (BCB). Con el derrocamiento de Villarroel (21 de julio de 1946), el gobierno de Tomás Mon-je Gutiérrez firmó el 15 de noviembre de 1946 un contrato con la compañía Foster Wheeler para instalar una refinería en Cochabamba con capacidad para producir 5.000 Barriles por Día (BPD) y otras dos refinerías en Sucre con capacidad de 1.000 y 3.000 BPD. Una de ellas quedó sin operar pese a costar más de $us 14 millones. Entre tanto, YPFB operaba en difíciles condiciones. En el rubro de la exploración, los equipos de perforación a percusión se halla-ban en malas condiciones y carecían de ma-teriales y equipos de bombeo. Sin embargo, el éxito alcanzado por la empresa del Estado boliviano era inobjetable, inició su gestión en 1937 con 20 Millares de Metros Cúbicos (MMC), en 1940 duplicó ese volumen con 45 MMC, en 1945 subió a 60 MMC y en 1952 YPFB producía 83 MMC. “Durante 1949 se perforaron 3.927.80 metros contra 3.465.10 metros perforados en 1948, lo que representa un incremento del 13.35%. La producción de petróleo crudo en 1949 alcanzó a cifra récord de 107.831 me-tros cúbicos, contra 73.698 metros cúbicos La estatal petrolera contribuyo al desarrollo de Camiri. en la foto se obverva la Av. Petrolera en la década del 50. producidos en 1948, lo que representa un in-cremento del 46 por ciento. 32 La producción de Camiri provino de 13 pozos, que produjeron petróleo en forma no 32 Memoria de YPFB 1949 continua, dos permanecieron en reserva. Sa-nandita consiguió su producción de nueve po-zos, tres permanecieron cerrados por falta de equipo de bombeo e igual número de pozos en reserva. La producción de petróleo 1947-1949 Camiri Sanandita Bermejo Total AÑO M3 M3 M3 M3 INDICE 1947 26.154 16.026 17.814 59.994 100 1948 42.518 14.121 17.059 73.698 123 1949 82.082 13.027 12.722 107.831 180 Fuente: Memoria de YPFB 1949. 68 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 69
  • 36. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com La producción de petróleo 1947-1949 Camiri Sanandita Bermejo Total AÑO M3 M3 M3z M3 INDICE 1947 25.599 16.774 -- 42.373 100 1948 38.887 13.758 -- 52.654 124 1949 68.849 11.986 15.314 96.149 227 Fuente: Memoria de YPFB 1949. En tanto que el petróleo de Bermejo se lo obtuvo de seis pozos habiendo sufrido la producción de este campamento una declina-ción de 4.337 metros cúbicos con respecto al año anterior. Durante 1949, cuando el país fue gober-nado por Enrique Hertzog y Mamerto Urriola-goitia, las dificultades en el transporte fueron superadas, en gran parte, al utilizarse el oleo-ducto Camiri-Sucre en forma provisoria, como línea de transporte de productos elaborados. El rendimiento combinado de las plan-tas de refinación de Camiri y Sanandita es el mayor registro hasta 1949, lo que se sumó la elaboración de la refinería de Sucre, cuya pri-mera unidad de 1.000 BPD entró en operación a partir de agosto de 1949. El siguiente cuadro contiene las cifras comparativas del petróleo elaborado desde 1947 hasta 1949. Los recursos que consiguió el gobierno del extinto presidente Gualberto Villarroel, se invirtieron hasta 1949 de la siguiente ma-nera: perforación en Camiri (Guairuy) $us 2.070.000, oleoducto Camiri-Tintin y oleoduc-to Tintin-Cochabamba $us 6.850.000, instala-ción primaria en Cochabamba $us 6.343.000 y refinería en Sucre que incluye una línea de toma de oleoducto a la planta $us 20.050.000 y el fondo de contingencia de $us 1.000.000. Estos recursos provenían del Banco Central de Bolivia (BCB) y del Export Import Bank del compromiso de Estados Unidos. Hasta el 31 de diciembre de 1949, la estatal petrolera –que empezó en 1937 con Bs 100.000- registró un capital de Bs 1.112.226.621, cifra que muestra el creci-miento de YPFB en los primeros doce años de existencia. Durante esa gestión, el importe de las regalías del 11% sobre la producción de crudo a favor de los departamentos de Tarija y Santa Cruz, ascendió a Bs 3.280.971.32. Sumando este importe a las regalías de los años anteriores, se obtuvo un total de Bs 17.591.431 que fue abonado a los departa-mentos citados, desde la creación de la enti-dad, por concepto de regalías sobre la produc-ción de petróleo crudo. Reservas en barriles Yacimientos Probada Semiprobada Total Producción total Camiri 28.000.000 4.000.000 32.000.000 2.019.820 Sanandita 2.000.000 1.120.000 3.120.000 1.343.444 Bermejo 5.000.000 1.875.000 6.875.000 ------------ Camatindi 4.440.000 3.700.000 8.140.000 ------------ Ñancorainza (Buena Vista) 400.000 2.000.000 2.400.000 ------------ Saipurú 500.000 2.500.000 3.000.000 ------------ TOTAL 40.340.000 15.195.000 55.535.000 4.219.043 Fuente: Memoria de YPFB 1949. en barriles 37-49 La refinería Gualberto Villarroel La refinería Gualberto Villarroel está ubi-cada en la avenida Petrolera, de la ciudad de Cochabamba, kilómetro 6 de la carretera anti-gua a Santa Cruz. Su gran infraestructura fue desarrollada por YPFB en varias etapas desde el año 1949, cuando se inició la construcción de la primera planta de Topping (CRBO). La planta de Cochabamba que es la mayor de las instalaciones de su género que permite mejores ingresos económicos y me-jores condiciones de distribución para el país. Este complejo trabajó 302 días durante 1954 contra 62 días en 1953, lo que representó un aumento en días trabajados del 387%. El crudo tratado en 1954 fue de 196.00 metros cúbicos (m3) contra 42.000 m3, en 1953, ci-fra que representa un aumento de 366%. Las refinerías de Camiri, Sanandita y Bermejo 70 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 71
  • 37. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com procesaron 10.000 metros cúbicos de crudo para el abastecimiento regional y consumo interno. 33 Entre 1953 y 1957 se construyó la pri-mera planta de lubricantes de YPFB, que asu-mió el reto de la producción de aceites, grasas, asfaltos y parafinas. En 1967 se amplió la plan-ta Topping y al mismo tiempo se adecuaron técnicas de operación para la producción de gasolinas, jet fuel, fuel oil, solventes y GLP en-tre otros productos. 33 Memoria Anual YPFB 1954 En 1976 se instaló una nueva planta de Topping de 12.500 barriles por día para cubrir las necesidades del mercado local. En 1979 se inauguró el Complejo de Refinación, con una capacidad de procesamiento de 27.500 barriles por día en la Unidad de Carburantes. Actualmente, las plantas producen: gas li-cuado de petróleo (GLP), gasolina especial, gasolina de aviación, jef fuel, kerosén, diesel oil, aceites, grasas automotrices e industriales, cemento asfáltico, solventes y otros. La producción de lubricantes y grasas con la marca YPFB se realiza en la Planta de Operador de la Refinería Gualberto Villarroel, Cochabamba 1950. Limpieza de equipo de perforación. 72 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 73
  • 38. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Lubricantes de la Refinería Gualberto Villa-rroel. Abastece más del 60% de la demanda del país de lubricantes terminados. Paradójicamente, pese al incremento de la producción solo lograba abastecer el 47 por ciento del mercado interno. En 1951, el con-sumo llegó a 242 MMC y el diez por ciento de la inversión fue destinada a exploración y producción. Según estudios de la época, los factores que limitaban la producción radicaba en que los yacimientos se hallaban en franjas de solo 1.5 kilómetros de ancho y de reducida longitud. Era la época en que el país fue sacudi-do por el hecho histórico que fue bautizado como el “mamertazo”. El presidente de enton-ces, Mamerto Urriolagoitia decidió entregar el poder a una Junta Militar encabezada por el Gral, Hugo Ballivián el 16 de junio de 1951 luego del triunfo del MNR en las urnas. Este hecho apresuró los acontecimientos del 9 de abril de 1952. La “revolucion movimientista” La gestión de Víctor Paz Estenssoro, no se inició con los mejores auspicios en el tema económico, pues el Banco Central de Bolivia (BCB) informó que existían 300 millones de fuga de capitales, los precios de los minerales eran inestables, el sector agrario de la zona occidental se hallaba atrasado debido a la su-pervivencia de latifundios improductivos. De esa forma, el gobierno del MNR, en la revolución de 1952, vio en el petróleo el mejor instrumento para aliviar la difícil situa-ción que atravesaba la economía nacional. Su plan estratégico consistía en diversificar la economía e integrar las regiones. A partir de este año, Guillermo Elder diseñó las llamadas “refinerías de bolsillo” en las estaciones de Bombeo de Monteagudo, Risal, Tarabuquillo y Vila Vila del oleoducto Camiri-Cochabamba ramal Sucre. Estas mini destilerías tenían una capacidad de proceso entre 25 y 30 BPD. Al inicio de la revolución movimientista que aprobó medidas como la nacionalización de las minas, el voto universal y la reforma agraria, la minería que era el principal sos-tén de la economía mostró cifras decrecien-tes, con mineral de baja ley, agotamiento de yacimientos, los bienes de capital no habían sido renovados desde los años 20 y toda una Ejecutivos de la estatal petrolera en trabajo en de campo. generación del proletariado estaba consumi-da por la silicosis. En cuanto a la infraestructura caminera, ésta era incipiente y el transporte ferroviario se encontraba en decadencia. La población era escasa, mayoritariamente analfabeta y con baja capacidad de compra. A esto, se sumó la escasez de ahorro interno y una deu-da externa de más de 170 millones de dólares. Pese a todo, la entrega inmediata a YPFB de dos millones de dólares provenientes de las escasas divisas que disponía el país signi-ficó una inyección de capital que permitió la adquisición de cuatro equipos de perforación. Al inicio de los 1950, YPFB experimenta un de-sarrollo y avance tecnológico significativo que le permitió autoabastecerse e incrementar su producción petrolera, mediante el descubri-miento de nuevos campos. En 1953, se crea el Departamento Sur de Exploración en Camiri que luego pasaría a convertirse en la Gerencia de Exploración, sus impulsores fueron los doctores bolivianos en geología Felix Celso Reyes, Hernán López y Reynaldo Muños Reyes junto a los técnicos europeos invitados Victor Honcharenko y An-drés Hunterslatter, los primeros profesionales en exploración. El equipo de exploración se reforzó con los doctores Enrique Tomás Mauri y Eduardo Padula que comenzaron a trabajar en las se-rranía de Aguarague, Iguiraro y Guairuy. Se contrataron en esta gestión los servicios es-pecializados de compañías mexicanas para el 74 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 75
  • 39. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com relevamiento geofísico de las llanuras del chaco boliviano; una gravi-métrica y las otra sísmica. La Brigada Gravimétrica Nº 31 de servicios geofísicos S.A. de México con 60 personas cubrió un área de 73 kilómetros cuadra-dos con 27.000 kilómetros de líneas gravimétricas abarcando el re-levamiento de áreas del chaco boliviano (frontera con el Paraguay), oriente y altiplanos bolivianos (frontera con el Perú). La Brigada Nº 21 Lamexco, mexicana americana, realizó un relevamiento sísmico en el área del Chaco. Debido a resultados poco satisfactorios fue reempla-zada por la Brigada Nº 27, United Gophysical Company. En febrero de 1955, se creó la Gerencia de Exploración a la cabeza Dr. Enrique T. Mauri y se convirtió en Distrito Sur de Explo-ración, en el departamento de geología. Entonces, se contrató los servicios de los doctores Guillermo Kely, Aniello Russo, Aduardo Ari-gos y N.Flores quienes se hicieron cargo de las primeras brigadas de exploración. La Comisión geológica Nº 1 estuvo a cargo del Dr. Kely. La comi-sión geológica Nº 2 a cargo del Dr. Padula –junto con Aniello Russo y Felix Celso Reyes. A cargo del control geológico de los pozos estaba el Dr Arigos. Con la creación de la Gerencia de Exploración, en febrero de 1955, YPFB contrato personal técnico especializado, el ingeniero Andrés Ramirez Becerra, geofísico graduado en EEUU que en 1956 organizó la Primera Brigada Gravimétrica Nacional, con personal ín-tegramente boliviano. En el área de Bermejo se descubrió en 1954 el campo Toro que compensó la declinación del campo Bermejo. Se perforó un segundo pozo en Mandeyapecua sin lograr objetivos deseados. En 1956, el Dr. Padula reemplazó en la Gerencia de Exploración al Dr. Mauri quien se alejó de YPFB para formar su propia oficina. El Ing. Reynaldo Muñoz Reyes se hizo cargo del departamento de ex-ploración en Camiri y posteriormente, en 1858, el Distrito Sur de Ex-ploración fue cambiado a Villamontes a cargo del Dr. Hernán Lopez Murillo. El geofísico extranjero, Marcelo Methewic junto a Julio Monta-ño y Manuel Caba conforman la primera brigada Gravimétrica Nº 32 que trabajó en Santa Cruz, en las zonas de Colpa, Caranda, Teberinto y Alrededores, el trabajo de nueve meses arrojó importantes resulta-dos, sin embargo años después una empresa transnacional certifica-ría el descubrimiento de reservas de petróleo y gas natural. La primera Brigada Sísmica de YPFB Nº 23 fue organizada por órdenes del Ing. Juan Manuel Suárez, geofísico graduado en la Uni-versidad de Oklahoma, EEUU junto con los ingenieros Freddy Torrico y Guido Casso. Su primer trabajo se desarrolló en el área La Vertiente En 1953 se crea el De-partamento Sur de Exploración en Cami-ri que luego pasaría a convertirse en la Ge-rencia de Exploración. YPFB construyó los ductos necesarios para el abastecimiento y la integración del país. de Tarija, haciendo el trabajo de desmonte a mano pues no contaba con tractores, estos trabajos redujeron a la mitad los costos en re-lación a los contratos, por lo cual se justificó la compra de un equipo sismográfico portátil para áreas difíciles. Colaboraron en la conso-lidación de la gerencia de exploración Hum-berto Suarez Roca, Jaime Oblitas, Celso Reyes, Hernán López. Paralelamente, fueron descubiertos los yacimientos de Sararenda cerca de Camiri, que al inicio de su explotación, produjeron 380 BPD de petróleo liviano, mas tarde, me-diante la producción intensiva, este reservorio superó los 1.500 BPD, ya en 1956, esa canti-dad se duplicó. Una vez abastecido el mercado inter-no, con la cobertura del elevado costo de transporte por ferrocarril, se logró exportar el excedente de la producción nacional. Con los beneficios logrados, a partir de 1954, fue-ron construidos varios oleoductos, entre ellos Camiri-Yacuiba de 223 kilómetros proyectado para transportar 2.500 BPD. Inició sus opera-ciones en 1955, con la exportación de crudo a la Argentina. Debido al incremento del vo-lumen de dicha exportación se construyeron líneas paralelas. Al 31 de diciembre de 1954, la estatal petrolera tenía una utilidad neta de Bs 1.674.681.603,26. En 1956 inició operaciones el poliducto Cochabamba-Oruro-La Paz que transportaba desde la refinería de Cochabamba, gasolina, kerosén, diesel oil y fuel oil. En 1958 fue cons-truido el oleoducto Camiri-Santa Cruz, cuyo cálculo y diseño fue realizado por el Ing. Gui-llermo Elder Bell. La dirección y supervisión estuvo a cargo de los ingenieros Pablo Fuertes, 76 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 77
  • 40. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Victor Paz soldando el Oleoducto, Cochabamba-Oruro-La Paz (OCOLP). Carlos Casso y Felipe Michel. Tenía una lon-gitud de 258 kilómetros, cuatro pulgadas de diámetro y una capacidad de 4.000 BPD. Ini-cialmente transportó petróleo crudo, poste-riormente en 1979 el poliducto se diseñó para abastecer al sur del país. El oleoducto Sica Sica-Arica data de 1958, año en el que Chile otorgó a Bolivia el derecho necesario para la línea submarina y amarre de los barcos. La línea tenía 346 kiló-metros, los primeros 276 tenían un diámetro de diez pulgadas y los restantes 70 de ocho pulgadas, su capacidad de transporte fue de 20.000 BPD. El gobierno de Víctor Paz consideró que era necesario atraer capital externo a Boli-via. Convencido de ello, el 26 de septiembre de 1952 firmó un contrato con el aventurero texano Glenn McCarthy, concediéndole por 35 años más 350 mil hectáreas dentro del área de YPFB para la exploración y explota-ción, ubicados cerca de Sanandita, entre Villa Montes y Yacuiba. La empresa MacCarthy debía producir el tercer año y suministrar petróleo al mercado argentino a precio corriente y destinar el 10% de su producción a otros mercados externos. La empresa quedaba liberada de patentes y gravámenes, únicamente debía pagar una re-galía entre 16 y 40% sobre la producción en boca de pozo. (Mariaca, 1966). MacCarthy aseguró que invertiría cuatro millones de dólares, a la larga llegó a invertir poco más de millón y medio de dólares en unos pozos que produjeron escasos volú-menes de gas. Ante este incumplimiento se suscribió un contrato sustitutivo. Pero a prin-cipios de 1957, MacCarthy rompió el contra-to y transfirió sus concesiones a la empresa norteamericana Chaco Petroleum, que cinco años más tarde y luego de varias perforacio-nes fallidas renunció a sus concesiones. Una vez más el gobierno boliviano fracasó en su intento de atraer capitales debido a la falta de experiencia en los negocios. En la década del 60, el aventurero texano abandonó el país y su sustituta la empresa Chaco Petroleum in-virtió solamente 40 millones de dólares. Los requerimientos en materia de co-bertura del mercado interno continuaba de-mandando la intervención del gobierno. La importación del energético que costaba más de siete millones de dólares al Estado, repre-sentaba una de las dificultades más importan-tes de la política de abastecimiento. En promedio, el mercado interno reque-ría 240 MMC de petróleo, para satisfacer esa demanda hacía falta una producción de más de 4.000 BPD, sin embargo la capacidad límite de producción era de 73 MMC. La producción de Bermejo a razón de 1.000 estaba destinada a la exportación a la Argentina. En contrapar-tida, el país importaba 160 MMC de gasoli-na, kerosén y otros derivados a 26.5 dólares por metro cúbico y a un costo de transporte de 16.5 dólares por metro cúbico (Mariaca, 1966). Durante el período de 1937 a 1954 YPFB perforó aproximadamente 45 pozos en Ca-miri, Sanandita y Bermejo. YPFB contaba con modernos equipos de perforación que incluía tecnología para el registro eléctrico radioacti-vo y la aplicación de rayos gamma. Una nueva medida tomada por el go-bierno para mejorar la situación consistió en impulsar la exploración y sustituir el encare-cido transporte ferroviario, cuyos fletes re-presentaban elevados gastos para el Estado. Para este propósito, encomendó en 1956 a la empresa William Brothers la construcción del oleoducto Camiri-Yacuiba, con una lon-gitud de 258 kilómetros y una capacidad de transporte de 4.000 BPD, el proyecto formaba parte de los trabajos adelantados de la expor-tación de crudo a la Argentina. Así comenzó la instalación de estaciones de bombeo. Los entendidos de la época, comenta-ban que se debía continuar con la exploración a fin de asegurar niveles adecuados de reser-va y no seguir ampliando la exportación hacia la Argentina. Por lo tanto, era prematuro ins-talar el oleoducto Camiri-Yacuiba. En 1955, las reservas de petróleo alcanzaban a 28 millones de barriles. Enrique Mariaca afirmaba enton-ces que la política de ampliación de exporta-ción no era conveniente y que en todo caso, si la Argentina requería de mayores volúmenes, se podía extender el ferrocarril Boyuibe-Yacui-ba, aún no explotado comercialmente. Contra toda previsión, el oleoducto fue instalado y su historia fue accidentada; luego de funcionar algunos años, su actividad de-clinó y las exportaciones fueron suspendidas. Para cubrir la demanda interna, el gobierno debió recurrir a la importación. Más tarde, hacia 1963, Camiri se recuperó y YPFB apre-miada por el déficit, se vio forzada a seguir importando. El siguiente paso dado por el gobierno del MNR fue la aplicación de un nuevo plan de exportación que fue elaborado por Walter Guevara Arce y Goodrich Carter, el cual con-templaba la exportación de 7.000 barriles dia-rios a Arica, Chile cuando el mercado interno boliviano requería poco más de 5.000. Al tener reservas de 30 millones de barri-les, necesitar una inversión en oleoductos con el requerimiento de 120 millones de barriles en reservas; la idea de mantener la exporta-ción y el consumo interno era sencillamente irracional. Así lo hicieron notar oportunamen-te los técnicos de YPFB. Como tiempo después 78 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 79
  • 41. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Obreros de antaño de la estatal petrolera realizan trabajos de prospección exploratoria. lo reconoció el propio gobierno, la búsqueda de capitales extranjeros había primado sobre la planificación. Los dilemas políticos del “gobierno de la revolución nacional” tuvieron sus propias repercusiones. El retorno a las “políticas de puertas abiertas” de los años 20 se contrade-cía con el discurso nacionalista. Los ideólogos y líderes políticos “movimientistas” en el ob-jetivo de hacer digerible “la revolución” a los intereses de Estados Unidos, se convencieron de que había que entregar el petróleo como tributo. Así vistas las cosas, la concesionaria McCarthy sólo había sido un globo de ensayo. En este contexto, el gobierno del MNR no tar-dó en dar el siguiente paso. Reporte de producción de petróleo en la Memoria Anual 1954 YPFB. 80 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 81
  • 42. DIVISIÓN ZONAL DE ACUERDO AL ART. 20 DEL CÓDIGO DEL PETRÓLEO 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com El Código Davenport Entre las varias medidas asumidas por el Presidente de la República, Dr. Víctor Paz Es-tensoro, figura la implementación del “Código del Petróleo, también conocido como el Có-digo Davenport” que implementó avanzadas normas jurídicas, económicas y técnicas como medidas de protección y seguridad al capital privado. La consultora extranjera fue contra-tada con los auspicios del Programa de las Na-ciones Unidas y Henry Holland. La normativa considerada antinacional, fue encomendada por el gobierno del MNR al bufete americano Shuster & Davenport, li-gados a los grandes intereses petroleros. “La consultora había sido contratada por la Mi-sión de Operaciones de EEUU, entidad de-pendiente del Departamento de Estado de los Estados Unidos, por un monto de $us 60.000 con el fin de asesorar en temas petroleros al gobierno boliviano”.34 Con la finalidad de levantar la reserva fiscal, la esperanza de bienestar y mejora-miento económico para el país, este Código fue promulgado, en principio, por Paz Estens-soro mediante Decreto Ley Nº 4210 de 26 de octubre de 1955 con el que se abrogó la Ley de 20 de junio de 1921. Posteriormente, fue elevado a rango de Ley el 29 de octubre de 1956, siendo presi-dente del Congreso Juan Lechín Oquendo. La citada Ley fue promulgada por Hernán Siles Zuazo. Todos los que participaron en este pro-ceso pertenecieron a las filas del MNR. 34 FERNÁNDEZ, Roberto, Gas, petróleo e imperialismo en Bolivia, Ed. Plural, Bolivia, 2009, pág. 35.. El Artículo 1° del Código Davenport indicaba que los yacimientos de petróleo, asfalto, gas natural y demás hidrocarburos, en cualquier estado que se encuentren dentro del territo-rio de la República, ya sea en la superficie o en el subsuelo, eran del dominio directo, inalie-nable e imprescriptible de la Nación. Sin embargo, el Código abría nuevamen-te las puertas a las Inversiones extranjeras. Entregaba más de tres millones de hectáreas y limitaba la participación de YPFB en nuevas áreas de exploración y explotación. Además, establecía que se deducía sin impuestos un 27% de la producción bruta por “factor de agotamiento”. Esto implicaba que YPFB per-dería un porcentaje similar de lo que le corres-pondía. En cuanto a la tasa tributaria, las empre-sas tendrían que pagar una regalía del 11% con una expectativa rebajada hasta el 7.5%, por no más de 15 años “en función de los intereses nacionales. El Estado, en este caso, cobraría un impuesto único y fijo del 30% so-bre las utilidades líquidas, de ello, se extraería el factor de agotamiento. Junto a todas estas ventajosas condiciones, el código establecía que las concesiones otorgadas tendrían una duración de 40 años”. Entre otras disposiciones, las patentes que se debían pagar al Estado se limitaban a un dólar y medio por hectárea. Las empresas debían invertir entre 20 y 80 centavos de dó-lar por hectárea, por concepto de exploración y explotación. “Debido al desconocimiento de la rea-lidad boliviana, del sistema jurídico y fiscal del país, esta norma, lejos de potenciar a la Fuente: Código Davenport. 82 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 83
  • 43. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com empresa estatal, permitió la explotación libre por parte de empresas internacionales, debi-litando de manera significativa el poder del Estado. Establecía que las actividades de la industria petrolera podrían ser realizadas por el Estado mediante autoridades autárquicas de tipo nacional, sociedades mixtas o por el otorgamiento de concesiones o contratos en sociedad con terceros”. 35 Según el experto Enrique Mariaca, las concesiones otorgadas al amparo de este Código, comprendían un período de 40 años en actividades de exploración, explotación, 35 MARIACA, Bilbao Enrique, Nacionalizaciones de hidrocarburos en Bolivia, Ed, Fundación Jubileo, La Paz – Bolivia, 2009, págs. 10-11. Interés de las petroleras Con la vigencia del Código Davenport en 1956, ingresaron al país 15 compañías concesionarias. Nº Empresa 1 Chaco Petrolium Co. 2 Bolivian Gulf Oil Co. (BOGOC) 3 Shell Prospecting Co. 4 Uniao Brasil Bolivia Da Petroleo 5 Compañía Petrolífera Brasilera 6 Bolivia California Petroleum Co. 7 Andes Oil Inc. 8 White Eagle International Co. 9 Bolivian Atlantic Corporation 10 Bolivian Oil Corporation 11 Catarat Mining Corp. 12 Bolivian American Oil 13 Bolivian Petroleum Co. 14 Bolivian Texas Oil 15 Petroleo Da Bolivia refinación, almacenaje y transporte, con ca-rácter irreversible. La normativa se refería al estableci-miento de una industria del petróleo, de gran magnitud, la misma que exigía enormes capi-tales ya que, por la naturaleza misma de esa industria, las inversiones iniciales debían ser cuantiosas. Este Código representó para el país una apertura franca a la inversión privada extranacional en la explotación petrolera, ac-tividad que requería de grandes inversiones que el país no poseía. El Código Davenport consideraba a Bo-livia carente de capitales a consecuencia de la larga explotación semicolonial, organiza-da y mantenida por la fuerza, en acuerdo y provecho exclusivo de la oligarquía minero feudal, que empobreció a la Nación con el constante drenaje de sus riquezas mineras y las limitaciones impuestas por el régimen se-mi- feudal en el trabajo de la tierra. “En los 13 años que duró el Código in-gresaron al país 15 compañías petroleras, de las cuales ocho culminaron con perforaciones, descubriendo dos de ellas siete campos nue-vos, Madrejones (Bolivian Oil Co.) y Caranda Colpa, Río Grande, La Peña, Palmar y Santa Cruz (Bolivian Gulf)”. 36 Para la década de 1960, McCarthy ya se había ido del país y su sustituta, la Chaco Petroleum había invertido sólo 40 millones de dólares. En este panorama, la Bolivian Oil Company (BOC) que invirtió 19 millones de dólares tuvo un pequeño auge tras el hallazgo de los yacimientos de Madrejones, cerca de la frontera con Argentina. La máxima producción que alcanzó este campo fue de 460.000 barri-les de petróleo condensado por año. Si bien en 1967 la producción de condensado decayó a casi un trigésima parte de la de 1960, la BOC no tuvo pérdidas. Produjo un total de 1.200 barriles de condensado, pero sus utilidades derivaron de la exportación de gas natural a Argentina a ocho centavos de dólares el millar 36 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 75. de pies cúbicos (MPC), sumando un total de más de 16 MPC. Como secuela de la guerra del Chaco, en 1956, el gobierno del MNR, presentó un plan de estabilización para frenar la hiperinflación galopante. Este plan que había sido elabora-do por el asesor norteamericano Jackson Eder, proponía, entre otras medidas, reducir el gas-to público, eliminar los subsidios, contraer el crédito, liberar las divisas, fijar el tipo de cam-bio, congelar los salarios e instaurar la libre contratación y libre comercio. Esa medida que en el fondo tenía el ob-jetivo de desalentar el desarrollo industrial de las empresas públicas, repercutió directamen-te en las cuentas de YPFB, cuyo presupuesto sufrió un drástico recorte ya que sus produc-tos fueron entregados por debajo de su precio. Pero además la estatal petrolera tuvo que co-rrer con la cuenta de divisas a precio de costo y cubrió un alza de salarios y deudas incobra-bles por más de tres millones de dólares por concepto de servicios prestados a otras enti-dades estatales. Como consecuencia de ello, YPFB experimentó un déficit de 41 millones de bolivianos y no pudo acceder a la obtención de equipos de gran profundidad para interve-nir los yacimientos de Madrejones, teniendo que ceder los respectivos trabajos a la Gulf Oil. 84 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 85
