La obstrucción de las vías aéreas puede provocar asfixia y la muerte si no se trata rápidamente. En caso de obstrucción parcial hay tos e incomodidad, mientras que en la obstrucción completa la persona no puede hablar, toser o respirar. El tratamiento incluye animar a la persona a toser, dar golpes en la espalda y realizar la maniobra de Heimlich si es necesario. La reanimación cardiopulmonar es crucial para restablecer la circulación cuando no hay pulso ni respiración.