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Procedimiento y criterios de actuación
de los Programas de Acogimiento
Familiar
MANUAL CANTABRIA
1
Procedimiento y criterios de actuación de los
Programas de Acogimiento Familiar
Marzo, 2011
MANUAL CANTABRIA
2
Marzo 2011
200 ejemplares
Edita: Dirección General de Políticas Sociales
Diseño y maquetación:
www.serviciossocialescantabria.org
politicassociales@serviciossocialescantabria.org
Este Manual ha sido elaborado por el catedrático de la Universidad de Barcelona Pere Amorós, contando
con la colaboración del equipo de acogimiento familiar del Servicio de Atención a la Infancia, Adolescencia
y Familia del Instituto Cántabro de Servicios Sociales.
3
ÍNDICE
Cap. 1 pag. 7
pag. 19
pag. 21
pag. 11
pag. 12
pag. 13
pag. 14
pag. 16
pag. 17
pag. 22
pag. 23
pag. 24
pag. 24
pag. 25
Cap. 2
EL PROGRAMA DE ACOGIMIENTO FAMILIAR
1.1 MODALIDADES DE ACOGIMIENTO FAMILIAR
1.1.1. Acogimiento de urgencia-diagnóstico
1.1.2. Acogimiento simple con previsión de retorno
1.1.3. Acogimiento permanente o de larga duración
1.1.4. Acogimiento preadoptivo
1.1.5. Acogimiento en familia extensa
El PROCESO DE INTERVENCIÓN
2.1. LA CAPTACIÓN DE FAMILIAS DE ACOGIDA
2.1.1. Factores que influyen en la captación
2.1.2. Características de la campaña de captación
2.1.3 Preparación de la campaña
2.1.3.1. Características de los niños y niñas en
situación de desprotección
2.1.3.2. Características de la población a la que se
dirigen las campañas y motivaciones para el acogimiento
4
pag. 26
pag. 27
pag. 30
pag. 30
pag. 33
pag. 34
pag. 35
pag. 37
pag. 38
pag. 39
pag. 39
pag. 42
pag. 42
pag. 43
pag. 43
pag. 44
pag. 46
pag. 48
pag. 48
pag. 51
pag. 53
pag. 55
pag. 58
pag. 59
pag. 61
pag. 62
pag. 64
2.1.3.3. Los mensajes que se deben transmitir
2.1.3.4. Los medios y recursos de las campañas
2.1.3.5. Duración de la campaña
2.1.3.6. La recepción de los resultados de la campaña
2.2. EL PROCESO DE VALORACIÓN/FORMACIÓN
2.2.1. Fase inicial
2.2.2. La formación y el asesoramiento
2.2.3. Orientaciones para la buena práctica del proceso de formación
2.2.4. Fase final. Entrevista de valoración
2.2.5. Indicadores de valoración
2.2.5.1. Criterios generales para todos los acogimientos
2.2.5.2. Criterios específicos para un acogimiento de urgencia-diagnóstico
2.2.5.3. Criterios específicos para un acogimiento con previsión de retorno
2.2.5.4. Criterios específicos para un acogimiento sin previsión de retorno
2.2.5.5. Criterios específicos para un acogimiento en familia extensa
2.3. EL ACOPLAMIENTO, EL PROCESO DE ADAPTACIÓN INICIAL
2.3.1. Indicadores para una propuesta de acogimiento según su modalidad
2.3.2. La sensibilización y preparación del acogido
2.3.3. La preselección de la familia
2.3.4. La preparación específica del menor
2.3.5. La preparación de la familia biológica
2.3.6. Los primeros contactos y la adaptación inicial
2.4. EL SEGUIMIENTO Y EL ACOMPAÑAMIENTO
2.4.1. El Plan de visitas
2.4.2. El acompañamiento
2.4.3. El trabajo grupal
2.4.4. La remuneración o compensación económica por el acogimiento
5
pag. 65
pag. 65
pag. 71
pag. 89
2.5. LA FINALIZACIÓN DEL ACOGIMIENTO Y EL RETORNO
2.5.1. Los sentimientos y necesidades
pag. 69
pag. 87
pag. 93
Anexo 1
Anexo 2
Bibliografía
INDICADORES DE VALORACIÓN PARA EL ACOGIMIENTO EN FAMILIA
EXTENSA
INSTRUMENTOS DE VALORACIÓN
6
7
1
EL PROGRAMA DE
ACOGIMIENTO FAMILIAR
8
9
El Plan de Acción para la infancia y
la adolescencia en dificultad social
de la Comunidad de Cantabria 2007-
2009, contempla varios aspectos
relacionados con la potenciación del
acogimiento familiar y la realización
de un Manual y un protocolo de
intervención. Se indica que aunque
se ha defendido la prioridad del
acogimiento familiar, el número
de niños y niñas que se benefician
de acogimientos en familia ajena
es todavía muy reducido. Ante
esta realidad el plan prevé la
necesidad de potenciarlo por medio
de campañas de captación y la
creación de diversas modalidades
que le den una continuidad y que
puedan adaptarse a las necesidades
que presentan los niños y niñas en
situación de desprotección.
Todos somos conscientes que el
acogimiento familiar ha existido a lo
largo de la historia de una manera
informal, siempre ha habido familias
que han ayudado a otras familias,
pero su organización como parte del
sistema de protección de la infancia
es una realidad mucho más reciente.
Es en la segunda mitad del siglo XX
cuando, el acogimiento forma parte
del cuerpo legislativo para garantizar
al máximo el derecho al bienestar y la
protección de la infancia.
• En los casos de separación
provisional del niño de su familia
existía una mayor tendencia a los
acogimientos residenciales que a
los acogimientos familiares. Esto
era producto de la existencia de
numerosos recursos residenciales
y de escasas familias de acogida.
• Las alternativas de acogimiento
familiarfavorecíanprioritariamente
la modalidad de acogimiento
preadoptivo, y no la posibilidad
de retorno del niño a su hogar.
• No existía en nuestro país una
“cultura del acogimiento”, lo que
significaba que el acogimiento
familiar era un recurso poco
conocido por la sociedad en
general y gran parte de las
Administraciones hacían un uso
escaso de todas sus posibilidades
y modalidades.
En España el acogimiento desde esta
perspectiva surge paulatinamente
a partir de 1975, pero será con la
Ley 21/1987 que se irá extendiendo
y consolidando como una de
las medidas de protección a la
infancia. A lo largo de estos años
hemos ido evolucionando pasando
por diferentes etapas.
10
• Las necesidades de los niños
y niñas que necesitaban del
Sistema de Protección requerían
la creación de nuevos programas
que pudieran adecuarse y dar
respuesta a estas necesidades.
A lo largo de estos últimos años, la
concepción del acogimiento familiar
ha ido cambiando sustancialmente,
tanto a nivel nacional como
internacional, pero nos queda mucho
camino por recorrer. Los cambios más
significativos han sido:
• C o m p l e m e n t a c i ó n v e r s u s
sustitución
• Flexible a diferentes características
de los niños
• Cambio en las características de
los acogedores
• Procesos de intervención más
sistematizados
• Creación de nuevas modalidades
• Investigaciones sobre el tema
Ante esta nueva realidad, la
Comunidad de Cantabria se plantea
la elaboración de un Manual de
actuación sobre el acogimiento
familiar con el objetivo de ofrecer a
los profesionales y responsables de
los servicios sociales y de protección
a la infancia de la Comunidad de
Cantabria unos procedimientos y
unos instrumentos que le faciliten su
intervención sobre unas bases lo más
sólidas y seguras posibles.
11
1.1 / MODALIDADES DE ACOGIMIENTO FAMILIAR
Las nuevas necesidades de niños
y niñas y sus familias, los nuevos
planteamientos profesionales, la
nueva mentalidad social, la diversidad
existente de unos países a otros, o de
unas comunidades autónomas a otras,
todo ello contribuye a que vayan
surgiendo diferentes modalidades
de acogimiento familiar y una nueva
terminología relacionada con el
acogimiento.
En la práctica profesional suelen
utilizarse diversas modalidades en
función de la finalidad y duración
del acogimiento y en función de las
relaciones de parentesco entre el
niño o la niña y los acogedores:
• Según la finalidad y la duración:
Acogimiento de urgencia-diagnóstico.
Acogimiento simple o con previsión de
retorno.
Acogimiento permanente.
Acogimiento preadoptivo.
•Según la relación del niño y la niña
con la familia:
Acogimiento en familia ajena.
Acogimiento en familia extensa.
1.1.1. ACOGIMIENTO DE
URGENCIA-DIAGNÓSTICO
Es la modalidad más novedosa. Su
finalidad es doble: por una parte,
ofrecer una atención inmediata
a niños y niñas, evitando su
institucionalización; por otra, llevar
a cabo el proceso de diagnóstico
durante el espacio de tiempo
previsto, que no debería ser superior
a los seis meses. Se trata, pues, de
una situación en la que se combinan
el acogimiento familiar, la urgencia
de la medida que hubo de tomarse y
el diagnóstico del futuro que habrá
que configurar.
Estas familias requieren un proceso
de formación adecuado, ya que
deben asumir un conjunto de roles
específicos para desarrollar su
función. Son familias que deben
estar preparadas para acoger al niño
12
1.1.2. ACOGIMIENTO SIMPLE
CON PREVISIÓN DE RETORNO
El acogimiento familiar simple, que
tendrá carácter transitorio, bien
porque de la situación del menor
se prevea la reinserción de éste en
su propia familia, bien en tanto se
adopte una medida de protección
que revista un carácter más estable.
En cierto sentido (Amorós y Palacios,
2004) indican que esta modalidad
refleja lo que es la esencia del
acogimiento, ya que se prevé
la recuperación de la familia y,
en la mayor parte de los casos,
su aceptación voluntaria de la
situación de acogimiento temporal.
Los acogimientos con previsión de
retorno son los que, desde un punto
de vista de los técnicos, presentan
una mayor dificultad diagnóstica, ya
que la toma de decisión se basará
en un pronóstico en el que se
valorará si los recursos, los medios
y la dedicación que se faciliten a la
familia biológica posibilitarán, en
el tiempo previsto, la recuperación
necesaria para que se consideren
resueltas las causas que provocaron
la separación provisional.
Un factor relevante es la aceptación
Un aspecto muy importante para la
utilización de estos acogimientos
es respetar al máximo el tiempo
de permanencia de los niños en
esta situación de urgencia, siendo
aconsejable un periodo de tres
meses y no sobrepasar los seis
meses. En los casos en que el niño
o la niña no puedan retornar a su
familia, debe disponerse de familias
de acogida o adoptivas para ofrecer
una continuidad del acogimiento a
medio o largo plazo.
disponiendo de escasa información
sobre sus características. Deben
colaborar en el proceso de
diagnóstico manteniendo una
observación sistematizada del niño o
la niña y una estrecha colaboración
con el equipo de profesionales.
Tienen que aceptar los contactos
con la familia biológica cuando estos
sean necesarios para el bienestar del
niño y la niña.
13
voluntaria de la situación de
acogimiento por parte de los
padres y, si es el caso en función
de su edad, por parte del niño o
la niña implicados. La clave está
en que la familia sienta que forma
parte del equipo, que mantiene sus
posibilidades de participar en la
toma de decisiones y que percibe
que el niño o la niña podrán retornar.
Si la relación afectiva es uno de los
pilares básicos para el desarrollo
adecuado del niño y la niña, la
existencia de estos vínculos con
los padres es uno de elementos
determinantes para favorecer
el acogimiento con previsión de
retorno. La existencia de buenos
vínculos afectivos entre padres e
hijos es uno de los factores que se
relacionan con la posibilidad de
reunificación familiar.
En efecto, otro de los factores
importantes es el deseo de los
padres de mantener visitas con el
niño o la niña y el deseo de estos de
mantener visitas con sus padres. La
convergencia de deseos por ambas
partes refleja un sentimiento de
querer mantener el vínculo afectivo,
depoderconocerlaevolucióndeambas
partes, de comprobar que se está
atendido y seguro, de experimentar
el sentimiento de pérdida de forma
más atenuada y de poder transmitir
de forma directa los sentimientos
y preocupaciones acerca de la
situación. Naturalmente, lo que
cuenta no es la existencia de visitas,
sino su calidad y frecuencia. (Ver
apartado de las visitas en la fase
de seguimiento) Para empezar,
obviamente, hay que buscar familias
acogedoras con las que las visitas
vayan a ser posibles al existir
proximidad geográfica o facilidad de
transporte.
Siendo una necesidad que viene
como consecuencia del concepto de
acogimiento como complementación
frente a sustitución, existe una
salvedad como resultado de que
el trabajo para el retorno no es
integrado inmediatamente por la
familia biológica en una etapa de
beligerancia oposicionista, o existe
una necesidad de separación para
que los acogidos se mantengan al
margen de la presión familiar, en un
ambiente de seguridad durante la
valoración y diagnóstico o transito a
la separación definitiva.
14
El acogimiento familiar permanente
se utilizará cuando la edad u otras
circunstancias del menor y su familia
lo aconsejen y así informen los
servicios de atención al menor. Son
acogimientos que se caracterizan
porque el retorno no es posible o
deseable, al tiempo que la adopción
no resulta posible o aconsejable.
Suelen durar hasta la mayoría de
edad o hasta que se encuentre una
opción más adecuada para el niño
y la niña. Son acogimientos que en
ocasiones están condicionados por la
edad, las características especiales
del niño y la niña, la existencia
de referentes familiares, etc. En
ocasiones, suele ser una alternativa
a la adopción.
Para una propuesta de acogimiento
permanente los técnicos deberían
tener presentes factores muy
diversos. En primer lugar, el
acogimiento permanente está
indicado cuando la recuperación
de la familia es poco probable, ya
sea por enfermedades crónicas,
discapacidades u otras situaciones
conflictivas. Ante esta situación, la
determinación de un acogimiento
permanente o una adopción estará
relacionada con otros factores,
algunos de ellos relacionados con los
padres, otros con los niños y otros
con la relación entre ellos.
Uno de los aspectos más relevantes
a considerar cuando se duda
entre acogimiento permanente
y adopción es si el niño o la niña
tienen algún referente afectivo
que realmente permita y justifique
el mantenimiento de una relación
1.1.3.ACOGIMIENTO PERMANENTE
O DE LARGA DURACIÓN
La recuperación de la familia implica
aceptar una relación de ayuda que
le permita en primer lugar conocer
las circunstancias que le han llevado
a aquella situación conflictiva,
comprenderglobalmente la situación
y finalmente determinar con la ayuda
de los profesionales los cambios que
son necesarios. El profesional debe
valorar esta aceptación por parte de
la familia y determinar qué recursos
serán necesarios. Una apreciación
equivocada de las posibilidades y los
recursos conducirá en la mayoría de
las situaciones a que el acogimiento
no pueda alcanzar el objetivo más
importante que es el retorno del
niño y la niña con su familia.
15
con su familia. La no existencia de
ningún referente afectivo o familiar
que permita una relación a lo largo
del tiempo que dure el acogimiento
y una posible convivencia posterior
será un elemento a tener muy
presente en la determinación de
esta alternativa.
Cuando hablamos de acogimiento
permanente, hacemos referencia a
un cuidado continuo, donde el niño
y la niña y los acogedores esperan
poder establecer un compromiso
más permanente del uno hacia el
otro. Este acogimiento representa
en ocasiones convivir de forma
continuada con la familia acogedora
y mantener contactos con la familia
biológica.
El tema de las visitas como se
podrá estudiar en el apartado 2.4.1
requiere una atención especial en
los acogimientos permanentes. Las
visitas deben ser valoradas a partir
de los siguientes indicadores:
• Aportación positiva para el menor.
El primer indicador a tener
presente para determinar la
adecuación y frecuencia de las
visitas es el interés del menor.
Tanto en el diseño inicial como
en el seguimiento de las visitas
se tiene que tener muy presente
que beneficios aportan las visitas
al menor. Para ello es preciso
valorar su predisposición a la visita
y las repercusiones (positivas o
negativas) que esta ocasiona.
Hemos de tener presente que
cuando los técnicos valoren estos
factores tengan como punto de
partida cuales son los verdaderos
sentimientos y actitudes de los
niños y niñas acogidos, y hasta
que punto estás actitudes están
influenciadas por la propia familia
biológica o de acogida. Las
visitas se deberían interrumpir o
cambiar la frecuencia según las
aportaciones y beneficios que el
niño o niña pueda obtener.
• Responsabilización de las partes
Las visitas se realizan a partir de
un plan de visitas en donde a ser
posible se ha consensuado entre las
partes. (Familia biológica, familia
de acogida y acogido). En este
plan de visitas se determinan los
deberes y derechos de las partes,
por que implica un proceso de
responsabilización de las mismas.
Las visitas no deben convertirse en
un hecho puramente administrativo
sino en una estrecha relación
afectiva. La no responsabilización
16
Como ya sabemos, el acogimiento
preadoptivo es una modalidad de
acogimiento prevista en nuestra
legislación. Si se nos permite la
expresión, este tipo de acogimiento
tiene un pie en el acogimiento y
1.1.4. ACOGIMIENTO
PREADOPTIVO
por parte de la familia biológica de
los acuerdos establecidos puede ser
motivo de cambio o interrupción de
las mismas.
Y, lógicamente, para poder hacer
acogimientos permanentes es
necesario no sólo que jurídicamente
sea una buena opción y que los
implicados la acepten, sino que se
disponga de familias acogedoras
con perfiles adecuados para atender
las necesidades de los niños o niñas
afectados. La existencia de un
buen plan de intervención y que las
familias acogedoras compartan sus
experiencias con otras que están
en situación similar son también
factores relacionados con el buen
desarrollo de los acogimientos
permanentes ( Grisij, 1999).
otro en la adopción. El legislador
ha querido que quienes vayan a ser
adoptados (en este caso, en adopción
nacional) no pasen directamente a
esa situación, ya que la adopción es
una medida irreversible y es crucial
asegurarse de que la adaptación
mutua adoptado-adoptantes se
produce de forma satisfactoria. El
acogimiento preadoptivo se utiliza,
pues, cuando se ha optado ya por
la adopción, se ha asignado al niño
a una familia concreta y se quiere
asegurar la existencia de una buena
relación adoptantes-adoptados:
el niño o la niña pasan a vivir con
su nueva familia y son objeto de
los oportunos seguimientos para
asegurar que todo se desarrolla
felizmente, en cuyo caso se hace al
juzgado la propuesta de adopción.
La idea básica es que tienen que ser
niños o niñas que legalmente estén
en situación de ser adoptados, es
decir, que hayan sido declarados
en desamparo y que no tengan
posibilidad de ser reintegrados a
su familia de origen. Respecto a los
adoptantes, una de las cuestiones
clave a considerar tiene que ver
con su motivación, que difiere entre
acogimiento y adopción. Mientras
que quienes desean adoptar lo que
realmente quieren es tener un hijo
17
o una hija y desarrollar con él o ella
la experiencia de la maternidad
y la paternidad de por vida, en el
caso de los acogedores la motivación
fundamental se relaciona con el
deseo de ayudar, de servir de puente
temporal en la vida de un niño en su
tránsito de unas situaciones iniciales
no adecuadas a situaciones futuras
más promisorias.
El acogimiento de un niño o niña por
sus familiares más cercanos cuando
sus padres no pueden hacerse
cargo temporalmente de él es uno
de los recursos más importantes
en el ámbito de protección a la
infancia, habiendo sido utilizado
a lo largo de toda la historia de
manera informal por familiares que
han ayudado a otros familiares.
Frente a los realizados en familia
ajena, algunas ventajas evidentes
de este tipo de acogimientos, bien
documentadas por la investigación,
son que favorecen los sentimientos
de pertenencia, continuidad y
seguridad (Hegar, 1993).
1.1.5. ACOGIMIENTO EN FAMILIA
EXTENSA
En España, el acogimiento en familia
extensa fue históricamente una
alternativa informal utilizada, pero
es a partir de la Ley 21/87 cuando
se aplica de manera formalizada
y generalizada por los servicios de
protección a la infancia.
El acogimiento en familia extensa
ha pasado a ser la primera hipótesis
a valorar cuando un niño o niña
debe ser separado de sus padres. No
obstante, es importante señalar que
el acogimiento en familia extensa no
siempre es una opción posible (tiene
que haber parientes dispuestos a ser
alternativa familiar para el niño o la
niña), ni deseable (los acogimientos
en familia extensa no pueden ser
acogimientos de segunda categoría
en los que las familias carezcan de
las cualidades adecuadas). Por otra
parte, el sistema de protección
debe considerar que este tipo
de acogimiento necesita tantos
apoyos, recursos e intervenciones
profesionales como cualquier otro
acogimiento. Así, los parientes
acogedores deben estar preparados
para proporcionar seguridad,
para afianzar el bienestar, para
cubrir las necesidades especiales
y para manejar los contactos y la
vinculación con la familia biológica.
18
19
2
El PROCESO
DE
INTERVENCIÓN
20
21
Uno de los objetivos básicos en
el acogimiento familiar es crear
una cultura sobre el acogimiento
para que sea visto como un recurso
normalizado de familias que ayudan
a otras familias. Carentes todavía
entre nosotros de una buena y
extendida cultura de acogimiento, la
sociedad en general conoce poco este
recurso, por lo que las campañas de
captación tienen que hacer una gran
parte del esfuerzo de informar sobre
el acogimiento y estimularlo.
Lógicamente si somos capaces
de ir creando una cultura del
acogimiento, esto repercutirá en
la sensibilización y motivación de
las futuras familias de acogida.
Esto implica que buena parte de la
imaginación y de los esfuerzos de los
técnicos y las administraciones de la
Comunidad de Cantabria se han de
dedicar a la planificación adecuada
de las campañas de captación, en la
que tendremos muy en cuenta a las
familias de acogida ya existentes y a
la propia comunidad como elementos
fundamentales en el diseño de una
campaña.
2.1. LA CAPTACIÓN DE FAMILIAS DE ACOGIDA
En los estudios realizados en
España (GRISIJ,1999), los datos
oscilan entre el 6% y 10% cuando se
contabiliza el número de personas
que han solicitado información
telefónica. Pero si se parte de las
personas que después de la llamada
telefónica acuden a realizar la
primera entrevista informativa, el
porcentaje aumenta hasta el 30%.
Ello indica que en muchas ocasiones
las campañas tienen una influencia
eminentemente informativa y de
sensibilización y son las personas
que acuden a los servicios para
obtener más información aquellas
con una mayor predisposición y
a cuyas expectativas, dudas o
temores hay que saber responder
adecuadamente.
Cada vez hay más niños y jóvenes
con mayores problemas que entran
en el sistema, por ello, resulta
crucial conocer cuáles son los
factores que intervienen en la
toma de decisiones y de qué forma
pueden subsanarse los problemas de
las familias para sentirse atraídas
por el acogimiento.
22
Entre las diversas aportaciones que
a este respecto la investigación
internacional ha formulado
(Benedict y White,1991; Bereika,
1991; Chamberlain et al., 1992;
Pasztor y Wynne, 1995, Amorós y
Palacios, 2004), algunas se refieren
específicamente a la captación, pero
otras hacen referencia a cuestiones
más generales que al incidir sobre la
organización de los acogimientos en
general, acaban también teniendo
una repercusión en los procesos de
captación.
Entre las medidas más
específicamente relacionadas con
el proceso de captación están:
• la realización de campañas
especializadas,
• una buena organización del
proceso de captación,
• lapercepciónpositivaonegativa
que pueden tener sobre diversos
aspectos del funcionamiento de
los servicios de protección a la
infancia y, más en concreto, de
los programas de acogimiento
familiar.
2.1.1. FACTORES QUE INFLUYEN
EN LA CAPTACIÓN
Entre los factores relacionados
con los aspectos organizativos
que pueden dificultar la captación
(Berridge, 1997 Chamberlain et al.,
1992 destacan:
• las mayores dificultades que
presentan hoy en día los niños y
niñas acogidos.
• la falta de un mayor
reconocimiento social de la
figura del acogedor.
• las escasas ayudas económicas
en relación con el coste real
del acogimiento y la baja
eficiencia de la administración
para cumplir a tiempo sus
compromisos económicos.
• la falta de apoyo continuado
por parte de los servicios de
protección de la infancia
• lanecesidaddemayorformación
inicial y continuada.
Se hace, pues, necesario mejorar
todos aquellos aspectos que faciliten
los sentimientos de seguridad y
confianza entre los potenciales
acogedores.
23
Entre las medidas adecuadas se
pueden citar las que siguen:
• mejorar la formación de las
familias y los profesionales del
acogimiento.
• incrementar la frecuencia y la
calidad de la supervisión y el
acompañamiento.
• facilitar a las familias que lo
necesiten momentos y
oportunidades de descanso y
respiro.
• ofrecer respuestas rápidas a sus
problemas.
• promover una retribución
económica y un reconocimiento
social de su labor.
La Comunidad de Cantabria, es una
comunidad en donde el acogimiento
es una medida incipiente y muy
reconocida por su valor social
y de atención individualizada y
normalizada para los niños y niñas
en situación de desprotección. Pero
es preciso incrementar el grado de
2.1.2. CARACTERÍSTICAS DE LA
CAMPAÑA DE CAPTACIÓN
conocimiento y sensibilización de
las personas de la Comunidad para
que puedan percibir el acogimiento
como un recurso normalizado de
familias que ayudan a otras familias.
En Cantabria se necesitan familias
para las diferentes modalidades
de acogimiento, y para ello, en
un primer momento, se precisa la
realización de campañas dirigidas a
la población en general, siendo luego
las familias y los técnicos quienes en
el proceso de selección valorarán la
modalidad más adecuada en cada
caso.
Obviamente, la ventaja de estas
campañas es que pueden captar
un número mayor de familias
que luego pueden ser adecuadas
para las diversas modalidades de
acogimiento. Al mismo tiempo las
campañas de carácter general van
sensibilizandoalasociedadycreando
una cultura sobre el acogimiento
familiar. El inconveniente es que el
mensaje a veces no es tan claro y
responden familias con expectativas
incorrectas, aparte de que al acudir
un mayor número de familias se
precisa una mayor dedicación de los
técnicos para seleccionar y formar.
24
Las campañas deben responder a
un doble objetivo: sensibilizar y
captar. Pero para poder diseñar
adecuadamente el proceso de
captación es preciso partir de algunas
cuestiones clave que merecen ser
analizadas:
• Características de los niños
y niñas en situación de
desprotección.
• Características de la población a
la que irá dirigida la captación,
atendiendo tanto a los motivos
que tienen las familias para ser
acogedoras, como a los factores
que pueden dificultar la toma
de decisiones de las familias.
• Mensajes que se deben trasmitir
.
• Medios y recursos que se
utilizarán.
• Recepción de la campaña.
Elconocimientodelascaracterísticas
de los niños y niñas de la Comunidad
de Cantabria nos induce a pensar
que es preciso realizar campañas
de captación de carácter general
que permita la realización de
las diferentes modalidades de
acogimiento.
Es preciso disponer de un número
adecuado de familias de acogida que
puedan asumir los acogimientos de
urgencia, en particular de aquellos
niños y niñas menores de 6 años.
Lógicamente el acogimiento de
urgencia es una medida de carácter
temporal (menos de 6 meses) por
lo que hay que tener también
disponibles familias de acogimiento
con previsión de retorno, familias de
acogimiento permanente y familias
de acogimiento preadoptivo. Si
disponemos del conjunto de estas
familias de acogida se podrá
dar respuesta a las diferentes
necesidades que tienen los niños y
niñas en situación de desprotección.
2.1.3 PREPARACIÓN DE LA
CAMPAÑA
2.1.3.1. CARACTERÍSTICAS
DE LOS NIÑOS Y NIÑAS EN
SITUACIÓN DE DESPROTECCIÓN
25
2.1.3.2. CARACTERÍSTICAS DE LA
POBLACIÓN A LA QUE SE DIRIGEN
LAS CAMPAÑAS
Y MOTIVACIONES PARA EL
ACOGIMIENTO
La captación y la posterior selección
de familias tienen un objetivo
básico que es encontrar familias que
reúnan las motivaciones, actitudes y
habilidades suficientes para atender
las necesidades de los niños y niñas
en situación de desprotección y que
asuman los aspectos característicos
del acogimiento familiar (relaciones
con la familia biológica, colaboración
con el equipo de intervención y la
administración, etc). Por lo general,
lasfamiliashanllegadoalacogimiento
por una variedad de razones, entre
las que destacan las de tipo social
(70%), aunque también las hay con
una predominante motivación de
desarrollo y realización familiar
(25%) y otras con connotaciones de
tipo religioso (5%) (GRISIJ,1999).
Junto con estos motivos, que
pueden ser alentados a través
del proceso de captación, existen
también factores que pueden
dificultar la participación: cierta
desconfianza con la administración,
falta de confianza con sus propias
posibilidades para hacer frente a
las necesidades de los niños, temor
a ser rechazados por parte de los
servicios, desconfianza respecto al
intrusismo de los profesionales del
acogimiento.
Todos estos factores pueden estar
presentes desde el primer momento
o pueden aparecer posteriormente
en la toma de decisiones para llegar
a ser una familia acogedora, por lo
que hay que tenerlos muy presentes
a la hora de diseñar una campaña
de manera tal que los objetivos,
el mensaje y las actitudes de los
profesionales faciliten el interés
de aquellas familias que desean
ayudar y, al mismo tiempo, despejen
o aclaren al máximo los temores o
dificultades.
26
Hay que pensar en los valores.
Examinando las actitudes,
perspectivas, hábitos y conductas
de las familias puede deducirse a
qué tipo de público hay que apuntar
a fin de captar más personas. Si se
comprenden mejor los valores de los
grupos destinatarios, existen menos
posibilidades de que los mensajes
se malinterpreten y encuentren
resistencia. Junto a estos valores el
tema central para poder elaborar una
campaña de captación es conocer
cuáles son las necesidades de los niños
y niñas que necesitan ser acogidos y
cuáles pueden ser las satisfacciones o
los estímulos que las familias puedan
tener o necesiten para asumir el reto
del acogimiento.
En los sistemas tradicionales, los
acogedores eran seleccionados a
partir de una fuerte motivación por el
acogimiento y una actitud responsable
de cara a la atención a los niños
(Plumer,1992).Hoyendíaseconcibeel
acogimiento familiar como un trabajo
en equipo en el que la colaboración
entre las partes es fundamental (Testa
y Rolock, 1999). Por ello, la captación
de acogedores se centrará en la
búsqueda de familias que acepten un
proceso de formación que les permita
una toma de decisiones, que acepten
el trabajo en equipo como un sistema
para la resolución de los problemas
que puedan surgir a lo largo del
acogimiento e incluso que sepan
ayudar a la familia biológica en la
adquisición de habilidades parentales.
Existe una coincidencia entre los
expertos en que los mensajes de las
campañas de captación tienen que
ser verdaderos y realistas en relación
con las necesidades y características
del acogimiento, incluyendo las
dificultades de los niños y las
satisfacciones que su cuidado puede
también reportar.
A veces las campañas de captación
utilizan una estrategia que parece
dirigirse a un niño en particular, pero
realmente se trata de una forma
eficaz de captar la atención de las
futuras familias. Se debe destacar
que el ejemplo real de un tipo de niño
en situación de desprotección que se
utiliza como motivación, es tan solo
un ejemplo de los niños que necesitan
cuidado. Con esta estrategia se
personaliza la situación y promueve
que las personas acudan en mayor
número a los Servicios de Protección.
2.1.3.3. LOS MENSAJES QUE SE
DEBEN TRASMITIR
27
Las experiencias realizadas en otros
países con una larga tradición en
el acogimiento familiar, difieren en
cuanto a la utilización de los recursos.
Los estudios realizados por Triseliotis
et al. (2000) encontraron que el 46% de
los acogedores habían sido captados
mayoritariamente por el conocimiento
que ya tenían del tema, por los amigos
o familiares; un 19%, por artículos en
el periódico; un 17 %, por anuncios en
la prensa y un 11 % por la televisión y
la radio. Hay que matizar la tradición
Al mismo tiempo, es preciso trasmitir
que el acogimiento es un trabajo en
equipo en el que las responsabilidades
están compartidas entre los
profesionales y las familias, y que todo
ello requiere de una formación que les
será facilitada y de un apoyo técnico y
económico que recibirán. Un elemento
importantísimo en la captación y en
la posterior retención de las familias
acogedoras es que sientan que serán
apoyadas y reconocidas en las diversas
necesidades que se les presenten,
sean de tipo psicológico, educativo o
económico.
2.1.3.4. LOS MEDIOS Y
RECURSOS DE LAS CAMPAÑAS
y la cultura de acogimiento que existe
en el Reino Unido y, al mismo tiempo,
indicar que las campañas de captación
funcionan fundamentalmente en el
ámbito local, en parte porque no se
dispone del dinero suficiente para
utilizar medios como la televisión o la
prensa de ámbito nacional.
En los países anglosajones, con
amplia y documentada experiencia
en acogimiento familiar, uno de los
elementos clave es la utilización en las
campañas de captación de las propias
familias acogedoras como elementos
activos y de mayor credibilidad. Así,
en algunos estudios hasta un 37% de los
acogedoreshabíanrecibidoinformación
sobre el acogimiento a partir de otras
familias acogedoras (James Bell
Associates, 1993). La participación de
las familias acogedoras con experiencia
en las campañas de captación, debe
formar parte hoy en día de un nuevo
concepto de familia acogedora como
colaboradora del servicio y no como
sustituta de la familia biológica. Las
familias de acogida tienen que ser
vistas como que forman parte del
equipo y participan en las diferentes
fases del proceso de acogimiento. En
la captación pueden participar en las
entrevistas, tertulias o reuniones que
se puedan organizar con los medios de
comunicación y con las propias familias
28
candidatas.Estasexperienciasfacilitan
mucho la aproximación a una realidad
y la vivencia emocional que pueden
transmitir facilita la motivación y
sensibilización de las futuras familias.
En cuanto a los medios de
comunicación, las experiencias que
se han llevado a cabo en España han
surgido mayoritariamente de las
comunidades autónomas, que en
ocasiones han dedicado a la captación
esfuerzo e imaginación, habiendo
obtenido resultados satisfactorios
cuando se han utilizado los medios
adecuados. El estudio realizado por
GRISIJ (1999) en Cataluña señala que
el 69% de los candidatos al acogimiento
había sido captado a través de la
televisión, el 25% a través de la prensa
escrita (en particular, los artículos en
los que se relataban experiencias de
familias o jóvenes acogidos), el 3% por
la radio y el 3% por carteles. Los datos
confirman el gran poder de captación
y sensibilización que tiene la televisión
en nuestro país, con su incomparable
capacidad para llegar en un momento
a miles de hogares.
En una primera fase de sensibilización
y captación, la utilización de medios
de comunicación de masas como la
televisión puede ser muy aconsejable.
En este mismo estudio, se observó que
las campañas sirven para despertar
el interés latente que tienen algunas
familias ya sea sobre el acogimiento
o sobre la atención y protección de la
infancia. Por lo general, las familias
manifiestan que este interés latente
fue despertado por la televisión y
reforzado posteriormente por otros
medios escritos como la prensa y los
folletos y guías que les permitieron
tener un conocimiento más profundo
de las características del acogimiento.
También un estudio realizado en
Inglaterra se indica que la televisión
puede ser más efectiva que el
material impreso (Moore, Granpre y
Scoll,1988), al menos en relación con
una parte del proceso de captación.
Para un 67% de las familias
acogedoras, la campaña les supuso
”el detonante de un pensamiento
latente” para embarcarse en un
proyecto sobre el que ya tenían
alguna información a través de
amigos o familiares. La información
de la campaña transmitió a muchas
familias el sentimiento que también
podían hacer alguna cosa para los
otros o colaborar en su bienestar. Para
un 33% que nunca se había planteado
esta posibilidad anteriormente, la
campaña supuso aventurarse en algo
nuevo (GRISIJ,1999).
29
Un elemento importantísimo hoy en día
es la difusión por medio de Internet.
Las posibilidades informativas que
nos ofrecen las paginas web, son
herramientas imprescindibles en
una campaña de captación y como
medio de difusión continuado, en
donde se puedan ir introduciendo las
actividades, testimonios y resultados
de los acogimientos familiares.
La información a través de Internet
debería constar (www.ganamostodos.com)
• Información sobre las características
del programa
• Deberes y derechos de las partes
• Características de los niños y niñas
La valoración realizada de la campaña
por parte de los técnicos coincide en
utilizar los medios de comunicación
de masas, pero también introducir los
testimonios de familias acogedoras
y el respaldo en la campaña de los
representantes de la administración
que ofrecen un respaldo institucional
al programa. Son varios los estudios
que han destacado la utilización de
acogedores en las campañas, a las que
dotan entonces de mayor credibilidad
(Child Welfare League of America,
1991; James Bell Associates,1993).
