Este documento conmemora el 171 aniversario de Urubamba como ciudad benemérita en Perú, alabando sus campos, hombres valientes y belleza como el Valle Sagrado, a pesar de haber sufrido una inundación del río Tullumayo. Concluye expresando la esperanza de que Urubamba vuelva a florecer como un paraíso, tal como en los tiempos del Inca Manco II de Yucay.