Los niños demuestran un conocimiento sólido sobre su vereda y los esfuerzos para convertirla en un aula ambiental, debido a los proyectos realizados anteriormente. Comparten detalles sobre la ubicación, historia y economía de la vereda, así como proyectos de reforestación, huertas y reciclaje. Manifiestan su compromiso de enseñar a la comunidad sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.