  • 44. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Incursión de la Gulf Oil Durante la vigencia del Código del Petró-leo, muchas empresas internacionales llega-ron a Bolivia desde 1955 en busca de realizar trabajos de prospección exploratoria y perfo-ración de pozos, entre las que se encontraba la compañía estadounidense Gulf Oil que fir-mó contrato con el Estado boliviano el 23 de mayo de 1956, de acuerdo a la facultad que le confirió el Artículo 161 de esa normativa. YPFB entregó a la transnacional una ex-tensión de 1.500.000 hectáreas delimitadas de su zona exclusiva para que la compañía transnacional realice trabajos de exploración. “La Gulf recibió, entonces, por un plazo de cuarenta años, la concesión de los cam-pos más ricos en petróleo de todo el país. El código fijaba una ridícula participación del Estado en las utilidades de las empresas: por muchos años, apenas un once por ciento. El Estado se hacía socio en los gastos del conce-sionario, pero no tenía ningún control sobre esos gastos, y se llegó a la situación extrema El presidente de Bolivia, Gral. René Barrientos, visita intalaciones de la compañia norteamericana Gulf Oil. en materia de ofrendas: todos los riesgos eran para YPFB, y ninguno para la Gulf. En la Carta de intenciones firmada a fines de 1966, du-rante la dictadura de Barrientos, se estableció, en efecto, que en las operaciones conjuntas con YPFB, la Gulf recobraría el total de sus ca-pitales invertidos en la exploración de un área, si no encontraba petróleo. Si el petróleo apa-recía, los gastos serían recuperados a través de la explotación posterior, pero ya de entra-da serían cargados al pasivo de la empresa es-tatal. Y la Gulf fijaría esos gastos según su cri-terio. La transnacional petrolera se atribuyó también, con toda tranquilidad, la propiedad de los yacimientos de gas, que no se le habían concedido nunca”.37 Esta compañía debía perforar 5.000 me-tros por cada 100.000 hectáreas en la etapa de explotación. Con el desarrollo de campos, el Estado tendría una participación del 11% como regalía y 19% como impuesto único cal-culados sobre el total de la producción bruta. La Gulf descubrió con información de YPFB, los campos Colpa, Caranda, Río Grande, El Palmar, La Peña y Yapacaní ubicados en el departamento de Santa Cruz. “A los cinco años, la empresa descubre varios pozos petroleros de importancia. En éste con-texto la Gulf exige al gobierno del MNR como al de Barrientos la adjudicación del derecho de propiedad del gas como la de los oleoduc-tos. Barrientos, mediante una interpretación suya, amplía el Código Petrolero para que in-cluya al gas y mediante el Decreto Supremo 8093 crea la empresa Gas y Petroquímica con facultades de adquirir toda la producción de gas sea procedente de entidades privadas o nacionales. Pero, la creación de esta empre-sa no podía ocultar el hecho de que la Gulf ya dominaba el 90% de la producción de gas 37 GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, Ed. Siglo XXI, México, 1971, pág. 268. boliviano y el 80% del crudo. La desnaciona-lización del recurso energético avanzaba aún más con la adjudicación a Williams Brothers de la construcción del gasoducto a la Argen-tina. “Para darse cuenta de cómo la Gulf consideraba las necesidades del mercado na-cional boliviano dentro del conjunto de sus actividades, basta contemplar su producción, como ejemplo, en los primeros cuatro meses de 1969 arrojó la cifra de una producción de 3.738.252,66 barriles, de los cuales exportó a Estados Unidos 2.657.779 barriles y destinó al mercado boliviano 711.564 barriles”.38 Según Sarabia, la compañía Bolivian Gulf, por todos los favores recibidos, “llegó a deten-tar una riqueza petrolera de 600 millones de dólares y emergió como el poder detrás del poder, al que continuamente cedía el gobier-no. La salida al sometimiento es la misma en todos los tiempos, no dependía de la ayuda americana hasta los límites en que ésta cap-ture todos los controles vitales de la nación, sino de potenciar a YPFB, pero eso no se hizo (…) Aquel pulpo económico no sólo capturó los yacimientos más ricos, sino que antes de deducir ningún impuesto tenía a su favor re-tener de la producción bruta de manera libre como Factor Agotamiento el 27%”.39 Amparadas por el Código Davenport, las compañías extranjeras que operaban en Bolivia recibieron en concesión superior a 13 millones de hectáreas e invirtieron 120 millo-nes de dólares; la Bolivia Gulf Oil, la Petrolera Boliviana Shell y la Bolivian California Pet retu-vieron cerca del 50% del total de los terrenos concesionados. Por todo ello, el país recibió hasta 1965, más de 14 millones de dólares. 38 TAHBUB, Marwab, Las transnacionales no son socias, Ed. CEDIB, La Paz – Bolivia, SA, pág. 240. 39 SARAVIA, Arturo, Gas y petróleo ¿Y para quién?, SE, Cochabamba – Bolivia, SA, pág. 71. 86 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 87
  • 45. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Situación crítica de YPFB La caída de la producción iniciada en 1957, los efectos de la crisis internacional en 1958 y el plan de estabilización monetaria que restringió los créditos, no superaron el patriotismo de los trabajadores de YPFB que mantuvieron el prestigio de la entidad. Pese a la disminución de las brigadas exploratorias, su rendimiento aumentó en un 6.5% por bri-gada. Se registró un mayor número de pozos perforados, al finalizar este año, se terminó de construir el oleoducto Sica Sica-Arica y se aumentó la exportación de crudo. Debido a la construcción del Oleoducto Sica Sica-Arica y otras de importancia, se hizo necesario el aumento de personal. La obra más importante fue la conclusión del nuevo edificio de YPFB ubicada en la calle Bueno de la ciudad de La Paz. Esta edificación se levantó en una superficie de 4.967 metros cuadrados y la obra gruesa tiene un volumen aproxima-do de 1.397 metros cúbicos. La obra que demandó un costo de Bs 2.687.851.533 (más de $us 215.394) consta de once pisos con sótanos y azotea. Según la memoria anual de YPFB, en 1960 la estatal petrolera atravesó por una crítica situación financiera que fue arrastrada por un largo tiempo y se produce un estan-camiento en su desarrollo. Se registró menor disponibilidad de divisas, mayores costos de operación, precios bajos de sus productos en el mercado interno y una tardía recuperación de créditos otorgados. “A comienzos de 1961, con el fin de con-trarrestar la caída de producción de Camiri, se vio la necesidad de conseguir un crédito de organismos internacionales como el Banco In-teramericano de Desarrollo (BID), el Eximbank y el Banco Internacional de Fomento y Desa-rrollo para comprar materiales y repuestos para mantenimiento y reacondicionamiento de pozos, para la Planta de Gas, para fractura-miento hidráulico y otros, cuyo monto ascen-día aproximadamente a 2.500.000 $us”.40 Para la aceptación de crédito, YPFB de-bía cumplir con diferentes requisitos como su eficiencia indiscutida y sus métodos de traba-jo altamente calificados, aspectos que fueron acreditados en 1961 por la compañía nor-teamericana De Golyer & Mc Naughton que concluyó: La estatal opera como una empresa petrolera eficiente. En función a este informe favorable, se accedió a un crédito de la International Coo-peration Administratión (ICA) dentro del pro-grama Alianza para el Progreso de Estados Unidos. Sin embargo, la ayuda económica de este organismo sufrió demoras que desvirtua-ron por completo el carácter de urgencia de YPFB, pues los insumos y equipos llegaron a Bolivia entre 1962 y 1965. 40 Ibidem, pág. 71. Construcción de la línea del oleoducto Sica Sica-Arica, Chile. En 1964 se descubrió petróleo y gas en Bulo Bulo, Tatarenda y Naranjillos. En 1966 se perforó el pozo exploratorio Monteagudo-1 de tipo estratigráfico dando buenos indicios de gas y petróleo. El papel de los hidrocarburos y su in-fluencia en el poder económico, motivó a las petroleras de Sud América a agruparse en una organización. Es así que nace la Asistencia Recíproca Petrolera Estatal Latinoamericana (ARPEL) en la que participan todas las empre-sas estatales con excepción de la mexicana PEMEX. Entre los socios fundadores de esta or-ganización petrolera sudamerican destacan la Administración Nacional de Combustible, Alcohol y Portlan (ANCAP) de Uruguay; Corpo-ración Venezolana del Petróleo (CVP) de Vene-zuela; Empresa Colombiana de Petróleo (ECO-PETROL) de Colombia; Empresa Nacional del Petróleo (ENAD) de Chile; Empresa Petrolera Fiscal (EPF) del Perú; Petróleo Brasilero S.A. (PETROBRAS) de Brasil; Yacimientos Petrolí-feros Fiscales (YPF) de Argentina y Yacimien-tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de Bolivia. El ingeniero boliviano Miguel Tejada Velasco fue uno de los primeros secretarios generales de ARPEL, de acuerdo a los regis-tros históricos del archivo la estatal petrolera boliviana. 88 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 89
  • 46. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com La segunda Nacionalización En la década de los años 1960 se produce una nueva ola de nacionalizacio-nes petrolíferas en la región y los militares, que tradicionalmente servían a los intere-ses oligárquicos, se atrevieron a enfrentar-se al poder imperial. El 9 de octubre de 1968, el presiden-te de Perú, Gral. Juan Velasco Alvarado, anunciaba la anulación de la entreguista acta de Talara, la nacionalización de las instalaciones de la refinería de la Brea y Pariñas y la expulsión de la International Petroleum Company. “Juan Velasco Alvarado, había esta-tizado los yacimientos y la refinería de la International Petroleum Co., filial de la Standard Oil de Nueva jersey, en Perú. Ve-lasco había tomado el poder a la cabeza de una junta militar, y en la cresta de la ola de un gran escándalo político: el gobierno de Fernando Belaúnde Terry había perdido la página final del convenio de Talara, sus-crito entre el Estado y la IPC. Esa página Entrada al campamento - Camiri 1967. misteriosamente evaporada, la página once, contenía la garantía del precio mínimo que la empresa norteamericana debía pagar por cru-do nacional en su refinería. El escándalo no terminaba allí. Al mismo tiempo, se había revelado que la subsidiaria de la Standard había estafado a Perú más de mil millones de dólares, a lo largo de medio siglo, a través de los impuestos y las regalías que había eludido y de otras variadas formas de fraude y corrupción”.41 Un reportaje del influyente periódico parisiense Le Mondé, citado por el matutino Presencia, hace referencia al contagio de la expropiación del petróleo de América Latina. El juego de dominó temido en 1969 por el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, había empezado y el ejemplo dado por los mi-litares peruanos y bolivianos iba a extenderse a otros gobiernos latinoamericanos. La me-dida asumida en Bolivia fue considerada por el senador demócrata estadounidense, Frank Church como una nueva prueba del fracaso de la política latinoamericana de Washington. La Bolivian Gulf Oil Company ingresó a Bolivia al amparo del Código del Petróleo el 23 de mayo de 1956, mediante la suscripción de contratos de financiación de oleoductos y contratos de operación conjunta con YPFB para exploración y explotación en áreas pro-badas petrolíferas de jurisdicción de la estatal petrolera. Una vez asentada en el país, esta com-pañía buscó la salida de YPFB del mercado in-terno, pues el contrato de riesgo compartido dejó a la estatal petrolera sin participación porque la exploración de un millón y medio 41 GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, Ed. Siglo XXI, México, 1971, pág. 269. de hectáreas era exclusivamente de la Gulf Oil a un costo de 80 centavos por hectárea. YPFB únicamente recibía una regalía del 11% y un impuesto único del 19%; es decir, recibía solamente un 30% de la producción bruta. Quedaba claro que contra lo acordado no se trataba de un contrato de riesgo com-partido donde se les exigía inversión, sino era una concesión ordinaria para explotación de pozos. La protesta popular se desató por las condiciones en que operaba la Gulf y, parale-lamente, comenzó a registrarse un descenso en la producción que se ubicó en 22% por de-bajo de la demanda del mercado interno. Esa situación obligó a la estatal petrolera a importar petróleo desde Argentina, previa instalación de un oleoducto entre Caranda y Santa Cruz para transportar 26 MMC de crudo adquirido de la Gulf. YPFB también firmó un contrato con la Dowell Schlumberg, compa-ñía que empleó un método de fracturamiento hidráulico en Camiri permitió elevar este volu-men en 100 MMC aunque el agotamiento de los campos era irreversible. A fin de viabilizar créditos, la estatal pe-trolera fue sometida a la injerencia de Nacio-nes Unidas bajo la figura de la asistencia téc-nica. Esta intromisión acrecentó la corrupción, el nepotismo, la discontinuidad en la gerencia, los cambios de personal, la influencia política y, por ende, se inició el proceso de descapita-lización de la empresa y el agotamiento de sus reservas. Más allá de eso, los resultados con la Gulf también mostraron un panorama des-alentador, pues hasta 1965 la compañía es-tadounidense había extraído 220 millones de barriles por un valor de 360 millones de dólares, de los cuales el Estado apenas se 90 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 91
  • 47. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com benefició con 39 millones de dólares por con-cepto de regalías. Las sucesivas ventajas que las distintas administraciones gubernamentales habían aprobado a favor de la Gulf, acrecentó el des-contento el malestar de diferentes sectores de la sociedad civil y alentó su rechazo firme y desaprobación popular hacia las políticas pe-troleras entreguistas. Las acciones censurables de la Gulf bajo la lógica de su “acostumbrada política basada en la coima y el fraude”, afectaron directamente a las arcas del Estado e involu-craron a sus propios administradores. La com-pra por 22.000 dólares de los estudios de pros-pección de Colpa y Caranda elaborados por YPFB y la presión que ejerció en el gobierno del MNR para que se construyera un oleoduc-to entre Sica Sica y Arica, Chile y se inmovili-zaran 16 millones de dólares en una tubería que permaneció 10 años sin prestar servicio, fueron acciones que no se comprendieron. Años después se supo que la Gulf Oil había usado clandestinamente ese oleoducto para contrabandear petróleo boliviano hacia Chile con ganancias superiores a los 40 millones de dólares. Ante este panorama desolador, brotaron sentimientos de rechazo contra la Gulf en el pueblo y en esferas del Estado. Tras la muerte de René Barrientos a principios de 1969, en uno de los helicópteros que le había obse-quiado precisamente la Gulf, por decisión de las FFAA, asumió la presidencia de la Repúbli-ca el Gral. Alfredo Ovando Candia, quien con-formó un nuevo gobierno (1969-1970) con la participación de reconocidas figuras de iz-quierda, y Petróleo. por este gobierno, fue decretar la derogación del Código del Petróleo, el 26 de septiembre de 1969, “por ser contrario a los intereses nacionales”, como paso previo a la más im-portante El Ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga Santa Cruz denunció la presión del imperialismo sobre el negocio del petróleo nacional. Las primeras manifestaciones sociales en Bolivia contra la transnacional Gulf Oil Co. entre las que sobresalió Marcelo Qui-roga Santa Cruz, nombrado ministro de Minas Una de las primeras medidas asumidas medida en su corto período guber-namental. La Gulf reaccionó paralizando la ex-portación del crudo boliviano desde el puerto 92 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 93
  • 48. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com chileno de Arica y el Banco Mundial dejó sin efecto un préstamo ya concedido a Bolivia. La administración de Ovando autodenominada revolucionaria, convocó a obreros, campesinos y estudiantes para que, mediante la conformación de un frente de acción único, gobierno y sectores pro-gresistas pudieran devolverle al país la administración del petróleo para beneficio propio. El entonces ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga Santa Cruz, considerado como uno de los artífices en la nacionali-zación de la Gulf, denunciaba ante los medios de información una presión imperialista por parte de la compañía norteamericana contra el gobierno revolucionario del Gral. Alfredo Ovando Candia. La acusó de ejercer a través del Banco Mundial, chantaje de orden político y Ovando lee el decreto de nacionalización de la Gulf. (Presencia 1969) “A Bolivian Gulf no se le pagará ni un centavo de indemnización por el gas ni por el petróleo, porque ambas riquezas son del pueblo boliviano. Tampoco se pagará indemnización alguna por las inversiones que la compañía hubiera efectuado en el país, ya que no nos interesan los gastos en que hubiera incurrido. El problema se reduce a cancelar el monto relativo al activo fijo que la empresa petrolera deja en Bolivia, vale decir, indemnizarla por la maquinaria y vehículos que se queda-rán en el país, por sus bienes inmuebles, bombas y plantas de reinyección”. Marcelo Quiroga Santa Cruz. El entonces Ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga Santa Cruz firma el Decreto de Nacionalización de los Hidrocarburos (17 de octubre de 1969). 94 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 95
  • 49. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com económico para evitar realizar una labor re-volucionaria en materia de hidrocarburos, se trataba del gasoducto Santa Cruz-Yacuiba que en un 50% iba a ser financiado por el organis-mo multilateral. El entonces ministro Quiroga Santa Cruz aseguró que personalmente defi-nió una política petrolera en bien del país y que correspondía al gobierno su ejecución. Luego de recibir el apoyo absoluto de las Fuerzas Armadas, el viernes 17 de octubre de 1969, a horas 19:15 el gobierno revolucio-nario del Gral. Alfredo Ovando Candia emitió un Decreto en el Salón de los Espejos de Pa-lacio de Gobierno que establecía la reversión al dominio del Estado boliviano de todas las concesiones otorgadas a la Bolivian Gulf Oil Company y la nacionalización de todas sus ins-talaciones, inmuebles, medios de transporte, estudios, planos, proyectos y todo otro bien, sin excepción alguna, además de la entrega de las mismas a YPFB. Paralelamente, se procedió a la toma mi-litar de las oficinas de la Gulf en La Paz y a la ocupación, por parte de las tropas del ejército, de los pozos petroleros de Colpa, Caranda y Río Grande en Santa Cruz. “Ha concluido para los bolivianos el tiempo del desprecio”, afirmaba el Presiden-te de la República, Alfredo Ovando Candia, en aquella oportunidad, en un mensaje dirigido a la nación, minutos después de firmar el decre-to supremo de nacionalización de la Gulf. “Compatriotas: En esta hora decisiva para el destino de Bolivia, me dirijo a todos los bolivianos, sin diferencias regionales ni distin-ciones de partido porque sé que al llamado de la patria acudirán todos haciendo un frente co-mún en defensa de Bolivia. El Gobierno Revo-lucionario ha dictado un decreto por el que el Estado recupera al fin las concesiones que tan ominosamente se otorgaran a la Bolivian Gulf Oil Company y por el cual además, se nacio-nalizan todos sus bienes. Esta determinación tomada después de un profundo análisis de la situación planteada por esa empresa, cuyas actividades estaban normadas en desmedro del país por el Código del Petróleo redactado en su integridad por abogados extranjeros a quienes solamente movía el interés privado”,42 expresaba Ovando Candia en un mensaje a la nación. “El gas boliviano que en un 90% se halla-ba bajo el dominio de la Bolivian Gulf Oil Co., servirá ahora para adelantar vigorosamente el desarrollo de nuestras refinerías y de la si-derurgia que pondrá en marcha con carácter prioritario el Gobierno Revolucionario. Al pro-pio tiempo estamos tomando las previsiones necesarias para que el contrato de venta de gas a la república Argentina, y la previa cons-trucción del gasoducto a Yacuiba, no sufran interferencias ni dilaciones (…) Vigorizaremos a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, la empresa tan querida por el pueblo bolivia-no, que vio en ella, desde el momento de su creación, tres décadas, la voluntad de afir-mación del país y el instrumento para la de-fensa de esta fuente de energía. En el curso de los últimos años, se había producido una paulatina descapitalización de YPFB dejando a la empresa del Estado en una posición subal-terna y mediatizada frente a la Bolivian Gulf Oil. Para bien del país esta situación cambiará fundamentalmente a partir de este momento. Impulsaremos a la empresa del Estado, no so-lamente para que avance en todos los campos de la prospección y la explotación del petróleo y del gas, sino también para que asegure en favor de Bolivia los beneficios de la industria 42 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. Con información de YPFB la Gulf descubrió grandes campos petrolíferos en Bolivia. petroquímica en sus múltiples campos”, 43 añadía el mensaje de Ovando Candia. Antes de que tome el poder, aproxima-damente 15 días, “Ovando había jurado que nacionalizaría la Gulf, ante un grupo de inte-lectuales nacionalistas; había redactado el de-creto, lo había firmado, lo había guardado, sin fecha, en un sobre. Y cinco meses antes, en el Cañadón del Arque, el helicóptero del gene-ral René Barrientos había chocado contra los cables de telégrafo y se había ido a pique. La imaginación no hubiera sido capaz de inventar una muerte tan perfecta. El helicóptero era un regalo personal de la Gulf Oil Co.; el telégrafo 43 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. pertenece, como se sabe, al Estado. Junto con Barrientos ardieron dos valijas llenas de dinero que él llevaba para repartir, billete por billete, entre los campesinos, y algunas metralletas que no bien prendieron fuego co-menzaron a regar una lluvia de balas en torno del helicóptero incendiado, de tal modo que nadie pudo acercarse a rescatar al dictador mientras se quemaba vivo”.44 Durante medio siglo el pueblo boliviano se vio sometido al yugo de las grandes empre-sas del estaño. El entonces Presidente de la Re-pública había herido la cabeza de penetración 44 GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, Ed. Siglo XXI, México, 1971, pág. 267 96 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 97
  • 50. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com del imperialismo y consideraba que la compañía norteamericana más poderosa en Bolivia alcanzó un predominio económico y polí-tico semejante al de los Barones del Estaño, pues las condiciones en que operaba y los enormes beneficios que tenía, convirtieron a la transnacional en un nuevo “Súper Estado” capaz de distorsionar el desarrollo económico del país. “A la Gulf no se le pagará ni un centavo de indemnización por el gas ni por el petróleo, porque ambas riquezas son del pueblo bolivia-no. Tampoco se pagará indemnización alguna por las inversiones que la compañía hubiera efectuado en el país, ya que no nos interesan los gastos en que hubiera incurrido. El problema se reduce a cance-lar el monto relativo al activo fijo que la empresa petrolera deja en Bolivia, vale decir, indemnizarla por la maquinaria y vehículos que se quedarán en el país, por sus bienes inmuebles, bombas y plantas de reinyección”. 45 “Ahora sí podemos decir que la sangre derramada en las arenas del Chaco y la que corrió en los treinta últimos años buscando un camino de liberación para el pueblo boliviano no fue derramada en vano”, 46 complementaba Ovando. Una vez difundido el decreto de nacionalización, en algunos sectores del país se empezó a temer por una devaluación de la mo-neda. Sin embargo, esta presunción no tuvo eco en las estructuras gubernamentales, donde la preocupación central era la nacionaliza-ción de la compañía internacional. Pese a ello y precautelando la eco-nomía del pueblo, el Consejo de Ministros del régimen de Ovando decretó feriado bancario. YPFB emitió un comunicado de prensa en el que informa que su personal técnico asumió el control de los campamentos y campos productores ubicados en Cochabamba y Santa Cruz, y que el bombeo de crudo por el oleoducto Sica Sica – Arica se efectuaba normalmen-te bajo el control y supervisión de la estatal petrolera. En otra nota solicitada en la prensa, YPFB, manifestó con orgu-llo su satisfacción por la nacionalización de Bolivian Gulf Oil Company, lograda mediante una trascendental e histórica determinación del Gobierno Revolucionario. El comunicado agrega que la recuperación de la riqueza petrolífera del país tiene por meta lograr la indepen-dencia económica de Bolivia con dignidad y soberanía. Además, YPFB se compromete a redoblar esfuerzos para aportar positivamente al engrandecimiento de la patria. 45 TAHBUB, Marwab, Las transnacionales no son socias, Ed. CEDIB, La Paz – Bolivia, SA, pág. 240. 46 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. Gral. Juan José Torres y Marcelo Quiroga Santa Cruz 1969. 98 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 99
