Durante la Segunda Guerra Mundial, Lola Touza y sus hermanas en Ribadavia, Galicia, arriesgaron sus vidas para salvar a más de 500 judíos perseguidos, estableciendo una red de escape hacia Portugal. Esta hazaña permaneció en silencio durante más de 60 años hasta que un judío neoyorquino buscó a Lola para agradecerle. Recientemente, su valentía ha sido reconocida por la comunidad judía, destacándola como una heroína comparable a Oskar Schindler.