Este poema de Li Po describe la belleza de la primavera y la fragilidad de la vida. Habla sobre el disfrute de la naturaleza, la compañía de la luna y las sombras, y la necesidad de aprovechar el tiempo juntos antes de que la vejez y la muerte lleguen. También reflexiona sobre la fugacidad de la vida humana y la naturaleza, y la importancia de vivir el presente sin pensar en el inevitable fin.