  • 51. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Día de la dignidad nacional Desde los balcones de Palacio de Gobier-no el Gral. Alfredo Ovando Candia proclamó el 17 de octubre como “Día de la Dignidad Nacio-nal “ ante una multitud que se congregó en Pla-za Murillo para expresar su júbilo por la medida asumida. “La Nacionalización de la Gulf no es obra de nadie individualmente. El decreto fue escri-to por la sangre del pueblo boliviano”, 47 afirma-ba Quiroga Santa Cruz tras invocar el espíritu juvenil para evitar divi-siones que buscaría la oligarquía y el imperia-lismo. Al encomendar al Gobierno la nacio-nalización de la Boli-vian Gulf, las Fuerzas Armadas asumieron plena responsabilidad de esta medida. En un comunicado difundido, las Fuerzas Armadas de la Nación, por con-ducto de su Capitán General y del Alto Mando Militar en cumplimiento del punto N° 1 del Mandato Revolucionario del 26 de septiem-bre que señala la responsabilidad de asegurar la soberanía de la Nación sobre las fuentes de producción del país y, en resguardo de recupe-rar las riquezas naturales enajenadas en condi-ciones lesivas al interés nacional y frente a la confabulación foránea y antinacional desatada 47 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. para impedir la continuidad del proceso re-volucionario, encomendaron al Gobierno la nacionalización de Bolivian Gulf Oil Company y asumieron responsabilidad por esta medida revolucionaria. La estatización de la compañía privada provocó un estallido de júbilo y de sentimiento nacional en todo el país. “Ahora o nunca fue el slogan que constantemente se vino repitien-do por las emisoras locales acompañadas de la música del himno nacional. Desde que fue conocida la inter-vención y se supo que las Fuerzas Armadas estaban controlando todas las pertenen-cias de Gulf, el país estaba prácticamente paralizado, esperando el próximo paso del gobierno”.48 Según el matutino católico Presencia, la medida estuvo precedida de consultas entre ministros de Estado y medidas de emergencia para evitar cualquier sabotaje a las instalacio-nes de la compañía. Posteriormente, el mi-nistro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga Santa Cruz instruyó que un grupo de técnicos de YPFB partiera inmediatamente a Santa Cruz con la finalidad de asumir el control técnico de las instalaciones operativas. 48 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 17 de octubre de 1969. (Presencia) 100 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 101
  • 52. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Cuantiosas pérdidas para la Gulf La nacionalización significaba el cese de beneficios para la compañía norteamericana por un monto equivalente a $us 1.500 millo-nes calculados en reservas en territorio boli-viano, además de la recuperación a precios de 1969, de $us 3.000 millones en reservas gasí-feras y de 600 millones de dólares en reservas petroleras, según cálculos del gobierno. Tras el anuncio, funcionarios de la Gulf abandonaron sus oficinas en La Paz, ubicadas en un edificio de la Avenida Mariscal Santa Cruz, que fue intervenida por las FFAA al man-do de su Comandante en Jefe, Gral. Juan José Torres. Entretanto, los oficiales de carabineros vigilaron las dependencias y archivos a fin de evitar la salida clandestina de documentación. A raíz de esta medida, desde Washing-ton, el presidente del Concejo de la Gulf Oil, E.D. Brockett, preconizó la aplicación de la en-mienda Hickenlooper por la no compensación de las propiedades de la compañía nacionali-zada. Esta Enmienda (Ley de Ayuda Extranje-ra) fue aprobada por el Congreso americano como Ley Pública en 1964. El Gobierno boliviano a través del minis-tro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga San-ta Cruz, calificó esta petición como “insolente”, pues la Gulf consideró a Bolivia como una de sus “colonias” y jamás pensó que era una re-pública independiente. Sin embargo, la Gulf no se quedó de brazos cruzados porque sus intereses econó-micos fueron seriamente afectados pero no así su inmenso poder de influencia con el que contraatacó. Ni bien se oficializó la nacionalización de esta compañía y sus bienes, ésta se ocupó de que se cerraran los mercados internacionales para Bolilvia y se bloquearan los accesos de los yacimientos al circuito de distribución de crudo en el mundo. El cese de actividades del yacimiento de Río Grande y su posterior calu-sura fueron, entre otras cosas, las consecuen-cias directas de la arremetida emprendida por la transnacional. También se suspendió el crédito del Banco Mundial (BM) para la construcción del gasoducto a la Argentina que había sido garantizado por la Gulf. Una comisión de mi-nistros se trasladó a Buenos Aires a fin de evi-tar mayores perjuicios y tratar de lograr que el gobierno argentino levante el bloqueo de los materiales y equipos que se iba a emplear en el gasoducto. Se negociaron nuevos plazos para la venta de gas y se buscó el cambio de garante para el crédito del ente multilateral. Esta administración gubernamental con-trató a la compañía francesa Geopetrole para que haga la evaluación del monto indemniza-torio de los bienes de la Gulf. Enrique Mariaca, aclara este pasaje his-tórico de la siguiente manera: “Para resolver el tema del embargo petrolero que sufría Bo-livia y el préstamo financiero de 25 millones de dólares que se requerían para garantizar la construcción del gasoducto a Argentina, (Marcelo) Quiroga Santa Cruz mandó una co-misión de negociación a España en la que me incorporó, junto con el Presidente de YPFB. En España se había creado una empresa petrole-ra del Estado, pero con muy poca experiencia técnica y capacidad económica. Si bien Quiroga Santa Cruz tenía la espe-ranza de que esta compañía podía ayudarnos con el financiamiento del gasoducto, cuya inversión era de 50 millones de dólares –25 financiados por el Banco Mundial y 25 por el Banco Morgan de la Gulf, que al ser naciona-lizada se habían perdido– las negociaciones no prosperaron debido a la falta de capacidad financiera de la empresa española para rea-lizar un préstamo de tal magnitud. Por estos motivos, la comisión gubernamental tuvo que regresar a Bolivia sin el objetivo alcanzado. El Ministro Quiroga Santa Cruz renunció a su mandato tiempo después. La situación de falta de financiamiento y em-bargo petrolero se mantuvo vigente hasta la sucesión del General Juan José Torres, en octubre de 1970. Durante este mandato fui nombrado Ministro de Hidrocarburos para re-solver los problemas con la Gulf Oil Company, que exigía una indemnización por las inversio-nes realizadas durante el tiempo de su conce-sión. Es así que organicé una comisión para viajar a Estados Unidos para negociar con la Gulf Oil Company, solicitando, paralelamente, la intermediación del Banco Mundial. De igual forma, en ese viaje se iba a so-licitar al Banco Interamericano de Desarrollo el financiamiento faltante para la culminación del gasoducto a Argentina. Afortunadamente, la solicitud de intermediación fue aceptada por el Banco Mundial y se llegó a un acuerdo de indemnización por un monto de 78 millo-nes de dólares a favor de la Gulf Oil Company, sin intereses y pagaderos en un plazo de 15 años, con los recursos provenientes de la co-mercialización de la producción de los campos Colpa, Caranda y Río Grande. De acuerdo a Alvaro García Linera, la indemnización por la nacionalización de la Gulf Oil Company el año 1969, de más de 78 millones de dólares, que al valor actual, fácil-mente equivaldría a más de 447 millones de dólares.49 Mariaca precisa que Durante esta nego-ciación, la compañía solicitó que estos cam-pos sean administrados por una compañía petrolera norteamericana, proposición in-aceptable para el gobierno boliviano. Lo que sí aceptamos fue la creación de un fideicomi-so en Buenos Aires para garantizar el pago de la indemnización acordada y lograr el desem-bargo petrolero. Con relación al financiamiento solicitado para la culminación del gasoducto a la Repú-blica Argentina, el mismo fue aceptado por el Banco Interamericano de Desarrollo, logran-do restablecer las actividades de construcción del gasoducto.50 49 GARCÍA LINERA ALVARO. El Onegismo, enfermedad infantil del derechismo en Bolivia. Pag. 42. 50 MARIACA ENRIQUE, Nacionalizaciones de Hidrocarburos en Bolivia. Memorias de Enrique Mariaca. Pag. 14 y 15. 102 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 103
  • 53. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com La multinacional exigió una indemni-zación de más de 150 millones de dólares al gobierno revolucionario. Éste presionado por la situación que atravesaba toda la cadena de producción de los yacimientos recién nacio-nalizados, se desdijo de su medular compro-miso de no pagarle ni un centavo a la Gulf y, a través de contratos con organismos interna-cionales viabilizó el mismo. En septiembre de 1970, se promulgó el Decreto para el pago de la indemnización a la Gulf, monto que la compañía Geopetrole había establecido en $us 101.098.961 dóla-res. De este monto total se dedujo como im-puesto único el 22% quedando en 78.622.171 dólares por concepto de indemnización, suma que se pagaría con el 25% de la producción de los campos nacionalizados: Colpa, Caranda y Río Grande y en un lapso máximo de 20 años, sin embargo, este tiempo se redujo a menos de nueve años. Las negociaciones sobre el monto indemniza-ble, el tiempo de pago y otros aspectos inhe-rentes a la construcción del gasoducto y de las plantas de gas de esos campos producto-res de hidrocarburos, dieron lugar a aprecia-ciones y especulaciones de toda índole que fueron aprovechados por los medios de presa interesados en desprestigiar al gobierno y a la estatal YPFB. Gulf exigió la aplicación de la Enmienda Hickenlooper que ya entonces protegía los capitales transnacionales (Presencia 1969). Ejecutivos de la Gulf abandonan sus oficinas, fue tras la nacionalización decretada. 104 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 105
  • 54. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Nacionalización respaldada por diferentes sectores Varios fueron los sectores sociales que respaldaron con beneplácito la medida histó-rica asumida por el gobierno del Gral. Alfredo Ovando Candia, por el cual se nacionalizó los bienes de la Bolivian Gulf Oil, entre los que destacan trabajadores petroleros, universita-rios, mineros, asociación de ganaderos, chófe-res, maestros, gremiales, abogados, médicos, empleados públicos, partidos políticos y pue-blo en general. La Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia a la cabeza de su enton-ces secretario ejecutivo, Manuel Ayllón Ocam-po, emitió un comunicado al pueblo boliviano en el que sostiene que mediante nota N° 109- 69 dirigida al Gral. Alfredo Ovando Candia de 9 de octubre de 1969 ya habían pedido la nacio-nalización de Bolivian Gulf Oil como imperati-vo urgente de la recuperación de las riquezas naturales en beneficio del país. “Los trabajadores petroleros fiscales de Bolivia nos complacemos y recibimos con en-tera satisfacción y felicidad para el pueblo de Bolivia íntegro, ya que esto significará la libe-ración económica del país (…) Hemos insisti-do los trabajadores petroleros que debemos hacer una revolución verdaderamente pro-gresista, caracterizándonos como defensores eternos de nuestras riquezas naturales (…) Desde la realización del 5° Congreso de Traba-jadores Petroleros de Bolivia, llevada a cabo en la Capital de la República en 1958, hemos solicitado al Supremo Gobierno la sustitución del Código Davenport y que en ediciones de la prensa nacional y extranjera han sido publica-dos hemos sido subestimados, pero ahora nos enorgullecemos de haber luchado por una causa justa que significará para el pueblo boli-viano su verdadera liberación” 51, menciona el comunicado de los trabajadores del oro negro. La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) por medio de su Consejo Universi-tario expresó su complacencia y apoyó esta medida, pero sin indemnizar a la Gulf y para evitar cualquier bloqueo económico, deman-dó al gobierno establecer relaciones con todos los países socialistas. “La nacionalización de la Gulf no es una medida extremista, sino es una medida liberal que tiene que ser comple-mentada con el manejo y la administración del petróleo y el gas en beneficio y en interés del pueblo boliviano”, se menciona en un comuni-cado de esa época. La Federación Sindical de Chóferes 1 de Mayo también respaldó esta nacionalización y los choferes se consideraron soldados dis-puestos al combate contra el imperialismo en 51 PRESENCIA, 19 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. Mensaje de los trabajadores petroleros tras la Nacionalización de la Gulf. (Presencia) 106 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 107
  • 55. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Respaldo masivo de sectores sociales a la nacionalización de la Gulf. ese momento crucial e histórico para el país. Pidieron que se prosiga con estas medidas y dijeron que era el turno de la South American Placers que exportaba cientos de toneladas de oro de Teoponte sin ningún beneficio para la nación. Por su parte, la Asociación de Ganade-ros de Santa Cruz, en una solicitada de prensa, apoyó sin reservas este proceso porque signi-ficó la recuperación de la soberanía sobre la riqueza petrolífera del país. Brindó su incon-dicional adhesión moral y respaldo material al Gobierno Revolucionario e indicaron que confían plena y categóricamente en la entidad fiscal del petróleo. La Confederación Médica Sindical de Bo-livia tomó con alborozo la reconquista para el patrimonio nacional de una parte importante de la riqueza natural como son los hidrocar-buros. Consideraron que durante la nefas-ta influencia del capital foráneo por mucho tiempo se desvió el progreso y se corrompió a gobernantes contribuyendo a que sea sepul-tada para siempre el despertar de un pueblo resuelto a defender sus riquezas. La Federación Nacional de Maestros Ur-banos de Bolivia también manifestó su plena identificación con la reversión al patrimonio nacional del petróleo y del gas, detentados anteriormente por intereses extranjeros. Dis-pusieron que todos los maestros del país ex-pliquen a la juventud boliviana los alcances y beneficios de esta medida trascendental. Los partidos políticos de la época tam-bién expresaron su apoyo a la nacionalización de la Gulf. El entonces presidente del Partido Demócrata Cristiano, Benjamín Miguel, “con-sideró que la medida beneficia al pueblo boli-viano y se cumplió con uno de los anhelos más caros siempre y cuando la nacionalización se efectivice sin pago de ninguna indemnización”. 52 A ello se sumaron con muestras de apo-yo el jefe del PIR, Ricardo Anaya; el dirigente del Partido de la Revolución Boliviana, Edwin Tapia Frontanilla; además del Comité Ejecuti-vo Nacional del Movimiento Popular Cristiano, el Partido de la Revolución Nacional, Falange Socialista Boliviana, Partido Comunista Peki-nés, MNR, entre otros. En este gobierno, el cargo de Presidente Ejecutivo de YPFB fue suprimido, quedando el Ministro de Energía e Hidrocarburos, automá-ticamente posesionado como presidente del directorio de la empresa. Con la firma de un documento que viabi-liza el pago, se ponía fin a una histórica aven-tura que apostaba por el cambio. Con esta nacionalización se terminó con 13 años de saqueo y se expulsó a la Gulf Oil Company. Los beneficios para el país de la nacionaliza-ción de la Gulf impactaron en la economía na-cional pues Bolivia dejó de comprar petróleo a una empresa extranjera, ganó reservas gasí-feras y petrolíferas que entonces se estimaron en el orden de 5 mil millones de dólares, ade-más se recuperó el mercado argentino para la compañía nacional YPFB. 52 PRESENCIA, 18 de octubre de 1969, La Paz – Bolivia. 108 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 109
  • 56. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com DECRETO SUPREMO N° 08956 D.G.R. N° 22 GRAL. ALFREDO OVANDO CANDIA PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Considerando: Que, por mandato de la Constitución Política del Estado de 1967, declarada en vi-gencia por el Gobierno Revolucionario, “Los yacimientos de hidrocarburos, cualquiera que sea el estado en que se encuentren o la forma en que se presenten, son del dominio directo, inalienable e imprescriptible del Es-tado. Ninguna concesión o contrato podrá conferir la propiedad de los yacimientos de hidrocarburos. La exploración, explotación, comercialización y transporte de los hidro-carburos y sus derivados, corresponden al Estado”; Que, por mandato de la misma Carta Magna “El régimen económico propenderá al fortalecimiento de la independencia na-cional y al desarrollo del país mediante la defensa y el aprovechamiento de los recur-sos naturales y humanos en resguardo de la seguridad del Estado y en procura del bien-estar del pueblo boliviano”; Que, la misma Carta fundamental del Estado establece que, “No se permitirá la acumulación privada de poder económi-co en grado tal que ponga en peligro la in-dependencia económica del Estado”; Que, el citado cuerpo de leyes pres-cribe que, “Todas las empresas estableci-das para explotaciones, aprovechamiento o negocios en el país se considerarán na-cionales y estarán sometidas a la soberanía, a las leyes y a las autoridades de la Repú-blica”; Que, la empresa boliviana Gulf Oil Company se ha constituido en un nuevo SUPERESTADO, que dispone de un poder económico y político superior al del Estado boliviano, incompatible con el principio y la práctica de la soberanía nacional; Que, los Mandatos Revolucionarios que, en nombre del pueblo de Bolivia, han dado las Fuerzas Armadas de la Nación a este Gobierno, señalan el deber de “Ase-gurar la soberanía de la Nación sobre las fuentes de producción del país. En resguar-do de este objetivo, recuperar las riquezas nacionales”; Que, el Gobierno Revolucionario ha derogado el Código del Petróleo, norma legal reguladora de la explotación de los hidrocarburos nacionales redactada por abogados dependientes de las empresas petrolíferas privadas extranjeras e impues-tas al país a través de gobiernos seudo-nacionalistas para asegurara la empresa Bolivian Gulf Oil Company un margen de utilidad y de impunidad que comprometen gravemente el interés económico y la dig-nidad nacional; Que, el pueblo boliviano, en todas sus actividades y sectores sociales ha tomado conciencia de la necesidad de proceder a la nacionalización de los bienes de Bolivian Gulf Oil Company, y ha exigido la adopción inmediata de esta medida; CON EL DICTÁMEN AFIRMATIVO DE LOS MINISTROS DEL GOBIERNO REVOLU-CIONARIO. DECRETA: ARTÍCULO 1.- La reversión al Estado de to-das las concesiones otorgadas a BOLIVIAN GULF OIL COMPANY, y la nacionalización de todas sus instalaciones, inmuebles, medios de transporte, estudios, planos, proyectos y todo otro bien, sin excepción alguna. ARTÍCULO 2.- El inmediato control, por las Fuerzas Armadas de la Nación, de todos los campos, instalaciones y demás pertenen-cias de BOLIVIAN GULF OIL COMPANY. ARTÍCULO 3.- Yacimientos Petrolíferos Fis-cales Bolivianos (Y.P.F.B.) intervendrá inme-diatamente en el control técnico y adminis-trativo de las instalaciones y pertenencias de Bolivian Gulf Oil Company, bajo la direc-ta dependencia y fiscalización del Ministe-rio de Minas y Petróleo. ARTÍCULO 4.- La formación de una comisión presidida por el Ministerio de Minas y Pe-tróleo, e integrada por un representante de las Fuerzas Armadas, un representante del Ministerio de Hacienda, un representante de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia-nos, un representante de la Dirección Ge-neral del Petróleo y un representante de la Confederación de Trabajadores Petroleros, la misma que, con el asesoramiento técni-co que requiera, establecerá el monto, con-diciones y términos de la correspondiente indemnización. ARTÍCULO 5.- La continuidad de las activi-dades de YABOG, en cuanto persona jurí-dica beneficiaria del crédito otorgado por el Banco Mundial y por el New York State Common Retirement Fundo para el tendido del gasoducto Santa Cruz-Yacuiba y los ra-males respectivos, entidad que con el aval y respaldo del Estado, asume la totalidad de las obligaciones emergentes de dicho crédito y la suma de las acciones, derechos y obligaciones contraidos por el acuerdo de venta de gas a la República Argentina. ARTÍCULO 6.- Quedan salvados los dere-chos reconocidos por el Código del Petróleo derogado, en favor de los departamentos productores de hidrocarburos, y asegurada, en su beneficio, la percepción de regalías departamentales definidas por la norma le-gal citada. Asimismo se reconoce en favor 110 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 111
  • 57. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com de los departamentos productores, la re-cepción de gas a precio cero en los volúme-nes y condiciones establecidos por disposi-ciones legales en vigencia. ARTÍCULO 7.- La permanencia y el reconoci-miento de su antigüedad y de todos los be-neficios sociales que de acuerdo a Ley les correspondieran, de todos aquellos obre-ros, empleados y técnicos, tanto nacionales como extranjeros, que prestan servicios en la empresa BOLIVIAN GULF OIL COMPANY y que manifiesten su intención de continuar trabajando en la empresa nacionalizada. El Gabinete en pleno del Gobier-no Revolucionario queda encargado de la ejecución y cumplimiento del presente Decreto, con la garantía y respaldo de las Fuerzas Armadas de la Nación. Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los diecisiete días del mes de octubre de mil novecientos sesenta y nueve años. FDO. GRAL. ALFREDO OVANDO CAN-DIA, César Ruiz Velarde, Juan Ayoroa Ayo-roa, David La Fuente Soto, Antonio Sánchez de Lozada, Mariano Baptista Gumucio, Jai-me Paz Soldán Pol, Alberto Bailey Gutiérrez, Marcelo Quiroga Santa Cruz, Edmundo Valencia Ibañez, José Luis Roca García, Ma-rio Rolón Anaya, Walter Arzabe Fuenteizas, León Kolle Cueto, Carlos Hurtado, José Or-tíz Mercado, Oscar Bonifaz Gutiérrez, Juan José Torrez G. Régimen de la Ley General de Hidrocarburos En la década de 1970, un grupo de mili-tares pidió la salida de Ovando y en el comien-zo de esa década se desató una crisis que de-rivó en un golpe de Estado en el que el Gral. Juan José Torres derrocó a Ovando. Apoyado por universitarios, mineros y obreros, Torres tomó el poder y mantuvo la política nacional revolucionaria de su prede-cesor. Alfredo Ovando. Pero 10 meses después, 19 de agosto de 1971, el coronel Hugo Banzer Suárez consoli-da el golpe de Estado contra el general Juan José Torres, imponiendo un régimen dictato-rial. En su gestión demuestra filiaciones polí-ticas que favorecían a los intereses petroleros de Estados Unidos y Brasil. En esta coyuntura, suceden hechos de relevancia para la industria petrolera y YPFB. La estatal desarrolla los campos Mon-teagudo (Chuquisaca), Tatarenda y Naranjillos (Santa Cruz). En contraste sólo se perforaron cinco pozos y únicamente en Los Monos (Tari-ja) se halló algo de hidrocarburos. En 1972 se registró, entonces, la subida del precio mun-dial del petróleo. La nacionalización de la Gulf significó a YPFB 100 millones de barriles has-ta la mitad de los años noventa. AsÍ, el 28 de marzo de 1972, Banzer Suarez lanza otra Ley de Hidrocarburos. Alegando que existía un vacío legislativo, el 28 de marzo de 1972, el régimen dictatorial, mediante Decreto Ley N° 10170, aprueba la Ley General de Hidrocarburos por la cual YPFB pasaba a explorar, explotar, refinar, comercia-lizar e industrializar los recursos hidrocarburí-feros del subsuelo. Con esta normativa Banzer nuevamente desnacionaliza el gas y repone privilegios a las compañías transnacionales. En esa gestiòn, también se firma un acuerdo de venta del energético a Brasil y se inicia la exportación de gas natural a la Argen-tina a través de las contratistas norteamerica-nas Tesoro y Occidental, que en 1974 se bene-ficiarían con el 40% del mercado brasileño. La normativa abolió el régimen de con-cesiones en materia de hidrocarburos e insti-tuyó los contratos de operación y contratos de servicios, lo cual significaba que podía trans-ferir sus actividades petroleras a terceros. Los contratos serían por 30 años, cuatro años de exploración y 26 de explotación en lotes con superficies no mayores a 20 mil hectáreas. Esta Ley además establecía que la pro-ducción del contratista sería entregada en su totalidad a YPFB. De tal producción, la empre-sa estatal retendría los volúmenes necesarios para el pago de los impuestos nacionales y departamentales al precio en boca de pozo. Por este conducto, se asignó a Yacimien-tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos la explora-ción de todo el territorio nacional y la subsi-guiente explotación y aprovechamiento de las áreas petrolíferas y gasíferas de acuerdo a planes específicos determinados. 112 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 113
  • 58. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Asimismo, la ley estipulaba que la pro-ducción del contratista sería entregada en su totalidad a YPFB y que sus operaciones esta-rán sujetas a una regalía departamental equi-valente al 11% y a un impuesto nacional del 19% de la producción bruta en boca de pozo. “De tal producción, la empresa estatal retendría los volúmenes necesarios para el pago de los impuestos nacionales y departa-mentales al precio en boca de pozo. El contra-tista recibiría los volúmenes correspondientes de acuerdo al contrato, pudiendo exportar li-bremente, reduciendo los volúmenes destina-dos al mercado interno. La tasa impositiva se fijaba en 11% de la producción bruta en boca de pozo a favor del departamento productor y se establecía un impuesto nacional del 19%”. 53 Las firmas nacionales de servicios petro-leros gozaban de preferencia y se les obligaba a emplear personal nacional y utilizar bienes materiales producidos en el país. La nueva legislación coincidió con un contexto internacional favorable. En 1973, se registró un crecimiento del desarrollo indus-trial en el mundo lo que derivó en un aumen-to en el precio del barril de petróleo. En ese contexto, la guerra árabe-israelí generó una fuerte tensión entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los países industrializados consumidores del crudo. La crisis mundial del petróleo permitió al país ex-portar excedentes de este producto. Ese año, Bolivia alcanzó una cifra ré-cord de producción de 47.000 barriles diarios. Sin embargo, la inversión de las utilidades fue deficiente, sobre todo en proyectos de 53 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, Págs. 47 - 46. exploración y el interés se volcó a la comercia-lización. Se aumentó el número de oleoductos, se construyeron complejos refineros y ductos que convirtieron a YPFB en la más importante empresa del Estado, tanto por sus actividades como por los aportes económicos que produ-jo. Sin embargo, la inversión de las utilidades fue deficiente, sobre todo en proyectos de ex-ploración; el interés se volcó a la comercializa-ción de los energéticos. Esta norma dio comienzo a la exporta-ción de gas a la República Argentina y permi-tió la llegada al país de 13 compañías extran-jeras que firmaron 20 contratos de operación para explorar y perforar en las zonas poten-cialmente petrolíferas del país. Las exportaciones pasaron de 3 a 12 mi-llones de barriles; empero, la declinación de la producción de los campos y la mayor deman-da del mercado interno obligaron a cesar la exportación en 1978. La empresa ya no podía cumplir sus contratos de venta y debió pagar multas por incumplimiento. Para satisfacer las necesidades de re-finación, en muchos casos YPFB tuvo que comprar petróleo crudo a los concesionarios para procesarlo en sus nuevas plantas. Parale-lamente, se instalaron nuevos oleoductos en el momento en que menguaba la producción, como el de Yacuiba, con un costo de más de 32 millones de dólares El auge de las exportaciones no redundó en beneficios para YPFB debido al derroche de sus utilidades, a la compra de materiales innecesarios y a la mala utilización del equipo de transporte de la empresa. A fines de 1975, ante el incremento de precios en el mercado interno, el gobierno incluyó un nuevo impuesto del 35 por ciento Tanques de almacenamiento de petróleo Campo Caigua. sobre los ingresos de YPFB. Como consecuen-cia, YPFB tenía que pagar el 20 por ciento de sus ingresos sobre la exportación, 19 por cien-to sobre la producción y 11 por ciento para las regalías departamentales. En 1979, YPFB no encontró nuevos ya-cimientos de petróleo significativos. Hubo, en cambio, importantes avances en materia gasí-fera, como la construcción de los gasoductos Monteagudo – Sucre y del altiplano; además del envasado de gas licuado de petróleo (GLP) con plantas engarrafadoras en Oruro y El Alto. A partir de ese año, la producción se desarro-lló a precios subvencionados y sólo tenía por destino el mercado interno. Por si fuera poco, las regalías y los impuestos eran absorbidos por el Estado. “Las inversiones realizadas por estas compañías contratistas, hasta fines de 1979, llegaron a 219,5 millones de dólares y des-cubrieron cuatro nuevos campos: Tita, Techi y Porvenir por parte de Occidental Boliviana y la Vertiente por parte del Tesoro Petroleum. La característica esencial de estos contratos fue el que las compañías ponían el capital de operación a riesgo propio”.54 Entre 1970 y 1979 se descubrieron campos petroleros como Enconada, Palometas, Mon-tecristo, Palacios, Cambeiti, Caigua, El Espino, Vuelta Grande, Espejos y Río Seco. Asimismo, se desarrollaron los campos de La Peña, Santa 54 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 121. 114 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 115
