Los valores morales son esenciales para el crecimiento personal y la convivencia armoniosa, promoviendo la dignidad y calidad de vida. Entre estos valores se destacan la responsabilidad, que implica responder por los actos propios; el respeto, que se manifiesta en la consideración hacia los demás; y la integridad, que busca la congruencia entre pensamientos y acciones. La honestidad y la verdad complementan estos valores, exigiendo coherencia en las conductas y relaciones interpersonales.