El enfoque sistémico permite abordar problemas considerando objetos como sistemas compuestos por partes interrelacionadas, enfatizando la importancia de la interacción y la organización para su funcionamiento. Los sistemas pueden clasificarse como abiertos o cerrados, y su comportamiento es influenciado por la estructura, los elementos y los flujos de materia, energía e información. Además, el análisis analítico tradicional, que descompone los sistemas en partes aisladas, no refleja adecuadamente la realidad compleja de los sistemas, donde el todo es mayor que la suma de sus partes.