  • 59. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Cruz y Palmar que fueron descubiertas por la Gulf Oil Company. En 1979 se materializa los complejos refineros de Cochabamba y Santa Cruz, ade-más de la planta de lubricantes instalada en Cochabamba. La refinería Guillermo Elder Bell o Palmasola de Santa Cruz inició sus operacio-nes para el mercado interno. En esta década, YPFB continuó su activi-dad exploratoria y se perforaron varios pozos exploratorios en diferentes departamentos como Santa Cruz, Tarija y Oruro. El presidente de facto, coronel Hugo Banzer en la apertura del gasoducto a la Argentina. Hiperinflación, déficit fiscal y recesión La década de los 80 se inauguró con otro golpe de Estado, esta vez protagonizado por el Gral. Luis García Meza. En un contexto de evidente depauperación de la economía, se produjeron los primeros efectos de una infla-ción de imprevisibles consecuencias. Bajo la administración del régimen militar, en YPFB afloró la corrupción de la mano de sus ocasio-nales administradores. Así quedó demostrado, cuando el gobierno dictatorial adquirió con sobreprecio unos equipos de perforación, tras negarse a firmar un contrato con la compañía que había ganado la licitación. En comparación a años precedentes, la actividad exploratoria en 1980 se redujo, sin embargo, se registró el descubrimiento de dos niveles gasíferos en el Campo Caigua (Ta-rija). En este periodo, en total, se perforaron 24 pozos de los cuales nueve fueron explo-ratorios y 15 de desarrollo con un total de 36.063 metros. La producción de petróleo y condensa-do en ese año fue de 1.383.845 metros cúbi-cos. La disminución en un 15.7% con relación a 1979 se debe a una declinación de los cam-pos productivos. En tanto que la producción bruta de gas natural fue de 168.830 MMpcd, 0.7% superior al año precedente. Con el retorno de la democracia y la asunción del gobierno del Dr. Hernán Siles Suazo, en octubre de 1982 la crisis económi-ca llegó al máximo por la mala administración heredada de las dictaduras militares y por desacertadas medidas como la llamada “des-dolarización”. El país se sumergió en una crisis recesiva que disminuyó la actividad industrial, comercial y derivó en una hiperinflación y ola de desocupación. YPFB se vio obligada a vender carburantes a precios inferiores a sus costos, suprimiendo los precios diferenciales que existían en las fronteras. Esto fomentó el contrabando hacia países vecinos. En 1983 la actividad de prospección ex-ploratoria se concretó a trabajos de geología y sísmica. El cumplimiento del programa inicial de perforación exploratoria fue insatisfactorio, pues sólo se tuvo en actividad 11 de 19 po-zos programados. El panorama en explotación fue similar con tendencia a la reducción. La situación en 1984, no experimentó grandes variaciones. Pero, en 1985 se registra una ligera me-joría en las actividades de exploración y desa-rrollo. La perforación de pozos arrojó un cum-plimiento del 72% respecto a lo programado. La producción de petróleo se incrementó en 1.15% con relación a 1984 y la producción bru-ta de gas sólo cayó en 4.4% respecto a similar período. “Para YPFB fueron años negativos. La explora-ción petrolera disminuyó a niveles muy bajos por falta de fondos. La producción declinó. De los 47.293 BPD que se producían en 1974, bajó a 17.565 BPD en 1986. Al finalizar la dé-cada, la producción había repuntado ligera-mente, registrando 19.929 BPD. En el merca-do interno, los productos eran entregados a precios por debajo de sus costos de produc-ción y elaboración, para satisfacer el afán del gobierno de mantener precios políticos”.55 55 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 143. 116 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 117
  • 60. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Oleoducto Campo Caigua. VICTOR PAZ ESTENSSORO (Expresidente de Bolivia y fundador del MNR) Durante su gestión se aprobó el Código Da-venport, instrumento jurídico que abrió nue-vamente las puertas a la inversión extranjera y limitó la participación de la estatal petrolera en áreas de exploración y explotación. 118 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 119
  • 61. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Del 21060 a la capitalización/privatizacion La incapacidad del gobierno de la Unión Democrática Popular (UDP) para solucionar el caos y el desorden, obligó al Congreso Nacio-nal a llamar a elecciones generales con un año de anticipación. Con la frase dramática “Bolivia se nos muere”, en 1985 asume la presidencia por cuarta vez el Dr. Víctor Paz Estenssoro (MNR) e impone una Nueva Política Económica neo-liberal basada en el Decreto Supremo 21060, con el que se inicia la privatización de las em-presas estatales, concentrando la riqueza en unos cuantos y otorgando a las transnaciona-les el liderazgo de la economía. Este instrumento que apertura el libre mercado y el capital extranjero en el país, fue coordinado por el ministro de Planeamiento y Coordinación, Gonzalo Sánchez de Lozada y asesorado una vez más por instituciones financieras estadounidenses. Grupos intere-sados en cambios en el modelo hacia el neo-liberalismo encaramados en los poderes del Estado, provocaron hechos negativos como el fomento a la corrupción en las empresas esta-tales, en la perspectiva de utilizar como argu-mentos que el Estado es mal administrador.56 “El presidente Paz al asumir el gobierno en 1985, se comprometió ante el Departa-mento de Estado (de EEUU) a cumplir con el pago de la deuda externa, a reorganizar -en-tiéndase liquidar- las estatales Comibol y YPFB, y abrir las puertas, de par en par, a las empre-sas norteamericanas que se llevan recursos naturales”. Para la estatal petrolera, este decreto significó su descentralización y la creación 56 SARAVIA, Arturo, Gas y petróleo ¿Y para quién?, SE, Cochabamba – Bolivia, SA, pág. 65. de tres empresas subsidiarias en diferentes sedes: Empresa Petrolera del Oriente (Santa Cruz), Empresa Petrolera del Sur (Camiri) y Empresa de Industrialización y Comercializa-ción de Hidrocarburos (Cochabamba) “En el campo petrolero, el gobierno pre-paró un plan de emergencia tendiente a fre-nar la baja de la producción y las reservas, y a disminuir la quema de gas de alta presión. Para este propósito, se buscó vender el ga-soducto Carrasco-Colpa. Asimismo, aceleró los proyectos de explotación y promovió la inversión. Más tarde concretó el tendido del oleoducto Carrasco-Caranda para el transpor-te de líquidos”.57 El incremento sustancial de precios a raíz del retiro de la subvención a los carburan-tes, destaca como uno de los principales apor-tes de esta normativa para YPFB. Como conse-cuencia de los nuevos precios, YPFB transfirió más del 65% de sus ingresos brutos al Tesoro General de la Nación (TGN) para financiar la salida de la crisis nacional. Durante varios meses de este año, la producción de petróleo condensado experi-mentó un descenso debido a la declinación natural de los campos de campos de explo-tación, sin embargo en el último trimestre se incrementó gracias a la perforación de nuevos pozos de desarrollo de los campos denomina-dos Santa Cruz y La Peña. La estabilización monetaria y la profun-dización de la recesión en el aparato producti-vo nacional caracterizaron el comportamiento de la economía en 1986. 57 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 51. JAIME PAZ ZAMORA (Expresidente de Bolivia) En su administración gubernamental se promulgó la Ley Nº 1194 de Hidrocarburos que relegó a segundo plano a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y constituyó la base para la priva-tización de la industria petrolera nacional. 120 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 121
  • 62. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Jaime Paz y la nueva Ley de Hidrocarburos En 1989 asume la presidencia del país, Jaime Paz Zamora y con el Acuerdo Patriótico dispone restablecer y reconocer la indepen-dencia de libre disponibilidad de la regalía del 1% sobre la producción de hidrocarburos, en favor de los departamentos de Beni y Pando. En noviembre de ese mismo año, se firmó en Buenos Aires, Argentina el acuerdo político “Borrón y Cuenta Nueva” con la fina-lidad de equilibrar la balanza de pagos, pero que era perjudicial para YPFB, pues esa tran-sacción privó a la estatal petrolera acceder a recursos frescos. Se amortizó una deuda de más de 800 millones de Bolivia con la Argen-tina, en parte con los 300 millones de dólares de la deuda que tenía la empresa argentina Gas Estado con YPFB. El campo Vuelta Grande, a fines de 1989, logra producir 3.700 BPD de condensado, 92 MMpcd de gas, 845 BPD de gasolina natural y 182 toneladas métricas por día de gas licuado. Con el proyecto de Vuelta Grande se perfora-ron 26 pozos y se invirtió en total de $us 79,3 millones con recursos de propios de YPFB y del Banco Mundial. En 1990, Paz Zamora aprueba un contra-to de préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por la suma de $us 56,9 millones destinados a financiar el Programa de Desarrollo de Campos Petrolíferos de pro-piedad de YPFB. En agosto de 1990, se produce una crisis petrolera mundial generada por el conflicto en Medio Oriente que influye negativamente sobre YPFB. El precio del barril de petróleo su-bió de 14 a 25 dólares y representaba una san-gría para Bolivia, pues debía pagar el petróleo que compraba a los contratistas, además de impuestos y regalías en base al precio interna-cional del petróleo árabe ligero. Para posibilitar la presencia y el ingreso al país de la inversión extranjera directa, se re-quirió elaborar y aprobar una serie de disposi-ciones legales. Este proceso se inicia durante la administración de Jaime Paz Zamora. El 17 de septiembre de 1990, se aprobó la Ley de Inversiones cuyo fin fue otorgarle a la empre-sa extranjera el mismo tratamiento que reci-ben las empresas nacionales. El 1 de noviembre de 1990, la adminis-tración de Paz Zamora promulgó la Ley Nº 1.194 de Hidrocarburos, la misma que susti-tuía a la de 1972. La nueva normativa otorga-ba garantías a la inversión extranjera petrole-ra y relegó a YPFB a un segundo plano. “Esta ley, que normó el comportamiento de la industria petrolera en el período 1990- 1996, tenía una doble orientación: estatal por-que YPFB podía actuar en las distintas fases de la cadena hidrocarburífera, y privada en el sentido en que generaba condiciones para el Los gobiernos del MIR, ADN y MNR impulsaron leyes hidrocarburíferas en beneficio de las transnacionales y en desmedro de YPFB. ingreso e instalación de empresas transnacio-nales”. 58 La nueva legislación prescribía contratos de operación o de asociación en las fases de exploración y de explotación por un tiempo máximo de 30 años. Las reservas de gas natu-ral pasaron a ser propiedad del Estado en con-formidad con lo que disponía la Constitución Política del Estado. Los hidrocarburos produci-dos se tomaban como propiedad de YPFB y las 58 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 52. empresas contratistas tenían derecho a una retribución que consistía en la participación del 50% de la producción. “La principal conclusión que se extrae de la Ley de Hidrocarburos Nº 1194, vigente has-ta 1996, es que en ella queda explícitamente establecido que el Estado boliviano mantiene los derechos de propiedad sobre los recursos hidrocarburíferos. Respecto de los Contratos de Operación y de Asociación, debe señalarse que arrojaron resultados significativos. Permi-tieron, por una parte, el ingreso de empresas petroleras extranjeras de diverso origen –en 122 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 123
  • 63. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Alfonso Revollo, ex ministro de Capitalización. especial de Estados Unidos y de Brasil– y, por otro, impulsaron el des-cubrimiento de varios campos y yacimientos, entre ellos los de San Alberto y San Antonio. En la actualidad (en 1996), quien ejerce los de-rechos de propiedad sobre estos importantes campos es la empresa brasileña Petrobras, cuya presencia en Bolivia se debe, precisamente, a un Contrato de Operación suscrito con YPFB”.59 Esa norma dictaminaba que las concesiones se otorgarán sólo mediante licitación pública a las empresas que demuestren solven-cia económica y financiera y garanticen la ejecución de las obras con recursos y financiamiento propios dentro del plazo requerido en la convocatoria. La estatal petrolera directamente o mediante invitación públi-ca internacional negoció los Contratos de Operación, de Asociación y su participación en Sociedades Mixtas, promoviendo la concurrencia 59 VILLEGAS, CARLOS, Privatización de la industria petrolera en Bolivia, Ed. Plural, La Paz-Bolivia, 200, pág. 61. Campo San Alberto, ubicado en el departamento de Tarija. 124 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 125
  • 64. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com de ofertas de empresas de probada experien-cia y capacidad técnica y económica. “El área objeto del contrato, dentro del cual el contratista tendrá derecho exclusivo de exploración, a nombre y en representación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, consistirá en una extensión superficial no ma-yor a 1.000.000 de hectáreas en áreas tradi-cionales y 1.500.000 en áreas no tradicionales sin solución de continuidad, que serán deter-minadas por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos en cada caso y dividida en lotes, que no excederán de 20.000 hectáreas cada uno”, según el Artículo 30 de esa Ley. En materia de tributación, la producción de hidrocarburos en boca de pozo estaba suje-ta a una regalía departamental equivalente al 11% de la producción bruta, pagadera en be-neficio del departamento donde se origine la producción; a una regalía nacional compensa-toria del 1% de la producción bruta, pagadera al departamento del Beni en dos tercios y a Pando en un tercio; y a un impuesto nacional equivalente al 19% de la producción bruta. El resultado económico financiero de YPFB refleja una gestión positiva durante 1991 producto de importantes decisiones. Con la nueva normativa del sector, se ingresó a la ex-ploración de áreas no tradicionales con recur-sos de la estatal petrolera y la participación de capitales privados por medio de contratos de operación. En 1992, los resultados financieros de YPFB mostraron una utilidad positiva de 267,3 millones de dólares. Los ingresos obtenidos por ventas permitieron cubrir los aportes pre-vistos al TGN, así como a los departamentos productores por concepto de regalías, consti-tuyéndose la estatal petrolera en el principal sostén de la economía del país. Posteriormente, el 24 de abril de 1992 Jaime Paz promulgó la Ley de Privatización Nº 1330 en la que “se autoriza a las instituciones, entidades y empresas del sector público ena-jenar los bienes, valores, acciones y derechos de su propiedad y transferirlos a personas na-turales y colectivas nacionales o extranjeras, o aportar los mismos a la constitución de nue-vas sociedades anónimas mixtas”. Asimismo, Paz Zamora promulga el De-creto Supremo N° 23116-A, el 25 de abril de 1992, mediante el cual autoriza a YPFB sus-cribir con la empresa YPF S.A. de la República Argentina, el contrato de compraventa de gas natural, en cumplimiento del acuerdo de com-plementación en materia energética celebra-do entre ambos gobiernos, el 20 de marzo de 1992. En la etapa inicial de privatización de YPFB, varios ex funcionarios públicos de aque-lla administración estuvieron implicados en casos de corrupción y fueron serviles a las transnacionales, de acuerdo a las investiga-ciones en el Congreso Nacional y las instancias jurisdiccionales. La Ley de Hidrocarburos 1689 declaró libre la actividad de refinación. Goni, el gas y su “plan de todos” Dos años antes de asumir la Presidencia, el sucesor de Victor Paz Estenssoro, el movi-mientista Gonzalo Sánchez de Lozada, resu-mió sus planes, en un seminario realizado el 14 de junio en la Cámara Boliviano Americana (AMCHAM): “Así como había que privatizar la mayoría de las empresas estatales, debía pro-ducirse una inmediata y radical privatización de YPFB y la sustitución de la Ley de Hidrocar-buros”. En 1993 asume la Presidencia de la Re-pública, Gonzalo Sánchez de Lozada y pone en práctica su oferta electoral denominada “Plan de Todos” que básicamente contempla-ba la creación de 500.000 empleos, no incluir a las empresas estratégicas del Estado en el proceso de privatización, rebajar el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre otros para buscar supuestamente el desarrollo del país. Sin embargo, Sánchez de Lozada más conocido como “Goni” sienta las bases de la apertura neoliberal más salvaje al capital pri-vado transnacional y la “transformación eco-nómica” del país a través de la capitalización de las empresas estatales, calificadas como ineficientes y deficitarias. 126 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 127
  • 65. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com El 21 de marzo de 1994, Sanchez de Lo-zada desde la Presidencia sancionó la Ley de Capitalización N° 1544 y posteriormente creó el Ministerio de Capitalización para encaminar el proceso en las empresas estratégicas del Es-tado YPFB, ENDE, ENFE, LAB y ENTEL. Este objetivo consistió en la búsqueda de una empresa transnacional, que erogase capitales equivalentes al valor en libros o de mercado de la empresa estratégica estatal, bajo la lógica de que tales capitales se invier-tan en la misma empresa. “Normas favorables, alta rentabilidad, mercados cautivos y exclusivos fueron los elementos de atracción de empresas trans-nacionales que capitalizaron a las estatales. Como consecuencia, YPFB fue descuartizada en varias empresas al tiempo que se desvincu-ló totalmente de la cadena de hidrocarburos, entregando sus capacidades de exploración, producción y transporte a capitales privados externos”.60 El gobierno del MNR explicó en su mo-mento que no se trataba de una privatización (venta de empresas públicas a inversionistas privados), sino de una “capitalización” que se caracteriza por la inyección de nuevos capita-les extranjeros o nacionales. Ante los reclamos que comenzaron a gestarse en el país, se ale-gó que este proceso rescataría el patrimonio de los bolivianos al introducir una fórmula que originalmente mantendría el 51% de las acciones de las empresas estatales en manos de los bolivianos y el 49 por ciento en “socios internacionales” que aportarían recursos fres-cos, tecnología, impuestos y alta gerencia para administrar el patrimonio nacional. El economista y ex rector de la Univer-sidad Mayor de San Andrés (UMSA), Pablo Ramos, advirtió que la capitalización podía ser calificada como el más audaz y agresivo inten-to de expropiación-apropiación del patrimo-nio público y como un proceso desembozado 60 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el siglo XXI, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 69. de desnacionalización de los sectores estraté-gicos de la economía boliviana. Sánchez de Lozada aseguraba que las empresas estatales tenían un valor superior a los 2.000 millones de dólares, capital que sólo sirvió a un grupo de burócratas y políticos de los gobiernos de turno que hicieron de las empresas públicas un botín contaminado de corrupción. Alegó que mediante la capitali-zación se podía atraer 2.000 millones más y, a ello, añadir otros 6.000 millones más en finan-ciamiento privado, concretando una inversión 8.000 millones, en cinco años. Manuel Morales Dávila, impulsor del Co-mité de Defensa del Patrimonio Nacional, des-calificó la capitalización por ser contraria a los intereses nacionales, según una publicación del matutino Presencia de 1995. “Los precios ofertados por nuestras empresas son ridícula-mente bajos con relación a su valor en libros. Según sus reservas probadas, YPFB vale 15 mil millones de dólares; y según las reservas pro-bables tiene un valor de $us 130 mil millones, pero se la quiere entregar por menos de 2 mil millones, lo que constituye una lesión enorme para el país”. Enrique Mariaca, ex Presidente de YPFB y ex Ministro de Hidrocarburos, también arre-metió contra el proceso de capitalización de la estatal petrolera al aclarar su inconveniencia con los intereses nacionales. En 1994 se perforaron 30 pozos y la producción bruta de gas natural era de 572,5 MMpcd aproximadamente. De ese total, YPFB contribuyó con un promedio de 431,9 MMpcd que representa 75.4% mientras que las em-presas contratistas contribuyeron con un cau-dal promedio de 140,6 MMpcd. 1995 es catalogado como un año de transición, debido a la necesidad de adapta-ción al proceso de capitalización de YPFB. Este hecho deriva en una reducción en el programa de inversiones de 102,4 a 66,7 millones de dó-lares, política que afectó principalmente a su plan de exploración. El día funesto para los intereses nacionales, la Capitalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos. Con la finalidad de privatizar YPFB, el gobierno de Sánchez de Lozada proyectó un “triángulo energético” como política para ese propósito. “Se planteó la capitalización (en realidad privatización) de YPFB, que consistía en el traspaso de los bienes de la estatal a ma-nos de las transnacionales a cambio de sim-ples promesas de inversión (…) Una segunda política fue la modificación de la Ley de Hidro-carburos para transferir legalmente la propie-dad de los hidrocarburos a manos de las trans-nacionales y eliminar la participación de YPFB de cualquier emprendimiento en el sector. Sin embargo, la reforma más lesiva a los intereses de Bolivia fue la reducción de los impuestos para las transnacionales (denominados rega-lías y participaciones) del 50% al 18%”.61 La medida se complementó con la ex-portación de gas natural boliviano a Brasil que 61 GANDARILLAS, M. Tahbub, Nacionalización de los hidrocarbu-ros en Bolivia, Ed. Icaria, Madrid – España, 2008, pág. 72. presuntamente convertiría al país en el centro energético de la región. El 30 de abril de 1996, Gonzalo Sánchez de Lozada promulgó la Ley de Hidrocarburos N° 1689 y autorizó a YPFB suscribir “contratos de riesgo compartido” con personas individuales o colectivas extranjeras, públicas o privadas, para la exploración, explotación y comerciali-zación de hidrocarburos. Esta ley eliminó los contratos de operación y de asociación e insti-tuyó los contratos denominados “joint ventu-re” con una vigencia de 40 años. Al mismo tiempo, la norma en referen-cia declaró libres las actividades de transpor-te, refinación, comercialización, exportación e industrialización de la cadena de hidrocar-buros. “Deja que cualquier persona, individual o colectiva, pública o privada, pueda reali-zar esas actividades con la sola condición de que se registren en la Superintendencia de 128 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 129
  • 66. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Hidrocarburos, instancia que se crea para la regulación del sector”.62 En materia de régimen tributario, se promovió una nueva clasificación para los campos petroleros bajo la denominación de “campos nuevos y existentes”. Además, la nue-va política descartó en forma tácita a YPFB de las actividades de exploración, desarrollo y comercialización. Según Gandarillas, la reclasificación de campos fue una medida sumamente ventajo-sa para las transnacionales, pues muchos de los campos denominados nuevos fueron ya descubiertos o estaban en producción antes de la promulgación de la Ley de Hidrocarbu-ros, lo que significó una pérdida millonaria 62 MARIACA, Bilbao Enrique, Nacionalizaciones de hidrocarburos en Bolivia, Ed., Fundación Jubileo, La Paz-Bolivia, 2009, pág. 17. para el fisco boliviano porque en diez años alrededor de 20 campos erogaron al TGN un 18% en lugar del 50% que correspondía a los campos existentes. Las adjudicaciones realizadas en el mar-co de la capitalización, vulneraron la Consti-tución Política del Estado, el Artículo 139 de la Carta Magna vigente entonces, prescribe que los yacimientos hidrocarburíferos en cualquier estado o forma, son de dominio di-recto, imprescriptible e inalienable del Estado y advierte que ninguna concesión o contrato puede interferir con ese derecho propietario. Sin embargo, la Ley de Hidrocarburos, al ceder concesiones sobre la cadena de producción, otorgó a su vez, la propiedad de la producción de líquidos y gas natural a favor de las petro-leras transnacionales. Socios estratégicos de la capitalización deYPFB, según el MNR. “Para preparar a la opinión pública sobre la inminente desaparición de YPFB a manos de empresas extranjeras, el presidente de la entidad estatal, Arturo Castaños, declara dra-máticamente que la situación de ésta es insos-tenible pues ya no puede prestarse un dólar más; las inversiones están en riesgo y hay pro-bable parálisis de la producción. Advierte al Ministerio de Hacienda sobre los problemas ocasionados por la falta de desembolsos co-rrespondientes al segundo semestre de 1996 (…) El 6 de diciembre de ese año, a los cuatro días del anuncio apocalíptico de Castaños, la prensa nacional informa que la mitad de YPFB pasó a manos privadas por 835 millones de dólares”.63 Efectivamente, las transnacionales com-prometieron invertir este monto en ocho años, suma que según algunos expertos del sector, 63 ROCA, JOSE LUIS, Bolivia, después de la capitalización, Ed. Plural, Bolivia, 1999, pág. 218. era equivalente al valor en libros de YPFB al momento de su capitalización. “Hasta el año 2003, aunque las transna-cionales aducían que ya habrían invertido el total comprometido de los 834,9 millones de dólares de la capitalización de YPFB, no hubo ningún mecanismo que pudiera verificar estas inversiones, porque se trató de empresas pri-vadas en las que el Estado boliviano no podía inmiscuirse. Amparadas en estas disposicio-nes, las transnacionales hicieron de las suyas, reportaron bajas utilidades y tasas de rentabi-lidad insignificantes”.64 Ese discurso fue reforzado por el minis-tro de Hacienda, Fernando Candia, quien ar-gumentó que el remedio para la crisis de YPFB era su capitalización. “La petrolera no puede continuar sin capital, por lo que es urgente su capitalización y, para el gobierno, esto es inmi-nente e irreversible”. 64 GANDARILLAS, M. TAHBUB, Nacionalización de los hidrocar-buros en Bolivia, Ed. Icaria, Madrid – España, 2008, pág. 78. El desmantelamiento de YPFB En medio del descontento social, YPFB fue capitalizada paradógicamente, en diciem-bre de 1996, a los 60 años de su creación. La empresa fue desmembrada. Sus operaciones de exploración y desarrollo quedaron a cargo de las “capitalizadas” controladas por trans-nacionales Chaco S.A. y Andina S.A., mientras que el transporte estaba bajo responsabilidad de Transredes S.A, producto de la promulga-ción de la Ley de Hidrocarburos N° 1689 del 30 de abril de 1996. La estatal petrolera fue reducida a una condición de “empresa resi-dual” administrando solamente las unidades de refinación, distribución y comercialización. YPFB inició un período de adecuación institucional al cierre del proceso de capitali-zación, que se cumplió con las empresas Cha-co y Andina y Transredes. Este nuevo ordena-miento se efectúa como empresa en unidades de negocios en el marco de la entonces Ley de 130 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 131
