La mesa del Señor es un lugar de encuentro con Dios y los resucitados donde se ofrece adoración, se recibe instrucción y se evalúa el estado espiritual. Es un lugar de oportunidad para pecadores pero excluye la mezcla con lo impuro. Quienes se sientan allí deben buscar las cosas celestiales y estar preparados para entrar en el reino de Dios.