El documento analiza las letras de los boleros y cómo representan estereotipos de género dañinos. Señala que las letras a menudo colocan a la mujer en una posición de desventaja o amenaza, prometiendo amor condicional o cambiante. También sugieren que el hombre sabe los sentimientos y acciones de la mujer mejor que ella misma. El documento cuestiona por qué estas letras, aunque problemáticas, siguen gustando y siendo aceptadas.