  • 67. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Infraestructura petrolera de YPFB paso a manos privadas. Hidrocarburos vigente y la creación de la Vice-presidencia de Negociaciones Internacionales y Contratos, dependiente de YPFB. Mediante Decreto Supremo Nº 24430 de 5 de diciembre de 1996, Gonzalo Sánchez de Lozada, dispuso la capitalización de la Em-presa Petrolera Chaco Sociedad de Economía Mixta (EPCHA S.A.M.), en cumplimiento de lo previsto por el artículo tercero de la Ley de Ca-pitalización. En ese marco, se adjudica en fa-vor del proponente Amoco Bolivia Petroleum Company, las acciones a ser emitidas para la capitalización de Chaco por $us 306.667.001. En esa misma fecha, Goni dispone (De-creto Supremo Nº 24429) la capitalización de la Empresa Petrolera Andina Sociedad de Economía Mixta (EPAN S.A.M.), en cum-plimiento de la misma norma y se adjudica en favor del consorcio YPF - Perez Companc - Pluspetrol, las acciones a ser emitidas para la capitalización de Andina por el monto de $us 264.777.021. Asimismo, mediante Decreto Supremo Nº 24431 de 05 de diciembre de 1996, Goni adjudica en favor del Consorcio Enron Trans-portadora (Bolivia) S.A. - Shell Overseas Hol-ding Ltd., las acciones a ser emitidas para la capitalización de la Transportadora Boliviana de Hidrocarburos Sociedad de Economía Mix-ta (TBH S.A.M.), al haber ofertado la propues-ta económica por el monto más alto, que as-cendió a la suma de $us. 263.500.000, dentro de la “Licitación Pública Internacional para la Capitalización de YPFB. “Transredes registra buenas ganancias en los primeros tres años, pero tiene pérdidas el 2000; Chaco tiene un comportamiento inver-so: de pérdidas significativas en 1997 y 1998 pasa a registrar excelentes resultados entre 1999 y el 2000, mientras que Andina obtuvo utilidades todos los años con una tendencia ascendente”, según las ganancias netas de las capitalizadas en el período 1997 - 2000, citada por una publicación oficialista difundida sobre la marcha de ese proceso. Al concluir la gestión 1996, el gobierno de Goni entregó en forma gratuita las reser-vas probadas de gas y petróleo a las empresas transnacionales, que lograron constituir un aparato estatal para el beneficio del poder pe-trolero. El economista Carlos Villegas, en su libro “Privatización de la industria petrolera en Boli-via”, sostiene que si bien el Estado es propie-tario de las reservas de gas natural mientras estas reservas se encuentran bajo tierra, la propiedad de éstas pasa a manos de las em-presas petroleras transnacionales o contratis-tas, cuando estas reservas se encuentran en la fase de producción o cuando son declaradas como campos comerciales. “En estas condiciones, las compañías petroleras extranjeras adquirieron el derecho de propiedad de la producción en boca de pozo; en términos sencillos, se enajenaron los yacimientos hidrocarburíferos desde el mo-mento en el que éstos salieran a la superficie (…) Tanto la ley como el decreto de Sánchez de Lozada vulneraron el principio constitucio-nal sobre la propiedad nacional de los hidro-carburos al discriminar dolosamente que la propiedad de los mismos era del Estado bajo tierra, pero en boca de pozo les pertenecía a las transnacionales que no sólo se apropiaron del excedente hidrocarburífero, sino además, del uso de los recursos incluyendo su libre comercialización”.65 Los gobiernos de Jaime Paz Zamora y de Gon-zalo Sánchez de Lozada se encargaron de ate-nuar una apertura legal para la incursión de capitales externos a través de las leyes de In-versiones, de capitalización, de hidrocarburos y de privatización, además de modificaciones al sistema tributario. 65 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, La Nacionalización del siglo XXI. 111 años de historia petrolera, SE, La Paz – Bolivia 2007, pág. 71. El acuerdo gasífero con Brasil En 1993, Bolivia y Brasil firmaron el pri-mer acuerdo de exportación de gas y el 14 de agosto de 1996, el presidente ejecutivo de YPFB, Arturo Castaños y el máximo represen-tante de Petrobras, Joel Méndez Renno, firma-ron un contrato definitivo de compra-venta del energético por 20 años contados a partir de 1999. El 4 de septiembre de 1996, se firmó el contrato de construcción del gasoducto a Brasil que tiene una extensión de 3.150 kiló-metros y una capacidad de transporte de 30 MMmcd de gas natural. Antes de que se consolide la venta de gas a Brasil, los capitalizadores de turno 132 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 133
  • 68. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com prometieron una composición accionaria so-bre el gasoducto de 85% para YPFB y 15% para Petrobras, sin embargo esos porcentajes fue-ron manipulados de tal forma que la compo-sición final fue la siguiente: 59.5% para Enron- Shell, 25.5% para YPFB y 15% para Petrobras. En 1996, se firmó el contrato de gas a Brasil en el que originalmente se fijó la venta de 16 MMmcd pero posteriormente a través de dos adendas al contrato, se modificó ese volumen a 18 MMmcd y 30 MMmcd respec-tivamente. Este incremento en el cupo fue justificado por Brasil a raíz de la instalación de centrales termoeléctricas para garantizar el consumo previsto. Empero, nunca se llegó a concretar esa infraestructura. En 2003 Brasil debía consumir 24,6 MMmcd pero el volumen exportado en esa gestión sólo alcanzó a 11 MMmcd. A par-tir de 2004, Brasil debía comprar 30 MMmcd pero sólo alcanzó a 26 ó 27 MMmcd. “En el marco del Take or pay (toma o paga) –sistema de contrato de compra venta de gas adoptado por Bolivia y Brasil, que invo-lucraba el pago por los volúmenes de gas com-prometidos en el contrato GSA, aún cuando éstos no hubiesen sido utilizados efectivamen-te- se generó en los últimos años una deuda de millones de dólares que es constantemen-te reajustada, en medio de intensas negocia-ciones pues también se cuestiona la capacidad boliviana para el cumplimiento de los volúme-nes de gas comprometidos”.66 El precio de exportación se calculó por millón de unidades térmicas británicas (BTU) y se determinó por una fórmula compleja cuyo componente es un precio base estipulado en el mismo contrato que varía por años entre 66 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el siglo XXI, pág. 78, 2007, La Paz – Bolivia 0,95 de dólar por millón de BTU para el primer año y 1,06 dólares para el último. “El segundo componente contempla un factor de ponderación en base a una canasta de combustibles (fuel oils), sujeta a variacio-nes de precios en el mercado internacional del petróleo. Si suben estos precios, también aumenta el precio de venta del gas. En vista de que esta fue una constante por varios años, y en función del aumento del precio del gas, el gobierno brasileño solicitó la revisión del con-trato y el cambio de sistema por el de banda de precios que definiese límites o bandas infe-riores y superiores. Sobre este asunto, los es-pecialistas consideraban que el sistema Take or pay era desfavorable a los intereses brasileños aunque beneficiara a las transnacionales”.67 Otro reclamo de Brasil se relaciona a los precios de gas en el punto final de distribución (city gates), donde operaban las distribuidoras brasileñas. Por ello, también se planteó la revi-sión de los precios en toda la cadena así como de los volúmenes comprometidos. El incremento del precio de las tarifas de transporte del gas también constituyó otro punto de discusión. La superintendencia del sector era la que fijaba las tarifas de transpor-te desde los campos de producción hasta la frontera. Esta tarifa se conocía como “estam-pilla” porque contemplaba un costo fijo, por este concepto. Desde el año 2003, Transredes cobró 0,2481 centavos de dólar por MM/BTU. Para todos los campos en Bolivia el pre-cio del gas en boca de pozo se calculaba en función del precio del gas en Río Grande al que se le restaba la tarifa de transporte. Este precio fluctuaba de 0,88 y 1,54 dólares por millón de BTU; sin embargo, posteriormente experimentó una tendencia ascendente por 67 Ibidem, pág. 79. El ministro de Minas de Brasil, Rodolpho Tourinho y el presidente Hugo Banzer en la apertura de válvulas en la planta de compresión de Río Grande, Santa Cruz. las variaciones del precio del mercado inter-nacional. Por tanto, hubo un mayor beneficio para los departamentos productores y el TGN. Un hito histórico se registró el 1 de ju-lio de 1999 en Río Grande con la exportación de gas natural a Brasil en cumplimiento a los contratos de compra venta. Con la apertura de válvulas desde la Planta de Compresión de Río Grande y el inicio de la venta del energético a Brasil, Bolivia se conviertía en el país líder de la oferta y consolidaba la integración energéti-ca en la región. Aproximadamente 38 años de negocia-ción antecedieron al proceso de esta compra –venta. El 22 de mayo de 1974 los presidentes de Bolivia, Hugo Banzer y de Brasil, Ernes-to Geisel, suscribieron en Cochabamba un “Acuerdo de cooperación y complementación industrial” por el que se intentó comercializar, por primera vez, 240 MMpcd al Brasil. En la gestión de 1999, se exportaron 2,18 MMmcd a Brasil y redituó 15,2 millones de dólares al país, es decir, un 2,96% de las exportaciones totales de Bolivia. En el año 2001 se exportó 11,6 MMmcd por más de 220 millones de dólares y representó un 17,7% de todo los exportado por Bolivia. Con la participación de los presidentes Hugo Banzer Suárez de Bolivia y Fernando Enrique Cardoso de Brasil, el 16 de marzo de 134 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 135
  • 69. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com El entonces presidente de YPFB, José Saavedra Banzer y el Joel Mendes Rennó de Petrobras estampan su firma en el convenio de venta de gas a Brasil. Exportación de gas a la Argentina El 21 de abril de 1968, Bolivia suscribió el primer contrato de venta de gas a Argen-tina pero la comercialización se inició recién en 1972. A partir de mayo de ese año, Bolivia concretó uno de los logros más importantes, pues bajo esta normativa se concreta la expor-tación de gas natural al vecino país. A partir de ese mes, YPFB despacha un volumen de 148 millones de pies cúbicos por día (MMpcd). De acuerdo a contrato, durante los primeros siete años se enviaría este caudal para después incrementar a 167 MMpcd por los restantes 13 años, según el Libro de Oro de la estatal petrolera. De acuerdo a la Ley de Hidrocarburos de Banzer, correspondía a Yacimientos Petro-líferos Fiscales Bolivianos, con carácter exclusi-vo, vender y exportar, mediante negociaciones directas, los hidrocarburos en su estado natu-ral, semi-elaborados, elaborados y los produc-tos y subproductos de los mismos, sin excep-ción alguna, considerando los requerimientos del mercado interno. La conclusión de las plantas de gas de los campos de Colpa y Río Grande y el Gasoducto Santa Cruz-Yacuiba, contribuyeron a la expor-tación del energético que se incrementó en volumen y en ingresos para YPFB. “El rubro de exportaciones tuvo un com-portamiento altamente positivo, no solamen-te desde el punto de vista empresarial, sino además, como fuente generadora de divisas para la economía nacional. El volumen de petróleo exportado pro-medio 32.450 BPD y los ingresos por este con-cepto fueron de 48,9 millones de $us; el gas Inauguración de la exportación de gas boliviano a la República de Argentina. 2000, los presidentes de YPFB, Carlos Salinas Estenssoro y de Petrobras, Philippe Reichstul, suscribieron el Addendum N° 2 al contrato de compra y venta de gas de 1996 permitiendo el suministro de un volumen adicional al estipula-do originalmente. Desde el 2004 las cantidades contratadas alcanzan a 30,08 MMmcd. En los últimos años, Brasil pretendió re-visar el contrato GSA y el sistema Take or pay, priorizando la reducción de precios y la revisión de los volúmenes comprometidos. En 2007 Bo-livia logró un incremento en el precio del gas natural a Cuiabá de 1,09 a 4,30 dólares por MM/BTU, además se incluyó el pago de valor de líquidos por el GSA. Sin embargo, Bolivia no solo cedió precios bajos y otras ventajas a Petrobras, sino que la contraparte brasileña recibió la colaboración de técnicos bolivianos que habían trabajado en YPFB y que conocían muy bien la situación de la estatal petrolera. Un ejemplo notorio fue el de Arturo Castaños, quien fue presidente de YPFB en el período capitalizador y posteriormente desempeñó funciones como representante de Petrobras en Bolivia. En 1997, se efectivizó la suscripción del contrato de Construcción del Gasoducto al Brasil, sector boliviano y se firmó el contrato ampliado de compra-venta de gas natural a la República Argentina entre YPFB y YPF S.A. que establece un suministro de 24 meses prorroga-bles a 36 con un volumen de 6,1 MMmcd. 136 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 137
  • 70. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Brigadier Calos Alberto Rey Vicepresidente de Argentina y el coronel, Hugo Banzer inician el contrato gasìfero. exportado comenzó a mostrar su peso al ge-nerar 18,8 millones de $us”.68 El dinero percibido por la venta del ener-gético generó una suma abultada; pero en los hechos esos ingresos no contribuyeron signifi-cativamente al país ni a YPFB, pues casi en su totalidad fueron destinados al gasto corriente y al pago de la deuda externa. “Los vaivenes del mercado internacio-nal determinaron que los precios de expor-tación de gas, durante ese lapso, presenten 68 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996, pág. 126. variaciones significativas que registraron su máximo en 1987, cuando se llegó a un precio de 4,46 dólares el MPC. Fue en ese mismo año, cuando Bolivia y Argentina pactaron una nue-va fórmula sujeta a los precios de los combus-tibles basada en los mercados de Rotterdam, Amsterdam y Mediterráneo”.69 En 1999 se reinició la exportación de gas natural a la Argentina a través del gasoducto Madrejones-Campo Durán. Entre 1999 y 2002, 69 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el siglo XXI, SE, La Paz – Bolivia, 2007, pág. 82. las exportaciones del energético al país vecino no dejaron un saldo favorable al país, pues el negocio fue poco beneficioso para los intere-ses nacionales por la drástica disminución de volúmenes y valores exportados. En 2004, los presidentes Carlos Mesa de Bolivia y Néstor Kirchner de Argentina, perfi-laron las condiciones de un nuevo acuerdo de comercialización de gas en condiciones con-cesionales y a un “precio solidario”. Banzer y “Tuto” cierran la capitalización Luego de asumir el mando de la nación en agosto de 1997 a través de la vía democrática, el Gral. Hugo Banzer Suárez afronta una crisis económica y la recesión lleva a una caída del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Banzer y su gobierno de megacoalición (ADN, MIR, NFR, CONDEPA, PDC, FRI y UCS) aprobaron el DS Nº 24880 mediante el cual se autoriza a YPFB proceder al reordenamiento de todos sus activos, bienes, valores, acciones y derechos de su propiedad, en el objetivo de determinar los bienes prescindibles, incluyen-do los equipos de perforación, excepto los ne-cesarios para los emprendimientos previstos. Los bienes declarados prescindibles deberán ser valorizados necesariamente por evaluadores independientes, para establecer el valor del mercado referencial en el momen-to de su transferencia. Una vez realizado el reordenamiento, se autoriza a YPFB por esta única vez y con ca-rácter exclusivo, considerar la transferencia en forma onerosa de sus activos y bienes declara-dos prescindibles en favor de cualquier tipo de sociedades previstas en el Código de Comer-cio boliviano. El gobierno de ADN privatizó lo que que-daba de la cadena productiva de hidrocarbu-ros y lo que hasta ese entonces permanecía bajo tuición de YPFB. Se trataba del denomi-nado downstream que abarcaba las fases de refinación, comercialización y almacenaje de la cadena productiva. Con este paso, se elimi-nó definitivamente la participación residual estatal en la cadena de hidrocarburos. En ese proceso, participó el ingeniero químico Hugo del Granado Cossío, quien en-tre las gestiones 1997 y 2000 fue vicepresi-dente de Administración y Finanzas de YPFB asumiendo una actitud entreguista y privatiza-dora de la estatal petrolera junto al entonces presidente de YPFB, Carlos Salinas Estenssoro, quien se desempeñó como presidente de la estatal petrolera en ese mismo período. En 1998 la producción de gas fue de 189.606 millones de pies cúbicos y la expor-tación del energético a la República Argentina fue de $us 55,8 millones. Además, se firmaron 138 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 139
  • 71. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Inauguracion del gasoducto a la Argentina 1972. nueve contratos de riesgo compartido para la exploración y explotación de hidrocarburos entre YPFB y las empresas petroleras naciona-les y extranjeras. En ese mismo año, en el marco del pro-ceso de privatización, fueron transferidas las estaciones de servicio en aeropuertos y las plantas de almacenaje de carburantes y poli-ductos. Asimismo, se oficializó el 7 de diciem-bre de 1999 la transferencia de las refinerías Gualberto Villarroel de Cochabamba y Gui-llermo Elder Bell de Santa Cruz a la Empresa Boliviana de Refinación (EBR S.A.) conforma-da por Petrobras de Brasil y Pérez Companc de Argentina. Como resultado de la privatización de ambas refinerías, los activos de YPFB tuvie-ron un decremento del 22.5% al 31 de diciem-bre de 1999. Sobre una base de 102 millones de dó-lares, se privatizaron ambas refinerías lo que significó el cierre de un ciclo histórico de YPFB. La empresa Oil Tankin se adjudicó la Compa-ñía Logística de Hidrocarburos Bolivia (CLHB). “Después de 63 años de haberse constituido en la principal empresa productiva del país, YPFB concluyó en 1999 un proceso histórico de permanente presencia a lo largo y ancho de nuestra geografía como factor de integra-ción y positivo aporte al desarrollo nacional”.70 La administración capitalizadora, infor-mó “(…) como resultado de las tareas de ex-ploración desarrolladas por los contratistas, las reservas nacionales en campos existentes registraron un incremento significativo. “Las reservas nacionales de gas natural probadas más probables de hidrocarburos y certifica-das por la consultora internacional DeGolyer & MacNaughton han experimentado al 1 de enero de 2001”. 71 Reservas 1997 1998 1999 2000 2001 Gas Natural (TCF) 5.69 6.62 8.58 32.21 46.83 Petróleo condensado 200.9 216.7 240.5 692.0 892.0 (MMBbl) Los contratos de riesgo compartido para la exploración, explotación y comercialización de hidrocarburos suscritos por la estatal pe-trolera con diferentes empresas llegaron a 84 al 31 de diciembre de 2001. Similar número de contratos se registró en 2002. Resultado de las actividades de perforación, las reser-vas hidrocarburíferas certificadas por DeGo-lyer & MacNaughton, tuvieron un crecimien-to: las de petróleo / condensado llegaron a 951,9 millones de barriles y las probadas más 70 YPFB, Memoria Anual 1999, SE, La Paz – Bolivia, 1999, pág. 3. 71 Ibidem, pág. 20. probables de gas natural ascendieron a 54,9 trillones de pies cúbicos (TCF), por sus siglas en inglés. Ese año, YPFB asume la responsabilidad del Plan Nacional de Conexiones de Gas Do-miciliario que en su primera fase contempla 20.000 nuevas conexiones gratuitas de gas domiciliario en las ciudades de La Paz, El Alto, Oruro, Potosí y Camiri con materiales existen-tes en almacenes de la estatal petrolera. Un cáncer en el pulmón obligó a Banzer a renunciar a su cargo el 7 de agosto de 2001 y, por tanto, mediante sucesión constitucional, el vicepresidente de la República, Jorge Quiro-ga Ramírez, se hizo cargo del gobierno hasta las elecciones del año siguiente. Tuto Quiroga pudo recuperar a favor del Estado las parcelas que las petroleras no per-foraron, como establecía la Ley de Hidrocar-buros que heredó de Sánchez de Lozada. Sin embargo, Tuto Quiroga, en un acto ilegal, el 4 de octubre de 2001 emitió el DS 26366 que privó al país de 1.300 millones de dólares al evitar que las petroleras invirtie-ran en la perforación a razón de un pozo por parcela. Esta normativa las benefició porque ampliaba las facilidades de explotación de las áreas que se les había entregado. Los sectores sociales calificaron a este ilícito como un rega-lo que beneficiaba a las petroleras. En su programa de gobierno de “12 me-ses”, en materia de hidrocarburos, Quiroga inició la denominada “diplomacia del gas” con el gobierno de George Bush y propuso el Pro-yecto Pacífic LNG con la finalidad de promo-ver acuerdos para transportar, transformar y exportar gas natural a mercados de México y Estados Unidos por puertos del Pacífico. El 4 de diciembre de 2001, se sus-cribió en Washington un Memorando de 140 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 141
  • 72. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Entendimiento entre Sempra Energy y Pacific LNG, consorcio integrado por Rep-sol YPF, British Gas (BG), Pan American Energy LLC, en el que se acuerda nego-ciar las condiciones para el suministro de un volumen promedio de 800 MMpcd de gas natural boliviano, para una planta de regasificación en la costa del Pacífico que operarán conjuntamente Sempra Energy y CMS Energy Corporation para el abaste-cimiento del mercado del sudoeste de los Estados Unidos. “El frustrado proyecto de expor-tación de gas natural a los mercados de Norteamérica a través de un puerto chi-leno, es la última ofensiva del proceso de privatización de YPFB y la nueva Ley de Hidrocarburos. Bajo esas condiciones, las transnacionales del consorcio Pacific LNG pretendieron determinar las reglas de un juego dentro del cual el Estado boliviano sería solamente un medio diplomático capaz de facilitar los trámites de moviliza-ción internacional del gas natural”.72 El fracaso de este proyecto energéti-co encarado por los gobiernos neolibera-les, se debió a un rechazo popular encabe-zado por diferentes movimientos sociales 72 GANDARILLAS, M. Tahbub, Nacionalización de los hidro-carburos en Bolivia, Ed. Icaria, Madrid – España, 2008 , pág. 93. y por el diferendo histórico que se tiene con Chile. En síntesis, en la gestión de Banzer se firmaron otros 32 contratos de riesgo compartido y en la de Tuto Quiroga se pro-mulgó la Ley 1981 con la que se liquidó de-finitivamente a YPFB y firmó otros cuatro contratos de riesgo compartido. Entre el 8 y el 21 de abril de 2000 la Coordinadora de Defensa del Agua y la Vida y las organizaciones campesinas de Cochabamba, protagonizaron de la prime-ra lucha contra la privatización del sistema público de tratamiento y distribución de agua y protestaron la firma de un contrato de concesión de servicios con el consorcio transnacional Aguas del Tunari. En septiembre de ese mismo año se produjo un levantamiento indígena en el altiplano paceño que demandó la rea-lización de programas de desarrollo para el área rural, oposición a la nueva Ley de Tierras y el rechazo a las medidas privati-zadoras del gobierno. A partir de ese año salió a relucir la capacidad social interpelatoria contra la privatización o entrega de los recursos na-turales no renovables a las multinaciona-les. Gonzalo Sanchez de Lozada junto a su ministro de Hacienda, Javier Comboni. Nefasto retorno Con un plan de emergencia denomi-nado “Sí se puede”, Gonzalo Sánchez de Lozada retorna al esquema gubernamental el año 2002 acompañado del periodista Carlos Mesa. Los escasos resultados electo-rales obligaron a Goni a armar una alianza con el MIR y UCS. Desde agosto de ese año, el gobierno del MNR se encargó nuevamente de armar un gigantesco aparato de propaganda para publicitar el “mal estado de la economía nacional, el elevado déficit fiscal calculado en 8,5% del PIB y la consecuente descapita-lización de las arcas públicas que obligaban a un ajuste”. Ante el pedido clamoroso de las dife-rentes organizaciones de la sociedad civil de modificar la Ley de Hidrocarburos que favorecía a las compañías extranjeras, esa administración niega la petición y dilata el curso de las negociaciones. La política de hidrocarburos del MNR pre-suntamente buscaba desarrollar a plenitud el potencial hidrocarburífero y energético 142 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 143
  • 73. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Al primer semestre de su gestión, Sán-chez de Lozada ya enfrentaba los reclamos de los movimientos sociales, ordenando una serie de tareas de represión para lo cual ins-truyó la conformación de fuerzas combinadas entre militares y policías. En febrero de 2003, en un mensaje tele-visado al país, Goni anunció con alarma que el gobierno precisaba de mayores ingresos para bajar el déficit fiscal en tres puntos porcentua-les. Para entonces, alegaba era imprescindible un cambio en el sistema impositivo a través de reformas y la aplicación de un nuevo impuesto al salario. El 10 de febrero, se presentó al país el nuevo impuesto a los salarios progresivo y no deducible de hasta 12,5%. Mediante ese ¿ CÓMO SE R EDUCE EL DÉFI CI T FI SCAL? del país, además de dotar a la mayoría de los bolivianos de energía domiciliaria e industrial barata y limpia. Goni y Mesa prometen ade-más en su Plan de Emergencia conformar un Consejo Nacional de Energía y ampliar el mer-cado del Brasil duplicando el actual volumen contratado, reabrir el mercado a la Argentina y abrir los mercados de Chile, México y Califor-nia, Estados Unidos. La capitalización y/o privatización del sector de hidrocarburos, asignó una mayor participación a la inversión extranjera petro-lera, en tanto que YPFB quedó como una par-ticipación marginal, dedicada exclusivamente a la supervisión, suscripción de contratos de riesgo compartido y meros trámites adminis-trativos. Progresividad en el RC-IVA El impuestazo al salario y su progresividad Salario Tasa Bruto Efectiva 28,880 26,880 24,880 8 80 0.0% 1 ,320 4.2% 1 ,760 6.3% 2 ,000 7.0% 3 ,000 8.8% 4 ,000 9.8% 5 ,000 10.3% 6 ,000 10.7% 8 ,000 11.1% 1 0,000 11.4% 2 0,000 12.0% 880 2 9,900 12.1% 22,880 20,880 18,880 16,880 14,880 12,880 10,880 8,880 6,880 4,880 2,880 En bolivianos 13.0% 12.0% 11.0% Tasa efectiva RC-IVA 10.0% 9.0% 8.0% 7.0% 6.0% 5.0% 4.0% 3.0% 2.0% 1.0% 0.0% Salario Bruto Tasa Efectiva Proyecto de presupuesto general de la nación 2003. Fuente|: Ministerio de Hacienda. tributo se pretendía recaudar los ingresos fis-cales que no generaba el IVA, que hasta ese momento posibilitaba a los bolivianos deducir con facturas el consumo hasta un total de 13% sobre la renta personal. Apenas oficializada por el ministro de Hacienda, Javier Comboni, la medida fue ca-lificada como “impuestazo” y provocó la in-mediata resistencia social por el sector menos previsible, los miembros del Grupo Especial de Seguridad (GES), dependiente de la Policía Nacional, se amotinaron. La oposición a la cabeza de NFR (tienda política que más tarde se sumó al gobierno de Goni) y el MAS lanzó las primeras voces de protesta y resistencia a la política fiscal de ajus-te que se sobrecargaba sobre el pueblo. El jefe de NFR, Manfred Reyes Villa, dijo que estaba dispuesto a coordinar acciones con la oposi-ción, para rechazar la propuesta de presu-puesto presentada por El motín policial dejó desprotegido al Palacio de Gobierno y por ende a la ciudad de La Paz. el Ejecutivo que incluía un impuesto de 12,5% al salario. Por su parte, el MAS, advirtió que asu-miría medidas de protesta junto al denomina-do Estado Mayor del Pueblo. En lo inmediato, este partido propondría en el Parlamento una reducción del 50% a las dietas de los par-lamentarios, ministros, superintendentes y miembros de la Corte Suprema de Justicia, además de la eliminación total de los “gastos reservados” y el rechazo al impuesto a los tra-bajadores. Luego de una reunión convocada de emergencia, el presidente de la Confede-ración de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Carlos Calvo, expresó el malestar del sector. “Rechazamos, repudiamos el impues-tazo y estamos dispuestos, si es necesario para lograr ello, que tampoco se rebaje el IVA y el impuesto a las transacciones en me-dio por ciento, si eso va a coadyuvar a que la población asalariada no tenga que sufrir este impuestazo”. El 12 de febrero de 2003 estalló una de las rebeliones populares más intensas regis-tradas en la historia del país, que luego sería recordada como “Febrero negro”. La clase go-bernante nunca imaginó los acontecimientos que se gestarían a pocos pasos de Palacio de Gobierno, en el Grupo Especial de Seguridad. El motín policial, li-derado por el Suboficial Daniel Cahuana y el Ma-yor David Vargas deman-dó un aumento del 40% en sus salarios, ropa de trabajo y alimentos, ade-más de la elevación del bono alimenticio trimes-tral, la eliminación de los aportes a COVIPOL, el mejoramiento de la infraestructura policial y la devolución de los aportes al Club Litoral. El motín policial dejó desprotegido al Palacio de Gobierno, y por ende a la ciudad de La Paz, provocando inseguridad ciudadana. Por dos días reinó el desgobierno y la inesta-bilidad se adueñó del país. Los estudiantes del Colegio Nacional Ayacucho que protagonizaron coincidente-mente una marcha de protesta por la desti-tución de su director, encendieron la chispa de los enfrentamientos entre efectivos de la Policía y el Ejército. Cuando pasaban por Pala-cio de Gobierno, empezaron a apedrear este 144 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 145
