El modelo de cero confianza (Zero Trust) propone eliminar la noción de confianza interna y externa en las redes, verificando en todo momento la identidad del usuario y el dispositivo para conceder acceso mínimo y segmentado a los recursos. Esto a través de la autenticación fuerte y el monitoreo continuo del contexto para adaptar dinámicamente los privilegios, brindando así acceso seguro a aplicaciones tanto internas como en la nube.