El documento describe una maqueta de madera y resina que reproduce el Monumento a los Descubrimientos en Lisboa, Portugal. El monumento, ubicado en Belém junto al río Tajo, mide 52 metros de altura y fue erigido en 1960. Está diseñado como la proa de una carabela y representa a héroes portugueses y navegantes ascendiendo hasta la figura de Enrique el Navegante, simbolizando los estamentos sociales que impulsaron la expansión colonial portuguesa.