  • 74. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com edificio provocando el enfrentamiento entre uniformados que derivó en la pérdida de 16 vidas humanas. Fueron dos días de violencia caracte-rizados por saqueos a centros comerciales y entidades bancarias, incendios de edificios públicos y pérdida de valiosa información, en el caso de la biblioteca del Congreso Nacional. Mientras la Plaza Murillo seguía siendo escenario del enfrentamiento con armas de fuego entre policías amotinados y militares del Regimiento de Colorados, cientos de ma-nifestantes atacaron la sede del Ministerio de Trabajo, la Vicepresidencia de la República y el Ministerio de Desarrollo Sostenible, incen-diando algunas de sus oficinas. La inactividad policial facilitó el saqueo de tiendas comerciales y el ataque sedes bancarias y oficinas de los partidos políticos de la coalición de gobierno. La primera fue la del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y luego la del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y por último la de Uni-dad Cívica y Solidaridad (UCS). Ante estos sucesos el Poder Ejecutivo emitió un decreto en el que declara feriado bancario y suspensión de actividades públicas y privadas el jueves 13 de febrero de 2003 en todo el territorio nacional debido a la crítica situación social. Las portadas de algunos de los medios de la prensa, son especialmente expresivos: “Violencia y muerte anulan el impuestazo”, ti-tula “Los Tiempos”. “Presidente anuló impues-tazo y pide que Dios salve a Bolivia”, escribe “El Mundo”. Por su parte, “El Deber” tituló: “El impuestazo se borró con sangre”. Ese mismo día el gobierno decidió reti-rar el proyecto del PGN 2003 con el propósi-to de empezar un proceso de diálogo entre los bolivianos. En un mensaje a la nación, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada expre-só su pesar y sentir por los enfrentamientos que se registraron entre uniformados a quie-nes ordenó replegarse. Sánchez de Lozada anunció que retiraba el proyecto de la Ley Financial, que había en-viado al Parlamento Nacional para su aproba-ción, debido a los enfrentamientos entre dos instituciones que tradicionalmente son el res-paldo del país. El 14 de febrero, Bolivia volvió a una normalidad relativa y Sánchez de Lozada dio por superado el conflicto con la firma de un acuerdo de 19 puntos con los policías. Según el documento, el Gobierno se compromete a entregar una indemnización de diez mil dó-lares a cada una de las viudas de los policías fallecidos y el Comando General asignará un puesto de trabajo a las viudas o hijos de los uniformados caídos en la Plaza Murillo. El Eje-cutivo se comprometió a mejoras salariales, sociales, planes de formación, adecuación de instalaciones y cuarteles policiales. El 15 de febrero el Poder Ejecutivo de-nunció “un intento de golpe de Estado y de asesinato al Presidente de la República” tras la refriega de las fuerzas del orden. Las autoridades no admitieron respon-sabilidades por los sucesos de violencia y el 16 del mismo mes el Jefe de Estado pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) y al Fiscal General de la República investigar los sucesos del 12 y 13 de febrero. Después de la masacre de febrero, la transnacional Repsol, anunció que congeló el proyecto LNG de exportación de gas boliviano a Chile debido a la inestabilidad política del país. “Bolivia no disfruta de su mayor momen-to de estabilidad y el proyecto está congela-do”, indicó el vicepresidente de exploración y producción de Repsol. El descontento de la población también derivó en la quema del edificio de la Vicepresidencia. 146 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 147
  • 75. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Los líderes de la coaliación gobernante a la que se sumó NFR en agosto de 2003. La Nueva Fuerza Republicana (NFR) in-gresa al gobierno en agosto de 2003. En su mensaje, Sánchez de Lozada, ponderó la capi-talización asegurando que permitió inversio-nes que sirvieron de colchón para amortiguar el golpe de la crisis económica. Le pidió al diputado y dirigente coca-lero Evo Morales “pasar de la protesta a la propuesta”. Respecto del gas natural, Goni prometió que promovería un diálogo nacional para definir su exportación. Sin embargo, de-cidió que el gas de Tarija sería explotado por el consorcio Pacific LNG y, sería exportado, a través de Chile a los mercados de México y Ca-lifornia. De ese modo, retornó a la mesa de dis-cusión la necesidad de elegir un puerto de ex-portación, pero el gobierno del MNR se decla-ró abiertamente partidario de optar por Chile alegando que esa salida hacia el Pacífico era más viable técnica y financieramente debido a sus bajos costos. Ante esta situación, el Consejo Supremo de Defensa Nacional (COSDENA) recomendó en agosto de 2003 revisar las leyes de Capi-talización y de Hidrocarburos porque en ellas radicaba el origen de todos los problemas na-cionales, políticos y económicos. Pero el movi-mientismo ignoró deliberadamente las atribu-ciones constitucionales de esa entidad. Bajo este contexto, el pueblo boliviano salió nuevamente a las calles a mediados de septiembre de 2003 e inició una ola de pro-testas contra los planes oficialistas sobre el futuro del gas boliviano y su eventual expor-tación a mercados de ultramar por un puerto de Chile, país con el que Bolivia mantiene un diferendo histórico por el acceso al mar. La primera accción masiva de la guerra del gas la protagonizó el pueblo alteño. La guerra del gas y ”octubre negro” Una marcha pacífica que partió de Caracollo, entre Oruro y La Paz, organizada por la Central Obrera Regional (COR) de El Alto con el objetivo de rechazar la venta del gas y exigir su industrialización dio origen al uno de los mayores movimientos sociales por la defensa de los recursos naturales. Este frente unido tuvo la activa participación de los principales dirigentes campesinos como Felipe Quispe de la CSUTCB y Evo Morales de las Seis Federaciones de Cocaleros del Tró-pico de Cochabamba. Los bloqueos de caminos comenzaron el 15 de septiembre de 2003. Campesinos de la provincia Omasuyos cerraron la carretera que une La Paz con Achacachi, Warisata, Sorata y Copacabana. El autodenominado Estado Mayor del Pueblo convocó el 19 de septiembre a una gran manifestación. En la protesta, intelectuales, analistas y técnicos en temas petroleros manifestaron abierto recha-zo a la venta de gas por Chile. Una misión de “rescate” del Ejército dirigida por el entonces mi-nistro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, ingresó el 20 de septiem-bre de 2003 a las poblaciones de Sorata y Warisata con la finalidad de romper el cerco que impedía la salida de un grupo de turistas y comerciantes. Posteriormente, se desencadenaron enfrentamientos que duraron todo el día. Cuatro civiles y un soldado resultaron muer-tos, además de 23 heridos y cinco detenidos. Entre la última semana de septiembre y la primera de octubre de 2003, con la consolidación de la participación de la COB y el MAS en los movimientos de rechazo a la exportación de gas, el conflicto creció y alcanzó a La Paz, que fue paralizada por marchas diarias de miles de rentistas, maestros urbanos y micro prestatarios. El Alto protagonizó la primera acción masiva de protesta el 11 de octubre, cuando 5.000 vecinos, organizados en cabildos, rodearon la planta de Senkata para impedir la salida de 32 camiones cisternas, cerrando la avenida 6 de marzo de la urbe alteña. Este hecho provocó enfrentamientos entre militares y la sociedad civil. Desde el gobierno se manifestó que el Presidente estaba dis-puesto a dialogar sobre el tema de la exportación de gas pero se acla-ró que no se discutiría sobre los pedidos de su renuncia, ni mucho menos se negociaría sobre una Asamblea Constituyente o del refe-réndum porque “no eran figuras constitucionales”. Nuevos choques entre manifestantes y uniformados se produ-jeron el domingo 12 de octubre de 2003 en la tranca de Río Seco que 148 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 149
  • 76. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Las movilizaciones se radicalizaron en octubre de 2003, se desató la guerra del gas. dejaron como saldo 26 muertos. A las 10:00 de ese día, el vicepresidente de la República, Carlos Mesa, rompió su relación con Gonzalo Sánchez de Lozada. “No puedo aceptar al pun-to en que hemos llegado y no puedo aceptar que no haya una sola razón que justifique la muerte sucesiva, permanente, ininterrumpida de compatriotas de nuestro país a lo largo de estos días”, explicó Mesa su decisión, pero sin renunciar a la Vicepresidencia. “No voy a renunciar”, fue la respuesta de Goni no solo a Mesa, sino a todos los sectores en conflicto, en un mensaje al país transmitido por los medios de información. Poco después, el gobernante y sus alia-dos políticos decidieron convocar a un refe-réndum consultivo por departamento para determinar la política de exportación de gas. Además, el Ejecutivo se animó a ofrecer la revisión de la Ley de Hidrocarburos pero en un marco de concertación con las empresas petroleras. Asimismo, aceptó convocar, a la Asamblea Constituyente. Al día siguiente, dirigentes políticos, sin-dicales, campesinos y personajes representati-vos de la clase media, calificaron la propuesta gubernamental como tardía y extemporánea. El pedido de las mayores era la renuncia defi-nitiva de Gonzalo Sánchez de Lozada. Ante la masificación de la protesta que fue reflejada por los medios de información, éstos denunciaron haber recibido llamadas del entorno palaciego exigiendo que en lugar de difundir noticias sobre las movilizaciones, La población rechazó la exportación de gas a EEUU por un puerto chileno. FOTO: José Luis Quintana FOTO: José Luis Quintana 150 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 151
  • 77. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com El descontento social llegó hasta el altiplano con un prolongado bloqueo de caminos. transmitieran música. También se decomisó toda una edición del semanario Pulso que en su principal titular pedía la renuncia de Goni en nombre de la democracia. A pesar de toda esta situación de con-vulsión, el jueves 16 de octubre, Sánchez de Lozada insistió en que su renuncia sería el fin de la democracia y el inicio de una dictadura “narcoterrorista” y “anarcosindical”. El viernes 17 de octubre de 2003, el jefe de NFR, Manfred Reyes Villa abandonó la coa-lición gobernante pidiendo la dimisión del Pre-sidente frente a la presión social. Goni abandonó la residencia presiden-cial de incógnito a las 17:05 de esa misma fecha en una vagoneta. En el Colegio Militar de Ejército de la zona de Irpavi lo esperaba un helicóptero Lama de la Fuerza Aérea Boliviana y un Kazán Ml-17 de la Fuerza Aérea Peruana. En el primero Goni y sus allegados se traslada-ron a la pista del Grupo Aéreo de Caza (GAC) en El Alto y de allí se dirigieron a Santa Cruz. “Al poner mi renuncia a consideración del Honorable Congreso Nacional, lo hago con la íntima convicción de que la aceptación de la FOTO: José Luis Quintana 152 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 153
  • 78. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com misma no corresponde ya que no se puede re-tirar a un presidente elegido democráticamen-te, por mecanismos de presión y de violencia que están al margen de la ley”, manifestó el hasta ese día presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada en una carta dirigida al Congreso Nacional y que fue leída en una se-sión especial del Parlamento. Es día, cerca de las 10 de la noche, Car-los Mesa, pronunciaba sus primeras palabras como Presidente de la República, mientras tanto, Goni y sus ex ministros Carlos Sánchez Berzaín, Javier Tórrez Goitia y Mauricio Balcá-zar huían en una aeronave con destino a Mia-mi, Estados Unidos. De esta forma, concluyó una fatídica gestión de 14 meses y dos días con un saldo de 69 muertos y centenares de heridos. El “Ninja alteño”, vence una barricada levantada en la zona Alto Tejar de la ciudad de La Paz. FOTO: José Luis Quintana 154 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 155
  • 79. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Carlos Mesa y el referéndum del gas Al asumir el mando de la na-ción, el 17 de octubre de 2003, Car-los Mesa prometió convocar a un referéndum vinculante para decidir sobre la exportación de gas, modi-ficar la Ley de Hidrocarburos vigen-te y revisar el proceso de capitaliza-ción de las empresas estatales. La propuesta de Mesa pro-vocó reacciones dispares. Mien-tras las petroleras anunciaban su acuerdo con las reformas y espe-raban garantías para quedarse en Bolivia, Tarija reaccionó contra el referéndum e insistió en viabilizar la exportación por Chile. Mesa heredó una economía en crisis con un crecimiento de 0%, una inflación en ascenso, alto des-empleo y un elevado desprestigio en los indicadores internacionales de riesgo para las inversiones. El 18 de octubre se trasladó a la urbe alteña donde participó en la misa por los “héroes por la Gue-rra del Gas” y dirigió un encendido discurso en el que proclamó “ni ol-vido ni venganza” ante una multi-tud. Carlos Mesa, ex presi-dente de la República dio un paso al costado. Mesa destituyó el 2 de abril de 2004, al Delegado Presidencial para la Mejora de la Capitalización, Juan Carlos Virreira, quien demandó ante el Ministerio Público la anota-ción preventiva de los bienes de la Enron en el gasoducto a Brasil exigiendo la devolución de 130 millones de dólares a favor del Estado boliviano. Con anterioridad Virreira había emitido cinco polémicos informes que cuestionaron la administración y fiscalización de las empresas capitalizadas donde se hallaron serias irregu-laridades administrativas, principalmente, en el rubro petrolero. El 14 de abril de 2004, Mesa presentó su proyecto de Ley de Hidrocarburos que fue ela-borado por técnicos y funcionarios de gobier-no. La propuesta incluía una consulta con los sectores sociales, previo envío del documento al Parlamento. El proyecto de 109 artículos priorizaba el desarrollo de los planes regionales de expor-tación e industrialización de mercados subre-gionales, entre ellos Brasil, Argentina y Méxi-co. Esta propuesta no alteraba el derecho de propiedad de los hidrocarburos en manos de las compañías que firmaron 79 contratos de riesgo compartido aprobados por Gonzalo Sánchez de Lozada, por tanto la vigencia de los mismos se extendía hasta el año 2036. Además la propuesta de Mesa ratificaba la clasificación de hidrocarburos en “existen-tes y nuevos”. En ese sentido, se planteó “una estructura estable” para el pago de regalías y participaciones que reprodujo el sistema de 50% de pago para campos existentes y 18% para campos nuevos. Éstos últimos no pagaban la regalía nacional complementaria del 13% ni la participación nacional del 19%, sumando 32%, que el Estado iba a dejar de percibir por la renta de hidrocarburos. La no-vedad planteada en esta posible normativa fue un beneficio del 6% para el TGN, YPFB y la Superintendencia de Hidrocarburos. También se habilitaba la posibilidad de liberar a las empresas de la obligación de efec-tuar la perforación de al menos un pozo por parcela y destinar la inversión programada a diferentes proyectos hidrocarburíferos. En materia de renta petrolera, la nove-dad fue un Impuesto Complementario a los Hidrocarburos (ICH) que en el plano político constituía el reconocimiento que el Estado no percibía ingresos acordes a los niveles de re-serva y comercialización de hidrocarburos. Mediante DS N° 25507, el 19 de mayo de 2004, el gobierno de Mesa hizo conocer públicamente las preguntas del “referéndum vinculante” sobre la política energética. Sin embargo, surgieron cuestionamientos por-que se obvió la pregunta: ¿Está de acuerdo con nacionalizar el gas y el petróleo en Boli-via?, además se observó la ambigüedad de las preguntas de esa consulta con un nítido sesgo favorable a las transnacionales petroleras. Las preguntas cerradas que figuraron en la boleta del Referéndum Vinculante sobre la política energética del país fueron: ¿Está usted de acuerdo con la abrogación de la Ley de Hidrocarburos Nº 1689 promulgada por Gonzalo Sánchez de Lozada? SI NO Según el entonces analista económico Carlos Villegas el alcance de esta problemática era insuficiente, pues el ámbito capitalizador abarcaba la Ley 1731, el DS 24806, además de los contratos de riesgo compartido; por ende, no alteraba la legislación neoliberal. 156 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 157
  • 80. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com ¿Está usted de acuerdo con la recuperación de la propiedad de todos los hidrocarburos en boca de pozo para el Estado boliviano? SI NO Villegas argumentó que la normativa capitalizadora-privatizadora sobre la industria hidrocarburífera vulneró la CPE en su artícu-lo 139 referido a la propiedad inalienable e imprescriptible del Estado sobre sus recursos naturales. ¿Está usted de acuerdo con refundar YPFB re-cuperando la propiedad estatal de las accio-nes de las bolivianas y bolivianos en las em-presas petroleras capitalizadas, de manera que pueda participar en toda la cadena pro-ductiva de los hidrocarburos? SI NO Con esta pregunta se ponía en juego las acciones de los bolivianos en las empresas capitalizadas, valoradas en alrededor de 800 millones de dólares y transferirlas al Estado para que éste pudiera administrarlas. Con el valor de estas acciones, de acuerdo a Villegas, se podía respaldar el inicio de las actividades de YPFB y participar activamente en la cadena productiva de los hidrocarburos. Sin embargo la propuesta de Mesa planteaba otorgar más atribuciones a la Superintendencia de Hidro-carburos que a la estatal petrolera. Carlos Mesa y su gabinete ministerial. ¿Está usted de acuerdo con la política del Pre-sidente Carlos Mesa de utilizar el gas como recurso estratégico para el logro de una sali-da útil y soberana al Océano Pacífico? SI NO El analista consideró pertinente el plan-teamiento. No obstante, cuestionó el carácter temporal introducido en la misma, al circuns-cribir su aplicación sólo a ese gobierno y no ampliar el radio de acción de una política de Estado aplicable a futuras gestiones. Está usted de acuerdo con que Bolivia expor-te gas en el marco de una política nacional que: Cubra el consumo de gas de las bolivia-nas y bolivianos, fomente la industrialización del gas en territorio nacional, cobre impues-tos y/o regalías a las empresas petroleras lle-gando al 50% del valor de la producción del gas y el petróleo en favor del país, destine los recursos de la exportación e industrialización del gas principalmente para educación, salud, caminos y empleos? SI NO Esta última pregunta resumía la pro-puesta de Ley de Hidrocarburos del gobierno de Mesa en cuatro partes. Planteaba la expor-tación, pero no dilucidaba el abanico de posi-bilidades, sino más bien daba por hecho que se debía viabilizar en el marco de una política nacional el consumo interno supeditado a res-tricciones financieras; aunque el proyecto de Mesa planteó incentivos para la industrializa-ción al mismo tiempo daba “irrestricta liber-tad” a las empresas para hacerlo, o no. Aquel proyecto de ley proponía lle-gar hasta el 50% de la recaudación entre impuestos y regalías pero no alteraba los com-promisos contraídos en los contratos de ries-go compartido y la distinción entre reservas nuevas y existentes, que planteaban tributos diferenciados de 18 y 50%, respectivamente. En cuanto al destino de los recursos, Vi-llegas recomendó implementar mecanismos de control para que los mismos no se utilicen en gasto corriente ni para cubrir el déficit fis-cal como propuso el mismo Mesa en su ante-proyecto. Con un alto nivel de participación ciuda-dana, el domingo 18 de julio de 2004, el go-bierno de Mesa llevó a efecto el referéndum vinculante en todo el país. “Cómputos oficiales determinaron que 1.913.642 ciudadanos apoyaron la recupera-ción de los hidrocarburos, cifra que represen-tó un 92% de respaldo, resultando la de ma-yor apoyo de la consulta popular. La tercera pregunta del referéndum, referida al fortale-cimiento de YPFB con las acciones de los boli-vianos en las capitalizadas fue respaldado por 1.793.594 personas, lo que implicó un apoyo del 87% de los consultados. Así también la primera pregunta referi-da a la abrogación de la Ley de Hidrocarburos Nº 1689 recibió el 87% de respaldo. La cues-tión que menos apoyo recibió fue la del uso del gas como herramienta para lograr un ac-ceso soberano al mar con tan sólo el 55%. La última pregunta sobre la exportación del gas, su industrialización, la elevación de impuestos y regalías hasta el 50% y el destino de los recursos fue apoyada por el 62%”.73 73 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS, Nacionalización en el siglo XXI, pág. 129, 2007, La Paz – Bolivia 158 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 159
  • 81. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Hormando Vaca Diez, presidente del Congreso Nacional sancionó la Ley de Hidrocarburos en 2005. La promulgación de la Ley de Hidrocarburos 3058 Después de 11 anteproyectos de Ley de Hidrocarburos que fueron ventilados en el Par-lamento y en medio de un clima de creciente tensión y descontento de los sectores sociales que exigían la nacionalización de los hidrocar-buros, el 17 de mayo de 2005, el presidente del Congreso Nacional, Hormando Vaca Diez, sancionó la nueva Ley de Hidrocarburos N° 3058 ante la negativa de Mesa para poner su firma y promulgar esa ley. La decisión del presidente Carlos Mesa de devolver esa ley provocó generalizadas crí-ticas y nuevamente surgieron amenazas sindi-cales de protesta en la sede de gobierno. Mesa alegó que este proyecto dividía al país y que estaba en riesgo la integridad nacio-nal. Indicó que su contenido “era confiscato-rio” para las empresas petroleras extranjeras y aseguró que no la promulgaría por considerar-la “suicida e inviable”. “La Ley de Hidrocarburos tenía por ob-jetivo darle a Bolivia un horizonte de esperan-za, de certeza, de seguridad hacia adelante. Y creo que el contexto de hoy está mostrando exactamente lo contrario’’, aseguró. La nueva ley del gas buscaba impulsar una economía mixta en el sector de hidrocar-buros, fortalecer YPFB y su participación en toda la cadena productiva, fomentar el consu-mo interno de gas natural e incrementar los niveles de exportación, además de priorizar la industrialización con la consecuente genera-ción de valor agregado a las exportaciones. Este instrumento legal obligaba a la mi-gración de contratos en un plazo de 180 días. En materia impositiva, creó el Impuesto Direc-to a los Hidrocarburos (IDH) del 32% sobre el total de la producción de hidrocarburos, un tributo no acreditable ni deducible que se me-día y pagaba con las regalías. En su momento, se explicó que la vigencia de este “sobreim-puesto”, al que se sumaban el 18% de regalías, participaciones y otros tributos, constituía una carga de más del 50% para las petroleras, que incluso analizaban dejar el país por no ser atractivo a sus intereses. La coparticipación del IDH quedó dis-tribuida en un 4% para los departamentos productores de hidrocarburos, 2% para los departamentos no productores y un saldo a favor del TGN, pueblos indígenas y originarios, comunidades campesinas, municipios, univer-sidades, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, entre otros. El destino de los recursos se dis-tribuyó entre los sectores de educación, salud, caminos, desarrollo productivo y empleo. Aunque no le asignó recursos, esta nor-ma dio curso a la refundación de YPFB y es-tableció su participación en toda la cadena productiva, a partir de la recuperación de las acciones de las empresas petroleras capitali-zadas administradas por las AFP, que se des-tinaban al pago del Bonosol. También se pro-movió la descentralización de sus oficinas en los departamentos productores del país, Co-chabamba, Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija. 160 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 161