La televisión tiene la indudable
ventaja de que llega a miles de
familias al mismo tiempo y juega un
papel muy importante de cara a la
sensibilización y, eventualmente,
a la captación. Puede tratarse de
spots publicitarios para divulgar y
promocionar el acogimiento, pero
también de espacios diferentes en los
que se entrevista a un profesional o se
cuenta el testimonio de una familia
acogedora, por ejemplo. Puede ser
una televisión estatal, autonómica o
local, en función de las posibilidades,
pero la idea central es que es un medio
excelente para cooperar en la meta de
acabar teniendo familias acogedoras
que atiendan a los niños y niñas que
las necesitan.
De la radio se pueden decir cosas
parecidas, aunque tal vez su impacto sea
algo menor. La utilización de carteles,
la distribución de folletos informativos,
la presentación de la experiencia de
acogimientoendeterminadosencuentros
en los que coinciden muchas personas
potencialmente interesadas en temas de
infancia, son algunos de los ejemplos de
las vías complementarias a través de las
cuales se llevan a cabo la mayor parte
de las campañas de captación que entre
nosotros se realizan.
30
En cuanto a la duración e intensidad
de las campañas de captación, las
experiencias realizadas en España
indican la necesidad de realizarlas con
cierta intensidad y a lo largo de unos
dos meses, ya que de esta manera
pueden llegar mensajes a través de
los diferentes medios y facilitar la
información básica para una toma de
decisiones.Lasexperienciasrealizadas
de forma poco sistematizada y con
informaciones esporádicas durante
largos periodos de tiempo no parecen
haber dado resultados positivos.
Los resultados de GRISIJ (1999) indican
que el espacio de tiempo para la toma
de decisión es muy variable, pero
Para los futuros acogedores, la
primera llamada es un paso muy
importante. Lo han meditado mucho
tiempo, considerando las ventajas
y desventajas. Esto lo deben saber
los profesionales que atienden las
llamadas, ya que la primera impresión
del equipo de acogimiento la recibirán
por teléfono. Por ello, la voz, el tono,
los conocimientos y las habilidades
comunicativas ayudaran a crear una
buena imagen que facilite el éxito.
Una vez puesta en marcha una
• Ayudas y apoyos
• Modalidades de acogimiento
• Información sobre el proceso
• Ficha para solicitar ser familia
• Teléfono de contacto
• Dípticos y carteles de la campaña
• Informaciones sobre el acogimiento
2.1.3.5. DURACIÓN DE LA
CAMPAÑA
mayoritariamente (63%) las familias
se deciden en el espacio de unos
días a dos meses; el resto necesita
un periodo más largo de tiempo y/o
un estímulo o recordatorio por parte
de la administración. Así, algunas
familias llaman directamente para
concertar una entrevista personal
con los equipos de técnicos nada más
recibir la campaña, mientras que otras
necesitan un periodo de reflexión
que puede ser estimulado cuando,
pasados los dos primeros meses, se les
recuerda telefónicamente la primera
información solicitada.
2.1.3.6. LA RECEPCIÓN DE LOS
RESULTADOS DE LA CAMPAÑA
31
campaña, algunas familias se
sentirán interesadas y querrán tener
más información. Se hace entonces
importante tener organizada la forma
de responder a ese interés, porque
ello permite a las familias sentirse
seguras en su decisión y les revela
una imagen responsable por parte
de la Administración. Las formas
adecuadas de realizar la recepción
de los resultados de las campañas de
captación:
• Disponibilidad de una línea
telefónica gratuita con acceso
directo a un técnico que pueda
informar de forma clara y precisa
a las cuestiones o temáticas que
manifiesten los interesados. La
utilización de teléfonos gratuitos
de línea 900 puede facilitar la
comunicación.
• El primer contacto telefónico o
personal que las familias tengan
con quienes les atienden ha de
ser agradable, clarificador y
motivador. Los técnicos dispondrán
de un horario para atender a las
llamadas a lo largo del día, dejando
la posibilidad de la línea abierta
por medio de un contestador que
permitirá que el técnico pueda
llamar al día siguiente a las familias
interesadas.
• En los casos en que las familias
demuestren interés, se les
solicitará su dirección y se les
facilitarán documentos explicativos
(folletos o guía del acogimiento)
en donde se reflejen de forma
escrita los deberes y derechos de
todas las partes implicadas y la
forma de establecer un primer
contacto personal con los técnicos
responsables del programa.
También estarán disponibles en la
pagina web.
• Atención inmediata y motivadora:
las solicitudes de información
personal realizadas por los
candidatos serán atendidas en el
espacio máximo de quince días, por
lo que es preciso una organización
interna de los técnicos para atender
estas necesidades en los plazos
previstos
• Realización de un encuentro
personal. La primera entrevista
entre la familia candidata y
los técnicos tiene la finalidad
de atender las demandas de
las familias, aclarar las dudas,
informar del proceso y facilitarles
un clima de confianza. A partir de
este momento, si las familias siguen
interesadas, se iniciará el proceso
de selección y formación.
32
Por último, debe recordarse que la
preocupación actual de las entidades
o servicios de protección de la infancia
no sólo está en captar familias, sino
tambiénenquelasfamiliasacogedoras
puedan permanecer colaborando
durante largo tiempo y con diferentes
acogimientos. La experiencia, la
formación y las habilidades que
acumulan estas familias son elementos
muy importantes para facilitar una
mejor adaptación de los niños o niñas
acogidos.
Los estudios que se han realizado para
identificar los factores que facilitan
la permanencia de las familias como
acogedoras (por ejemplo, Ramsay,
1996) indican que un buen apoyo
por parte de los profesionales y una
compensación económica adecuada
son algunos de los factores clave
para la permanencia. El apoyo que
ofrecen los técnicos no sólo sirve para
resolver problemas, sino también para
ofrecer un reconocimiento de la labor
que realizan las familias acogedoras
y reforzar la calidad del servicio.
Los acogedores sienten y expresan
satisfacción cuando se ven como
personas capacitadas que colaboran
con los técnicos con los que trabajan
conjuntamente para mejorar el
acogimiento.
La ayuda económica reduce la
necesidad de que algún miembro de
la familia acogedora tenga que buscar
empleo y permite un mayor grado
de libertad para llevar a la práctica
el deseo de contribuir al cuidado de
los niños. El acogimiento no se hace
por dinero, pero no se puede hacer
sin dinero. Si no hay familias no hay
futuro en el acogimiento.
De todas formas, es importante
destacar que la compensación
económica sin el apoyo por parte de
los técnicos no produce el sentimiento
de satisfacción a que antes nos
referíamos y que tan importante
resulta para la permanencia de una
familia en el programa de acogimiento
(Chamberlain, Moreland y Reid, 1992).
33
2.2. EL PROCESO DE VALORACIÓN/FORMACIÓN
Ante las necesidades que presentan
hoy en día los niños y niñas que
están en el Sistema de Protección
de Menores, las familias de acogida
asumen de buena manera la necesidad
de un proceso de valoración y en
particular de formación. Este proceso
ha ido cambiando a través del tiempo,
y cada vez más, los profesionales
entiendenqueelprocesodevaloración
y formación es un proceso que hay
que realizar conjuntamente con las
familias candidatas.
Las familias desde un primer
momento deben sentirse que son
valoradas sus habilidades y su
predisposición a colaborar con el
equipo. En este proceso debe confluir
de forma normal los intereses de los
profesionales en buscar a familias
que sean capaces de asumir el
reto del acogimiento familiar y los
intereses de las familias en colaborar
en la atención y educación de los
niños y niñas que están en situación
de desprotección.
Las familias deben prepararse para las
situaciones, sentimientos y reacciones
que se puedan dar a lo largo del
acogimiento y al mismo tiempo
desarrollar un mayor conocimiento
de sus propias fuerzas, debilidades,
emociones y características de
personalidad. Es importante que
los futuros acogedores comprendan
y vivencien que la actitud de
los profesionales es una actitud
congruente con el planteamiento
de ayuda y apoyo, y no sólo con un
procedimiento de valoración.
Como es obvio, el acogimiento
actual representa un cambio en la
concepción de los roles del técnico y
de los acogedores, pues las familias de
acogida no son clientes del servicio,
sino sus colaboradores, con todo lo
que implica en la toma de decisiones.
34
A partir de la primera entrevista entre
los profesionales y las familias de
acogida se inicia una relación formal,
por medio de la cual se atenderá
las demandas de información de las
familias y se planteará el plan de
trabajo a realizar conjuntamente.
El procedimiento con que se realice
esta fase será un indicador de la forma
en que se realizará todo el proceso.
Es crucial que los técnicos sepan
escuchar y atender a las demandas de
los candidatos. El establecimiento de
un clima de confianza y la búsqueda
de un lenguaje y un conocimiento
común son objetivos básicos de los
primeros contactos.
Este procedimiento consiste en:
• Realizar una primera entrevista de
toma de contacto con la familia
que sirve para clarificar las dudas o
temores que pudieran tener,
• Recoger unos primeros datos
familiares,
• Informar de las características del
proceso de selección y
• Facilitar desde el principio un clima
de confianza.
Posteriormente a las entrevistas
iniciales se realiza el programa de
formación grupal de ocho sesiones de
unas dos horas y media de duración
cada una de ellas. Los programas
de formación proporcionan a los
acogedores una posibilidad de
aprender lo que necesitan saber
sobre cómo actuar ante ciertas
circunstanciasquepuedanproducirse
a lo largo del acogimiento.
2.2.1. FASE INICIAL
Las entrevistas posteriores (dos o
tres, realizadas por los diferentes
técnicos a los componentes de la
unidad familiar) y visitas, servirán
para profundizar en diferentes
áreas clave. Con la ayuda de los
instrumentos de valoración (para
familia ajena o extensa) distribuidos
por áreas, los diferentes miembros
del equipo de acogimiento realizan
entrevistas con la familia candidata
al acogimiento familiar y con los
miembros que conviven en la unidad
familiar (hijos, abuelos,..).
2.2.2. LA FORMACIÓN Y EL
ASESORAMIENTO
35
El fracaso o el éxito del proceso de
captación y valoración dependen en
gran manera de los profesionales. Lo
importante es:
• Lograruncompromisodelasfamilias
con el proceso de formación,
• Que las clases sean animadas, con
estrategias y recursos adecuadas
para personas adultas y
• Que al final de la sesión las familias
se vayan con esperanza de futuro,
una mayor motivación para seguir
aprendiendo y una seguridad en sus
decisiones.
En la comunidad de Cantabria se ha
decidido utilizar el “Programa para
la formación de familias acogedoras”
(Amorós, Fuertes y Roca, 1994), l
Programa de formación para familias
acogedoras de urgencia-diagnóstico
(Amorós, Palacios, Fuentes, León
y Mesas, 2002) o el Programa de
formación para el acogimiento
en familia extensa (Amorós, P
.;
Jiménez, J.; Molina, M.C.; Pastor, C.;
Cirera, L. y Martín, D.2005).
El primer programa contempla ocho
sesiones de unas dos horas y media
de duración cada una. En el programa
vienen descritos los objetivos,
contenidos, estrategias, técnicas y
actividades para poderlo desarrollar.
El programa de formación no enseña
normas, sino fundamentalmente los
valores y la filosofía del acogimiento.
Se pretende que las familias valoren
y reflexionen sobre si disponen de
habilidades y actitudes adecuadas
para asumir el reto del acogimiento.
Los diferentes programas
contemplan una formación de
carácter grupal, con la participación
de unas 16/18 personas, atendiendo
a tres aspectos fundamentales:
• Aspectos actitudinales y
emocionales: disposición a
aceptar el pasado del niño, sus
sentimientos y recuerdos sobre su
familia; la disposición a mostrar
respeto hacia la familia biológica
y las circunstancias que llevaron
a la separación; ayudar al niño
a conservar y valorar su propia
historia y a aceptar sus sentimientos
de ambivalencia e inseguridad.
• Desarrollo de habilidades que
permitan afrontar de forma
competente la tarea de educar a
un niño con todos sus aspectos y
necesidades concretos
• Aspectos cognitivos relacionados
con el proceso del acogimiento y sus
implicaciones, los problemas más
habituales, los recursos existentes
en la sociedad, etc.
36
El programa de formación para
familias acogedoras de urgencia-
diagnóstico es complementario
al primero y permite combinar
diferentes actividades y
recursos didácticos diseñados
específicamente para las familias
candidatas a los acogimientos de
urgencia. Tanto en un caso como en
otro, se trata de programas basados
fuertemente en la participación,
en la expresión de vivencias y
sentimientos, y en conocer las
vivencias y sentimientos de otros
recogidas en videos en los que
personas que ya tienen la experiencia
de acogimiento, o familias biológicas
o niños y niñas que han pasado por
acogimiento cuentan diferentes
aspectos de sus experiencias más
significativas.
Por lo demás, se trata de una
formación que hace amplio uso
de las técnicas de grupos y que en
muy escasa medida se basa en dar
explicaciones o contar teorías. Si
bien los candidatos demandan mucha
información, no debemos caer en
la tentación de realizar muchas
exposiciones eminentemente
teóricas, lo importante es combinar
las tres dimensiones (cognitivas,
actitudinales y emocionales). Buena
parte de la información se les puede
facilitarconmaterialcomplementario
o con libros o artículos. La formación
está basada en situaciones y casos
concretos, de un gran realismo y con
contenidos tomados de la práctica
del acogimiento.
Las experiencias grupales con
otros acogedores permiten a los
participantes reconocer y analizar
sus ilusiones, miedos y ansiedades
y prever los problemas. El rol de
los técnicos como conductores
del proceso formativo ayuda a
las familias a romper tópicos y a
reflexionar sobre las implicaciones
personales, familiares y sociales del
acogimiento.
Las familias toman conciencia de lo
que es el acogimiento no desde el
sentimentalismo, sino a partir de las
situaciones y los problemas concretos
sobre los que se trabaja. Si bien la
calidad del programa es importante,
lo fundamental es la forma en que es
presentado por los profesionales.
37
• No puede existir un espacio de
tiempo demasiado largo entre
la fase de valoración inicial y la
realización del curso.
• Si existe un número importante
de familias hay que realizar varios
cursos a la vez. No podemos dejar a
una familia sin atender.
• La formación de las familias no
es una tarea fácil, requiere una
buena preparación, entusiasmo,
habilidades y actitudes adecuadas.
Los responsables de los servicios
de protección deben prever una
formación específica y seleccionar
a los profesionales que reúnan
mejores condiciones.
• Hay que establecer los horarios
de los cursos en una franja que
sea posible la asistencia de los
candidatos. En las sesiones previas
de valoración se tiene que comentar
que disponibilidad horaria disponen,
ya sea en días laborales o en fin de
semana.
• Como han mostrado varias
investigaciones, la implicación de
acogedores actuales y potenciales
como parte de la formación ayuda
2.2.3. ORIENTACIONES PARA LA
BUENA PRÁCTICA DEL PROCESO
DE FORMACIÓN
mucho a mejorarla y hacerla más
realista (Rodwell y Biggerstaff
1993; Sanchirico, Lau, Jablonka
y Russel, 1998). Los ejemplos
tomados de la vida real que aportan
son verosímiles y valiosísimos para
todos los asistentes.
• Hayquepreverquelarealizacióndel
curso de formación con las familias
necesita tiempo por parte de los
profesionales para preparar las
sesiones y los recursos didácticos,
prever la planificación y mantener
el contacto con las familias.
• El curso de formación siempre
contempla un espacio de tiempo en
dondelasfamiliasylosprofesionales
disponen de unos refrescos y algún
tipo de pastas. Ello es una forma de
facilitar un contacto más directo
entre las familias y los profesionales
y al mismo tiempo es demostrar
una atención y un respeto a estas
familias.
• Es importante la presencia de un
responsable político o técnico a
la finalización del curso, como
agradecimiento de la participación
de las familias y reconocimiento
de su importante labor que podrán
desarrollar.
38
Es la culminación del proceso de
valoración. La última entrevista que
se realiza, siguiendo las pautas del
instrumento (Informe valoración)
servirá para completar la recogida de
datos, conocer con mayor profundidad
los cambios que se han desarrollado
en la familia después del curso de
formación y valorar las expectativas
ante las diferentes modalidades
de acogimiento y analizar las
características de los niños o jóvenes
que se consideran capaces de asumir.
Las familias acogedoras deben
ser valoradas con base en sus
características personales y, muy
fundamentalmente, su capacidad
para afrontar las responsabilidades
que pueden derivarse de tener un
niño o una niña acogidos. En el caso de
algunas modalidades de acogimiento
es particularmente importante la
aceptación de la relación con su
familia biológica, y en todos los casos
es muy relevante la capacidad para
colaborar con los profesionales.
El proceso de selección comporta
contrastar los datos recogidos a lo
largo de las entrevistas y del proceso
de formación con un conjunto de
criterios o indicadores (Indicadores
de valoración para la familia ajena o
para la familia extensa). Los criterios
tienen que valorarse dentro de un
contexto y no de una forma aislada.
Una vez finalizado el proceso de
valoración/formación las familias
serán valoradas por el equipo técnico
y, en el caso de adecuación para el
acogimiento, se realizará un perfil de
la misma y de las características de los
niños y del tipo de acogimiento que
presumiblemente podrían asumir.
Las familias acogedoras deben
ser valoradas de acuerdo con
sus características personales,
fundamentalmente, su capacidad
para afrontar las responsabilidades
que pueden derivarse de tener un
niño o una niña acogidos. En el caso de
algunas modalidades de acogimiento
es particularmente importante la
aceptación de la relación con su
familia biológica, y en todos los casos
es muy relevante la capacidad para
colaborar con los profesionales.
2.2.4. FASE FINAL. ENTREVISTA
DE VALORACIÓN
2.2.5. INDICADORES DE
VALORACIÓN
39
2.2.5.1. CRITERIOS GENERALES
PARA TODOS LOS ACOGIMIENTOS
• Capacidad de aceptación de las
características del acogimiento,
lo que implica aceptación de la
temporalidad, de los contactos del
niño o la niña con su familia y de los
contactos de la familia de acogida
con la familia del niño o la niña
cuando sea adecuado.
• Actitud comprensiva respecto a la
familiadelniñoolaniñayasuhistoria.
• Capacidad de colaboración con el
servicio.
• Capacidades educativas y de
adaptación a las nuevas situaciones.
• Capacidad de comprensión de los
conflictos y de búsqueda de solución
de los problemas.
• Estructura familiar: preferente,
pero no necesariamente, familias
con hijos.
• Proximidad: valorar respecto de
la familia (en el caso de familia
extensa), geográfica (casos con
previsión de retorno / separación
definitiva) y social (para poder
mantener la misma dinámica de
integración comunitaria)
• Motivación de ayuda a otras
personas (familia y niño).
• Disponibilidad horaria.
• Equilibrio y solidez en las relaciones
interfamiliares (pareja, padres-
hijos, hermanos).
• Actitudes abiertas ante los
cambios, ante la expresión de los
sentimientos, ante la flexibilización
de normas.
• Comunicación fácil entre los
miembros de la familia, capacidad
de escucha, de respeto, comprensión.
• Relaciones adecuadas con el
entorno y con su familia extensa.
• Aceptación del acogimiento por
todos los miembros de la unidad
familiar.
Otras características que deben
tomarse en consideración son la edad
de los acogedores y su estado de salud.
Respecto a la edad, lo relevante es en
qué medida pueda afectar a la energía
física, la flexibilidad y la habilidad en
el cuidado de un niño determinado.
Tambiénesrelevantelaedadenelcaso
de acogimientos de larga duración, en
los que hay que prever una convivencia
prolongada durante la que el adulto
debe estar en condiciones de atender
40
adecuadamente las necesidades del
acogido. Con respecto al estado de
salud de los acogedores, la información
será obtenida, normalmente, por el
estudio de la historia clínica de ambos
padres (se estudiarán detalladamente
las enfermedades específicas y las
posibles discapacidades, así como su
repercusión) y por un examen de la
salud actual, que se verificará a lo
largo del tiempo si fuera necesario.
Entre los factores de los acogedores
que deben mencionarse están los
relacionados con la motivación para
el acogimiento. Motivaciones del tipo
querer dar cariño a niños o niñas que
lo necesitan están asociadas a una
mayor satisfacción con el acogimiento
(Denby, Rindfleisch y Bean, 1999),
lo que probablemente significa que
las necesidades de los acogidos
son contempladas como un factor
primordial en la toma de decisiones
por parte de los acogedores.
Algunos investigadores han
encontrado que los acogedores
que mejor funcionan tienen ciertas
características de personalidad:
gente equilibrada, con niveles de
ansiedad moderados, introvertidos y
extrovertidosenpartesproporcionales,
capaces de tomar decisiones
basándose tanto en la cabeza como
en el corazón (Ray y Hormer, 1990).
Según los datos de esta investigación,
el perfil de personalidad de hombres y
mujeres varía un poco dentro de esas
características generales, de manera
queenellosdestacanrasgoscomoalgo
desconfiados (difíciles de engañar),
sensibles y más orientados a usar la
razón que la fuerza, mientras que en
ellas llaman un poco más la atención
características tales como entusiasta
y animada, emocionalmente madura
y tranquila, controlada y capaz de
tomar una cierta distancia emocional.
La tolerancia a la frustración, la
capacidad para trabajar por objetivos
a largo plazo y el sentido del humor
y la capacidad para sacar una punta
divertida a situaciones cotidianas
(incluso a situaciones potencialmente
problemáticas) ha sido también citado
en ocasiones como otro de los rasgos
positivos de algunos acogedores.
Otro de los rasgos que la investigación
ha encontrado como muy relevante
son las actitudes inclusivas respecto
a la familia biológica del niño
(Berridge y Cleaver, 1987; Triseliotis,
1989), dato poco sorprendente si se
recuerda el positivo papel que las
visitas y contactos de los acogidos
con sus padres tienen tanto sobre
el bienestar infantil como sobre la
calidad del acogimiento (ver, por
41
ejemplo, Millham, Bullock, Hosie y
Haak, 1986). Los acogedores están
en una posición privilegiada para
mediar entre el niño o la niña y sus
padres en la preparación de visitas,
los comentarios posteriores a ellas,
etc. Por ello, una actitud de los
acogedores más positiva, de mayor
respeto y consideración respecto a
la familia biológica, actuará como
facilitadora y ayudará notablemente
a los acogidos.
La investigación de Denby et al.
(1999) muestra un interesante dato
según el cual tener que hacer frente
a los serios problemas de conducta
del acogido es una variable que se
relaciona tanto con la continuidad
de los acogimientos como con su
interrupción. Lo que ello significa es
que la clave probablemente no está
en los problemas de conducta por sí
mismos, sino en cómo de capaces
se ven los acogedores de hacerles
frente. Así, cuando los acogidos
resultan ser problemáticos pero los
acogedores pueden verse a sí mismos
como capaces de hacer frente a
esa dificultad e ir resolviéndola,
el sentimiento de control y de
satisfacción con el acogimiento
tiende a aumentar.
Junto a los criterios generales para
todos los acogimientos existen otros
que son específicos para algunas de las
modalidades de acogimiento pero no
necesariamente para las demás.
42
2.2.5.2. CRITERIOS ESPECÍFICOS
PARA UN ACOGIMIENTO DE
URGENCIA-DIAGNÓSTICO
2.2.5.4. CRITERIOS ESPECÍFICOS
PARA UN ACOGIMIENTO SIN
PREVISIÓN DE RETORNO
2.2.5.3. CRITERIOS ESPECÍFICOS
PARA UN ACOGIMIENTO CON
PREVISIÓN DE RETORNO
• Conocimiento básico del desarrollo
infantil de 0 a 6 años.
• Capacidad de observación.
• Aceptación de la temporalidad.
• Capacidad de adaptación a las
nuevas situaciones.
• Capacidad de asumir las despedidas
frecuentes.
• Entorno colaborador tanto de la
familia como de las amistades.
• Salud física.
• Familias preferentemente, pero
no exclusivamente, con hijos.
• Capacidad para aceptar y
respetar al menor y todas sus
características.
• Prioritaria,pero no necesariamente,
que sea familia extensa.
• Capacidad para colaborar con los
profesionales.
• Aceptación de contactos y visitas
con la familia del niño o la niña.
• Motivación de ayuda a una
problemática familiar, no sólo al
niño o la niña.
• Proximidad geográfica.
• Capacidad de mediación.
• Familias preferentemente, pero
no exclusivamente, con hijos.
• Capacidad para aceptar y
respetar al menor y todas sus
características.
• Capacidad de aceptación de la
reunificación familiar.
• Aceptación del acogimiento por
parte de todos los miembros de la
unidad familiar.
• Capacidades educativas: adecuación
de pautas educativas a las
necesidades de los niños.
• Estabilidad emocional y salud física
43
2.2.5.5. CRITERIOS PARA EL
ACOGIMIENTO EN FAMILIA
EXTENSA
El acogimiento en familia extensa
es la modalidad más utilizada
en la Comunidad de Cantabria.
Esta modalidad requiere también
un proceso de valoración de las
familias candidatas. En este sentido
podemos utilizar la ficha de recogida
de datos para los acogimientos en
familia extensa y los criterios de
valoración elaborados por el grupo
• Aceptación del acogimiento por
parte de todos los miembros de la
unidad familiar.
• Capacidades educativas: adecuación
de pautas educativas a las
necesidades de los menores.
• Capacidad de diálogo y reflexión.
• Estabilidad emocional para
aceptar una relación de ayuda a un
niño, sin sentimiento de posesión
sobre el mismo.
• Capacidad de colaboración con el
servicio y/o con otras familias de
acogida.
• Comprensión y aceptación de la
temporalidad del acogimiento.
GRISIJ (2007) de la Universidad
de Barcelona. Estos criterios nos
permiten conocer los factores de
riesgo y los factores de protección
de las familias candidatas.
44
2.3. ELACOPLAMIENTO, EL PROCESO DE ADAPTACIÓN INICIAL
Hoy en día, el objetivo del acogimiento
familiar se asienta en que es una
medida temporal, para que el niño
viva en un ambiente familiar, mientras
su familia biológica logra recuperarse
de las causas que han ocasionado esta
separación, con la finalidad de poder
recuperar al niño.
El acogimiento familiar no es un fin del
sistema de protección, es un medio,
una oportunidad y un comienzo de
nuevas etapas en la que se busca dar
al niño la posibilidad de crecer en una
familia.
El programa de acogimiento familiar
representa un continuun en todas
sus fases. La toma de decisión, por
parte del Servicio de Atención a la
infancia, adolescencia y familia, de la
colocación de un niño en una familia
de acogida requiere el análisis de la
documentación elaborada en fases
anteriores.
En primer lugar el informe del niño
que ha sido elaborado por los servicios
sociales junto con los equipos de
valoración del Servicio deAtención a la
infancia. El informe debería englobar
la siguiente información:
Apartir de este informe y del informe
realizado a la familia biológica se
debe tomar la decisión de cual es
la mejor medida de protección para
el niño o niña , que en los casos de
separación de menores de seis años
siempre debe de ser el acogimiento
familiar, siendo extensivo siempre
que sea posible para el resto de
edades . Si la valoración realizada por
los equipos de los servicios sociales
no engloba todos los apartados
anterioresesprecisoqueelequipode
valoración del Servicio de protección
lo complemente con todos aquellos
A. CARACTERIZACIÓN PERSONAL
B. DESARROLLO
Estado físico.
Hábitos.
Autonomía, responsabilidad,
resistencia al control.
Desarrollo cognitivo.
Autoconcepto y autoestima.
Desarrollo emocional.
Relaciones con los familiares.
Ajuste escolar y relaciones
sociales.
Síntesis final.
45
aspectos que no figuren en el informe
inicial. Para ello puede utilizar la
ficha correspondiente que figura en el
anexo. En el caso de que la medida
valorada sea el acogimiento familiar
se debe determinar la modalidad más
adecuada de las que se disponga de
familias en la Comunidad.
Uno de los aspectos más complejos y
difícilesenlasmedidasdeprotecciónesel
poder predecir la duración de la medida,
y más en concreto, la posibilidad de
recuperación de la familia biológica. En
este sentido se ha trabajado para poder
disponerdeunosindicadoresquefaciliten
alostécnicoslatomadedecisiones sobre
las siguientes modalidades:
Urgencia/diagnóstico.
Todos aquellos casos en que sea
preciso una separación urgente del
niño y que se necesite un tiempo para
realiza su valoración y pronóstico.
Prioritariamete todos los niños
menores de 6 años.
Acogimiento con previsión de retorno.
Cuando se valora una posibilidad de
recuperación del ámbito familiar y
existen buenos vínculos afectivos.
Acogimiento permanente. Cuando
se valora pocas posibilidades de
recuperación familiar pero existen
buenos vínculos afectivos.
Acogimiento preadoptivo.
Cuando no existen posibilidades de
recuperación y los vínculos afectivos
son muy débiles o inexistentes, por
lo que se valora una separación
definitiva y una propuesta de
adopción.
Los acogimientos con previsión de
retorno o permanentes pueden
ser en familia ajena o extensa. Los
acogimientos preferentemente
podrán ser en familia extensa siempre
que estas reúnan unas condiciones
adecuadas para ello.
2.3.1. INDICADORES PARA UNA
PROPUESTA DE ACOGIMIENTO
SEGÚN SU MODALIDAD
Para una propuesta de acogimiento
de urgencia/diagnóstico.
• Prioritariamente todos los niños
menores de 6 años en que se
detecteunaurgenciadeseparación.
(teóricamente puede ser aplicado a
otras edades superiores).
• Que exista una necesidad de
valorar y diagnosticar la situación
familiar.
46
• Una previsión en la toma de
decisiones definitiva no superior a
los seis meses.
• Laexistenciadefamiliasacogedoras
con una motivación diferenciada
para estos acogimientos.
Para una propuesta de acogimiento
con previsión de retorno
• La posibilidad de recuperación
de la familia de origen.
(Preferentemente en periodos de
tiempo inferiores a dos años).
• La aceptación de una relación de
ayuda por parte de la F.B.
• La existencia de vínculos afectivos
entre los padres y sus hijos.
• La aceptación voluntaria por parte
del niño y su familia del niño.
(generalmente es preciso trabajar
este tema de voluntareidad).
• La disposición de recursos o
alternativas para ayudar a la
familia.(Programa de intervención
familiar,...).
• El deseo de los padres de mantener
visitas con el niño/a.
• El deseo del niño de mantener
visitas con sus padres.
• La posibilidad de mantener
contactos entre las partes.
• La disponibilidad de familias.
Para una propuesta de un
acogimiento permanente
• Si las posibilidades de recuperación
de la familia son poco probables.
• Si existen vínculos afectivos
favorables para el menor. (si no
existiera ninguna posibilidad de
mantener los vínculos afectivos se
tiene que estudiar la posibilidad
de un proceso de acogimiento
preadoptivo.)
• Si la familia no reconoce ni
acepta el trabajo con los servicios
sociales. (incluye un rechazo a
aceptar de que tienen un problema
y a cualquier ayuda de cambio que
se les pueda ofrecer)
• Si los padres, no manifiestan el
deseo de contactos.
• Si el niño por su situación legal
podría ir a una adopción, pero
por su edad manifiesta una
actitud contraria pero acepta un
acogimiento permanente.
• Si se dispone de familias de acogida
para atender las necesidades del
niño/a.
Para una propuesta de un
acogimiento en familia extensa.
El acogimiento familiar con previsión
de retorno y el acogimiento familiar
permanente puede ser en familia
47
extensa o ajena. Para una propuesta
de un acogimiento en familia extensa
se utilizará la ficha de los criterios
de protección y riesgo que figuran en
el anexo.
• Calidad en las relaciones con el
niño.
• Habilidad y deseo de ser parientes
acogedores y de proteger el niño
de abusos o de otros maltratos.
• La seguridad de la casa de los
parientes para proporcionar un
entorno natural al niño.
• Que no exista ninguna dinámica
familiar en la casa de acogida
relacionada con los abusos o la
negligencia del niño.
• La presencia de problemáticas
relacionadas con el alcohol o otras
drogas en el entorno de la casa de
los parientes acogedores.
• La buena voluntad de la familia
extensa acogedora y la habilidad
de cooperar con el servicio
• La existencia de apoyos en los
que tienen acceso las familias
acogedoras.
• La salud y la edad de los
acogedores.
Es necesario que ante la toma
de decisión de cualquiera de las
modalidades se cumplan la mayor
parte de los indicadores.
2.3.2. LA SENSIBILIZACIÓN Y
PREPARACIÓN DEL ACOGIDO
Antes de realizar una propuesta
de acogimiento, será necesario
sensibilizar y preparar al niño sobre
la posibilidad de ser acogido. En este
punto de la preparación es necesario:
• Detectar sus sentimientos, emociones
y perspectivas;
• Solucionar sus posibles dudas y
• Adecuar las ideas y opiniones a la
realidad del acogimiento.
Una de las posibles estrategias
para la preparación inicial del
niño será mediante una actuación
individualizada y directa.
Los encargados de realizar la
sensibilización serán las personas de
mayor confianza, padres, educadores
o los técnicos del Servicio de
Elinformedelniñoseráuninstrumento
necesario para realizar un buen
emparejamiento con aquella familia
de acogida que pueda responder
mejor a las necesidades del niño.
48
2.3.3. LA PRESELECCIÓN DE LA
FAMILIA
A partir del informe de valoración
del conjunto de familias de acogida
que dispone el Servicio se deben
seleccionar aquella que pueda
responder mejor a las necesidades del
niño. Para seleccionar a una familiael
equipo de acogimiento debe tener en
cuenta los siguientes aspectos:
• ¿Cuáles son los intereses y las
habilidades del niño?
• ¿Cuáles son sus necesidades y
fortalezas de salud, educativas o
emocionales y del entorno?
• ¿Quétipodeintervención necesita?
• ¿Responden las características del
niño a las que manifestó la familia
en el proceso de valoración que
podía asumir?
• ¿Qué reacciones o comportamientos
eran más fáciles o difíciles de
asumir?
• ¿Qué recursos y habilidades
dispone la familia para atenderlo?
• ¿Cómo cree la familia que puede
hacer frente a estas situaciones?
• ¿Qué ayuda y apoyo necesitarían?
• ¿Disponemos de recursos para
ofrecerles este apoyo?
A partir de la contestación a estas
preguntas, el técnico del equipo de
acogimiento convocará a la familia
preseleccionada a una reunión. En
esta primera reunión se le ofrece a
la familia una primera información
sobre el niño.
• Características de los menores:
datos personales, sanitarios,
escolares, conducta, etc.
• Vivencia del niño ante la separación
protección de menores, siempre
en coordinación con el equipo de
acogimiento:
• Se proporciona información al niño
sobre el acogimiento,
• Se intenta que el menor comprenda
los motivos de la separación, y
• El porqué tiene que ser acogido.
La preparación más específica del
menor se llevará a cabo, cuando la
familia de acogida comunique su
consentimiento a los técnicos.
Esta preparación dependerá de
las características del niño y de la
situación en que se encuentre éste,
en un centro o con la familia de
acogida.
49
de su familia.
• Grado de motivación y aceptación
que tiene el menor hacia el
acogimiento.
• Características del acogimiento:
Duración prevista; tipo de acogida;
visitas; aspectos económicos;
servicios que necesita el niño...
Se les informa que en el caso de
aceptación se les facilitará una
información más amplia y detallada
y se contestarán todas aquellas
cuestiones que se crean oportunas
para facilitar una buena adaptación
del niño en su casa. Cuando la familia
se interesa por el menor se le ofrece
una información adicional sobre los
siguientes aspectos:
• Características especiales que
pueda presentar el menor.
• Características de la familia
biológica que puedan facilitar un
mejor acoplamiento del menor y
el contacto con su familia.
• Situación legal del niño.
• Motivo por el que está en acogida.
• Previsión de visitas.
• Historial médico.
• Historial escolar.
• Historia institucional.
• Características psicológicas.
• Habilidades y logros especiales.
• Intereses especiales.(juegos,comida,
vestido).
• Ayuda que puedan recibir de otros
técnicos y del servicio.
• Y toda la información que deseen.
En resumen es importante:
• Proporcionar información real
y completa de la situación.
• Facilitar la comprensión del
impacto de las vivencias y
experiencias que el niño o niña
hayan sufrido.
• Manifestar que es posible que
los técnicos no dispongan de
toda la información y que
puede ser que ellos sean los
que con la confianza la puedan
descubrir y posteriormente
comentarla con los técnicos
pararecibirlaayudaadecuada.
Sinembargo,laideanoesquelafamilia
de acogida tenga que conquistar el
niño en un momento o conocer todo a
su respeto. Debe hacerlo de una forma
natural, gradual, ya que si no podría
50
El niño también debe recibir una
información y preparación para
tener la oportunidad de expresar
sus sentimientos y poderle ayudar a
sobrepasar este momento de su vida.
El desconocimiento de la realidad
por parte del niño, le crea recelos
y miedos que pueden dificultar el
proceso de adaptación. Es necesario
que el niño tenga clara su historia
personal y que no tenga confusión de
los roles del educador, de la familia
de origen o de la familia acogedora.
Enlapreparacióndelniñointervienen
el equipo de acogimiento y los
responsables del niño en la situación
anterior al acogimiento, estos
últimos, normalmente son la propia
provocar un etiquetaje del niño. Es
primordial que las familias de acogida
perciban que se facilita toda aquella
información necesaria para facilitar
el acoplamiento y la posterior
adaptación del niño o niña acogido.
Cuando existe una aceptación por
parte de la familia se prepara al niño
y a la familia biológica.
2.3.4. LA PREPARACIÓN
ESPECÍFICA DEL MENOR
familia biológica o los técnicos de
un centro de acogida. En el caso de
que el niño vaya directamente de
su familia biológica a una familia de
acogida, es preciso que se establezca
el procedimiento más adecuado y
responsabilizar a la familia biológica
del apoyo y explicaciones que debe
dar a su hijo. En el caso de que el
niño esté en un centro de acogida es
muy importante la colaboración de
los técnicos del centro.
Cuando un niño acude a una familia
de acogida, el niño tiene que
conocer o poder tener una respuesta
inmediata, de acuerdo con su edad y
características, a las preguntas que
pueda plantear.(Amorós, Fuertes,
Roca 1994).Estas son algunas de las
preguntas que se hacen los niños o
jóvenes al tener que trasladarse a
una familia de acogida:
• ¿Cómo se llama la gente donde
voy?
• ¿Cómo tendré que llamarles?
• ¿Cuántos niños hay? ¿De que sexo?
• ¿Qué edad tienen los niños?
• ¿Cómo son?
• ¿Sabrán mis padres donde estoy?
• ¿Cómo me puedo poner en
contacto con ellos?
51
• ¿Cuándo volveré a ver a mis
padres?
• ¿Cuánto tiempo voy a estar aquí?
• ¿Cuándo te veré (trabajador
social) de nuevo?
• ¿Si te necesito, ¿Cómo puedo
contactar contigo?
• ¿Tendré que ir a la escuela/a otra
escuela?
• ¿Qué sabe esta familia de mí?
Para la preparación del menor se
tendrá en consideración, en que
punto del desarrollo evolutivo se
encuentra. Pero en líneas generales,
los aspectos que se preparan y se
proporciona información son los
siguientes:
Al menor se le informa y prepara
sobre:
• Las características de la familia
de acogida: estructura familiar,
nombres de los componentes
de la familia, características
personales, costumbres, aficiones
y domicilio de la vivienda.
• Las características del acogimiento:
Duración, visitas, relación con las
personas implicadas, los motivos
de separación. Es decir, ayudarle
a tomar consciencia de su historia
personal
(lo que aconteció, porque es que
sus padres no pueden cuidar de él,
porque es mejor en este momento
vivir con una familia de acogida).
• Los sentimientos que pueden
surgir, como pueden ser los
sentimientos de culpabilidad
y/o agresividad hacia su familia
biológica.
• Su propia actitud ante el nuevo
ambiente familiar.
• La nueva relación que mantendrá
con sus padres biológicos:
la existencia de unas visitas
limitadas. Es importante que
asuma la separación de su familia
y amigos, y que comprenda que
la separación no tiene porque
significar una ruptura.
• La relación con el equipo de
acogimiento y el rol que este
tendrá a lo largo del acogimiento.
Se le intenta hacer comprender
la necesidad de que colabore en
todo el proceso y de que asuma
las orientaciones de los técnicos.
• La nueva vida familiar y para todos
los cambios que esto conlleva.
• Los aspectos positivos de su nueva
situación.
52
En síntesis es necesario:
• Hacerle consciente de su realidad.
• Resolver sus dudas o temores.
• Responder con sinceridad a todas
sus preguntas.
• Prepararlo para la separación
temporal de su familia y sus
amigos.
• Trabajar el posible sentimiento
de culpabilidad o de agresividad
hacia su familia.
• Motivarle y solicitar su aceptación.
• Hacerleentenderquelaseparación
no implica ruptura.
• Informarle de las características
del acogimiento.
• Informarle de las características
de la familia de acogida.
En la actualidad, una de las
funciones fundamentales en los
programas de acogimiento familiar
es la intervención con la familia
biológica. Para poderse llevar a cabo
una intervención positiva y para que
el acogimiento tenga un desenlace
2.3.5. LA PREPARACIÓN DE LA
FAMILIA BIOLÓGICA:
de reunificación, es necesario que
la familia biológica se implique en el
proceso del acogimiento y colabore
con los técnicos de caso en la medida
de lo posible.
En la medida en que la familia
biológica entiende que la nueva
situación puede ser beneficiosa para
sus hijos y que ellos siguen siendo
importantes en su vida, es mucho
más probable que las relaciones
entre las dos familias sean
agradables y más de cooperación que
de enfrentamiento. Lógicamente,
el trabajo de los técnicos en todos
estos aspectos es crucial, tanto para
explicar las razones por las cuales
se ha adoptado esa medida de
protección, como para permitirles
formarse expectativas realistas
sobre el futuro de sus relaciones y
contactos con sus hijos.
Generalmente, las familias
presentan sentimientos o actitudes
ambiguas, por una parte suelen
percibir la posibilidad de ayuda
y por otra un sentimiento de
pérdida ante la separación de su
hijo. Estos sentimientos pueden
entremezclarse con actitudes de
aceptación o rechazo de los técnicos
o de la propia familia de acogida que
la pueden ver como un contrincante
53
que desea quitarles el cariño de sus
hijos. (Amorós, Palacios, 2004).
En los casos que la familia acepta
la medida de separación, suelen ser
familiasquevivenlaseparacióncomo
una liberación y un respiro, saben
que sus hijos están bien cuidados
y atendidos, y ellos no tienen que
preocuparse de su cuidado diario ni
de su manutención.
Las intervenciones de los técnicos
consistirá en ayudar a las familias a:
• Comprender la situación en
que se encuentran y valorar
las posibilidades de cambio: es
necesario que la familia biológica
entienda que necesita ayuda para
solventar sus problemas; y que la
mejor ayuda para su situación es
el acogimiento.
• Comprender en que consiste el
acogimiento: la familia biológica
ha de ver el acogimiento como
una ayuda o complementación
a su situación provisional y
nunca entenderlo como una
sustitución. Los técnicos habrán
de centralizarse en las ventajas
que implica el acogimiento para
toda la familia.
• Promover la participación de la
familia en la toma de decisiones,
• Desarrollar una confianza mutua
entre los miembros de la familia
y el técnico por medio de una
intervenciónclaraycomprensible.
Y a su vez, ofrecerles espacios
para que puedan manifestar sus
dudas e inquietudes.
• Conocer detalladamente los
objetivos y la función de todas
las fases del acogimiento.
Es importante asegurar el
mantenimiento de los vínculos
afectivos por medio de los
contactos y visitas.
• Fomentar el uso de los recursos del
entorno que les permita mejorar
su ambiente o situación física,
su formación y oportunidades de
empleo y su salud.
• Facilitarles el conocimiento de
otras familias en igual situación.
La intervención de los técnicos
puede complementarse con ofertas
puntuales de tipo económico,
transporte, cuidado de los niños,
alimentación, servicios médicos.
Si las familias vivencian estas
situaciones, las posibilidades de
aceptación y colaboración aumentan
considerablemente.
54
El proceso de preparación de las
partes continúa con el primer
contacto entre la familia de acogida y
el menor. El niño, con la cooperación
del equipo de acogimiento, puede
intercambiar fotografías con la
familia de acogida, con la finalidad de
construir una relación de confianza y
facilitar la integración.
En los casos en que el primer
contacto (entre la niño y la familia
En cualquier caso, quizá la idea
fundamental a retener es la de
que los padres de los niños en
acogimiento pasan también por
una fase de adaptación a su nueva
situación, que esta transición es
potencialmente dolorosa para ellos
porque pone en marcha fuertes
sentimientos de pérdida y rabia,
sentimientos que no pueden ser
ignorados, particularmente en los
casos en los que sea importante
trabajar con la familia biológica de
cara a la existencia de contactos
o visitas, así como con vistas a la
posible reunificación familiar.
2.3.6. LOS PRIMEROS CONTACTOS
Y LA ADAPTACIÓN INICIAL
de acogida) coincide con la fecha
de la entrega del niño, se busca
prestar atención especial al lugar
de su realización. Se busca que sea
un espacio próximo y conocido del
niño, un local donde el niño esté a
gusto y se mueva naturalmente para
después de creada alguna empatía y
confianza pasarse al espacio exterior.
• En ocasiones este primer
encuentro se realiza en el centro
de acogida con la presencia
del educador o responsable
y un miembro del equipo de
acogimientos. Son momentos de
gran emotividad, en particular
por parte del niño y la familia
de acogida. La familia y el niño
pueden salir a realizar un breve
paseo.
• En los posteriores encuentros,
se puede continuar el proceso
de acuerdo con la edad y las
reacciones que manifiesten el
niño y la familia de acogida. Se
amplia el tiempo de permanencia
y el niño puede ir a pasar un
fin de semana con la familia de
acogida con el fin de que conozca
el entorno social de su nueva
vivienda. Después todo depende
de la adaptación del menor y de
la valoración que haga el equipo
de acogimiento a partir de las
55
informaciones de la familia y el
niño. Por lo general cuanto más
pequeño es el niño más rápido
se realiza este proceso. En
niños mayores el proceso puede
alargarse.
Las reacciones de los niños
mayoritariamente en esta fase son
de alegría, entusiasmo, con un
deseo de agradar. Estas reacciones
se juntan con estados de inquietud,
nerviosismo e hiperactividad. En
estos primeros momentos tanto la
familia de acogida como el niño
necesitan un apoyo por parte del
equipo del servicio de acogimiento,
tanto para valorar el proceso de
acoplamiento como para solventar
las posibles dificultades que puedan
surgir. El equipo técnico debe
intervenir en esta fase:
• Aliviar la tensión natural que
se establece en una nueva
relación
• Ser elemento mediador y hablar
con el niño para tranquilizarlo y
darle confianza
• Apoyar la familia de acogida para
rebajar los niveles de ansiedad.
Es importante que el niño cuando
llega a la familia de acogida se
sienta bien en el “espacio” que va
a ocupar. Este espacio no es sólo
se refiere al hogar de la familia de
acogida sino también otros locales
como la escuela, la ludoteca, etc.
La familia de acogida necesitará
realizar un ajuste en la dinámica
familiar para aceptar a un nuevo
miembro y poder actuar ante las
reacciones que el niño presenta.
En un primer momento pueden
estar pendientes del niño y de las
reacciones que pueda presentar,
no le exigen demasiado sino que
le dejan que se vaya adaptando,
aunque le van marcando normas
básicas del grupo familiar, tienen
respeto a algunas reacciones del
niño, pero al mismo tiempo ilusión
y disponibilidad para afrontar estas
dificultades.
Un aspecto común en todas las
familias de acogida es pensar en
la reestructuración del espacio
que tendrán que realizar ante la
llegada de un menor, la adecuación
al entorno social, en particular
la escuela y la adaptación en el
entorno familiar tanto propio como
de la familia extensa.
56
En el primer encuentro entre el
equipo de acogimiento y el niño,
tras la llegada, se busca de una
forma relajada conocer las primeras
impresiones que tuvieron los
adultos, los hijos naturales y el niño
de acogida, a través de su propio
relato. En las primeras entrevistas
del equipo de acogimiento con
la familia de acogida, tras la
integración de los niños, el objetivo
principal es conocer las alteraciones
a la dinámica familiar (relación de
los hijos biológicos a las personas
acogidas) y conocer alguna eventual
problemática de convivencia
(hábitos alimentos, vestuario,
hábitos de sueño)
Normalmente, tras la integración
del niño, ocurre una fase de “luna
de miel”. Como en cualquier
nueva relación todo es nuevo e
interesante. La familia empieza por
“sobreproteger”. Cuando termina
esta fase, la familia quiere imponer
las reglas y rutinas necesarias,
pudiendo el niño reaccionar. A
pesar de estar preparada para la
llegada, a través de la formación
que recibieron, es importante que la
familia desdramatice los episodios
de conflicto, se sienta capaz de
ultrapasarlos y los vea como parte
integrante del proceso, primero de
acomodación y de adaptación, que
es necesario para ponerse en marcha
un periodo de mayor normalidad
relacional con los pequeños altibajos
de cualquier familia normal.
En todas las cuestiones hasta ahora
mencionadas (la información previa
al acogimiento, la transición de una
familia a otra y las relaciones entre
las familias) el papel de los técnicos
que intervienen es crucial. Es a
ellos a quien corresponderá facilitar
al máximo las cosas, removiendo
factores de tensión y de riesgo,
y tratando de incorporar en las
relaciones y en su vivencia elementos
positivos y facilitadores sin los que es
difícil que el acogimiento funcione y
prospere adecuadamente.
57
2.4. EL SEGUIMIENTO Y EL ACOMPAÑAMIENTO
La labor de seguimiento de las
familias de acogida y los niños por
parte del equipo de acogimiento
se centra fundamentalmente en la
facilitación de aquellos aspectos
que puedan favorecer la adaptación
del niño y la familia y en la ayuda
en la resolución de las dificultades
o conflictos que puedan surgir. Toda
la labor de planificación a lo largo
de todo el proceso del acogimiento,
ejecutando adecuadamente cada
una de las fases de selección,
formación, preparación previa del
acoplamiento, elaboración del plan
de intervención y apoyo constante a
las familias de acogida y al niño, son
las mejores garantías para el éxito
del acogimiento.
La filosofía del programa de
acogimientos tiene como razón
fundamental el efecto beneficioso
que supone la vivencia de una
experiencia familiar positiva. La
familias de acogida es, en este caso,
el vehículo de integración de los
niños y jóvenes en las redes formales
e informales de la institución
familiar. La familia de acogida debe
ayudar al desarrollo y crecimiento
personal que, en muchos casos, se
ha visto interferido o bloqueado por
las propias historias vividas por el
niño.
Así, el apoyo al proceso de
acogimiento está en realidad
constituido por una variedad de
actuaciones técnicas que tienden a
crear las condiciones adecuadas para
el buen funcionamiento del proceso.
Un elemento importante a tener
presente en este proceso de
adaptación son los hijos de las
familias de acogida; por un lado
pueden verlo como un amigo/a,
un compañero de juegos y poder
tener responsabilidades e incluso
enseñarle cosas o aprenderlas, por
otro, pueden tener celos o sentirse
mal porque tienen que compartir con
otro niño sus cosas. Las reacciones
pueden ir del fomento de una
mayor comunicación con su familia,
generando responsabilidades y
aumentando la solidaridad, hasta la
aparición de rivalidades.
58
Laimportanciaquetienenlasvisitasen
los programas de acogimiento familiar,
en particular, con los de previsión de
retorno, requieren contemplar un
plan de visitas dentro del programa
de intervención individualizado. El
plan de visitas será elaborado, a ser
posible, con la participación de todas
las partes y en el figuran los acuerdos
y compromisos. El plan general de
visitas puede variar de acuerdo a las
características propias de cada caso
pero los aspectos básicos que deben
figurar son:
• El lugar.
• La frecuencia.
• La duración.
• La persona o personas que
mantendrán contacto con el
menor.
• Los técnicos que supervisarán
la visita.
El lugar, la frecuencia y la duración
de las visitas deberían facilitar una
relación lo más normalizada posible.
Lógicamente existen diversos
factores que es preciso tener en
cuenta:
• La resolución judicial,
2.4.1. EL PLAN DE VISITAS
• La edad del niño,
• La modalidad de acogimiento,
• Las posibilidades de las familias (de
acogida y biológica).
En las situaciones de acogimiento
simple o con previsión de retorno
las visitas pueden tener lugar en la
propia casa de la familia biológica o
acogedora, siempre de acuerdo con
le plan de visitas establecido. Lo
aconsejable es que el niño tenga la
mayor frecuencia posible de visitas,
ya que favorecen que se mantenga el
vínculo afectivo. En esta modalidad
las visitas son un elemento básico
para facilitar la reunificación por lo que
se deben preparar a todas las partes
para que se mantengan de una forma
satisfactoria para el niño o niña.
En los acogimientos permanentes,
dependerá si tiene carácter judicial
o no y si el juez ha establecido las
características de las visitas. Lo
aconsejable es que el niño tenga
visitas con aquellos miembros
familiares que le aportan un
bienestar y le facilitan un apoyo
afectivo. A veces las visitas no son
aconsejables con los propios padres,
o con uno de ellos, pero ello no
implica que las puedan mantener
59
con otros familiares (abuelos, tíos,
hermanos). La frecuencia dependerá
de muchos factores, pero para que
tengan un sentido de mantener una
relación afectiva hay que realizarlas
con cierta frecuencia, valorando los
beneficios que aporta al niño o niña
esta relación. Si realmente existe
una vinculación afectiva del niño
con alguno de sus familiares, ya sean
padres, abuelos, tíos o hermanos la
frecuencia debe ser la mayor posible,
sin que ello perjudique la rutina
diaria y no suponga una merma en la
actividades socio-comunitarias que
mantiene.
En la formación previa al acogimiento
se había preparado a los acogedores
en cuanto a actitudes, conocimientos
y pautas de conducta generales, una
vez que el acogimiento comienza es
cuando hay que concretar todo eso
en relación con un niño o una niña
concretos, con sus necesidades, su
historia pasada, sus problemas y sus
posibilidades. Incluso si los acogedores
tienen recursos suficientes para hacer
frente a todo esto las visitas del
equipo de acogimiento son necesarias,
aunque sólo fuera para reafirmarles
en sus buenas prácticas familiares.
Las investigaciones han demostrado
la correlación que existe entre los
contactos continuos con los padres
y la posibilidad de retorno. También
remarcan que los niños más visitados
es más probable que retornen a su
hogar y que las visitas están asociadas
con el bienestar emocional del
niño/a y los padres. La importancia
de mantener las visitas, sin obviar
las posibles dificultades que puedan
existir permite a cada una de las
partes alcanzar unos objetivos que
son básicos para facilitar el retorno.
Para el niño las visitas le permiten:
• Vivenciar una idea de continuidad
a su vida,
• Reflexionar de que la separación
no es total ni definitiva,
• Estar en contacto con las personas
con las que le unen relaciones
afectivas significativas,
• Incrementar su autoestima y
confianza en sí mismo y
• Sentirse querido y protegido.
El contacto con los padres biológicos
durante el acogimiento es muy
necesario para una reunificación
exitosa y una vinculación afectiva
positiva entre el niño y los padres. Por
último para los técnicos las visitas son
unos indicadores muy importantes para
evaluar el proceso del acogimiento y
tomar decisiones para el retorno.
60
Una vez que se produce el
contacto entre los acogedores y el
equipo de acogimiento, sea en el
curso de visitas periódicas, sea en
el de contactos de emergencia, la
actitud de los técnicos resulta crucial
(Amorós, Palacios, 2004). Algunas
de las cosas que más valoran las
familias tienen que ver con sentirse
atendidas, escuchadas, entendidas
y valoradas. Lo que reclaman no es
una relación burocrática o distante.
Tampoco necesariamente esperan
que se les den soluciones ya hechas,
ni que se les diga lo que hay que
hacer sin haber explorado antes
juntos diversas alternativas.
Como se ha indicado unas líneas más
arriba, el buen apoyo profesional al
acogimientofamiliarnoesesporádico
y reactivo sino que tienen un carácter
más estable y continuado, con un
ritmo y periodicidad que –ese sí-
puede perfectamente ajustarse a las
necesidades concretas de cada caso.
Cada acogimiento se resuelve,
pero la necesidad de sentimiento
de equipo facilita la consolidación
del programa de acogimiento como
recurso efectivo
2.4.2. EL ACOMPAÑAMIENTO
Las buenas prácticas de los
técnicos en las entrevistas se
pueden concretar en:
• Consensuarlas con todas las partes.
• Utilizar las visitas para que la
familia natural tome decisiones y
responsabilidades con respecto a
su hijo/a.
• Transmitir esperanza sobre las
evoluciones que se van haciendo.
• Ayudar al niño/a a vivir sin
culpabilidades.
• Obtener datos para decidir el
momento del retorno o de otra
alternativa.
• Concienciar a las familias y al
niño/a de la importancia de las
visitas.
Por parte de la familia acogedora
las acciones pueden ser:
• Preparar al niño/a antes de cada
visita con una actitud positiva.
• Ver los sentimientos y reacciones
que provoca en el niño/a el
encuentro con su familia: antes,
durante y después.
• Proporcionar un ambiente
natural y relajado.
• Facilitarle a la familia del niño/a
información sobre su evolución.
61
2.4.3. EL TRABAJO GRUPAL
El tipo de relación con los técnicos
de que estamos hablando tiene,
pues, mucho que ver con trabajo en
equipo entre técnicos y acogedores
(Amorós, Palacios, 2004). Un trabajo
en equipo en el que cada uno juega
un rol distinto y tiene capacidades
y competencias diferentes, pero
en el que el tono predominante no
sea el de técnicos que prescriben y
acogedores que se limitan a seguir
instrucciones. En la medida en
que los acogedores tienen alguna
implicación en la planificación y la
toma de decisiones que les afectan,
en la medida en que su voz se oye
cuando hay que orientar el caso en
una u otra dirección, en la medida
en que se pide su opinión, en la
medida en que se les usa como
fuente de información fiable en
relación con el niño o la niña, en esa
medida los acogedores sienten que
están trabajando en equipo y no que
son un mero instrumento de que el
sistema de protección se sirve para
derivar problemas y tensiones.
Por otro lado, el hecho de participar
como acogedores con experiencia en
programas de formación de nuevos
acogedores añade una dimensión
de satisfacción de incuestionable
valor, situando a los acogedores en
una posición lo más alejada posible
de simples terminales de un sistema
con el que ellos tienen poco que
ver y en el que se les dan escasas
oportunidades de ser oídos, tomados
en consideración y valorados.
Junto con este seguimiento
individual también es conveniente
realizar un seguimiento grupal. Los
grupos de apoyo con las familias de
acogida conforman otra modalidad
muy útil de seguimiento del
acogimiento familiar. Por medio
de los grupos de apoyo se puede
facilitar la comunicación entre
iguales, compartir satisfacciones y
dificultades, facilitar aprendizajes
en la solución de los problemas
y generar un apoyo mutuo. Las
ventajas de los grupos de apoyo son:
• Intercambio de ideas que ayudan
a la solución de los problemas.
• Ser receptores y donantes de
información.
• Con la escucha de otras
situaciones se pueden situar en el
contexto de las que pueden ocurrir.
• Existe un valor catártico.
• Se reduce el aislamiento, dando
ánimos, proporcionando seguridad
62
y una consolidación ante
sentimientos como los de
frustración, enfado y alegría.
• Se crea un sentimiento de
pertenencia e identidad con el
grupo y el programa (ayuda en
momentos de crisis.)
La estructura de los grupos de
apoyo, puede ser muy variada, pero
la experiencia nos ha demostrado
que una estructura que combine los
aspectos de urgencia y las temáticas
de fondo son muy eficientes. En
concreto la composición y estructura
puede ser la siguiente:
• La composición: de los grupos de
apoyo, fundamentalmente, están
constituidos por familias que
realizan una misma modalidad de
acogimiento familiar. El número
de participantes puede oscilar
alrededor de 12/18 personas.Aser
posible asisten los dos miembros
de la familia acogedora. Si existen
hijos mayores se les puede invitar
a participar en las mismas. En
ocasiones se puede incluir en
estos grupos a familias de acogida
que ya han sido seleccionadas y
están en periodo de espera. De
esta forma se mantiene vivo el
interés de las familias y al mismo
tiempo se refuerza su formación y
su dinámica grupal.
• Las sesiones tienen una duración
aproximada de 2 horas y se
realizan una cada mes y medio
aproximadamente (exceptuando
vacaciones de navidad y de
verano) alrededor de 6 reuniones
anuales.
• Los contenidos se han pactado
inicialmente con las familias
de acogida y se ha elaborado
una planificación en donde
se determina las fechas y los
contenidos de cada una de las
sesiones a lo largo del año.
• Desarrollo de las sesiones. En la
primera media hora se abordan
temas que pueden solicitar de
forma urgente alguno de los
asistentes. En el caso de que sean
varios los que desean comentar
un tema se distribuye el tiempo
de 30 minutos según los temas
que se quieren abordar. Los
participantes saben que tan solo
se dedicaran 30 minutos a los
diversos temas que se aborden.
El resto de la sesión se desarrolla
a partir de una temática
seleccionada anteriormente por
los participantes y preparada
por los técnicos responsables
del seguimiento con actividades
y recursos altamente
63
participativos. No es realizar
una conferencia, sino plantear
teórica y prácticamente una
temática y debatirla entre todos,
buscando unas conclusiones.
Las conclusiones a estos temas
se facilitaran posteriormente
a todos los participantes. Para
desarrollar estas temáticas
se pueden utilizar y adecuar
materiales existentes como el
Programa para la formación de
familias acogedoras de urgencia-
diagnóstico (2002) o el Programa
de formación para el acogimiento
en familia extensa (2005).
• Al finalizar la sesión se les puede
facilitar a los participantes
material complementario para su
lectura.
De hecho, se ha observado que las
relaciones que se inician dentro
del grupo se expanden fuera de
él, creándose un sentimiento de
pertenencia e identidad con el grupo
y el programa, lo que posibilita que
las familias acogedoras se ayuden
en momentos de crisis.
2.4.4. LA REMUNERACIÓN O
COMPENSACIÓN ECONÓMICA POR
EL ACOGIMIENTO
Los acogedores no se acercan al
acogimiento buscando dinero, sino
con su mayor ilusión puesta en
las gratificaciones intangibles en
forma de sentimiento de ser útiles,
de ayudar a un niño o niña y a su
familia, de sentirse partícipes en un
proyecto a la vez personal y social,
de dedicar su tiempo, su energía y
sus afectos a una buena causa. Pero
la investigación ha documentado
reiterada y suficientemente que la
remuneración por el acogimiento
(o, en todo caso, la compensación
por los gastos que ocasione) forma
parte del cuadro de apoyos que son
a la vez lógicos y positivos. Lo que
llega con el dinero no es sólo la
retribución o la compensación que
se hubiera acordado previamente,
sino también el reconocimiento por
el trabajo y la función que se están
desarrollando. Como ya decíamos
anteriormente “No se hace por
dinero, pero no se puede hacer sin
dinero. Si no hay familias no hay
futuro en el acogimiento”.
En el caso de acogimientos
familiares con previsión de retorno
64
se debe estar simultáneamente
haciendo todo un trabajo de apoyo,
ayuda y en su caso tratamiento a
los padres biológicos que tratan
de resolver sus problemas y estar
en condiciones de recuperar a
los hijos que tuvieron que pasar
a ser temporalmente cuidados
por la familia acogedora. Si con
la familia biológica no se lleva a
cabo un trabajo concienzudo, sus
probabilidades de recuperación
espontánea son muy reducidas, si
no nulas.
65
El acogimiento puede finalizar
por el retorno del niño a su hogar,
por un cambio de recurso social
(acogimiento residencial, otro
acogimiento familiar, adopción)
o por la independencia del
joven acogido. La finalización
del acogimiento, tanto si es
consecuencia de una previsión
como de una ruptura, debe ser
cuidadosamente preparada.
Los sentimientos y necesidades de
todas las partes (niño, familia de
acogida y familia del niño) deben
ser tenidos muy en cuenta para
que puedan ser vividos con la
mayor naturalidad posible. Entre el
conjunto de sentimientos podemos
destacar:
Sentimientos del niño
• Incertidumbre ante lo que va a
ocurrir.
• Alegría de volver con sus padres.
• Miedo por si las cosas no salen bien.
2.5. LA FINALIZACIÓN DEL ACOGIMIENTO Y EL RETORNO
2.5.1. LOS SENTIMIENTOS Y
NECESIDADES
• Sentimiento de ser ajeno a la
familia biológica.
• Satisfacción por el reencuentro
con su entorno y amigos.
Sentimientos familia biológica
• Satisfacción por haber resuelto
sus conflictos.
• Desaparición de las angustias o
temores ante la duda de pérdida
del hijo/a.
• Esperanza de futuro.
• Temor a que el niño les compare
con la familia acogedora.
• Dudas sobre su capacidad de
asumir otra vez al niño/a.
• Ilusión por reunificar a la familia
y alegría por recuperar al hijo/a.
Sentimientos de la familia de acogida
• Sentimiento de pérdida.
• Búsqueda de continuidad en la
relación.
• Preocupación por cómo estará el
niño/a .
• Satisfacción por haber
contribuido a la mejora.
• Sentir la experiencia como
enriquecedora.
66
La función de los técnicos en
este proceso es un elemento
fundamental no sólo para el
acogimiento en particular sino para
que en el futuro tanto las familias
naturales como las familias de
acogida puedan vivenciarlo como
un recurso normalizado en su
comunidad. El retorno se realizará
de forma gradual y a lo largo de
este tiempo se irá preparando a
las partes. Los aspectos sobre los
cuales los técnicos deben centrar
su atención son:
Preparación de la familia biológica
y de la familia de acogida
• La preparación que requiere el
niño/a.
• Los esfuerzos realizados por
todos los implicados.
• Cómo se va a realizar el proceso
de retorno.
• La evolución de la familia del
niño/a y las circunstancias
actuales que permiten el retorno.
• Los sentimientos que pueden
producirse a consecuencia de
la separación de la familia
acogedora.
• La importancia de las buenas
despedidas.
• Los cambios que tendrán que
realizar para adaptar el niño/a
de nuevo a su hogar.
Preparación del niño por parte de
los técnicos
• Cambios que se están produciendo
en su familia,
• La intención de su familia por
recuperarlo,
• El apoyo que seguirán teniendo
tanto él como su familia,
• Los cambios que él está
experimentando,
• Los cambios que tendrá que hacer
para adaptarse a su familia,
• La valoración de la experiencia
del acogimiento.
Preparación del niño por los
acogedores
• Transmitir los aspectos positivos
que supone volver a su familia
natural.
• Mostrar alegría por su retorno.
• Acordar aspectos concretos del
retorno:¿Cómo se hará, quiénes,
cuándo?
• Ayudar al niño/a a integrar
esta experiencia y fomentar
su individualidad, remarcando
el esfuerzo y los cambios de la
familia natural.
67
• Ayudarle a reconocer y
experimentar sus sentimientos.
La finalización del retorno del
niño a su hogar no significa la
terminación de la intervención
con la familia. Es preciso realizar
un proceso de ayuda a la familia
durante un periodo determinado
para ir solventando los procesos
de adaptación tanto del niño
como de su propia familia.
68
69
Anexo 1
INDICADORES DE
VALORACIÓN PARA
EL ACOGIMIENTO EN
FAMILIA EXTENSA
70
71
A. DATOS PERSONALES
Y SOCIODEMOGRÁFICOS
INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO
1. Edad de los
miembros de la familia
acogedora candidata.
• La diferencia generacional entre
acogedores y menor acogido no es
mayor a 50 años.
• Todos los miembros de la familia
acogedora tengan una edad mayor
a la del menor acogido.
La familia se encuentra en una
etapa del “nido vacío”, es decir que
en la actualidad el núcleo familiar
esta compuesto por la pareja, con
la experiencia de haber criado y
educado a un hijo o hija, el cual por
edad evolutiva se ha emancipado.
• La edad de los miembros
acogedores sea mayor de 70 años.
• Algún miembro de la familia
acogedora candidata tenga una
edad inferior a la del menor
acogido.
1. Personas que
conviven en la posible
casa acogedora
• Las familias
monoparentales
• Que en la casa ya
vive otro hijo acogido
(igual madre,diferente
padre,ej.)
• El núcleo de convivencia está
formado por dos generaciones:
padres-hijos.
• La familia acogedora tiene
hijos.
• En el núcleo familiar no vive ni
la madre ni el padre.
• Entre el núcleo familiar hay
alguna persona que requiere un
nivel de atención muy específico.
• Que el núcleo familiar no tenga
la experiencia de cuidar a un
infante.
• En el núcleo familiar vive el
padre o la madre del menor de
forma estable.
•La familia acogedora sea
numerosa.
• En el núcleo familiar, vive la
madre o el padre del menor
acogido de forma espontánea,
provocando conflicto cuando está.
2. Lugar de residencia.
Este indicador tiene que
valorarse en relación
con el indicador de
relación entre las
familia s, ya que el
hecho de estar cerca o
demasiado lejos entre
ellas, puede provocar
situaciones conflictivas,
al hora de llevar las
visitas o los contactos.
• La familia acogedora resida en
el mismo municipio o un municipio
distinto, pero no alejado, al de
la familia biológica, que facilite
el contacto y las visitas entre
ellos, pero que no sea fuente de
conflicto.
• El lugar de residencia, rural o
urbana, bien comunicado.
• Zona con cercanía de
equipamiento urbano (parques,
jardines etc), educativo (centro
escolar, biblioteca, centro
cívico,...) y social (centros
educativos, de salud, sociales,...)
• El lugar de residencia de la
familia de acogida sea el mismo
municipio al de la familia biológica
en caso de cierto conflicto familiar
• Escaso equipamiento y recursos,
urbanos, educativos y sociales,
para niños/niñas y familia
• Inestabilidad
72
3. Nivel de suficiencia
económica
Este indicador está
muy relacionado con los
indicadores del apartado B.
Por tanto, cuando se haga
la valoración es importante
tenerlo presente.
• Renta per cápita suficiente o
superior para cubrir todas las
necesidades familiares.
• Los ingresos alcanzan para cubrir
las necesidades básicas, bien porque
algún miembro de la unidad familiar
tiene trabajo estable o bien porque
cobran algún tipo de prestación
económica o pensión –ayuda
económica-.
• Carencia de recursos
económicos suficientes para
cubrir las necesidades básicas
–aportación discontinua e
irregular de ingresos de los
miembros de la unidad de
convivencia, o las ayudas no
son suficientes para cubrir las
necesidades-.
B. COBERTURA DE LAS
NECESIDADES BÁSICAS
INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO
4. Necesidad básica:
alimentación
• Cada miembro del núcleo
familiar presenta una organización
adecuada para responder a
la necesidad alimentaria:
alimentación variada y
equilibrada, adecuada a la edad y
necesidades personales.
• El momento de la comida
es un punto de reunión para
los miembros de la familia
acogedora, facilitando de esa
manera la comunicación entre
ellos.
• La cobertura de la necesidad
básica alimentaria es insuficiente
i/o inadecuada: alimentación poco
equilibrada y poco variada. Pero
el hecho de ser consciente de
esta dificultad, buscan ayuda y la
asumen.
• Cobertura inadecuada
e insuficiente las de
necesidades alimentarías:
sólo se come una vez al día,
antecedentes de trastornos
alimenticios en la familia o
evidencias físicas de una mala
alimentación: demacrado.
• No son conscientes de esta
desorganización, y si lo son,
no buscan ayuda para superar
la situación.
4. Necesidad básica:
vestido
• Cada miembro del núcleo
familia r presenta un adecuado y
suficiente vestuario, para cubrir
la necesidad básica –adaptación
a las condiciones climáticas,
adecuación a la talla y a la higiene
de esa...
• La cobertura de la necesidad
básica de vestimenta es inadecuada
y/o insuficiente: inadecuada a
la edad, a las condiciones de las
actividades que realiza el menor, y a
la higiene de esa.
• Pero el hecho de ser conscientes
de esta situación buscan ayuda y la
asumen: por ejemplo compara ropa
de segunda mano o dada por vecinos.
• Cobertura inadecuada e
insuficiente de la necesidad
de vestimenta: falta de higiene
extrema, inadecuada para la edad
y para las condiciones climáticas
• No son conscientes de esa
desorganización, y si lo son, no
buscan ayuda para superar la
situación.
73
4. Necesidad básica: salud. • Cada miembro del núcleo familiar
presenta una adecuada respuesta a la
necesidad de salud correspondiente:
adecuación higiénica, seguimiento
de los controles médicos y de las
prescripciones médicas.
• La cobertura de la necesidad
básica de salud es inadecuada
y/o insuficiente: se abusa de
los circuitos de urgencias,
como único centro sanitario
y sin seguimiento médico
regular acorde a la edad de los
miembros de la posible familia
acogedora.
• Los posibles acogedores
saben que existe el medico de
familia y que es necesario un
seguimiento médico periódico,
pero no hacen nada al respeto.
• La necesidad básica de la salud
es inadecuada e insuficiente: nulo
seguimiento de control médico,
ni de las prescripciones médicas,
y administración de fármacos sin
prescripciones médicas.
• No son conscientes de esta falta
de atención médica y si lo son, no
creen necesario su servicio como
control médico.
4. Necesidad básica:
educación.
• Este indicador sólo
se tendrá en cuenta
en aquellas familia s
que tienen hijos o que
previamente a la valoración
de la misma, han tenido
la experiencia de haber
acogido a un menor de la
misma familia .
• En este punto se observa
mínimamente las pautas
/ modelos educativos
permanentes en esta
familia.
• Cada miembro del núcleo
familia r presenta un respeto
mínimo hacia los otros que
conviven en la casa, existe una
convivencia, una educación en la
dinámica familia r, organización y
hábitos.
• Respeto a los miembros
con edad escolar, si hay en el
domicilio, presentan una dinámica
de estudio buena; asistencia
y puntualidad a la escuela,
buena colaboración con ella,
estimulación y motivación hacia la
misma, etcétera.
• Si hay miembros con edad
escolar en el domicilio familia
r candidato: la cobertura
inadecuada y/o insuficiente de
la necesidad básica educativa:
falta algún día a la escuela
sin justificación, retraso en
la adquisición de material
escolar, respuesta negativa
a incorporar al niño a las
actividades de tiempo libre,
etcétera.
• Y si no hay menores en el
domicilio, como ven estas
personas la educación de un
menor?
• No existe un respeto entre
los miembros de la familia
acogedora, cada cual tiene una vida
independiente, aunque vivan juntos
y cuando se encuentran en el mismo
espacio el diálogo entre ellos es
mínimo si no violento y agresivo.
• Si hay miembros con edad escolar
en el domicilio familia r candidato,
la necesidad básica educativa
es inadecuada e insuficiente:
ausentismo escolar repetidos sin
justificar, etc.
74
5 y 6. Necesidad básica:
vivienda.
• El domicilio de la familia
acogedora candidata permite en
cuando a espacio, la entrada del
menor en ello.
• La distribución de los espacios
es correcto, ya que existe las
habitaciones, al menos las mínimas
para desarrollar la vida cotidiana, y
la función de las habitaciones es la
propia a la destinada en la misma,
y a demás de existir una buena
higiene, ventilación y climatización,
en general.
• La cobertura de la necesidad
básica de vivienda es
insuficiente y/o inadecuada:
problemas leves en cuanto
a espacio o habitabilidad
y/o existe un gran desorden
y suciedad en la misma, en
general.
• Los miembros de la familia
son conscientes de esta
situación, y se comprometen
a organizarse, para respetar
los espacios con su tarea y
organizarse para limpiarlos.
• La necesidad básica de la
vivienda es inadecuada e
insuficiente, conscientes de
esta situación, no buscan ayuda
o remedio: falta de espacio
habitable por todos los miembros
de la unidad familia r, falta de
higiene extrema, hacinamiento y
falta de luz, agua y equipamiento.
. Salud de los integrantes
de la familia candidata.
• Los miembros de la familia de
acogida no presentan ninguna
enfermedad grave crónica
física y/o psíquica, ni ninguna
que requiera hospitalización o
cuidados especiales en la unidad
de convivencia.
• Algún miembro de la familia
acogedora tiene alguna
enfermedad física y/o psíquica
grave o incapacitante pero se
encuentra en tratamiento y no
supone una sobrecarga para la
familia.
• Uno o más de la familia acogedora
padece alguna enfermedad física
y/o psíquica, las cuales precisan
de tratamientos y cuidados
prolongados, además de frecuentes
hospitalizaciones –existen
internamientos periódicos.
• Algún miembro de la familia
acogedora padece alguna
enfermedad terminal o con
pronóstico de muerte.
8. Disponibilidad para
atender la vida familiar.
• Disponibilidad y dedicación
suficiente de algún miembro
de la familia para cubrir las
necesidades.
• Existencia de red de apoyo
social y familiar.
• Existe una dedicación parcial
pero suficiente para cubrir
las necesidades, por parte de
algún miembro de la familia
acogedora, y/o disponen de
una red social de apoyo.
• Existe una dedicación parcial por
parte de algún miembro de la familia
, pero esta no es suficiente, ni en
calidad ni cantidad para cubrir las
necesidades. Ni dispone de una red
de apoyo que cubra estas faltas.
75
9. Participación en la
comunidad. Interrelación
con el entorno.
• Participación de los acogedores en
alguna asociación vecinal, cultural o
deportiva o en las actividades que se
organizan en su barrio o comunidad.
• Dispone de una amplia red de
apoyo social caracterizada por
relaciones estables y satisfactorias
con amigos, vecinos y familiares.
• Preocupación de las necesidades
comunitarias y respeto a los bienes
comunitarios.
• La familia acogedora presenta
dificultades en la interrelación
con su entorno, no participa en
asociaciones ni dispone de red
social, pero en situaciones de
dificultad ha demostrado tener
capacidad para pedir ayuda y
resolver sus necesidades.
• Relaciones principalmente
centrada en su entorno familiar.
• La familia acogedora
presenta una situación social de
aislamiento y no se relaciona
ni con sus vecinos ni con sus
familia res, a veces incluso
mantienen relaciones conflictivas,
provocando el rechazo.
• Nula utilización y/o rechazo en
relación a los Servicios Sociales.
• No respeto a los bienes públicos.
• Existe una fusión entre lo
familiar y lo vecinal. No existe
privacidad, su vida es pública
y siempre hay vecinos en el
domicilio.
C. COLABORACION CON EL
EQUIPO TECNICO
INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO
10. Aceptación del
seguimiento que realizan
los profesionales con la
F.A.
• Aceptan el seguimiento y
mantienen un grado elevado de
colaboración –movilización por la
consecución de lo que se tenga
que necesitar para poder atender
al menor adecuadamente-,
facilitan información importante
y relevante a los técnicos sobre
el desarrollo del acogimiento, y
reconocen la necesidad de velar
por el buen funcionamiento del
proceso.
• Se sienten controlados y/o
cuestionados por los técnicos
no percibiendo relación de
ayuda.
• Aceptan el seguimiento
pero facilitan o encubren
información significativa del
caso.
• Rechazan totalmente el
seguimiento de los técnicos,
dificultando el trabajo de los mismos,
dar información contraria o que no la
quieren dar, sentimiento de censura
y no realizan las indicaciones de los
técnicos delante del proceso.
76
11. Contactos entre la
familia acogedora y la
familia biológica.
• Los contactos se producen de
forma frecuente; se mantienen
casi cada día o un par de veces a la
semana entre la Familia biológica,
la Familia de Acogida, el Menor
y la Administración. Y en ellos la
relación es de cooperación y de
buena comunicación para llegar a
acuerdos. De esta manera se permite
o fomenta la participación de la
Familia biológica en acontecimientos
familia res de la Familia de Acogida y
en aspectos de la vida del menor.
• La periodicidad es difícil de
establecer ya que depende del
caso, en general los contactos
se mantienen una vez al mes
aproximadamente. Pero existen
dificultades por partes de
ambas familias, para que se
produzcan estos contactos –a
veces se utilizan estrategias
para obstaculizar las visitas o
contactos programados -, pero
tienen intención por parte de
éstas para resolverlas o para
recibir y asumir ayuda
• Prácticamente no existen
contactos, y si existen son
esporádicos que provocan
conflictos. Existe una
rivalidad entre las familias y
descalificaciones intensas y
frecuentes.
• La Familia biológica no
entiende ni acepta las medidas
impuestas.
• Sitúan al menor en un conflicto
de lealtad y no tienen en cuenta
las necesidades de éste.
• No se respetan las decisiones
técnicas que se hayan establecido
en beneficio del menor.
12. Actitud ante las
posibles visitas con la
familia biológica.
• Aceptación total valorando
positivamente el beneficio de éstas
por parte, tanto de la Familia
biológica como del Menor, de esta
manera se facilita la interacción
entre el niño y los padres biológicos.
Actitud favorable pero de
desconfianza o miedo –delante
lo desconocido/diferente o al no
saber como reaccionar– ante los
contactos. De forma expresa,
la relación es de respeto, pero
distante.
• Rechazan totalmente las visitas
de la Familia biológica, no
permiten los contactos entre el
menor y sus padres biológicos.
Existen serios problemas de
entendimiento y colaboración.
• La familia biológica no respeta
las actividades del menor y la
familia acogedora e imponen
verlo en cualquier momento.
13. Actitud ante la
reunificación del niño con
la F.B.
• Clara comprensión de que el papel
de los acogedores es temporal –o
puede ser temporal- y su función no
es suplantar a los padres biológicos
del menor. Su trabajo y colaboración
es consecuente con estos principios.
• Comprensión limitada del
papel de los acogedores respecto
de los padres biológicos y del
menor, sobretodo presentan
dudas manifestadas ante la
imposibilidad de asumir el
retorno o la despedida.
• La familia acogedora es
contraria a la reunificación del
menor con la familia biológica
y ponen obstáculos para su
consecución, ya que no ven
adecuado el retorno en ningún
caso, y lo viven como algo muy
negativo. Nula comprensión del
papel temporal que corresponde
a los acogedores en el cuidado de
los menores.
77
14. Aceptación de la
familia biológica sobre el
proyecto de acogimiento.
• Total aceptación y plena
comprensión de la situación y lo
que eso representa. Actitud muy
favorable y ausencia de conflictos
familiares.
• Actitud favorable, pero algo
desconfiado o temeroso.
• Algunos antecedentes no
significativos de conflictividad
familiar.
• Actitud abiertamente contraria
y muy desconfiada respeto al
acogimiento por familiares.
• Historial previo de serios
enfrentamientos familiares.
• La familia no acepta las
condiciones del acogimiento y sus
obligaciones.
• Rivalidad existente entre
acogedores y padres biológicos.
15. Opinión y deseo del
niño ante el acogimiento.
• El menor está contento de ir a vivir
con la familia acogedora, ya que
tiene conocimiento y lazos afectivos
con ellos. Aunque al menor le duele
separarse de su familia se siente
acogido, querido y con espacio en su
familia acogedora.
• El niño no tiene lazos afectivos
muy desarrollados con la familia
acogedora, y aunque no quiere
separarse de su familia biológica,
no rechaza a la familia de
acogida.
• No reconocimiento por parte
del menor de ninguna conflictiva
familiar que justifique esta
medida.
• Ausencia de lazos afectivos,
rechazo o conflictividad con la
familia acogedora.
• Sentimiento por parte de que
sus padres le necesitan para seguir
viviendo.
D. ESTRUCTURAY DINAMICA
FAMILIAR
INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO
16. Relaciones entre los
miembros de la familia
acogedora.
• La relación entre los miembros
de la pareja acogedora es de un
clima de diálogo con recursos
personales para afrontar
dificultades y/o necesidades
individuales, de pareja o de
familia , manifestando un respeto
por las opiniones de los demás
miembros, capacidad para llegar
a un consenso de decisiones y
afectividad manifestada.
• La relación existente entre los
miembros de la pareja acogedora es
buena, existe un respecto mutuo,
pero ante dificultades no existe un
clima de diálogo, sino que se toman
decisiones sin tener en cuenta las
opiniones del resto de los miembros
del núcleo familiar.
• Delante la situación de crisis
en la pareja acogedora, existe
la capacidad de pedir ayuda
profesional.
• La relación existente entre los
miembros de la pareja acogedora
está impregnada de conflictos y
discusiones continuadas sin motivo
aparente, toman decisiones por
imposición de forma autoritaria
o arbitraria, ausencia de diálogo,
presencia de continuas rupturas,
acercamiento y distanciamiento,
ausencia total de afecto y/o uso de la
violencia verbal, física y psicológica.
78
• No son frecuentes las
manifestaciones de afecto entre
los miembros de la pareja.
• No comparten el ocio ni el
tiempo libre.
17. 18 y 19. Capacidad
de comunicación,
resolución de conflictos y
organizativa.
• Los miembros de la familia
acogedora tienen una buena
capacidad de comunicación y
resolución de conflictos
• Tienen un estilo democrático de
tomar decisiones y negocian las
normas de convivencia –delimitan
los espacios, las funciones y las
actividades de los diferentes
miembros de la unidad familiar–.
• Los miembros de la familia
acogedora tienen dificultades
leves para la comunicación
y la resolución de conflictos,
no suelen hablar/dialogar
sobre sus problemas pero en
presencia de conflictos son
capaces de afrontarlos en el
seno de la familia.
• A veces los padres o las
madres acogedores tienen
conductas autoritarias o
permisivas.
• Los acogedores siempre dan
prioridad a las necesidades
de los niños por encima de las
suyas.
• Los miembros de la familia
acogedora tienen dificultades
importantes para la comunicación:
comunicación agresiva y la
resolución de conflictos, falta de
capacidad para negociar.
• Utilizan un estilo autoritario o
permisivo permanente.
• Los adultos siempre dan
prioridad a sus necesidades por
encima de las de los niños.
E. RELACIÓN DE LOS
MIEMBROS DE LA F. A. CON
EL MENOR Y CON SU FAMILIA
BIOLÓGICA
INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO
20. Relación entre el
menor y la acogedora o
acogedores candidatos.
• Presentan una relación positiva,
manifiestan en público un vínculo
afectivo mutuo y se conocen bien.
• El menor acude a los acogedores
candidatos ante problemas
importantes, con sus padres.
Podríamos decir que son unos
referentes.
• Si no se conocen previamente.
Presentan una relación difícil,
ya que prácticamente no se
conocen y por tanto, existe
una escasa vinculación mutua
afectiva.
• Relación previa. Se da una
relación previa negativa: los
acogedores no comprenden
la situación del menor y no le
apoyan ni lo aceptan.
• No existe un vinculo afectivo
entre los acogedores y los
menores.
79
• Los acogedores candidatos
muestran una preocupación,
desde hace tiempo, por el
desarrollo integral del menor.
• Perciben el problema desde
hace tiempo y se responsabilizan
ante el mismo.
• Comprensión por parte de los
acogedores de la situación del
menor y de sus características.
• Práctica de buenas estrategias
educativas al comportamiento del
menor.
• No existe una relación previa.
No existe una relación previa,
pero los miembros de la familia
acogedora muestran una actitud
positiva delante del acogimiento.
• Si existe una relación
anterior. El menor se siente
en un conflicto por lealtad,
entre la familia biológica y la
familia acogedora candidata,
existiendo una apropiación
indebida del niño – los
acogedores no permiten que
se relacione con otras figuras
familiares.
• Inconsistencia en la práctica
de las estrategias educativas,
delante las circunstancias que
presenta el menor.
• No existe una relación previa.
No existe una relación anterior,
pero la actitud que muestran los
acogedores candidatos ante la
posibilidad de acoger es negativa,
se ve el acogimiento como algo
obligatorio. Este indicador se
relaciona con el indicador del
posicionamiento delante del
acogimiento.
21. Relación existente
entre el menor y los otros
menores de la familia
acogedora candidata.
• La relación del menor entre los
niños de la familia acogedora
es muy positiva, cooperativa
–no existencia de rivalidad o
competitividad-, afectiva, se
conocen bien y se llevan bien.
• Reciben por parte de los adultos
acogedores la información acorde
con la edad de los menores, en
relaciones al acogimiento familiar.
• La relación del menor
entre los niños es difícil,
ya que apenas se conocen,
provocando de esta manera
rivalidad y descalificaciones
entre los menores en ciertas
situaciones, pero también
cooperación en otras y mínima
afectividad manifiesta.
• La relación es negativa y
conflictiva –a veces violenta-,
a veces existen celos entre los
niños.
• Desinterés mutuo para
conocerse.
22. Relación afectiva entre
la familia acogedora y la
familia biológica.
• La relación es buena, existe
un vínculo afectivo entre ambas
partes e intentan ayudarse. Existe
una comprensión de la situación,
una aceptación mutua y clara del
rol y la responsabilidad de ambas
partes.
• Aceptación de la situación
por ambas partes, aunque
no exista un reconocimiento
y comporte en ocasiones
pequeñas crisis –no hay
expresiones físicas o verbales
de afecto, actitud distante,
que dificultan el proceso de
negociación para llegar a
acuerdos, descalificaciones
• La relación es de conflicto,
descalificación y rechazo explícito
o implícito de una o ambas partes,
ya que no existe una comprensión
mutua de la situación de
acogimiento.
• La relación es de conflicto,
descalificación y rechazo explícito
o implícito de una o ambas partes,
ya que no existe una comprensión
80
• Aceptación de los padres
biológicos de la situación y
reconocimiento y respeto de la
labor de los acogedores. Y a la
vez, que se entienda y favorezca
por parte de la familia acogedora
la participación y, por tanto, la
responsabilidad en el ejercicio
parental de la Familia biológica.
• Información acerca de la
vida cotidiana del niño, buena
comunicación, contactos, pactos,
acordes entre las dos partes
–pensando en las necesidades del
menor-.
mutuas no fundamentadas-.
• Existe una relación
afectivo-conflictiva de ambas
familias, si bien el menor está
preservado del conflicto o al
menos la familia acogedora le
ayuda a mantenerse ajeno a
éste, recibiendo y asumiendo
ayudas en caso necesario.
mutua de la situación de
acogimiento.
• No existe disponibilidad a
prestar ayuda y no se respetan los
acuerdos consensuados.
• La familia acogedora se niega a
dar información sobre el menor a
la familia biológica.
• Triangulación del menor en los
conflictos de los adultos.
23. Aceptación y
comprensión de la
problemática de los padres
biológicos.
• Aceptación y comprensión la
problemática real de la familia
biológica, estableciendo medidas
coherentes a la misma.
• La familia acogedora muestra
comprensión con la situación de
los padres biológicos.
• Comprensión de la
problemática de la familia
biológica, pero no aceptación
de la misma, provocando
reticencias hacia ésta de la
Familia acogedora.
• Dificultad de la FA para
conectar emocionalmente con
el sufrimiento de la FB.
• Falta de reconocimiento por
parte de la familia biológica de
la ayuda proporcionada por la
familia acogedora.
• Nula aceptación y comprensión
de la problemática. Rechazo ante
ésta.
• La familia de acogida no
reconoce las limitaciones
personales o las dificultades por
las que han pasado los padres
biológicos.
• Comentarios excesivamente
críticos y rígidos de la familia
acogedora al menor, sobre la
familia biológica.
24. Colaboración y ayuda
de la familia acogedora a
la familia biológica.
• El grado de ayuda y colaboración
puede calificarse como positivo
en la mayoría de los aspectos.
Concretamente, la familia de
acogida presenta una actitud
positiva respeto a la temporalidad
del proceso de acogimiento, es
consciente de la recuperación del
menor por parte de la familia
• La familia acogedora sólo
ofrece ayuda y/o colaboración
en situaciones muy puntuales,
ya que existe una muestra
de cansancio de la Familia
acogedora en proporcionar
ayuda a la Familia biológica
• Implicación negativa; la
familia acogedora se ha negado
a ayudar a la familia biológica
reiteradamente y la actitud es
agresiva entre ambas familias,
• Boicot de la familia acogedora
a los avances de recuperación de
las familias biológicas. Hasta al
extremo de utilizar al menor como
81
biológica, ofreciendo su ayuda,
tanto material como personal,
para que la Familia biológica
resuelva su problemática.
“instrumento” para retardar/evitar
el retorno del menor con la familia
biológica.
23. Aceptación y
comprensión de la
problemática de los padres
biológicos.
• Aceptación y comprensión la
problemática real de la familia
biológica, estableciendo medidas
coherentes a la misma.
• La familia acogedora muestra
comprensión con la situación de
los padres biológicos.
• Comprensión de la
problemática de la familia
biológica, pero no aceptación
de la misma, provocando
reticencias hacia ésta de la
Familia acogedora.
• Dificultad de la FA para
conectar emocionalmente con
el sufrimiento de la FB.
• Falta de reconocimiento por
parte de la familia biológica de
la ayuda proporcionada por la
familia acogedora.
• Nula aceptación y comprensión
de la problemática. Rechazo ante
ésta.
• La familia de acogida no
reconoce las limitaciones
personales o las dificultades por
las que han pasado los padres
biológicos.
• Comentarios excesivamente
críticos y rígidos de la familia
acogedora al menor, sobre la
familia biológica.
24. Colaboración y ayuda
de la familia acogedora a
la familia biológica.
• El grado de ayuda y colaboración
puede calificarse como positivo
en la mayoría de los aspectos.
Concretamente, la familia de
acogida presenta una actitud
positiva respeto a la temporalidad
del proceso de acogimiento, es
consciente de la recuperación
del menor por parte de la familia
biológica, ofreciendo su ayuda,
tanto material como personal,
para que la Familia biológica
resuelva su problemática.
• La familia acogedora sólo
ofrece ayuda y/o colaboración
en situaciones muy puntuales,
ya que existe una muestra
de cansancio de la Familia
acogedora en proporcionar
ayuda a la Familia biológica.
• Implicación negativa; la familia
acogedora se ha negado a ayudar a
la familia biológica reiteradamente
y la actitud es agresiva entre
ambas familias,
• Boicot de la familia acogedora
a los avances de recuperación de
las familias biológicas. Hasta al
extremo de utilizar al menor como
“instrumento” para retardar/evitar
el retorno del menor con la familia
biológica.
25. Aceptación del menor
por parte de los miembros
de la familia acogedora.
• Voluntad clara de compromiso
de todos los miembros de la
familia. Se le considera un
miembro más de esta participando
en todas las actividades y
ayudándolo. Pero cuando existen
• La motivación del
acogimiento se basa en una
obligación moral y algunos
miembros de la Familia
acogedora presentan una
aceptación parcial, pero alto
• Existencia de la mayoría o la
totalidad de los miembros de la
Familia de Acogida que no acepta
el acogimiento, rechazan al
menor, ya que la motivación del
acogimiento es basado en
82
dificultades y/o limitaciones en el
menor se tiene un reconocimiento
y aceptación de la misma.
• Una comprensión de la
situación del menor –existencia
de una relación empática-, una
comprensión hacia las conductas
reprensibles del menor y
capacidad de devolver al niño/a
aspectos positivos de su historia
anterior.
• Manifestación sólida de la
afectividad hacia el menor.
nivel de afectividad mutuo.
• En un primer momento, no
comprenden los síntomas de
malestar del niño, niegan la
dificultad que representa el
proceso de adaptación del
acogimiento, pero presenta
expectativas de cambio
positivos en el menor en breve
periodo de tiempo.
• Existencia de temor por
parte de los acogedores de que
el menor repita la historia del
padre/madre.
una obligación moral. Exigiendo
responsabilidades inapropiadas
al menor tanto en relación a su
momento evolutivo, al contexto y
a su historia personal.
• No existe relación o es conflictiva
entre los acogedores y el menor
y se utiliza la amenaza de
finalización del acogimiento ante
dificultades de convivencia.
F. MOTIVACIÓN, ACTITUDY
CONOCIMIENTOS ANTE EL
ACOGIMIENTO
INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO
26. Motivaciones y
actitudes para acoger de
la FA.
• El sentimiento es de ayuda,
viven el acogimiento como una
manera de ayudar a la familia
biológica y al menor acogido y
positiva ante la convivencia del
menor en el seno de la Familia
Acogida –postura realista sobre el
acogimiento-.
• Poco conocimiento de
familia s y/o experiencias de
acogimiento, repercutiendo el
no conocer suficientemente en
las implicaciones que conlleva
éste.
• Ideas erróneas o nulo
conocimiento sobre acogimiento
–la familia sólo ve el acogimiento
como una manera de que el menor
no salga de la comunidad familiar.
28. Aspectos del
acogimiento que la
familia ve como difíciles
y actitudes ante las
dificultades
• Capacidad para identificar y
reconocer los posibles obstáculos,
y la actitud delante de éstos es
de predisposición a superarlos,
negociando alternativas entre
todos los miembros de la unidad
familia r y de disponibilidad a
pedir ayuda, si fuera necesario.
• Limitada capacidad para
identificar y reconocer los
posibles obstáculos, viven
como difícil el acogimiento en
sí, pero presentan una actitud
positiva para afrontarlos y la
disponibilidad a pedir ayuda
a los técnicos, en situaciones
límite, pueden ir superando las
dificultades.
• Incapacidad para identificar y
reconocer posibles obstáculos,
viven el acogimiento como una
situación muy difícil, manifestando
incapacidad para afrontar los
problemas que surgen; escasos
recursos para afrontarlos y escasa
disponibilidad a pedir ayuda.
83
G. SÍNTESIS FINAL INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO
29 y 30. Caracterización
global de la familia
acogedora.
• Tengan el máximo de los
indicadores favorables. Y
sobretodo que tengan gran
capacidad de empatía y recursos
personales propios para hacer
frente a las dificultades que vayan
surgiendo. Su motivación sea de
ayuda y no de usurpación.
• Dificultades con posibilidad
de cambio.
• Tengan mayor número de
indicadores desfavorables y
que realicen el acogimiento
forzado, o que su motivación
sea de separación de los padres
biológicos, cuando se trata de una
reunificación y si se trata de una
separación no tengan capacidad de
protección.
Indicadores elaborados por el Grupo GRISIJ (2007) de la Universidad de Barcelona
84
C. ESTRUCTURAY DINÁMICA FAMILIAR INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO
Relaciones entre los miembros de la pareja
acogedora (muestras de afecto, unión familiar ...)
Historia o antecedentes de maltrato
Capacidad de comunicación, resolución de
conflictos, estilos...
Participación en la comunidad. Interrelación
con el entorno
A. DATOS PERSONALES Y SOCIODEMOGRÁFICOS INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO
Composición del núcleo familiar: Edad de los
miembros de la familia acogedora
Personas que conviven en la casa
Lugar de residencia
Nivel de suficiencia económica
Salud de los integrantes
Antecedentes de adicción y/o adicciones
actuales.
Disponibilidad para atender la vida familiar
B. COBERTURA DE LAS NECESIDADES BÁSICAS INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO
Necesidades básicas (alimentación, vestido,
salud, viviendo...)
85
D. RELACIÓN DE LA FAMILIAACOGEDORA CON EL
MENOR Y CON SU FAMILIA BIOLÓGICA
INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO
Relación entre el menor y los acogedores
Relación del menor con los niños que
conviven en el domicilio de la familia
acogedora
Relaciones entre los miembros de la familia
acogedora
Aceptación del menor por parte de los
miembros FA
Relación afectiva entre la familia acogedora y
la familia biológica
Contactos entre la familia acogedora y la
familia biológica
Aceptación y comprensión de la problemática
Colaboración y ayuda de la familia acogedora
a la familia biológica
E. POSTURAANTE ELACOGIMIENTO INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO
Motivaciones y actitudes para acoger de la F.A.
Conocimiento que la FA tiene sobre lo que
significa acogimiento en familia extensa
Aspectos del acogimiento que la familia ve
como difíciles y actitudes ante las dificultades
Actitud ante las posibles visitas con la familia
biológica
86
Actitud ante la reunificación del niño con la F.B.
Aceptación de la familia biológica sobre el
proyecto de acogimiento
Opinión y deseo del niño ante el acogimiento
F. COLABORACIÓN CON EL EQUIPO TÉCNICO DEL
PROGRAMA
INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO
Aceptación del seguimiento que realizan los
profesionales con la F.A.
G. SÍNTESIS FINAL INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO
Caracterización global de la familia acogedora
PUNTOS DÉBILES IPUNTOS FUERTES
POSIBILIDADES DE CAMBIO TIPO DE INTERVENCIÓN
87
Anexo 2
INSTRUMENTOS DE
VALORACIÓN
- Evaluación inicial del niño/a
- Informe valoración (familia ajena)
- Informe valoración (familia extensa)
88
89
A. CARACTERIZACIÓN PERSONAL
1. Nombre:
2. Sexo:
3. Fecha de nacimiento:
4. Domicilio de la familia biológica (solo se ha de especificar el barrio o pueblo
y la ciudad o provincia):
5. Características especiales referidas a enfermedades, minusvalías, trastornos
del comportamiento, etc. Especificar.
6. Gustos y aficiones del niño/a.
7. Actitud ante una posible alternativa de separación de su familia.
B. DESARROLLO DEL NIÑO/A EN DIFERENTES AREAS
Estado físico
8. Valoración del desarrollo físico en comparación con lo normal para su edad.
9. Estatura.
10. Peso.
11. Existencia de lesiones o cualquier otro signo externo de maltrato, abandono,
etc.
Hábitos
13. Alimentación:
14. Higiene:
15. Descanso.
16. Juegos
EVALUACIÓN INICIAL DEL NIÑO/A
90
Autonomía, responsabilidad, resistencia al control
17. Desarrollo de hábitos de autonomía e independencia sin necesidad de que se
esté encima de él/ella, que se le hagan las cosas, etc.
18. Capacidadparaorganizarsutiempo,susobjetos,susactividades,sinnecesidad
de una supervisión o asistencia continuadas.
19. Aceptación de ayuda cuándo se le brinda.
20. Grado de resistencia al control de su conducta por parte de los demás (por
ejemplo si se le pide que deje de hacer algo, etc...).
Desarrollo cognitivo
22. Valoración del desarrollo intelectual en comparación con lo normal para su
edad. Especificar.
23. Valoración del desarrollo de su lenguaje en comparación con lo normal para
su edad. Especificar.
Autoconcepto y autoestima
25. Conocimiento de sí mismo/a y de su situación en comparación con lo normal
para su edad. En el caso de que existieran problemas, especifícalos.
26. Confianza en sí mismo/a, en sus capacidades y destrezas. En el caso de que
existieran problemas, especificarlos.
27. Grado de confianza en los demás. Especificar (adultos, iguales,..).
28. Respecto a su pasado, manifestación de signos de aceptación, duelo y/o
rechazo. Especificar.
29. Respecto a su futuro, manifestación de preocupación, inquietud, ansiedad,
etc.,.. o más bien de tranquilidad y confianza. Especificar.
Desarrollo emocional
31. Establecimiento de vínculos de apego. Especificar con quién.
91
32. Caracterización de esos vínculos (normales, posesivos, ansiosos, inseguros, etc.)
33. Valoración de la expresión de emociones en el/la niño/a.
34. Valoración de la búsqueda, aceptación y/o rechazo de la expresión de
emociones que se le dirigen.
Relaciones con los familiares
37. En relación con su integración en la familia biológica, relaciones con el/la
niño/a en términos de aceptación, rechazo, indiferencia, etc. Especificar.
38. Conocimiento del niño/a de la realidad familiar, los problemas existentes,
etc. Vivencia e interpretación de los problemas existentes.
39. Relación del niño/a con los distintos miembros de la familia biológica con los
que tiene contacto habitual. Indicar tanto la frecuencia, como si la relación
es mas o menos estrecha o distante, positiva o negativa.
Ajuste escolar y relaciones sociales
41. Breve resumen de la trayectoria escolar previa del niño/a en cuanto a
escolarización y rendimiento.
42. Situación de escolarización actual.
43. Grado de regularidad en la asistencia a clase.
44. Nivel de rendimiento académico y conocimientos escolares.
45. Relaciones del niño/a con su profesor o profesores.
46. Especificar si el niño/a plantea problemas de conducta en el colegio.
47. Relaciones del niño/a con los compañeros. Especificar si tiene amigos estables
o no, así como la presencia o evolución de posibles problemas de integración
en el grupo o de conducta.
Síntesis final
49. Caracterización global del niño/a.
50. Principales puntos débiles, críticos, trastornos o limitaciones.
51. Aspectos positivos destacables.
92
INFORME VALORACIÓN
(Familia de Acogida Ajena)
A. DATOS PERSONALES Y SOCIODEMOGRÁFICOS
Acogedor
Nombre y apellidos
Fecha de nacimiento
Estado civil
DNI
Acogedora
Nombre y apellidos
Fecha de nacimiento
Estado civil
DNI
1. Composición del núcleo familiar.
Tipología de unión (matrimonio, pareja de hecho, pareja, otros..)
Fecha de inicio de convivencia
Número de hijos
Nombres y edades de los hijos que conviven en el núcleo familiar
Convivencia en el mismo domicilio de otros miembros de la familia extensa
2. Domicilio actual, teléfono, otros teléfonos de contacto. (la información la
necesitamos para poder contactar con las familias)
Domicilio Población
Teléfonos e-mail
3. Nivel educativo de cada uno de los integrantes del núcleo familiar. Especificar
el nivel de escolarización más alto alcanzado por cada uno.
4. Situación laboral de cada uno de los integrantes del núcleo familiar. Especificar
la profesión de cada miembro.
5. Nivel de suficiencia económica del núcleo familiar.
93
6. Grado de disponibilidad para atender a la vida familiar de cada uno de los
miembros adultos de la familia.
7. Experiencia previa en relación con niños. Especificar el grado de experiencia
(por ejemplo, experiencia con hijos propios, no propios, en acogimiento,
profesional, etc.).
8. Historia de salud de los integrantes del núcleo familiar: enfermedades
significativas.
Enfermedades significativas de los miembros de la familia acogedora
Vivienda de la familia y entorno en el que está ubicada.
9. Características de la vivienda. Especificar tipo de vivienda, habitaciones,
habitaciones compartidas y cualquier otro aspecto de interés.
10.Equipamientosyserviciosqueexistanenelentornoquepuedanserimportantes
para la atención y desarrollo del niño(a) cómo colegios, dispensarios médicos,
parques, centros de tiempo libre,... Especificar.
Ayuda / apoyos familiares y sociales
11. Relaciones con la familia extensa. Especificar si existen o no familiares
accesibles para apoyo emocional (compartir vivencias) e instrumental (ayudas
concretas).
12. Relaciones con las personas del entorno. Especificar si hay o no vecinos o
amigos accesibles para apoyo emocional e instrumental.
B. COLABORACIÓN CON EL EQUIPO TÉCNICO DEL PROGRAMA
13. Nivel de aceptación por parte de la familia del curso de formación. Especificar
si hay datos concretos de interés.
94
14. Aceptación de la familia del contacto con otras familias de acogida.
15. Nivel de aceptación de colaboración con la familia biológica, si existe.
C. ESTRUCTURA Y DINÁMICA FAMILIAR
Relaciones familiares
16. Relaciones entre los miembros de la pareja. Especificar expresiones de afecto,
satisfacción con la vida en común, grado de autonomía familiar.
17.Gradodecolaboraciónentre losmiembrosdela pareja. Especificardistribución
de roles en las tareas del hogar, cooperación, reparto de responsabilidades en
las tareas de crianza y educación.
18. Estilo de afrontamiento a los problemas y tensiones, así cómo a las dificultades.
19. Relaciones existentes entre los niños de la familia acogedora (si hay otros
niños). Especificar relaciones de afecto, rivalidad, cooperación, dependencia,
etc.
Estilo educativo
20. Estilo educativo de los acogedores (impositivo, democrático, permisivo,
indiferente).
Especificar el grado de acuerdo y, si las hubiere, las diferencias más importantes
entre uno y otro.
21. Capacidad de comunicación de los acogedores (por ejemplo, si tienden a
hablar, a comentar, expresar opiniones y pedirlas, etc.) en relación con los
niños.
95
D. MOTIVACIÓN, ACTITUD Y CONOCIMIENTOS ANTE EL ACOGIMIENTO
22. Conocimiento que la familia tiene sobre los tipos de acogimiento y sus
características.
23. Motivación de la familia para plantearse el acogimiento.
24. Especificar los aspectos del acogimiento que la familia ve cómo más fáciles de
asumir y cómo más difíciles.
25. Tipo de acogimiento que la familia estaría dispuesta a sumir. Especificar
en relación con edad, hermanos, minusvalías o deficiencias, enfermedades,
trastornos de conducta, etc.
E. EXPECTATIVAS SOBRE EL NIÑO/A Y EL ACOGIMIENTO
26. Actitud ante los orígenes del niño/a y la problemática de la familia biológica.
27. Actitud ante las posibles visitas o contactos con la familia biológica.
28. Consideración de una imagen correcta, excesivamente idealizada o
excesivamente negativa del niño/a concreto o de los que habitualmente están
disponibles para acogimientos.
29. Actitud ante la separación del niño/a y su salida del hogar o su retorno a la
familia biológica.
F. VALORACIÓN GENERAL DE LA ENTREVISTA
30. Valoración general de la entrevista por lo que se refiere al clima durante
su desarrollo, valoración del grado de cooperación, de la facilidad de
comunicación, de la dinámica familiar durante la entrevista (quién suele
contestar, qué ocurre cuándo no hay acuerdo, relación con el niño/a si está
presente,...)
96
INFORME VALORACIÓN
(Familia de Acogida Extensa)
A. DATOS PERSONALES Y SOCIODEMOGRÁFICOS
Acogedor
Nombre y apellidos
Fecha de nacimiento
Estado civil
DNI
Acogedora
Nombre y apellidos
Fecha de nacimiento
Estado civil
DNI
1. Composición del núcleo familiar.
Tipología de unión (matrimonio, pareja de hecho, pareja, otros..)
Fecha de inicio de convivencia
Número de hijos
Nombres y edades de los hijos que conviven en el núcleo familiar
Convivencia en el mismo domicilio de otros miembros de la familia extensa
2. Domicilio actual, teléfono, otros teléfonos de contacto. (la información la
necesitamos para poder contactar con las familias)
Domicilio Población
Teléfonos e-mail
3. Situación laboral y suficiencia económica del núcleo familiar
Situación actual de ocupación del acogedor:
Situación actual de ocupación de la acogedora:
Nivel de suficiencia económica del núcleo familiar acogedor
97
B. COBERTURA DE NECESIDADES BÁSICAS
4. Valoración de la cobertura de las necesidades básicas del niño o niña acogido
(especificar en alimentación, vestido, salud y educación).
5. Coberturadelavivienda. Especificartipo devivienda,habitaciones,habitaciones
compartidas o no, y cualquier otro aspecto de interés.
Existencia de habitaciones compartidas entre alguno de los hijos de los
acogedores y el niño/a de acogida.
6. Equipamientos y servicios que existan en el entorno que puedan ser importantes
para la atención y desarrollo del niño(a) cómo colegios, dispensarios médicos,
parques, centros de tiempo libre,... Especificar.
7. Historia de salud de los integrantes del núcleo familiar: enfermedades
significativas.
Enfermedades significativas de los miembros de la familia acogedora
8. Disponibilidad para atender la vida familiar.
9. Participación en la comunidad. Nivel de integración social: conocimiento,
utilización o participación en los recursos y servicios de la comunidad
(asociaciones culturales, deportivas, servicios sociales, sanitarios...).
C. COLABORACIÓN CON EL EQUIPO TÉCNICO DEL PROGRAMA
10. Nivel de aceptación por parte de la familia del seguimiento. Especificar si hay
datos concretos de interés.
11. Aceptación de la familia del contacto con otras familias de acogida.
12. Actitud ante las posibles visitas o contactos con la familia biológica.
13. Actitud ante la reunificación del niño/a a la familia biológica.
14. Aceptación de la familia biológica sobre el proyecto de acogimiento.
15. Opinión y deseo del niño ante el acogimien
98
D. ESTRUCTURA Y DINÁMICA FAMILIAR
Relaciones familiares
16.Relaciones entre los miembros de la pareja. Especificar expresiones de afecto,
satisfacción con la vida en común, grado de autonomía familiar.
17.Capacidad de comunicación de los acogedores (por ejemplo, si tienden a
hablar, a comentar, expresar opiniones y pedirlas, etc.) en relación con los
niños.
18.Estilo de afrontamiento a los problemas y tensiones, así cómo a las dificultades.
19.Estilo educativo de los acogedores (impositivo, democrático, permisivo,
indiferente).
Categorías (especificar el manejo de estrategias educativas concretas tales
como el castigo y la negociación):
E. RELACIÓN DE LA FAMILIA ACOGEDORA CON LA FAMILIA DE ORÍGEN
20. Relación entre el menor y la familia acogedora
21. Relación entre el menor y los otros menores de la familia acogedora
22. Nivel de relación entre la familia acogedora y la familia biológica del niño:
relación afectiva, nivel de aceptación y ayuda, contactos.
23. Aceptación y comprensión de la problemática en que está envuelta la familia
de origen
24. Grado de colaboración y ayuda de la familia de acogida con respecto a la FB.
25. Aceptación del menor por parte de los miembros de la familia acogedora
F. MOTIVACIÓN, ACTITUD Y CONOCIMIENTOS ANTE EL ACOGIMIENTO
26. Motivaciones y actitudes para acoger de la familia de acogida
99
27. Conocimiento que la familia tiene sobre lo que significa el acogimiento en
familia extensa, los tipos de acogimiento y sus características.
28. Especificar los aspectos del acogimiento que la familia ve cómo más fáciles de
asumir y cómo más difíciles.
G. SINTESIS FINAL
29. Aspectos positivos destacables.
30. Principales puntos débiles, críticos, trastornos o limitaciones.
H. VALORACIÓN GENERAL DE LA ENTREVISTA
31. Valoración general de la entrevista por lo que se refiere al clima durante
su desarrollo, valoración del grado de cooperación, de la facilidad de
comunicación, de la dinámica familiar durante la entrevista (quién suele
contestar, qué ocurre cuándo no hay acuerdo, relación con el niño/a si está
presente,...)
100
101
Bibliografía
102
103
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de familias acogedoras. Madrid:
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Manual(ACOG.FAMILIAR).pdf

  • 1. Procedimiento y criterios de actuación de los Programas de Acogimiento Familiar MANUAL CANTABRIA
  • 2. 1 Procedimiento y criterios de actuación de los Programas de Acogimiento Familiar Marzo, 2011 MANUAL CANTABRIA
  • 3. 2 Marzo 2011 200 ejemplares Edita: Dirección General de Políticas Sociales Diseño y maquetación: www.serviciossocialescantabria.org politicassociales@serviciossocialescantabria.org Este Manual ha sido elaborado por el catedrático de la Universidad de Barcelona Pere Amorós, contando con la colaboración del equipo de acogimiento familiar del Servicio de Atención a la Infancia, Adolescencia y Familia del Instituto Cántabro de Servicios Sociales.
  • 4. 3 ÍNDICE Cap. 1 pag. 7 pag. 19 pag. 21 pag. 11 pag. 12 pag. 13 pag. 14 pag. 16 pag. 17 pag. 22 pag. 23 pag. 24 pag. 24 pag. 25 Cap. 2 EL PROGRAMA DE ACOGIMIENTO FAMILIAR 1.1 MODALIDADES DE ACOGIMIENTO FAMILIAR 1.1.1. Acogimiento de urgencia-diagnóstico 1.1.2. Acogimiento simple con previsión de retorno 1.1.3. Acogimiento permanente o de larga duración 1.1.4. Acogimiento preadoptivo 1.1.5. Acogimiento en familia extensa El PROCESO DE INTERVENCIÓN 2.1. LA CAPTACIÓN DE FAMILIAS DE ACOGIDA 2.1.1. Factores que influyen en la captación 2.1.2. Características de la campaña de captación 2.1.3 Preparación de la campaña 2.1.3.1. Características de los niños y niñas en situación de desprotección 2.1.3.2. Características de la población a la que se dirigen las campañas y motivaciones para el acogimiento
  • 5. 4 pag. 26 pag. 27 pag. 30 pag. 30 pag. 33 pag. 34 pag. 35 pag. 37 pag. 38 pag. 39 pag. 39 pag. 42 pag. 42 pag. 43 pag. 43 pag. 44 pag. 46 pag. 48 pag. 48 pag. 51 pag. 53 pag. 55 pag. 58 pag. 59 pag. 61 pag. 62 pag. 64 2.1.3.3. Los mensajes que se deben transmitir 2.1.3.4. Los medios y recursos de las campañas 2.1.3.5. Duración de la campaña 2.1.3.6. La recepción de los resultados de la campaña 2.2. EL PROCESO DE VALORACIÓN/FORMACIÓN 2.2.1. Fase inicial 2.2.2. La formación y el asesoramiento 2.2.3. Orientaciones para la buena práctica del proceso de formación 2.2.4. Fase final. Entrevista de valoración 2.2.5. Indicadores de valoración 2.2.5.1. Criterios generales para todos los acogimientos 2.2.5.2. Criterios específicos para un acogimiento de urgencia-diagnóstico 2.2.5.3. Criterios específicos para un acogimiento con previsión de retorno 2.2.5.4. Criterios específicos para un acogimiento sin previsión de retorno 2.2.5.5. Criterios específicos para un acogimiento en familia extensa 2.3. EL ACOPLAMIENTO, EL PROCESO DE ADAPTACIÓN INICIAL 2.3.1. Indicadores para una propuesta de acogimiento según su modalidad 2.3.2. La sensibilización y preparación del acogido 2.3.3. La preselección de la familia 2.3.4. La preparación específica del menor 2.3.5. La preparación de la familia biológica 2.3.6. Los primeros contactos y la adaptación inicial 2.4. EL SEGUIMIENTO Y EL ACOMPAÑAMIENTO 2.4.1. El Plan de visitas 2.4.2. El acompañamiento 2.4.3. El trabajo grupal 2.4.4. La remuneración o compensación económica por el acogimiento
  • 6. 5 pag. 65 pag. 65 pag. 71 pag. 89 2.5. LA FINALIZACIÓN DEL ACOGIMIENTO Y EL RETORNO 2.5.1. Los sentimientos y necesidades pag. 69 pag. 87 pag. 93 Anexo 1 Anexo 2 Bibliografía INDICADORES DE VALORACIÓN PARA EL ACOGIMIENTO EN FAMILIA EXTENSA INSTRUMENTOS DE VALORACIÓN
  • 7. 6
  • 9. 8
  • 10. 9 El Plan de Acción para la infancia y la adolescencia en dificultad social de la Comunidad de Cantabria 2007- 2009, contempla varios aspectos relacionados con la potenciación del acogimiento familiar y la realización de un Manual y un protocolo de intervención. Se indica que aunque se ha defendido la prioridad del acogimiento familiar, el número de niños y niñas que se benefician de acogimientos en familia ajena es todavía muy reducido. Ante esta realidad el plan prevé la necesidad de potenciarlo por medio de campañas de captación y la creación de diversas modalidades que le den una continuidad y que puedan adaptarse a las necesidades que presentan los niños y niñas en situación de desprotección. Todos somos conscientes que el acogimiento familiar ha existido a lo largo de la historia de una manera informal, siempre ha habido familias que han ayudado a otras familias, pero su organización como parte del sistema de protección de la infancia es una realidad mucho más reciente. Es en la segunda mitad del siglo XX cuando, el acogimiento forma parte del cuerpo legislativo para garantizar al máximo el derecho al bienestar y la protección de la infancia. • En los casos de separación provisional del niño de su familia existía una mayor tendencia a los acogimientos residenciales que a los acogimientos familiares. Esto era producto de la existencia de numerosos recursos residenciales y de escasas familias de acogida. • Las alternativas de acogimiento familiarfavorecíanprioritariamente la modalidad de acogimiento preadoptivo, y no la posibilidad de retorno del niño a su hogar. • No existía en nuestro país una “cultura del acogimiento”, lo que significaba que el acogimiento familiar era un recurso poco conocido por la sociedad en general y gran parte de las Administraciones hacían un uso escaso de todas sus posibilidades y modalidades. En España el acogimiento desde esta perspectiva surge paulatinamente a partir de 1975, pero será con la Ley 21/1987 que se irá extendiendo y consolidando como una de las medidas de protección a la infancia. A lo largo de estos años hemos ido evolucionando pasando por diferentes etapas.
  • 11. 10 • Las necesidades de los niños y niñas que necesitaban del Sistema de Protección requerían la creación de nuevos programas que pudieran adecuarse y dar respuesta a estas necesidades. A lo largo de estos últimos años, la concepción del acogimiento familiar ha ido cambiando sustancialmente, tanto a nivel nacional como internacional, pero nos queda mucho camino por recorrer. Los cambios más significativos han sido: • C o m p l e m e n t a c i ó n v e r s u s sustitución • Flexible a diferentes características de los niños • Cambio en las características de los acogedores • Procesos de intervención más sistematizados • Creación de nuevas modalidades • Investigaciones sobre el tema Ante esta nueva realidad, la Comunidad de Cantabria se plantea la elaboración de un Manual de actuación sobre el acogimiento familiar con el objetivo de ofrecer a los profesionales y responsables de los servicios sociales y de protección a la infancia de la Comunidad de Cantabria unos procedimientos y unos instrumentos que le faciliten su intervención sobre unas bases lo más sólidas y seguras posibles.
  • 12. 11 1.1 / MODALIDADES DE ACOGIMIENTO FAMILIAR Las nuevas necesidades de niños y niñas y sus familias, los nuevos planteamientos profesionales, la nueva mentalidad social, la diversidad existente de unos países a otros, o de unas comunidades autónomas a otras, todo ello contribuye a que vayan surgiendo diferentes modalidades de acogimiento familiar y una nueva terminología relacionada con el acogimiento. En la práctica profesional suelen utilizarse diversas modalidades en función de la finalidad y duración del acogimiento y en función de las relaciones de parentesco entre el niño o la niña y los acogedores: • Según la finalidad y la duración: Acogimiento de urgencia-diagnóstico. Acogimiento simple o con previsión de retorno. Acogimiento permanente. Acogimiento preadoptivo. •Según la relación del niño y la niña con la familia: Acogimiento en familia ajena. Acogimiento en familia extensa. 1.1.1. ACOGIMIENTO DE URGENCIA-DIAGNÓSTICO Es la modalidad más novedosa. Su finalidad es doble: por una parte, ofrecer una atención inmediata a niños y niñas, evitando su institucionalización; por otra, llevar a cabo el proceso de diagnóstico durante el espacio de tiempo previsto, que no debería ser superior a los seis meses. Se trata, pues, de una situación en la que se combinan el acogimiento familiar, la urgencia de la medida que hubo de tomarse y el diagnóstico del futuro que habrá que configurar. Estas familias requieren un proceso de formación adecuado, ya que deben asumir un conjunto de roles específicos para desarrollar su función. Son familias que deben estar preparadas para acoger al niño
  • 13. 12 1.1.2. ACOGIMIENTO SIMPLE CON PREVISIÓN DE RETORNO El acogimiento familiar simple, que tendrá carácter transitorio, bien porque de la situación del menor se prevea la reinserción de éste en su propia familia, bien en tanto se adopte una medida de protección que revista un carácter más estable. En cierto sentido (Amorós y Palacios, 2004) indican que esta modalidad refleja lo que es la esencia del acogimiento, ya que se prevé la recuperación de la familia y, en la mayor parte de los casos, su aceptación voluntaria de la situación de acogimiento temporal. Los acogimientos con previsión de retorno son los que, desde un punto de vista de los técnicos, presentan una mayor dificultad diagnóstica, ya que la toma de decisión se basará en un pronóstico en el que se valorará si los recursos, los medios y la dedicación que se faciliten a la familia biológica posibilitarán, en el tiempo previsto, la recuperación necesaria para que se consideren resueltas las causas que provocaron la separación provisional. Un factor relevante es la aceptación Un aspecto muy importante para la utilización de estos acogimientos es respetar al máximo el tiempo de permanencia de los niños en esta situación de urgencia, siendo aconsejable un periodo de tres meses y no sobrepasar los seis meses. En los casos en que el niño o la niña no puedan retornar a su familia, debe disponerse de familias de acogida o adoptivas para ofrecer una continuidad del acogimiento a medio o largo plazo. disponiendo de escasa información sobre sus características. Deben colaborar en el proceso de diagnóstico manteniendo una observación sistematizada del niño o la niña y una estrecha colaboración con el equipo de profesionales. Tienen que aceptar los contactos con la familia biológica cuando estos sean necesarios para el bienestar del niño y la niña.
  • 14. 13 voluntaria de la situación de acogimiento por parte de los padres y, si es el caso en función de su edad, por parte del niño o la niña implicados. La clave está en que la familia sienta que forma parte del equipo, que mantiene sus posibilidades de participar en la toma de decisiones y que percibe que el niño o la niña podrán retornar. Si la relación afectiva es uno de los pilares básicos para el desarrollo adecuado del niño y la niña, la existencia de estos vínculos con los padres es uno de elementos determinantes para favorecer el acogimiento con previsión de retorno. La existencia de buenos vínculos afectivos entre padres e hijos es uno de los factores que se relacionan con la posibilidad de reunificación familiar. En efecto, otro de los factores importantes es el deseo de los padres de mantener visitas con el niño o la niña y el deseo de estos de mantener visitas con sus padres. La convergencia de deseos por ambas partes refleja un sentimiento de querer mantener el vínculo afectivo, depoderconocerlaevolucióndeambas partes, de comprobar que se está atendido y seguro, de experimentar el sentimiento de pérdida de forma más atenuada y de poder transmitir de forma directa los sentimientos y preocupaciones acerca de la situación. Naturalmente, lo que cuenta no es la existencia de visitas, sino su calidad y frecuencia. (Ver apartado de las visitas en la fase de seguimiento) Para empezar, obviamente, hay que buscar familias acogedoras con las que las visitas vayan a ser posibles al existir proximidad geográfica o facilidad de transporte. Siendo una necesidad que viene como consecuencia del concepto de acogimiento como complementación frente a sustitución, existe una salvedad como resultado de que el trabajo para el retorno no es integrado inmediatamente por la familia biológica en una etapa de beligerancia oposicionista, o existe una necesidad de separación para que los acogidos se mantengan al margen de la presión familiar, en un ambiente de seguridad durante la valoración y diagnóstico o transito a la separación definitiva.
  • 15. 14 El acogimiento familiar permanente se utilizará cuando la edad u otras circunstancias del menor y su familia lo aconsejen y así informen los servicios de atención al menor. Son acogimientos que se caracterizan porque el retorno no es posible o deseable, al tiempo que la adopción no resulta posible o aconsejable. Suelen durar hasta la mayoría de edad o hasta que se encuentre una opción más adecuada para el niño y la niña. Son acogimientos que en ocasiones están condicionados por la edad, las características especiales del niño y la niña, la existencia de referentes familiares, etc. En ocasiones, suele ser una alternativa a la adopción. Para una propuesta de acogimiento permanente los técnicos deberían tener presentes factores muy diversos. En primer lugar, el acogimiento permanente está indicado cuando la recuperación de la familia es poco probable, ya sea por enfermedades crónicas, discapacidades u otras situaciones conflictivas. Ante esta situación, la determinación de un acogimiento permanente o una adopción estará relacionada con otros factores, algunos de ellos relacionados con los padres, otros con los niños y otros con la relación entre ellos. Uno de los aspectos más relevantes a considerar cuando se duda entre acogimiento permanente y adopción es si el niño o la niña tienen algún referente afectivo que realmente permita y justifique el mantenimiento de una relación 1.1.3.ACOGIMIENTO PERMANENTE O DE LARGA DURACIÓN La recuperación de la familia implica aceptar una relación de ayuda que le permita en primer lugar conocer las circunstancias que le han llevado a aquella situación conflictiva, comprenderglobalmente la situación y finalmente determinar con la ayuda de los profesionales los cambios que son necesarios. El profesional debe valorar esta aceptación por parte de la familia y determinar qué recursos serán necesarios. Una apreciación equivocada de las posibilidades y los recursos conducirá en la mayoría de las situaciones a que el acogimiento no pueda alcanzar el objetivo más importante que es el retorno del niño y la niña con su familia.
  • 16. 15 con su familia. La no existencia de ningún referente afectivo o familiar que permita una relación a lo largo del tiempo que dure el acogimiento y una posible convivencia posterior será un elemento a tener muy presente en la determinación de esta alternativa. Cuando hablamos de acogimiento permanente, hacemos referencia a un cuidado continuo, donde el niño y la niña y los acogedores esperan poder establecer un compromiso más permanente del uno hacia el otro. Este acogimiento representa en ocasiones convivir de forma continuada con la familia acogedora y mantener contactos con la familia biológica. El tema de las visitas como se podrá estudiar en el apartado 2.4.1 requiere una atención especial en los acogimientos permanentes. Las visitas deben ser valoradas a partir de los siguientes indicadores: • Aportación positiva para el menor. El primer indicador a tener presente para determinar la adecuación y frecuencia de las visitas es el interés del menor. Tanto en el diseño inicial como en el seguimiento de las visitas se tiene que tener muy presente que beneficios aportan las visitas al menor. Para ello es preciso valorar su predisposición a la visita y las repercusiones (positivas o negativas) que esta ocasiona. Hemos de tener presente que cuando los técnicos valoren estos factores tengan como punto de partida cuales son los verdaderos sentimientos y actitudes de los niños y niñas acogidos, y hasta que punto estás actitudes están influenciadas por la propia familia biológica o de acogida. Las visitas se deberían interrumpir o cambiar la frecuencia según las aportaciones y beneficios que el niño o niña pueda obtener. • Responsabilización de las partes Las visitas se realizan a partir de un plan de visitas en donde a ser posible se ha consensuado entre las partes. (Familia biológica, familia de acogida y acogido). En este plan de visitas se determinan los deberes y derechos de las partes, por que implica un proceso de responsabilización de las mismas. Las visitas no deben convertirse en un hecho puramente administrativo sino en una estrecha relación afectiva. La no responsabilización
  • 17. 16 Como ya sabemos, el acogimiento preadoptivo es una modalidad de acogimiento prevista en nuestra legislación. Si se nos permite la expresión, este tipo de acogimiento tiene un pie en el acogimiento y 1.1.4. ACOGIMIENTO PREADOPTIVO por parte de la familia biológica de los acuerdos establecidos puede ser motivo de cambio o interrupción de las mismas. Y, lógicamente, para poder hacer acogimientos permanentes es necesario no sólo que jurídicamente sea una buena opción y que los implicados la acepten, sino que se disponga de familias acogedoras con perfiles adecuados para atender las necesidades de los niños o niñas afectados. La existencia de un buen plan de intervención y que las familias acogedoras compartan sus experiencias con otras que están en situación similar son también factores relacionados con el buen desarrollo de los acogimientos permanentes ( Grisij, 1999). otro en la adopción. El legislador ha querido que quienes vayan a ser adoptados (en este caso, en adopción nacional) no pasen directamente a esa situación, ya que la adopción es una medida irreversible y es crucial asegurarse de que la adaptación mutua adoptado-adoptantes se produce de forma satisfactoria. El acogimiento preadoptivo se utiliza, pues, cuando se ha optado ya por la adopción, se ha asignado al niño a una familia concreta y se quiere asegurar la existencia de una buena relación adoptantes-adoptados: el niño o la niña pasan a vivir con su nueva familia y son objeto de los oportunos seguimientos para asegurar que todo se desarrolla felizmente, en cuyo caso se hace al juzgado la propuesta de adopción. La idea básica es que tienen que ser niños o niñas que legalmente estén en situación de ser adoptados, es decir, que hayan sido declarados en desamparo y que no tengan posibilidad de ser reintegrados a su familia de origen. Respecto a los adoptantes, una de las cuestiones clave a considerar tiene que ver con su motivación, que difiere entre acogimiento y adopción. Mientras que quienes desean adoptar lo que realmente quieren es tener un hijo
  • 18. 17 o una hija y desarrollar con él o ella la experiencia de la maternidad y la paternidad de por vida, en el caso de los acogedores la motivación fundamental se relaciona con el deseo de ayudar, de servir de puente temporal en la vida de un niño en su tránsito de unas situaciones iniciales no adecuadas a situaciones futuras más promisorias. El acogimiento de un niño o niña por sus familiares más cercanos cuando sus padres no pueden hacerse cargo temporalmente de él es uno de los recursos más importantes en el ámbito de protección a la infancia, habiendo sido utilizado a lo largo de toda la historia de manera informal por familiares que han ayudado a otros familiares. Frente a los realizados en familia ajena, algunas ventajas evidentes de este tipo de acogimientos, bien documentadas por la investigación, son que favorecen los sentimientos de pertenencia, continuidad y seguridad (Hegar, 1993). 1.1.5. ACOGIMIENTO EN FAMILIA EXTENSA En España, el acogimiento en familia extensa fue históricamente una alternativa informal utilizada, pero es a partir de la Ley 21/87 cuando se aplica de manera formalizada y generalizada por los servicios de protección a la infancia. El acogimiento en familia extensa ha pasado a ser la primera hipótesis a valorar cuando un niño o niña debe ser separado de sus padres. No obstante, es importante señalar que el acogimiento en familia extensa no siempre es una opción posible (tiene que haber parientes dispuestos a ser alternativa familiar para el niño o la niña), ni deseable (los acogimientos en familia extensa no pueden ser acogimientos de segunda categoría en los que las familias carezcan de las cualidades adecuadas). Por otra parte, el sistema de protección debe considerar que este tipo de acogimiento necesita tantos apoyos, recursos e intervenciones profesionales como cualquier otro acogimiento. Así, los parientes acogedores deben estar preparados para proporcionar seguridad, para afianzar el bienestar, para cubrir las necesidades especiales y para manejar los contactos y la vinculación con la familia biológica.
  • 19. 18
  • 21. 20
  • 22. 21 Uno de los objetivos básicos en el acogimiento familiar es crear una cultura sobre el acogimiento para que sea visto como un recurso normalizado de familias que ayudan a otras familias. Carentes todavía entre nosotros de una buena y extendida cultura de acogimiento, la sociedad en general conoce poco este recurso, por lo que las campañas de captación tienen que hacer una gran parte del esfuerzo de informar sobre el acogimiento y estimularlo. Lógicamente si somos capaces de ir creando una cultura del acogimiento, esto repercutirá en la sensibilización y motivación de las futuras familias de acogida. Esto implica que buena parte de la imaginación y de los esfuerzos de los técnicos y las administraciones de la Comunidad de Cantabria se han de dedicar a la planificación adecuada de las campañas de captación, en la que tendremos muy en cuenta a las familias de acogida ya existentes y a la propia comunidad como elementos fundamentales en el diseño de una campaña. 2.1. LA CAPTACIÓN DE FAMILIAS DE ACOGIDA En los estudios realizados en España (GRISIJ,1999), los datos oscilan entre el 6% y 10% cuando se contabiliza el número de personas que han solicitado información telefónica. Pero si se parte de las personas que después de la llamada telefónica acuden a realizar la primera entrevista informativa, el porcentaje aumenta hasta el 30%. Ello indica que en muchas ocasiones las campañas tienen una influencia eminentemente informativa y de sensibilización y son las personas que acuden a los servicios para obtener más información aquellas con una mayor predisposición y a cuyas expectativas, dudas o temores hay que saber responder adecuadamente. Cada vez hay más niños y jóvenes con mayores problemas que entran en el sistema, por ello, resulta crucial conocer cuáles son los factores que intervienen en la toma de decisiones y de qué forma pueden subsanarse los problemas de las familias para sentirse atraídas por el acogimiento.
  • 23. 22 Entre las diversas aportaciones que a este respecto la investigación internacional ha formulado (Benedict y White,1991; Bereika, 1991; Chamberlain et al., 1992; Pasztor y Wynne, 1995, Amorós y Palacios, 2004), algunas se refieren específicamente a la captación, pero otras hacen referencia a cuestiones más generales que al incidir sobre la organización de los acogimientos en general, acaban también teniendo una repercusión en los procesos de captación. Entre las medidas más específicamente relacionadas con el proceso de captación están: • la realización de campañas especializadas, • una buena organización del proceso de captación, • lapercepciónpositivaonegativa que pueden tener sobre diversos aspectos del funcionamiento de los servicios de protección a la infancia y, más en concreto, de los programas de acogimiento familiar. 2.1.1. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CAPTACIÓN Entre los factores relacionados con los aspectos organizativos que pueden dificultar la captación (Berridge, 1997 Chamberlain et al., 1992 destacan: • las mayores dificultades que presentan hoy en día los niños y niñas acogidos. • la falta de un mayor reconocimiento social de la figura del acogedor. • las escasas ayudas económicas en relación con el coste real del acogimiento y la baja eficiencia de la administración para cumplir a tiempo sus compromisos económicos. • la falta de apoyo continuado por parte de los servicios de protección de la infancia • lanecesidaddemayorformación inicial y continuada. Se hace, pues, necesario mejorar todos aquellos aspectos que faciliten los sentimientos de seguridad y confianza entre los potenciales acogedores.
  • 24. 23 Entre las medidas adecuadas se pueden citar las que siguen: • mejorar la formación de las familias y los profesionales del acogimiento. • incrementar la frecuencia y la calidad de la supervisión y el acompañamiento. • facilitar a las familias que lo necesiten momentos y oportunidades de descanso y respiro. • ofrecer respuestas rápidas a sus problemas. • promover una retribución económica y un reconocimiento social de su labor. La Comunidad de Cantabria, es una comunidad en donde el acogimiento es una medida incipiente y muy reconocida por su valor social y de atención individualizada y normalizada para los niños y niñas en situación de desprotección. Pero es preciso incrementar el grado de 2.1.2. CARACTERÍSTICAS DE LA CAMPAÑA DE CAPTACIÓN conocimiento y sensibilización de las personas de la Comunidad para que puedan percibir el acogimiento como un recurso normalizado de familias que ayudan a otras familias. En Cantabria se necesitan familias para las diferentes modalidades de acogimiento, y para ello, en un primer momento, se precisa la realización de campañas dirigidas a la población en general, siendo luego las familias y los técnicos quienes en el proceso de selección valorarán la modalidad más adecuada en cada caso. Obviamente, la ventaja de estas campañas es que pueden captar un número mayor de familias que luego pueden ser adecuadas para las diversas modalidades de acogimiento. Al mismo tiempo las campañas de carácter general van sensibilizandoalasociedadycreando una cultura sobre el acogimiento familiar. El inconveniente es que el mensaje a veces no es tan claro y responden familias con expectativas incorrectas, aparte de que al acudir un mayor número de familias se precisa una mayor dedicación de los técnicos para seleccionar y formar.
  • 25. 24 Las campañas deben responder a un doble objetivo: sensibilizar y captar. Pero para poder diseñar adecuadamente el proceso de captación es preciso partir de algunas cuestiones clave que merecen ser analizadas: • Características de los niños y niñas en situación de desprotección. • Características de la población a la que irá dirigida la captación, atendiendo tanto a los motivos que tienen las familias para ser acogedoras, como a los factores que pueden dificultar la toma de decisiones de las familias. • Mensajes que se deben trasmitir . • Medios y recursos que se utilizarán. • Recepción de la campaña. Elconocimientodelascaracterísticas de los niños y niñas de la Comunidad de Cantabria nos induce a pensar que es preciso realizar campañas de captación de carácter general que permita la realización de las diferentes modalidades de acogimiento. Es preciso disponer de un número adecuado de familias de acogida que puedan asumir los acogimientos de urgencia, en particular de aquellos niños y niñas menores de 6 años. Lógicamente el acogimiento de urgencia es una medida de carácter temporal (menos de 6 meses) por lo que hay que tener también disponibles familias de acogimiento con previsión de retorno, familias de acogimiento permanente y familias de acogimiento preadoptivo. Si disponemos del conjunto de estas familias de acogida se podrá dar respuesta a las diferentes necesidades que tienen los niños y niñas en situación de desprotección. 2.1.3 PREPARACIÓN DE LA CAMPAÑA 2.1.3.1. CARACTERÍSTICAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS EN SITUACIÓN DE DESPROTECCIÓN
  • 26. 25 2.1.3.2. CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN A LA QUE SE DIRIGEN LAS CAMPAÑAS Y MOTIVACIONES PARA EL ACOGIMIENTO La captación y la posterior selección de familias tienen un objetivo básico que es encontrar familias que reúnan las motivaciones, actitudes y habilidades suficientes para atender las necesidades de los niños y niñas en situación de desprotección y que asuman los aspectos característicos del acogimiento familiar (relaciones con la familia biológica, colaboración con el equipo de intervención y la administración, etc). Por lo general, lasfamiliashanllegadoalacogimiento por una variedad de razones, entre las que destacan las de tipo social (70%), aunque también las hay con una predominante motivación de desarrollo y realización familiar (25%) y otras con connotaciones de tipo religioso (5%) (GRISIJ,1999). Junto con estos motivos, que pueden ser alentados a través del proceso de captación, existen también factores que pueden dificultar la participación: cierta desconfianza con la administración, falta de confianza con sus propias posibilidades para hacer frente a las necesidades de los niños, temor a ser rechazados por parte de los servicios, desconfianza respecto al intrusismo de los profesionales del acogimiento. Todos estos factores pueden estar presentes desde el primer momento o pueden aparecer posteriormente en la toma de decisiones para llegar a ser una familia acogedora, por lo que hay que tenerlos muy presentes a la hora de diseñar una campaña de manera tal que los objetivos, el mensaje y las actitudes de los profesionales faciliten el interés de aquellas familias que desean ayudar y, al mismo tiempo, despejen o aclaren al máximo los temores o dificultades.
  • 27. 26 Hay que pensar en los valores. Examinando las actitudes, perspectivas, hábitos y conductas de las familias puede deducirse a qué tipo de público hay que apuntar a fin de captar más personas. Si se comprenden mejor los valores de los grupos destinatarios, existen menos posibilidades de que los mensajes se malinterpreten y encuentren resistencia. Junto a estos valores el tema central para poder elaborar una campaña de captación es conocer cuáles son las necesidades de los niños y niñas que necesitan ser acogidos y cuáles pueden ser las satisfacciones o los estímulos que las familias puedan tener o necesiten para asumir el reto del acogimiento. En los sistemas tradicionales, los acogedores eran seleccionados a partir de una fuerte motivación por el acogimiento y una actitud responsable de cara a la atención a los niños (Plumer,1992).Hoyendíaseconcibeel acogimiento familiar como un trabajo en equipo en el que la colaboración entre las partes es fundamental (Testa y Rolock, 1999). Por ello, la captación de acogedores se centrará en la búsqueda de familias que acepten un proceso de formación que les permita una toma de decisiones, que acepten el trabajo en equipo como un sistema para la resolución de los problemas que puedan surgir a lo largo del acogimiento e incluso que sepan ayudar a la familia biológica en la adquisición de habilidades parentales. Existe una coincidencia entre los expertos en que los mensajes de las campañas de captación tienen que ser verdaderos y realistas en relación con las necesidades y características del acogimiento, incluyendo las dificultades de los niños y las satisfacciones que su cuidado puede también reportar. A veces las campañas de captación utilizan una estrategia que parece dirigirse a un niño en particular, pero realmente se trata de una forma eficaz de captar la atención de las futuras familias. Se debe destacar que el ejemplo real de un tipo de niño en situación de desprotección que se utiliza como motivación, es tan solo un ejemplo de los niños que necesitan cuidado. Con esta estrategia se personaliza la situación y promueve que las personas acudan en mayor número a los Servicios de Protección. 2.1.3.3. LOS MENSAJES QUE SE DEBEN TRASMITIR
  • 28. 27 Las experiencias realizadas en otros países con una larga tradición en el acogimiento familiar, difieren en cuanto a la utilización de los recursos. Los estudios realizados por Triseliotis et al. (2000) encontraron que el 46% de los acogedores habían sido captados mayoritariamente por el conocimiento que ya tenían del tema, por los amigos o familiares; un 19%, por artículos en el periódico; un 17 %, por anuncios en la prensa y un 11 % por la televisión y la radio. Hay que matizar la tradición Al mismo tiempo, es preciso trasmitir que el acogimiento es un trabajo en equipo en el que las responsabilidades están compartidas entre los profesionales y las familias, y que todo ello requiere de una formación que les será facilitada y de un apoyo técnico y económico que recibirán. Un elemento importantísimo en la captación y en la posterior retención de las familias acogedoras es que sientan que serán apoyadas y reconocidas en las diversas necesidades que se les presenten, sean de tipo psicológico, educativo o económico. 2.1.3.4. LOS MEDIOS Y RECURSOS DE LAS CAMPAÑAS y la cultura de acogimiento que existe en el Reino Unido y, al mismo tiempo, indicar que las campañas de captación funcionan fundamentalmente en el ámbito local, en parte porque no se dispone del dinero suficiente para utilizar medios como la televisión o la prensa de ámbito nacional. En los países anglosajones, con amplia y documentada experiencia en acogimiento familiar, uno de los elementos clave es la utilización en las campañas de captación de las propias familias acogedoras como elementos activos y de mayor credibilidad. Así, en algunos estudios hasta un 37% de los acogedoreshabíanrecibidoinformación sobre el acogimiento a partir de otras familias acogedoras (James Bell Associates, 1993). La participación de las familias acogedoras con experiencia en las campañas de captación, debe formar parte hoy en día de un nuevo concepto de familia acogedora como colaboradora del servicio y no como sustituta de la familia biológica. Las familias de acogida tienen que ser vistas como que forman parte del equipo y participan en las diferentes fases del proceso de acogimiento. En la captación pueden participar en las entrevistas, tertulias o reuniones que se puedan organizar con los medios de comunicación y con las propias familias
  • 29. 28 candidatas.Estasexperienciasfacilitan mucho la aproximación a una realidad y la vivencia emocional que pueden transmitir facilita la motivación y sensibilización de las futuras familias. En cuanto a los medios de comunicación, las experiencias que se han llevado a cabo en España han surgido mayoritariamente de las comunidades autónomas, que en ocasiones han dedicado a la captación esfuerzo e imaginación, habiendo obtenido resultados satisfactorios cuando se han utilizado los medios adecuados. El estudio realizado por GRISIJ (1999) en Cataluña señala que el 69% de los candidatos al acogimiento había sido captado a través de la televisión, el 25% a través de la prensa escrita (en particular, los artículos en los que se relataban experiencias de familias o jóvenes acogidos), el 3% por la radio y el 3% por carteles. Los datos confirman el gran poder de captación y sensibilización que tiene la televisión en nuestro país, con su incomparable capacidad para llegar en un momento a miles de hogares. En una primera fase de sensibilización y captación, la utilización de medios de comunicación de masas como la televisión puede ser muy aconsejable. En este mismo estudio, se observó que las campañas sirven para despertar el interés latente que tienen algunas familias ya sea sobre el acogimiento o sobre la atención y protección de la infancia. Por lo general, las familias manifiestan que este interés latente fue despertado por la televisión y reforzado posteriormente por otros medios escritos como la prensa y los folletos y guías que les permitieron tener un conocimiento más profundo de las características del acogimiento. También un estudio realizado en Inglaterra se indica que la televisión puede ser más efectiva que el material impreso (Moore, Granpre y Scoll,1988), al menos en relación con una parte del proceso de captación. Para un 67% de las familias acogedoras, la campaña les supuso ”el detonante de un pensamiento latente” para embarcarse en un proyecto sobre el que ya tenían alguna información a través de amigos o familiares. La información de la campaña transmitió a muchas familias el sentimiento que también podían hacer alguna cosa para los otros o colaborar en su bienestar. Para un 33% que nunca se había planteado esta posibilidad anteriormente, la campaña supuso aventurarse en algo nuevo (GRISIJ,1999).
  • 30. 29 Un elemento importantísimo hoy en día es la difusión por medio de Internet. Las posibilidades informativas que nos ofrecen las paginas web, son herramientas imprescindibles en una campaña de captación y como medio de difusión continuado, en donde se puedan ir introduciendo las actividades, testimonios y resultados de los acogimientos familiares. La información a través de Internet debería constar (www.ganamostodos.com) • Información sobre las características del programa • Deberes y derechos de las partes • Características de los niños y niñas La valoración realizada de la campaña por parte de los técnicos coincide en utilizar los medios de comunicación de masas, pero también introducir los testimonios de familias acogedoras y el respaldo en la campaña de los representantes de la administración que ofrecen un respaldo institucional al programa. Son varios los estudios que han destacado la utilización de acogedores en las campañas, a las que dotan entonces de mayor credibilidad (Child Welfare League of America, 1991; James Bell Associates,1993). La televisión tiene la indudable ventaja de que llega a miles de familias al mismo tiempo y juega un papel muy importante de cara a la sensibilización y, eventualmente, a la captación. Puede tratarse de spots publicitarios para divulgar y promocionar el acogimiento, pero también de espacios diferentes en los que se entrevista a un profesional o se cuenta el testimonio de una familia acogedora, por ejemplo. Puede ser una televisión estatal, autonómica o local, en función de las posibilidades, pero la idea central es que es un medio excelente para cooperar en la meta de acabar teniendo familias acogedoras que atiendan a los niños y niñas que las necesitan. De la radio se pueden decir cosas parecidas, aunque tal vez su impacto sea algo menor. La utilización de carteles, la distribución de folletos informativos, la presentación de la experiencia de acogimientoendeterminadosencuentros en los que coinciden muchas personas potencialmente interesadas en temas de infancia, son algunos de los ejemplos de las vías complementarias a través de las cuales se llevan a cabo la mayor parte de las campañas de captación que entre nosotros se realizan.
  • 31. 30 En cuanto a la duración e intensidad de las campañas de captación, las experiencias realizadas en España indican la necesidad de realizarlas con cierta intensidad y a lo largo de unos dos meses, ya que de esta manera pueden llegar mensajes a través de los diferentes medios y facilitar la información básica para una toma de decisiones.Lasexperienciasrealizadas de forma poco sistematizada y con informaciones esporádicas durante largos periodos de tiempo no parecen haber dado resultados positivos. Los resultados de GRISIJ (1999) indican que el espacio de tiempo para la toma de decisión es muy variable, pero Para los futuros acogedores, la primera llamada es un paso muy importante. Lo han meditado mucho tiempo, considerando las ventajas y desventajas. Esto lo deben saber los profesionales que atienden las llamadas, ya que la primera impresión del equipo de acogimiento la recibirán por teléfono. Por ello, la voz, el tono, los conocimientos y las habilidades comunicativas ayudaran a crear una buena imagen que facilite el éxito. Una vez puesta en marcha una • Ayudas y apoyos • Modalidades de acogimiento • Información sobre el proceso • Ficha para solicitar ser familia • Teléfono de contacto • Dípticos y carteles de la campaña • Informaciones sobre el acogimiento 2.1.3.5. DURACIÓN DE LA CAMPAÑA mayoritariamente (63%) las familias se deciden en el espacio de unos días a dos meses; el resto necesita un periodo más largo de tiempo y/o un estímulo o recordatorio por parte de la administración. Así, algunas familias llaman directamente para concertar una entrevista personal con los equipos de técnicos nada más recibir la campaña, mientras que otras necesitan un periodo de reflexión que puede ser estimulado cuando, pasados los dos primeros meses, se les recuerda telefónicamente la primera información solicitada. 2.1.3.6. LA RECEPCIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA CAMPAÑA
  • 32. 31 campaña, algunas familias se sentirán interesadas y querrán tener más información. Se hace entonces importante tener organizada la forma de responder a ese interés, porque ello permite a las familias sentirse seguras en su decisión y les revela una imagen responsable por parte de la Administración. Las formas adecuadas de realizar la recepción de los resultados de las campañas de captación: • Disponibilidad de una línea telefónica gratuita con acceso directo a un técnico que pueda informar de forma clara y precisa a las cuestiones o temáticas que manifiesten los interesados. La utilización de teléfonos gratuitos de línea 900 puede facilitar la comunicación. • El primer contacto telefónico o personal que las familias tengan con quienes les atienden ha de ser agradable, clarificador y motivador. Los técnicos dispondrán de un horario para atender a las llamadas a lo largo del día, dejando la posibilidad de la línea abierta por medio de un contestador que permitirá que el técnico pueda llamar al día siguiente a las familias interesadas. • En los casos en que las familias demuestren interés, se les solicitará su dirección y se les facilitarán documentos explicativos (folletos o guía del acogimiento) en donde se reflejen de forma escrita los deberes y derechos de todas las partes implicadas y la forma de establecer un primer contacto personal con los técnicos responsables del programa. También estarán disponibles en la pagina web. • Atención inmediata y motivadora: las solicitudes de información personal realizadas por los candidatos serán atendidas en el espacio máximo de quince días, por lo que es preciso una organización interna de los técnicos para atender estas necesidades en los plazos previstos • Realización de un encuentro personal. La primera entrevista entre la familia candidata y los técnicos tiene la finalidad de atender las demandas de las familias, aclarar las dudas, informar del proceso y facilitarles un clima de confianza. A partir de este momento, si las familias siguen interesadas, se iniciará el proceso de selección y formación.
  • 33. 32 Por último, debe recordarse que la preocupación actual de las entidades o servicios de protección de la infancia no sólo está en captar familias, sino tambiénenquelasfamiliasacogedoras puedan permanecer colaborando durante largo tiempo y con diferentes acogimientos. La experiencia, la formación y las habilidades que acumulan estas familias son elementos muy importantes para facilitar una mejor adaptación de los niños o niñas acogidos. Los estudios que se han realizado para identificar los factores que facilitan la permanencia de las familias como acogedoras (por ejemplo, Ramsay, 1996) indican que un buen apoyo por parte de los profesionales y una compensación económica adecuada son algunos de los factores clave para la permanencia. El apoyo que ofrecen los técnicos no sólo sirve para resolver problemas, sino también para ofrecer un reconocimiento de la labor que realizan las familias acogedoras y reforzar la calidad del servicio. Los acogedores sienten y expresan satisfacción cuando se ven como personas capacitadas que colaboran con los técnicos con los que trabajan conjuntamente para mejorar el acogimiento. La ayuda económica reduce la necesidad de que algún miembro de la familia acogedora tenga que buscar empleo y permite un mayor grado de libertad para llevar a la práctica el deseo de contribuir al cuidado de los niños. El acogimiento no se hace por dinero, pero no se puede hacer sin dinero. Si no hay familias no hay futuro en el acogimiento. De todas formas, es importante destacar que la compensación económica sin el apoyo por parte de los técnicos no produce el sentimiento de satisfacción a que antes nos referíamos y que tan importante resulta para la permanencia de una familia en el programa de acogimiento (Chamberlain, Moreland y Reid, 1992).
  • 34. 33 2.2. EL PROCESO DE VALORACIÓN/FORMACIÓN Ante las necesidades que presentan hoy en día los niños y niñas que están en el Sistema de Protección de Menores, las familias de acogida asumen de buena manera la necesidad de un proceso de valoración y en particular de formación. Este proceso ha ido cambiando a través del tiempo, y cada vez más, los profesionales entiendenqueelprocesodevaloración y formación es un proceso que hay que realizar conjuntamente con las familias candidatas. Las familias desde un primer momento deben sentirse que son valoradas sus habilidades y su predisposición a colaborar con el equipo. En este proceso debe confluir de forma normal los intereses de los profesionales en buscar a familias que sean capaces de asumir el reto del acogimiento familiar y los intereses de las familias en colaborar en la atención y educación de los niños y niñas que están en situación de desprotección. Las familias deben prepararse para las situaciones, sentimientos y reacciones que se puedan dar a lo largo del acogimiento y al mismo tiempo desarrollar un mayor conocimiento de sus propias fuerzas, debilidades, emociones y características de personalidad. Es importante que los futuros acogedores comprendan y vivencien que la actitud de los profesionales es una actitud congruente con el planteamiento de ayuda y apoyo, y no sólo con un procedimiento de valoración. Como es obvio, el acogimiento actual representa un cambio en la concepción de los roles del técnico y de los acogedores, pues las familias de acogida no son clientes del servicio, sino sus colaboradores, con todo lo que implica en la toma de decisiones.
  • 35. 34 A partir de la primera entrevista entre los profesionales y las familias de acogida se inicia una relación formal, por medio de la cual se atenderá las demandas de información de las familias y se planteará el plan de trabajo a realizar conjuntamente. El procedimiento con que se realice esta fase será un indicador de la forma en que se realizará todo el proceso. Es crucial que los técnicos sepan escuchar y atender a las demandas de los candidatos. El establecimiento de un clima de confianza y la búsqueda de un lenguaje y un conocimiento común son objetivos básicos de los primeros contactos. Este procedimiento consiste en: • Realizar una primera entrevista de toma de contacto con la familia que sirve para clarificar las dudas o temores que pudieran tener, • Recoger unos primeros datos familiares, • Informar de las características del proceso de selección y • Facilitar desde el principio un clima de confianza. Posteriormente a las entrevistas iniciales se realiza el programa de formación grupal de ocho sesiones de unas dos horas y media de duración cada una de ellas. Los programas de formación proporcionan a los acogedores una posibilidad de aprender lo que necesitan saber sobre cómo actuar ante ciertas circunstanciasquepuedanproducirse a lo largo del acogimiento. 2.2.1. FASE INICIAL Las entrevistas posteriores (dos o tres, realizadas por los diferentes técnicos a los componentes de la unidad familiar) y visitas, servirán para profundizar en diferentes áreas clave. Con la ayuda de los instrumentos de valoración (para familia ajena o extensa) distribuidos por áreas, los diferentes miembros del equipo de acogimiento realizan entrevistas con la familia candidata al acogimiento familiar y con los miembros que conviven en la unidad familiar (hijos, abuelos,..). 2.2.2. LA FORMACIÓN Y EL ASESORAMIENTO
  • 36. 35 El fracaso o el éxito del proceso de captación y valoración dependen en gran manera de los profesionales. Lo importante es: • Lograruncompromisodelasfamilias con el proceso de formación, • Que las clases sean animadas, con estrategias y recursos adecuadas para personas adultas y • Que al final de la sesión las familias se vayan con esperanza de futuro, una mayor motivación para seguir aprendiendo y una seguridad en sus decisiones. En la comunidad de Cantabria se ha decidido utilizar el “Programa para la formación de familias acogedoras” (Amorós, Fuertes y Roca, 1994), l Programa de formación para familias acogedoras de urgencia-diagnóstico (Amorós, Palacios, Fuentes, León y Mesas, 2002) o el Programa de formación para el acogimiento en familia extensa (Amorós, P .; Jiménez, J.; Molina, M.C.; Pastor, C.; Cirera, L. y Martín, D.2005). El primer programa contempla ocho sesiones de unas dos horas y media de duración cada una. En el programa vienen descritos los objetivos, contenidos, estrategias, técnicas y actividades para poderlo desarrollar. El programa de formación no enseña normas, sino fundamentalmente los valores y la filosofía del acogimiento. Se pretende que las familias valoren y reflexionen sobre si disponen de habilidades y actitudes adecuadas para asumir el reto del acogimiento. Los diferentes programas contemplan una formación de carácter grupal, con la participación de unas 16/18 personas, atendiendo a tres aspectos fundamentales: • Aspectos actitudinales y emocionales: disposición a aceptar el pasado del niño, sus sentimientos y recuerdos sobre su familia; la disposición a mostrar respeto hacia la familia biológica y las circunstancias que llevaron a la separación; ayudar al niño a conservar y valorar su propia historia y a aceptar sus sentimientos de ambivalencia e inseguridad. • Desarrollo de habilidades que permitan afrontar de forma competente la tarea de educar a un niño con todos sus aspectos y necesidades concretos • Aspectos cognitivos relacionados con el proceso del acogimiento y sus implicaciones, los problemas más habituales, los recursos existentes en la sociedad, etc.
  • 37. 36 El programa de formación para familias acogedoras de urgencia- diagnóstico es complementario al primero y permite combinar diferentes actividades y recursos didácticos diseñados específicamente para las familias candidatas a los acogimientos de urgencia. Tanto en un caso como en otro, se trata de programas basados fuertemente en la participación, en la expresión de vivencias y sentimientos, y en conocer las vivencias y sentimientos de otros recogidas en videos en los que personas que ya tienen la experiencia de acogimiento, o familias biológicas o niños y niñas que han pasado por acogimiento cuentan diferentes aspectos de sus experiencias más significativas. Por lo demás, se trata de una formación que hace amplio uso de las técnicas de grupos y que en muy escasa medida se basa en dar explicaciones o contar teorías. Si bien los candidatos demandan mucha información, no debemos caer en la tentación de realizar muchas exposiciones eminentemente teóricas, lo importante es combinar las tres dimensiones (cognitivas, actitudinales y emocionales). Buena parte de la información se les puede facilitarconmaterialcomplementario o con libros o artículos. La formación está basada en situaciones y casos concretos, de un gran realismo y con contenidos tomados de la práctica del acogimiento. Las experiencias grupales con otros acogedores permiten a los participantes reconocer y analizar sus ilusiones, miedos y ansiedades y prever los problemas. El rol de los técnicos como conductores del proceso formativo ayuda a las familias a romper tópicos y a reflexionar sobre las implicaciones personales, familiares y sociales del acogimiento. Las familias toman conciencia de lo que es el acogimiento no desde el sentimentalismo, sino a partir de las situaciones y los problemas concretos sobre los que se trabaja. Si bien la calidad del programa es importante, lo fundamental es la forma en que es presentado por los profesionales.
  • 38. 37 • No puede existir un espacio de tiempo demasiado largo entre la fase de valoración inicial y la realización del curso. • Si existe un número importante de familias hay que realizar varios cursos a la vez. No podemos dejar a una familia sin atender. • La formación de las familias no es una tarea fácil, requiere una buena preparación, entusiasmo, habilidades y actitudes adecuadas. Los responsables de los servicios de protección deben prever una formación específica y seleccionar a los profesionales que reúnan mejores condiciones. • Hay que establecer los horarios de los cursos en una franja que sea posible la asistencia de los candidatos. En las sesiones previas de valoración se tiene que comentar que disponibilidad horaria disponen, ya sea en días laborales o en fin de semana. • Como han mostrado varias investigaciones, la implicación de acogedores actuales y potenciales como parte de la formación ayuda 2.2.3. ORIENTACIONES PARA LA BUENA PRÁCTICA DEL PROCESO DE FORMACIÓN mucho a mejorarla y hacerla más realista (Rodwell y Biggerstaff 1993; Sanchirico, Lau, Jablonka y Russel, 1998). Los ejemplos tomados de la vida real que aportan son verosímiles y valiosísimos para todos los asistentes. • Hayquepreverquelarealizacióndel curso de formación con las familias necesita tiempo por parte de los profesionales para preparar las sesiones y los recursos didácticos, prever la planificación y mantener el contacto con las familias. • El curso de formación siempre contempla un espacio de tiempo en dondelasfamiliasylosprofesionales disponen de unos refrescos y algún tipo de pastas. Ello es una forma de facilitar un contacto más directo entre las familias y los profesionales y al mismo tiempo es demostrar una atención y un respeto a estas familias. • Es importante la presencia de un responsable político o técnico a la finalización del curso, como agradecimiento de la participación de las familias y reconocimiento de su importante labor que podrán desarrollar.
  • 39. 38 Es la culminación del proceso de valoración. La última entrevista que se realiza, siguiendo las pautas del instrumento (Informe valoración) servirá para completar la recogida de datos, conocer con mayor profundidad los cambios que se han desarrollado en la familia después del curso de formación y valorar las expectativas ante las diferentes modalidades de acogimiento y analizar las características de los niños o jóvenes que se consideran capaces de asumir. Las familias acogedoras deben ser valoradas con base en sus características personales y, muy fundamentalmente, su capacidad para afrontar las responsabilidades que pueden derivarse de tener un niño o una niña acogidos. En el caso de algunas modalidades de acogimiento es particularmente importante la aceptación de la relación con su familia biológica, y en todos los casos es muy relevante la capacidad para colaborar con los profesionales. El proceso de selección comporta contrastar los datos recogidos a lo largo de las entrevistas y del proceso de formación con un conjunto de criterios o indicadores (Indicadores de valoración para la familia ajena o para la familia extensa). Los criterios tienen que valorarse dentro de un contexto y no de una forma aislada. Una vez finalizado el proceso de valoración/formación las familias serán valoradas por el equipo técnico y, en el caso de adecuación para el acogimiento, se realizará un perfil de la misma y de las características de los niños y del tipo de acogimiento que presumiblemente podrían asumir. Las familias acogedoras deben ser valoradas de acuerdo con sus características personales, fundamentalmente, su capacidad para afrontar las responsabilidades que pueden derivarse de tener un niño o una niña acogidos. En el caso de algunas modalidades de acogimiento es particularmente importante la aceptación de la relación con su familia biológica, y en todos los casos es muy relevante la capacidad para colaborar con los profesionales. 2.2.4. FASE FINAL. ENTREVISTA DE VALORACIÓN 2.2.5. INDICADORES DE VALORACIÓN
  • 40. 39 2.2.5.1. CRITERIOS GENERALES PARA TODOS LOS ACOGIMIENTOS • Capacidad de aceptación de las características del acogimiento, lo que implica aceptación de la temporalidad, de los contactos del niño o la niña con su familia y de los contactos de la familia de acogida con la familia del niño o la niña cuando sea adecuado. • Actitud comprensiva respecto a la familiadelniñoolaniñayasuhistoria. • Capacidad de colaboración con el servicio. • Capacidades educativas y de adaptación a las nuevas situaciones. • Capacidad de comprensión de los conflictos y de búsqueda de solución de los problemas. • Estructura familiar: preferente, pero no necesariamente, familias con hijos. • Proximidad: valorar respecto de la familia (en el caso de familia extensa), geográfica (casos con previsión de retorno / separación definitiva) y social (para poder mantener la misma dinámica de integración comunitaria) • Motivación de ayuda a otras personas (familia y niño). • Disponibilidad horaria. • Equilibrio y solidez en las relaciones interfamiliares (pareja, padres- hijos, hermanos). • Actitudes abiertas ante los cambios, ante la expresión de los sentimientos, ante la flexibilización de normas. • Comunicación fácil entre los miembros de la familia, capacidad de escucha, de respeto, comprensión. • Relaciones adecuadas con el entorno y con su familia extensa. • Aceptación del acogimiento por todos los miembros de la unidad familiar. Otras características que deben tomarse en consideración son la edad de los acogedores y su estado de salud. Respecto a la edad, lo relevante es en qué medida pueda afectar a la energía física, la flexibilidad y la habilidad en el cuidado de un niño determinado. Tambiénesrelevantelaedadenelcaso de acogimientos de larga duración, en los que hay que prever una convivencia prolongada durante la que el adulto debe estar en condiciones de atender
  • 41. 40 adecuadamente las necesidades del acogido. Con respecto al estado de salud de los acogedores, la información será obtenida, normalmente, por el estudio de la historia clínica de ambos padres (se estudiarán detalladamente las enfermedades específicas y las posibles discapacidades, así como su repercusión) y por un examen de la salud actual, que se verificará a lo largo del tiempo si fuera necesario. Entre los factores de los acogedores que deben mencionarse están los relacionados con la motivación para el acogimiento. Motivaciones del tipo querer dar cariño a niños o niñas que lo necesitan están asociadas a una mayor satisfacción con el acogimiento (Denby, Rindfleisch y Bean, 1999), lo que probablemente significa que las necesidades de los acogidos son contempladas como un factor primordial en la toma de decisiones por parte de los acogedores. Algunos investigadores han encontrado que los acogedores que mejor funcionan tienen ciertas características de personalidad: gente equilibrada, con niveles de ansiedad moderados, introvertidos y extrovertidosenpartesproporcionales, capaces de tomar decisiones basándose tanto en la cabeza como en el corazón (Ray y Hormer, 1990). Según los datos de esta investigación, el perfil de personalidad de hombres y mujeres varía un poco dentro de esas características generales, de manera queenellosdestacanrasgoscomoalgo desconfiados (difíciles de engañar), sensibles y más orientados a usar la razón que la fuerza, mientras que en ellas llaman un poco más la atención características tales como entusiasta y animada, emocionalmente madura y tranquila, controlada y capaz de tomar una cierta distancia emocional. La tolerancia a la frustración, la capacidad para trabajar por objetivos a largo plazo y el sentido del humor y la capacidad para sacar una punta divertida a situaciones cotidianas (incluso a situaciones potencialmente problemáticas) ha sido también citado en ocasiones como otro de los rasgos positivos de algunos acogedores. Otro de los rasgos que la investigación ha encontrado como muy relevante son las actitudes inclusivas respecto a la familia biológica del niño (Berridge y Cleaver, 1987; Triseliotis, 1989), dato poco sorprendente si se recuerda el positivo papel que las visitas y contactos de los acogidos con sus padres tienen tanto sobre el bienestar infantil como sobre la calidad del acogimiento (ver, por
  • 42. 41 ejemplo, Millham, Bullock, Hosie y Haak, 1986). Los acogedores están en una posición privilegiada para mediar entre el niño o la niña y sus padres en la preparación de visitas, los comentarios posteriores a ellas, etc. Por ello, una actitud de los acogedores más positiva, de mayor respeto y consideración respecto a la familia biológica, actuará como facilitadora y ayudará notablemente a los acogidos. La investigación de Denby et al. (1999) muestra un interesante dato según el cual tener que hacer frente a los serios problemas de conducta del acogido es una variable que se relaciona tanto con la continuidad de los acogimientos como con su interrupción. Lo que ello significa es que la clave probablemente no está en los problemas de conducta por sí mismos, sino en cómo de capaces se ven los acogedores de hacerles frente. Así, cuando los acogidos resultan ser problemáticos pero los acogedores pueden verse a sí mismos como capaces de hacer frente a esa dificultad e ir resolviéndola, el sentimiento de control y de satisfacción con el acogimiento tiende a aumentar. Junto a los criterios generales para todos los acogimientos existen otros que son específicos para algunas de las modalidades de acogimiento pero no necesariamente para las demás.
  • 43. 42 2.2.5.2. CRITERIOS ESPECÍFICOS PARA UN ACOGIMIENTO DE URGENCIA-DIAGNÓSTICO 2.2.5.4. CRITERIOS ESPECÍFICOS PARA UN ACOGIMIENTO SIN PREVISIÓN DE RETORNO 2.2.5.3. CRITERIOS ESPECÍFICOS PARA UN ACOGIMIENTO CON PREVISIÓN DE RETORNO • Conocimiento básico del desarrollo infantil de 0 a 6 años. • Capacidad de observación. • Aceptación de la temporalidad. • Capacidad de adaptación a las nuevas situaciones. • Capacidad de asumir las despedidas frecuentes. • Entorno colaborador tanto de la familia como de las amistades. • Salud física. • Familias preferentemente, pero no exclusivamente, con hijos. • Capacidad para aceptar y respetar al menor y todas sus características. • Prioritaria,pero no necesariamente, que sea familia extensa. • Capacidad para colaborar con los profesionales. • Aceptación de contactos y visitas con la familia del niño o la niña. • Motivación de ayuda a una problemática familiar, no sólo al niño o la niña. • Proximidad geográfica. • Capacidad de mediación. • Familias preferentemente, pero no exclusivamente, con hijos. • Capacidad para aceptar y respetar al menor y todas sus características. • Capacidad de aceptación de la reunificación familiar. • Aceptación del acogimiento por parte de todos los miembros de la unidad familiar. • Capacidades educativas: adecuación de pautas educativas a las necesidades de los niños. • Estabilidad emocional y salud física
  • 44. 43 2.2.5.5. CRITERIOS PARA EL ACOGIMIENTO EN FAMILIA EXTENSA El acogimiento en familia extensa es la modalidad más utilizada en la Comunidad de Cantabria. Esta modalidad requiere también un proceso de valoración de las familias candidatas. En este sentido podemos utilizar la ficha de recogida de datos para los acogimientos en familia extensa y los criterios de valoración elaborados por el grupo • Aceptación del acogimiento por parte de todos los miembros de la unidad familiar. • Capacidades educativas: adecuación de pautas educativas a las necesidades de los menores. • Capacidad de diálogo y reflexión. • Estabilidad emocional para aceptar una relación de ayuda a un niño, sin sentimiento de posesión sobre el mismo. • Capacidad de colaboración con el servicio y/o con otras familias de acogida. • Comprensión y aceptación de la temporalidad del acogimiento. GRISIJ (2007) de la Universidad de Barcelona. Estos criterios nos permiten conocer los factores de riesgo y los factores de protección de las familias candidatas.
  • 45. 44 2.3. ELACOPLAMIENTO, EL PROCESO DE ADAPTACIÓN INICIAL Hoy en día, el objetivo del acogimiento familiar se asienta en que es una medida temporal, para que el niño viva en un ambiente familiar, mientras su familia biológica logra recuperarse de las causas que han ocasionado esta separación, con la finalidad de poder recuperar al niño. El acogimiento familiar no es un fin del sistema de protección, es un medio, una oportunidad y un comienzo de nuevas etapas en la que se busca dar al niño la posibilidad de crecer en una familia. El programa de acogimiento familiar representa un continuun en todas sus fases. La toma de decisión, por parte del Servicio de Atención a la infancia, adolescencia y familia, de la colocación de un niño en una familia de acogida requiere el análisis de la documentación elaborada en fases anteriores. En primer lugar el informe del niño que ha sido elaborado por los servicios sociales junto con los equipos de valoración del Servicio deAtención a la infancia. El informe debería englobar la siguiente información: Apartir de este informe y del informe realizado a la familia biológica se debe tomar la decisión de cual es la mejor medida de protección para el niño o niña , que en los casos de separación de menores de seis años siempre debe de ser el acogimiento familiar, siendo extensivo siempre que sea posible para el resto de edades . Si la valoración realizada por los equipos de los servicios sociales no engloba todos los apartados anterioresesprecisoqueelequipode valoración del Servicio de protección lo complemente con todos aquellos A. CARACTERIZACIÓN PERSONAL B. DESARROLLO Estado físico. Hábitos. Autonomía, responsabilidad, resistencia al control. Desarrollo cognitivo. Autoconcepto y autoestima. Desarrollo emocional. Relaciones con los familiares. Ajuste escolar y relaciones sociales. Síntesis final.
  • 46. 45 aspectos que no figuren en el informe inicial. Para ello puede utilizar la ficha correspondiente que figura en el anexo. En el caso de que la medida valorada sea el acogimiento familiar se debe determinar la modalidad más adecuada de las que se disponga de familias en la Comunidad. Uno de los aspectos más complejos y difícilesenlasmedidasdeprotecciónesel poder predecir la duración de la medida, y más en concreto, la posibilidad de recuperación de la familia biológica. En este sentido se ha trabajado para poder disponerdeunosindicadoresquefaciliten alostécnicoslatomadedecisiones sobre las siguientes modalidades: Urgencia/diagnóstico. Todos aquellos casos en que sea preciso una separación urgente del niño y que se necesite un tiempo para realiza su valoración y pronóstico. Prioritariamete todos los niños menores de 6 años. Acogimiento con previsión de retorno. Cuando se valora una posibilidad de recuperación del ámbito familiar y existen buenos vínculos afectivos. Acogimiento permanente. Cuando se valora pocas posibilidades de recuperación familiar pero existen buenos vínculos afectivos. Acogimiento preadoptivo. Cuando no existen posibilidades de recuperación y los vínculos afectivos son muy débiles o inexistentes, por lo que se valora una separación definitiva y una propuesta de adopción. Los acogimientos con previsión de retorno o permanentes pueden ser en familia ajena o extensa. Los acogimientos preferentemente podrán ser en familia extensa siempre que estas reúnan unas condiciones adecuadas para ello. 2.3.1. INDICADORES PARA UNA PROPUESTA DE ACOGIMIENTO SEGÚN SU MODALIDAD Para una propuesta de acogimiento de urgencia/diagnóstico. • Prioritariamente todos los niños menores de 6 años en que se detecteunaurgenciadeseparación. (teóricamente puede ser aplicado a otras edades superiores). • Que exista una necesidad de valorar y diagnosticar la situación familiar.
  • 47. 46 • Una previsión en la toma de decisiones definitiva no superior a los seis meses. • Laexistenciadefamiliasacogedoras con una motivación diferenciada para estos acogimientos. Para una propuesta de acogimiento con previsión de retorno • La posibilidad de recuperación de la familia de origen. (Preferentemente en periodos de tiempo inferiores a dos años). • La aceptación de una relación de ayuda por parte de la F.B. • La existencia de vínculos afectivos entre los padres y sus hijos. • La aceptación voluntaria por parte del niño y su familia del niño. (generalmente es preciso trabajar este tema de voluntareidad). • La disposición de recursos o alternativas para ayudar a la familia.(Programa de intervención familiar,...). • El deseo de los padres de mantener visitas con el niño/a. • El deseo del niño de mantener visitas con sus padres. • La posibilidad de mantener contactos entre las partes. • La disponibilidad de familias. Para una propuesta de un acogimiento permanente • Si las posibilidades de recuperación de la familia son poco probables. • Si existen vínculos afectivos favorables para el menor. (si no existiera ninguna posibilidad de mantener los vínculos afectivos se tiene que estudiar la posibilidad de un proceso de acogimiento preadoptivo.) • Si la familia no reconoce ni acepta el trabajo con los servicios sociales. (incluye un rechazo a aceptar de que tienen un problema y a cualquier ayuda de cambio que se les pueda ofrecer) • Si los padres, no manifiestan el deseo de contactos. • Si el niño por su situación legal podría ir a una adopción, pero por su edad manifiesta una actitud contraria pero acepta un acogimiento permanente. • Si se dispone de familias de acogida para atender las necesidades del niño/a. Para una propuesta de un acogimiento en familia extensa. El acogimiento familiar con previsión de retorno y el acogimiento familiar permanente puede ser en familia
  • 48. 47 extensa o ajena. Para una propuesta de un acogimiento en familia extensa se utilizará la ficha de los criterios de protección y riesgo que figuran en el anexo. • Calidad en las relaciones con el niño. • Habilidad y deseo de ser parientes acogedores y de proteger el niño de abusos o de otros maltratos. • La seguridad de la casa de los parientes para proporcionar un entorno natural al niño. • Que no exista ninguna dinámica familiar en la casa de acogida relacionada con los abusos o la negligencia del niño. • La presencia de problemáticas relacionadas con el alcohol o otras drogas en el entorno de la casa de los parientes acogedores. • La buena voluntad de la familia extensa acogedora y la habilidad de cooperar con el servicio • La existencia de apoyos en los que tienen acceso las familias acogedoras. • La salud y la edad de los acogedores. Es necesario que ante la toma de decisión de cualquiera de las modalidades se cumplan la mayor parte de los indicadores. 2.3.2. LA SENSIBILIZACIÓN Y PREPARACIÓN DEL ACOGIDO Antes de realizar una propuesta de acogimiento, será necesario sensibilizar y preparar al niño sobre la posibilidad de ser acogido. En este punto de la preparación es necesario: • Detectar sus sentimientos, emociones y perspectivas; • Solucionar sus posibles dudas y • Adecuar las ideas y opiniones a la realidad del acogimiento. Una de las posibles estrategias para la preparación inicial del niño será mediante una actuación individualizada y directa. Los encargados de realizar la sensibilización serán las personas de mayor confianza, padres, educadores o los técnicos del Servicio de Elinformedelniñoseráuninstrumento necesario para realizar un buen emparejamiento con aquella familia de acogida que pueda responder mejor a las necesidades del niño.
  • 49. 48 2.3.3. LA PRESELECCIÓN DE LA FAMILIA A partir del informe de valoración del conjunto de familias de acogida que dispone el Servicio se deben seleccionar aquella que pueda responder mejor a las necesidades del niño. Para seleccionar a una familiael equipo de acogimiento debe tener en cuenta los siguientes aspectos: • ¿Cuáles son los intereses y las habilidades del niño? • ¿Cuáles son sus necesidades y fortalezas de salud, educativas o emocionales y del entorno? • ¿Quétipodeintervención necesita? • ¿Responden las características del niño a las que manifestó la familia en el proceso de valoración que podía asumir? • ¿Qué reacciones o comportamientos eran más fáciles o difíciles de asumir? • ¿Qué recursos y habilidades dispone la familia para atenderlo? • ¿Cómo cree la familia que puede hacer frente a estas situaciones? • ¿Qué ayuda y apoyo necesitarían? • ¿Disponemos de recursos para ofrecerles este apoyo? A partir de la contestación a estas preguntas, el técnico del equipo de acogimiento convocará a la familia preseleccionada a una reunión. En esta primera reunión se le ofrece a la familia una primera información sobre el niño. • Características de los menores: datos personales, sanitarios, escolares, conducta, etc. • Vivencia del niño ante la separación protección de menores, siempre en coordinación con el equipo de acogimiento: • Se proporciona información al niño sobre el acogimiento, • Se intenta que el menor comprenda los motivos de la separación, y • El porqué tiene que ser acogido. La preparación más específica del menor se llevará a cabo, cuando la familia de acogida comunique su consentimiento a los técnicos. Esta preparación dependerá de las características del niño y de la situación en que se encuentre éste, en un centro o con la familia de acogida.
  • 50. 49 de su familia. • Grado de motivación y aceptación que tiene el menor hacia el acogimiento. • Características del acogimiento: Duración prevista; tipo de acogida; visitas; aspectos económicos; servicios que necesita el niño... Se les informa que en el caso de aceptación se les facilitará una información más amplia y detallada y se contestarán todas aquellas cuestiones que se crean oportunas para facilitar una buena adaptación del niño en su casa. Cuando la familia se interesa por el menor se le ofrece una información adicional sobre los siguientes aspectos: • Características especiales que pueda presentar el menor. • Características de la familia biológica que puedan facilitar un mejor acoplamiento del menor y el contacto con su familia. • Situación legal del niño. • Motivo por el que está en acogida. • Previsión de visitas. • Historial médico. • Historial escolar. • Historia institucional. • Características psicológicas. • Habilidades y logros especiales. • Intereses especiales.(juegos,comida, vestido). • Ayuda que puedan recibir de otros técnicos y del servicio. • Y toda la información que deseen. En resumen es importante: • Proporcionar información real y completa de la situación. • Facilitar la comprensión del impacto de las vivencias y experiencias que el niño o niña hayan sufrido. • Manifestar que es posible que los técnicos no dispongan de toda la información y que puede ser que ellos sean los que con la confianza la puedan descubrir y posteriormente comentarla con los técnicos pararecibirlaayudaadecuada. Sinembargo,laideanoesquelafamilia de acogida tenga que conquistar el niño en un momento o conocer todo a su respeto. Debe hacerlo de una forma natural, gradual, ya que si no podría
  • 51. 50 El niño también debe recibir una información y preparación para tener la oportunidad de expresar sus sentimientos y poderle ayudar a sobrepasar este momento de su vida. El desconocimiento de la realidad por parte del niño, le crea recelos y miedos que pueden dificultar el proceso de adaptación. Es necesario que el niño tenga clara su historia personal y que no tenga confusión de los roles del educador, de la familia de origen o de la familia acogedora. Enlapreparacióndelniñointervienen el equipo de acogimiento y los responsables del niño en la situación anterior al acogimiento, estos últimos, normalmente son la propia provocar un etiquetaje del niño. Es primordial que las familias de acogida perciban que se facilita toda aquella información necesaria para facilitar el acoplamiento y la posterior adaptación del niño o niña acogido. Cuando existe una aceptación por parte de la familia se prepara al niño y a la familia biológica. 2.3.4. LA PREPARACIÓN ESPECÍFICA DEL MENOR familia biológica o los técnicos de un centro de acogida. En el caso de que el niño vaya directamente de su familia biológica a una familia de acogida, es preciso que se establezca el procedimiento más adecuado y responsabilizar a la familia biológica del apoyo y explicaciones que debe dar a su hijo. En el caso de que el niño esté en un centro de acogida es muy importante la colaboración de los técnicos del centro. Cuando un niño acude a una familia de acogida, el niño tiene que conocer o poder tener una respuesta inmediata, de acuerdo con su edad y características, a las preguntas que pueda plantear.(Amorós, Fuertes, Roca 1994).Estas son algunas de las preguntas que se hacen los niños o jóvenes al tener que trasladarse a una familia de acogida: • ¿Cómo se llama la gente donde voy? • ¿Cómo tendré que llamarles? • ¿Cuántos niños hay? ¿De que sexo? • ¿Qué edad tienen los niños? • ¿Cómo son? • ¿Sabrán mis padres donde estoy? • ¿Cómo me puedo poner en contacto con ellos?
  • 52. 51 • ¿Cuándo volveré a ver a mis padres? • ¿Cuánto tiempo voy a estar aquí? • ¿Cuándo te veré (trabajador social) de nuevo? • ¿Si te necesito, ¿Cómo puedo contactar contigo? • ¿Tendré que ir a la escuela/a otra escuela? • ¿Qué sabe esta familia de mí? Para la preparación del menor se tendrá en consideración, en que punto del desarrollo evolutivo se encuentra. Pero en líneas generales, los aspectos que se preparan y se proporciona información son los siguientes: Al menor se le informa y prepara sobre: • Las características de la familia de acogida: estructura familiar, nombres de los componentes de la familia, características personales, costumbres, aficiones y domicilio de la vivienda. • Las características del acogimiento: Duración, visitas, relación con las personas implicadas, los motivos de separación. Es decir, ayudarle a tomar consciencia de su historia personal (lo que aconteció, porque es que sus padres no pueden cuidar de él, porque es mejor en este momento vivir con una familia de acogida). • Los sentimientos que pueden surgir, como pueden ser los sentimientos de culpabilidad y/o agresividad hacia su familia biológica. • Su propia actitud ante el nuevo ambiente familiar. • La nueva relación que mantendrá con sus padres biológicos: la existencia de unas visitas limitadas. Es importante que asuma la separación de su familia y amigos, y que comprenda que la separación no tiene porque significar una ruptura. • La relación con el equipo de acogimiento y el rol que este tendrá a lo largo del acogimiento. Se le intenta hacer comprender la necesidad de que colabore en todo el proceso y de que asuma las orientaciones de los técnicos. • La nueva vida familiar y para todos los cambios que esto conlleva. • Los aspectos positivos de su nueva situación.
  • 53. 52 En síntesis es necesario: • Hacerle consciente de su realidad. • Resolver sus dudas o temores. • Responder con sinceridad a todas sus preguntas. • Prepararlo para la separación temporal de su familia y sus amigos. • Trabajar el posible sentimiento de culpabilidad o de agresividad hacia su familia. • Motivarle y solicitar su aceptación. • Hacerleentenderquelaseparación no implica ruptura. • Informarle de las características del acogimiento. • Informarle de las características de la familia de acogida. En la actualidad, una de las funciones fundamentales en los programas de acogimiento familiar es la intervención con la familia biológica. Para poderse llevar a cabo una intervención positiva y para que el acogimiento tenga un desenlace 2.3.5. LA PREPARACIÓN DE LA FAMILIA BIOLÓGICA: de reunificación, es necesario que la familia biológica se implique en el proceso del acogimiento y colabore con los técnicos de caso en la medida de lo posible. En la medida en que la familia biológica entiende que la nueva situación puede ser beneficiosa para sus hijos y que ellos siguen siendo importantes en su vida, es mucho más probable que las relaciones entre las dos familias sean agradables y más de cooperación que de enfrentamiento. Lógicamente, el trabajo de los técnicos en todos estos aspectos es crucial, tanto para explicar las razones por las cuales se ha adoptado esa medida de protección, como para permitirles formarse expectativas realistas sobre el futuro de sus relaciones y contactos con sus hijos. Generalmente, las familias presentan sentimientos o actitudes ambiguas, por una parte suelen percibir la posibilidad de ayuda y por otra un sentimiento de pérdida ante la separación de su hijo. Estos sentimientos pueden entremezclarse con actitudes de aceptación o rechazo de los técnicos o de la propia familia de acogida que la pueden ver como un contrincante
  • 54. 53 que desea quitarles el cariño de sus hijos. (Amorós, Palacios, 2004). En los casos que la familia acepta la medida de separación, suelen ser familiasquevivenlaseparacióncomo una liberación y un respiro, saben que sus hijos están bien cuidados y atendidos, y ellos no tienen que preocuparse de su cuidado diario ni de su manutención. Las intervenciones de los técnicos consistirá en ayudar a las familias a: • Comprender la situación en que se encuentran y valorar las posibilidades de cambio: es necesario que la familia biológica entienda que necesita ayuda para solventar sus problemas; y que la mejor ayuda para su situación es el acogimiento. • Comprender en que consiste el acogimiento: la familia biológica ha de ver el acogimiento como una ayuda o complementación a su situación provisional y nunca entenderlo como una sustitución. Los técnicos habrán de centralizarse en las ventajas que implica el acogimiento para toda la familia. • Promover la participación de la familia en la toma de decisiones, • Desarrollar una confianza mutua entre los miembros de la familia y el técnico por medio de una intervenciónclaraycomprensible. Y a su vez, ofrecerles espacios para que puedan manifestar sus dudas e inquietudes. • Conocer detalladamente los objetivos y la función de todas las fases del acogimiento. Es importante asegurar el mantenimiento de los vínculos afectivos por medio de los contactos y visitas. • Fomentar el uso de los recursos del entorno que les permita mejorar su ambiente o situación física, su formación y oportunidades de empleo y su salud. • Facilitarles el conocimiento de otras familias en igual situación. La intervención de los técnicos puede complementarse con ofertas puntuales de tipo económico, transporte, cuidado de los niños, alimentación, servicios médicos. Si las familias vivencian estas situaciones, las posibilidades de aceptación y colaboración aumentan considerablemente.
  • 55. 54 El proceso de preparación de las partes continúa con el primer contacto entre la familia de acogida y el menor. El niño, con la cooperación del equipo de acogimiento, puede intercambiar fotografías con la familia de acogida, con la finalidad de construir una relación de confianza y facilitar la integración. En los casos en que el primer contacto (entre la niño y la familia En cualquier caso, quizá la idea fundamental a retener es la de que los padres de los niños en acogimiento pasan también por una fase de adaptación a su nueva situación, que esta transición es potencialmente dolorosa para ellos porque pone en marcha fuertes sentimientos de pérdida y rabia, sentimientos que no pueden ser ignorados, particularmente en los casos en los que sea importante trabajar con la familia biológica de cara a la existencia de contactos o visitas, así como con vistas a la posible reunificación familiar. 2.3.6. LOS PRIMEROS CONTACTOS Y LA ADAPTACIÓN INICIAL de acogida) coincide con la fecha de la entrega del niño, se busca prestar atención especial al lugar de su realización. Se busca que sea un espacio próximo y conocido del niño, un local donde el niño esté a gusto y se mueva naturalmente para después de creada alguna empatía y confianza pasarse al espacio exterior. • En ocasiones este primer encuentro se realiza en el centro de acogida con la presencia del educador o responsable y un miembro del equipo de acogimientos. Son momentos de gran emotividad, en particular por parte del niño y la familia de acogida. La familia y el niño pueden salir a realizar un breve paseo. • En los posteriores encuentros, se puede continuar el proceso de acuerdo con la edad y las reacciones que manifiesten el niño y la familia de acogida. Se amplia el tiempo de permanencia y el niño puede ir a pasar un fin de semana con la familia de acogida con el fin de que conozca el entorno social de su nueva vivienda. Después todo depende de la adaptación del menor y de la valoración que haga el equipo de acogimiento a partir de las
  • 56. 55 informaciones de la familia y el niño. Por lo general cuanto más pequeño es el niño más rápido se realiza este proceso. En niños mayores el proceso puede alargarse. Las reacciones de los niños mayoritariamente en esta fase son de alegría, entusiasmo, con un deseo de agradar. Estas reacciones se juntan con estados de inquietud, nerviosismo e hiperactividad. En estos primeros momentos tanto la familia de acogida como el niño necesitan un apoyo por parte del equipo del servicio de acogimiento, tanto para valorar el proceso de acoplamiento como para solventar las posibles dificultades que puedan surgir. El equipo técnico debe intervenir en esta fase: • Aliviar la tensión natural que se establece en una nueva relación • Ser elemento mediador y hablar con el niño para tranquilizarlo y darle confianza • Apoyar la familia de acogida para rebajar los niveles de ansiedad. Es importante que el niño cuando llega a la familia de acogida se sienta bien en el “espacio” que va a ocupar. Este espacio no es sólo se refiere al hogar de la familia de acogida sino también otros locales como la escuela, la ludoteca, etc. La familia de acogida necesitará realizar un ajuste en la dinámica familiar para aceptar a un nuevo miembro y poder actuar ante las reacciones que el niño presenta. En un primer momento pueden estar pendientes del niño y de las reacciones que pueda presentar, no le exigen demasiado sino que le dejan que se vaya adaptando, aunque le van marcando normas básicas del grupo familiar, tienen respeto a algunas reacciones del niño, pero al mismo tiempo ilusión y disponibilidad para afrontar estas dificultades. Un aspecto común en todas las familias de acogida es pensar en la reestructuración del espacio que tendrán que realizar ante la llegada de un menor, la adecuación al entorno social, en particular la escuela y la adaptación en el entorno familiar tanto propio como de la familia extensa.
  • 57. 56 En el primer encuentro entre el equipo de acogimiento y el niño, tras la llegada, se busca de una forma relajada conocer las primeras impresiones que tuvieron los adultos, los hijos naturales y el niño de acogida, a través de su propio relato. En las primeras entrevistas del equipo de acogimiento con la familia de acogida, tras la integración de los niños, el objetivo principal es conocer las alteraciones a la dinámica familiar (relación de los hijos biológicos a las personas acogidas) y conocer alguna eventual problemática de convivencia (hábitos alimentos, vestuario, hábitos de sueño) Normalmente, tras la integración del niño, ocurre una fase de “luna de miel”. Como en cualquier nueva relación todo es nuevo e interesante. La familia empieza por “sobreproteger”. Cuando termina esta fase, la familia quiere imponer las reglas y rutinas necesarias, pudiendo el niño reaccionar. A pesar de estar preparada para la llegada, a través de la formación que recibieron, es importante que la familia desdramatice los episodios de conflicto, se sienta capaz de ultrapasarlos y los vea como parte integrante del proceso, primero de acomodación y de adaptación, que es necesario para ponerse en marcha un periodo de mayor normalidad relacional con los pequeños altibajos de cualquier familia normal. En todas las cuestiones hasta ahora mencionadas (la información previa al acogimiento, la transición de una familia a otra y las relaciones entre las familias) el papel de los técnicos que intervienen es crucial. Es a ellos a quien corresponderá facilitar al máximo las cosas, removiendo factores de tensión y de riesgo, y tratando de incorporar en las relaciones y en su vivencia elementos positivos y facilitadores sin los que es difícil que el acogimiento funcione y prospere adecuadamente.
  • 58. 57 2.4. EL SEGUIMIENTO Y EL ACOMPAÑAMIENTO La labor de seguimiento de las familias de acogida y los niños por parte del equipo de acogimiento se centra fundamentalmente en la facilitación de aquellos aspectos que puedan favorecer la adaptación del niño y la familia y en la ayuda en la resolución de las dificultades o conflictos que puedan surgir. Toda la labor de planificación a lo largo de todo el proceso del acogimiento, ejecutando adecuadamente cada una de las fases de selección, formación, preparación previa del acoplamiento, elaboración del plan de intervención y apoyo constante a las familias de acogida y al niño, son las mejores garantías para el éxito del acogimiento. La filosofía del programa de acogimientos tiene como razón fundamental el efecto beneficioso que supone la vivencia de una experiencia familiar positiva. La familias de acogida es, en este caso, el vehículo de integración de los niños y jóvenes en las redes formales e informales de la institución familiar. La familia de acogida debe ayudar al desarrollo y crecimiento personal que, en muchos casos, se ha visto interferido o bloqueado por las propias historias vividas por el niño. Así, el apoyo al proceso de acogimiento está en realidad constituido por una variedad de actuaciones técnicas que tienden a crear las condiciones adecuadas para el buen funcionamiento del proceso. Un elemento importante a tener presente en este proceso de adaptación son los hijos de las familias de acogida; por un lado pueden verlo como un amigo/a, un compañero de juegos y poder tener responsabilidades e incluso enseñarle cosas o aprenderlas, por otro, pueden tener celos o sentirse mal porque tienen que compartir con otro niño sus cosas. Las reacciones pueden ir del fomento de una mayor comunicación con su familia, generando responsabilidades y aumentando la solidaridad, hasta la aparición de rivalidades.
  • 59. 58 Laimportanciaquetienenlasvisitasen los programas de acogimiento familiar, en particular, con los de previsión de retorno, requieren contemplar un plan de visitas dentro del programa de intervención individualizado. El plan de visitas será elaborado, a ser posible, con la participación de todas las partes y en el figuran los acuerdos y compromisos. El plan general de visitas puede variar de acuerdo a las características propias de cada caso pero los aspectos básicos que deben figurar son: • El lugar. • La frecuencia. • La duración. • La persona o personas que mantendrán contacto con el menor. • Los técnicos que supervisarán la visita. El lugar, la frecuencia y la duración de las visitas deberían facilitar una relación lo más normalizada posible. Lógicamente existen diversos factores que es preciso tener en cuenta: • La resolución judicial, 2.4.1. EL PLAN DE VISITAS • La edad del niño, • La modalidad de acogimiento, • Las posibilidades de las familias (de acogida y biológica). En las situaciones de acogimiento simple o con previsión de retorno las visitas pueden tener lugar en la propia casa de la familia biológica o acogedora, siempre de acuerdo con le plan de visitas establecido. Lo aconsejable es que el niño tenga la mayor frecuencia posible de visitas, ya que favorecen que se mantenga el vínculo afectivo. En esta modalidad las visitas son un elemento básico para facilitar la reunificación por lo que se deben preparar a todas las partes para que se mantengan de una forma satisfactoria para el niño o niña. En los acogimientos permanentes, dependerá si tiene carácter judicial o no y si el juez ha establecido las características de las visitas. Lo aconsejable es que el niño tenga visitas con aquellos miembros familiares que le aportan un bienestar y le facilitan un apoyo afectivo. A veces las visitas no son aconsejables con los propios padres, o con uno de ellos, pero ello no implica que las puedan mantener
  • 60. 59 con otros familiares (abuelos, tíos, hermanos). La frecuencia dependerá de muchos factores, pero para que tengan un sentido de mantener una relación afectiva hay que realizarlas con cierta frecuencia, valorando los beneficios que aporta al niño o niña esta relación. Si realmente existe una vinculación afectiva del niño con alguno de sus familiares, ya sean padres, abuelos, tíos o hermanos la frecuencia debe ser la mayor posible, sin que ello perjudique la rutina diaria y no suponga una merma en la actividades socio-comunitarias que mantiene. En la formación previa al acogimiento se había preparado a los acogedores en cuanto a actitudes, conocimientos y pautas de conducta generales, una vez que el acogimiento comienza es cuando hay que concretar todo eso en relación con un niño o una niña concretos, con sus necesidades, su historia pasada, sus problemas y sus posibilidades. Incluso si los acogedores tienen recursos suficientes para hacer frente a todo esto las visitas del equipo de acogimiento son necesarias, aunque sólo fuera para reafirmarles en sus buenas prácticas familiares. Las investigaciones han demostrado la correlación que existe entre los contactos continuos con los padres y la posibilidad de retorno. También remarcan que los niños más visitados es más probable que retornen a su hogar y que las visitas están asociadas con el bienestar emocional del niño/a y los padres. La importancia de mantener las visitas, sin obviar las posibles dificultades que puedan existir permite a cada una de las partes alcanzar unos objetivos que son básicos para facilitar el retorno. Para el niño las visitas le permiten: • Vivenciar una idea de continuidad a su vida, • Reflexionar de que la separación no es total ni definitiva, • Estar en contacto con las personas con las que le unen relaciones afectivas significativas, • Incrementar su autoestima y confianza en sí mismo y • Sentirse querido y protegido. El contacto con los padres biológicos durante el acogimiento es muy necesario para una reunificación exitosa y una vinculación afectiva positiva entre el niño y los padres. Por último para los técnicos las visitas son unos indicadores muy importantes para evaluar el proceso del acogimiento y tomar decisiones para el retorno.
  • 61. 60 Una vez que se produce el contacto entre los acogedores y el equipo de acogimiento, sea en el curso de visitas periódicas, sea en el de contactos de emergencia, la actitud de los técnicos resulta crucial (Amorós, Palacios, 2004). Algunas de las cosas que más valoran las familias tienen que ver con sentirse atendidas, escuchadas, entendidas y valoradas. Lo que reclaman no es una relación burocrática o distante. Tampoco necesariamente esperan que se les den soluciones ya hechas, ni que se les diga lo que hay que hacer sin haber explorado antes juntos diversas alternativas. Como se ha indicado unas líneas más arriba, el buen apoyo profesional al acogimientofamiliarnoesesporádico y reactivo sino que tienen un carácter más estable y continuado, con un ritmo y periodicidad que –ese sí- puede perfectamente ajustarse a las necesidades concretas de cada caso. Cada acogimiento se resuelve, pero la necesidad de sentimiento de equipo facilita la consolidación del programa de acogimiento como recurso efectivo 2.4.2. EL ACOMPAÑAMIENTO Las buenas prácticas de los técnicos en las entrevistas se pueden concretar en: • Consensuarlas con todas las partes. • Utilizar las visitas para que la familia natural tome decisiones y responsabilidades con respecto a su hijo/a. • Transmitir esperanza sobre las evoluciones que se van haciendo. • Ayudar al niño/a a vivir sin culpabilidades. • Obtener datos para decidir el momento del retorno o de otra alternativa. • Concienciar a las familias y al niño/a de la importancia de las visitas. Por parte de la familia acogedora las acciones pueden ser: • Preparar al niño/a antes de cada visita con una actitud positiva. • Ver los sentimientos y reacciones que provoca en el niño/a el encuentro con su familia: antes, durante y después. • Proporcionar un ambiente natural y relajado. • Facilitarle a la familia del niño/a información sobre su evolución.
  • 62. 61 2.4.3. EL TRABAJO GRUPAL El tipo de relación con los técnicos de que estamos hablando tiene, pues, mucho que ver con trabajo en equipo entre técnicos y acogedores (Amorós, Palacios, 2004). Un trabajo en equipo en el que cada uno juega un rol distinto y tiene capacidades y competencias diferentes, pero en el que el tono predominante no sea el de técnicos que prescriben y acogedores que se limitan a seguir instrucciones. En la medida en que los acogedores tienen alguna implicación en la planificación y la toma de decisiones que les afectan, en la medida en que su voz se oye cuando hay que orientar el caso en una u otra dirección, en la medida en que se pide su opinión, en la medida en que se les usa como fuente de información fiable en relación con el niño o la niña, en esa medida los acogedores sienten que están trabajando en equipo y no que son un mero instrumento de que el sistema de protección se sirve para derivar problemas y tensiones. Por otro lado, el hecho de participar como acogedores con experiencia en programas de formación de nuevos acogedores añade una dimensión de satisfacción de incuestionable valor, situando a los acogedores en una posición lo más alejada posible de simples terminales de un sistema con el que ellos tienen poco que ver y en el que se les dan escasas oportunidades de ser oídos, tomados en consideración y valorados. Junto con este seguimiento individual también es conveniente realizar un seguimiento grupal. Los grupos de apoyo con las familias de acogida conforman otra modalidad muy útil de seguimiento del acogimiento familiar. Por medio de los grupos de apoyo se puede facilitar la comunicación entre iguales, compartir satisfacciones y dificultades, facilitar aprendizajes en la solución de los problemas y generar un apoyo mutuo. Las ventajas de los grupos de apoyo son: • Intercambio de ideas que ayudan a la solución de los problemas. • Ser receptores y donantes de información. • Con la escucha de otras situaciones se pueden situar en el contexto de las que pueden ocurrir. • Existe un valor catártico. • Se reduce el aislamiento, dando ánimos, proporcionando seguridad
  • 63. 62 y una consolidación ante sentimientos como los de frustración, enfado y alegría. • Se crea un sentimiento de pertenencia e identidad con el grupo y el programa (ayuda en momentos de crisis.) La estructura de los grupos de apoyo, puede ser muy variada, pero la experiencia nos ha demostrado que una estructura que combine los aspectos de urgencia y las temáticas de fondo son muy eficientes. En concreto la composición y estructura puede ser la siguiente: • La composición: de los grupos de apoyo, fundamentalmente, están constituidos por familias que realizan una misma modalidad de acogimiento familiar. El número de participantes puede oscilar alrededor de 12/18 personas.Aser posible asisten los dos miembros de la familia acogedora. Si existen hijos mayores se les puede invitar a participar en las mismas. En ocasiones se puede incluir en estos grupos a familias de acogida que ya han sido seleccionadas y están en periodo de espera. De esta forma se mantiene vivo el interés de las familias y al mismo tiempo se refuerza su formación y su dinámica grupal. • Las sesiones tienen una duración aproximada de 2 horas y se realizan una cada mes y medio aproximadamente (exceptuando vacaciones de navidad y de verano) alrededor de 6 reuniones anuales. • Los contenidos se han pactado inicialmente con las familias de acogida y se ha elaborado una planificación en donde se determina las fechas y los contenidos de cada una de las sesiones a lo largo del año. • Desarrollo de las sesiones. En la primera media hora se abordan temas que pueden solicitar de forma urgente alguno de los asistentes. En el caso de que sean varios los que desean comentar un tema se distribuye el tiempo de 30 minutos según los temas que se quieren abordar. Los participantes saben que tan solo se dedicaran 30 minutos a los diversos temas que se aborden. El resto de la sesión se desarrolla a partir de una temática seleccionada anteriormente por los participantes y preparada por los técnicos responsables del seguimiento con actividades y recursos altamente
  • 64. 63 participativos. No es realizar una conferencia, sino plantear teórica y prácticamente una temática y debatirla entre todos, buscando unas conclusiones. Las conclusiones a estos temas se facilitaran posteriormente a todos los participantes. Para desarrollar estas temáticas se pueden utilizar y adecuar materiales existentes como el Programa para la formación de familias acogedoras de urgencia- diagnóstico (2002) o el Programa de formación para el acogimiento en familia extensa (2005). • Al finalizar la sesión se les puede facilitar a los participantes material complementario para su lectura. De hecho, se ha observado que las relaciones que se inician dentro del grupo se expanden fuera de él, creándose un sentimiento de pertenencia e identidad con el grupo y el programa, lo que posibilita que las familias acogedoras se ayuden en momentos de crisis. 2.4.4. LA REMUNERACIÓN O COMPENSACIÓN ECONÓMICA POR EL ACOGIMIENTO Los acogedores no se acercan al acogimiento buscando dinero, sino con su mayor ilusión puesta en las gratificaciones intangibles en forma de sentimiento de ser útiles, de ayudar a un niño o niña y a su familia, de sentirse partícipes en un proyecto a la vez personal y social, de dedicar su tiempo, su energía y sus afectos a una buena causa. Pero la investigación ha documentado reiterada y suficientemente que la remuneración por el acogimiento (o, en todo caso, la compensación por los gastos que ocasione) forma parte del cuadro de apoyos que son a la vez lógicos y positivos. Lo que llega con el dinero no es sólo la retribución o la compensación que se hubiera acordado previamente, sino también el reconocimiento por el trabajo y la función que se están desarrollando. Como ya decíamos anteriormente “No se hace por dinero, pero no se puede hacer sin dinero. Si no hay familias no hay futuro en el acogimiento”. En el caso de acogimientos familiares con previsión de retorno
  • 65. 64 se debe estar simultáneamente haciendo todo un trabajo de apoyo, ayuda y en su caso tratamiento a los padres biológicos que tratan de resolver sus problemas y estar en condiciones de recuperar a los hijos que tuvieron que pasar a ser temporalmente cuidados por la familia acogedora. Si con la familia biológica no se lleva a cabo un trabajo concienzudo, sus probabilidades de recuperación espontánea son muy reducidas, si no nulas.
  • 66. 65 El acogimiento puede finalizar por el retorno del niño a su hogar, por un cambio de recurso social (acogimiento residencial, otro acogimiento familiar, adopción) o por la independencia del joven acogido. La finalización del acogimiento, tanto si es consecuencia de una previsión como de una ruptura, debe ser cuidadosamente preparada. Los sentimientos y necesidades de todas las partes (niño, familia de acogida y familia del niño) deben ser tenidos muy en cuenta para que puedan ser vividos con la mayor naturalidad posible. Entre el conjunto de sentimientos podemos destacar: Sentimientos del niño • Incertidumbre ante lo que va a ocurrir. • Alegría de volver con sus padres. • Miedo por si las cosas no salen bien. 2.5. LA FINALIZACIÓN DEL ACOGIMIENTO Y EL RETORNO 2.5.1. LOS SENTIMIENTOS Y NECESIDADES • Sentimiento de ser ajeno a la familia biológica. • Satisfacción por el reencuentro con su entorno y amigos. Sentimientos familia biológica • Satisfacción por haber resuelto sus conflictos. • Desaparición de las angustias o temores ante la duda de pérdida del hijo/a. • Esperanza de futuro. • Temor a que el niño les compare con la familia acogedora. • Dudas sobre su capacidad de asumir otra vez al niño/a. • Ilusión por reunificar a la familia y alegría por recuperar al hijo/a. Sentimientos de la familia de acogida • Sentimiento de pérdida. • Búsqueda de continuidad en la relación. • Preocupación por cómo estará el niño/a . • Satisfacción por haber contribuido a la mejora. • Sentir la experiencia como enriquecedora.
  • 67. 66 La función de los técnicos en este proceso es un elemento fundamental no sólo para el acogimiento en particular sino para que en el futuro tanto las familias naturales como las familias de acogida puedan vivenciarlo como un recurso normalizado en su comunidad. El retorno se realizará de forma gradual y a lo largo de este tiempo se irá preparando a las partes. Los aspectos sobre los cuales los técnicos deben centrar su atención son: Preparación de la familia biológica y de la familia de acogida • La preparación que requiere el niño/a. • Los esfuerzos realizados por todos los implicados. • Cómo se va a realizar el proceso de retorno. • La evolución de la familia del niño/a y las circunstancias actuales que permiten el retorno. • Los sentimientos que pueden producirse a consecuencia de la separación de la familia acogedora. • La importancia de las buenas despedidas. • Los cambios que tendrán que realizar para adaptar el niño/a de nuevo a su hogar. Preparación del niño por parte de los técnicos • Cambios que se están produciendo en su familia, • La intención de su familia por recuperarlo, • El apoyo que seguirán teniendo tanto él como su familia, • Los cambios que él está experimentando, • Los cambios que tendrá que hacer para adaptarse a su familia, • La valoración de la experiencia del acogimiento. Preparación del niño por los acogedores • Transmitir los aspectos positivos que supone volver a su familia natural. • Mostrar alegría por su retorno. • Acordar aspectos concretos del retorno:¿Cómo se hará, quiénes, cuándo? • Ayudar al niño/a a integrar esta experiencia y fomentar su individualidad, remarcando el esfuerzo y los cambios de la familia natural.
  • 68. 67 • Ayudarle a reconocer y experimentar sus sentimientos. La finalización del retorno del niño a su hogar no significa la terminación de la intervención con la familia. Es preciso realizar un proceso de ayuda a la familia durante un periodo determinado para ir solventando los procesos de adaptación tanto del niño como de su propia familia.
  • 69. 68
  • 70. 69 Anexo 1 INDICADORES DE VALORACIÓN PARA EL ACOGIMIENTO EN FAMILIA EXTENSA
  • 71. 70
  • 72. 71 A. DATOS PERSONALES Y SOCIODEMOGRÁFICOS INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO 1. Edad de los miembros de la familia acogedora candidata. • La diferencia generacional entre acogedores y menor acogido no es mayor a 50 años. • Todos los miembros de la familia acogedora tengan una edad mayor a la del menor acogido. La familia se encuentra en una etapa del “nido vacío”, es decir que en la actualidad el núcleo familiar esta compuesto por la pareja, con la experiencia de haber criado y educado a un hijo o hija, el cual por edad evolutiva se ha emancipado. • La edad de los miembros acogedores sea mayor de 70 años. • Algún miembro de la familia acogedora candidata tenga una edad inferior a la del menor acogido. 1. Personas que conviven en la posible casa acogedora • Las familias monoparentales • Que en la casa ya vive otro hijo acogido (igual madre,diferente padre,ej.) • El núcleo de convivencia está formado por dos generaciones: padres-hijos. • La familia acogedora tiene hijos. • En el núcleo familiar no vive ni la madre ni el padre. • Entre el núcleo familiar hay alguna persona que requiere un nivel de atención muy específico. • Que el núcleo familiar no tenga la experiencia de cuidar a un infante. • En el núcleo familiar vive el padre o la madre del menor de forma estable. •La familia acogedora sea numerosa. • En el núcleo familiar, vive la madre o el padre del menor acogido de forma espontánea, provocando conflicto cuando está. 2. Lugar de residencia. Este indicador tiene que valorarse en relación con el indicador de relación entre las familia s, ya que el hecho de estar cerca o demasiado lejos entre ellas, puede provocar situaciones conflictivas, al hora de llevar las visitas o los contactos. • La familia acogedora resida en el mismo municipio o un municipio distinto, pero no alejado, al de la familia biológica, que facilite el contacto y las visitas entre ellos, pero que no sea fuente de conflicto. • El lugar de residencia, rural o urbana, bien comunicado. • Zona con cercanía de equipamiento urbano (parques, jardines etc), educativo (centro escolar, biblioteca, centro cívico,...) y social (centros educativos, de salud, sociales,...) • El lugar de residencia de la familia de acogida sea el mismo municipio al de la familia biológica en caso de cierto conflicto familiar • Escaso equipamiento y recursos, urbanos, educativos y sociales, para niños/niñas y familia • Inestabilidad
  • 73. 72 3. Nivel de suficiencia económica Este indicador está muy relacionado con los indicadores del apartado B. Por tanto, cuando se haga la valoración es importante tenerlo presente. • Renta per cápita suficiente o superior para cubrir todas las necesidades familiares. • Los ingresos alcanzan para cubrir las necesidades básicas, bien porque algún miembro de la unidad familiar tiene trabajo estable o bien porque cobran algún tipo de prestación económica o pensión –ayuda económica-. • Carencia de recursos económicos suficientes para cubrir las necesidades básicas –aportación discontinua e irregular de ingresos de los miembros de la unidad de convivencia, o las ayudas no son suficientes para cubrir las necesidades-. B. COBERTURA DE LAS NECESIDADES BÁSICAS INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO 4. Necesidad básica: alimentación • Cada miembro del núcleo familiar presenta una organización adecuada para responder a la necesidad alimentaria: alimentación variada y equilibrada, adecuada a la edad y necesidades personales. • El momento de la comida es un punto de reunión para los miembros de la familia acogedora, facilitando de esa manera la comunicación entre ellos. • La cobertura de la necesidad básica alimentaria es insuficiente i/o inadecuada: alimentación poco equilibrada y poco variada. Pero el hecho de ser consciente de esta dificultad, buscan ayuda y la asumen. • Cobertura inadecuada e insuficiente las de necesidades alimentarías: sólo se come una vez al día, antecedentes de trastornos alimenticios en la familia o evidencias físicas de una mala alimentación: demacrado. • No son conscientes de esta desorganización, y si lo son, no buscan ayuda para superar la situación. 4. Necesidad básica: vestido • Cada miembro del núcleo familia r presenta un adecuado y suficiente vestuario, para cubrir la necesidad básica –adaptación a las condiciones climáticas, adecuación a la talla y a la higiene de esa... • La cobertura de la necesidad básica de vestimenta es inadecuada y/o insuficiente: inadecuada a la edad, a las condiciones de las actividades que realiza el menor, y a la higiene de esa. • Pero el hecho de ser conscientes de esta situación buscan ayuda y la asumen: por ejemplo compara ropa de segunda mano o dada por vecinos. • Cobertura inadecuada e insuficiente de la necesidad de vestimenta: falta de higiene extrema, inadecuada para la edad y para las condiciones climáticas • No son conscientes de esa desorganización, y si lo son, no buscan ayuda para superar la situación.
  • 74. 73 4. Necesidad básica: salud. • Cada miembro del núcleo familiar presenta una adecuada respuesta a la necesidad de salud correspondiente: adecuación higiénica, seguimiento de los controles médicos y de las prescripciones médicas. • La cobertura de la necesidad básica de salud es inadecuada y/o insuficiente: se abusa de los circuitos de urgencias, como único centro sanitario y sin seguimiento médico regular acorde a la edad de los miembros de la posible familia acogedora. • Los posibles acogedores saben que existe el medico de familia y que es necesario un seguimiento médico periódico, pero no hacen nada al respeto. • La necesidad básica de la salud es inadecuada e insuficiente: nulo seguimiento de control médico, ni de las prescripciones médicas, y administración de fármacos sin prescripciones médicas. • No son conscientes de esta falta de atención médica y si lo son, no creen necesario su servicio como control médico. 4. Necesidad básica: educación. • Este indicador sólo se tendrá en cuenta en aquellas familia s que tienen hijos o que previamente a la valoración de la misma, han tenido la experiencia de haber acogido a un menor de la misma familia . • En este punto se observa mínimamente las pautas / modelos educativos permanentes en esta familia. • Cada miembro del núcleo familia r presenta un respeto mínimo hacia los otros que conviven en la casa, existe una convivencia, una educación en la dinámica familia r, organización y hábitos. • Respeto a los miembros con edad escolar, si hay en el domicilio, presentan una dinámica de estudio buena; asistencia y puntualidad a la escuela, buena colaboración con ella, estimulación y motivación hacia la misma, etcétera. • Si hay miembros con edad escolar en el domicilio familia r candidato: la cobertura inadecuada y/o insuficiente de la necesidad básica educativa: falta algún día a la escuela sin justificación, retraso en la adquisición de material escolar, respuesta negativa a incorporar al niño a las actividades de tiempo libre, etcétera. • Y si no hay menores en el domicilio, como ven estas personas la educación de un menor? • No existe un respeto entre los miembros de la familia acogedora, cada cual tiene una vida independiente, aunque vivan juntos y cuando se encuentran en el mismo espacio el diálogo entre ellos es mínimo si no violento y agresivo. • Si hay miembros con edad escolar en el domicilio familia r candidato, la necesidad básica educativa es inadecuada e insuficiente: ausentismo escolar repetidos sin justificar, etc.
  • 75. 74 5 y 6. Necesidad básica: vivienda. • El domicilio de la familia acogedora candidata permite en cuando a espacio, la entrada del menor en ello. • La distribución de los espacios es correcto, ya que existe las habitaciones, al menos las mínimas para desarrollar la vida cotidiana, y la función de las habitaciones es la propia a la destinada en la misma, y a demás de existir una buena higiene, ventilación y climatización, en general. • La cobertura de la necesidad básica de vivienda es insuficiente y/o inadecuada: problemas leves en cuanto a espacio o habitabilidad y/o existe un gran desorden y suciedad en la misma, en general. • Los miembros de la familia son conscientes de esta situación, y se comprometen a organizarse, para respetar los espacios con su tarea y organizarse para limpiarlos. • La necesidad básica de la vivienda es inadecuada e insuficiente, conscientes de esta situación, no buscan ayuda o remedio: falta de espacio habitable por todos los miembros de la unidad familia r, falta de higiene extrema, hacinamiento y falta de luz, agua y equipamiento. . Salud de los integrantes de la familia candidata. • Los miembros de la familia de acogida no presentan ninguna enfermedad grave crónica física y/o psíquica, ni ninguna que requiera hospitalización o cuidados especiales en la unidad de convivencia. • Algún miembro de la familia acogedora tiene alguna enfermedad física y/o psíquica grave o incapacitante pero se encuentra en tratamiento y no supone una sobrecarga para la familia. • Uno o más de la familia acogedora padece alguna enfermedad física y/o psíquica, las cuales precisan de tratamientos y cuidados prolongados, además de frecuentes hospitalizaciones –existen internamientos periódicos. • Algún miembro de la familia acogedora padece alguna enfermedad terminal o con pronóstico de muerte. 8. Disponibilidad para atender la vida familiar. • Disponibilidad y dedicación suficiente de algún miembro de la familia para cubrir las necesidades. • Existencia de red de apoyo social y familiar. • Existe una dedicación parcial pero suficiente para cubrir las necesidades, por parte de algún miembro de la familia acogedora, y/o disponen de una red social de apoyo. • Existe una dedicación parcial por parte de algún miembro de la familia , pero esta no es suficiente, ni en calidad ni cantidad para cubrir las necesidades. Ni dispone de una red de apoyo que cubra estas faltas.
  • 76. 75 9. Participación en la comunidad. Interrelación con el entorno. • Participación de los acogedores en alguna asociación vecinal, cultural o deportiva o en las actividades que se organizan en su barrio o comunidad. • Dispone de una amplia red de apoyo social caracterizada por relaciones estables y satisfactorias con amigos, vecinos y familiares. • Preocupación de las necesidades comunitarias y respeto a los bienes comunitarios. • La familia acogedora presenta dificultades en la interrelación con su entorno, no participa en asociaciones ni dispone de red social, pero en situaciones de dificultad ha demostrado tener capacidad para pedir ayuda y resolver sus necesidades. • Relaciones principalmente centrada en su entorno familiar. • La familia acogedora presenta una situación social de aislamiento y no se relaciona ni con sus vecinos ni con sus familia res, a veces incluso mantienen relaciones conflictivas, provocando el rechazo. • Nula utilización y/o rechazo en relación a los Servicios Sociales. • No respeto a los bienes públicos. • Existe una fusión entre lo familiar y lo vecinal. No existe privacidad, su vida es pública y siempre hay vecinos en el domicilio. C. COLABORACION CON EL EQUIPO TECNICO INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO 10. Aceptación del seguimiento que realizan los profesionales con la F.A. • Aceptan el seguimiento y mantienen un grado elevado de colaboración –movilización por la consecución de lo que se tenga que necesitar para poder atender al menor adecuadamente-, facilitan información importante y relevante a los técnicos sobre el desarrollo del acogimiento, y reconocen la necesidad de velar por el buen funcionamiento del proceso. • Se sienten controlados y/o cuestionados por los técnicos no percibiendo relación de ayuda. • Aceptan el seguimiento pero facilitan o encubren información significativa del caso. • Rechazan totalmente el seguimiento de los técnicos, dificultando el trabajo de los mismos, dar información contraria o que no la quieren dar, sentimiento de censura y no realizan las indicaciones de los técnicos delante del proceso.
  • 77. 76 11. Contactos entre la familia acogedora y la familia biológica. • Los contactos se producen de forma frecuente; se mantienen casi cada día o un par de veces a la semana entre la Familia biológica, la Familia de Acogida, el Menor y la Administración. Y en ellos la relación es de cooperación y de buena comunicación para llegar a acuerdos. De esta manera se permite o fomenta la participación de la Familia biológica en acontecimientos familia res de la Familia de Acogida y en aspectos de la vida del menor. • La periodicidad es difícil de establecer ya que depende del caso, en general los contactos se mantienen una vez al mes aproximadamente. Pero existen dificultades por partes de ambas familias, para que se produzcan estos contactos –a veces se utilizan estrategias para obstaculizar las visitas o contactos programados -, pero tienen intención por parte de éstas para resolverlas o para recibir y asumir ayuda • Prácticamente no existen contactos, y si existen son esporádicos que provocan conflictos. Existe una rivalidad entre las familias y descalificaciones intensas y frecuentes. • La Familia biológica no entiende ni acepta las medidas impuestas. • Sitúan al menor en un conflicto de lealtad y no tienen en cuenta las necesidades de éste. • No se respetan las decisiones técnicas que se hayan establecido en beneficio del menor. 12. Actitud ante las posibles visitas con la familia biológica. • Aceptación total valorando positivamente el beneficio de éstas por parte, tanto de la Familia biológica como del Menor, de esta manera se facilita la interacción entre el niño y los padres biológicos. Actitud favorable pero de desconfianza o miedo –delante lo desconocido/diferente o al no saber como reaccionar– ante los contactos. De forma expresa, la relación es de respeto, pero distante. • Rechazan totalmente las visitas de la Familia biológica, no permiten los contactos entre el menor y sus padres biológicos. Existen serios problemas de entendimiento y colaboración. • La familia biológica no respeta las actividades del menor y la familia acogedora e imponen verlo en cualquier momento. 13. Actitud ante la reunificación del niño con la F.B. • Clara comprensión de que el papel de los acogedores es temporal –o puede ser temporal- y su función no es suplantar a los padres biológicos del menor. Su trabajo y colaboración es consecuente con estos principios. • Comprensión limitada del papel de los acogedores respecto de los padres biológicos y del menor, sobretodo presentan dudas manifestadas ante la imposibilidad de asumir el retorno o la despedida. • La familia acogedora es contraria a la reunificación del menor con la familia biológica y ponen obstáculos para su consecución, ya que no ven adecuado el retorno en ningún caso, y lo viven como algo muy negativo. Nula comprensión del papel temporal que corresponde a los acogedores en el cuidado de los menores.
  • 78. 77 14. Aceptación de la familia biológica sobre el proyecto de acogimiento. • Total aceptación y plena comprensión de la situación y lo que eso representa. Actitud muy favorable y ausencia de conflictos familiares. • Actitud favorable, pero algo desconfiado o temeroso. • Algunos antecedentes no significativos de conflictividad familiar. • Actitud abiertamente contraria y muy desconfiada respeto al acogimiento por familiares. • Historial previo de serios enfrentamientos familiares. • La familia no acepta las condiciones del acogimiento y sus obligaciones. • Rivalidad existente entre acogedores y padres biológicos. 15. Opinión y deseo del niño ante el acogimiento. • El menor está contento de ir a vivir con la familia acogedora, ya que tiene conocimiento y lazos afectivos con ellos. Aunque al menor le duele separarse de su familia se siente acogido, querido y con espacio en su familia acogedora. • El niño no tiene lazos afectivos muy desarrollados con la familia acogedora, y aunque no quiere separarse de su familia biológica, no rechaza a la familia de acogida. • No reconocimiento por parte del menor de ninguna conflictiva familiar que justifique esta medida. • Ausencia de lazos afectivos, rechazo o conflictividad con la familia acogedora. • Sentimiento por parte de que sus padres le necesitan para seguir viviendo. D. ESTRUCTURAY DINAMICA FAMILIAR INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO 16. Relaciones entre los miembros de la familia acogedora. • La relación entre los miembros de la pareja acogedora es de un clima de diálogo con recursos personales para afrontar dificultades y/o necesidades individuales, de pareja o de familia , manifestando un respeto por las opiniones de los demás miembros, capacidad para llegar a un consenso de decisiones y afectividad manifestada. • La relación existente entre los miembros de la pareja acogedora es buena, existe un respecto mutuo, pero ante dificultades no existe un clima de diálogo, sino que se toman decisiones sin tener en cuenta las opiniones del resto de los miembros del núcleo familiar. • Delante la situación de crisis en la pareja acogedora, existe la capacidad de pedir ayuda profesional. • La relación existente entre los miembros de la pareja acogedora está impregnada de conflictos y discusiones continuadas sin motivo aparente, toman decisiones por imposición de forma autoritaria o arbitraria, ausencia de diálogo, presencia de continuas rupturas, acercamiento y distanciamiento, ausencia total de afecto y/o uso de la violencia verbal, física y psicológica.
  • 79. 78 • No son frecuentes las manifestaciones de afecto entre los miembros de la pareja. • No comparten el ocio ni el tiempo libre. 17. 18 y 19. Capacidad de comunicación, resolución de conflictos y organizativa. • Los miembros de la familia acogedora tienen una buena capacidad de comunicación y resolución de conflictos • Tienen un estilo democrático de tomar decisiones y negocian las normas de convivencia –delimitan los espacios, las funciones y las actividades de los diferentes miembros de la unidad familiar–. • Los miembros de la familia acogedora tienen dificultades leves para la comunicación y la resolución de conflictos, no suelen hablar/dialogar sobre sus problemas pero en presencia de conflictos son capaces de afrontarlos en el seno de la familia. • A veces los padres o las madres acogedores tienen conductas autoritarias o permisivas. • Los acogedores siempre dan prioridad a las necesidades de los niños por encima de las suyas. • Los miembros de la familia acogedora tienen dificultades importantes para la comunicación: comunicación agresiva y la resolución de conflictos, falta de capacidad para negociar. • Utilizan un estilo autoritario o permisivo permanente. • Los adultos siempre dan prioridad a sus necesidades por encima de las de los niños. E. RELACIÓN DE LOS MIEMBROS DE LA F. A. CON EL MENOR Y CON SU FAMILIA BIOLÓGICA INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO 20. Relación entre el menor y la acogedora o acogedores candidatos. • Presentan una relación positiva, manifiestan en público un vínculo afectivo mutuo y se conocen bien. • El menor acude a los acogedores candidatos ante problemas importantes, con sus padres. Podríamos decir que son unos referentes. • Si no se conocen previamente. Presentan una relación difícil, ya que prácticamente no se conocen y por tanto, existe una escasa vinculación mutua afectiva. • Relación previa. Se da una relación previa negativa: los acogedores no comprenden la situación del menor y no le apoyan ni lo aceptan. • No existe un vinculo afectivo entre los acogedores y los menores.
  • 80. 79 • Los acogedores candidatos muestran una preocupación, desde hace tiempo, por el desarrollo integral del menor. • Perciben el problema desde hace tiempo y se responsabilizan ante el mismo. • Comprensión por parte de los acogedores de la situación del menor y de sus características. • Práctica de buenas estrategias educativas al comportamiento del menor. • No existe una relación previa. No existe una relación previa, pero los miembros de la familia acogedora muestran una actitud positiva delante del acogimiento. • Si existe una relación anterior. El menor se siente en un conflicto por lealtad, entre la familia biológica y la familia acogedora candidata, existiendo una apropiación indebida del niño – los acogedores no permiten que se relacione con otras figuras familiares. • Inconsistencia en la práctica de las estrategias educativas, delante las circunstancias que presenta el menor. • No existe una relación previa. No existe una relación anterior, pero la actitud que muestran los acogedores candidatos ante la posibilidad de acoger es negativa, se ve el acogimiento como algo obligatorio. Este indicador se relaciona con el indicador del posicionamiento delante del acogimiento. 21. Relación existente entre el menor y los otros menores de la familia acogedora candidata. • La relación del menor entre los niños de la familia acogedora es muy positiva, cooperativa –no existencia de rivalidad o competitividad-, afectiva, se conocen bien y se llevan bien. • Reciben por parte de los adultos acogedores la información acorde con la edad de los menores, en relaciones al acogimiento familiar. • La relación del menor entre los niños es difícil, ya que apenas se conocen, provocando de esta manera rivalidad y descalificaciones entre los menores en ciertas situaciones, pero también cooperación en otras y mínima afectividad manifiesta. • La relación es negativa y conflictiva –a veces violenta-, a veces existen celos entre los niños. • Desinterés mutuo para conocerse. 22. Relación afectiva entre la familia acogedora y la familia biológica. • La relación es buena, existe un vínculo afectivo entre ambas partes e intentan ayudarse. Existe una comprensión de la situación, una aceptación mutua y clara del rol y la responsabilidad de ambas partes. • Aceptación de la situación por ambas partes, aunque no exista un reconocimiento y comporte en ocasiones pequeñas crisis –no hay expresiones físicas o verbales de afecto, actitud distante, que dificultan el proceso de negociación para llegar a acuerdos, descalificaciones • La relación es de conflicto, descalificación y rechazo explícito o implícito de una o ambas partes, ya que no existe una comprensión mutua de la situación de acogimiento. • La relación es de conflicto, descalificación y rechazo explícito o implícito de una o ambas partes, ya que no existe una comprensión
  • 81. 80 • Aceptación de los padres biológicos de la situación y reconocimiento y respeto de la labor de los acogedores. Y a la vez, que se entienda y favorezca por parte de la familia acogedora la participación y, por tanto, la responsabilidad en el ejercicio parental de la Familia biológica. • Información acerca de la vida cotidiana del niño, buena comunicación, contactos, pactos, acordes entre las dos partes –pensando en las necesidades del menor-. mutuas no fundamentadas-. • Existe una relación afectivo-conflictiva de ambas familias, si bien el menor está preservado del conflicto o al menos la familia acogedora le ayuda a mantenerse ajeno a éste, recibiendo y asumiendo ayudas en caso necesario. mutua de la situación de acogimiento. • No existe disponibilidad a prestar ayuda y no se respetan los acuerdos consensuados. • La familia acogedora se niega a dar información sobre el menor a la familia biológica. • Triangulación del menor en los conflictos de los adultos. 23. Aceptación y comprensión de la problemática de los padres biológicos. • Aceptación y comprensión la problemática real de la familia biológica, estableciendo medidas coherentes a la misma. • La familia acogedora muestra comprensión con la situación de los padres biológicos. • Comprensión de la problemática de la familia biológica, pero no aceptación de la misma, provocando reticencias hacia ésta de la Familia acogedora. • Dificultad de la FA para conectar emocionalmente con el sufrimiento de la FB. • Falta de reconocimiento por parte de la familia biológica de la ayuda proporcionada por la familia acogedora. • Nula aceptación y comprensión de la problemática. Rechazo ante ésta. • La familia de acogida no reconoce las limitaciones personales o las dificultades por las que han pasado los padres biológicos. • Comentarios excesivamente críticos y rígidos de la familia acogedora al menor, sobre la familia biológica. 24. Colaboración y ayuda de la familia acogedora a la familia biológica. • El grado de ayuda y colaboración puede calificarse como positivo en la mayoría de los aspectos. Concretamente, la familia de acogida presenta una actitud positiva respeto a la temporalidad del proceso de acogimiento, es consciente de la recuperación del menor por parte de la familia • La familia acogedora sólo ofrece ayuda y/o colaboración en situaciones muy puntuales, ya que existe una muestra de cansancio de la Familia acogedora en proporcionar ayuda a la Familia biológica • Implicación negativa; la familia acogedora se ha negado a ayudar a la familia biológica reiteradamente y la actitud es agresiva entre ambas familias, • Boicot de la familia acogedora a los avances de recuperación de las familias biológicas. Hasta al extremo de utilizar al menor como
  • 82. 81 biológica, ofreciendo su ayuda, tanto material como personal, para que la Familia biológica resuelva su problemática. “instrumento” para retardar/evitar el retorno del menor con la familia biológica. 23. Aceptación y comprensión de la problemática de los padres biológicos. • Aceptación y comprensión la problemática real de la familia biológica, estableciendo medidas coherentes a la misma. • La familia acogedora muestra comprensión con la situación de los padres biológicos. • Comprensión de la problemática de la familia biológica, pero no aceptación de la misma, provocando reticencias hacia ésta de la Familia acogedora. • Dificultad de la FA para conectar emocionalmente con el sufrimiento de la FB. • Falta de reconocimiento por parte de la familia biológica de la ayuda proporcionada por la familia acogedora. • Nula aceptación y comprensión de la problemática. Rechazo ante ésta. • La familia de acogida no reconoce las limitaciones personales o las dificultades por las que han pasado los padres biológicos. • Comentarios excesivamente críticos y rígidos de la familia acogedora al menor, sobre la familia biológica. 24. Colaboración y ayuda de la familia acogedora a la familia biológica. • El grado de ayuda y colaboración puede calificarse como positivo en la mayoría de los aspectos. Concretamente, la familia de acogida presenta una actitud positiva respeto a la temporalidad del proceso de acogimiento, es consciente de la recuperación del menor por parte de la familia biológica, ofreciendo su ayuda, tanto material como personal, para que la Familia biológica resuelva su problemática. • La familia acogedora sólo ofrece ayuda y/o colaboración en situaciones muy puntuales, ya que existe una muestra de cansancio de la Familia acogedora en proporcionar ayuda a la Familia biológica. • Implicación negativa; la familia acogedora se ha negado a ayudar a la familia biológica reiteradamente y la actitud es agresiva entre ambas familias, • Boicot de la familia acogedora a los avances de recuperación de las familias biológicas. Hasta al extremo de utilizar al menor como “instrumento” para retardar/evitar el retorno del menor con la familia biológica. 25. Aceptación del menor por parte de los miembros de la familia acogedora. • Voluntad clara de compromiso de todos los miembros de la familia. Se le considera un miembro más de esta participando en todas las actividades y ayudándolo. Pero cuando existen • La motivación del acogimiento se basa en una obligación moral y algunos miembros de la Familia acogedora presentan una aceptación parcial, pero alto • Existencia de la mayoría o la totalidad de los miembros de la Familia de Acogida que no acepta el acogimiento, rechazan al menor, ya que la motivación del acogimiento es basado en
  • 83. 82 dificultades y/o limitaciones en el menor se tiene un reconocimiento y aceptación de la misma. • Una comprensión de la situación del menor –existencia de una relación empática-, una comprensión hacia las conductas reprensibles del menor y capacidad de devolver al niño/a aspectos positivos de su historia anterior. • Manifestación sólida de la afectividad hacia el menor. nivel de afectividad mutuo. • En un primer momento, no comprenden los síntomas de malestar del niño, niegan la dificultad que representa el proceso de adaptación del acogimiento, pero presenta expectativas de cambio positivos en el menor en breve periodo de tiempo. • Existencia de temor por parte de los acogedores de que el menor repita la historia del padre/madre. una obligación moral. Exigiendo responsabilidades inapropiadas al menor tanto en relación a su momento evolutivo, al contexto y a su historia personal. • No existe relación o es conflictiva entre los acogedores y el menor y se utiliza la amenaza de finalización del acogimiento ante dificultades de convivencia. F. MOTIVACIÓN, ACTITUDY CONOCIMIENTOS ANTE EL ACOGIMIENTO INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO 26. Motivaciones y actitudes para acoger de la FA. • El sentimiento es de ayuda, viven el acogimiento como una manera de ayudar a la familia biológica y al menor acogido y positiva ante la convivencia del menor en el seno de la Familia Acogida –postura realista sobre el acogimiento-. • Poco conocimiento de familia s y/o experiencias de acogimiento, repercutiendo el no conocer suficientemente en las implicaciones que conlleva éste. • Ideas erróneas o nulo conocimiento sobre acogimiento –la familia sólo ve el acogimiento como una manera de que el menor no salga de la comunidad familiar. 28. Aspectos del acogimiento que la familia ve como difíciles y actitudes ante las dificultades • Capacidad para identificar y reconocer los posibles obstáculos, y la actitud delante de éstos es de predisposición a superarlos, negociando alternativas entre todos los miembros de la unidad familia r y de disponibilidad a pedir ayuda, si fuera necesario. • Limitada capacidad para identificar y reconocer los posibles obstáculos, viven como difícil el acogimiento en sí, pero presentan una actitud positiva para afrontarlos y la disponibilidad a pedir ayuda a los técnicos, en situaciones límite, pueden ir superando las dificultades. • Incapacidad para identificar y reconocer posibles obstáculos, viven el acogimiento como una situación muy difícil, manifestando incapacidad para afrontar los problemas que surgen; escasos recursos para afrontarlos y escasa disponibilidad a pedir ayuda.
  • 84. 83 G. SÍNTESIS FINAL INDICADORES FAVORABLES INDICADORES DE RIESGO INDICADORES DE ALTO RIESGO 29 y 30. Caracterización global de la familia acogedora. • Tengan el máximo de los indicadores favorables. Y sobretodo que tengan gran capacidad de empatía y recursos personales propios para hacer frente a las dificultades que vayan surgiendo. Su motivación sea de ayuda y no de usurpación. • Dificultades con posibilidad de cambio. • Tengan mayor número de indicadores desfavorables y que realicen el acogimiento forzado, o que su motivación sea de separación de los padres biológicos, cuando se trata de una reunificación y si se trata de una separación no tengan capacidad de protección. Indicadores elaborados por el Grupo GRISIJ (2007) de la Universidad de Barcelona
  • 85. 84 C. ESTRUCTURAY DINÁMICA FAMILIAR INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO Relaciones entre los miembros de la pareja acogedora (muestras de afecto, unión familiar ...) Historia o antecedentes de maltrato Capacidad de comunicación, resolución de conflictos, estilos... Participación en la comunidad. Interrelación con el entorno A. DATOS PERSONALES Y SOCIODEMOGRÁFICOS INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO Composición del núcleo familiar: Edad de los miembros de la familia acogedora Personas que conviven en la casa Lugar de residencia Nivel de suficiencia económica Salud de los integrantes Antecedentes de adicción y/o adicciones actuales. Disponibilidad para atender la vida familiar B. COBERTURA DE LAS NECESIDADES BÁSICAS INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO Necesidades básicas (alimentación, vestido, salud, viviendo...)
  • 86. 85 D. RELACIÓN DE LA FAMILIAACOGEDORA CON EL MENOR Y CON SU FAMILIA BIOLÓGICA INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO Relación entre el menor y los acogedores Relación del menor con los niños que conviven en el domicilio de la familia acogedora Relaciones entre los miembros de la familia acogedora Aceptación del menor por parte de los miembros FA Relación afectiva entre la familia acogedora y la familia biológica Contactos entre la familia acogedora y la familia biológica Aceptación y comprensión de la problemática Colaboración y ayuda de la familia acogedora a la familia biológica E. POSTURAANTE ELACOGIMIENTO INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO Motivaciones y actitudes para acoger de la F.A. Conocimiento que la FA tiene sobre lo que significa acogimiento en familia extensa Aspectos del acogimiento que la familia ve como difíciles y actitudes ante las dificultades Actitud ante las posibles visitas con la familia biológica
  • 87. 86 Actitud ante la reunificación del niño con la F.B. Aceptación de la familia biológica sobre el proyecto de acogimiento Opinión y deseo del niño ante el acogimiento F. COLABORACIÓN CON EL EQUIPO TÉCNICO DEL PROGRAMA INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO Aceptación del seguimiento que realizan los profesionales con la F.A. G. SÍNTESIS FINAL INDICADORES FAVORABLES INDICADOR DE BAJO RIESGO INDICADOR DE ALTO RIESGO Caracterización global de la familia acogedora PUNTOS DÉBILES IPUNTOS FUERTES POSIBILIDADES DE CAMBIO TIPO DE INTERVENCIÓN
  • 88. 87 Anexo 2 INSTRUMENTOS DE VALORACIÓN - Evaluación inicial del niño/a - Informe valoración (familia ajena) - Informe valoración (familia extensa)
  • 89. 88
  • 90. 89 A. CARACTERIZACIÓN PERSONAL 1. Nombre: 2. Sexo: 3. Fecha de nacimiento: 4. Domicilio de la familia biológica (solo se ha de especificar el barrio o pueblo y la ciudad o provincia): 5. Características especiales referidas a enfermedades, minusvalías, trastornos del comportamiento, etc. Especificar. 6. Gustos y aficiones del niño/a. 7. Actitud ante una posible alternativa de separación de su familia. B. DESARROLLO DEL NIÑO/A EN DIFERENTES AREAS Estado físico 8. Valoración del desarrollo físico en comparación con lo normal para su edad. 9. Estatura. 10. Peso. 11. Existencia de lesiones o cualquier otro signo externo de maltrato, abandono, etc. Hábitos 13. Alimentación: 14. Higiene: 15. Descanso. 16. Juegos EVALUACIÓN INICIAL DEL NIÑO/A
  • 91. 90 Autonomía, responsabilidad, resistencia al control 17. Desarrollo de hábitos de autonomía e independencia sin necesidad de que se esté encima de él/ella, que se le hagan las cosas, etc. 18. Capacidadparaorganizarsutiempo,susobjetos,susactividades,sinnecesidad de una supervisión o asistencia continuadas. 19. Aceptación de ayuda cuándo se le brinda. 20. Grado de resistencia al control de su conducta por parte de los demás (por ejemplo si se le pide que deje de hacer algo, etc...). Desarrollo cognitivo 22. Valoración del desarrollo intelectual en comparación con lo normal para su edad. Especificar. 23. Valoración del desarrollo de su lenguaje en comparación con lo normal para su edad. Especificar. Autoconcepto y autoestima 25. Conocimiento de sí mismo/a y de su situación en comparación con lo normal para su edad. En el caso de que existieran problemas, especifícalos. 26. Confianza en sí mismo/a, en sus capacidades y destrezas. En el caso de que existieran problemas, especificarlos. 27. Grado de confianza en los demás. Especificar (adultos, iguales,..). 28. Respecto a su pasado, manifestación de signos de aceptación, duelo y/o rechazo. Especificar. 29. Respecto a su futuro, manifestación de preocupación, inquietud, ansiedad, etc.,.. o más bien de tranquilidad y confianza. Especificar. Desarrollo emocional 31. Establecimiento de vínculos de apego. Especificar con quién.
  • 92. 91 32. Caracterización de esos vínculos (normales, posesivos, ansiosos, inseguros, etc.) 33. Valoración de la expresión de emociones en el/la niño/a. 34. Valoración de la búsqueda, aceptación y/o rechazo de la expresión de emociones que se le dirigen. Relaciones con los familiares 37. En relación con su integración en la familia biológica, relaciones con el/la niño/a en términos de aceptación, rechazo, indiferencia, etc. Especificar. 38. Conocimiento del niño/a de la realidad familiar, los problemas existentes, etc. Vivencia e interpretación de los problemas existentes. 39. Relación del niño/a con los distintos miembros de la familia biológica con los que tiene contacto habitual. Indicar tanto la frecuencia, como si la relación es mas o menos estrecha o distante, positiva o negativa. Ajuste escolar y relaciones sociales 41. Breve resumen de la trayectoria escolar previa del niño/a en cuanto a escolarización y rendimiento. 42. Situación de escolarización actual. 43. Grado de regularidad en la asistencia a clase. 44. Nivel de rendimiento académico y conocimientos escolares. 45. Relaciones del niño/a con su profesor o profesores. 46. Especificar si el niño/a plantea problemas de conducta en el colegio. 47. Relaciones del niño/a con los compañeros. Especificar si tiene amigos estables o no, así como la presencia o evolución de posibles problemas de integración en el grupo o de conducta. Síntesis final 49. Caracterización global del niño/a. 50. Principales puntos débiles, críticos, trastornos o limitaciones. 51. Aspectos positivos destacables.
  • 93. 92 INFORME VALORACIÓN (Familia de Acogida Ajena) A. DATOS PERSONALES Y SOCIODEMOGRÁFICOS Acogedor Nombre y apellidos Fecha de nacimiento Estado civil DNI Acogedora Nombre y apellidos Fecha de nacimiento Estado civil DNI 1. Composición del núcleo familiar. Tipología de unión (matrimonio, pareja de hecho, pareja, otros..) Fecha de inicio de convivencia Número de hijos Nombres y edades de los hijos que conviven en el núcleo familiar Convivencia en el mismo domicilio de otros miembros de la familia extensa 2. Domicilio actual, teléfono, otros teléfonos de contacto. (la información la necesitamos para poder contactar con las familias) Domicilio Población Teléfonos e-mail 3. Nivel educativo de cada uno de los integrantes del núcleo familiar. Especificar el nivel de escolarización más alto alcanzado por cada uno. 4. Situación laboral de cada uno de los integrantes del núcleo familiar. Especificar la profesión de cada miembro. 5. Nivel de suficiencia económica del núcleo familiar.
  • 94. 93 6. Grado de disponibilidad para atender a la vida familiar de cada uno de los miembros adultos de la familia. 7. Experiencia previa en relación con niños. Especificar el grado de experiencia (por ejemplo, experiencia con hijos propios, no propios, en acogimiento, profesional, etc.). 8. Historia de salud de los integrantes del núcleo familiar: enfermedades significativas. Enfermedades significativas de los miembros de la familia acogedora Vivienda de la familia y entorno en el que está ubicada. 9. Características de la vivienda. Especificar tipo de vivienda, habitaciones, habitaciones compartidas y cualquier otro aspecto de interés. 10.Equipamientosyserviciosqueexistanenelentornoquepuedanserimportantes para la atención y desarrollo del niño(a) cómo colegios, dispensarios médicos, parques, centros de tiempo libre,... Especificar. Ayuda / apoyos familiares y sociales 11. Relaciones con la familia extensa. Especificar si existen o no familiares accesibles para apoyo emocional (compartir vivencias) e instrumental (ayudas concretas). 12. Relaciones con las personas del entorno. Especificar si hay o no vecinos o amigos accesibles para apoyo emocional e instrumental. B. COLABORACIÓN CON EL EQUIPO TÉCNICO DEL PROGRAMA 13. Nivel de aceptación por parte de la familia del curso de formación. Especificar si hay datos concretos de interés.
  • 95. 94 14. Aceptación de la familia del contacto con otras familias de acogida. 15. Nivel de aceptación de colaboración con la familia biológica, si existe. C. ESTRUCTURA Y DINÁMICA FAMILIAR Relaciones familiares 16. Relaciones entre los miembros de la pareja. Especificar expresiones de afecto, satisfacción con la vida en común, grado de autonomía familiar. 17.Gradodecolaboraciónentre losmiembrosdela pareja. Especificardistribución de roles en las tareas del hogar, cooperación, reparto de responsabilidades en las tareas de crianza y educación. 18. Estilo de afrontamiento a los problemas y tensiones, así cómo a las dificultades. 19. Relaciones existentes entre los niños de la familia acogedora (si hay otros niños). Especificar relaciones de afecto, rivalidad, cooperación, dependencia, etc. Estilo educativo 20. Estilo educativo de los acogedores (impositivo, democrático, permisivo, indiferente). Especificar el grado de acuerdo y, si las hubiere, las diferencias más importantes entre uno y otro. 21. Capacidad de comunicación de los acogedores (por ejemplo, si tienden a hablar, a comentar, expresar opiniones y pedirlas, etc.) en relación con los niños.
  • 96. 95 D. MOTIVACIÓN, ACTITUD Y CONOCIMIENTOS ANTE EL ACOGIMIENTO 22. Conocimiento que la familia tiene sobre los tipos de acogimiento y sus características. 23. Motivación de la familia para plantearse el acogimiento. 24. Especificar los aspectos del acogimiento que la familia ve cómo más fáciles de asumir y cómo más difíciles. 25. Tipo de acogimiento que la familia estaría dispuesta a sumir. Especificar en relación con edad, hermanos, minusvalías o deficiencias, enfermedades, trastornos de conducta, etc. E. EXPECTATIVAS SOBRE EL NIÑO/A Y EL ACOGIMIENTO 26. Actitud ante los orígenes del niño/a y la problemática de la familia biológica. 27. Actitud ante las posibles visitas o contactos con la familia biológica. 28. Consideración de una imagen correcta, excesivamente idealizada o excesivamente negativa del niño/a concreto o de los que habitualmente están disponibles para acogimientos. 29. Actitud ante la separación del niño/a y su salida del hogar o su retorno a la familia biológica. F. VALORACIÓN GENERAL DE LA ENTREVISTA 30. Valoración general de la entrevista por lo que se refiere al clima durante su desarrollo, valoración del grado de cooperación, de la facilidad de comunicación, de la dinámica familiar durante la entrevista (quién suele contestar, qué ocurre cuándo no hay acuerdo, relación con el niño/a si está presente,...)
  • 97. 96 INFORME VALORACIÓN (Familia de Acogida Extensa) A. DATOS PERSONALES Y SOCIODEMOGRÁFICOS Acogedor Nombre y apellidos Fecha de nacimiento Estado civil DNI Acogedora Nombre y apellidos Fecha de nacimiento Estado civil DNI 1. Composición del núcleo familiar. Tipología de unión (matrimonio, pareja de hecho, pareja, otros..) Fecha de inicio de convivencia Número de hijos Nombres y edades de los hijos que conviven en el núcleo familiar Convivencia en el mismo domicilio de otros miembros de la familia extensa 2. Domicilio actual, teléfono, otros teléfonos de contacto. (la información la necesitamos para poder contactar con las familias) Domicilio Población Teléfonos e-mail 3. Situación laboral y suficiencia económica del núcleo familiar Situación actual de ocupación del acogedor: Situación actual de ocupación de la acogedora: Nivel de suficiencia económica del núcleo familiar acogedor
  • 98. 97 B. COBERTURA DE NECESIDADES BÁSICAS 4. Valoración de la cobertura de las necesidades básicas del niño o niña acogido (especificar en alimentación, vestido, salud y educación). 5. Coberturadelavivienda. Especificartipo devivienda,habitaciones,habitaciones compartidas o no, y cualquier otro aspecto de interés. Existencia de habitaciones compartidas entre alguno de los hijos de los acogedores y el niño/a de acogida. 6. Equipamientos y servicios que existan en el entorno que puedan ser importantes para la atención y desarrollo del niño(a) cómo colegios, dispensarios médicos, parques, centros de tiempo libre,... Especificar. 7. Historia de salud de los integrantes del núcleo familiar: enfermedades significativas. Enfermedades significativas de los miembros de la familia acogedora 8. Disponibilidad para atender la vida familiar. 9. Participación en la comunidad. Nivel de integración social: conocimiento, utilización o participación en los recursos y servicios de la comunidad (asociaciones culturales, deportivas, servicios sociales, sanitarios...). C. COLABORACIÓN CON EL EQUIPO TÉCNICO DEL PROGRAMA 10. Nivel de aceptación por parte de la familia del seguimiento. Especificar si hay datos concretos de interés. 11. Aceptación de la familia del contacto con otras familias de acogida. 12. Actitud ante las posibles visitas o contactos con la familia biológica. 13. Actitud ante la reunificación del niño/a a la familia biológica. 14. Aceptación de la familia biológica sobre el proyecto de acogimiento. 15. Opinión y deseo del niño ante el acogimien
  • 99. 98 D. ESTRUCTURA Y DINÁMICA FAMILIAR Relaciones familiares 16.Relaciones entre los miembros de la pareja. Especificar expresiones de afecto, satisfacción con la vida en común, grado de autonomía familiar. 17.Capacidad de comunicación de los acogedores (por ejemplo, si tienden a hablar, a comentar, expresar opiniones y pedirlas, etc.) en relación con los niños. 18.Estilo de afrontamiento a los problemas y tensiones, así cómo a las dificultades. 19.Estilo educativo de los acogedores (impositivo, democrático, permisivo, indiferente). Categorías (especificar el manejo de estrategias educativas concretas tales como el castigo y la negociación): E. RELACIÓN DE LA FAMILIA ACOGEDORA CON LA FAMILIA DE ORÍGEN 20. Relación entre el menor y la familia acogedora 21. Relación entre el menor y los otros menores de la familia acogedora 22. Nivel de relación entre la familia acogedora y la familia biológica del niño: relación afectiva, nivel de aceptación y ayuda, contactos. 23. Aceptación y comprensión de la problemática en que está envuelta la familia de origen 24. Grado de colaboración y ayuda de la familia de acogida con respecto a la FB. 25. Aceptación del menor por parte de los miembros de la familia acogedora F. MOTIVACIÓN, ACTITUD Y CONOCIMIENTOS ANTE EL ACOGIMIENTO 26. Motivaciones y actitudes para acoger de la familia de acogida
  • 100. 99 27. Conocimiento que la familia tiene sobre lo que significa el acogimiento en familia extensa, los tipos de acogimiento y sus características. 28. Especificar los aspectos del acogimiento que la familia ve cómo más fáciles de asumir y cómo más difíciles. G. SINTESIS FINAL 29. Aspectos positivos destacables. 30. Principales puntos débiles, críticos, trastornos o limitaciones. H. VALORACIÓN GENERAL DE LA ENTREVISTA 31. Valoración general de la entrevista por lo que se refiere al clima durante su desarrollo, valoración del grado de cooperación, de la facilidad de comunicación, de la dinámica familiar durante la entrevista (quién suele contestar, qué ocurre cuándo no hay acuerdo, relación con el niño/a si está presente,...)
  • 101. 100
  • 103. 102
  • 104. 103 Amorós, P., Fuertes, J. y Roca, M.J. (1994). Programa para la formación de familias acogedoras. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales y Junta de Castilla y León. Amorós, P., Palacios, J., Fuentes, N., León, E. y Mesas, A. (2003). Familias canguro. Una experiencia de protección a la infancia. Barcelona: Fundación La Caixa. Amorós, P., Palacios, J., Fuentes, N., León, E. y Mesas, A. (2002). Programa para la formación de familias acogedoras de urgencia-diagnóstico. Fundación La Caixa. Barcelona. Amoros, P y Palacios,J. (2004). El acogimiento familiar. Madrid: Alianza Editorial. Amorós, P.; Jiménez, J.; Molina, M.C.; Pastor, C.; Cirera, L. y Martín, D. (2005). Programa de formación para el acogimiento en familia extensa. Barcelona: Obra Social “la Caixa. Benedict, M.I. y White, R.B.(1991). Factors associated with foster care length of stay. Child Welfare, 70, 335-340. Bereika, G. (1991). FTA. Position paper on the call for a return to institutional care in the child welfare system. Focus, 2, 5-7. Berridge, D. (1997). Foster care. A research review. Londres: HMSO. Chamberlain, P., Moreland, S. y Reid, K. (1992). Enhanced services and stipends for foster parents: effects on retention rates and outcomes for children. Child Welfare, LXXI, 387- 401. Child Welfare League of America (1991). A blueprint for fostering infants, children, and youths in the 1990s. Washington, DC: CWLA. GRISIJ (1999). Acolliment Familiar Especialitzat: reptes per a la recerca i la pràctica. Universidad de Barcelona. Documento no publicado. GRISIJ (2007). Criterios de valoración para los acogimientos en familia extensa. Universidad de Barcelona. Documento no publicado. Hegar, R.L. (1993). Assessing attachment: Permanence and kinship in choosing permanent homes. Child Welfare, 72, 367-378 James Bell Associates (1993). The national survey of current and former foster parents. Washington, DC: James Bell Associates. Moore, B., Grandpre, M. y Scoll, B. (1988). Foster home recruitment: A market research approach to attracting and licensing applicants. Child Welfare, 67, 147-160.
  • 105. Pasztor, E. y Wynne, S. (1995). Foster parent retention and recruitment: The state of the art in practice and policy. Washington, DC: CWLA. Plumer, E. (1992). When you place a child. Springfield, Ill: Ch.C. Thomas. Ramsay,D.(1996) Recruitment and retaining foster carers: implications of a professional service in Fife. Adoption & Fostering, 20, 67-76 Testa, M. F., y Shook, K. L. (2002). The Gift of Kinship Foster Care. Children and Youth Services Review, 24, 79- 108.. Triseliotis, J., Borland, M. y Hill, M. (2000). Delivering foster care. Londres: BAAF.