El documento resume las afirmaciones de que la carne que usa McDonald's y KFC para sus hamburguesas y pollo no son de ganado vacuno o pollos reales, sino de organismos geneticamente manipulados que son criados de forma inhumana y pueden causar daños a la salud a largo plazo como Alzheimer. También indica que los gobiernos han obligado a las empresas a cambiar su publicidad para no referirse explícitamente a la "carne" o "pollo".