  • 82. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Las petroleras anunciaron su rechazo a la nueva Ley de Hidrocarburos. En materia de comercialización, la Ley de Hidrocarburos, estableció límites sobre precios y volúmenes. Además, priorizó el abastecimiento interno y elimina a los mayo-ristas de la cadena comercialización interna. Sobre el consumo interno, se establecie-ron subsidios para las tarifas de distribución de gas natural por redes como una forma de facilitar el consumo doméstico, la pequeña in-dustria y servicios esenciales. Las petroleras mostraron su disconfor-midad con el nuevo régimen que gravaba mayores impuestos y regalías, éstas advirtie-ron un “clima de incertidumbre” para las in-versiones. En tanto, los movimientos sociales amenazaron con radicalizar sus medidas de presión en procura de la recuperación de los hidrocarburos, la viabilización de la Asamblea Constituyente, el cierre del Congreso Nacio-nal, la renuncia del Presidente y el adelanta-miento de elecciones generales. El 6 de junio de 2005, el presidente Carlos Mesa renunció irrevocablemente des-pués de dos amenazas previas efectuadas en marzo y junio. La aprobación de la Ley de Hi-drocarburos, sus diferencias con el Congreso Nacional y las movilizaciones sociales fueron las razones expuestas para su dimisión ante el Congreso. “No me dejan gobernar”, sentenció. Incumplimiento a la aplicación de la Ley En medio de las tensiones sociales alre-dedor de Plaza Murillo, se decidió trasladar las sesiones del Congreso a Sucre, la capital de la República. Presionados por los movi-mientos sociales, el presidente de la Cámara de Senadores, Hormando Vaca Diez (MIR) y el presidente de la Cámara de Diputados, Mario Cossío (MNR), dieron un paso al costado, de-jando así la responsabilidad de la conducción del país al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien en el marco de la sucesión constitucional, juró como Presidente de la República, al filo de la media noche del 9 de junio de 2005. La asunción de un presidente provenien-te de las filas del Poder Judicial despertó es-peranzas y temores respecto el cabal cumpli-miento de la Ley de Hidrocarburos, más aún cuando Rodríguez Veltzé aclaró que su única misión era la preservación del orden y la pro-secución de las elecciones generales. En los hechos, el Presidente jurista archivó la agenda de octubre y la recuperación de los recursos hidrocarburíferos. Bajo esa coyuntura, se impusieron las amenazas de ocho empresas petroleras, ex-cepto Petrobras, de acudir a organismos in-ternacionales para impugnar la nueva Ley de Hidrocarburos 3058 por considerarla confisca-toria y por no respetar los contratos de riesgo compartido y acuerdos bilaterales de protec-ción recíproca de inversiones. Las petroleras ratificaron su intención de no migrar a los nue-vos contratos hasta que se impulse “un plan de incentivo al sector y se introdujera cambios de fondo en la ley”. Las compañías que recurrieron a estos argumentos fueron Repsol YPF, Total, British Gas, Pluspetrol, Vintage, Pan American Energy, Exxon y Techint, que consideraron que el régi-men impositivo de la Ley 3058 era un exceso al obligarlas a pagar el 50% de tributos (32% de IDH y 18% de regalías). Temeroso de las acciones legales que asumieron las petroleras, Eduardo Rodríguez, optó por ignorar la Guerra del Gas y el cumpli-miento de la nueva Ley de Hidrocarburos. Para evitar arbitrajes internacionales, esa adminis-tración gubernamental forzó la ampliación de los plazos de negociación para que el venidero gobierno asumiera decisiones. Esta caracte-rística marcó el proceder de ese gobierno no sólo en el sector hidrocarburos. Pese a sus reclamos, las compañías pe-troleras tuvieron que conformarse con las nuevas condiciones de aquella Ley de la Repú-blica que allanó de un modo u otro el camino para la nacionalización, la tercera en la vida pública del país. El gobierno de Rodríguez Veltzé aseguró que no tenía capacidad para ejecutar la nueva ley hidrocarburífera y el 22 de junio de 2005 reglamentó la aplicación del IDH. Tras una prolongada presión y posterior negociación con los beneficiarios, el gobierno determinó la obligatoriedad de que estas entidades, para recibir los recursos, presentasen proyectos en diferentes rubros. 162 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 163
  • 83. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com La tercera Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia Las elecciones nacionales del 18 de di-ciembre de 2005, constituyeron el último acto administrativo de Rodríguez Veltzé. Pocas ho-ras después de oficializarse el triunfo de Evo Morales, el candidato del Movimiento Al So-cialismo (MAS) que obtuvo el 53,7 por ciento de apoyo en los comicios generales del 18 de diciembre de 2005, los sectores sociales exigie-ron el cumplimiento de la “Agenda de Octubre” que planteó la nacionalización de los hidrocar-buros, su industrialización y la imposibilidad de exportar gas por un puerto chileno. El primer mandatario indígena de Suda-mérica que volcó la atención del mundo sobre Bolivia, en sus primeras palabras prometió acatar la voluntad de la mayoría nacional ex-presada en el referéndum del gas, ratificando la consecución de la recuperación natural y el petróleo, para beneficio nacional. “Estamos acá para cambiar Bolivia, para acabar con la injusticia, para detener el saqueo de los recursos naturales”, afirmó el flamante Jefe de Estado en el acto de su posesión al jurar en enero 2006, ante el Congreso Nacional, con el puño izquierdo en alto y la otra mano en el pecho. La lucha histórica del pueblo boliviano contra la privatización y/o capitalización había encontrado un cauce e imponía la recupera-ción de la propiedad sobre los hidrocarburos y el control del excedente económico por parte del Estado como único factor de viabilidad y desarrollo nacional. De ese movimiento, nace la agenda hidrocarburífera propuesta por los movimientos sociales. “El presidente Evo Morales no declaró en ningún momento la paternidad de los hechos que se dieron sino viabiliza la agenda de octu-bre. En gran medida, su propuesta de gobierno durante la campaña electoral recogió la deman-da que tenía que ver con los hidrocarburos y la Asamblea Constituyente para debatir el futuro y la proyección del país. Cuando Morales Ayma asume la conduc-ción del gobierno, en ese momento, empieza su implementación. Es importante subrayar que se ejecutó lo que se ofreció. La población de Bolivia sabía exactamente en el período electoral lo que iba a hacer el Presidente en el marco de la nacionalización. No le ofreció algo y se aplicó otra cosa. Se ofreció y se aplicó74. La Ley de Hidrocarburos, aprobada du-rante el período de transición política si bien recogió algunos avances como efecto de la oposición a los planes elaborados por fuerzas políticas del partidismo, coludidas con intere-ses transnacionales, no presenta una visión de desarrollo del sector sino sólo el equilibrio de intereses y presiones regionales. Empero, producto de las tensiones políti-cas impelidas por la oposición, encabezada por Evo Morales y el MAS, esta norma incorpora en su estructura la emergencia por la recupe-ración de los recursos naturales y fundamen-talmente la vigencia del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) de 32% que junto a las Regalías de 18%, configuran un 50% de partici-pación estatal sobre el negocio estratégico de los hidrocarburos. La nacionalización de los hidrocarburos, resultó del consenso popular, el país se ponía de acuerdo por vez primera en las priorida-des que debía acatar el Estado, después de un quinquenio de lucha entre una clase política que no representaba los intereses nacionales y la emergencia de la empobrecida clase cam-pesino, indígena popular que reclamaba su de-recho y participación en las grandes decisiones nacionales. Así planteada la situación, el primer desa-fío para la nueva administración fue configurar la ecuación de la nueva nacionalización de los hidrocarburos, de manera que se obtenga el mayor beneficio para el pueblo boliviano, toda 74 YPFB, 2010 año de la inversión y la reactivación, Entrevista Carlos Villegas, pág. 8 La Paz – Bolivia vez que un intrincado entramado legal creado y premeditado en más de cincuenta años den-tro y fuera del país, protegía las inversiones privadas y las homologaba y refrendaba ante pactos y organismos internacionales de “pro-tección de inversiones (privadas)”. Una de las primeras medidas instruidas por Evo Morales al Congreso Nacional fue la revisión de los 71 contratos de riesgo compar-tido (joint ventures) firmados con las empresas petroleras en función de la abrogada Ley de Hidrocarburos 1689, aprobada por Sanchez de Lozada. “Si la relación contractual no era legal, entonces se tenía que comenzar de nuevo toda vez que el artículo 59 de la Constitución Política de Estado instruía su autorización para que es-tos entren en plena vigencia y facultad”. En paralelo, se comenzó a visibilizar la ne-cesidad de realizar una auditoría a todas las pe-troleras para verificar denuncias sobre ilícitos como contrabando y los compromisos de in-versión definidos con el Estado. La Contraloría General no resultaba eficiente en esos momen-tos porque había dejado de auditar los campos petroleros, pese a una instrucción emanada del Poder Legislativo. Al inició de la gestión 2006, las empresas petroleras y los diplomáticos enviaron sendos mensajes a Bolivia. “No creo que ninguna em-presa salga de Bolivia, porque tiene un papel importante. Creo que todas las empresas van a sentarse a negociar con el gobierno (…) No pienso que la posición de Petrobras, sea dife-rente de las demás empresas petroleras”, dijo Sergio Gabrielli, máximo ejecutivo de Petro-bras, el 12 de enero de 200675. A raíz de un escándalo internacional por ofertar al mercado valores información enga- 75 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA,La Nacional-ización del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 2007 , Pág. 155. La Paz – Bolivia 164 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 165
  • 84. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com ñosa sobre sus reservas en la bolsa de Estados Unidos, Repsol señaló: “Hemos seguido invir-tiendo, no pensamos irnos” a través de su ge-rente de comunicación y relaciones externas en Bolivia, Miguel Cirbian76. En tanto, varios gobiernos de países ami-gos apoyaban la medida y anunciaron que asesorarían la vigencia de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, país sometido al extremo de la pobreza por el neoliberalis-mo y la privatización. Las compañías petroleras exhortaron a entablar negociaciones sobre la futura rela-ción contractual con el Estado boliviano y las reglas de la próxima nacionalización de los hidrocarburos, al tiempo que ofrecían incre-mentar sus inversiones. En esta coyuntura, algunos “analistas” (ex autoridades de anteriores gobiernos) y la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) satanizaron la nacionalización y fustigaron el “sobreimpuesto”, propalando versiones alar-mistas sobre una presunta confiscación. “Se ha provocado incertidumbre sobre las inver-siones y la inestabilidad del mercado en Bo-livia”, aducían. Desde entonces, esta entidad fue calificada como “interlocutor no válido” y las autoridades optaron por una relación di-recta con las empresas petroleras. Versiones anónimas y ambiguas circula-ban por los medios de comunicación privados del país. Según estas, las petroleras “estaban dispuestas a convertirse en socias estratégicas de YPFB si se garantizaba la inversión y renta-bilidad en el sector”. 76 Ibidem Para las petroleras constituían factores críticos a sus inversiones la consolidación de nuevos mercados, la indispensable introduc-ción de condiciones que permitiesen la recu-peración de las inversiones realizadas y la apli-cación de un marco legal regulatorio y fiscal estable en el mediano y largo plazo. Sin embargo, otras versiones, reflejaban “off the record”, la “incertidumbre”, “la sobre-carga fiscal creada con la Ley 3058 que hacía inviable el negocio”, asimismo lanzaban “ulti-mátums” para la continuidad de las inversio-nes en Bolivia, y advertían sobre los “efectos de la futura nacionalización” en un país sin capacidad de inversión, nuevos mercados y pozos, situación que ponía en riesgo no sólo la producción futura sino el mismo el abaste-cimiento interno y las exportaciones. “En Bolivia el debate sobre el gas sigue sustentándose en premisas equivocadas y en posturas relativas a la dignidad, la soberanía, la equidad y el nacionalismo que no son ni nun-ca han sido elementos que definan la inversión y los negocios”, señalaban las publicaciones de prensa. Las transnacionales consideraron que los nuevos planes en el sector de hidrocarburos se reducían a consignas y situaciones coyuntu-rales, ajenas al sector mismo, más que a una voluntad de hacer negocios o participar activa-mente en los procesos de integración energéti-ca regional. Bolivia tendrá dificultades para compro-meter mayores volúmenes de exportación pues su capacidad de producción y entrega de gas está cercana al límite y ésta no se incre-mentará sin inversiones que no son probables en un momento en el que están amenazadas con la rescisión unilateral de contratos y la na-cionalización de sus inversiones, predecían los ejecutivos de las petroleras, sin dar la cara. La Secretaría de Energía de Estados Uni-dos, Karen A Harbert opinó que la nacionali-zación no era el mejor camino para Bolivia y para construir una vía de desarrollo para un pueblo empobrecido. “La nacionalización sólo creará el tipo de ambiente impredecible que ahuyentará las inversiones privadas”.77 El Presidente Evo Morales sentenció, “Bolivia requiere socios y no patrones…”, al ponderar que se acata la decisión de todos los bolivianos. 77 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA,La Nacional-ización del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia. 2007 , Pág. 178. Aquel histórico 1 de mayo de 2006, el presidente Evo Morales promulgó el DS 28701 “Héroes del Chaco”. 166 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 167
  • 85. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Al igual que en 1969, el Ejército Nacional participó activamen-te en la tercera Na-cionalización de los Hidrocarburos, esta vez encabezado por el presidente Evo Morales. Efectivos militares acompañaron en la ejecución del Decreto Supremo 28701 “Héroes del Chaco”. 168 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 169
  • 86. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com El operativo por la Dignidad Nacional En un tiempo récord de cinco meses, un equipo multidisciplinario del gobierno, perfiló la estrategia, técnico, económica y jurídica del decreto que daría vigencia a la nueva naciona-lización de los hidrocarburos, la tercera regis-trada en la vida republicana boliviana. El lunes 1 de mayo, Evo Morales convocó al gabinete a las 04:00 a.m. En esa reunión se dio lectura al Decreto Supremo Nº 28701 “Héroes del Chaco” e incluso se aprobaron algunos ar-tículos pendientes. Finalizada la sesión, los mi-nistros se pusieron de pie y entonaron el himno nacional. En medio de la más absoluta reserva, se organizó el operativo, decenas de oficiales del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, vestidos con trajes de campaña se movilizaron en silencio desde el aeropuerto de Yacuiba donde aguar-daron la llegada del presidente Evo Morales, ministros de Estado, y dirigentes sociales hasta el megacampo San Alberto, sin avisar a la pe-trolera que hasta ese momento se consideraba dueña del yacimiento en producción. Morales, munido con un casco de YPFB y una chamarra con el logotipo de la emblemá-tica empresa estatal avanzó flanqueado por los uniformados e ingresó al campo. Desde ese monto el Canal de televisión estatal comenzó a transmitir. A lo lejos, podía verse un letrero que remarcaba. “Nacionalizado, propiedad de los bolivianos”, mientras un soldado hacía flamear la tricolor nacional. El mandatario decretó la nacionalización de los hidrocarburos, leyó el tenor completo de la disposición. Acto seguido, conminó a las empresas petroleras a acatar la normativa na-cional o, en caso contrario, abandonar el país. “Si las empresas no nos respetan, nos haremos respetar”, advirtió. Aquella jornada histórica que dio inicio a la nacionalización provocó la satisfacción y el alborozo en varias regiones del país, el festejo continuó hasta pasada la media noche. En la ciudad de La Paz, una multitud esperó al Primer Mandatario en la Plaza Murillo para escuchar expectante al Jefe de Estado. La decisión política estaba tomada, a partir de aquel histórico 1 de mayo de 2006 se nacio-nalizaron los recursos naturales hidrocarburífe-ros del país. El Estado recuperó su propiedad, la posesión y el control total y absoluto. DECRETO SUPREMO Nº 28701 “HEROES DEL CHACO” EVO MORALES AYMA PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA CONSIDERANDO: Que en históricas jornadas de lucha, el pueblo ha conquistado a costa de su sangre, el derecho de que nuestra riqueza hidrocar-burífera vuelva a manos de la nación y sea utilizada en beneficio del país. Que en el Referéndum Vinculante de 18 de julio de 2004, a través de la contundente respuesta a la pregunta 2, el pueblo ha deci-dido, de manera soberana, que el Estado Nacional recupere la propiedad de Todos los hidrocarburos producidos en el país. Que de acuerdo a lo expresamente dis-puesto en los Artículos 136, 137 y 139 de la Constitución Política del Estado, los hidrocar-buros son bienes nacionales de dominio ori-ginario, directo, inalienables e imprescripti-bles del Estado, razón por la que constituyen propiedad pública inviolable. Que por mandato del inciso 5 del ArtÍculo 59 de la Constitución Política del Estado, los contratos de explotación de riquezas nacio-nales deben ser autorizados y aprobados por el Poder Legislativo, criterio reiterado en la sentencia del Tribunal Constitucional Nº 0019/2005 de 7 de marzo de 2005. Que esta autorización y aprobación legis-lativa constituye fundamento del contrato de explotación de riquezas nacionales por tra-tarse del consentimiento que otorga la na-ción, como propietaria de estas riquezas, a través de sus representantes. Que las actividades de exploración y pro-ducción de hidrocarburos se están llevando adelante mediante contratos que no han cumplido con los requisitos constitucionales y que violan expresamente los mandatos de la Carta Magna al entregar la propiedad de nuestra riqueza hidrocarburífera a manos extranjeras. Que ha expirado el plazo de 180 días, se-ñalado por el Articulo 5 de la Ley Nº 3058 de 17 de mayo de 2005 Ley de Hidrocarburos, para la suscripción obligatoria de nuevos contratos. Que el llamado proceso de capitalización y privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos - YPFB ha significado no sólo un grave daño económico al Estado, sino además un acto de traición a la patria al entregar a manos extranjeras el control y la dirección de un sector estratégico, vulneran-do la soberanía y la dignidad nacionales. Que de acuerdo a los Artículos 24 y 135 de la Constitución Política del Estado, todas las empresas establecidas en el país se con-sideran nacionales y están sometidas a la so-beranía, leyes y autoridades de la República. Que es voluntad y deber del Estado y del Gobierno Nacional, nacionalizar y recuperar la propiedad de los hidrocarburos, en aplica-ción a lo dispuesto por la Ley de Hidrocarbu-ros. 170 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 171
  • 87. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Que el Pacto Internacional de los Dere-chos Civiles y Políticos, como también el Pacto de los Derechos Económicos y Culturales, sus-critos el 16 de diciembre de 1966, determinan que: … todos los pueblos pueden disponer li-bremente de sus riquezas y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de la cooperación económica internacional basada en el principio del beneficio reciproco, así como del derecho internacional. En ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus pro-pios medios de subsistencia. Que Bolivia ha sido el primer país del Con-tinente en nacionalizar sus hidrocarburos, en el año 1937 a la Standar Oil Co., medida heroi-ca, que se tomó nuevamente en el año 1969 afectando a la Gulf Oil, correspondiendo a la generación presente llevar adelante la tercera y definitiva nacionalización de su gas y su pe-tróleo. Que esta medida se inscribe en la lucha histórica de las naciones, movimientos so-ciales y pueblos originarios por reconquistar nuestras riquezas como base fundamental para recuperar nuestra soberanía. Que por lo expuesto corresponde emitir la presente disposición, para llevar adelante la nacionalización de los recursos hidrocarburí-feros del país. EN CONSEJO DE MINISTROS DECRETA: ARTICULO 1.- En ejercicio de la soberanía nacional, obedeciendo el mandato del pueblo boliviano expresado en el Referéndum vincu-lante del 18 de julio del 2004 y en aplicación estricta de los preceptos constitucionales, se nacionalizan los recursos naturales hidrocar-buríferos del país. El Estado recupera la propiedad, la pose-sión y el control total y absoluto de estos re-cursos. ARTICULO 2.- I. A partir del 1 de mayo del 2006, las em-presas petroleras que actualmente realizan actividades de producción de gas y petróleo en el territorio nacional, están obligadas a entregar en propiedad a Yacimientos Petrolí-feros Fiscales Bolivianos YPFB, toda la produc-ción de hidrocarburos. II. YPFB, a nombre y en representación del Estado, en ejercicio pleno de la propiedad de todos los hidrocarburos producidos en el país, asume su comercialización, definiendo las condiciones, volúmenes y precios tanto para el mercado interno, como para la exportación y la industrialización. ARTICULO 3.- I Sólo podrán seguir operando en el país las compañías que acaten inmediatamente las disposiciones del presente Decreto Supre-mo, hasta que en un plazo no mayor a 180 días desde su promulgación, se regularice su actividad, mediante contratos, que cumplan las condiciones y requisitos legales y constitu-cionales. Al término de este plazo, las compa-ñías que no hayan firmado contratos no po-drán seguir operando en el país. II. Para garantizar la continuidad de la produc-ción, YPFB, de acuerdo a directivas del Minis-terio de Hidrocarburos y Energía, tomará a su cargo la operación de los campos de las compañías que se nieguen a acatar o impi-dan el cumplimiento de lo dispuesto en el presente Decreto Supremo. III. YPFB no podrá ejecutar contratos de explotación de hidrocarburos que no hayan sido individualmente autorizados y aproba-dos por el Poder Legislativo en pleno cumpli-miento del mandato del inciso 5 del Artículo 59 de la Constitución Política del Estado, ARTICULO 4.- I. Durante el período de transición, para los campos cuya producción certificada pro-medio de gas natural del año 2005 haya sido superior a los 100 millones de pies cúbicos diarios, el valor de la producción se distribui-rá de la siguiente forma: 82% para el Estado (18% de regalías y participaciones, 32% de Impuesto Directo a los Hidrocarburos IDH y 32% a través de una participación adicional para YPFB), y 18% para las compañías (que cubre costos de operación, amortización de inversiones y utilidades). II. Para los campos cuya producción cer-tificada promedio de gas natural del año 2005 haya sido menor a 100 millones de pies cúbicos diarios, durante el período de transi-ción, se mantendrá la actual distribución del valor de la producción de hidrocarburos. III. El Ministerio de Hidrocarburos y Ener-gía determinará, caso por caso y mediante auditorias, las inversiones realizadas por las compañías, así como sus amortizaciones, costos de operación y rentabilidad obtenida en cada campo. Los resultados de las audi-torias servirán de base a YPFB para determi-nar la retribución o participación definitiva correspondiente a las compañías en los con-tratos a ser firmados de acuerdo a lo esta-blecido en el Artículo 3 del presente Decreto Supremo. ARTICULO 5.- I. El Estado toma el control y la dirección de la producción, transporte, refinación, al-macenaje, distribución, comercialización e industrialización de hidrocarburos en el país. II. El Ministerio de Hidrocarburos y Ener-gía regulará y normará estas actividades hasta que se aprueben nuevos reglamentos de acuerdo a Ley. ARTICULO 6.- I. En aplicación a lo dispuesto por el Artí-culo 6 de la Ley de Hidrocarburos, se trans-fieren en propiedad a YPFB, a título gratuito, las acciones de los ciudadanos bolivianos que formaban parte del Fondo de Capitalización Colectiva en las empresas petroleras capita-lizadas Chaco SA., Andina SA. y Transredes SA. II. Para que esta transferencia no afecte el pago del BONOSOL, el Estado garantiza la reposición de los aportes por dividendos, que estas empresas entregaban anualmen-te al Fondo de Capitalización Colectiva. III. Las acciones del Fondo de Capitaliza-ción Colectiva que están a nombre de las Ad-ministradoras de Fondos de Pensiones en las 172 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 173
  • 88. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com empresas Chaco SA., Andina SA. y Transre-des SA. serán endosadas a nombre de YPFB, ARTICULO 7.- I. El Estado, recupera su plena participa-ción en toda la cadena productiva del sector de hidrocarburos. II. Se nacionalizan las acciones necesa-rias para que YPFB controle como mínimo el 50% más 1 en las empresas Chaco SA., Andina SA., Transredes SA., Petrobrás Boli-via Refinación SA. y Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia SA. III. YPFB nombrará inmediatamente a sus representantes y síndicos en los respec-tivos directorios y firmará nuevos contratos de sociedad y administración en los que se garantice el control y la dirección estatal de las actividades hidrocarburíferas en el país. ARTICULO 8.- En 60 días, a partir de la fecha de pro-mulgación del presente Decreto Supremo y dentro del proceso de refundación de YPEB, se procederá a su reestructuración integral, convirtiéndola en una empresa corporativa, transparente, eficiente y con control social. ARTICULO 9.- En todo lo que no sea contrario a lo dis-puesto en el presente Decreto Supremo, se seguirán aplicando los reglamentos y nor-mas vigentes a la fecha, hasta que sean mo-dificados de acuerdo a ley. Los Señores Ministros de Estado, el Pre-sidente de YPFB y las Fuerzas Armadas de la Nación, quedan encargados de la ejecución y cumplimiento del presente Decreto Supre-mo. Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, al primer día del mes de mayo del año dos mil seis. FDO. EVO MORALES AYMA. David Choque-huanca Céspedes, Juan Ramón Quintana Taborga, Alicia Muñoz Alá, Walker San Miguel Rodríguez, Carlos Villegas Quiroga, Luis Alberto Arce Catacora, Abel Mamani Marca, Celinda Sosa Lunda, Salvador Ric Riera, Hugo Salvatierra Gutiérrez, Andrés Solíz Rada, Walter Villarroel Morochi, San-tiago Alex Gálvez Mamani Ministro de Tra-bajo e Interino de Justicia, Félix Patzi Paco, Nila Heredia Miranda. Argentina, un nuevo aliado para el gas El 30 de junio de 2006, en el Municipio de Hurlingham, provincia de Buenos Aires, el Pre-sidente Evo Morales y su homólogo argentino, Néstor Kirchner acordaron que este país com-praría provisionalmente gas boliviano a cinco dólares el millón de BTU (médida térmica bri-tánica, por sus siglas en inglés) hasta diciembre de 2006; entre tanto se procesaba un acuerdo más amplio. La administración del Presidente Evo Mo-rales, había anticipado al inicio de su gestión la necesidad de revisar los términos contractuales para la venta o exportación de gas boliviano “en mejores condiciones”, toda vez que los precios internacionales para este energético, eran en-tonces muy superiores al precio de comercia-lización que habían fijado anteriores gobiernos en gestiones pasadas. El expresidente de Argentina, Néstor Kirchner y el presidente de Bolivia, Evo Morales acuerdan la compra venta de gas natural en 2006. 174 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 175
