El suelo se forma a través de la disgregación de la roca madre y la actividad biológica, siendo esencial para el desarrollo de las sociedades humanas. su uso abarca diferentes categorías, desde urbano e industrial hasta agrícola y rural, y su adecuada gestión implica prácticas para mantener la fertilidad y prevenir la erosión. las estrategias de manejo incluyen drenajes, labranza mínima, rotación de cultivos y aplicación de materia orgánica para optimizar su desarrollo y conservación.