Las tropas del ejército salvadoreño llegaron al cantón de El Mozote en 1981 buscando insurgentes. Ordenaron a los residentes reunirse en la plaza y volver a sus casas, pero al día siguiente separaron a los hombres, mujeres y niños, interrogando a los hombres. Más tarde ejecutaron de forma deliberada y sistemática a los residentes, torturando y matando primero a los hombres, luego a las mujeres y finalmente a los niños, en una masacre que dejó más de 200 víctimas identificadas.