  • 89. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Medios de información internacionales, divulgaron por esos días que Brasil, había pe-dido al gobierno de Kirchner, por la vía diplo-mática, no aceptar ningún alza del precio del gas boliviano. Es más, se comentaba con un misión de alto nivel del gobierno argentino se había trasladado hasta Buenos Aires, la capital argentina, para frenar cualquier intento de re-forma sobre precios. Después de algunos meses de tratativas y negociaciones, el 19 de Octubre de 2006, en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, los manda-tarios de Bolivia y Argentina, firmaron, el 19 octubre de 2006, el Nuevo Acuerdo de Aso-ciación Estratégica en Materia de Energía que estableció el incremento del precio por millón de BTU de cuatro a cinco dólares, además del incremento progresivo de los volúmenes de venta de gas de 7,7 Millones de Metros Cúbi-cos por Día (MMmcd) hasta 27,7 MMmcd el año 2029. En los hechos la nueva relación contrac-tual impulsada por las excelentes relaciones diplomáticas con el gobierno Argentino y par-ticularmente con el Presidente Kirchner que brindó todo su apoyo al gobierno de Evo Mo-rales, abría el segundo gran mercado para la exportación de gas natural y convirtió a Bolivia en el centro energético de la región. La mejor señal política del acuerdo con la Argentina constituyó la reactivación de la capacidad exportadora de Bolivia ante el mundo, además de la posibilidad de inyectar nuevas inversiones a un mayor mercado ase-gurado, quebrando otro eje del ataque hacia la nacionalización de los hidrocarburos que comenzaba a rendir sus primeros resultados. En entonces Ministro de Hidrocarburos y Energía, Carlos Villegas Quiroga, afirmó en aquella oportunidad, “este histórico acuerdo convierte a Bolivia en el mayor distribuidor energético de Sudamérica y en el principal polo de atracción de inversiones para el desa-rrollo del mercado de los hidrocarburos”. Se calculó que el negocio binacional movi-lizaría 49.800 millones de dólares; 32.500 sólo por concepto de exportación de gas natural; 7.900 millones por la comercialización de pe-tróleo asociado al gas; 5.400 millones por la extracción de licuables y 4.000 más por la de-puración del etano industrial. Entre las principales condiciones venta-josas que estipula el nuevo contrato con Ar-gentina se consigna un valor calorífico de sólo 1.000 Unidad Térmica Británica (BTU) con la posibilidad de recuperar mayores líquidos para el mercado interno, además de la imple-mentación de una fórmula de ajuste para el cálculo trimestral del precio de compra ven-ta con una canasta de “fuels” que incluye el diesel, en función de precios internacionales (WTI). Todo el conjunto de situaciones concretas y potencialidades en las que derivó el acuer-do con Argentina abrió el “cerco” de que las petroleras habían tendido alrededor de las aspiraciones de Bolivia, lo que fue considera-do por las autoridades de gobierno como “la ruptura del sindicato de las petroleras”. El contrato con la Argentina llegó en un momento clave para Bolivia y la nacionaliza-ción de los hidrocarburos pues le dio el impul-so suficiente para encarar las negociaciones de los nuevos contratos con las petroleras en mejores condiciones porque ahora podía ofrecer mercados. Ya no se podía alegar la fal-ta de mercados para constreñir la producción. Paralelamente, el histórico Acuerdo Bo-liviano Argentino, en los hechos, establecía que después de un decenio de privatización y capitalización que redujo a Yacimientos Petro-líferos Fiscales Bolivianos a condición residual, la estatal petrolera asumiría un rol protagóni-co en el negocio de los hidrocarburos. Contratos de Operación con el Estado boliviano Un día antes del plazo fatal, establecido en el D.S. 28701, por el cual el Estado boliviano podía confiscar y administrar los campos pe-troleros en los cuales los titulares se negaran a migrar a una nueva relación contractual con el Estado, las compañías petroleras Vintage de EE.UU. y Total de Francia, esta última conside-rada la cuarta petrolera a nivel mundial, firma-ron los nuevos contratos de operación. Este hecho se produjo en el auditorio del edificio del Palacio de las Comunicaciones, el viernes 27 de octubre de 2006. “Nuestros hidrocarburos, nuestra digni-dad. Nacionalización ni un paso atrás”, se podía leer en una gigantografía colgada detrás de la testera oficial del evento desarrollado en vier-nes 27 de octubre de 2006, donde participaron el Presidente Evo Morales, el Vicepresidente García Linera, el Ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas y el presidente de YPFB, Juan Carlos Ortiz, entre otros miembros del gabine-te ministerial y cuerpo diplomático. Los ejecutivos de Total, informaron que esta empresa operadora invertiría $us 948 mi-llones en los próximos 30 años a objeto de de-sarrollar mayores proyectos de hidrocarburos en Bolivia. La decisión de las dos petroleras aceleró la negociación con las otras compañías que se enfrascaron en sendas negociaciones con las autoridades de YPFB y el Ministerio de Hidro-carburos, las cuales culminaron faltando pocos minutos para el sábado 28 de octubre cuando los ejecutivos de las doce empresas petroleras restantes acudieron a la firma que inauguraría un nuevo ciclo de relación con el Estado, en condiciones equitativas para el país. “Todas las petroleras firman”; “Se consu-ma la Nacionalización”; “El gobierno ganó la pulseta a las petroleras”, son algunos de los ti-tulares de primera plana que matizaron al día siguiente el estado de relación entre el gobier-no y las petroleras después de seis meses de incredulidad, objeciones y desinformación. El presidente Evo Morales se dirigió al pueblo, señalando visiblemente emocionado: “Misión cumplida, misión cumplida con todo el pueblo boliviano”, al asegurar que consolidó la política más importante de su gobierno en diez meses de gestión. El Estado había convenido a las empresas petroleras a firmar contratos de operación que les brindarían seguridad jurídica, pero en me-jores condiciones de interés nacional. En total, las empresas habían comprome-tido invertir hasta cuatro mil millones de dóla-res, producto de la nueva relación contractual. La Cámara de Hidrocarburos, en un es-cueto comunicado, calificó las negociaciones como “duras”, aunque ponderó la ”seguridad jurídica” establecida. “El escenario que se ha planteado con la firma de nuevos contratos vis-lumbrará una relación positiva y duradera en-tre socios, las empresas y el Estado Nacional”, se subrayó. 176 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 177
  • 90. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Los contratos de operación como resultado del proceso de nego-ciación de los contratos petroleros, entre el 27 y 28 de octubre de 2006, YPFB suscribió 44 Contratos de Operación con las siguientes empresas: BG Bolivia Corporation-Sucursal Bolivia; Canadian Energy Entreprises C.E.E. Bolivia S.R.L., Compañía Petrolera Exploración y Explotación “Petrolex” S.A., Compañía Petrolera ORCA S.A., Dongwon Corporation (Sucursal Bolivia) , Empresa Petrolera Andina Sociedad Anónima EPAN S.A., Empresa Petrolera Chaco S.A. “EPCHA S.A.”, Matpetrol S.A., Mon-roy Electrónica y Control “Monelco” S.R.L., PAE E&P Bolivia Limited (Su-cursal Bolivia), Petrobras Bolivia S.A., Petrobras Energía S.A. Sucursal Bolivia, Pluspetrol Bolivia Corporation S.A., Repsol YPF E&P Bolivia S.A., Total E&P Bolivie Sucursal Bolivia, Vintage Petroleum Boliviana Ltd. (Su-cursal Bolivia). El gobierno del Presidente Evo Morales ganó la pulseta con las petroleras, éstas firmaron los nuevos contratos de operación en octubre de 2006. 178 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 179
  • 91. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com Las condiciones y requisitos del contrato de operación se establecen en el artículo 77 de la Ley de Hidrocarburos Nº 3058: • El titular ejecutará con sus propios me-dios y por su exclusiva cuenta y riesgo, a nombre de y en representación de YPFB, las operaciones correspondien-tes a las actividades de Exploración y Explotación dentro del área materia del contrato, bajo el sistema de retri-bución, en caso de ingresar a la activi-dad de Explotación. • YPFB no efectuará inversión alguna y no asumirá ningún riesgo o responsa-bilidad en las inversiones o resultados obtenidos relacionados con el contra-to, debiendo ser exclusivamente el ti-tular el que aporte la totalidad de los capitales, instalaciones, equipos, ma-teriales, personal, tecnología y otros necesarios. • YPFB retribuirá al Titular por los servi-cios de operación, con un porcentaje de la producción, en dinero o en es-pecie. Debe aclararse que en cumpli-miento a la política de nacionalización de los Hidrocarburos y el Mandato del Decreto Supremo de Nacionalización en relación con la dirección, control y ejecución de toda la cadena de hidro-carburos a cargo del Estado a través de YPFB, a pesar de que legalmente era posible la Retribución del Titular, es es-pecie, el Gobierno Nacional ha dejado claramente establecido como parte de su política y YPFB en cada uno de los contratos, que el pago es únicamente en dinero y que toda la Producción de Hidrocarburos es de propiedad de la empresa estatal. Este pago cubrirá la totalidad de sus costos de operación y utilidad. • YPFB, por su parte, pagará las Rega-lías, Impuestos y Participaciones so-bre la producción, más los impuestos que le correspondan. • La ejecución de todas las operaciones será supervisada por la Unidad de Se-guimiento y Control integrada por re-presentantes de YPFB y del Titular. Di-cha unidad empezará a funcionar tan pronto como se suscriba el contrato. Sus atribuciones y forma de represen-tación serán establecidas en un Regla-mento aprobado por el Ministerio de Hidrocarburos. El Contrato de Operación suscrito por YPFB con las empresas petroleras garantiza el pago del 18% por concepto de Regalías y Participaciones, el 32 % de Impuesto Di-recto a los Hidrocarburos (IDH); asimismo, establece las reglas sobre la Retribución del Titular (Costos Recuperables y Utilidad) y la Participación de YPFB. Las características principales de los Contratos de Operación que garantizan la Exploración y la Explota-ción de hidrocarburos en los campos obje-to de contratos para los siguientes 30 años son las siguientes: El Objeto de Contrato es la ejecución por parte del titular (Empresa petrolera con la que YPFB ha suscrito el contrato), de todas las Operaciones Petroleras (explora-ción, evaluación, desarrollo, explotación y abandono) dentro del Área del Contrato, a su exclusiva cuenta y riesgo, de acuerdo con la Ley de Hidrocarburos y a cambio de recibir de YPFB la Retribución del Titular. El Titular debe cubrir los Costos y proveer el personal, tecnología, instalaciones, mate-riales y el capital necesario para la realiza-ción de las Operaciones Petroleras. La Propiedad de los Hidrocarburos es un aspecto fundamental en el Contrato de Operación que reitera la disposición consti-tucional en relación a la propiedad del Esta-do sobre los yacimientos de hidrocarburos, y además establece en forma expresa que la propiedad de los Hidrocarburos Produ-cidos, corresponde a YPFB. Esa previsión contractual en plena compatibilidad con la Política de Nacionalización da lugar a que el Contrato de Operación garantice también que todos los Hidrocarburos Producidos sean entregados por los Titulares a YPFB que será, a partir de la Fecha Efectiva de los contratos, el único comercializador de Hidrocarburos Producidos, tanto al merca-do interno como a mercado externo. Así, la empresa estatal asume en forma plena el eslabón de la Exploración y la Explotación (vía prestación de servicios por parte de las empresas petroleras), y la Distribución y Comercialización, sepultando para siempre el rol de simple aglomerador que la “ca-pitalización” le otorgó a YPFB residual; es decir, una especie de “tubo” `por el cual se comunicaban las empresas petroleras pro-ductoras y sus compradores y transcurría la producción hidrocarburífera del país hacia el mercado interno y el mercado externo sin mayor control por parte del Estado. Patentes, Regalías, Participaciones e Impuestos se aplican dentro del marco de las disposiciones legales en vigencia, co-rrespondiendo al Titular el pago definitivo por concepto de Patentes y a YPFB el pago de Regalías y Participaciones e Impuesto Directo a los Hidrocarburos. Por otra par-te, a pesar de que las normas tributarias se aplican por imperio de la Ley y no sur-te efecto sobre ellas ningún acuerdo entre partes, se aclara que los tributos en general 180 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 181
  • 92. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com se aplican conforme a la Ley Nº 843 de Re-forma Tributaria y sus modificaciones y el Código Tributario Boliviano; esto quiere de-cir que tanto los impuestos directos como los indirectos se aplican a las Operaciones Petroleras, así como a las utilidades obte-nidas tanto por las empresas como por las empresas titulares como por YPFB. La Retribución del Titular es siempre en dinero, nunca en especie. Se ha esta-blecido que el Contrato de Operación, no da lugar a pago en especie, debido a que los Hidrocarburos Producidos son de pro-piedad de la empresa estatal. Una vez que se inicia la producción comercial del o los Campos en el Área de Contrato, la Retribu-ción del Titular es el pago por concepto de las actividades realizadas por la empresa Titular y consta de: • Costos recuperables.- Montos destina-dos a cubrir los Costos Presupuestados y ejecutados por dichas empresas, los mismos que deben ser aprobados fisca-lizados y auditados por YPFB. • Utilidad.- Una vez que se paguen las Regalías y Participaciones, así como los Costos Recuperables, el Titular tiene derecho a recibir utilidades (Participa-ción del Titular). Además, es importante anotar la previ-sión que hace el Contrato de Operación en relación con los Costos Recuperables acu-mulados; en sentido de que si al concluir el mismo, el Titular no recupera todos los Costos Recuperables, asumirá los montos como pérdida económica, sin que pueda ser repercutida en forma alguna a YPFB. Asimismo, el Contrato establece que la Retribución del Titular, constituye el único pago efectuado por YPFB por las Opera-ciones Petroleras y la empresa estatal no garantiza al Titular la rentabilidad en el Contrato y tampoco la recuperación de las inversiones en que incurra. En cuanto a las Obligaciones de YPFB, en el Contrato de Operación, dicha empre-sa debe suministrar información y datos que disponga la empresa estatal y que el titular no tenga en su posesión en relación con el Área del Contrato, cooperar con el ti-tular para obtener de acuerdo con las Leyes Aplicables, los derechos de paso, de uso o servidumbre requeridos para las Operacio-nes Petroleras; cooperar con el Titular en las gestiones administrativas que tenga que efectuar ante las autoridades del Estado, así como supervisar todas las Operaciones Petroleras realizadas por el Titular bajo el Contrato. Las Obligaciones de los Titulares y al-cances del Contrato de Operación están señaladas en cada una de sus cláusulas; sin embargo, se hace un listado adicional que establece las siguientes obligaciones: • Conducir las Operaciones Petroleras de forma continua y conforme a las Leyes Aplicables, las Prácticas de la Industria, los Planes de Desarrollo, Programas de Trabajo, y Presupuestos aprobados por YPFB, y los demás tér-minos y condiciones de Contrato. • Producir los volúmenes necesarios para atender la demanda del mercado interno de acuerdo con los requeri-mientos de las Leyes Aplicables. • Emplear el personal calificado, así como suministrar todos los recursos necesarios, para la ejecución de las Operaciones Petroleras y obtener oportunamente todos los Materiales requeridos para la ejecución de las mismas, debiendo asegurarse de que estén de acuerdo con las normas y Prácticas Prudentes de la Industria. • Responsabilizarse de los Hidrocarbu-ros Producidos hasta su recepción por parte de YPFB en los Puntos de Fiscali-zación. • Presentar un programa de inversiones de inversiones para la renovación y modernización tecnológica de las plan-tas y demás instalaciones que actual-mente operan en el Área de Contrato de acuerdo con las Prácticas Prudentes de la Industria. • Abrir y mantener las cuentas corrien-tes bancarias en un banco en el país que serán utilizadas, entre otros fines, para cubrir operaciones denominadas en Bolivianos. • Suministrar a YPFB toda la informa-ción, datos e interpretaciones relacio-nados con las operaciones petroleras, tales como datos científicos y técnicos obtenidos en razón de sus trabajos, perfiles eléctricos, sónicos, radiacti-vos y otros, cintas y líneas sísmicas, muestras de pozos, núcleos, testigos de formación, así como cualquier otra información similar e informes de eva-luación geológica, geofísica y de Cam-pos, junto con los planos y documen-tos correspondientes. • Mantener en el Estado Plurinacional registros completos de todas las ope-raciones técnicas realizadas conforme contrato. • Suministrar a YPFB toda la información sobre la existencia de riquezas mine-ras, hidráulicas y de otro tipo que se descubran como resultado de las Ope-raciones Petroleras, y abstenerse de exportar recursos naturales distintos de los Hidrocarburos. 182 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 183
  • 93. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com • Mantener una sucursal o subsidiaria en el Estado Plurinacional y a un repre-sentante legal, ambos con domicilio legal en el país. • Abstenerse de perforar, sin el consen-timiento de YPFB, cualquier pozo que pueda atravesar la proyección vertical de sus límites desde el Área del Con-trato. • Ofrecer las más amplias facilidades para que los representantes de YPFB, del Ministerio, autoridades tributarias y ambientales realicen inspecciones contables e información relacionada con las Operaciones Petroleras. • Asegurar que los Hidrocarburos descu-biertos en el Área del Contrato no se derramen o despierten en cualquier forma, y evitar el daño a los estratos que contengan hidrocarburos y a los que contengan depósitos de agua. - Cumplir con todas las obligaciones en materia de Derechos de los Pueblos Campesinos, Indígenas y Originarios, establecidas en la Ley de Hidrocarbu-ros. - Obtener las autorizaciones ambienta-les y de las instancias correspondien-tes que se requieran para realizar las Operaciones Petroleras y, al concluir cada trabajo, realizar la restauración del área afectada de conformidad con su correspondiente Declaratoria de Impacto Ambiental o Declaratoria de Adecuación Ambiental. - Mantener informadas permanente-mente a la Unidad de Seguimiento y Control y a YPFB del desarrollo de to-das las actividades efectuadas duran-te la vigencia del Contrato, mediante informes diarios, semanales y men-suales sobre el proceso de las Opera-ciones Petroleras y otros informes es-tablecidos en el Contrato. - Recibir a estudiantes o egresados de educación técnica superior o relacio-nados con la industria petrolera, para que realicen prácticas y estudios en los Campos del Área del Contrato y en las oficinas del Titular del Estado Plurina-cional, debiendo adicionalmente en-tregar una ayuda económica mensual por estudiante, que será considerada Costo Recuperable. • Exigir a sus subcontratistas que adop-ten las medidas para proteger la vida, el derecho de propiedad, sembradíos, cosechas, pesca, flora y fauna silvestre y otros derechos vinculados a las pro-tección social y del medio ambiente. • Dar preferencia a la contratación de bienes producidos en el Estado Pluri-nacional o servicios prestados por em-presas nacionales, siempre y cuando dichos bienes y servicios se ofrezcan en condiciones similares de calidad, precio y disponibilidad, en el momen-to, lugar y en las cantidades requeri-das. • Responsabilizarse por cualquier pérdi-da o daño causados a terceros por sus Subcontratistas o sus empleados, por acción u omisión y deberá indemnizar al Estado por sus Subcontratistas o sus empleados, por acción u omisión y deberá indemnizar al Estado o a sus dependencias y a terceros, por las res-ponsabilidades emergentes de dichos actos u omisiones liberando a YPFB de toda responsabilidad. Estos costos no se consideran costos recuperables. • Cumplir con las Leyes Aplicables en materia de derechos de propiedad industrial e intelectual de terceros, li-berando a YPFB y al Estado y a sus de-pendencias de cualquier reclamo que pueda resultar por el uso indebido o no autorizado de dichos derechos. • Comunicar inmediatamente a YPFB cualesquiera procedimientos arbitra-les, judiciales o administrativos en que sea parte o estuviere de algún modo involucrado, en relación al Contrato. • Asumir frente a YPFB la responsabili-dad por cualesquiera pérdidas, perjui-cios, daños, acción, juicio o procedi-miento ocasionado por actos ilícitos, negligencias, culpa grave o dolo de sus empleados o subcontratistas, exi-miendo a YPFB de toda reclamación o responsabilidad que de ello emane. Los Costos incurridos por el Titular en cualquiera de las cuestiones antes mencionadas no se considerarán Cos-tos Recuperables. La responsabilidad abarca los daños directos. En relación con el Mercado Interno, en cumplimiento a las normas de la Ley de Hi-drocarburos, los Contratos de Operación estipulan que las empresas deben cumplir con la entrega de volúmenes de hidrocar-buros suficientes para el abastecimiento de dicho mercado, así como las demandas adi-cionales del mismo. Asimismo, el contrato establece que el incumplimiento de dicha obligación constituye causal de termina-ción del Contrato. Respecto del personal de las empresas Titulares y su correspondiente capacita-ción, el Contrato de Operación establece la preferencia de la contratación de traba-jadores bolivianos en los diferentes niveles de la empresa, dejando un margen legal 184 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 185
  • 94. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com máximo de un 15 % de trabajadores ex-tranjeros. El personal de la empresa y de YPFB debe ser capacitado en forma per-manente por la empresa Titular en el últi-mo caso conforme a los programas apro-bados por YPFB, y los Costos se consideran Costos Recuperables garantizando así una capacitación óptima. La subcontratación de empresas se en-cuentra regulada en función de los montos a ser contratados en tres Procedimientos: Procedimiento A (Inferior a $us 350.000.- ); Procedimiento B (Entre $us 350.000.- y 4.000.000.-); procedimiento C (Superior a los $us 4.000.000). El Control sobre el Contrato de Ope-ración es un tema de importancia pues se establece la obligación para el Titular de lograr el consentimiento de YPFB y del Ministerio de Hidrocarburos y Energía para ceder, gravar o transferir directa o indirectamente los derechos u obligacio-nes emergentes del Contrato, esto alcanza inclusive a la participación en las empre-sas que conforman al Titular. La previsión contractual responde al principio de que el Estado debe asumir el control y dirección de la cadena de hidrocarburos. Es más, el Contrato estipula que cuando las empre-sas Titulares fueren objeto de un cambio de control involuntario u hostil, YPFB po-drá observar dicho cambio por razones de política de Estado o por haber el nuevo controlante demandado a YPFB o al Esta-do boliviano ante tribunales internaciona-les, y exigir el cambio de control que debe ser ejecutado dentro del plazo de un año, y en caso de no procederse al cambio YPFB (sin pago alguno) debe tomar la participa-ción de la empresa que hubiere cambiado el control. Los mecanismos de Solución de Con-troversias son tres: • Reuniones Extraordinarias ante la Uni-dad de Seguimiento y Control para re-solver la controversia. • Peritaje Técnico, en el cual, de común acuerdo, se designa a un perito inde-pendiente y se define el objeto y pro-cedimientos a ser implementados. El Dictamen pericial es no vinculante. • Arbitraje, que se realizará conforme a la Ley de Arbitraje y Conciliación Nº 1770 de 10 de marzo de 1997, bajo las siguientes condiciones: la sede del ar-bitraje será la ciudad de La Paz, Bolivia; las leyes aplicables serán las leyes de la República de Bolivia; el número de árbitros será tres (uno nombrado por YPFB, uno por el Titular y el tercero por los árbitros antes nombrados, (con el consentimiento de las Partes); si el ter-cer árbitro no es nombrado dentro de 60 días a partir del nombramiento del segundo, o si alguna parte no nombre a un árbitro, éste será nombrado de acuerdo con el Reglamento de la Cá-mara de Comercio Internacional-CCI; el arbitraje se llevará a cabo conforme al procedimiento y Reglamento de Arbi-traje de la CCI, y se conducirá en idioma español. Asimismo, se prevé la renuncia de las partes, a formular cualquier reclamo, en la vía diplomática. Dentro de las Causas de Terminación del Contrato a simple notificación por parte de YPFB se contemplan el incumpli-miento en la ejecución de las Unidad de Trabajo para la Exploración; incumplimien-to del Plan de Desarrollo; negativa al Titu-lar de producir los volúmenes necesarios para el abastecimiento del mercado inter-no de acuerdo con las Leyes aplicables; incumplimiento del pago por reembolso a YPFB de las Patentes dentro del plazo de 30 días de notificación al Titular por YPFB con la correspondiente certificación de pago; interrupción de la producción en un Área de Exploración, excepto por cau-sas técnicas justificadas e informadas en forma previa y por escrito y aceptadas por YPFB o si el Titular se encuentra en algún otro incumplimiento substancial derivado del Contrato. La información en el Contrato de Infor-mación. El titular reconoce como propie-dad de YPFB toda la información que ésta le proporcione en relación con el Contrato. La disposición no alcanza a los inventos o procesos tecnológicos patentados por el titular e informados para sus registros a YPFB. • Obligación de confidencialidad. El Ti-tular debe guardar confidencialidad sobre los acuerdos relacionados con el Contrato y sobre documento e in-formación técnica y comercial. La con-fidencialidad no se aplica a la informa-ción que: - Sea de dominio público - Hay sido obtenida de terceros que ten-gan derecho a la divulgarla. - Deba ser divulgada por requerimiento de leyes. • Divulgación de información. El Titular tendrá derecho a divulgar informa-ción a profesionales, bancos u otras entidades financieras, inversionistas o subcontratistas, cuando la información pudiera razonablemente ser necesaria para el seguimiento de sus obligacio-nes conforme al Contrato, siempre que mediaren convenios de confidenciali-dad con el Titular: 186 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 187
  • 95. Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com En relación al Abandono de Campos, el Contrato de Operación establece que el Titular es responsable de realizar todas las Operaciones de Abandono conforme a las Leyes Aplicables y a las Prácticas Prudentes de la industria relativas al Abandono, de-biendo incluir en cada uno de los Progra-mas de Trabajo y Presupuestos de Desarro-llo y de Explotación un capítulo relativo al Abandono. Asimismo, el Contrato prevé la transfe-rencia de fondos por parte del Titular para cubrir las indicadas operaciones. De conformidad a la Ley de Hidrocar-buros, el Contrato de Operación establece que todas las Operaciones Petroleras serán supervisadas por la Unidad de Seguimiento y Control conformada por representantes del Titular y de YPFB. Debe aclararse que esta Unidad constituye una instancia dife-rente de la de control y fiscalización a cargo de YPFB, que en ejercicio de sus atribucio-nes y en nombre del Estado debe cumplir dichas funciones. Por último, en cumplimiento al Artículo 135 de la Constitución Política del Estado, las empresas Titulares se someten expresa-mente a la soberanía nacional, sea por la cláusula de renuncia de reclamos o en la vía de aceptación de ejecución a la Cons-titución, las leyes y a las autoridades nacio-nales. Por lo expuesto, el Contrato de Opera-ción, en su cuerpo principal y sus Anexos, cumple las normas de la Constitución Po-lítica del Estado, la Ley de Hidrocarburos y el Decreto Supremo de Nacionalización, ga-rantizando las operaciones de Exploración y Explotación mediante la prestación de servicios por parte de las empresas petro-leras, bajo el control y fiscalización de YPFB que, además, en su calidad de propietario de los Hidrocarburos Producidos, toma la producción, total de los mismos, a través de los Acuerdos de Entrega. En ese sentido, la vigencia de los Contratos de Operación garantiza también la distribución y comer-cialización de Hidrocarburos a cargo de YPFB. 188 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES